Julio López
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La clase trabajadora necesita su propio partido
Por PTS - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 1:21 PM

La dirección nacional del PTS, reunida los días 15 y 16 de enero, tomó como Resolución Política iniciar una campaña de agitación y propaganda por la formación de un gran Partido de Trabajadores en la Argentina. Para analizar la propuesta, La Verdad Obrera realizó una mesa redonda con tres miembros del Comité Central de nuestro partido: José Montes, Delegado del Astillero Río Santiago; Raúl Godoy, obrero de Zanon y Secretario General del Sindicato Ceramista de Neuquen; y Leonardo Norniella, miembro de la Comisión Interna de Pepsico Snacks.

Campaña nacional del PTS
"La clase trabajadora necesita su propio partido"
Fecha: 20/1/2005
Autor:
Fuente: LVO 155


La dirección nacional del PTS, reunida los días 15 y 16 de enero, tomó como Resolución Política iniciar una campaña de agitación y propaganda por la formación de un gran Partido de Trabajadores en la Argentina.

Para analizar la propuesta, La Verdad Obrera realizó una mesa redonda con tres miembros del Comité Central de nuestro partido: José Montes, Delegado del Astillero Río Santiago; Raúl Godoy, obrero de Zanon y Secretario General del Sindicato Ceramista de Neuquen; y Leonardo Norniella, miembro de la Comisión Interna de Pepsico Snacks.

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¿En qué consiste la campaña por un Partido de Trabajadores?

José Montes: Creemos que está planteado impulsar la formación de un gran Partido de Trabajadores basado en las propias organizaciones de lucha de la clase obrera, los Sindicatos, las Comisiones Internas, los Cuerpos de Delegados de las grandes empresas, y por supuesto las organizaciones representativas de los desocupados. Hablamos de un verdadero partido que le arranque la influencia de masas al peronismo, que pueda decidir el curso de los acontecimientos en la vida política nacional. Un partido que pueda expresar en el terreno político la fuerza social de los 10 millones de trabajadores asalariados y los más de 3 millones de desocupados.



Una pequeña muestra de esa fuerza social se vio en los últimos meses del 2004, con las huelgas en los servicios públicos, en subte y telefónicos. Estas huelgas muestran, embrionariamente, que cuando la clase trabajadora se pone en movimiento tiende a cuestionar el poder capitalista, en este caso sobre el control y la capacidad de mando de los empresarios en los servicios esenciales para millones como las comunicaciones y el transporte. Pero el límite de estas acciones, es que luego de la huelga esa fuerza se diluye.



Creemos que están dadas las condiciones para empezar a sembrar la idea entre millones de trabajadores, mediante una campaña de agitación y explicación paciente, de la necesidad de un Partido de Trabajadores. Las luchas económicas no alcanzan, los trabajadores tenemos que prepararnos para nuevas crisis como la del 2001, con el peronismo en el poder. No puede pasar como en el 2001 que descargaron la crisis sobre nosotros.



El enorme poder social que tenemos los millones de asalariados y desocupados debemos expresarlo en la lucha por el poder político. Pero de manera independiente porque en el Encuentro de Rosario, impulsado por la centroizquierda y dirigentes de la CTA, también se dice que los trabajadores se “expresen en el terreno político”, pero como furgón de cola de una variante de los partidos patronales, porque lo hacen junto al banquero Carlos Heller. Los banqueros ya tienen sus partidos que expresan sus intereses en el terreno político. Los trabajadores necesitamos el nuestro, un partido propio, independiente de cualquier variante patronal. Una herramienta para que las masas trabajadoras tomen el poder del Estado. Esta es la cuestión estratégica que queremos plantear en esta campaña.

¿Cómo se compatibiliza este planteo con la realidad de las actuales organizaciones sindicales burocratizadas y la adhesión mayoritaria de los trabajadores al gobierno de Kirchner?

Leo Norniella: Obviamente, no se nos escapa que la burocracia sindical y las ilusiones en este gobierno son obstáculos para la formación de este partido. Pero partimos, como decía Montes, de un comienzo de huelgas de sindicatos de masas. Más allá del resultado económico de estas huelgas, se retoma una experiencia de los trabajadores con el peronismo en el poder, que había quedado trunca con el golpe genocida del 76.



Y acá tenemos una discusión en la izquierda: no sirve de nada la autoproclamación, ni decretar la muerte del peronismo, como hacen los compañeros del PO. El PJ está en una gran crisis, pero por eso mismo es más peligroso. Recientemente, en la zona norte del Gran Buenos Aires tuvimos un ejemplo con la lucha de los obreros de Parmalat. Cerca de 300 matones traídos por la burocracia de ATILRA, el gremio de los lecheros, entró con revólveres, palos y cadenas a las plantas ocupadas por los huelguistas y apaleó a los delegados y trabajadores. Es decir que el peronismo no es “un cadáver insepulto” como dice PO. Esta es la experiencia que están haciendo los trabajadores de Parmalat. Nosotros tenemos una política para ayudar a los trabajadores a romper con el peronismo, que va desde la recuperación de las Comisiones Internas y Sindicatos, hasta la creación de un Partido de Trabajadores. Pero esa ruptura de clase se va a dar muchas veces a partir del enfrentamiento directo con el aparato del PJ. No nos olvidemos que la Triple A surgió del interior del peronismo. Por esto, un Partido de Trabajadores debe tener en su programa la formación de Comités de Fábricas y de Autodefensa de las ocupaciones de empresa, como en Zanon.

Raúl Godoy: Para seguir con la burocracia sindical: justamente promover la creación de este Partido de Trabajadores es un ataque a fondo a la burocracia. Porque la burocracia sindical es alimentada no sólo por las patronales sino también desde el poder político, desde el PJ y el Estado. La campaña por un Gran Partido de Trabajadores es para que las organizaciones de lucha se independicen del poder político de la patronal, es contra la burocracia. Como decía Leo, tenemos un programa de conjunto por la democracia obrera al interior de las organizaciones de masas, para construir Sindicatos militantes que pongan a su cabeza a nuevos dirigentes elegidos por la base, que se manejen con mandatos de asambleas como en el Sindicatos Ceramista, que sean revocables y ganen lo mismo que cualquier trabajador de su gremio.



Por ejemplo, ahora se ha comenzado a formar una Mesa de Enlace entre distintas organizaciones antiburocráticas donde estamos los ceramistas de Zanón junto al Cuerpo de Delegados del Subte Metrovías y otras internas y agrupaciones sindicales combativas. Nosotros lo estamos impulsando y habrá un encuentro en febrero para avanzar en la coordinación de las luchas y la pelea antiburocrática. Yo creo personalmente que, además de todo lo otro, habría que comenzar a discutir allí la propuesta de la formación de una herramienta política de la clase obrera. Hay que empezar por esas organizaciones sin burócratas que hemos conquistado. Y desde ahí dirigir una campaña más amplia para difundir la idea a la base de los grandes sindicatos. Hay dos planos: en las organizaciones antiburocráticas ya podemos poner esto como moción para el debate de las asambleas y sacar pronunciamientos; mientras que en los sindicatos donde dirige la burocracia, que son mayoría, la campaña es más de propaganda, de difusión de la idea.



Todo apuntando a que las organizaciones sindicales rompan su dependencia con el peronismo y formen un partido; distinto al PT de Brasil, donde el aparato político parlamentario se independizó de los trabajadores organizados en la CUT, lo que facilitó la alianza con empresarios como el vicepresidente Alencar que es de la patronal textil. Un Partido de independencia de clase, no para administrar el capitalismo y los planes del FMI como el de Lula.

JM: Yo quería retomar lo de la adhesión de los trabajadores al peronismo. Mejor dicho del apoyo a Kirchner, más que al peronismo. Porque es cierto que hoy hay un apoyo mayoritario a Kirchner, aunque no dan la vida por él, pero no es lo mismo con el PJ. Por ejemplo a Chiche Duhalde las encuestas le dan apenas un 16%, más allá del manejo clientelar que haga el aparato del duhaldismo. Ahora mismo vemos una crisis política en el corazón del PJ, en la provincia de Buenos Aires, por el manejo de esos fondos para hacer clientelismo, entre Solá y el duhaldismo. El peronismo se reconstituyó alrededor de la imagen de Kirchner que se mostraba distinto a “la vieja política”, pero su propuesta de “transversalidad” se fue al tacho: en la crisis de Ibarra en la Capital a partir de la masacre de Cromañon, se tiene que apoyar en Duhalde. Kirchner necesita a Duhalde, pero apoya a Solá que salió del riñón de Duhalde y fue vice de Ruckauf, ministro de Menem y es un hombre ligado a la gran burguesía agraria, así que no es ningún progresista.



La adhesión de masas a Kirchner se basa en la reactivación de la economía y en las ilusiones en que presionando se puede conseguir aumentar los salarios, como ya se vio en las primeras huelgas que no son abiertamente contra el gobierno. Pero esta situación, ¿hasta cuándo va a durar? Puede ser que el canje de los bonos les salga bien, pero aún así están pateando todo para adelante, sentando las bases para una crisis mayor hipotecando no solo el 90% del PBI, sino además el futuro de cuatro generaciones. Es decir que vamos a una nueva crisis capitalista. Y esto lo demuestra en parte que la propia burguesía nacional que tiene la plata en el exterior no la trae a invertir en el país, lo que quiere decir mucho porque ellos mismos no terminan de confiar en su propio sistema. Esta es nuestra perspectiva.

¿Cómo nos preparamos?

RG: Tenemos que sacar lecciones de la crisis del 2001. Si la lucha se queda en el terreno sólo antipatronal o sindical no tiene perspectivas, porque en los momentos de crisis no se puede conseguir aumentos salariales o mejoras parciales. Durante la profunda recesión que comenzó al final del menemismo y se agravó bajo De la Rúa, un sector de los trabajadores como en Zanon o Brukman tuvimos que tomar las fábricas y ponerlas a producir, porque no había otra salida que cuestionar directamente la propiedad privada. Desde el Estado se hizo un salvataje a las grandes patronales, licuándoles la deuda y entonces no cayeron las grandes empresas, pero ese salvataje lo pagamos los trabajadores y el pueblo con la brutal caída de nuestros salarios, con la mitad de la población bajo la línea de pobreza. ¿Qué hicieron los sindicatos dirigidos por la burocracia? Apoyaron directamente al PJ y tuvieron como programa la devaluación.



Ahí tenemos las consecuencias también en esa juventud pobre que fue la que mayoritariamente pagó con su vida en el boliche de Once, esa juventud sin trabajo o con trabajo precario y los peores pagos, sin organización sindical y sin derechos ni siquiera a divertirse porque le puede costar la vida.



Nosotros en Zanon siempre dijimos que de nada valía salvarnos solos, de nada valía que tuviéramos el manejo de una fábrica que pagara bien los sueldos si éramos una isla rodeada de un mar de desocupados, de pobres, de pibes hambrientos. Este tiene que ser el pensamiento de los trabajadores conscientes, los trabajadores tienen que dar una salida a la población pobre, y un Partido de Trabajadores serviría para sellar una alianza con el pueblo pobre, y eso no se hace desde una mentalidad sindicalista, corporativa, sino que nuestros intereses son los intereses del conjunto de los explotados.

El PTS viene llamando a la izquierda obrera y socialista a unirse. ¿Cómo se plantea esta unidad de la izquierda y el llamado a formar un Partido de Trabajadores?

LN: El desafío que tiene la izquierda es unirse por un objetivo grande, de masas, que le dispute la dirección política de los trabajadores al peronismo. Y esto no es porque todos los trabajadores sean peronistas. Hay una parte importante que es una clase obrera joven que no es de tradición peronista. Pero ven bien a Kirchner, porque tiene otro discurso, y Kirchner salió del peronismo y gobierna con el apoyo del PJ y la burocracia sindical peronista. El peronismo es el partido que la gran patronal tiene en pie para meter la idea de conciliación de clases. Si desde la izquierda no combatimos esto, si no tenemos una política para romper ese dique de contención, la izquierda está destinada a mantenerse en los márgenes que nos deje el régimen, a conformarnos por pelear por algún diputado o un puesto sindical más. Creemos que los compañeros de PO ya están en esta situación de impotencia. ¿Qué les proponen a las nuevas internas y cuerpos de delegados que surgen contra la burocracia sindical? Nada, no tienen ninguna política para superar el principal escollo que tienen los trabajadores hacia su independencia política.

JM: Por otra parte está Izquierda Unida, la alianza entre el Partido Comunista y el MST. El PC tiene una clara estrategia de conciliación de clases, contraria a la independencia de los trabajadores; en el 83 votaron a Herminio Iglesias y desde el menemismo para acá trabajan para la centroizquierda. Respaldaron a Chacho Álvarez cuando promovieron el Frente Grande, impulsaron la unidad con el PS en la provincia de Buenos Aires para sacar votos de la crisis del radicalismo. Hoy, promueven otro Chacho Álvarez: el diputado Jorge Rivas del PS, un arribista como tantos que han usado a la izquierda como trampolín para proyectos “más ambiciosos”. El modelo del PC es el del Frente Amplio uruguayo y por eso impulsan ese engendro que es el Encuentro de Rosario con Margarita Stolbitzer de la UCR y el banquero Carlos Heller, que aplicó la estafa del corralito. Bueno, después del apoyo del PC a la dictadura de Videla, todo es posible.



Lo que no se puede entender es que el MST, que se reivindica “socialista de los trabajadores” siga “como la sombra al cuerpo” al PC en esta política. Ahí tenemos en chiquito lo que no se debe hacer: la compañera Vilma Ripoll, a la que se le venció su banca de diputada y ha vuelto a trabajar al hospital de enfermera, va a ir detrás de un arribista como Jorge Rivas del PS. ¿Qué organización obrera dirige Rivas? ¿En qué sindicato participó, que lucha de los trabajadores dirigió? Al menos el viejo Alfredo Bravo había sido fundador de la CTERA. Pero no, desde el punto de vista de los intereses obreros, Rivas es un don nadie. ¿Y por qué la compañera Vilma Ripoll, que volvió a trabajar de enfermera, que es “socialista de los trabajadores”, va detrás de un arribista? Ese es un ejemplo del drama de los trabajadores, no ir a la cabeza sino detrás de los doctores, de los políticos del régimen, en este caso de los que vienen de la tradición “gorila” del PSD.



Al revés, el Partido de Trabajadores que proponemos designaría sus candidatos a las elecciones por votaciones de asambleas y congresos obreros. La compañera Vilma Ripoll, como delegada enfermera de su hospital o su gremio y de la tendencia del MST, podría decir en ese congreso: “me propongo a encabezar la lista de diputados para llevar adelante este programa”. Y la votarían o no, pero no dependería de qué aparato pone la plata para la campaña electoral sino de su influencia política dentro de esas asambleas y congresos. Lo mismo podríamos hacer las demás tendencias de izquierda, y los delegados o luchadores independientes, sin partido, apelando a la democracia obrera, desde el interior de las organizaciones de lucha de los trabajadores. Así entendemos que debería ser un Partido de Trabajadores que debería tener como punto central en su estatuto la libertad de tendencias obreras.

¿Qué programa debería levantar ese partido?

RG: Debería discutir en asambleas y congresos de trabajadores un programa obrero de salida a la crisis del país. Para nosotros este programa debe dar respuesta a los problemas fundamentales, como la deuda externa. Como dijo Montes, puede ser que les salga bien el canje, pero esto será a costa de aumentar la deuda a más de 130 mil millones de dólares. Por esto es necesario plantear el No Pago de la Deuda Externa y la ruptura con el FMI.



Kirchner hace como que enfrenta a los monopolios imperialistas que embolsan millonarias ganancias con las privatizadas, pero somos los trabajadores y el pueblo los que sufrimos en carne propia, por la falta de inversiones, el aumento de las tarifas. Un Partido de Trabajadores debe luchar por acabar con esta gran estafa nacional con la Renacionalización de las Empresas Privatizadas y ponerlas a funcionar bajo la administración directa de sus trabajadores y el control de comités de usuarios.



Y no podemos permitir que más del 50% del pueblo viva debajo del los niveles de pobreza y en la indigencia, o que los desocupados vivan con $150.- necesitamos un Salario Mínimo de $ 1.580.- equivalente a la canasta familiar y un Subsidio Universal al desocupado de $ 800.- Aunque para acabar en serio con la desocupación hay una salida sencilla: la Reducción de la Jornada Laboral a 6 Horas sin afectar el salario, como plantean los compañeros del subte, para que millones de desocupados puedan trabajar ya.



Pero el verdadero norte de este Partido de Trabajadores debe ser la pelea por el poder político, promover la autoorganización obrera, organismos como coordinadoras de ocupados y desocupados que atraigan al pueblo pobre en la lucha por derrotar a los capitalistas y su Estado, y reemplazarlo por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.



El planteo de un gran Partido de Trabajadores y estos puntos programáticos que impulsamos desde el PTS lo hacemos sin ningún sectarismo, para que sea tomado en sus manos por la vanguardia obrera y popular, y sólo reclamamos el derecho a estar en la primera fila de esta pelea política.

