Julio López
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partido de trabajadores, propuesta para discutir
Por andres - Thursday, Jan. 20, 2005 at 4:48 PM

acabo de leer esta propuesta politica que hace el pts y me parece que es interezante para intercambiar ideas .

Campaña nacional del PTS
"La clase trabajadora necesita su propio partido"
Fecha: 20/1/2005
Autor:
Fuente: LVO 155


La dirección nacional del PTS, reunida los días 15 y 16 de enero, tomó como Resolución Política iniciar una campaña de agitación y propaganda por la formación de un gran Partido de Trabajadores en la Argentina.

Para analizar la propuesta, La Verdad Obrera realizó una mesa redonda con tres miembros del Comité Central de nuestro partido: José Montes, Delegado del Astillero Río Santiago; Raúl Godoy, obrero de Zanon y Secretario General del Sindicato Ceramista de Neuquen; y Leonardo Norniella, miembro de la Comisión Interna de Pepsico Snacks.

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¿En qué consiste la campaña por un Partido de Trabajadores?

José Montes: Creemos que está planteado impulsar la formación de un gran Partido de Trabajadores basado en las propias organizaciones de lucha de la clase obrera, los Sindicatos, las Comisiones Internas, los Cuerpos de Delegados de las grandes empresas, y por supuesto las organizaciones representativas de los desocupados. Hablamos de un verdadero partido que le arranque la influencia de masas al peronismo, que pueda decidir el curso de los acontecimientos en la vida política nacional. Un partido que pueda expresar en el terreno político la fuerza social de los 10 millones de trabajadores asalariados y los más de 3 millones de desocupados.



Una pequeña muestra de esa fuerza social se vio en los últimos meses del 2004, con las huelgas en los servicios públicos, en subte y telefónicos. Estas huelgas muestran, embrionariamente, que cuando la clase trabajadora se pone en movimiento tiende a cuestionar el poder capitalista, en este caso sobre el control y la capacidad de mando de los empresarios en los servicios esenciales para millones como las comunicaciones y el transporte. Pero el límite de estas acciones, es que luego de la huelga esa fuerza se diluye.



Creemos que están dadas las condiciones para empezar a sembrar la idea entre millones de trabajadores, mediante una campaña de agitación y explicación paciente, de la necesidad de un Partido de Trabajadores. Las luchas económicas no alcanzan, los trabajadores tenemos que prepararnos para nuevas crisis como la del 2001, con el peronismo en el poder. No puede pasar como en el 2001 que descargaron la crisis sobre nosotros.



El enorme poder social que tenemos los millones de asalariados y desocupados debemos expresarlo en la lucha por el poder político. Pero de manera independiente porque en el Encuentro de Rosario, impulsado por la centroizquierda y dirigentes de la CTA, también se dice que los trabajadores se “expresen en el terreno político”, pero como furgón de cola de una variante de los partidos patronales, porque lo hacen junto al banquero Carlos Heller. Los banqueros ya tienen sus partidos que expresan sus intereses en el terreno político. Los trabajadores necesitamos el nuestro, un partido propio, independiente de cualquier variante patronal. Una herramienta para que las masas trabajadoras tomen el poder del Estado. Esta es la cuestión estratégica que queremos plantear en esta campaña.

¿Cómo se compatibiliza este planteo con la realidad de las actuales organizaciones sindicales burocratizadas y la adhesión mayoritaria de los trabajadores al gobierno de Kirchner?

Leo Norniella: Obviamente, no se nos escapa que la burocracia sindical y las ilusiones en este gobierno son obstáculos para la formación de este partido. Pero partimos, como decía Montes, de un comienzo de huelgas de sindicatos de masas. Más allá del resultado económico de estas huelgas, se retoma una experiencia de los trabajadores con el peronismo en el poder, que había quedado trunca con el golpe genocida del 76.



