Julio López
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HOY ASAMBLEA JUVENIL EN PLAZA FLORES
Por Asamblea Juvenil Plaza Flores - Friday, Jan. 14, 2005 at 12:41 PM

ORGANICEMONOS POR NUESTROS CALLEJEROS

ASAMBLEA JUVENIL ZONA OESTE

VIERNES 14 18HS PLAZA FLORES (J DE ARTIGAS Y RIVADAVIA)

ibarra chaban la tienen que pagar!!!

por una comision investigadora independiente!!!

justicia por nuestros callejeros!!!!!!

no al pacto de impunidad ibarra, kirchner,duhalde macri, alvarez

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bien hecho chicos
Por avanti piu - Friday, Jan. 14, 2005 at 3:43 PM

Publicado el: 12/01/2005


“El ‘viejo topo’ de la revolución volverá a emerger”



Otto Vargas, secretario general del PCR en el brindis por el 37 aniversario del Partido Comunista Revolucionario


Al celebrar el 37º aniversario de la fundación de nuestro Partido, va nuestro homenaje, en primer lugar, para todos nuestros mártires, los que cayeron defendiendo la línea y los principios del Partido, a los que reverenciamos, y a través de ellos a todos los combatientes populares de cualquier ideología, caídos en este largo combate de nuestro pueblo por su liberación nacional y social.
También a aquellos compañeros a quienes se llevó la muerte en estos años. En el nombre de Norma Nassif, que nos dejó hace pocos meses, nombro a todos ellos, que están presentes en nuestro recuerdo y en nuestra lucha.
Y también, en nombre del Comité Central de nuestro Partido, quiero saludar a todos los compañeros, veteranos, nuevos afiliados, que desde Ushuaia hasta La Quiaca, y desde las orillas del Uruguay y el Atlántico hasta la cordillera de los Andes, luchan por los intereses de la clase obrera y del pueblo, por engrandecer el Partido, todos los días, con su esfuerzo anónimo y constante.


Defendimos las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo
Cuando nosotros fundamos el Partido hace 37 años, parecía que el socialismo estaba al alcance de la mano. Ya se había restaurado el capitalismo en la Unión Soviética; nosotros lo supimos bastantes años después. Pero estaba en su apogeo la Revolución Cultural Proletaria en China, la más grande movilización política de masas de la historia de la Humanidad, que influenció un poderoso auge de masas que recorrió el mundo con el Mayo Francés, las grandes luchas de México, de toda Europa, y que aquí en la Argentina tuvieron el Rosariazo, Mendozazo, Tucumanazo, los dos Cordobazos, etc. Años de grandes luchas.
Poco después de la muerte del camarada Mao Tsetung, la Revolución Cultural Proletaria fue derrotada y el capitalismo se restauró en China. Eran años muy difíciles, porque además, aquí en la Argentina estábamos en medio de la dictadura militar. La burguesía creyó vivir momentos de gloria. Hablaron del “fin de las ideologías”, que se abría un milenio sin lucha de clases, que había fracasado el marxismo, y que los que defendíamos esa ideología éramos “dinosaurios” sobrevivientes de un cataclismo histórico.
Nosotros defendimos las banderas del marxismo-leninismo-maoísmo. Firmemente. En ningún momento vacilamos en esa defensa. Y no sólo eso, sino que dijimos, que no era la primera vez que sucedía esto en la historia de las luchas del proletariado. La burguesía, ya cuando en 1797 guillotinó a Babeuf y a los hombres de la “Conspiración de los Iguales” -aquéllos que Marx y Engels llamaron “el primer partido comunista de la historia”-, creyó que cortándoles la cabeza terminaba con el comunismo. Cincuenta años después, cuando Marx y Engels escribieron el Manifiesto Comunista, empezaron con esa famosa frase: “Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo”.
Y lo mismo creyó la burguesía francesa cuando tras la Comuna de París fusiló a 70.000 comuneros: creyó que con eso había arrancado de raíz el “árbol maligno” del comunismo. Lo mismo creyeron cuando los partidos socialdemócratas traicionaron, y solamente un puñadito de marxistas revolucionarios se reunieron con Lenin en Zimmerwald para rescatar las teorías del marxismo revolucionario.
Dijimos entonces, que lo que se había cerrado era una etapa en la lucha de la clase obrera y del movimiento revolucionario mundial. Y aún más: recordamos aquella frase de Marx cuando se refería al “viejo topo”, que trabaja bajo tierra, silenciosamente, y de pronto emerge: el topo de la revolución. Y dijimos: ese topo volverá a emerger.
Nosotros no sólo mantuvimos nuestras banderas en alto, sino que contribuimos a crear la Conferencia de Partidos marxistas-leninistas, donde se agrupa gran parte de los partidos maoístas del mundo. Y esas ideas hoy día están vigentes, en partidos que luchan con la acción de masas, en la lucha política y en algunos casos con las armas en las manos, en Asia, en Africa, en Europa y en América Latina. Esas ideas están vigentes, y esas organizaciones no sólo están vigentes sino que crecen y se desarrollan.