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otro mas
Por monje rojo - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 1:35 PM

otra vez lo mismo,
Siempre las mismas formulitas,
siempre la misma receta
simpre el mismo resultado
NADA...
cuantos grandes partidos de los trabajadores,
con grandes palabras revolucionarias y
NADA, ABSOLUTAMENTE NADA

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Necesidades
Por Trabajador necasitado - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 1:41 PM

Efectivamente,la clase obrera necesita SU propio partido. Lo que NO necesita es el partido del gordo Emilio, ni el partido de Altamira, ni el de Bobi, ni el de Manes, ni el de Zamora,ni un largo, largo etcétera. Cuando la clase obrera, o un sector de ella,se decida a luchar por el socialismo, creará rápida y fácilmente una organización, que poco y nada tendrá que ver con los "partiditos de...".El sueño del partidito propio ha llegado a límites incomprensibles. Puajjjj

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zanon no es nada?
Por andres - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 2:30 PM

que pasa muchachos para ustedes lo de zanon no es nada?
dejen de tirar mierda sin fundamentos que esta propuesta es clara y no autoproclamatoria.

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che, "trabajador necesitado"""
Por de ideas..... - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 2:50 PM

minetras espero que la clase obrera se decida a luchar y cree su propia organizacion socialista ....... me quedo en casa...................? o me voy con los reformistas ? ....total , los primeros pasos que e stan dando los obreros en la argentina no son nada........que les digo? esperen ...ya se va a decidir toda la clase obrera y ahi largamos!!!!!

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xxxxx
Por xxxxxxxxxxxxxxx - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 2:51 PM

Siempre las mismas formulitas,
siempre la misma receta
simpre el mismo resultado
NADA...

NADA...

NADA...

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Ademas
Por riquelme - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 2:55 PM

El llamado no es a crear un "partidito propio" como dice un comentario arriba, si no como bien dice el articulo, que dudo lo hallan leido, a crear un partido de los trabajadores. El problema recae, que algunos, llevados por el autonomismo, o la falta de entendimiento de las ciencias marxistas, piensan que los trabajadores pueden por sus propias cuentas crear un partido, y de ultima la revolucion misma. BUeno entonces muchachos, a la cama a dormir porque no tienen nada que hacer. soplen para el lado que va el viento. Ese llamado "naturalismo" o "evolucionismo" es ajeno al marxismo. el llamado a pelear por un PT, no es sectario, ya que, como dice el articulo, un gran PT solo puede consolidarse con la total democracia interna, y la libertad de tendencias. Y lo que el PTS reclama, es solo un lugar donde pelear por esta. por un gran

Partido de los Trabajadores!

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otra cosa
Por riquelme - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 3:03 PM

ALguien opina que es la misma formula, la misma receta y que como siempre no da resultados.
Bueno, entonces, yo me pregunto. A que se refiere?
a que formula? a la formula de la creacion de una PT? entonces, antes de tener que demostrarte lo errado que estas, opino que sos un renegado de la autorganizacion de los trabajadores, y su consolidacion como clase, y que no me podes dar 3 ejemplos de cuando se a implementado esta "formula".

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.
Por ALe - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 3:08 PM

Me parece que en esta situacion la clase trabajadora esta todavia atrapada en las redes de la conciliacion de clases, y el solo hecho que se forme un Partido de Trabajadores NO VA A HACER que salgan de ella. ¿porque? justamente porque es algo ajeno a la clase, si bien participan elementos de ella, son minoria y no son para nada representativos de las mayorias. Por eso me parece que en vez de formar más y más herramientas de vanguardia, hay que ir desde abajo y formar una coordinadora, federacion, frente, lo que sea, entre todos esos pequeños espacios combativos que fueron logrando los trabajadores con gran esfuerzo, para lograr un programa minimo en comun, y organizar a la clase trabajadora ENTERA (y no a las vanguardias) alrededor de este programa.
A partir de ahi, la lucha de clases y la insercion que tengan en ella los grupos revolucionarios, determinara si se estanca para siempre o si evoluciona (ahi si) en un Partido de los Trabajadores, de masas, autoorganizado y democratico, que sea realmente una herramienta revolucionaria en manos de los trabajadores.
De cualquier manera, cualquier iniciativa que tienda a la unidad me parece positiva, asi que les deseo exito (aunque obviamente con reservas) en esta tarea de unificacion de vanguardias. Salud.

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ajeno a la clase?
Por riq. - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 3:27 PM

Salud ale, vale mas discutir con altura y respeto que con chicanas.

NO entiendo por que, la creacion de un PT, que pueda reagrupar a la vanguardia obrera es ajeno a su misma clase. Por que es la vanguardia obrera, ajena a la clase obrera? POr que esta levanta un programa de independencia de clase? Es decir, la vanguardia obrera es ajena al resto de la clase porque es mas conciente y avanzada? O es esta la definicion de vanguardia, y por eso es que un reagrupamiento politico de la vanguardia obrera seria un empujon y un norte al conjunto de la clase para salir de la influencia del peronismo y su conciliacion de clase.
Ahora, si ya desde el primer llamado a su creacion, vos opinas que el PT no es en su mayoria obrera, y por eso va a estar destinada a su distanciamiento como clase, opino que no se puede saber de ante mano.
Y opino como vos, que no solo puede ser un reagrupamiento obrero si es que este no lucha desde abajo, agitando y propagandisando las consignas de la independencia de clase, y a la creacion de un un instrumento politico.
Creo yo que la conciencia de clase no es lineal, ni evolutiva, si no que es dialectica, y crece gradualmente y a saltos.
Si la vanguardia obrera se reagrupara en un unico instrumento politico, y desde su lugar llamara al conjunto de la clase obrera a romper con el peronismo y luchar por su independencia de clase, le estaria dando un norte por el que pelear y un programa que adoptar. con todo el respeto que la vanguardia ejerce sobre el resto de la clase.
Seria sin duda un salto tremendo hacia la recomposicion de la clase obrera.

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Gambetas
Por T.N. - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 3:37 PM

Riquelme está tan acostumbrado a gambetear que al final se pisa solo,(en términos retóricos se contradice):
Critica que "piensan que los trabajadores pueden por sus propias cuentas crear un partido" y luego aboga por "la autorganizacion de los trabajadores, y su consolidacion como clase" ¿QUË CARAJO ENTENDÉS POR AUTOORGANIZACIÓN? si no que los trabajadores por su propia cuenta creen organizaciones de todo tipo, entre ellas partidos?
El llamado a PT es extemporáneo, ya que no se observan avances en dirección a la independencia de clase. Trabajo en una "estructura" como solían decir, de 2550 personas en un 90% productivas, y todos los "ejemplos" que dan ustedes a nivel nacional no llegan a la mitad. Considerando que hay alrededor de 4 ó 5 millones de trabajadores que producen bienes y sevicios, no llegan al 0,5 % los que quieren un PT.Las propuestas se hacen en base a análisis, resultados y perspectivas, no por caprichos o sólo en base a necesidades.Los partidos de origen trotskista deberían analizar porqué hace como 30 años que no pegan una caracterización, y la cantidad de militantes se mantiene más o menos igual, antes con 2 ó 3 partidos con un par de miles, y ahora con 20 siglas de un par de cientos.

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No es contradiccion
Por riq. - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 4:04 PM

No es contradiccion.
La autoorganizacion obrera, la creacion de organismos de organizacion, no son lo mismo a la creacion de instrumentos politicos. El partido bolchevique, fue el partido politico que lideró al soviet (organismo de autoorganizacion obrera) al poder en rusia.

Mientras se impulsa la autorganizacion obrera, se pelea por construir su instrumento politico.

Ahora, si es tan asi, y yo me contradigo, dime en que momento de la historia, la clase obrera pudo sola crear un partido politico?

Es mas, la clase obrera y las masas pudieron llevar a direcciones reformistas a tomar el poder, pero no pudieron crear su propio partido, para que estas organizacion no estrangularan su revolucion, como es el claro ejemplo de cubano.

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siempre lo mismo
Por pacha - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 5:05 PM

siempre la misma cantinela.
parece que fuera de estos lugares "comunes", como Zanon, pepsico, los laburantes no nos organizamos, parece que necesitamos hacer un gran PT, porque los laburantes y las bases de demas movimientos no existimos sino es por medio de un partido de laburantes, y es una lastima, para los ilusos, como yo, que intentamos dia a dia tratar de empujar la carreta un par de metros, pero bueno, vienen los mesias y te das cuanta que lo que haces no sirve para un carajo, bien igual, el dia que la mitad de los militantes de PTS laburen y se organicen tendremos mas claras las cosas
ya lo decia alguno, sin laburantes, se te hace dificil.
vayanse a cagar, autoproclamación no? esto es un chiste.

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un norte
Por pachamama - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 5:11 PM

vos hace con tu carreta lo que quieras, aca la propuesta es clara, la clase trabajadora necesita un partido propio para disputarle la influencia al peronismo.
todos podemos pelear por separado pero no nos lleva a nada.
a lo que apostamos es a pelear entre todos y tener un instrumento politicos de nuestra clase que defienda nuestros interes como clase.

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Sigamos con el debate
Por Leonardo Mir - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 5:55 PM

En http://argentina.indymedia.org/news/2005/01/258139_comment.php?theme=1 publicaron Por un partido de trabajadores, por Pts Friday January 21, 2005 at 11:20 PM, el mismo artículo que figura aquí como La clase trabajadora necesita su propio partido. En aquel otro hilo escribí:

 

Sobre el partido de trabajadores
por Leonardo Mir Sunday January 23, 2005 at 02:39 PM
 

La propuesta de un partido de los trabajadores debería estar siempre presente en la mira de los socialistas, es decir, de los trabajadores con conciencia de clase.

Los intentos fallidos del pasado o los falsos intentos llevados a cabo por sectarios u oportunistas no deben ser puestos como obstáculos insalvables.

Un partido de trabajadores no es tampoco, tan solo para presentarse a elecciones. Pero, ante esa instancia, deberán encontrarse los mecanismos que impidan la ruptura del partido.

Al mismo tiempo que se confluye en una unidad partidaria, se debe entender y aceptar la existencia de tendencias permanentes en su seno. Porque el partido de los trabajadores permitiría potenciar nuestra fuerza pero a la vez permitir la expresión organizada del disenso. El hecho de que de una tendencia del partido de trabajadores se desprendan nuevas tendencias no es contradictorio con la existencia de una organización común, sino que es una expresión natural de la multiplicidad de ideas y de la vitalidad del pensamiento revolucionario.

Invito al conjunto de los activistas y a los miembros de las distintas organizaciones a expresar sus puntos de vista sobre esta importante cuestión.

Y en http://argentina.indymedia.org/news/2005/01/257073_comment.php#258447 debajo del artículo ¿Qué es el centralismo democrático?, por Laura Lif - PTS Tuesday January 18, 2005 at 04:38 PM, escribí:

 

Polemizando con "Qué es el centralismo democrático"
por Leonardo Mir Sunday January 23, 2005 at 02:18 PM
 

Algunas cuestiones sobre “¿Qué es el centralismo democrático?”

 

Transcribo algunos fragmentos del artículo y a continuación mi opinión o pregunta para intentar profundizar.

 

 

1) “A partir de 1923, comenzó el proceso de degeneración burocrática del estado soviético y del PC, conquistando su dirección el stalinismo, como representación política de la burocracia que liquidó a la dirección revolucionaria”

 

 

Considero que esa precisión que fija el artículo (“A partir de 1923”) es incorrecta.  En “El socialismo irreal” [http://www.fundanin.org/venturini.htm], Juan Carlos Venturini sostiene: “La hipótesis de trabajo que trataremos de demostrar es que la derrota de la revolución rusa empezó a perfilarse tempranamente ya a comienzos de la década del 20”. En este documento Venturini afirma:

“Cuando los bolcheviques dan el viraje obligado de la NEP en 1921 no realizan un verdadero cambio de concepción. Conciben a la NEP como una "retirada", similar a la que se realiza después de una derrota. Son conocidos los planteos de Lenín en el sentido de que el restablecimiento del intercambio mercantil generaría a cada minuto "capitalismo" en todos los poros de la sociedad. La respuesta frente a este "peligro" de restauración capitalista fue la de acentuar el curso autoritario del partido bolchevique con las resoluciones del Xº Congreso (prohibición de tendencias y fracciones), consolidando la idea del partido único y del partido monolítico. Lenín, Trotsky y el conjunto de la dirección bolchevique, no vieron (¿no pudieron ver?) que el peligro mayor para la revolución no era la hipotética o posible restauración capitalista, sino el proceso real y concreto de burocratización en curso, de la que ellos mismos formaban parte.”

Y también:

Se puede llegar a considerar al mes de marzo de 1921 como un verdadero punto de viraje en el bolchevismo, donde confluyen métodos y concepciones autoritarias en gestación y aplicación en los años previos, pero donde se produce un verdadero salto de calidad. En ese mismo momento se deciden la represión al soviet de Kronstad, las resoluciones autoritarias del Xº Congreso, y la descabellada "acción de marzo" en Alemania.

La "acción de marzo" fue una insurrección abortada del proletariado alemán, llevada adelante por el Partido Comunista Alemán en forma solitaria, cuando aún era minoría ya que la mayoría de la clase trabajadora seguía adherida a la socialdemocracia.
La "acción de marzo" fue consecuencia directa del ultra centralismo impuesto a partir de las "21 condiciones" (
1920) en la estructura de la IIIª Internacional. De acuerdo a ellas el Comité Ejecutivo residente en Moscú, ejerce un poder omnímodo a través de sus "enviados plenipotenciarios" sobre los partidos comunistas nacionales

 

Más adelante:

No debería ser considerado casual ni secundario que ya en julio de 1922 se establezca una escala salarial, de acuerdo a la jerarquía que se ocupa en el partido-estado, que lleva la retribución de un alto jefe a una cifra 10 veces superior al de la última categoría. (Ver: Podchekoldin,1991) ("Los orígenes de la burocratización en la URSS", 1991, reproducido en la revista argentina "En defensa del marxismo", Nº 1, Buenos Aires, 1991.) . Se trata de la primer manifestación clara de una estratificación social incipiente, del proceso de gestación de una nueva clase.

No se trata de establecer el día y la hora del comienzo de la burocratización, sino de entender que se trató de un proceso que tuvo varias causales.

Si profundizáramos más aún en aquellos años encontraríamos gérmenes de burocratización inclusive mucho tiempo antes. Pero es central no pretender establecer un límite infranqueable que ponga de un lado a Lenin-Trotsky-bolcheviques de un lado impoluto e inmaculado y del otro a Stalin-burócratas, como los únicos gestores del proceso . Digo esto, en el sentido de tratar de entender el proceso y extraer enseñanzas de él. No tengo dudas de que el estalinismo constituye una de las antípodas del marxismo (y por lo tanto de los mejores bolcheviques –Lenin y Trotsky) pero la pretensión de fijar el comienzo de la burocratización recién en 1923 lleva a una errónea idea acerca de los motivos de la burocratización, minimizando hasta hacerla desaparecer la responsabilidad de los propios bolcheviques. Se reemplaza así la multicausalidad por sólo algunos de los factores. Creo que se debe afinar el análisis de modo de poder lograr una corrección más plena.

 

 

2) “el carácter de un partido revolucionario de la clase trabajadora está dado no sólo por su estrategia y su práctica, sino también por su composición de clase. Esto implica la promoción de dirigentes obreros en las principales tareas de responsabilidad”

 

 

Me parece que esa es una expresión un tanto mecanicista. El propio partido bolchevique no fue un partido dirigido por obreros sino por intelectuales que ni siquiera eran asalariados. Me parece mucho más ajustado lo que dice Trotsky, que está trascripto por ustedes a continuación del párrafo anterior: “La organización revolucionaria sólo puede crecer y fortalecerse si constantemente se depura y ensancha su base proletaria. Una política clasista correcta es la premisa principal para que exista una sana democracia de partido…” Pero hay algunas diferencias sutiles entre lo dicho por Trotsky y lo dicho por ustedes.

 

 

3) “¿Qué han demostrado las demás organizaciones de izquierda que se reivindican marxistas en este terreno? Su opción fue la de centrar su actividad en organizar colaterales en el movimiento piquetero confundiendo (pervirtiendo) la relación de sus propios partidos con las organizaciones de desocupados. Así, mientras se negaban a levantar un movimiento nacional único con libertad de tendencias políticas y democracia obrera a su interior, llevaron a sus militantes a una práctica movimientista…”

 

 

Pregunta: ¿No es aplicable esta crítica al piqueterismo movimientista a todo el espectro marxista y trotskista? ¿No sería posible levantar una organización común obrera en la que las organizaciones actuales actuaran como tendencias o fracciones?

 

 

4) “Derecho a tendencias y fracciones

Este quizá sea uno de los aspectos más controvertidos y desnaturalizados del “centralismo democrático”, ya no sólo por parte del stalinismo, sino también por organizaciones que se reclaman trotskistas. Para algunas de ellas, como el MST, dividido en dos fracciones internas, el “centralismo democrático” consiste en esconder sus diferencias, suspender todo debate de su militancia postergando su Congreso por dos años. Del PO no puede decirse más que no se le han conocido discusiones públicas por décadas, sólo las detracciones o insultos a los dirigentes o agrupamientos que se han separado de su organización. En el otro extremo se encuentran los que tienen la concepción de fracciones de existencia permanente, como es la corriente internacional fundada por Ernest Mandel, funcional a un partido laxo y adaptado al régimen democrático burgués.
Ante esto sostenemos: “La doctrina actual que proclama la incompatibilidad del bolchevismo con la existencia de fracciones está en desacuerdo con los hechos. Es un mito de la decadencia. La historia del bolchevismo es en realidad la de la lucha de las fracciones”

 

Aquí hay una cuestión controversial: se critica a el extremo que tiene la concepción de fracciones permanentes y se sostiene a continuación que “La doctrina actual que proclama la incompatibilidad del bolchevismo con la existencia de fracciones está en desacuerdo con los hechos.”