Y acá tenemos una discusión en la izquierda: no sirve de nada la autoproclamación, ni decretar la muerte del peronismo, como hacen los compañeros del PO. El PJ está en una gran crisis, pero por eso mismo es más peligroso. Recientemente, en la zona norte del Gran Buenos Aires tuvimos un ejemplo con la lucha de los obreros de Parmalat. Cerca de 300 matones traídos por la burocracia de ATILRA, el gremio de los lecheros, entró con revólveres, palos y cadenas a las plantas ocupadas por los huelguistas y apaleó a los delegados y trabajadores. Es decir que el peronismo no es “un cadáver insepulto” como dice PO. Esta es la experiencia que están haciendo los trabajadores de Parmalat. Nosotros tenemos una política para ayudar a los trabajadores a romper con el peronismo, que va desde la recuperación de las Comisiones Internas y Sindicatos, hasta la creación de un Partido de Trabajadores. Pero esa ruptura de clase se va a dar muchas veces a partir del enfrentamiento directo con el aparato del PJ. No nos olvidemos que la Triple A surgió del interior del peronismo. Por esto, un Partido de Trabajadores debe tener en su programa la formación de Comités de Fábricas y de Autodefensa de las ocupaciones de empresa, como en Zanon.

Raúl Godoy: Para seguir con la burocracia sindical: justamente promover la creación de este Partido de Trabajadores es un ataque a fondo a la burocracia. Porque la burocracia sindical es alimentada no sólo por las patronales sino también desde el poder político, desde el PJ y el Estado. La campaña por un Gran Partido de Trabajadores es para que las organizaciones de lucha se independicen del poder político de la patronal, es contra la burocracia. Como decía Leo, tenemos un programa de conjunto por la democracia obrera al interior de las organizaciones de masas, para construir Sindicatos militantes que pongan a su cabeza a nuevos dirigentes elegidos por la base, que se manejen con mandatos de asambleas como en el Sindicatos Ceramista, que sean revocables y ganen lo mismo que cualquier trabajador de su gremio.



Por ejemplo, ahora se ha comenzado a formar una Mesa de Enlace entre distintas organizaciones antiburocráticas donde estamos los ceramistas de Zanón junto al Cuerpo de Delegados del Subte Metrovías y otras internas y agrupaciones sindicales combativas. Nosotros lo estamos impulsando y habrá un encuentro en febrero para avanzar en la coordinación de las luchas y la pelea antiburocrática. Yo creo personalmente que, además de todo lo otro, habría que comenzar a discutir allí la propuesta de la formación de una herramienta política de la clase obrera. Hay que empezar por esas organizaciones sin burócratas que hemos conquistado. Y desde ahí dirigir una campaña más amplia para difundir la idea a la base de los grandes sindicatos. Hay dos planos: en las organizaciones antiburocráticas ya podemos poner esto como moción para el debate de las asambleas y sacar pronunciamientos; mientras que en los sindicatos donde dirige la burocracia, que son mayoría, la campaña es más de propaganda, de difusión de la idea.



Todo apuntando a que las organizaciones sindicales rompan su dependencia con el peronismo y formen un partido; distinto al PT de Brasil, donde el aparato político parlamentario se independizó de los trabajadores organizados en la CUT, lo que facilitó la alianza con empresarios como el vicepresidente Alencar que es de la patronal textil. Un Partido de independencia de clase, no para administrar el capitalismo y los planes del FMI como el de Lula.

JM: Yo quería retomar lo de la adhesión de los trabajadores al peronismo. Mejor dicho del apoyo a Kirchner, más que al peronismo. Porque es cierto que hoy hay un apoyo mayoritario a Kirchner, aunque no dan la vida por él, pero no es lo mismo con el PJ. Por ejemplo a Chiche Duhalde las encuestas le dan apenas un 16%, más allá del manejo clientelar que haga el aparato del duhaldismo. Ahora mismo vemos una crisis política en el corazón del PJ, en la provincia de Buenos Aires, por el manejo de esos fondos para hacer clientelismo, entre Solá y el duhaldismo. El peronismo se reconstituyó alrededor de la imagen de Kirchner que se mostraba distinto a “la vieja política”, pero su propuesta de “transversalidad” se fue al tacho: en la crisis de Ibarra en la Capital a partir de la masacre de Cromañon, se tiene que apoyar en Duhalde. Kirchner necesita a Duhalde, pero apoya a Solá que salió del riñón de Duhalde y fue vice de Ruckauf, ministro de Menem y es un hombre ligado a la gran burguesía agraria, así que no es ningún progresista.



La adhesión de masas a Kirchner se basa en la reactivación de la economía y en las ilusiones en que presionando se puede conseguir aumentar los salarios, como ya se vio en las primeras huelgas que no son abiertamente contra el gobierno. Pero esta situación, ¿hasta cuándo va a durar? Puede ser que el canje de los bonos les salga bien, pero aún así están pateando todo para adelante, sentando las bases para una crisis mayor hipotecando no solo el 90% del PBI, sino además el futuro de cuatro generaciones. Es decir que vamos a una nueva crisis capitalista. Y esto lo demuestra en parte que la propia burguesía nacional que tiene la plata en el exterior no la trae a invertir en el país, lo que quiere decir mucho porque ellos mismos no terminan de confiar en su propio sistema. Esta es nuestra perspectiva.