Por quién doblan las campanas
Cuando colapsó la Unión Soviética, la burguesía lo festejó, diciendo que había colapsado el socialismo. Nosotros dijimos: escuchen bien, vean por quién doblan las campanas. Porque en la Unión Soviética no existía el socialismo, sino que existía una forma de capitalismo, burocrático de estado; y lo que cayó en la Unión Soviética preanunciaba grandes problemas que iba a tener el capitalismo, que entonces parecía triunfante y avasallante a escala mundial.
Poco después, en el ‘97, estalló la crisis del sudeste asiático, que luego se extendió a Rusia y rebotó finalmente en el centro del imperialismo, en Wall Street. Crisis que todavía hoy estamos pagando los argentinos, porque en definitiva la crisis que azotó a la Argentina no fue más que una oleada de esa crisis que tenía su centro en el centro del imperialismo mundial.
Ustedes recordarán: marzo de 2003, cuando los yanquis entraron a Bagdad, cuando festejaban y se llegó a hablar del mundo unipolar, ese acontecimiento que tuvo tanta influencia en las elecciones de abril del 2003 en la Argentina; cuando los yanquis entraron en Bagdad y la soldadesca yanqui entraba como vándalos en museos que guardan parte importante de la historia de la Humanidad, volteaban las estatuas de Sadam Hussein, y se creó la idea de que era imposible que una nación pequeña pudiera resistir y enfrentar al imperialismo.
Ahora se sabe: los iraquíes tuvieron la orden de guardar silencio, mientras los yanquis festejaban volteando estatuas; pero durante años habían preparado a miles, centenares de miles de milicianos, milicianas, niños. Ahora se sabe que 15 días antes de la invasión de los yanquis repartieron millones de armas, y una cantidad enorme de explosivos, que son los que están usando todos los días en los atentados contra los invasores. Y lo que al principio eran 10 o 15 acciones diarias, se ha transformado en 80, 100 acciones diarias. Ya no se sabe si es más importante lo que pasó ayer, cuando mataron al gobernador de Bagdad, o lo que pasó hoy. Todos los días le dan golpes al imperialismo yanqui, y están mostrando un camino para los pueblos oprimidos.
No vamos a creer que por esto el imperialismo va a suavizar sus maneras. Es una ley de ellos hacer lo que hacen, y van a tener que seguir atacando. Porque tienen que garantizarse el control del petróleo, y posiciones para el dominio mundial. No sabemos si el próximo golpe va a ser en Irán, en Siria, en Arabia Saudita, en Corea del Norte, en Cuba o en Colombia. Pero el imperialismo yanqui, como una bestia herida, busca la forma de volver a golpear.
Y volverá a golpear, y los pueblos volverán a luchar contra él. Y en esta nueva etapa es muy importante tener en cuenta qué características tiene la lucha de la clase obrera y de los pueblos, que son diferentes, muy diferentes a las de la etapa anterior –antes de la Revolución Cultural Proletaria- donde uno de cada cinco habitantes del mundo vivía en un régimen donde se había terminado con la explotación del hombre por el hombre y con la desigualdad social, y regía la dictadura del proletariado. Eran muy diferentes a las condiciones actuales.