¿Cómo es esto? Los hechos entonces establecerían la validez de la existencia de fracciones permanentes pero a la vez quienes lleven adelante esa concepción, ¿se adaptarán inexorablemente al régimen burgués promoviendo partidos laxos?

 

 

5) “Intentamos orientarnos en este sentido defendiendo el criterio de que los dirigentes tienen derecho a expresar sus posiciones políticas en los materiales internos y en la prensa, dentro de los límites generales del programa partidario. Si las diferencias son de magnitud, es lógico que tiendan a crearse agrupamientos especiales al interior del partido (tendencias y fracciones), para desarrollar la lucha política, que deberá resolverse en los Congresos o Conferencias.”

 

a) ¿Quién establece si las expresiones políticas están o no están dentro de los límites generales del programa partidario

b) ¿Sólo los dirigentes tienen derecho a expresar sus diferencias?

c) ¿Por qué las diferencias deben resolverse en los Congresos y conferencias, y qué pasa si eso no ocurre

 

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Estando íntimamente relacionados ambos temas invito a Andrés, a Riquelme, y a T.N. –quienes ya se han expresado acá- y a todos los compañeros que quieran debatir con un ánimo constructivo, ha profundizar este debate. En especial, le pido a los compañeros del PTS que intervengan en torno a las cuestiones que dejé planteadas más arriba.

 

 

Avanzando en estas cuestiones, dice José Montes: “Creemos que está planteado impulsar la formación de un gran Partido de Trabajadores basado en las propias organizaciones de lucha de la clase obrera, los Sindicatos, las Comisiones Internas, los Cuerpos de Delegados de las grandes empresas, y por supuesto las organizaciones representativas de los desocupados.”

 

En relación a estas últimas organizaciones, las representativas de los desocupados, sabido es que en este país existen varios millones de desocupados y que sólo algunos miles son representados por esas organizaciones. Yo concuerdo con que esas organizaciones formen parte del partido de trabajadores, pero, ¿porqué no se incluye también en el llamado a las organizaciones representativas de los trabajadores ocupados? Me estoy refiriendo a las organizaciones que, en igual forma que las organizaciones representativas de los desocupados, es decir, minoritariamente, representan a los trabajadores ocupados, como por ejemplo el Partido Obrero, el Movimiento Socialista de los Trabajadores, el propio PTS y todas las demás pequeñas organizaciones que representan a algún sector minoritario de la clase, pero que fundamentalmente lo hacen desde la independencia de clase y la perspectiva socialista.

Es decir, creo que se debe partir de un planteo concreto que recoja lo que existe en la realidad. Hacer un llamado a los sindicatos, a las comisiones internas y a los cuerpos de delegados y al mismo tiempo llamar a las organizaciones (minoritariamente) representativas de los desocupados, y no incluir en el llamado a las organizaciones que se proponen construir una sociedad socialista, puede parece un olvido o ser un error político.

 

El llamado a la conformación de un partido de trabajadores se basa en una necesidad y en la existencia de una base material para concretar esa necesidad en una realidad. Por eso creo que la campaña lanzada por el PTS no debería ser meramente un hecho propagandístico sino una tarea en la cual debe haber pasos y algunos plazos. El llamado debería ser dirigido a cada una de las organizaciones y agrupamientos en forma particularizada con miras a encuentros progresivos en los que la idea de partido de trabajadores pueda ir siendo pulida.

Cuando hablo de plazos no me refiero a “plazos electorales” sino a fijar fechas de encuentros de discusión, que no tienen porque coincidir con fechas electorales. Es más, el objetivo de partido de trabajadores es mucho más amplio que un mero frente electoral para las elecciones tales o cuales.

 

Espero sus opiniones.

 

 

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PROGRAMA?
Por NO TE CREO NADA - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 8:00 PM

A los partidos los define su programa, el partido que plantea el PTS es un partido reformista, que se ganaria a las mentes del proletariado al peronismo, y podria sacar un poco mas que un par de diputados, es decir varios diputados ¿Donde? ¡¡EN EL PARLAMENTO!!!! El PTS no quiere destruir al estado, quiere el estado, literalmente, si el estado burgues y que por tenerlo el PTS cambiaria de ser un estado semicolonial, y pasaria a ser un estado.....obrero? como el estado brasilero con el PT al frente es hoy? JAJAJAJAJAJA!!!!
El PTS apesta a reforma cada vez mas abiertamente, hiede a la codicia hacia el aparato del estado!!!!!!
Apestan

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sin ideas
Por * - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 8:45 PM

QUe lamentable el comentario de este personaje. Si hay algo que no se le puede incriminar al PTS es ser reformista.
Si por lo menos darias algun ejemplo, o alguna indicacion del porque de tus acusaciones podriamos dialogar, pero ya que no creo que te de la cabeza para pensarlo, lo tuyo es pura impotencia politica.

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Debatamos en serio , pero aca hay cada m. que apesta!!!
Por el norte es el movimiento de masas - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 8:58 PM

el error del PTS y tambien del PO cuando esbozan la necesidad de unidad de la clase cosa que comparto, y tiran ideas como el partido de los trabajadores o alternativa obrera y socialista, me parece, que surgen de análisis donde invierten el proceso, fijando primero la ESTRATEGIA o definiendose por lo que piensa o quiere la VANGUARDIA. Alguien que pego un post en este debate me parece que acierta, cuando dice que la del Partido de Trabajadores del PTS es de vanguardia, yo agregaria que la ORIENTACION de Alternativa Obrera y Socialista del PO tambien es de vanguardia.

Lo peor que hacen tanto el PTS como el PO, es justificar estas orientaciones y perspectivas imaginando un seudo análisis para DICHAS ESTRATEGIAS.

Me parece que para hacer un análisis marxista los revolucionarios tenemos que utilizar la herramienta mas perfeccionada por el marxismo, la ley de desarrollo desigual y combinado.

El partido revolucionario se dirige hacia todo el movimiento de masas, con todos los sectores, reflejando siempre los intereses de la clase obrera y promoviendo a esta como caudillo de la revolucion- fijemonos aqui polemica con el PO, que piensa o pensaba??? que el movimiento desocupado podria ser el caudillo de la revolucion???, en todo caso el movimiento ocupado dentro de la clase obrera sera el caudillo de la revolución!!!!

La actividad del partido revolucionario se centra en el movimiento de masas y no en la vanguardia. Su objetivo es movilizar a las masas y no a la vanguardia.

El partido revolucionario tiene una teoria -programa, el de la revolucion permanente, , y tiene un programa y un metodo, el programa de transición.

El partido de los trabajadores será, habra que ver una necesidad de la vanguardia , pero no es hoy una necesidad del conjunto del movimiento de masas.
estamos de acuerdo que hay que disputarle la direccion al peronismo y hay que ir hacia partido revolucionarios de influencia de masas, pero si tomamos un camino incorrecto sera peor y retrocederemos.

sobre el Ps de Rivas, no hay que pensar siempre sobre pensamientos unicos y sobre bases obreristas, hay que respetar a todos la unidad revolucionaria sera programática. Los bolcheviques del 17 nunca le dijeron que no entren a los reformistas de la izquierda del Partido Socialrevolucionario, que pacto con los bolcheviques hacia la revolucion de Octubre, despues volvió al campo de la contrarevolución. hay otro ejemplo en Alemania, de la fraccion centrista del Partido Socialista Independiente que se integró al Partido Comunista de Rosa Luxemburgo.
Son partidos y formaciones centristas, intermedias, que van de un polo a otro, de revolucionarias pasan a reformistas o burocráticas .
Yo creo que Rivas y el PS fueron furgon del programa clasista y revolucionario de Izquierda Unida en la Pcia de Bs. As y no al reves como dice el texto del PTS.
Yo insisto los analisis del PTS son obreristas y parten de pensar solamente lo que puede estar hablando la vanguardia y no el conjunto del movimiento de masas y pensar que automaticamente el movimiento de masas se va a pasar al partido de los trabajadores como dice el PTS o como piensa el PO con su alternativa obrera es invertir el proceso, fijando primero la ESTRATEGIA.

SALUDOS REVOLUCIONARIOS

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mas de lo mismo
Por monje rojo - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 9:27 PM

A ver. vamos por partes: No solo el pts repite lo mismo de siempre con la propuesta de un partido, desde hace mucho tiempo que estamos en eso.
Una vez mas la formulita vacia de contenido, pura cascara, los jovenes militantes del pts, repiten como buena nueva, lo que militantes de izquierda repiten desde hace años, UN PARTIDO.
Al carecer de argumentos profundos, en lo que es un partido, por la poca formacion de estos militantes, responden otra cosa.
como loritos cuando se le terminan los argumentos sacan a relucir lo de la fabrica Zanon, como si fueran los dueños o propietarios de esta lucha,
todo porque tienen un dirigente en esta fabrica, la convierten en lo unico.
pero la discusion de partido es mucho mas profunda,
porque hay que hacer uno.
si nunca dieron resultado. por lo menos el tipo de partido como el pts, que es extremadamente estructurado.
los partidos politicos, estructurados al estilo de la modernidad, ya no tienen utilidad, como no tiene utilidad tomar el estado, por lo menos para los trabajadores, porque el trabajador ya no es pueblo, no se referencia en el estado, sino de devino en multitud,
es por esto que es necesario crear otras formas destado, y no tomarlo, nuevas formas de poder
para ver mas: leer gramatica de la multitud de paolo virno
Saludos monje rojo

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Sobre vanguardias...
Por Leonardo Mir - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 9:31 PM

El compañero que firma "el norte es el movimiento de masas" (al que para abreviar llamaré MST) dice que PTS y PO fijan una estrategia vanguardista ("definiéndose por lo que piensa o quiere la vanguardia", dice MST). Y propone en cambio utilizar la ley de desarrollo desigual y combinado y el programa de transición. (Acerca de ese programa le pido al compañero que lea la "Crítica del Programa de Transición" en http://ligacomunista.tripod.com.ar/ -->"Documentos" o siguiendo este link:
http://ligacomunista.tripod.com.ar/docu/CriticaPT.htm

MST dice que "El partido revolucionario se dirige hacia todo el movimiento de masas, con todos los sectores, reflejando siempre los intereses de la clase obrera y promoviendo a esta como caudillo de la revolución..."

Pregunta: ¿Puede la clase obrera "toda", de conjunto, acaudillar la revolución? ¿No requiere ese caudillaje de ninguna mediación?

Dice MST: "La actividad del partido revolucionario se centra en el movimiento de masas y no en la vanguardia. Su objetivo es movilizar a las masas y no a la vanguardia."

Pregunta: ¿Pero cómo se hace eso, no es acaso a través de una vanguardia? ¿No es acaso el propio MST una vanguardia que intenta alcanzar aquél objetivo "mediando", llevando hacia el movimiento de masas una política que parte de un sector de vanguardia?

MST: "El partido de los trabajadores será, habra que ver una necesidad de la vanguardia , pero no es hoy una necesidad del conjunto del movimiento de masas."

Pregunta: ¿Porqué decís que no es una necesidad del movimiento de masas? ¿Quizás porque no existe conciencia de esa necesidad en las masas? ¿Es necesario que las masas de conjunto sean concientes de esa necesidad? ¿Qué rol le queda entonces a la vanguardia?

Resumiendo. ¿Es correcto o no intentar poner en pie hoy dia un partido de trabajadores?

Saludos.

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Las dos tácticas de la multitud trabajadora
Por Mauricio Castaldo - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 10:28 PM
mauriciocastaldo@yahoo.com María Grande-Entre Ríos

Tratemos de pensar despacio las cosas y superar los simplismos, porque este debate viene desde el Siglo XIX. Tratemos de avanzar: la estrategia contrahegemónica debe ser plural y potente. La construcción del partido obrero revolucionario (de nuevo tipo, no PT de Brasil) debe ser funcional al fortalecimiento, la coordinación y la potenciación del movimiento de la multitud trabajadora, nacional e internacionalmente a la vez. Lenin supo hablar de dos tácticas. Pensémos hoy: encuentro, coordinación y acción directa autónoma del campo popular (hoy desarticulado, por eso esto es lo principal) y partido como cosa secundaria para fortalecer el proceso. Pero partido transitorio: el fin es la disolución del Estado y de la representación.

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arriba la vanguardia del proletariado!
Por riquelme - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 10:44 PM

...para que la energía escondida se transforme en movimiento, es necesario que la vanguardia del proletariado haya encontrado una nueva perspectiva, un nuevo régimen, un nuevo programa, una nueva bandera sin tacha.


camarada del mst, que opinas sobre este parrafo?

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¿Y de esta otra?
Por L.T. - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 11:00 PM

Una revolución es “hecha” directamente por una minoría. El éxito de una revolución es posible, sin embargo, solamente cuando esta minoría encuentra, más o menos apoyo, o por lo menos una neutralidad amistosa de parte de la mayoría. El cambio en las diferentes etapas de la revolución, como la transición de la revolución a la contrarrevolución, está determinado directamente por relaciones políticas variables entre la minoría y la mayoría, entre la vanguardia y la clase.

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Ah Bueno
Por Yo - Tuesday, Jan. 25, 2005 at 11:26 PM

Afloje compañero riquelme con las citas. Recuerde que los marxistas revolucionarios somos CIENTÍFICOS e intentamos analizar la realidad permantentemente. Por lo tanto no tenemos biblias. Ni Das Kapital, ni el Programa de Transición, ni Qué Hacer?

Por supuesto son trabajos MUY importantes y que aportan una barbaridad, pero tomar 1 renglón de una cita (y encima ni siquiera poner de dónde salió) como si fuera un versículo bíblico no aporta absolutamente nada.

No soy del MST. Y tampoco estoy muy convencido de la necesidad de un partido de los trabajadores. No porque no sea importante, sino porque soy plenamente conciente que esto no es más que una campaña de propaganda para ganar a 2 militantes más. Seré un charquero, pero realmente no veo al PTS en un partido así, cuando son incapaces de sostener cualquier mísero frente con un programa mínimo.

PD: Releyendo me dí cuenta que sonó un poco violento lo último. No fué mi intención, aunque lo dejo tal cual porque es realmente lo que opino.

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Aclaro mi pocision
Por Ale - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 12:16 AM

Yo puse lo de armar un frente de masas que nuclea a los espacios combativos, etc.

Sin duda que partimos de la base que, antes de organizar a las masas, hay que organizar a los revolucionarios, porque son estos los que se insertan en las masas para organizarlas. O sea, en sus terminos (que yo no comparto, pero voy a utilizar por una cuestion de claridad) primero organizar la vanguardia, despues organizar a las bases.
Entonces, antes de hacer nada , temos que plantear la coordinacion de las distintas fuerzas clasistas que se encuentran desperdigadas, con el claro objetivo de organizar luego a las bases.
Respecto a esto, hay un documento muy interesante publicado por la ORA que llama a la conformacion de un frente unico clasista.
Despues de organizar a la "vanguardia", hay que organizar a las bases, es decir, a los trabajadores de a pie, a la gente no politizada. Y eso no se logra DESDE la org. de "vanguardia", porque ninguna persona cambia su forma de pensar por recibir un folleto mas o menos subversivo. La verdadera escuela del proletariado es la lucha, decia rosa luxemburgo, y tiene toda la razon del mundo. LA herramienta mas fuerte de los trabajadores en una etapa como esta, no puede ser si no el sindicato. Obviamente que la CGT no es ninguna herramienta para nadie (excepto para la burguesia), pero hay que plantear la coordinacion de los espacios disidentes de la CGT, como dije antes, alrededor de un programa minimo, y no de transicion como plantea el trotskismo.
La "vanguardia" es un elemento ajeno a la clase en cuanto al nivel de conciencia, obviamente que desde el punto de vista de las relaciones de produccion pertenecen a la clase, pero lo que la caracteriza es estar muy alejada del pensamiento de las masas. Por eso prioriza acercar a las masas al pensamiento clasista, pero eso no significa encajarselo de golpe, cuando no lo entiende y lo rechaza; si no cuando ya este organizada y combatiendo por sus derechos, como puede ser el salario minimo igual a la canasta familiar, que se respeten las 8 horas de trabajo, etc.
Si no se logra primero movilizar a las masas, no se va a lograr acercarlas al socialismo, ya que éste no es mas que la unica forma de acabar con toda reivindicacion.

O sea, haciendo un esquema, me parece que hay que:
1-organizar a la "vanguardia" a traves de un frente unico clasista.
2-organizar a las masas alrededor de un programa minimo defensivo.
3-promover el enfrentamiento entre los trabajadores y los patrones, para elevar el nivel de conciencia del proletariado
4-plantear, recien ahi, la opcion de independencia de clase, es decir, el rechazo total a la burguesia y al Estado, mediante un Partido de Trabajadores, o Federacion, o lo que fuese, que presente a las masas el objetivo revolucionario

Recien en ese punto, despues de un largo camino de luchas gremiales, de enfrentamientos con las burocracias, etc. va a tener sentido una opcion de independencia de clase, a partir de la cual se debe desarollar la idea revolucionaria.
Salud.

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sobre el partido de trabajadores
Por un marxista - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 12:58 AM

Yo sigo pensando que el partido revolucionario debe ser de cuadros y no de los "obreros que luchan". O sea, sigo sosteniendo la propuesta de partido que hace Lenin en el "¿Qué hacer?".

El partido revolucionario no es más que la fusión entre el materialismo histórico y el movimiento obrero espontáneo. En última instancia no importa el origen social de cada militante, lo esencial es que estén conscientemente por el comunismo y tengan una posición clasista.