¿Cómo nos preparamos?

RG: Tenemos que sacar lecciones de la crisis del 2001. Si la lucha se queda en el terreno sólo antipatronal o sindical no tiene perspectivas, porque en los momentos de crisis no se puede conseguir aumentos salariales o mejoras parciales. Durante la profunda recesión que comenzó al final del menemismo y se agravó bajo De la Rúa, un sector de los trabajadores como en Zanon o Brukman tuvimos que tomar las fábricas y ponerlas a producir, porque no había otra salida que cuestionar directamente la propiedad privada. Desde el Estado se hizo un salvataje a las grandes patronales, licuándoles la deuda y entonces no cayeron las grandes empresas, pero ese salvataje lo pagamos los trabajadores y el pueblo con la brutal caída de nuestros salarios, con la mitad de la población bajo la línea de pobreza. ¿Qué hicieron los sindicatos dirigidos por la burocracia? Apoyaron directamente al PJ y tuvieron como programa la devaluación.



Ahí tenemos las consecuencias también en esa juventud pobre que fue la que mayoritariamente pagó con su vida en el boliche de Once, esa juventud sin trabajo o con trabajo precario y los peores pagos, sin organización sindical y sin derechos ni siquiera a divertirse porque le puede costar la vida.



Nosotros en Zanon siempre dijimos que de nada valía salvarnos solos, de nada valía que tuviéramos el manejo de una fábrica que pagara bien los sueldos si éramos una isla rodeada de un mar de desocupados, de pobres, de pibes hambrientos. Este tiene que ser el pensamiento de los trabajadores conscientes, los trabajadores tienen que dar una salida a la población pobre, y un Partido de Trabajadores serviría para sellar una alianza con el pueblo pobre, y eso no se hace desde una mentalidad sindicalista, corporativa, sino que nuestros intereses son los intereses del conjunto de los explotados.

El PTS viene llamando a la izquierda obrera y socialista a unirse. ¿Cómo se plantea esta unidad de la izquierda y el llamado a formar un Partido de Trabajadores?

LN: El desafío que tiene la izquierda es unirse por un objetivo grande, de masas, que le dispute la dirección política de los trabajadores al peronismo. Y esto no es porque todos los trabajadores sean peronistas. Hay una parte importante que es una clase obrera joven que no es de tradición peronista. Pero ven bien a Kirchner, porque tiene otro discurso, y Kirchner salió del peronismo y gobierna con el apoyo del PJ y la burocracia sindical peronista. El peronismo es el partido que la gran patronal tiene en pie para meter la idea de conciliación de clases. Si desde la izquierda no combatimos esto, si no tenemos una política para romper ese dique de contención, la izquierda está destinada a mantenerse en los márgenes que nos deje el régimen, a conformarnos por pelear por algún diputado o un puesto sindical más. Creemos que los compañeros de PO ya están en esta situación de impotencia. ¿Qué les proponen a las nuevas internas y cuerpos de delegados que surgen contra la burocracia sindical? Nada, no tienen ninguna política para superar el principal escollo que tienen los trabajadores hacia su independencia política.

JM: Por otra parte está Izquierda Unida, la alianza entre el Partido Comunista y el MST. El PC tiene una clara estrategia de conciliación de clases, contraria a la independencia de los trabajadores; en el 83 votaron a Herminio Iglesias y desde el menemismo para acá trabajan para la centroizquierda. Respaldaron a Chacho Álvarez cuando promovieron el Frente Grande, impulsaron la unidad con el PS en la provincia de Buenos Aires para sacar votos de la crisis del radicalismo. Hoy, promueven otro Chacho Álvarez: el diputado Jorge Rivas del PS, un arribista como tantos que han usado a la izquierda como trampolín para proyectos “más ambiciosos”. El modelo del PC es el del Frente Amplio uruguayo y por eso impulsan ese engendro que es el Encuentro de Rosario con Margarita Stolbitzer de la UCR y el banquero Carlos Heller, que aplicó la estafa del corralito. Bueno, después del apoyo del PC a la dictadura de Videla, todo es posible.



