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Bailar las calles
Por SM -
Wednesday, Jan. 12, 2005 at 2:00 PM
ms_ms1234@yahoo.com
Reflexión/propuesta en base a Cromañón.
San Telmo.
Hace más o menos un mes concurrí a una milonga que se organizaba en San Telmo, en Plaza Dorrego. Conformaba uno de los tantos encuentros que se vienen realizando todos los domingos ya hace varios años de manera autónoma al gobierno de la ciudad. Este último no los obstruye, seguramente -a pesar de los palos que, según me comentaron, le dedican a veces lxs organizadorxs-, por la atracción turística que significan. Eran alrededor de las ocho de la tarde-noche cuando llegué y ya el ambiente se anunciaba prometedor. Bailé un rato. Más allá de ciertos convencionalismos -sumamente- conservadores del tango -que lamentablemente muchxs se empeñan en seguir manteniendo, y que suelen menguar bastante el placer del baile, sobre todo para lxs que no somos "bailarinxs"-, lo que nos llamaba poderosa y favorablemente la atención respecto del lugar a quienes concurríamos por primera vez, era lo grato que resultaba bailar tango al aire libre. El clima acompañaba; una de esas "buenas noches de verano" en las que da gusto estar en la calle. A eso de las nueve y media bailó el grupo tango protesta, que había sido anunciado, razón por la que ese día se había reunido más gente de la que generalmente asiste a los encuentros. El grupo -que sí se propone desbaratar los convencionalismos referidos-, a lxs previamente invitadxs, logró sumar lxs transeúntes curiosxs que se acercaban atraidxs por el tumulto de gente y, especialmente, por la disposición anímica que esa gente desplegaba. Muy "contagiosa", por cierto. Tango protesta terminó alrededor de las diez y media. Entonces lxs organizadorxs de la milonga -gente del grupo- se pasaron una chacarera. Y se fue la segunda. Y otra más. Y entonces plaza Dorrego se llenó de gente bailando -o intentando bailar, era lo de menos- chacarera -o algo parecido; era lo otro de menos. Más chacarera y más gente y más espacio se iba ocupando. La "timidez" -qué casual- masivoindividual de la (no-)relación colectiva a la que estamos acostumbradxs impidió que lxs improvisadxs bailarinxs ocuparan toda la plaza, pero el espacio identificado como "pista de baile", al menos, logró expandirse bastante. Lxs que no bailaban, se quedaban a mirar. Y quienes nos tomamos la molestia de mirar a lxs que miraban, lo que vimos, en general, fueron rostros de satisfacción. Aunque no tan marcados como lxs que mostraban varixs de lxs repentinxs folkloristas -maravilladxs no sólo por la danza, también por lo extraordinario de la situación de compartir con quien quizá nunca antes se había visto; compartir el placer que generaba el baile.
La conmoción de ver cómo ese espacio público estaba siendo ocupado, ver que un espacio público estuviera siendo ocupado, ver que estuviera siendo ocupado públicamente, ver que "lo público" adquiría cierto sentido cercano al que muchxs pretendemos; me enteré después, también era compartida. No sólo a mí me emocionó apreciar ese acontecimiento; un mes más tarde supe que éramos varixs lxs que lo habíamos disfrutado sorprendidxs, movilizadxs. Lo que habíamos visto, varixs, en lo que ocurrió esa noche en San Telmo, más que el evento de hecho -no exento de la lógica turística y las mercantileadas que pululan por ese barrio, que no dejaron de hacerse presentes ese día en la plaza-, era su potencia, ejemplificadora, inspiradora. Enseñaba, traía al ámbito de lo visible, la acción que podría llegar a conformar, "sencillamente", una forma de diversión. Lo que hizo -que no sólo a mí- "se me ocurriera" -la ocurrencia se imponía- que había que ocupar el espacio público para bailar. Bailar las plazas, bailar las calles.
Los boliches no están en la mira.
El título anterior pero sin la partícula que lo niega apareció en tapas de diarios y en videographs de noticieros en los últimos días. ¿Resultará redundantemente obvio para a quien le llegara y leyera este texto aclarar la mentira que esconde el discurso y el proceder implementados? Los boliches no están "en la mira", al menos, si por ello debe interpretarse que su lógica y existencia misma fuera a ser cuestionada. Simplemente, porque un sistema que se basa en -aquella metáfora desafortunada y no inocua de- "incluidxs y excluidos" , necesita de boliches. Un tipo de vida que produce y reproduce tan desiguales condiciones de vida, la -mentirosamente denominada- lógica de inclusión/exclusión, necesita de la reclusión. Y ella en todos los ámbitos; también -y no debería subestimarse- el de la diversión. Es ahí mismo donde el boliche contribuye, no sólo con la ganancia de lxs empresarixs; satisface una forma de reclusión de la diversión.