América Latina, centro de tormentas
Las condiciones de hoy tienen una característica: hay un centro de tormentas en América del Sur. O en América Latina, porque ese centro de tormentas abarca también América Central, aunque en algunos lugares se manifieste con formas reformistas y electorales, como en Nicaragua y El Salvador. Es una oleada de luchas, un auge de masas que está conmoviendo a toda América del Sur. Cuba sigue enfrentando al imperialismo yanqui; Venezuela ha derrotado los intentos golpistas del imperialismo, tanto mediante el golpe abierto como a través de la huelga petrolera, y la revolución bolivariana sigue avanzando.
Y aquí al lado, pese a las gestiones que hizo Néstor Kirchner a pedido de Bush, al servicio de Repsol, de Panamerican y de la British para que el pueblo boliviano entregue sus riquezas gasíferas y petroleras en condiciones inicuas, el pueblo boliviano sigue luchando, y el lunes 10 de enero la COB va a una huelga general pidiendo la renuncia de Mesa. Y los campesinos paraguayos, después de varias semanas de lucha, acaban de derrotar al gobierno de Duarte, consiguiendo la libertad de centenares de militantes campesinos detenidos, la libertad de Odilón Espínola y otros dirigentes campesinos perseguidos, y obteniendo 5 mil hectáreas de tierra para nuevas colonizaciones del movimiento campesino paraguayo.
Incluyo en esto al vecino Uruguay. Porque la situación no va a seguir un curso tranquilo y de remanso. Porque los yanquis y las clases dominantes, los terratenientes, las burguesías intermediarias, se preparan para contragolpear.


El “respiro” económico
Y la Argentina es parte de esta situación mundial y de América del Sur.
Estamos todos conmovidos por la tragedia del barrio de Once, que ha mostrado esa mezcla de la avidez ruin del capitalismo con la profunda corrupción del estado oligárquico imperialista. Y ha desnudado la complicidad, en primer lugar, del “progresista” Aníbal Ibarra, y en segundo lugar del “progresista” gobierno nacional de Néstor Kirchner. Ésta es una historia que recién comienza, pero que ha servido para demostrar una cantidad de cosas importantes.
Kirchner estaba en El Calafate, preparándose para disfrutar de un maravilloso comienzo de año. Porque la economía nacional ha tenido cifras de crecimiento muy importantes, entre las más importantes del mundo. Después de 2 o 3 años, han logrado salir del pozo de la crisis de coyuntura. Todavía no se han alcanzado los niveles del ‘98, pero han logrado un crecimiento importante. ¿Sobre qué base? Sobre la de la devaluación duhaldista, que le dio un golpe a los salarios como no se había conocido en muchos años, lo que permitió a los capitalistas disponer de esa quita salarial impresionante, que nunca en el siglo han tenido una parte tan baja en la renta nacional como hoy.
En segundo lugar, la devaluación facilitó la exportación de productos agropecuarios y mineros. En tercer lugar, aprovecharon la coyuntura internacional excepcionalmente favorable por los precios de la soja, del petróleo, etc. Y en cuarto lugar porque, gracias al Argentinazo, durante tres años no han pagado ni intereses ni capital en una parte de la deuda externa. Y junto con esto, un brutal ajuste: hoy sale en los diarios que han “ahorrado” 1.600 millones de pesos del dinero que destinan a planes sociales, con los que se podrían haber dado, por ejemplo, una ayuda de 60 pesos a 2 millones 200.000 jóvenes y niños. Han “ahorrado” rapiñando de la miseria, con las bajas de los planes; sobre esa base han ido acumulando dinero para los pagos de la deuda externa.
Ellos han salido de la crisis de coyuntura –o puede ser que salgan, porque todavía el pronóstico es incierto-, pero no han tocado la crisis de estructura. Al contrario: el cepo estructural se agravó en estos años. Se agravó la dependencia al imperialismo, en especial al Fondo Monetario Internacional y a los monopolios internacionales, y se agravó el peso del latifundio, con el agregado de que ahora hay inversores extranjeros y sociedades anónimas que han comprado miles y miles de hectáreas en la Argentina.
La crisis estructural se agravó, y la crisis social se mantiene. Porque tenemos casi el 50 por ciento de la población bajo el nivel de pobreza; la Unión Industrial Argentina (que algo sabe del tema) dice que la desocupación real ronda el 20 por ciento; el 60 por ciento de los niños está bajo el nivel de pobreza, y 3 de cada 10 son “indigentes”; de cada 3 empleados, 2 trabajan en negro, en condiciones de superexplotación, sin ninguna legislación laboral que los proteja, en jornadas de 10 o más horas, por sueldos de 400 o 600 pesos, cuando la canasta básica –o sea el nivel de pobreza- es de 750 pesos, y de 1.500 pesos la canasta familiar. Estas son las condiciones sobre las que han podido lograr ese crecimiento que Kirchner iba a festejar en Calafate.