Lo que no se puede entender es que el MST, que se reivindica “socialista de los trabajadores” siga “como la sombra al cuerpo” al PC en esta política. Ahí tenemos en chiquito lo que no se debe hacer: la compañera Vilma Ripoll, a la que se le venció su banca de diputada y ha vuelto a trabajar al hospital de enfermera, va a ir detrás de un arribista como Jorge Rivas del PS. ¿Qué organización obrera dirige Rivas? ¿En qué sindicato participó, que lucha de los trabajadores dirigió? Al menos el viejo Alfredo Bravo había sido fundador de la CTERA. Pero no, desde el punto de vista de los intereses obreros, Rivas es un don nadie. ¿Y por qué la compañera Vilma Ripoll, que volvió a trabajar de enfermera, que es “socialista de los trabajadores”, va detrás de un arribista? Ese es un ejemplo del drama de los trabajadores, no ir a la cabeza sino detrás de los doctores, de los políticos del régimen, en este caso de los que vienen de la tradición “gorila” del PSD.



Al revés, el Partido de Trabajadores que proponemos designaría sus candidatos a las elecciones por votaciones de asambleas y congresos obreros. La compañera Vilma Ripoll, como delegada enfermera de su hospital o su gremio y de la tendencia del MST, podría decir en ese congreso: “me propongo a encabezar la lista de diputados para llevar adelante este programa”. Y la votarían o no, pero no dependería de qué aparato pone la plata para la campaña electoral sino de su influencia política dentro de esas asambleas y congresos. Lo mismo podríamos hacer las demás tendencias de izquierda, y los delegados o luchadores independientes, sin partido, apelando a la democracia obrera, desde el interior de las organizaciones de lucha de los trabajadores. Así entendemos que debería ser un Partido de Trabajadores que debería tener como punto central en su estatuto la libertad de tendencias obreras.

¿Qué programa debería levantar ese partido?

RG: Debería discutir en asambleas y congresos de trabajadores un programa obrero de salida a la crisis del país. Para nosotros este programa debe dar respuesta a los problemas fundamentales, como la deuda externa. Como dijo Montes, puede ser que les salga bien el canje, pero esto será a costa de aumentar la deuda a más de 130 mil millones de dólares. Por esto es necesario plantear el No Pago de la Deuda Externa y la ruptura con el FMI.



Kirchner hace como que enfrenta a los monopolios imperialistas que embolsan millonarias ganancias con las privatizadas, pero somos los trabajadores y el pueblo los que sufrimos en carne propia, por la falta de inversiones, el aumento de las tarifas. Un Partido de Trabajadores debe luchar por acabar con esta gran estafa nacional con la Renacionalización de las Empresas Privatizadas y ponerlas a funcionar bajo la administración directa de sus trabajadores y el control de comités de usuarios.



Y no podemos permitir que más del 50% del pueblo viva debajo del los niveles de pobreza y en la indigencia, o que los desocupados vivan con $150.- necesitamos un Salario Mínimo de $ 1.580.- equivalente a la canasta familiar y un Subsidio Universal al desocupado de $ 800.- Aunque para acabar en serio con la desocupación hay una salida sencilla: la Reducción de la Jornada Laboral a 6 Horas sin afectar el salario, como plantean los compañeros del subte, para que millones de desocupados puedan trabajar ya.



Pero el verdadero norte de este Partido de Trabajadores debe ser la pelea por el poder político, promover la autoorganización obrera, organismos como coordinadoras de ocupados y desocupados que atraigan al pueblo pobre en la lucha por derrotar a los capitalistas y su Estado, y reemplazarlo por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.



El planteo de un gran Partido de Trabajadores y estos puntos programáticos que impulsamos desde el PTS lo hacemos sin ningún sectarismo, para que sea tomado en sus manos por la vanguardia obrera y popular, y sólo reclamamos el derecho a estar en la primera fila de esta pelea política.

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lo que la clase trabajadora necesita
Por caza recolecta - Thursday, Jan. 20, 2005 at 4:51 PM

la clase trabajadora necesita dejar de trabajar, y tomarse unas vacaciones indeterminadas.
no necesita de un partido que cuando llegue al poder lo unico que le pida es que siga trabajando y no viviendo.

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Ferpecto
Por .. - Thursday, Jan. 20, 2005 at 8:20 PM

Todo muy lindo, y a pesar de la última frase, bastante sectario, lo cual no es de por sí una crítica, simplemente una descripción de la realidad, más aún si la contextualizamos y reconocemos de dónde proviene.