En cuanto al bolchevismo, coincido con Leonardo Mir en que la definición de bolchevismo como lucha de fracciones es bastante pobre. Acuerdo más con la definición que habla de la combinación entre intransigencia en los principios y flexibilidad en la táctica y en la organización (cosa que hace mucha falta en la izquierda argentina).


La solución para unificar las luchas obreras no es un partido de los trabajadores sino un frente único proletario. Es en ese frente único (cuyo principal propósito es la unidad de acción en la lucha, lo cual no es un fin partidario) donde pueden ponerse a prueba los programas y métodos de los diferentes partidos. Pero para eso tendría que haber un cambio de la dirigencia de izquierda argentina, que generalmente supedita el movimiento general a su aparato partidario.

O mejor dicho, el cambio tendría que venir de las bases de esos partidos. Una especie de "internacionalismo proletario" que contrarreste el patrioterismo de partido que inculca cada dirigencia a su base. Porque plantear un partido de los trabajadores sin unificar los grupos que existen ahora es por lo menos un despropósito. O mejor dicho: es una acción demagógica de parte de la dirección del PTS para hacerles creer a sus bases que ellos están por la unidad y los culpables son los demás que son sectarios, burocráticos y oportunistas.

Resumiendo:

-Unidad de la vanguardia obrera y popular (me refiero a los sectores en lucha, incluyendo reformistas) en un frente único proletario cuyo motivo de existencia sea darle más eficacia a la lucha por reivindicaciones.

-Unidad de la vanguardia revolucionaria en un frente como el que propone L. Mir, donde cada partido sea una tendencia.

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Valga aclarar
Por Juan - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 1:01 AM

En un párrafo del compañero Ale me entró la duda si no estaba planteando la construcción de una nueva central obrera clasista y combativa.

No sé si habrá sido esa su intención. Pero creo importante decir que de ser así es un error de proporciones desastrosas. Yo veo un momento en que las masas (especialmente el movimiento obrero) comienza a tener luchas ofensivas, económicas-reivindicativas, pero ofensivas al fin. Estos momentos son los que hay que aprovechar para barrer con las burocracias sindicales y recuperar los cuerpos de delegados, comisiones internas y los mismo sindicatos y convertirlos en herramientas al servicio de los trabajadores y sus luchas.

Ahora bien. En este marco, plantear central obrera "independiente" es un grave error ya que nos aislaría a los revolucionarios de las masas. Sería doblemente "independiente" (independiente de los burócratas y de la gran mayoría de los trabajadores).
Por supuesto que una coordinación entre los gremios que los trabajadores vamos recuperando no sólo sería "bueno" sino que es fundamental.
Este es un viejo debate, pero que es importante tenerlo claro y presente. Incluso entre los compañeros del subte surgió una discusión parecida fundamentalmente sobre la pertinencia de pasar a formar parte de otro sindicato no dirigido por la burocracia, como por ejemplo ferroviarios. Creo que sería muy equivocado. Los compañeros tienen que dar la pelea por recuperar la UTA, coordinando sí con ferroviarios y otros gremios combativos. No tener una política sectaria ante el movimiento de masas es fundamental en este período.

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algunas cosas
Por Leonardo Mir - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 2:14 AM


1) (Ale) Sí, tal vez el sindicato sea en esta etapa la herramienta principal. Sin embargo, hay que evitar convertir en fetiche un solo elemento, ni siquiera al principal. Es correcto, sí, identificarlo, y estoy de acuerdo con vos en cuanto a priorizar la lucha sindical. Mas no sería correcto enfrascarse en luchas reivindicativas sin una perspectiva política ya que eso generaría expectativas en el sistema capitalista. Creo que no es suficiente con luchar solo por lo que es posible, sino que es necesario despertar una y otra vez las conciencias, por lo tanto hay que imprimirle a las luchas un carácter político. Hay que luchar por reivindicaciones pero hay que advertirle a los compañeros que todo lo que obtengamos hoy, la patronal y sus gobiernos nos lo quitarán mañana. Es decir que debemos combinar la lucha económica con la perspectiva política, socialista, desde un comienzo, la independencia de clase irreconciliable frente a la burguesía y su estado son elementos centrales que no se pueden postergar a riesgo de caer en el oportunismo.

2) (Un marxista) Sí, es mucho más preciso en este caso el concepto “frente” que el concepto “partido”. De todos modos hay que tratar de que esas precisiones no coarten los intentos unitarios que acá estamos empezando a debatir. En concreto, ¿estás sugiriendo dos tipos de frentes simultáneos, uno para los sectores en lucha y otro distinto para la vanguardia revolucionaria?

3) (Juan) Es bueno el alerta en el sentido de no “independizarnos” de los trabajadores haciendo planteos sectarios o ultras, aunque no deberíamos invalidar de antemano los intentos por independizarse de la burocracia que pudiera emprender algún sector de trabajadores, quiero decir, no hagamos un fetichismo de las estructuras dadas. Los trabajadores tenemos el derecho de organizarnos como nos parezca, y si una burocracia está agarrada a un sindicato que más que un sindicato es una oficina de la patronal, tal vez tengamos que recurrir a otros organismos. Es una cuestión de táctica, no de principios.

4) (Ale) “hay que plantear la coordinación de los espacios disidentes de la CGT, como dije antes, alrededor de un programa mínimo, y no de transición como plantea el trotskismo.” ¿Podés aclararlo?

Saludos.

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Si entendiste bien, entendieron mal
Por Cupa - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 2:18 AM



A mi humilde entender, no se trata de levantar "una nueva central obrera clasista y combativa" sino de construir un Frente Politico clasista y combativo que aglutine a partidos y sectores diversos en lucha.

Como tal, los revolucionarios tienen la doble y obligatoria tarea de organizar el Frente de Masas y el Frente politico, insertando uno en el otro, sin ningùn tipo de hegemonismos.
Coordinar las distintas fuerzas ya organizadas, organizar desde sus necesidades a las que todavìa no lo estàn
Por ahi despuntaria la alternativa.

El "partido revolucionario de cuadros" choca de frente con àquel propòsito. Una vez màs "la vanguardia" aparecerìa cual elemento ajeno al estado de consciencia popular.

Por ende, el Frente (politico) Unico de los que luchan solo puede ser encarado exitosamente desde un programa minimo en aras al socialismo (entendiendo èste como un horizonte) tal cual apunta "Ale".

Desde el sindicalismo tradicional, hoy por hoy domesticado, no podemos màs que organizar luchas defensivas y, con frecuencia, desgastantes.

De alli el que las masas y sus agrupaciones defensivas deban priorizar la construcciòn de la HERRAMIENTA POLITICA frentista, federante y ofensiva, de ruptura con el modelo capitalista.

Coraje y Autogobierno

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LA POSTA
Por REALIDAD - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 12:16 PM

UN TRABAJADOR NO ES UN PIQUETERO QUE CORTA UNA CALLE PARA PODER SEGUIR SIENDO MANTENIDO POR EL ESTADO MIENTRAS SE RASCA EL HIGO...
UN TRABAJADOR NO ES UN PELILARGO BARBUDO Y FUMADOR DE PORRO QUE SE PONE UNA REMERA DEL CHE GÜEVADA PARA IRSE A PROTESTAR A LA PUERTA DE LA EMBAJADA DE LOS EEUU PARA PROTESTAR POR CUALQUIER BOLUDES Y ROMPERLE LAS BOLAS A LOS AUTOMOVILISTAS QUE QUIEREN PASAR.

PRIMERO LABUREN...

DESPUES FIJENSE QUE HACEN...

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.
Por Ale - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 12:23 PM

Con lo de programa minimo, me refiero a consignas tan elementales que son indiscutibles, como el blanqueo del trabajo, un salario minimo igual al necesario para no morirse de hambre, etc.
Quiero decir, no adelantarse a la conciencia general con consignas demasiado avanzadas, si no utilizar aquellas con las que todo asalariado esta de acuerdo para reorganizar a la Clase y derribar en el camino a las burocracias (la tactica para esto es otro punto a debatir). A partir de ahi, con una base solida, y un comienzo de solidaridad de clase en formacion, plantear las consignas mas ofensivas, como pueden ser las 6 hs de trabajo, la expropiacion de las empresas recuperadas, etc.
Recordemos que las grandes agitaciones obreras de prinicipios del siglo XX y finales del XIX tuvieron su origen en la Primera Internacional, que levanto un programa gremial defensivo que logro despertar la conciencia de clase en millones de trabajadores.

-Otra idea, totalmente independiente de la anterior, es armar Asociaciones de Usuarios, donde nuclear a los trabajadores alrededor de la lucha por bajar los precios de los productos basicos (agua, gas, alimentos, medicamentos, etc) en base a la reduccion de la plusvalia, es decir, en desmedro del empresario y no del trabajador. De esta manera se ataca al empresariado por dos flancos, el precio del sevicio y el salario del trabajador.

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frente y partido de cuadros. Las consignas.
Por Leonardo Mir - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 12:53 PM

1) [Cupa] Yo no veo contradicción entre el partido de cuadros y un Frente político Clasista y combativo o Frente de los que luchan. Creo que dentro del frente pueden actuar las distintas organizaciones del modo que lo crean más conveniente. Yo estoy totalmente a favor de una organización de cuadros.

2) [Ale] Sí, el programa debe asentarse en las necesidades reales y concretas, sentidas por la clase como sus propios objetivos inmediatos. Pero a la vez hay que propagandizar constantemente la salida de fondo, es decir, el socialismo. Acerca del programa te recomiendo la lectura de la Crítica del Programa de Transición http://ligacomunista.tripod.com.ar/docu/CriticaPT.htm
En ella Astarita cuestiona entre otras cosas la visión del "avance en escalera" de las consignas transicionales.

3) [Ale] Acerca de "las 6 horas" tengo una polémica inconclusa con Astarita que si te interesa te la puedo enviar.

Saludos

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Una modesta opinión
Por Mario el aleman - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 3:11 PM

Yo creo que los marxistas revolucionarios se han alejado de la clase obrera,nó porque no trabajan o porque no quieren trabajadores en el partido revolucionario.
Se han alejado, porque nadie los entiende y porque se han dividido en decenas de fracciones y esto en casi todos los paises donde hay partidos llamados de la cuarta internacional.Sino vemos este problema y tratamos de resolverlo ,no podremos organizar nada ,ecepto otra sectita.
Argentina es el pais donde hay mayor cantidad de cuadros y viejos militantes.
Yo creo que primero,tenemos que unirnos y poder asi estar en mejores condiciones para poder ser un partido revolucionario serio y creible,sino se ve esto,lo lamento muchisimo,seguiremos escribiendo para nosotros y seguiremos perdiento oportunidades importantes.
Hay decenas de partidos detras de un obrero activista,esto es un desastre o no es verdad ?
La competencia que tenemos entre nosotros por ganar a los mejores activistas ,hace que los perdamos,y despues nos quejamos que no rompen con el peronismo.
Entiendan cros.somos de otro mundo por ahora.
Puede ser que se avecine una etapa de luchas reinvindicativas,hay más trabajo y vendran luchas por el salario.Se puede dar que haya espacio para un partido de los trabajadores con un programa clasista,supongamos que asi sea.Que hacen los troscos?,se meten todos los grupos en ese partido?,seria el fín antes de fundarlo y si lo fundan los trabajadores,nosotros lo destruiriamos,esa es la verdad y la realidad y esto lo saben las direcciones de esos partidos y grupos.
Es por eso,que creo, que primero deberiamos unirnos los marxistas revolucionarios.
Tantos viejos militantes con muchos anios de experiencia, a ellos me dirijo y les digo,dejen los vicios PB y egoismos,busquen acuerdos en base a un programa de principios,pero no miles de principios,principios que nos unan en un programa y que todos puedan participar en ese partido revolucionario ,sin la nesecidad de hacer fracciones .
para luego romper.
No sirve para nada ,fundar todos los dias una nueva secta y decir ,nosotros somos principistas.
Vean la realidad,esta es mucho más rica que todas las teorias .
Lamento decir estas cosas,pero creo que este es el problema que debemos solucionar ,antes de empezar a discutir,si empujamos y ayudamos a organizar un PT en Argentina.
Un abrazo

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otra opinion,
Por monje rojo - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 3:28 PM

Porque tenemos que seguir el hilo?
Como esta planteada la idea de un partido de los trabajadores, es lo que se plantea hace años.
Esta idea puede funcionar, pero como esta planteada solo se lograra formar un partido de los trabajadores al estilo brasil,
No es cuestion de declamar constantemente la revolucion, como siempre hace el pts, y luego se especializa en acciones reformistas.
Ni que hablar de que esta propuesta ya la han hecho hacia el 2001, y otros partidos hace tiempo que plantean lo mismo. Claro, pero la propuesta del pts es "la propuesta".
es que de tanto repetirla, hasta se la llegan a creer,
no deja de ser una propuesta, para no cambiar, una propuesta profundamente conservadora.
Pero si tratamos de profundizar, creo que es necesario, a mi entender, discutir otras cosas, como las caracteristicas, que hoy en dia tiene la clase trabajadora.
Comparto la idea de que la idea de pueblo, esta en retirada, en las masas, esto tiene que ver con que ya no se referencia en el estado.
los trabajadores, son multitud, si, una categoria, previa a la modernidad, que perdio con la categoria de pueblo. y que hoy a al final de este periodo, reaparece, con otras caracteristicas,
todo se transforma.
Adonde quiero ir: es necesario hacer un partido, cuando no hay pueblo, o hay que animarse a explorar otros tipos de organizaciones, que tengan en cuenta al estado, pero solo para destruirlo,
Cuando hablamos de un partido, no todos entemos lo mismo, y creo que detras de la idea de partido del pts, esta la idea de modernidad, totalmente fuera de foco, NO ESTAMOS EN LA EDAD MODERNA, como si lo estaban lenin, marx y trotski, es por esto que los textos marxistas y todos, deben entenderse en su contexto, no son recetas, por y para siempre.
hay que crear herramintas totalmente nuevas....
saludos revolucionarios

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Ciocido con xxxxxx
Por Cavernicola - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 5:43 PM

La unica forma de lograr algo es con base en la concientizacion de las masas!!!!
Larguen el discursito!!!!!
Salgan a la calle , nosotros y solo nosotros seremes responsables si la cosa no se da!!!!
A la calle, salgan de frente al PC!!!!!

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Ir por la movilizacion del conjunto del movimiento de masas, despues ir por la vanguardia!
Por siguen invirtiendo el proceso!!! - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 7:15 PM

yo pegue el post "el norte es el movimiento de masas", pero observo que todos, incluido L. MIR en mayor o menor medida siguen reinvidicando priorizar primero a la VANGUARDIA, siguen invirtiendo el proceso de analisis.

con variantes COMNO "primero organizar a la vanguardia en un frente unico clasista", DICE ale. ERROR!!

Primero MOVILIZAR al conjunto del movimiento de masas. QUE LAS MASAS ESTEN MOVILIZADAS,ESO ES LO PRIMERO, ESO ES LO QUE TENEMOS QUE TRATAR DE HACER PRIMERO Y PARA ESO HAY QUE PATEAR LA CALLE COMO DICE UN POST MAS ABAJO!!!

SURGIRAN ORGANISMOS COMO ALGO NATURAL, despues dentro de ese movimiento hay que organizar a la VANGUARDIA hacia el partido revolucionario trostkista, porque toda revolucion necesita militantes profesionales, no amateurs, diletantes, cibernautas al pedo en Indymedia, profesionales liberales. Y
debemos priorizar dentro de esa vanguardia a los sectores que vienen, sobre todo, del movimiento obrero.

saludos revolucionarios

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Qué manga de pelotudos
Por me tienen las bolas por el piso - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 10:07 PM

Vos querés decir que primero hay que mover la carreta y después enganchar los cabalos... ¡Que pelotudos que sos!
Claro que con "vanguardia" no se hace referencia a tal o cual partido, sino al activismo, a la fracción de la clase que impulsa la lucha, y que en alguna medida está en los partidos de izquierda pero también está fuera de ellos, en agrupaciones sindicales, MTDs o lo que sea.
La clase siempre se empieza a mover por alguna parte. Vigorizando el movimiendo de esa parte, aunándolo, se logra incorporar al movimiento (de lucha) a cada vez mayores contingentes de la clase. Los últimos en movilizarse -los más despolitizados, los menos concientes, etc.- sólo lo hacen en condiciones muy críticas, y ése punto señala la apertura de una crisis revolucionaria.
Están discutiendo de un modo estúpido, porque tampoco la propuesta de un partido de los trabajadores es la propuesta de un PT a lo Lula. Eso es prejuzgar (y lo mismo se puede decir sobre su carácter federativo, que en definitiva no diferencia a este partido del más laxo de los frentes oportunistas). Se plantea la necesidad de un partido propio de los trabajadores porque es manifiesta la necesidad del mismo, y porque formular esta necesidad es siempre un paso adelante en la clarificación de la propia clase. Pero el programa es algo que debe ser discutido, no algo a dar por sentado de antemano (como sería presuponer que debe ser como el PT brasileño). En realidad, cada fracción lucha por imponer su propia visión del partido de la clase, y se acuerda en algún punto de equilibrio, si es posible.
Pero, de todos modos, el planteo es extemporáneo, como casi todos los planteos del PTS, que -por ejemplo- sine star en el movimiento de los desocupados plantea una a¡unificacióin abtracta de organizaciones con libertad de tendencias, como si la historia fuera a hacerle regalitos a quien se mantuvo fuera de ella. Y es extemporáneo porque los elementos que podrían confluir en un partido de la clase obrera ya son reconocidos por su trayectoria desde hace tiempo, y un PT donde se fundieran sin beneficio de inventario sólo aportaría confusión (y, de hecho, es un planteo confusionista). El planteo fue justo cuando Poítica Obrera, en el 82, lo dirigió a la izquierda en su conjunto, porque se iniciaba una "apertura política" en la que las masas, o al menos las generaciones últimas, eran vírgenes en materia de discrimincación política. Actualmente no es así, y el elemento de vanguardia que está con el PTS o con la CCC o con el PO sabe por qué está donde está y, de últimas, se reorientará sobre la base de diferencias que se hacen visibles en la lucha y en la práctica.
Lo que sí es posible es un frente que se postule como vanguardia amplia para acaudillar a las masas obreras (e incluso a las no obreras) en un sentido revolucionario. Pero ese frente se planteó, se construyó y, si no ha avanzado más, es precisamente por la expresa voluntad de quienes aquí convoca, del modo más abstracto posible, a la formación de un partido de la clase obrera, como antes convocaron a la unificación de los partidos trotskistas. La necesidad de un partido de la clase es una necesidad general, como lo es que ese partido sea socialista y revolucionario. Ahora, si se trata de un planteo concreto y no abstracto, hay que impulsar la formación de un frente a partir de los elementos reales. Ese frente ha sido la Asamblea Piquetera, que no busca -como macanea el PTS- agrupar exclusivamente a la fracción desempleada de la clase, pero sí mantener la representación democráticamente proporcional entre las fuerzas que la constituyen (a lo que el anti-burocrático PTS, tan amigo de la democracia obrera, se opone cerradamente).
Hay que hacer un frente, y hacerlo a partir de condiciones reales, si alguno quiere que le pongan la corona que no supo ganarse, no tiene derecho a convocar a nadie a nada.

