Julio López
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RECORDATORIO DE LA SEMANA TRÁGICA
Por anarresti - Sunday, Jan. 16, 2005 at 12:37 PM

Los anarquistas de la FORA-AIT junto a UAZO (Unión de Anarquistas de la Zona Oeste) recordaron ayer los acontecimientos de la Semana Trágica de enero de 1919 en un acto en la plaza Martín Fierro en el que hablaron lxs militantes.

RECORDATORIO DE LA S...
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¿QUÉ SUCEDIÓ DURANTE LA SEMANA TRÁGICA? (texto del volante repartido por activistas de la Red Libertaria en el acto de ayer)

Los obreros de la fábrica Pedro Vasena (La Rioja y Cochabamba) llevaban un mes de huelga. Entre obreros y empleados eran unas 2500 personas. Querían: reducción de la jornada laboral de 11 a 8 horas, descanso dominical, aumento escalonado de jornales y la reincorporación de los obreros huelguistas despedidos. Pertenecía su sindicato (Sociedad de Resistencia Metalúrgica) a la F.O.R.A. del V° Congreso, es decir, la mayoría compartía el ideario anarquista.
El día 7 de enero de 1919 a las 16hs. una cuantas máquinas iban hacia los depósitos, a unas treinta cuadras de la fábrica. Las máquinas funcionaban con un pequeño número de obreos que no se habían adherido y rompehuelgas contratados para la empresa por la Asociación del Trabajo. Al llegar las chatas a la intersección de la Avenida Amancio Alcorta y la calle Pepirí, un grupo de huelguistas acompañados de mujeres y niños intentaron detenerlos en forma pacífica. Estos no se detuvieron por lo que los obreros comenzaron a arrojarles piedras. Entonces acudió la policía disparando sus fusiles y dejando, luego de dos horas, un saldo de cuatro obreros muertos y más de treinta heridos, algunos de los cuales fallecieron después. El hecho determinó que la Sociedad de Resistencia Metalúrgica proclamara la huelga general para todo el gremio. Los obreros marítimos (también en huelga) apoyaron a sus compañeros. Trabajadores de distintos gremios y ramas comienzan el día 8 a marchar y a presionar a sus centrales reclamando la proclama de la huelga general. Varios sindicatos se pliegan, la F.O.R.A. "sindicalista" (no anarquista) titubea y busca solapadamente una forma de levantar la huelga (la cual cada vez recibe más adhesión). Por su parte, el Partido Socialista lanza tibias proclamas en el parlamento, clama por moderación de "ambos bandos" y realiza cálculos electoralistas desde su periódico "La Vanguardia", aunque hay que reconocer que muchos de sus miembros lo hacen desde la buena fe política, viendo que las condiciones sociales del momento no perimitirían una posterior constucción que sostuviera a los trabajadores en un marco de insurrección abierta. La derecha conservadora, aliada de los capitales extranjeros, desde sus periódicos no hace más que pedir la habitual "mano dura". La derecha radicalizada saca a la calle sus bandas parapoliciales (las cuales aprovechan para realizar progroms contra los "rusos", es decir judíos) con el beneplácito implícito del presidente Yrigoyen. El día 9 trabajadores de la F.O.R.A. anarquista recorrian las calles incitando a la huelga y a al insurreción abierta contra el gobierno. La ciudad estaba paralizada. A las 15 hs. había salido desde Nueva Pompeya el cortejo fúnebre que llevaba a los abatidos del día 7, en los cuales iban también mujeres y niños. Un pequeño grupo de huelguistas que los acompañaban, iba saqueando las armerías que encontraban a su paso, el más importante se produjo en la armería de Juan Picasso, en la Av. San Juan al 3900. Luego se reintegraban a la marcha. A las 17hs. eñ cortejo llegó al cementerio. Aquí se produjo una artera emboscada. Mientras hablaba uno de los gremialistas, la policía y los bomberos armados, atrincherados en los murallones del cementerio, balearon a la multitud. De inmediato cundió el pánico. Todos comenzaron a correr mientras la lluvia de balas continuaba. Los huelguistas trataron de responder con sus armas, pero fueron rápidamente combatidos. Allí fueron asesinados alrededor de 50 hombres y mujeres.
Quienes se alejaban, atacaban a todo policía que encontraban. Se produjeron en toda la capital intensos tiroteos, mientras los huelguistas de Vasena se enteran de los sucesos en el cementerio. La policía atacó con ametralladoras y máuseres a los sitiadores de la empresa. A las 19 hs. Yrigoyen envía a la infantería. Por la noche hubo varios enfrentamientos entre obreros y policías en varios puntos de la ciudad. El día dejaba como saldo aproximadamente 100 muertos y 400 heridos. A su vez, la Unión Obrera Ferroviaria también se plegaba al paro. La mañana del 10 de enero la ciudad ya estaba totalmente paralizada, inclusive ya había ciudades del interior del país que se habían adherido al paro. Yrigoyen colocó 30.000 efectivos militares en toda la ciudad. Más tarde lo citó a Vasena a la casa de gobierno. El 11, la F.O.R.A. sindicalista se entrevista con el propio Yrigoyen, reclamando la libertad de todos los detenidos y el pliego de Vasena y los marítimos. Yrigoyen fuerza a Vasena esa misma tarde a aceptar el acuerdo con sus obreros, si bien después de la huelga van a renegar de algunos puntos. El gobierno se compromete a liberar a los detenidos por la huelga cuando ésta finalice.
La F.O.R.A. sindicalista considera que la huelga ha triunfado: se ha forzado a la patronal de Vasena a un acuerdo. Esa misma noche (sábado) decide el levantamiento de la huelga general. Sin embargo, no todos los sindicatos comparten el análisis de los sindicalistas. La huelga continúa firme el lunes 13, cuando debía retomarse el trabajo. Aún cuando muchas direcciones acatan la resolución de la central, las bases consideran que aún no se ha ganado nada y todos siguen en el paro porsus propias reivindicaciones. Además, el hecho de que los principales sindicatos sigan en huelga (marítimos, ferroviarios, transportes y todos los anarquistas) hace materialmente imposible el acceso de los obreros a sus lugares de trabajo.
Pero varios factores se conjugan para dar por terminada la lucha obrera. Primeramente, la represión de la policía, el ejército y las bandas armadas, que siembran el temor en las filas proletarias. Además, la influencia que ejerce la dirección de la FORA sindicalista y el Partido Socialista, quienes a partir de ese momento sólo se dedican a actuar de bomberos ante el incendio general. Entre el lunes y el martes, casi todo anarquista con peso gremial es detenido. Poco a poco se van retomando las tareas en todo el país, lo que lleva a que también la FORA anarquista levante la huelga el martes por la noche, con la redacción completa de "La Protesta" en la cárcel. Recién el 15 levantan la huelga los ferroviarios y los marítimos seguirán con su lucha particular que se va a extender aún varios meses.
En un número de "La Razón" de la época podemos leer que los días siguientes transcurrieron cómo si lo ocurrido hubiera sido "un sueño".
Es de destacarse que hasta el día de hoy y al igual que en el caso de la Patagónia trágica, la "democrática" UCR no ha realizado jamás una autocrítica pública por ninguno de estos hechos.

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