Ahora bien, todas estas maravillosas reflexiones acerca de reinvindicaciones de los trabajadores, cómo las piensan lograr? Y más aún, suponiendo que lo lograsen, cómo las piensan mantener? Porque si piensan (como es habitual en PTS, MAS, MST y demás "morenosos") que con la sola enunciación ya estamos bien, sigamos esperando varias décadas más. Siglos. Milenios.

Las reinvindicaciones obreras no se consiguen por enunciados, se arrancan con la lucha. Y por supuesto, el capitalismo y la burguesía responden con todas las armas que poseen: desde las burocracias sindicales, la cooptación por los partidos burgueses y los supuestamente de izquierda que en realidad son socialdemócratas en el mejor de los casos, cuando no aliados de la derecha (por ejemplo el PC), hasta, por supuesto, las herramientas represivas habituales, pasando por las campañas de medios, la opinión de la iglesia, etc.

Pongamos que se forme un PT tal como se dice aquí. Ferpecto.
Pongamos que se lleguen a lograr algunas reinvindicaciones (ni siquiera es necesario que sean muchas ni estructurales, sólo algunas medianamente importantes)
Ahora imaginemos la respuesta del sistema, la cual todos conocemos.

Estamos?

Bien.

Ahora imaginemos el plan de acción de este "PT", basado en el conocimiento del partido que lo propone, su historia y sus preceptos actuales, qué es lo que harían?

Sin tener una bola de cristal, digo: huelga (en un caso extremo), movilizaciones que decaerán con los días (o semanas si son consecuentes) y paulatino abandono de todas las formas de lucha hasta diluir todo lo logrado.

Obviamente, sería muy bueno que esto no fuera así, pero a no ser que el PTS haya cambiado y nadie se haya enterado, no veo motivos para dudar de este mini-análisis.

Por último, y nomenos importante, la frase del final:

"El planteo de un gran Partido de Trabajadores y estos puntos programáticos que impulsamos desde el PTS lo hacemos sin ningún sectarismo, para que sea tomado en sus manos por la vanguardia obrera y popular, y sólo reclamamos el derecho a estar en la primera fila de esta pelea política.

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Y qué pasa si su reclamo no es atendido? Qué pasa si el aparato del PTS queda relegado por cuestiones propias o ajenas? Van a patalear? Romper como le es habitual?

Qué hizo el PTS para merecer el lugar que reclaman como incuestionable?

Compañeros, la vanguardia, la primera fila, no es intelectual: es MORAL, es REVOLUCIONARIA, es PONER EL CUERPO. Sí basado en una teoría, en una política estudiada, en una estrategia. Pero el palabrerío solo, costumbre contumaz de los partidos reformistas de izquierda, es simplemente eso: palabrerío.

El principal problema que tiene este escrito es tan básico que es insalvable: el Partido de los Trabajadores DEBE SER REVOLUCIONARIO o no será nada.

Las herramientas para el partido son el PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES, EL FRENTE POPULAR POR EL SOCIALISMO Y LA RESISTENCIA DE LAS MASAS DEL PUEBLO. Partido - Frente - Ejército

Un partido que organice a las masas proletarias urbanas y rurales, a los pueblos originarios y a los sectores medios revolucionarios.

Un frente nacional enmarcado en la lucha de los pueblos americanos, africanos y asiáticos por el socialismo y por la liberación de las cadenas del imperialismo.

Un ejército popular que resista los embates de la represión fascista e imperialista y eventualmente sea la vanguardia de las masas para la toma del poder.

Quizás les suene desde su prehistoria previa a decenas de fracciones y rompimientos.

Si más de 35 años después, siguen confiando en la burguesía y el sistema capitalista, no aprendieron nada. Por mucho que insistan con el palabrerío, el capitalismo JAMÁS va a conceder ni un centímetro. Antes bien, va a hacer lo imposible para exarcebar las diferencias sociales y lograr una mayor porción de ganancias sobre su capital. Y si no es así, me gustaría que alguien me demuestre cómo piensan que el capitalismo va a caer por la "suma de sus contradicciones" porque hasta ahora jamás nadie lo pudo explicar, al menos no que yo sepa

Fraternalmente

Guillermo

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ah
Por .. - Thursday, Jan. 20, 2005 at 8:22 PM

una última mención a las dos últimas palabras del escrito: "Volver Atrás"