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La ANT y el BPN son ejemplo de lo que no hay que hacer
Por por otro que se mete - Wednesday, Jan. 26, 2005 at 11:25 PM

fijense el post de ALE que puso : "organizar a la "vanguardia" a traves de un frente unico clasista."

Bueno un ejemplo de eso es la ANT y el BPN orientacion y politica que a mi modo de ver sintetiza la frase de organizar a la vanguardia en un frente unico clasista.

El Partido Obrero sostiene todavía estos organismos en forma hegemónica y burocrática.

yo dijo todo esto PORQUE ESTO QUE SE PLANTEA DE ORGANIZAR A LA VANGUARDIA EN UN FRENTE UNICO CLASISTA ES LO QUE NO HAY QUE HACER.

HAY QUE HACER TODO LO CONTRARIO. TODO AL REVES,

un ejemplo de lo que dice esa frase es la ANT y el BPN, asi terminan cuando se empieza así , organizando primero a "la vanguardia". Fijense no vienen las bases a la ANT y BPN, ni saben que es eso??? para centenares,miles, millones de sectores la ANT y el BPN no existen, eso es así!!

por eso, yo veo mejor algunas de las notas que se ven aquí, donde primero se empieza por las bases,...... no se inventan primero organismos superestructurales de vanguardia, diriamos sellos de goma!!! que nadie conoce.

la movilizacion de los trabajadores y de miles haran surgir organismos genuinos de la clase,(...)
que la clase los toma como propios porque surgen al calor de la lucha revolucionaria.
Yo repitiendo palabras que estan en este debate:

"La verdadera escuela del proletariado es la lucha, decia Rosa Luxemburgo"


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VAMOS POR EL P.P.
Por LA PAJA Y EL TRIGO - Thursday, Jan. 27, 2005 at 12:20 AM

LA VERDAD ME SORPRENDE LAS VUELTAS , QUE LE DAN A LOS TEMAS .-

VIEJO ... PARECEN LA CALESITA !!!!!!!!!!!!

LA UNICA POSIBILIDAD SERIA , CONCRETA , VIABLE
DE CONQUISTAR EL PODER , SEGUN LO QUE RESCATO DE LAS RE-IMPORTANTES INTERVENCIONES DE MIS COLEGAS EN ESTRA PAGINA : ES LA CONSTRUCCION DEL PARTIDO DE LOS PAJEROS .-

A SUMARSE LOS P.C. , PTS , PO , CCC , PL , MST , CORREPI , CUBA , PRT , ETC.-

POR PAJA IDEOLIGICA - PORSUPUESTO - Y LUCHA.-

POR PAJA Y MUERTE - ESTE ULTIMO SOLO DE PALABRA-

VIVA LA PAJA Y EL PUEBLO QUE NOS SIGUE .-

PAJEROS AUTOCONVOCADOS

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Charlatanería
Por m.t.l.p.p.e.p. - Thursday, Jan. 27, 2005 at 12:58 AM

Si las organizaciones de la ANT no llegan a las masas (lo que es falso, todas ellas cuentan con gran reconocimiento y a nadie se le pasan por alto en los lugares donde están implantadas e incluso más allá de ellos, y lo mismo vale para organizaciones que no son de la ANT, como la CCC, etc.), no sé cuáles serán las organizaciones que, según vos, llegarán a las masas. Si no partís de ESOS militantes y activistas para construir, no sé de dónde pensarás partir. ¿de tu ombligo en particular? ¿De la secretaría a cargo de la hermanita del presidente? El tuyo es un comentario hueco e improductivo de punta a punta.
Es cierto que la ANT y el BNP, que han jugado un rol muy importante (sólo un necio puede negarlo y, en cualquier caso, lo desafío a que señale quién sí ha jugado un rol importante en los últimos años en este terreno) no parecen estar ahora en su mejor momento, pero es lo tienen en común con TODAS las expresiones militantes que se reclaman abiertamente de la clase obrera. Una vez más, parecería ser que tu alternativa es abandonar incluso lo que se puede conservar.
Lo de construir o no construir a partir de la vanguardia es realmente estúpido. Quienquiera que se hace explícitamente el planteo de contruir algo colectivo (es decir, algo que vaya más allá de él mismo) y con fines de alcance histórico, se está situando, al menos subjetivamente, como vanguardia. Está dando un paso más allá de lo dado y además está dando un paso por delante de los que todavía no se proponen ese objetivo. ¿Habría que hacerlo retroceder para que se empareje con los demás? Obviamente, eso es una idiotez. lo que hay que hacer es unir a todos los que avanzan e impulsan, orientan o incitan a los demás a la lucha, a la independencia de clase, etc.
El punto es que, además de los "vanguardistas subjetivos" que boludean en Internet, existen las formaciones reales de vanguardia, objetivas, es decir: aquellas donde se agrupan los elementos más combativos de la clase. ¿O alguien puede tener dudas de que en las expresiones políticas de izquierda, piqueteras o que se reclaman clasista está el activismo real de la clase? Entonces, no hay razón para hacer abstracción de eso, salvo que no se deseé construir nada, es decir: salvo que se sea un kirchnerista más. En ese caso, conviene declararlo expresamente, así nos evitamos discusiones inútiles.

En cuanto al último comentarista, habría que decirle que si los que intervinieron en este debate antes que él son pajeros (y a algunos podría caberles el calificativo) él es pajero a la segunda potencia, porque inserta una publicación notoriamente inútil (o sea pajera) sobre intervenciones que considera inútiles.

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Vieron le salto la ficha, "m.t.l.p.p.e.p." es del PO
Por al BPN y la ANT la defiende el PO - Thursday, Jan. 27, 2005 at 10:08 AM

Lods unicos que defienden la ANT y el BPN son los del PO, porque será????

se brotan los PO, cuando les cuestionas sus teorias que saltan a la vista en sus comentarios, se deschava su sectarismo vanguardista ajeno a los trabajadores y sectores populares. Yo repito porque el necio del PO no entiende o no quiere entender. Hay que empezar desde las bases, desde los organismos naturales de los trabajadores, cuerpos de delegados, juntas internas,sindicatos , etc, etc... impulsando asambleas, ir de conjunto a todo el movimiento de masas, pero no primero armando una organizacion de la "vanguardia en un frente unico clasista", para desde ahi llamar al movimiento de masas para que se pliegue a la "vanguardia"

salud

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sobre necios...
Por m.t.l.p.p.e.p. - Thursday, Jan. 27, 2005 at 10:29 AM

Veamos: ¿hay que empezar qué cosa en concreto desde las bases?
Cualquier cosa que hagas la hacés en y con los cuerpos de delegados, o las asambleas, etc. Pero el punto es: ¿qué cosa hacés? Si lo que querés decir es meramente que hay que hacer esos cuerpos y organizaciones de base allí donde no las hay, no será sacándolas de la galera. Por norma general la organización de la base surge de alguien que tiene mayor iniciativa y que, en esa medida, se sitúa a la vanguardia.
Ahora si tu idea es que a los cuerpos de delegados combativos, etc., no hay que hacerles ninguna propuesta de mayor alcance, simplemente sos un enemigo de la clase.
No se trata, nunca se trató, de plegarse a ninguna vanguardia, sino de organizarse como vanguardia. De hecho, un cuerpo de delegados, si es antiburocrático y clasista, ya ES la vanguardia de los trabajadores que por algo lo eligieron.
De lo que se trata, entonces, no es de "plegarse", sino de formar parte de algo más amplio, donde no estén representados sólo los intereses particulares de un grupo particular de obreros (como sucedería con un cuerpo de delegados, o con un sindicatos, que claro que hay que impulsarlos e intervenir en ellos, ¡pero con alguna perspectiva!) sino sus intereses de conjunto, como clase. Hasta tanto, la clase no se constituye en sujeto, sino que es un racimo de reivindicaciones económicas disperas, que además no pueden conquistarse o sólo pueden hacerlo transitoriamente mientras prevalezca la división.
Tus planteos son mierda en cualquier sentido, porque por un lado tirás mierda contra los que representan realmente algo en el movimiento obrero y por el otro lado estás planteando la no-organización, la atomización en organismos de base sin nexos que hagan de ellos más que un conjunto disperso de expresiones particulares, es decir: lo que mejor le viene al gobierno y la patronal como clase.
Pero lo que aquí se está discutiendo es lo contrario: si la clase obrera como un todo puede darse su propia alternativa polìtica. Para decirnos que la clase obrera no debe tener su propia expresión política ya tenemos a los kirchenristas, la centroizquierda y toda esa lacra.

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Dice el PO: , ir a las bases, ¡pero con alguna perspectiva!) ": yo contesto: MOVILIZ
Por primero la movilizacion - Thursday, Jan. 27, 2005 at 11:12 AM

el necio del PO, dice que todo lo que no piensa como él es enemigo de la clase o kirchnerista, coloborador de clases y centroizquierdistas.
es propio de los sectarios, autopoproclamatorios de pensamiento unico, que se creen el ombligo del mundo.

" la verdadera escuela del proletariado es la lucha", decia Rosa Luxemburgo, pero parece que algunos no la entienden, ni la aplican coherentemente

en la movilizacion permanente, y ahi agrego lo que decia Trotsky se aprendera y se avanzará en la conciencia de clase y en el surgimiento de nuevos organismos genuinos de la clase y en la perspectiva que nos trajo a este debate como es la construccion de una alternativa politica clasista, , obrera , anticapitalista e internacionalista.
insisto no empecemos por el agrupamiento de la vanguardia, no nos ordenemos porque lo que piensa "la vanguardia"

Si esto aclara al difamador, que no encuentra otra agravio, que sino estas de acuerdo con el, sos centroizquierdista o enemigo de clase.????


somos militantes , somos la vanguardia, eso es correcto, pero el error que podemos cometer es hacer politica solo por lo que escuchamos o sabemos nosotros, entre la vanguardia militante.

No hay que hacer politica para quedar bien con la vanguardia. hay que hacer poltica explorando, poniendo un termometro bien ahi abajo en las bases en todos los sectores del conjunto del movimiento de masas y despues desde ahi salir con una orientacion, una politica y una perspectiva,(....)

no al reves como proponen los sectas y los que se ordenan pensando en la vanguardia

nuevamente salud a todos los revolucionarios que estan en este debate

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un sujeto para una historia sin sujeto
Por poseída por Eduardo - Thursday, Jan. 27, 2005 at 11:41 AM





UN SUJETO PARA UNA HISTORIA SIN SUJETO






El objetivo de esta investigación es determinar qué clase de organización
política es propio de la izquierda revolucionaria argentina en lo que va de la
segunda mitad del siglo. El estudio e investigación de tales organizaciones
pretende descubrir e interpretar sus falencias y errores a partir de la
reflexión que exige el proceso de restauración capitalista en los llamados
"socialismos reales".
En efecto. En mayor o menor medida, la izquierda mundial se ha visto afectada
por el estallido que inicia la caída del Muro de Berlín y su inesperado e
impresvisto resultado. Las respuestas desde la izquierda han ido desde la
adaptación a la restauración capitalista en curso tal como se verifica en todas
las variantes del stalinismo (moscovita, chino o castrista), hasta un dogmatismo
acrítico o una revisión crítica desde dentro del marxismo, en las vertientes no
stalinistas. Esta última es la posición que adopto.
Parto de la mención de los cambios económico-sociales y político-culturales
ocurridos en los últimos lustros para reflexionar luego sobre el tipo de sujeto
político generado por la izquierda revolucionaria en la posguerra.
Este informe es una primera aproximación de la investigación que solo va a
perfilar los lineamientos del tipo de partido que propongo, que tienen más que
ver con la negación de falencias y la reflexión sobre ellas que con propuestas
acabadas o definitivas, en un tema que, aunque ha sido soslayado por la
izquierda orgánica de nuestro país, ha preocupado al marxismo en lo que va del
siglo. Centraré en el análisis del MAS, aunque espero que el resto de las
organizaciones que se proclaman del trotskismo se sientan aludidas.


CRISIS DE ALTERNATIVA Y GLOBALIZACIÓN


El fin de siglo encuentra a la clase obrera ante la necesidad y posibilidad de
un viraje histórico, provocado por la combinación de a) los cambios
estructurales que se procesan en el capitalismo y b) la caída del stalinismo,
esa quinta columna que hegemonizó durante setenta años la conciencia del
movimiento obrero. La izquierda enfrenta, entonces, la tarea de colaborar en la
reconstrucción (reconstruyéndose) de la conciencia histórica y de la
reorganización de la clase obrera sobre nuevas bases para relanzar la lucha
contra el capitalismo finisecular. Esta tarea debe definirse como una verdadera
refundación del movimiento obrero e implica una tenaz labor teórica,
programática, política y organizativa, que incluye en su objeto, también, al
Partido revolucionario.
Se ha definido a la época por la que transitamos como carente de alternativa al
dominio del capitalismo. Esta "crisis de alternativa" no es una construcción
arbitraria ni una elaboración especulativa, sino la constatación de una realidad
tangible (Romero 1994); es un producto social y por lo tanto tiene bases
materiales: cayeron instituciones del peso social de los Partidos Comunistas, de
existencia real como la "cárcel de pueblos", superestructuras objetivas y sus
ideologías correspondientes, que eran realidades palpables, porque estaban
sostenidas por millones de personas. La "crisis de alternativa" es el producto
de la globalización y la caída del stalinismo, que por su rol histórico ha
"matado", asociándolo a sí, al marxismo revolucionario. Es tan concreta, tan
real y tan material como cada uno de los ladrillos del Muro. En tal sentido, la
respuesta a ella -la refundación del movimiento obrero- es una necesidad
histórica, la necesidad viva de la realidad que justifica la existencia de la
izquierda revolucionaria. Y ocurre que la elaboración de una respuesta exige la
concentración de esfuerzos permanente de partidos involucrados en la reflexión
crítica y autocrítica, situación que no tenemos o tenemos muy parcialmente.
Hay una segunda cuestión que cuestiona a los partidos de izquierda. La
"revolución tecnológica" -que parece ser el sustrato de la "globalización"- la
cibernética y los cambios ocurridos en la organización de la producción (la
superación capitalista del fordismo-taylorismo), afecta la estructura de la
sociedad y por eso mismo a su superestructura. Por ejemplo, la crisis de las
organizaciones sindicales no se explica solo, ni fundamentalmente, por la moral
de sus dirigentes. Parece ser, más bien, una de las expresiones
superestructurales de los cambios en la estructura: los sindicatos por industria
han perdido, o están perdiendo, las bases materiales de su existencia: la gran
fábrica y la línea de producción. El toyotismo exige otra respuesta, otro tipo
de organización, otro movimiento obrero. El caso reciente de la General
Motors/Brasil, en ocasión de la huelga petrolera, lo pone claramente en
evidencia. Allí, el gran dirigente sindical, dirigente de miles, fue derrotado
por la red de producción organizada en pequeños grupos. Aún más: los nuevos
métodos de producción (el "involucramiento" y la flexibilización), que se
acompañan con una desocupación estructural y en aumento, diversifica y
complejiza la actividad socialista. El movimiento obrero, para tener
posibilidades de éxito, debe suplantar sus macro-dirigentes micro-alfabetizados
por micro-dirigentes macro-alfabetizados.
El tipo de organización característico de la izquierda está fuera de foco
respecto de esta realidad, en dos sentidos. En primer lugar, no está construido
según la totalidad de las orientaciones leninistas: se parece más a los partidos
comunistas posteriores a la toma del poder por los bolcheviques. En segundo
lugar, debemos estudiar si el mismo Partido leninista no está exigiendo una
crítica y actualización.