¿Se cerró el período abierto en el Argentinazo?
Aquí hay un interrogante que recorre toda la política argentina, en las clases dominantes, en la izquierda, en el pueblo en general con estos resultados económicos ¿se cerró lo que se abrió con el Argentinazo del 2001? ¿Sólo queda –como diría Altamira- “la resaca de una borrachera” (porque al fin y al cabo aquéllo habría sido nada más que una borrachera)? Como dicen otros trotskistas, ¿el PCR se la pasa “patinando” en el recuerdo de diciembre del 2001? Es lo mismo que dice la solicitada de los legisladores y dirigentes duhaldistas, cuando balancean que Duhalde impidió la guerra civil; lo mismo que dijo Aníbal Fernández: aquello ya pasó, lo resolvimos nosotros –o sea Duhalde-, y ahora hay que marchar para adelante...
Claro: las clases dominantes quieren “marchar para adelante”; quieren sacar a la clase obrera y al pueblo de la calle, y quieren avanzar. Y hay quienes creen –como éstos que hablan de la “resaca”- que lo único que pueden hacer la clase obrera y el pueblo es presentar una lista de candidatos para meter un concejal o un diputado en una legislatura.
Pero ¿es ésta la verdad? ¿O es exactamente al revés? ¿O en realidad existen condiciones extraordinarias para avanzar, pese a los éxitos que ellos balancean? La clase obrera, en las luchas que está librando, ¿no está consiguiendo aumentos de salarios y otras conquistas que hace unos meses parecían imposibles? ¿Acaso los estudiantes no han conseguido, en sus últimas luchas, triunfos que parecían imposibles, como los de La Plata, que reabrieron el comedor cerrado desde 1976?
Claro: lograron dividir a los piqueteros, de la pequeña burguesía. Lograron cooptar a una parte del movimiento piquetero. Pero no lograron destruir a la Corriente Clasista y Combativa, ni a lo fundamental del movimiento de desocupados en lucha.
Pero el hecho más importante del 2004 es que han entrado nuevos contingentes a la lucha, contingentes que son los que pueden decidir la batalla. En primer lugar, distintos contingentes del movimiento obrero. Si uno arranca por la Patagonia, desde Renacer en Tierra del Fuego, acampando frente a la Casa de Gobierno y exhibiendo los primeros lavarropas de los 800 que están produciendo. Y sigue por la interna de Río Turbio, donde voltearon a la dirección entreguista con Kirchner y con Depetris, de ATE de Río Turbio. Y los petroleros de Santa Cruz, y de Chubut, y los de la construcción, y los estatales, y Zanón en Neuquén; y los petroleros de Neuquén que pararon la producción y consiguieron 37% de aumento, después de años. Y los empacadores de fruta del Comahue, que el otro día pararon todos los galpones, en lucha por aumento de salarios.
O si arrancamos desde el norte, de Jujuy, Salta, Tucumán, con luchas que desde hace meses han conmovido lo más profundo de la sociedad de esas provincias, como pasó en Salta, que llegó a provocar una huelga de 4.000 policías, con un cartel “Contra el hambre y la represión”.
Y lo que ha sido de más relieve: la recuperación de las comisiones internas, en los subterráneos de la Capital, el triunfo histórico de los telefónicos, la lucha de los ferroviarios; la recuperación del cuerpo de delegados del Astillero Río Santiago; y sobre todo esa experiencia de las comisiones internas recuperadas de la Alimentación, con Terrabusi en su centro, que crearon un movimiento de recuperación sindical que fue capaz de ganarle a Daer en las principales empresas, y que después fogonearon –en condiciones dificilísimas- la lucha de Bagley.
Y ahí están los jóvenes de la CCC, que hicieron la bicicleteada (parece que hay gente del gobierno que está muy enojada por eso); y el 26 en el Puente Pueyrredón. Es decir: no han logrado sacarnos de la calle.
Y si a esto le sumamos el gran triunfo de los estudiantes y la Universidad entera del Comahue contra la Coneau, que conmovió a la región, más el triunfo de Ingeniería de la UBA, más las luchas contra el ingreso limitacionista en Medicina de Rosario, de Córdoba, de La Plata, yo creo que se puede pensar en un 2005... interesante.
No nos olvidemos de la cultura, que ha hecho una contramanifestación en el Congreso de la Lengua, y protagonizado otros hechos como la lucha contra la persecución cavernícola contra León Ferrari. Y ni qué hablar de la lucha de las mujeres que –y esto ha trascendido a todo el mundo- constituyen uno de los pricipales destacamentos del combate obrero y popular en la Argentina.
Y estuvo la manifestación del 20 de diciembre -donde 80 organizaciones acordaron un programa-, que rebalsó la Plaza de Mayo, y dejó al gobierno paralizado.
Por eso, a esa pregunta de si se ha cerrado el período abierto con el Argentinazo, yo contesto que no se ha cerrado. Que es posible avanzar. En otras condiciones, porque no son las condiciones de diciembre de 2001. Pero vamos a poder avanzar si trabajamos bien.