Sé que es un error de copiar y pegar, pero jamás mejor empleado

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El mito del partido
Por Grupo Orobon Fernandez - Friday, Jan. 21, 2005 at 2:17 AM

LA REVOLUCION NO ES OBRA DE LOS PARTIDOS

Las revoluciones de tipo social no son efectuadas por "partidos", grupos o cuadros : acaecen como el resultado de fuerzas historicas y contradicciones que ponen en actividad a amplios sectores de poblacion. Se traducen no solo -como afirma Trotsky- porque las "masas" hallan insoportable la sociedad existente, sino tambien a consecuencia de la tension entre lo actual y lo posible, entre "lo que es" y "lo que podia ser". La miseria abyecta solamente no produce revoluciones. La mayor parte de las veces ocasiona una desmoralizacion inutil o, lo que es peor, la lucha privada y personal para sobrevivir.

La Revolucion Rusa de 1917 gravita en la conciencia de todos como una pesadilla, porque fue en gran parte la consecuencia de "insoportables condiciones" de una devastadora guerra imperialista. Los sueños en ella contenidos fueron pulverizados por una guerra civil aun mas sangrienta, por el hambre et la traicion. Lo que emergio de la revolucion fue la ruina, no de una vieja sociedad, sino de las esperanzas de construir una nueva. La revolucion Rusa fallo lamentablemente al sustituir al zarismo por el capitalismo de Estado. Los bolcheviques fueron las tragicas victimas de su ideologia y en gran numero pagaron con sus vidas durante las purgas de los años treinta. Intentar adquirir una sabiduria total de ese ensayo revolucionario es ridiculo. Lo que podemos aprender de las revoluciones del pasado es lo que todas ellas tienen en comun y sus profundas limitaciones, si se comparan con las enormes posibilidades que ahora se abren ante nosotros.

El rasgo mas sorprendente de las pasadas revoluciones es que se iniciaron espontaneamente. Tanto, si se examinan los prolegomenos de la revolucion Francesa de 1789, como si se etudia la de 1848, la Comuna de paris, la revolucion rusa de 1905, la caida del zarismo en 1917, la revolucion hungara de 1956, o la huelga general francesa de 1968, las fases iniciales son generalmente identicas : un periodo de fermentacion que se transforma espontaneamente en una insurreccion popular. Que esta triunfe o no depende de su resolucion o de si el estado puede emplear con eficacia su fuerza armada, es decir, si las tropas pueden ser lanzadas contra el pueblo.

El "glorioso partido", alla donde existe, va casi invariablemente detras de los acontecimientos. En febrero de 1917 la organizacion bolchevique de Petrogrado se opuso a la declaracion de huelga, precisamente en el momento mismo en que la revolucion estaba destinada a expulsar al zar. Afortudamente, los trabajadores ignoraron la "direccion" bolchevique y proclamaron por doquier la huelga. En los acontecimientos que siguieron nadie se vio mas sorprendido por la revolucion que los partidos "revolucionarios", incluyendo los bolcheviques. Lo recuerda el lider bolchevique Kayurov con estas palabras : "No hubo en absoluto ninguna directriz del partido... el comite de Petrogrado habia sido detenido y el representante del Comite Central, camarada Shliapnikov, era incapaz de dar iniciativa alguna para el siguiente dia". Lo cual acaso fue un hecho afortunado : antes de la detencion del comite de Petrogrado, la evaluacion que este hacia de la situacion y de su rol en ella era tan deplorable, que de seguir los trabajadores sus orientaciones es dudoso que la revolucion se hubiera producido cuando lo hizo.

(...)

Las revoluciones y rebeliones de alguna importancia, no solamente revelan una fase esplendidamente anarquica sino que tienden tambien, espontaneamente, a crear sus proprias formas de autogobierno revolucionario. Las secciones parisinas de 1793-94 fueron las mas notables formas de autogobierno creadas por cualquier revolucion social en la historia. Una forma mas conocida : los consejos, o "soviets" establecidos por los trabajadores de petrogrado en 1905. Aunque menos democraticos que las secciones, los consejos estaban destinados a reaparecer años mas tarde en algunas revoluciones. Sin embargo, otra forma de autogobierno, o autogestion revolucionaria lo fueron los comites de fabrica establecidos por los anarquistas en la Revolucion española de 1936. Finalmente, las secciones reaparecieron en las asambleas de estudiates y en los comites de accion durante la revuelta y la huelga general de Paris, en mayo-junio de 1968 (Es sarcastico que la mayoria de los grupos marxistas-leninistas-trotskistas-maoistas se sieran a la tarea de maniobrar sin pudor alguno en las asambleas estudiantiles de la Sorbona, en un esfuerzo por controlarlas, e introdujeron en ellas elementos de discordia que acabaron por desmoralizar a todo el conjunto. Despues para completar el sarcasmo, todos esos grupos se pusieron a charlar acerca de la necesidad de una "direccion centralizada" cuando el movimiento colapso -un movimiento que se produjo muy a pesar de sus directrices y, en ocasiones, en oposicion a ellas).