El TROTSKISMO DE POSGUERRA


La izquierda antistalinista en la Argentina: el caso del MAS


Las organizaciones socialistas y revolucionarias no stalinistas ni foquistas
responden, en nuestro país, a la tradición del trotskismo. Estos grupos y
partidos son esencialmente similares en su organización, funcionamiento y
metodología, compartiendo en ese terreno un espacio común: la reinvindicación de
la Revolución de Octubre y el modelo leninista de Partido. De ellas, he centrado
la investigación en el MAS (Movimiento al Socialismo) porque sintetiza, en la
década del '80, el éxito inicial y la crisis actual del modelo clásico de
organización y conducta de esta izquierda.
Los observadores que mantengan cierto grado de objetividad pueden constatar esa
polaridad. El MAS hegemonizó a la izquierda en ese lapso, se insertó en el
movimiento obrero y en el estudiantado y fue la corriente que más creció entre
las que reivindican esa tradición; al mismo tiempo, hacia 1992 se frustró como
alternativa y generó una diáspora que lo transformó en cinco o seis grupos o
partidos.
Las causas de este fracaso (asimilable y superable), que simboliza el de esa
tradición, no estuvieron claras para sus propios protagonistas, que se vieron
envueltos en una espiral descendente de fracturas y en una crisis de
representatividad. En mi opinión, que no es definitiva, hay que bucear hondo en
su historia para encontrarlas, al mismo tiempo que dirigir la mirada desde la
realidad actual y los procesos presentes para poder explicarla.
Mi adscripción al MAS, que ha sido ininterrumpida en los últimos 27 años, y que
continúa, ofrece posibilidades y niega otras, que seguramente dejarán su
impresión en el texto.
Tratándose de una revisión referida a un caso específico (espejo en el que
podrían reconocerse los otros componentes de la tradición trotskista) es
necesario hacer una breve alusión a su líder histórico. Nahuel Moreno
(1924-1987) fue el fundador de una corriente latinoamericana que llegó a
influenciar a otros países en el marco de la IV Internacional dirigida por la
fracción de Ernest Mandel (1923-1994), con la cual estuvo en permanente disputa.
El MAS es el último nombre de una historia que comienza como un pequeño grupo
fundado por Moreno hacia 1945, que tuvo presencia permanente y muy activa en la
Argentina y otros países desde entonces. Es por esa razón que utilizaré la
nominación de "morenista": ello permitirá, además, identificar similitudes y
diferencias con otras organizaciones del mismo tipo.


EL PARTIDO MORENISTA


a) Las determinaciones objetivas de su existencia


El Partido morenista está determinado por las condiciones políticas generales de
la segunda mitad del siglo combinadas con ese tipo de barbarie, producido por el
aislamiento periférico, que el mismo Moreno definiera para nuestro país. Hay,
entonces, dos determinaciones en su construcción: una genérica mundial, de la
que el Partido de Trabajadores por el Socialismo ha deducido, acertadamente, un
"trotskismo de Yalta" (del cual el morenismo parece haber sido el ala izquierda)
y otra particular relacionada con la ubicación en un país marginal, como la
Argentina. El "trotskismo de Yalta", a mi entender, es el trotskismo que sufrió,
sin poder superarlas totalmente, las presiones de:


1) la división del mundo en esferas de influencia y la estructuración del
"segundo mundo" stalinista,
2) la disminución del rol de la clase obrera como sujeto social en el proceso
histórico, sobre todo en las metrópolis,
3) la aparición de otros sujetos sociales revolucionarios no socialistas
("campesinado", "pueblo"),
4) la consecuente emergencia de otros sujetos políticos: partidos stalinistas,
pequeño-burgueses, el nacionalismo burgués,
5) el peso hegemónico en la izquierda mundial del stalinismo, institucional e
ideológico,
6) la existencia de un movimiento obrero (realidad socio-política distinta de
"clase obrera") que ha perdido su ala izquierda, marxista revolucionaria, y la
memoria de ella.
8) la refracción específica en nuestro país de la conciliación de clases,
extendida durante todo el período y representada por el peronismo.


Atenazados por el boom imperialista y por procesos revolucionarios sin el sujeto
social considerado como propio en el papel hegemónico, con la ideología y
aparato stalinistas reinando en el orbe y el peronismo en el país, los pequeños
núcleos trotskistas hubieron de sobrevivir a contracorriente durante 40 o 50
años. Las presiones provenientes de otras clases se manifestaron en el
trotskismo mundial, que se adaptó parcial, aunque repetidamente a ellas. La
corriente morenista, que supo mantenerse antistalinista en el terreno
programático-político, se vio afectada en el de la elaboración teórica por esas
influencias y eso llegó a manifestarse también en el programa, la política y,
consecuentemente, en la organización partidaria.


{Debo decir que, obviamente, no fue la única corriente afectada. Perry Anderson
analiza la cuestión con un horizonte más amplio, en un terreno particularmente
importante: el de la teoría marxista y sus generadores, los intelectuales,
identificando toda una época de ruptura con el marxismo clásico, que es la que
nos ocupa: "La unidad orgánica entre teoría y práctica realizada en la
generación clásica de marxistas anterior a la primera guerra mundial, quienes
desempeñaron una función política y una función intelectual inseparables dentro
de sus respectivos Partidos en Europa oriental y central, iba a romperse cada
vez más en el medio siglo que va de 1918 a 1968, en Europa occidental. La
ruptura no fue inmediata ni espontánea en el nuevo contexto generacional y
geográfico del marxismo posterior a la primera guerra mundial. Fue producida
lenta y progresivamente por grandes presiones históricas, que sólo en los años
treinta provocaron la disolución final entre teoría y práctica. Pero en la época
posterior a la segunda guerra mundial la distancia entre ellas era tan grande
que parecía prácticamente consustancial con la tradición misma" (Anderson 1979:
41). Esta tradición de ruptura, que él llama marxismo occidental, sufre en el
centro similares presiones a las que el morenismo estuvo sometido en la
periferia, particularmente en la segunda posguerra, conformando un universo
alterado caracterizado de la siguiente manera: "En los veinte años siguientes [a
1945] se produjo una situación económica y política opuesta a la del período
entreguerras. No hubo regresiones a dictaduras militares o policiales en los
principales países occidentales. La democracia parlamentaria, basada en el
sufragio totalmente universal, por primera vez en la historia del capitalismo se
hizo estable y normal en todo el mundo industrial avanzado. Tampoco se
repitieron las catastróficas crisis de los años veinte y treinta. Por el
contrario, el capitalismo mundial gozó de un prolongado auge de dinamismo sin
precedentes, la fase de expansión más rápida y próspera de su historia. Entre
tanto, los regímenes burocráticos represivos que ejercían la tutela sobre el
proletariado de la Unión Soviética y Europa oriental sufrieron sucesivas crisis
y ajustes después de la muerte de Stalin, pero ninguna modificación sustancial
de su estructura. Se abandonó el terror como arma sistemática del Estado, pero
la coerción armada siguió sometiendo las revueltas populares en esta zona. El
crecimiento económico fue rápido desde sus puntos de partida comparativamente
bajos, pero no constituyó ningún desafío político a la estabilidad del bloque
capitalista" (Anderson, 1979: 35/36). En este universo alterado, sin un
movimiento obrero revolucionario y con el peronismo enraizado en nuestra clase
obrera, habiendo sido liquidada la tradición marxista clásica por el stalinismo
y el marxismo occidental, y en el polo simétrico opuesto de éste (dedicado a
cuestiones teóricas alejadas de las necesidades políticas del movimiento
obrero), el morenismo parece haberse aferrado a la práctica militante
dogmatizando aspectos del trotskismo, revisando abusivamente otros,
adormeciendo, sobre todo en los últimos diez o quince años, la rigurosidad
crítica del marxismo.}
En el terreno de la teoría revolucionaria, se cometieron graves errores. Uno fue
provocado por la desatención con que fueron seguidos los procesos económicos
mundiales que desembocarían en la "globalización". El otro, haber detenido el
estudio de la URSS y congelado ese proceso que Trotski consideraba inconcluso en
1940, con el concepto de "Estado Obrero" (es probable que un subproducto haya
sido caer en el embellecimiento del Estado en general). Un tercer error, quizás
más genérico y que tiñó toda su acción, es haberse adscripto insensiblemente al
objetivismo histórico.
Las presiones de la realidad objetiva, pesada, larga y abrumadoramente
extendidas a lo largo de cinco o seis décadas (toda la vida de Moreno) no
pasaron sin dejar huellas. Así es que, siendo convencidos defensores de la
necesidad del Partido marxista revolucionario, trotskista, a nivel mundial, se
llegó a teorizar su negación: las "revoluciones objetivas". Así es que, siendo
defensores concientes de la teoría de la revolución permanente, cuya atención
está puesta en el sujeto político revolucionario (Cfr. Trotski, 1973), se llegó
a afirmar que se daba objetivamente (lo cual, si no es una tautología resulta en
la minimización del rol del sujeto). Así, confundiendo las precondiciones
materiales, es decir, las condiciones necesarias, con la condición suficiente
para su realización (el sujeto político), se teorizó sobre "situaciones
revolucionarias" definidas por sus aspectos objetivos. Este ataque de
objetivismo de amplio espectro conformó, a mi juicio, un Partido a imagen y
semejanza: el Partido para la "revolución permanente objetiva", el Partido para
intervenir en las "situaciones revolucionarias objetivas", el Partido, en fin,
para las "revoluciones objetivas que expropian" (Cfr. Moreno, 1982; 1986; 1990).
En lo que es casi una contradictio in adjecto, se construía un sujeto para
procesos históricos que se definían "objetivamente", un sujeto para una historia
sin sujeto.
El "tipo de sujeto" por construir (político o individual) no es un problema
menor en este siglo XX que, sin duda, debe definirse como el siglo del sujeto.
Es el siglo hegeliano del sujeto, que comienza con la revolución más conciente
de la historia de la humanidad (Octubre), se continúa con la contrarrevolución
conciente de los '30 (fascismo, nazismo, stalinismo) y está culminando en una
crisis sin precedente por la circunstancial inexistencia, obnubilación o
atontamiento de su sujeto social superador; es el siglo del sujeto y de la
negación del sujeto. El siglo que nace de la conciencia y muere en la
inconciencia.
Esta es una cuestión teórica a la que el marxismo le dio desde sus inicios una
respuesta acertada, aunque posteriormente los marxistas debatieran ampliamente
sobre ella: me referiero al problema de la relación objetividad/subjetividad en
las determinacio-nes del proceso histórico.
La relación de determinación "base material/superestructura ideológica" ha sido
simplificada hasta la vulgaridad por el stalinismo, suplantando su interrelación
dialéctica por un burdo mecanicismo economicista que los vincula con la escuela
escocesa (Fontana, 1982). Marx inducía a una "inversión de la causalidad",
cuando en la historia se abre una "época de revolución social" producto de las
contradicciones insolubles en su base material, es decir cuando "las relaciones
de propiedad...de formas de desarrollo de las fuerzas productivas...se
convierten en trabas suyas". Momento en el que "los hombres adquieren conciencia
de este conflicto y luchan por resolverlo" (Marx 1957 a: 240) . Aquí es cuando
la conciencia puede (y debe) imponerse al ser social.
Los pensadores marxistas han dedicado gran parte de su tiempo a discutir si las
fuerzas productivas determinan las relaciones de producción o si ocurre lo
contrario. Perry Anderson resuelve la cuestión precisando que en realidad es la
tensión, la contradicción, la unidad y lucha de esos contrarios y sus recíprocas
determinaciones lo que está en la base del proceso histórico, aunque agrega que
la determinación se vuelca del lado de las fuerzas productivas durante la
germinación y de las relaciones de producción en la resolución de las crisis
estructurales de los modos de producción (Anderson 1987: 202, n). Estamos,
entonces, en la época en que el rol determinante parte de la lucha de clases y
de sus manifestaciones superestructurales.
Desde una visión no lógica sino histórico-concreta de la evolución, parece ser
indudable, también, que los procesos históricos tienden a ser cada vez más
subjetivos o concientes. Históricamente, el diálogo hombre-naturaleza se inicia
como monólogo de la naturaleza y actualmente tiende a convertirse en monólogo
del hombre. Es decir, el sapiens-sapiens surge abrumado por ella y avanza hacia
su dominio tendencial. Los cambios de un modo de producción a otro en Occidente
lo muestran, digamos, empíricamente. El paso del modo de producción esclavista
al feudal fue un caos socio-natural sin sujeto que se extendió durante seis o
siete siglos (Dockés, 1984). Ya distante de esto, la transición del feudalismo
al capitalismo duró algo así como la mitad de tiempo y culminó en su forma
clásica con una revolución, la francesa, con un sujeto social, la burguesía, con
alto grado de conciencia de sus intereses, que llegó a constituir
prefiguraciones de partidos políticos para consumarla. Más lejos aún, la
revolución de Octubre no sólo supone un sujeto social conciente, sino, además,
un partido político largamente experimentado, sujetos individuales dedicados
profesionalmente a concretarla y una ciencia depurada, el marxismo, para prever
sus formas y encauzarla. La primera lección de Octubre de 1917 es que es el
producto histórico de la conciencia de su necesidad y de las aproximaciones
sucesivas para lograrlo de un sujeto político que nace en 1848, con el
Manifiesto Comunista. Ajena a lo espontáneo, extraña a lo empírico, opuesta a lo
objetivo, la revolución socialista se pensó, se previó, se preparó y se consumó
en el laboratorio de la lucha de clases como un magno ejercicio de la conciencia
extendido a lo largo de 70 años. Siete décadas en las que se formaron los
hombres y el Partido (los sujetos) que la supieron conseguir.


¿Eran como la izquierda que nos ocupa? Seguramente, no. Ya Engels nos había
advertido que "Marx fue un genio, los demás, a lo sumo, hombres de talento"
(Engels 1957: 702, n 1).
¿Pero, al menos, hacían como esta izquierda? Seguramente, tampoco. Marx
consolidó su primacía en el Consejo Central de la Primera Internacional en una
polémica con "el ciudadano Weston" sobre la ley de bronce del salario, en dos
conferencias que tituló "Salario, precio y ganancia" (Marx 1957 b: 269/304), no
agitando "¡hagamos como en el '48!". El obrero alemán Joseph Dietzgen rechazó
encharcarse en la vulgaridad de "bajar a tierra" los conceptos, y hubo de
elevarse a los cielos del pensamiento para convertirse en co-descubridor de la
dialéctica materialista (Engels 1957, 703). Engels dedicó los últimos años de su
existencia a escribir su inacabada "Dialéctica de la Naturaleza" (Engels ), no
volantes centralizados. Rosa Luxemburgo pudo teorizar sobre "Reforma o
Revolución" (Luxemburgo 1976) porque no andaba corriendo de conflicto en
conflicto. Trotski previó con doce años de anticipación la forma y contenido de
Octubre porque supo elegir una oportunidad de intervención, negándose a
"aprovechar las oportunidades" (Trotski, 1971). Lenin, el constructor, al que
nadie osaría tachar de contemplativo, escribió "El Estado y la Revolución"
(Lenin, 1974 a) entre Kornilov y la insurrección, en el mes previo a la toma del
poder, porque no se dedicaba a administrar la actividad militante de una base
analfabeta.


b) Actividad y Partido
El Partido es lo que su actividad determina. En el mismo sentido materialista,
dialéctico, del "Prólogo..", en el que Marx afirma que el ser social determina
la conciencia (Marx 1957 a: 240), "el ser social" del Partido (el contenido de
su actividad) "hace" su institucionalidad, es decir, su estructura orgánica, su
funcionamiento, sus métodos de decisión, su vida cotidiana. Lenin, el inventor,
lo dice con claridad meridiana:


"Para la 'lucha económica contra los patronos y el gobierno' no hace falta una
organización centralizada destinada a toda Rusia (que, por ello mismo, no puede
formarse en el curso de semejante lucha), que reúne en un solo impulso común
todas las manifestaciones de oposición política, de protesta y de indignación,
una organización integrada por revolucionarios profesionales y dirigida por
verdaderos jefes políticos de todo el pueblo. Y se comprende que así sea. Como
es natural e inevitable, el tipo de estructura de una institución está
determinado por el contenido de su actividad" (Lenin, 1974 b: 480/481).


La actividad del Partido, es decir, la totalidad de acciones con las que intenta
modificar la realidad, la interrelación sujeto político-sujeto social, tiene
distinto contenido según su programa y según su fidelidad al programa. En ese
sentido, el Partido es el programa.
Ocurre con la izquierda morenista que, debiendo ser el Partido de una única
lucha (Octubre) formó como militantes (sujetos individuales) y se conformó
institucionalmente (sujeto político) como "el Partido de las luchas". Lenin no
parece haber escrito:


"Los motines eran meros levantamientos de los oprimidos, en tanto que las
huelgas sistemáticas representaban ya embriones de lucha de clases, pero nada
más que embriones. En sí, esas huelgas eran lucha sindicalista, no todavía lucha
socialdemócrata" (ídem: 416).


"Este obrero dirá a sus consejeros de R. Misl y R. Dielo: en vano se afanan,
señores, en entrometerse con tanto celo en asuntos que nosotros mismos
resolvemos, mientras dejan de cumplir sus verdaderas obligaciones. No es muy
inteligente decir que la tarea de los socialdemócratas consiste en imprimir a la
propia lucha económica un carácter político; esto no es más que el comienzo y no
es la tarea principal de los socialdemócratas" (ídem: 456).