De igual manera, la industria del rock no supone sólo la administración y apropiación del rédito -éste visto como resultado- de cobrarnos la concreción de nuestros deseos -éstos considerados anteriores. Nos implica en tanto opera administrando nuestro deseo mismo, dándole forma. Instaurando lo que ha de concebirse como diversión. Naturalizando una determinada representación de la diversión. Quizá deberíamos replantearnos qué tipo de diversión conforma, en general, reunirse centenares de personas apretujadas sin oxígeno, muchas veces en sótanos, muchas veces esperando horas a que la banda toque, y qué tanto esa forma de diversión no responde a un deseo configurado por quienes lucran con un deseo -políticamente- configurado de esa forma. Es decir, no puede rechazarse toda reflexión en torno a determinadas prácticas a partir de su justificación según la lógica del "ritual". Como si éste no operase estableciendo una especie de "deber ser" uniforme respecto de lo que ha de divertir al/a joven, y al cual el/la joven generalmente se adapta porque no hacerlo le implicaría "no pertenecer" ("se adapta" significa: que el/la joven se convence, irreflexivamente, de que tal forma de diversión efectivamente lx divierte, así como adquiere el código que desdeña -categorizándolx de "amargx", por ejemplo- a quien no se adaptara). Y como si ese "ritual" -que, por su carácter de tal, debe conservarse- fuera resultado de una naturaleza propia de "lo joven" -personas de una misma edad que casualmente se divierten todas de la misma manera, como si ello se correspondiera con una etapa "biológica", universal, compartida entre quienes transitan idéntico período cronológico-, y no producto de relaciones sociales que lo mantienen y que no dejan de servirse, también -no exclusivamente- de él, para mantenerse.
De buenas y malas gestiones.
Ibarra y el gobierno son responsables. Chabán lo es. Manifestarse, poner el cuerpo, exigir que se hagan cargo de su política de muerte, resulta inobjetable. Lo que no deberíamos olvidar en el trajín de la bronca es que, si por un lado no se puede dejar de reclamarla, por otro tenemos que saber que "la solución" no va a venir de la mano de Ibarra y su gestión, ni de gestión otra alguna. Ello sería suponer la posibilidad de "buenas gestiones", que se corrompen o no dependiendo de la calidad del funcionarix de turno, en vez de reparar en que la lógica misma de gestión/funcionarixs es lo, en todo caso, "corrompido" -para decirlo de alguna manera. No dejemos de manifestamos contra el gobierno y el, lxs, empresarixs, pero no dejemos de reflexionar más allá de eso, no dejemos de discutir con qué tiene que ver la industria del rock y de organizar prácticas que la destruyan y que destruyan el lucro, pero también, que destruyan la administración ajena de nuestros deseos.
Pongamos los boliches "en la mira".
Si los boliches "están en la mira", si realmente tal discurso representa una advertencia para los establecimientos-nucleadores de diversión, colaboremos con el gobierno, entonces. Si verdaderamente buscan desbaratar el negocio de quienes priman -la maximización absoluta, sin el más ínfimo desperdicio, d- el lucro sobre la vida, y si el negocio es funcional sólo a lxs empresarixs, entonces, cooperemos: liberemos al gobierno de la tarea de cerrar -temporaria, espectacular, demagógicamente- los boliches. Vaciémoslos nosotrxs. VACIEMOS LOS BOLICHES Y LLENEMOS LAS CALLES.
La ausencia de un proyecto político suele hacernos esclavxs de la urgencia, de acciones apuradas que se limitan a lo reactivo, circunscribe nuestro accionar a impedir la profundización de una coyuntura no deseada que intenta avanzar. Pero esta coyuntura, sin embargo -la de Cromañón, la de la designación de Álvarez-, puede posibilitar otro tipo de urgencia. Es decir, se puede responder de forma apurada específica y exclusivamente a ella, o se la puede considerar un momento propicio-disparador de una acción que viene siendo reclamada hace ya mucho tiempo, por la necesidad de un proyecto político distinto: diferente al de la "seguridad", al de la militarización, al de la reclusión progresivamente promocionada e implementada. No se trata de "correr a hacer" en torno a lo que ocurre en el momento, sino de no desatender el hecho de que no todos los momentos son los mismos.
Podríamos tomar este momento para ese otro proyecto político, para la fiesta colectiva, para relacionarnos, establecer lazos, romper la lógica-video-club de la categorización en serie de géneros-generacionales, que unifica y discrimina experiencias, lugares y prácticas por indicadores cronológicos, cada etapa biológica con su diversioncita adecuada, codificada, incomunicada. Podríamos...
