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9 de enero en la memoria
Por Alianza Nacional por la Vida, ANAVI -
Saturday, Jan. 08, 2005 at 3:16 PM
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Han transcurrido cuarenta y un años desde que el atardecer del jueves 9 de enero de 1964, comenzara a cubrirse de sangre, luto y dolor de valerosos hijos e hijas de nuestro pueblo. Ese día la arrogancia, prepotencia y la vocación genocida de la soldadesca yanqui asentada ilegalmente en la antigua Zona del Canal, atacó a mansalva a un pueblo inerme, que herido en lo más profundo de su Nacionalidad se enfrentó, en duelo desigual y sangriento, con piedras, amor a la Patria mancillada y un coraje insuperable, a las balas y proyectiles de armas asesinas, que terminaron provocando medio millar de heridos y la muerte de más de una veintena de patriotas panameños.
El 9 de enero en la memoria
Han transcurrido cuarenta y un años desde que el atardecer del jueves 9 de enero de 1964, comenzara a cubrirse de sangre, luto y dolor de valerosos hijos e hijas de nuestro pueblo. Ese día la arrogancia, prepotencia y la vocación genocida de la soldadesca yanqui asentada ilegalmente en la antigua Zona del Canal, atacó a mansalva a un pueblo inerme, que herido en lo más profundo de su Nacionalidad se enfrentó, en duelo desigual y sangriento, con piedras, amor a la Patria mancillada y un coraje insuperable, a las balas y proyectiles de armas asesinas, que terminaron provocando medio millar de heridos y la muerte de más de una veintena de patriotas panameños. Jamás en la historia moderna una población enardecida y literalmente a pecho descubierto, había osado con desafiar al poderoso ejército norteamericano. Este gesto constituye, por si solo, una ejemplarizante página de patriotismo y de heroísmo inestimable.
Los mártires de enero de 1964 no descansan en el olvido ni yacen en Tumbas frías y solitarias en el suelo patrio. Ellos permanecen en nuestras memorias, renovando constantemente nuestro compromiso de forjar una Patria verdaderamente libre y soberana como la que ellos soñaron, y por la que no dudaron, ni un instante, de entregar lo más preciado que tenían: sus propias vidas. Su recuerdo hoy no es una remembranza a media asta. Nunca lo ha sido. La independencia y soberanía verdadera sigue siendo una tarea inconclusa. Por eso las banderas de lucha de nuestro pueblo permanecerán siempre desplegadas por completo, mientras aquí no se alcance una Patria efectiva y real para todos y todas. No importan los obstáculos que tengamos que vencer, las luchas que tengamos que librar o las derrotas que tengamos que superar; mantendremos firmemente nuestro ideal de construir en Panamá una sociedad más justa y más humana. La claudicación, la rendición o la capitulación son, por ello, opciones totalmente inadmisibles e inaceptables; no sólo por ser antagónicas a nuestras convicciones, sino porque de producirse, representarían una traición colosal e imperdonable a la sangre noble derramada por los mártires de enero.
Hace pocas semanas atrás, nuestro pueblo recordó los quince años de otro hecho aciago en su desventura histórica. Transcurridos veinticinco años después del 9 de enero de 1964, el ejército norteamericano, siempre al acecho en las instalaciones militares que aún retenía en la ex-Zona del Canal, aprovechó la madrugada del 20 de diciembre de 1989 para invadir y ocupar ilegalmente todo nuestro territorio, mediante una operación cobarde, bochornosa y brutal. Los millares de muertos panameños que arrojó semejante acto de crueldad y desprecio por la vida, son héroes y mártires de la estatura de los que cayeron un 9 de enero. Juntos proporcionan la fuerza, la voluntad y la decisión suficiente para que el pueblo panameño más temprano que tarde se sacuda a sus enemigos históricos.
La Alianza Nacional por la Vida (ANAVI), rinde merecido homenaje a todos los que de una forma u otra enfrentaron en aquellos aciagos días de enero la cobardía de un imperio infame. Sabemos que estamos en deuda con ustedes. Por ello desde aquí, exigimos que el gobierno nacional:
1. solicite el arbitraje internacional para lograr la limpieza de los polígonos militares de Piña, Emperador, Balboa Este y las islas de San José e Iguana.
2. Suspenda el desarrollo del programa "Nuevos Horizontes" a efectuarse el próximo mes, por ser la cobertura de actividades NADA humanitarias y sí intervencionistas.
3. Establezca cuanto antes el Centro Panameño de Documentación e Investigación de la invasión militar de 1989 y de otras agresiones, como un tributo -aunque tardío-a todos los caídos.
4. Separe de inmediato a nuestra Nación de la coalición genocida que ha servido para justificar la agresión, ocupación, saqueo de los recursos naturales y la muerte de ciento de miles de ciudadanos iraquíes.
5. Renuncie a suscribir un TLC con los Estados Unidos y al siniestro componente de seguridad que este país le ha impuesto.
6. Rechace todos los acuerdos antipatrióticos firmados durante el gobierno anterior (Salas-Becker, Zubieta-Becker, Arias-Watt y Escalona-Bolton) y se abstenga de suscribir otros.
7. Que las áreas revertidas y los ingresos del canal sean finalmente medios efectivos para el desarrollo y bienestar de las grandes mayorías y no soporte y provecho únicamente de los sectores privilegiados.
8. Que se derogue la Ley 44 del 31 de agosto de 1999. La Coordinadora Campesina Contra los Embalses ha argumentado desde ese mismo año sobre la ilegitimidad y lo inconsulto de esta ley que anexa tierras campesinas, que no son cuenca hidrográfica del canal, al ámbito de poder de la ACP y su pretensión de imponerle al país un desastroso proyecto de ampliación del Canal que no se justifica y afectaría negativamente la vida de miles de campesinos, la ecología y crearía altos niveles de endeudamiento en el país.
VIVAN TODOS LOS MARTIRES Y HEROES DE LA PATRIA
VIVAN LOS MARTIRES DE ENERO
ALTO A LA GUERRA Y AL GENOCIDIO CONTRA LOS DEBILES
QUE SE IMPONGA LA VIDA Y LA PAZ EN LA TIERRA