LLegados a este punto debemos preguntar que rol desempeña el "partido revolucionario" en todos estos desarrollos. Para comenzar, hemos visto que tiende a tener una funcion inhibitoria, en modo alguno de "vanguardia". alla donde existe o ejerce influencia tiende a refrenar el flujo de los acontecimientos, no a "coordinar" las fuerzas revolucionarias. Esto no es casual. El partido esta estructurado de acuerdo con las lineas jerarquicas que refleja la sociedad misma a la que pretende oponerse. Pese a sus pretensiones teoricas es un organismo burgues, un Estado en miniatura, con un aparato y un cuadro cuya funcion es tomar el poder, no disolverlo. Afincado en el periodo pre-revolucionario asimila todas las formas tecnicas y mentalidad de la burocracia. Sus miembros estan educados en la obediencia, en los conceptos preformados de un dogma rigido, y enseñados a reverenciar el liderismo. este liderismo o funcion dirigente del partido, a su vez, se basa en costumbres nacidas del mando, la autoridad, la manipulacion y hegemonia. Esta situacion empeora cuando el partido participa en elecciones parlamentarias. Debido a las exigencias de las campañas electorales, el partido acaba de modelarse a si mismo totalmente de acuerdo con las formas existentes e incluso adquiere los atavios externos del partido electoral. La situacion se deteriora aun mucho mas cuando el partido adquiere grandes medios de propaganda, costosos cuarteles generales, numerosos periodicos controlados rigidamente por la cuspide, y un "Aparato" pagado ; en resumen, una burocratia con intereses creados.

LA JERARQUIA DEL MANDO

A medida que el partido crece la distancia entre la direccion y los hombres de base se acrecienta fatalmente. Los lideres no solamente se convierten en "personajes", sino que pierden contacto con la situacion viva en las filas bajas. Los grupos locales, que conocen su situacion de cada momento mucho mejor que cualquier lider remoto, se ven obligados a subordinar su vision directa a las directrices de arriba. Los dirigentes que carecen de todo conocimiento directo de los problemas locales responden rutinaria y cautamente. Si bien reclam una mayor amplitud de mras y justifica una mayor "competencia teorica" propria, la competencia del lider tiende a disminuir cuanto mas asciende en la jerarquia de mando. Cuando mas nos acercamos al nivel donde se toman las decisiones "reales", mejor observamos el caracter conservador del proceso que elabora las decisiones, cuanto mas burocraticos y ajenos son los factores que entran en juego, tanto mas las consideraciones de prestigio y el atrincheramiento suplantan la creacion, la imaginacion y la dedicacion desinteresada a los objetivos revolucionarios.

El resultado es que el partido se hace menos eficiente desde un punto de vista revolucionario, cuanto mas busca la eficiencia en la jerarquia, los cuadros y la centralizacion. Aunque todos vayan al paso, las ordenes suelen ser en general equivocadas, sobre todo cuando los acontecimientos empiezan a fluir rapidos y a tomar giros inesperados, lo cual acaece en todas las revoluciones. El partido solamente es eficiente en un sentido : en el de moldear a la sociedad de acuerdo con su propria imagen jerarquica si la revolucion tiene exito. Crea la burocracia, la centralizacion y el Estado. Alienta las condiciones sociales que justifican este tipo de sociedad. De aqui que en vez de desaparecer progresivamente, el Estado controlado por el "glorioso partido" preserva las condiciones esenciales que "necesita" la existencia de un Estado, y de un partido para "guardarlo".

(...)