"Lucha sindicalista, no todavía socialdemócrata"; "No es la tarea principal de
los socialdemócratas". No pretendo con las citas inducir a no participar de las
luchas actuales. Lenin, en este texto polemiza con los "economistas" sobre la
necesidad de desarrollar la más amplia lucha política. Lenin, Luxemburgo,
Trotski, consideraban, eso sí, que no era la tarea principal participar en las
luchas económicas (sindicales), porque estas se daban espontáneamente. Lo
central era la preparación del Partido y de las masas para la lucha por el
poder. Y eso exigía, como cuestión de primer orden, que:


"Sobre todo los jefes deberían instruirse cada vez más en todos los problemas
teóricos....y tener siempre presente que el socialismo, desde que se ha
convertido en ciencia, exige que se lo trate como tal, es decir, que se lo
estudie" (Engels 1971: 20).
porque:
"Sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario. Nunca se
insistirá lo bastante sobre esta idea, en una época en que la prédica del
oportunismo en boga se conjuga con el apasionamiento por las formas más
estrechas de la actividad práctica" (Lenin 1974 b: 411).
En términos generales, mi balance histórico del morenismo es que no actuó en el
pasado ni actúa en el presente de la manera indicada por Lenin. No haberlo hecho
así, privilegiando el estudio de la realidad ("la crítica radical de lo
existente") e incorporando ese estudio a la vida cotidiana, es una de las
causas, no solo de los errores, sino del tipo de Partido, con sus deformaciones
centralistas y administrativas, caracterizado por "el apasionamiento por las
formas más estrechas de la actividad práctica", y con un alto componente de su
tiempo dedicado a esas otras formas aún más estrechas que son las actividades
administrativas internas. El contenido de la actividad ha sido correr tras las
luchas (lo cual "no es la tarea principal de los socialdemócratas") para
colaborar con los procesos objetivos que desembocarían en "febreros que
expropian", conformando un Partido orientado al tacticismo cuya tarea central
era y es hacer "volantes centralizados" para "aprovechar las oportunidades", con
una estructura centralista administrativa cuya función es "hacer militar" a una
base analfabeta, inducida a "bajar a tierra" (es decir, a vulgarizar, deformar,
empobrecer ) las "Tesis sobre Feuerbach".


Los marxistas clásicos no eran como la izquierda, porque no hacían como ella. El
contenido de su actividad los moldeaba como revolucionarios completos porque
hablaban desde el programa y actuaban para la estrategia. Educados por el
Manifiesto Comunista, sabían combinar la acción del momento con la preparación
del futuro:


"Prácticamente, los comunistas, son pues, el sector más resuelto de los Partidos
obreros de todos los países, el sector que siempre impulsa adelante a los demás;
teóricamente, tienen sobre el resto del proletariado la ventaja de su clara
visión de las condiciones, de la marcha y de los resultados generales del
movimiento proletario" (Marx 1957 d: 22).


La izquierda es como es porque el contenido de su actividad moldea a sus
militantes como revolucionarios incompletos. Habla desde la táctica y actúa para
el momento. En su cotidianeidad orgánica e individual pretende ser "el sector
más resuelto ... que ...impulsa adelante a los demás" olvidándose de trabajar
permanentemente para conseguir y difundir esa "clara visión" que debería
diferenciarla de los demás, y que es lo que la lucha de clases exige de ella.


El hecho de que algún sector de la izquierda orgánica se encuentre
reflexio-nando sobre esta y otras cuestiones, que tenga esa disposición
conciente, es auspicioso y correcto, pero no basta.El tipo de Partido que
pervive, con su estructura condicionada por el contenido tacticista de la
actividad pasada (¿pasada?), es reticente al cambio.


Engels le escribió a Bloch:


"Somos nosotros mismos quienes hacemos nuestra historia, pero la hacemos, en
primer lugar, con arreglo a premisas y condiciones muy concretas. Entre ellas,
son las económicas las que deciden en última instancia. Pero también desempeñan
su papel, aunque no sea decisivo, las condiciones políticas, y hasta la
tradición, que merodea como un duende en las cabezas de los hombres" (Engels
1957 b: 772).
El MAS podría decir: "Nosotros mismos hemos hecho nuestra historia y nuestros
partidos, con arreglo a premisas y condiciones muy concretas, que son aquellas
que determinaron al trotskismo de Yalta. Nos encontramos en el momento en el
que, orientados hacia el cambio, chocamos con nuestros hábitos y una estructura
orgánica fabricada en el pasado, que lo dificulta, y habremos de lidiar hasta
con la tradición, que merodea como un duende en las cabezas de nuestros
militantes".
En mi opinión, debe cambiarse radicalmente el contenido de la actividad; lo he
planteado, no habiendo encontrado mejor expresión, señalando hay que
acostumbrarse a hablar y actuar desde el programa. Engels lo dice mejor:


"Por primera vez desde que existe el movimiento obrero, la lucha se desarrolla
en forma metódica en sus tres direcciones concertadas y relacionadas entre sí:
teórica, política y económico-práctica (resistencia a los capitalistas). En este
ataque concéntrico, por decirlo así, reside precisamente la fuerza e
invencibilidad del movimiento alemán" (Engels 1971: 20).


De las "tres direcciones concertadas", la "económico-práctica (resistencia a los
capitalistas)" es una actividad secundaria, "no es la tarea principal de los
socialdemócratas", al decir de Lenin. Sin embargo, ha sido la tarea principal y
casi única durante décadas; ha sido el contenido característico de la actividad,
y así se ha formado individual y colectivamente, como sujetos y como sujeto
político: hombres y Partido de la táctica y para la táctica.


Cambiar el contenido de la actividad significa, también, redistribuir el tiempo
físico de manera distinta para lograr una nueva combinación de "las tres
direcciones concertadas y relacionadas entre sí: teórica, política y
económico-práctica", de Engels, cuya opinión se precisa citándolo un poco más
ampliamente:


"Para ello deberán redoblar sus esfuerzos en todos los aspectos de la lucha y de
la agitación. Sobre todo los jefes deberían instruirse cada vez más en todos los
problemas teóricos....y tener siempre presente que el socialismo, desde que se
ha convertido en ciencia, exige que se lo trate como tal, es decir, que se lo
estudie. La conciencia así lograda y cada vez más lúcida debe ser difundida
entre las masas obreras con celo cada vez mayor, y se debe cimentar cada vez más
fuertemente la organización del Partido, así como la de los sindicatos"


¿Cuánto celo se pone para que la conciencia así lograda sea cada vez más lúcida
y cuánto para que sea difundida entre las masas obreras, en el momento histórico
en el que la pérdida de la memoria exige perentoriamente un ciclópeo esfuerzo
para la refundación de un movimiento obrero marxista revolucionario?
La conciencia así lograda requiere, para lograrla, un permanente esfuerzo
teórico. Además, y particularmente, no es para consumo interno sino para ser
difundida entre las masas obreras, lo cual indica el contenido de la actividad
cotidiana, e ilumina sobre el significado de la apelación de Engels a redoblar
los esfuerzos en todos los aspectos de la lucha y la agitación. Por si fuera
necesario, Lenin aclara la dialéctica entre conciencia del Partido y conciencia
de las masas, mediatizada por la actividad militante:
"Ya que no puede hablarse de una ideología independiente, elaborada por las
propias masas obreras en el curso de su movimiento, el problema se plantea sólo
así: ideología burguesa o ideología socialista", agregando a pie de página:


"Esto no significa, naturalmente, que los obreros no participan en esa
elaboración. Pero no intervienen como obreros, sino como teóricos del
socialismo, como los Proudhon y los Weitling; en otros términos, sólo participan
en el momento y en la medida en que logran, en mayor o menor grado, dominar la
ciencia de su siglo y desarrollarla. Pero para que los obreros lo logren con
mayor frecuencia, es necesario ocuparse lo más posible de elevar su nivel en
general; que los obreros no se encierren en el marco artificialmente restringido
de la 'literatura para obreros', sino que aprendan a asimilar cada vez más la
literatura general. Sería más justo decir, en vez de 'no se encierren', no sean
encerrados, pues los obreros leen y quieren leer todo lo que se escribe también
para los intelectuales, y sólo ciertos intelectuales (de ínfima categoría) creen
que 'para los obreros' basta con describir el sistema que rige en las fábricas y
repetirles lo que ya se conoce desde hace mucho tiempo" (Lenin 1974 b: 425;
subrayado mío).


{De paso, perfecta definición de las condiciones necesarias para la democracia
partidaria y para la única posibilidad de una elaboración colectiva que no sea
demagogia pura: los obreros "sólo participan en el momento y en la medida en que
logran, en mayor o menor grado, dominar la ciencia de su siglo"}


Para que los obreros logren con mayor frecuencia alcanzar la conciencia así
lograda por el Partido, es imprescindible evitar como la peste el marco
artificialmente restringido de la 'literatura para obreros', en donde se repite
lo que ya se conoce desde hace mucho tiempo; por el contrario, debe intentarse
que la clase obrera aprenda a asimilar cada vez más la literatura general, esa
que sólo ciertos intelectuales (de ínfima categoría) creen inaccesible para los
obreros (y se ven impulsados a hacérsela accesible...¡"bajándola a tierra"!).
¿Cuántos obreros, teóricos del socialismo, como los Proudhon y los Weitling, ha
conseguido la izquierda argentina en las últimas cinco décadas? ¿Por qué? De
manera más general ¿cuántos militantes, de cualquier extracción de clase, ha
formado que hayan alcanzado ese nivel? ¿Por qué?


Lenin contesta:


"Cuando se habla de la escasa preparación que posee la mayor parte de los
actuales dirigentes del movimiento obrero, no se puede dejar de mencionar
también la capacitación en este aspecto, pues está igualmente ligada a la
concepción "economista" del 'estrecho contacto orgánico con la lucha proletaria'
" (ídem: 465; subrayado mío).
"Por eso -dice Lenin- nuestra tarea, la tarea de la socialdemocracia,
consiste...en apartar al movimiento obrero de esta tendencia espontánea del
sindicalismo a cobijarse bajo el ala de la burguesía, y atraerlo hacia la
socialdemocracia revolucionaria" (ídem: 426).


Lo que ataca Lenin es lo mismo que debe atacar la izquierda: el contenido de una
actividad orientada hacia las formas más estrechas de la actividad práctica. Y
lo explica con precisión:


"Tomemos como ejemplo el tipo de círculo socialdemócrata más difundido en estos
últimos años, y examinemos su actividad. 'Está en contacto con los obreros' y se
conforma con ello. Edita volantes que denuncian los abusos cometidos en las
fábricas, la parcialidad del gobierno hacia los capitalistas, así como las
violencias de la policía. En las reuniones con los obreros, la conversación, por
lo común, no va más allá de esos mismos temas. Son poco frecuentes las
conferencias y charlas sobre la historia del movimiento revolucionario, la
política interna y exterior de nuestro gobierno, la evolución económica de Rusia
y de Europa, la situación de las distintas clases en la sociedad actual, etc., y
nadie piensa en entablar y cultivar relaciones sistemáticas con las otras clases
de la sociedad. En el fondo, para los miembros de ese círculo el ideal del
militante se parece, en la mayoría de los casos, mucho más a un secretario de
sindicato que a un dirigente político socialista. Pues el secretario de
cualquier tradeunión inglesa, por ejemplo, ayuda siempre a los obreros a
desplegar la lucha económica, organiza la denuncia de los abusos cometidos en
las fábricas, explica la injusticia de las leyes y reglamentos que restringen la
libertad de huelga y el derecho de ubicar piquetes cerca de las fábricas (para
anunciar que se ha declarado una huelga), explica la parcialidad de los
tribunales arbitrales integrados por miembros de las clases burguesas de la
población, etc., etc. En una palabra, cualquier secretario de sindicato apoya
'la lucha económica contra los patronos y el gobierno', y colabora en ella. Y
nunca se insistirá bastante en que esto no es aún socialdemocracia, que el ideal
del socialdemócrata no debe ser el secretario sindical sino el tribuno popular,
capaz de reaccionar contra cualquier manifestación de arbitrariedad y de
opresión, dondequiera que se produzca y cualquiera sea la capa o clase social a
la que afecte; capaz de generalizar todos estos hechos y ofrecer un cuadro único
de la brutalidad policial y de la explotación capitalista; capaz de aprovechar
el menor detalle para exponer ante todos sus convicciones socialistas y sus
reivindicaciones democráticas, para explicar a todos la importancia histórica
mundial de la lucha emancipadora del proletariado" (ídem: 463/64; subrayado
mío).


El sayo a quien le quepa. Y le cabe a todos los componentes de la tradición
morenista y trotskista, a todos sus militantes, que han sido formados en un
ideal que se acerca más al secretario sindical que al tribuno popular de Lenin.
Así y todo, este es uno de los dos problemas que planteo. El segundo es que, en
ciertos aspectos, el Partido leninista ha envejecido y necesita una
actualización.


EL PARTIDO LENINISTA


He argumentado una interpretación según la cual el Partido morenista no está a
tono con el que inventó Lenin. Ahora voy a proponer otra afirmación, aunque esta
hay que estudiarla más: el Partido leninista no está a tono con el fin de siglo.



En principio la cuestión así planteada no debería asustar ni sorprender. No
dejamos de ser morenistas por cuestionar a Moreno, ni leninistas por criticar a
Lenin. En rigor, no seríamos morenistas ni leninistas si, exigiéndolo la
realidad,dejáramos de hacerlo. El marxismo continúa vigente porque penetró la
sustancia del capitalismo, y el capitalismo pervive. Pero hubo un joven
capitalismo, con el que lidió Marx, un capitalismo maduro, contra el que peleó
Lenin, y un capitalismo viejo, que es el que enfrenta la izquierda actual. Lenin
actualizó, recombinó, las herramientas con las que luchó Marx. Inventó el
Partido bolchevique porque se lo exigía una realidad que Marx no había vivido.
La izquierda, ahora, enfrenta una realidad distinta a la de Lenin. Debemos
precisar, entonces, qué queda vivo y qué hay que cambiar del Partido leninista.


Con el Partido leninista hay dos problemas: su especificidad rusa
(universalizada, con críticas de Lenin, por la Tercera Internacional) y el
momento del siglo en el que surgió.


a) El primer aspecto del Partido leninista es su especificidad rusa. Lenin lo
indica varias veces en el ¿Qué hacer?


"La organización de los obreros debe ser ante todo sindical; segundo, debe ser
lo más amplia posible; tercero, debe ser lo menos clandestina posible (aquí y en
lo que sigue me refiero, claro está, sólo a la Rusia autocrática). Por el
contrario, la organización de los revolucionarios debe incluir ante todo y sobre
todo a personas cuya profesión sea la actividad revolucionaria" (Lenin 1974 b:
492; subrayado nuestro).


"Pues bien, yo afirmo:.... 4) que en el país de la autocracia, cuanto más
restrinjamos el contingente de los miembros de una organización de este tipo,
hasta incluir en ella sólo a los afiliados que se ocupen profesionalmente de
actividades revolucionarias, y que posean ya una preparación profesional en el
arte de luchar contra la policía política, más difícil será 'capturar' a esa
organización...." (ídem: 503/4).


"¡Pero traten de encajar este cuadro en el marco de nuestra autocracia!....
Reflexionen aunque sea un momento acerca del verdadero sentido de las sonoras
palabras de Rab. Dielo, y verán que un 'amplio espíritu democrático' para una
organización de Partido que actúa en las tinieblas de la autocracia, cuando son
los gendarmes quienes seleccionan, no es más que un juego vano y perjudicial"
(ídem: 517/18).


"El único principio de organización serio a que han de atenerse los militantes
de nuestro movimiento debe ser el siguiente: la más severa discreción
conspirativa, la más rigurosa selección de los afiliados y la preparación de
revolucionarios profesionales. Si se cuenta con estas cualidades, está asegurado
algo mucho más importante que el 'democratismo', a saber: la plena y fraternal
confianza mutua entre revolucionarios. Es indiscutible que necesitamos esa
confianza, porque no se puede hablar entre nosotros, en Rusia, de sustituirla
por un control democrático general" (ídem: 519).


Para Lenin, en 1902, el modelo de Partido era el Socialdemócrata alemán, y
consideraba una necesidad, no una virtud, la serie de restricciones que el
estado policial ruso imponía a la organización y a la actividad revolucionarias.



"Por su forma, una organización revolucionaria de esa fuerza en un país
autocrático puede llamarse también organización 'de conjurados', porque la
palabra francesa conspiration equivale en ruso a Zagovor ("conspiración") y el
carácter conspirativo es imprescindible en el máximo grado para semejante
organización. Hasta tal punto es condición imprescindible, que todas las demás
(número de miembros, su selección, funciones etc.), tienen que adaptarse a ella"
(ídem: 515).


Entre las condiciones para las que la clandestinidad exigía subordinación, está
la elegibilidad de los cargos y la difusión, "una publicidad completa...que no
se limite a los miembros de la organización" (ídem: 516).
La historia demostró después, particularmente con la derrota de la revolución
alemana, que las características centrales del Partido leninista (su estructura
conspirativa, apta para combinar el trabajo legal con el ilegal) eran genéricas
para cualquier partido revolucionario en la época del imperialismo, para
cualquier país del mundo. Pero, ¿por qué insistía Lenin, en 1902, en su
especificidad rusa? Se puede responder: "porque Lenin no había sacado aún todas
las conclusiones de la socialdemocracia europea y de sus partidos". Seguramente,
algo de razón hay en esta aproximación. Pero, entonces, ¿por qué Lenin insiste
en la especificidad rusa, no en 1902, sino en 1922?