-Sacar e instar a sacar a todo el mundo las sillas, el mate, a la vereda, a la plaza,
-proponer hacer fiestas en las plazas, o en alguna calle cortada al menos de vez en cuando,
-mezclarnos con grupos de arte, música, danza, teatro, discusión.
GENERAR UN MOVIMIENTO PARA HABITAR Y BAILAR LAS CALLES. Grupos organizados ya hay, varios, que se abocan a las mismas o a distintas actividades; lo que faltaría es establecer los lazos y emprender la iniciativa.
más propuestas para habitar las calles y los espacios publicos
Por aerproletaria -
Wednesday, Jan. 12, 2005 at 6:45 PM
iskraceci@gmail.com
en relación a lo que escribiste sobre la propuesta de generar lazos con otros grupos que usen el espacio publico con el objetivo de reapropiarselo de diferentes formas de acuerdo a los objetivos que cada uno le imprima: murgas, organizaciones de desocupados, grupos de arte callejeros, grupos de vecinos, movidas barriales, etc.
y en relación a la masacre de Cromagnon, y a las masivas moviliaciones que hubo, escrache de por meio y la vigilia con carpas y santurios en Plaza Once por parte de familiares, amigos, sobrevivientes, ....
yo he propuesto en otro mail que subí a Indy hacer una jornada cultural cuando se cumpla un mes de la masacre con el reclama de Justicia y Castigo a los máximos responsables: Chaban e Ibarra y allí hacer una actividada al aire libre, con la reaporpiación ya efectuada de plaza once y plaza de mayo...(ver con los diferentes grupos que se estan organizando familiares, sobrevivientes, gente que se solidarizó con la sucedido, grupos de comunicacion alternativa, de foto y video, etc.) montar una muestra de fotos y proyectar videos y seguir aportando con otras actividades...habría que ver dónde hacerlo. yo estuve hablando con lxs pibes que se quedan a dormir en once haciendo la vigilia y si se hace algo ahi no tienen que ser muy de fiesta ya que ese lugar se convirtió en una especie de lugar sagrado y no hacer una activiadad muy festiva además porque todo esto es muy reciente.
bueno no sé espero que sigamos haciendo propuestas.
ceci
Fantástico
Por Luis -
Wednesday, Jan. 12, 2005 at 7:09 PM
a@luis-speciale.com
Hagamos un sitio y ahí se puede ir organizando la cosa. Yo voy al pié.
Me olvidava
Por Luis -
Wednesday, Jan. 12, 2005 at 7:11 PM
GENERAR UN MOVIMIENTO PARA HABITAR Y BAILAR LAS CALLES
Es de oro
Maravilloso
Por Fana de Indy -
Thursday, Jan. 13, 2005 at 12:34 AM
Maravilloso el texto inicial y la propuesta.
Me parece un buen modo de seguir la propuesta que hace Luis luego: un sitio.
Imagino que la sección Contracultura de Indy puede ser un ámbito también para desarrollar la propuesta.
Seguiré atento las novedades.
Tchau
sigamas tirando propuestas
Por Aeroproletaria -
Thursday, Jan. 13, 2005 at 12:43 AM
con respecto a lo que escribió la última persona me parece muy pertiente, de hecho algunas personas colaboramos con la sección contracultura en Indy, y todxas aquellas personas intersadas pueden hacerlo.
con respecto a la propuesta inicial, yo no sé si llamarlo ya de una Movimiento, pero sí intentar quizás generar algo, una actividad, reunión, acontecimieneto, jorndada que sirva para ir nucléandonos desde una experiencia concreta: yo insisto y propongo hacer algo para cuando se cumpla un mes de la masacre de cromagno, o en torno a esta situación que cabría involucrarse con algo.
después otra cosa que estamos pensando ya desde hace mucho tiempo con gente amiga, es la idea de hacer proyecciones de peliculas obtenidas de forma gratuita por internet y proyectarlas en un lugar publico o bien en una pared cualqueira de la ciudad de bs. as.
también hay que usar las paredes de la ciudad como pantallas de televisión, o de imganes mejor dicho y de esta manera se está poniendo en cuestion el sistema television estatal y privado que lo unico que generan es telespectadores pasivos que consumen sus propias vidas a través de la pantalla bomba.
Hay que reapropiarse de las paredes, de las plazas, de los espacios en desuso no habitados,
Okupemos las calles, las frencuencias de aire, las paredes, las plazas,
pensemos autogestionar nuestra diversion con los diferentes lenguajes: visual, imangen en movimiento, musica, etc.