De dónde vendrá la claridad
Hay muchos que dicen –incluso ronda en muchas cabezas del Partido- “no se ve la salida”. Efectivamente: ¿cómo se va a ver la salida si el momento político es muy confuso? Las divisiones por arriba se han agudizado. Por eso es correcto lo que planteó el 10º Congreso: hay varios escenarios posibles. La pelea de Solá con Duhalde es sólo una manifestación del enfrentamiento de Duhalde con Kirchner. Y eso no puede menos que terminar, como corresponde, con las leyes de los mafiosos. ¿O ustedes creen que va a terminar dulcemente en un acuerdo negociado entre caballeros? ¿Y el regreso de Menem? No preanuncia tiempos calmos en la lucha política...
La situación es confusa. Por eso también hay confusión en las masas. Y la claridad no va a salir de ningún cerebro privilegiado. Lo que va a clarificar la salida van a ser las luchas, el camino que las masas van a ir encontrando, sobre la base de la unidad, si podemos imponer ese paro general activo, que sería la llave maestra para pasar adelante, unificando todos los reclamos.
Entonces: la lucha, la unidad, y nuestro Partido. Eso va a clarificar la salida. Y acá vuelvo a aquéllo que dijo Marx y que dijimos nosotros cuando fue derrotada la Revolución Cultural; Marx hablaba de “nuestro Robin Hood”, el “viejo topo” que trabaja en la oscuridad y emerge bruscamente: la revolución.
Y nosotros creemos que va a ser la lucha de las masas, con la ayuda de nuestro Partido, la que va a despertar y va a traer a la superficie a ese “viejo topo”, imponiendo la revolución en la Argentina.
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El Topo Gigio de Otto Vargas
Por Luly - Friday, Jan. 14, 2005 at 5:43 PM

Prensa Obrera Nº884
El Topo Gigio de Otto Vargas
JORGE ALTAMIRA

En conmemoración del 37°º aniversario de la fundación del PCR, su secretario general, Otto Vargas, pronunció un discurso que es una mezquina pieza de manipulación política. ¿Es posible que los dirigentes que vienen del estalinismo y que continúan reconociéndose en él, crean que se puede seguir macaneando alegremente?

La consigna que preside el discurso, “el viejo topo de la revolución volverá a emerger”, ya anuncia los colores del procedimiento que se propone emplear. Otto Vargas inscribe al PCR en la corriente histórica que declara la vigencia del Argentinazo, en oposición a todas las demás, pero en especial a las trotskistas, y más especialmente aun al Partido Obrero, sin dejar de darle el lugar de preferencia habitual en el PCR a Jorge Altamira, todos los cuales sostendríamos que la rebelión popular es cosa del pasado, la borrachera de una noche, que contrasta con la larga resaca que nos promete el kirchnero-duhaldismo.