Es un hecho y un claro desafió a la inteligencia de las gentes : diez o doce partidos de estirpe marxista-leninista o simplemente marxista, se disputan el titulo de partido de la clase obrera. En realidad no puede haber diez o doce partidos o partidillos de la clase obrera. Es como en religión : no puede haber diversos dioses verdaderos. Tal hecho lo descalifica globalmente y el simple observador del fenómeno concluye muy cuerdamente la falsedad de todos ellos. La pluralidad de partidos que es auto atribuyen el titulo de “partidos de la clase obrera”, no hace sino demostrar por la simple prueba del sentido común que no hay ningún partido de la clase obrera. Esta es para tales grupos la coartada ideológica, pero en realidad, todos los partidos carismáticos desconfían profundamente de la clase obrera. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de esos partidos fueron fundados por burgueses, o por individuos que vivían o pensaban como tales y por tanto despreciaban a la clase obrera. Lenin y Trotsky, entre otros, reían sarcásticos cuando los anarquistas o consejitas querían confiar la gestión económica y el autogobierno político a las organizaciones naturales de la clase obrera : los sindicatos y consejos. ¿ Como pueden ser revolucionarios y obreros los partidos que en nombre de la clase obrera estatifican la economía y marginan radicalmente a las masas obreras de su organización y control y le asignan el mero rol de fuerza del trabajo? Es asombroso considerar como los partidos “revolucionarios” de la clase obrera, lo primero que hacen al llegar al poder es separar a la clase obrera de la tarea auténticamente revolucionaria. La clase obrera ha de ser dirigida y por tanto la función del dirigente es el atributo primero de esos partidos. Por ello permite afirmar a la critica libertaria no solo el carácter burgués de esos grupos, sino la concepción radicalmente primitiva de su filosofía política, basada en el autoritarismo. No olvidemos que la autoridad es vieja como el mundo, mientras el socialismo es una realidad comunitaria basada en la responsabilidad compartida.

De lo dicho se colige el carácter excluyente de todo partido :la lucha por el poder hace que se excluyan unos a otros, puesto que siendo cada uno de ellos el “partido” por antonomasia, solo a cada uno de ellos corresponde el control de aquel. De ahí la dictadura y el totalitarismo sobre los grupos descartados del poder y sobre la clase trabajadora.

(...)

La superioridad ideológica del anarquismo y del sindicalismo revolucionario es que no aspira al poder, sino a la liquidación del poder tal como lo conciben los demás partidos. Por tanto, no entra en la lucha hegemónica excluyente. El sindicalismo revolucionario, por ejemplo, ofrece a todos la posibilidad de una participación abierta, es en si mismo esta participación abierta a todos. El sindicalismo revolucionario no pide a los demás que abdiquen ante su poder, sino que contemplen la posibilidad de una reestructuración social de la base comunitaria, al margen del poder tradicional. Este poder es el gran factor excluyente, el que mediatiza y alienta a las masas. Este poder del punto omega, este poder antidemocrático, antirrevolucionario y antisocialista del vértice, debe ser sustituido por el poder de participación generalizada en la base social. Debe partir de esta ; el poder de decisión y participación debe estar diluido, generalizado, debe ejercerse en todos y cada uno de los sectores de la actividad económica y política. Este poder decisorio de base diluido en la fabrica, en la industria y en la federación de comunas, arranca de la periferia social, donde nacen todos los fenómenos esenciales de la vida comunitaria y se articula hacia arriba en nexos que muy bien pueden ser federativos. Pero el poder reside en la base, que puede revocarlo en cualquier momento. Frente al primitivismo de la filosofía política de los “partidos de la clase obrera”, afincados todavía en el ancestral principio de autoridad, la responsabilidad compartida en la base. Esta es la filosofía política, clara y directa, que corresponde al fenómeno comunitario del socialismo, el cual se basa en la solidaridad y la mutua correspondencia. El socialismo de dirigentes y dirigidos no es socialismo, sino autoritarismo y empieza por la discriminación política y termina en el nacimiento de nuevas clases privilegiadas, como muestra la experiencia. (...)


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decepcionado
Por jijiji - Friday, Jan. 21, 2005 at 10:58 AM

Che, esta gente si que le falta coherencia, empiezan haciendo todo un palabrerio sobre un PT y al final se arrepienten y tiran la consigna de volver atras, y ahora que hacemos??? Volvemos atra? Hasta donde?????

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Interesante discusión
Por F. - Friday, Jan. 21, 2005 at 11:17 PM

A ver qué sale de esto

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por supuesto...
Por F. - Saturday, Jan. 22, 2005 at 12:45 AM

si obviamos a los oligofrénicos "pseudoanarcosos" que su única meta en la vida es copiar y pegar una pelotudez sin demasiado sentido y de bajísimo nivel teórico

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