Insistimos: ¿se puede macanear en tan gran escala? ¿Será que el compañero Otto se encontraba en una residencia de retiro cuando los compañeros Juan Carlos Alderete y Ardura paseaban efusivos la figura cervantina de Kirchner por los barrios de La Matanza, claro que no para difundir a los cuatro vientos la labor revolucionaria del topo, sino las ventajas insuperables de los microemprendimientos pseudo-cooperativos?

El PCR desconoce los sobresaltos y las caídas de las borracheras y de las resacas, por la simple razón de que nunca caracterizó al 19 y 20 como una rebelión popular, ni tampoco señaló que la función de los Rodríguez Saá, los Duhalde y los Kirchner era recomponer al Estado golpeado por la bancarrota capitalista y la rebelión popular.

Uno. El 20 de diciembre faltaron, aunque con aviso, a la manifestación que había anunciado la ANT del año 2001, que debía arrancar de Plaza Congreso. Junto con D’Elía, también integrante de la ANT y también desertor de la convocatoria efectuada en común (es cierto que antes de la CCC-PCR y marcándole el camino a ella), caracterizó que los saqueos organizados por el duhaldismo habían creado una situación de golpe de derecha o antidemocrático. En esto no se equivocaron; se equivocaron en creer que la crisis se reducía a este complot y no vieron venir la rebelión popular.

El 20 de diciembre de 2001 estuvo ausente la santísima trinidad que se gestó a mediados del primer gobierno de Menem: la CCC, la CTA y el MTA (de Moyano). Ese 20 de diciembre, el topo seguía con la cabeza bajo tierra porque no había encontrado el agujero de salida.

Dos. 72 horas después del ‘golpe’, los topos corrían a la Rosada para apoyar al presidente que había ungido el golpe transitoriamente. D’Elía y Alderete se abrazaban con Rodríguez Saá, rompiendo definitivamente con la ANT. Festejaron con el puntano la propuesta de crear un millón de empleos, que aún hoy el desafortunado sanluiseño sigue reivindicando para su provincia. No había todavía microemprendimientos, pero ya estaban saludando la creación de una moneda para obreros, que Rodríguez Saá prometía emitir en abundancia para que los pesos y los dólares quedaran en manos de los capitalistas. Ya se había producido el defol, pero no la devaluación –es decir que seguía funcionando el corralito.

El topo, replegado en la sottoterra bajo el Argentinazo, salía a la superficie para abrazarse con el privatizador de la escuela puntana y, más tarde, con los que se valen de la devaluación para confiscar a los trabajadores. ¿O acaso no explicaron los ‘economistas’ del PCR, repetidamente, bajo el menemato, que había que recuperar ‘la soberanía monetaria del peso’, es decir devaluar?

Tres. La FTV y la CCC apoyaron (¡los primeros!) la política de copamiento del movimiento de desocupados (¡piqueteros!) cuando Barrios de Pie todavía estaba en la pelea y Tumini ni soñaba meter a uno de los propios como funcionario de gobierno. Por eso, querido compañero Vargas, no estuvieron el 26 de junio de 2002 en Puente Pueyrredón, ni nunca más hicieron una Asamblea Nacional Piquetera –como las que hubo en el 2001 y en cuya realización la CCC-PCR jugó un papel extraordinario y positivo que siempre pusimos de relieve. ¿Cómo puede reivindicarse una dirección política que se perdió sin solución de continuidad el Argentinazo, el Puente Pueyrredón y las Asambleas Piqueteras del 2002 y el 2003?

La resaca, todo el mundo lo sabe, es el reflujo de la borrachera y el descenso de la marea. Lo que nosotros previmos y se está confirmando, es que el reflujo que comienza a partir de finales de 2003 y que se combina con la reactivación vinculada al mercado mundial está sirviendo para desarrollar fuerzas de clase que no estuvieron presentes, o no en forma madura, en la rebelión popular. Este es el mecanismo histórico del pasaje de la primera rebelión popular a la que viene.

El topo de Otto Vargas no es el de Marx. Es el Topo Gigio

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