Veamos qué dice Lenin al respecto, en lo que fue su última intervención pública
en la III Internacional. El fragmento que, largamente, reproducimos, es parte
del discurso inaugural del IV Congreso de la III Internacional (noviembre de
1922). Es particularmente importante tener en cuenta lo que dice, porque su
discurso se refería a la compleja situación abierta en Rusia con la NEP, y tuvo,
a pesar de ello, que encontrar tiempo y lugar para referirse a otro tema, que lo
preocupaba particularmente: el modelo de Partido propuesto por el III Congreso
(1921). Tanto le preocupaba, que dedicó toda la última parte de su intervención
a la cuestión del Partido. Esto, que estaba fuera del temario, le insumió el 15%
del discurso ( 77 líneas sobre 507).


"En 1921 aprobamos en el III Congreso una resolución sobre la estructura
orgánica de los Partidos comunistas y los métodos y el contenido de su labor. La
resolución es magnífica, pero es rusa casi hasta la médula; es decir, se basa en
las condiciones rusas. Este es su aspecto bueno, pero también su punto flaco.
Flaco porque estoy convencido de que casi ningún extranjero podrá leerla; yo la
he releído antes de hacer esta afirmación. Primero, es demasiado larga, consta
de cincuenta o más puntos. Por regla general, los extranjeros no pueden leer
cosas así. Segundo, incluso si la leen, no la comprenderán, porque es demasiado
rusa. No porque esté escrita en ruso (ha sido magníficamente traducida a todos
los idiomas), sino porque está sobresaturada de espíritu ruso. Y tercero, si, en
caso excepcional, algún extranjero la llega a entender, no la podrá cumplir.
Este es su tercer defecto. He conversado con algunos delegados extranjeros y
confío en que podré conversar detenidamente con gran número de delegados de
distintos países en el curso del Congreso, aunque no participe personalmente en
él, ya que, por desgracia, no me es posible. Tengo la impresión de que hemos
cometido un gran error con esta resolución, es decir, que nosotros mismos hemos
levantado una barrera en el camino de nuestro éxito futuro. Como ya he dicho, la
resolución está excelentemente redactada, y yo suscribo todos sus cincuenta o
más puntos. Pero no hemos comprendido cómo se debe llevar nuestra experiencia
rusa a los extranjeros. Todo lo que expone la resolución ha quedado en letra
muerta. Y si no comprendemos esto, no podremos seguir nuestro avance. Considero
que lo más importante para todos nosotros, tanto para los rusos como para los
camaradas extranjeros, es que, después de cinco años de la revolución rusa,
debemos aprender. Sólo ahora hemos obtenido la posibilidad de aprender. Ignoro
cuánto durará esta posibilidad. No sé durante cuánto tiempo nos concederán las
potencias capitalistas la posibilidad de aprender tranquilamente. Pero debemos
aprovechar cada minuto libre de las ocupaciones militares, de la guerra, para
aprender, comenzando, además, por el principio.
El Partido en su totalidad y todos los sectores de la población de Rusia lo
demuestran con su afán de saber. Esta afición al estudio prueba que nuestra
tarea más importante es estudiar y estudiar. Pero también los camaradas
extranjeros deben aprender, no en el mismo sentido en que lo hacemos nosotros:
leer, escribir y comprender lo leído, que es lo que todavía precisamos. Se
discute si esto corresponde a la cultura proletaria o a la cultura burguesa.
Dejo pendiente la cuestión. Pero de lo que no cabe ninguna duda es de que
nosotros necesitamos, ante todo, aprender a leer, a escribir y a comprender lo
que leemos. Los extranjeros no lo necesitan. Les hace falta ya algo más elevado:
esto implica, primero, que comprendan también lo que hemos escrito acerca de la
estructura orgánica de los Partidos comunistas y que los camaradas extranjeros
firmaron sin leerlo y sin comprenderlo. Esta debe ser su primera tarea. Es
preciso llevar a la práctica esta resolución. Pero no puede hacerse de la noche
a la mañana, eso sería completamente imposible. La resolución es demasiado rusa:
refleja la experiencia rusa. Por eso los extranjeros no la comprenden en
absoluto y no pueden conformarse con colocarla en un rincón como un icono y
rezar ante ella. Así no se conseguirá nada. Lo que necesitan es asimilar parte
de la experiencia rusa. No sé cómo lo harán. Puede que los fascistas de Italia,
por ejemplo, nos presten un buen servicio, explicando a los italianos que no son
todavía bastante cultos y que su país no está garantizado aún contra las
centurias negras. Quizá esto sea muy útil. Nosotros, los rusos, debemos buscar
también la forma de explicar a los extranjeros las bases de esta resolución,
pues de otro modo, se verán imposibilitados por completo para cumplirla. Estoy
convencido de que, en este sentido, debemos decir no sólo a los camaradas rusos,
sino también a los extranjeros, que lo más importante del período en que estamos
entrando es estudiar. Nosotros estudiamos en sentido general. En cambio, los
estudios de ellos deben tener un carácter especial para que lleguen a comprender
realmente la organización, la estructura, el método y el contenido de la labor
revolucionaria. Si se logra esto, las perspectivas de la revolución mundial,
estoy convencido de ello, serán no solamente buenas, sino incluso magníficas"
(Lenin 1987 : 308-310; subrayado y negritas míos).


En el tercer renglón ataca la cuestión: La resolución es magnífica, pero es rusa
casi hasta la médula,...se basa en las condiciones rusas. Lenin está francamente
preocupado. En el octavo renglón insiste: es demasiado rusa, y en el noveno:
está sobresaturada de espíritu ruso. Explica: no hemos comprendido cómo se debe
llevar nuestra experiencia rusa a los extranjeros, En el trigesimoséptimo
renglón, dictamina: La resolución es demasiado rusa: refleja la experiencia
rusa.


Lenin no explica mucho más. En un sentido es críptico, pero a la vez definitivo.
Parece hablar de dos cuestiones:


1) es demasiado rusa.
Aquí parece referirse a la excesiva precisión en las indicaciones, que considera
innecesaria y equivocada. Ocurre que los redactores se han esmerado y han
escrito, al estilo de un funcionario zarista, una resolución titulada Tesis
sobre la estructura, los métodos y la acción de los Partidos Comunistas,
dividida en 8 secciones con 58 artículos (Cfr. Los cuatro primeros congresos de
la IC s/f: 71/108). Por eso afirma: es demasiado larga...los extranjeros no
pueden leer cosas así.....si la leen, no la comprenderán....si...algún
extranjero la llega a entender, no la podrá cumplir. Por lo cual concluye,
descorazonado: Todo lo que expone la resolución ha quedado en letra muerta,
porque enchaleca a los partidos no rusos, a mi juicio, a los occidentales.


2) se basa en las condiciones rusas.


Aquí, seguramente, se refiere a las condiciones de extrema clandestinidad, a la
particular combinación de trabajo clandestino y legal que les impuso el estado
policial zarista, distintas de la de Occidente, con otro tipo de Estado y de
régimen. Así parece sugerirlo la referencia a Italia, donde indica la necesidad
de que adopten una estructura conspirativa frente al naciente fascismo. En
general, propone que no se tome al pie de la letra toda la resolución, porque lo
que necesitan los otros partidos de la Internacional es asimilar parte de la
experiencia rusa, para comprender las bases de esta resolución.


b) El momento del siglo en el que surgió el Partido leninista tiene un doble
condicionamiento: el despliegue mundial de la fase superior del capitalismo, con
sus propias formas de explotación y la atrasada economía rusa, que aun no las
había implantado. Esto significaría que Lenin inventó un instrumento para Rusia
sobredeterminado por la realidad económico-social mundial. La realidad rusa tiñe
en un primer aspecto su obra: el combate de Lenin se centra en la necesidad de
romper con los métodos artesanales de trabajo político, en la etapa en que la
industria rusa, sin alcanzar las formas más avanzadas de las metrópolis, ya
había superado el artesanado y la manufactura. Esto es importante, porque el
instrumento es, en un primer análisis, apto para operar sobre una realidad
social particular, basada en formas específicas de organización del trabajo y la
producción y con una superestructura distintiva. El Partido leninista sería,
entonces, parecido a la industria rusa: pirámide de especialistas en su vértice
superior y multitud de ejecutores en su base, apto para operar sobre la
autocracia. Con esto tiene que ver el concepto distintivo que Lenin utiliza como
axiomático: el "militante práctico", diferente de los "jefes". Jefes
especializados que dirigen una amplia base (una gran manufactura) que ejecuta
tareas básicamente similares porque es homogénea la estructura social sobre la
que operan y policial el tipo de Estado que enfrentan.


{Volviendo a las diferencias con la izquierda: aquellos "jefes" eran jefes,
aquellos "prácticos" eran efectivos y autónomos. Unos elaboraban y orientaban;
los otros actuaban sin necesitar reuniones semanales ni volantes centralizados.
"La hora crítica entre la masa que ataca y los soldados que le salen al paso
tiene su minuto crítico: es cuando la masa gris no se ha dispersado aún, se
mantiene firme y el oficial, jugándose su última carta, da la orden de
fuego....Los fusiles se mueven, la multitud avanza. El oficial encañona con su
revólver al soldado más sospechoso. Ha sonado el segundo decisivo del minuto
decisivo. El soldado más valeroso, en quien tienen fijas sus miradas todos los
demás, cae exánime; un suboficial dispara sobre la multitud con el fusil
arrebatado al soldado muerto, se cierra la barrera de las tropas; los fusiles se
disparan solos, barriendo la multitud hacia los callejones y los patios de las
casas. Pero ¡cuántas veces, desde 1905, las cosas pasaban de otro modo! En el
instante crítico, cuando el oficial se dispone a apretar el gatillo, surge el
disparo hecho desde la multitud, que tiene sus Kajurovs y sus Chugurins, y esto
basta para decidir no sólo la suerte de aquel momento, sino tal vez la de toda
la jornada y aun la de toda la insurrección" (Trotski 1982: 122). El relato de
Trotski mueve a preguntar: ¿en qué "reunión de equipo" discutieron los Kajurovs
y los Chugurins que debían disparar contra el oficial zarista?, ¿cuándo se hizo
el balance de su acción?, ¿qué "reunión de mesa" los autorizó? Estas gentes no
tenían tantos remilgos. Eran "los obreros concientes, templados y educados
principalmente por el Partido de Lenin" (Trotski 1982: 149) y pudieron actuar
así en Febrero del '17, sin las órdenes precisas de un volante central, ni la
discusión en un organismo semanal, ni la autorización expresa de su "mesa
regional", porque, "Por lo que a los bolcheviques se refiere, toda su actuación
después de 1905 se redujo en puridad a preparar la segunda revolución" (Trotski,
1982)}


Ese Partido calcado de la industria de su época ¿sirve para la industria de
nuestra época? Pareciera que sí y que no. Sirven sus formulaciones generales,
básicamente la incuestionable necesidad de una organización de revolucionarios
profesionales, sólida teórica y programáticamente; sirve también su organización
celular. Pensamos que está cuestionada su organización piramidal que, a pesar de
las evidentes diferencias con la práctica de la izquierda, que la ha
caricaturizado, tiende a formar en la base militantes uniformes que llevan
adelante tareas uniformes para actuar sobre una clase uniformada.


La realidad del capitalismo globalizado con sus métodos y organización de la
producción modificados impuestos mundialmente (aunque se manifiesten
distorsionada-mente en la periferia), quizás exija una revisión, una adecuación
a las nuevas formas. La gran fábrica piramidal está siendo suplantada por la red
productiva, donde lo importante es manejar el soft y que cada cuadrícula de la
red tenga gran autonomía, sin la cual el sistema no funciona. El instrumento
para operar sobre esta realidad debe ser adecuado a su fin: todo lo que en la
estructura partidaria tienda a uniformizar debe ser cambiado. Lenin combatió los
métodos artesanales abogando por los industriales. La izquierda debería cambiar
los métodos industriales por los actuales, que se parecen a una síntesis de los
anteriores, a una combinación de artesanado e industria, donde lo que prima es
lo diverso, lo multiforme. La formación de los militantes debería estar
orientada a la solidez teórico-programática para actuar autónomamente ante una
realidad múltiple, a la que cada vez es más difícil dar respuesta centralizada.
Tengo presente el ejemplo de la General Motors y sus ochocientas unidades de
producción. Pero también existen otras realidades análogas. Por ejemplo, la
educación en proceso de reconversión. Los maestros y profesores de la Enseñanza
General Básica y del Polimodal se encontrarán frente a la diversidad,
dependiendo sus escuelas, los presupuestos y los salarios de veinticuatro
jurisdicciones distintas y, más aún, de centenares de particularidades
municipales, a las que se las impulsa hacia la diversificación académica y
administrativa y hacia una gestión autónoma, sobre todo en el terreno
financiero. En el mismo sentido de fragmentación de la realidad social opera
otra manifestación del capitalismo actual: la desocupación (y sus subproductos)
crónica y creciente.


Se hace evidente, también, que cambian las formas de organización de la clase,
en el mismo sentido. Pareciera que el sindicato por industria tiende a
desaparecer, lo cual no es tan terrible como a primera vista parece. Lo que se
pierde en unidad por arriba se facilita en la organización molecular por abajo y
su coordinación: los grandes aparatos siempre han sido, salvo momentos de
movilización sistemática -y no siempre- inalcanzables para la izquierda
revolucionaria. Organizaciones de menor envergadura son más accesibles a una
influencia cotidiana y perdurable de la base y de la izquierda.


La especificidad rusa y el momento histórico de actuación del Partido
bolchevique reclaman una revisión de su estructura interna y de su relación con
el movimiento de masas. El mismo Lenin lo exigió, apenas la atmósfera asfixiante
del despotismo se lo hubo permitido, durante la revolución de 1905 (Cfr.Liebman
1978; Lenin 1974 c: 154/164).


DESPUÉS DE LENIN


Anderson ha puesto de manifiesto dos hechos notables, aunque poco notados. En
primer lugar, que ninguna de las victorias revolucionarias (ninguna: ni la de
Octubre ni las "objetivas") triunfaron contra Estados capitalistas avanzados con
regímenes democrático-burgueses de dominación. En segundo lugar, que es
justamente a partir de la segunda posguerra que se expande a nivel planetario la
democracia burguesa, con la extensión del sufragio universal (femenino y
juvenil), en primer lugar a los países metropolitanos, y en un segundo momento (
la década del '80) urbi et orbi.


` La izquierda ha estado enfrentando con el modelo bolchevique "purificado" por
la Tercera (el Partido post-Octubre criticado por Lenin, aquél cuyo excesivo
reglamentarismo había "levantado una barrera para nuestro éxito futuro", aquél
que los bolcheviques rusos no habían sabido explicar a los extranjeros, el que
"se basa en las condiciones rusas y refleja la experiencia rusa"), sobre todo a
partir de los '80, condiciones objetivas distintas de las rusas.


Los gramscianos afirman que fue su maestro el primero en tomar nota de las
dificultades de orden distinto que presentaba la acción política revolucionaria
en los países occidentales. Gramsci, que escribió en una situación de extrema
dureza, enfermo y censurado, en las cárceles de Mussolini, legó para el estudio
crítico posterior (la lectura de sus trabajos, es, a veces, un ejercicio de
adivinación) una serie de aportes de variado valor. En relación al tema que nos
ocupa, está su elaboración del concepto de hegemonía para la dominación de la
burguesía, que la supone basada en una relación específica de coerción y
consenso, relación cuyos términos se combinan de manera distinta bajo la
dominación democrático burguesa, en la cual, estando presente permanentemente la
coerción, primaría la búsqueda del consenso social, o político-social
(cultural). Propone la configuración de algo así como una contra-hegemonía del
proletariado para enfrentarla. La supone posible si se opta por la guerra de
trinchera frente a la guerra de maniobra. Esta última sería la acción
característica de los bolcheviques en Rusia, efectiva porque la autocracia
centraba el ejercicio de su dominación en la coerción. En Occidente, la guerra
de trinchera, o de posición, estaría a la orden del día (Gramsci 1972; Anderson
1977).


No es necesario adoptar todo el pensamiento gramsciano, con su probable
inclinación a la adaptación, para hacernos cargo de que, efectivamente, no es lo
mismo enfrentar un Estado semifeudal, o totalitario, que uno capitalista
avanzado con democracia. En mi opinión, podemos reutilizar esos conceptos para
la izquierda, particularmente a la luz de las falencias, desatinos y
frustraciones pasadas.


Trinchera y maniobra, posición y movimiento son, en rigor, una combinación
necesaria de la acción revolucionaria, no una antítesis excluyente. La actividad
del Partido las debe incluir en cada momento de la lucha en su justa proporción.
La izquierda ha realizado en el pasado una combinación no justa, inclinada hacia
la maniobra y el movimiento.


Este tipo de actividad sin trinchera, sin tomar firmemente las posiciones
ganadas, ha relacionado a la izquierda de una determinada manera con el
movimiento obrero y de masas: sólo en ocasión de lucha abierta y a través de las
tácticas; la ha relacionado como el sector que siempre impulsa adelante a los
demás. Este tipo de actividad sin trinchera la ha organizado institucionalmente
como Partido para las acciones y la ha formado individualmente como militantes
que corren detrás de las acciones. Forzosamente, esta relación epiléptica o
discontinua, tacticista y acotada con las masas, la hace vivir hacia adentro,
estrechamente ocupada en buscar y encontrar la próxima acción, en reuniones de
equipo semanales en las que se cumple el rito de "Internacional, Nacional y
Actividades", pero cuya realidad efectiva es el balance y planificación del
tercer punto. Institucionalmente, este contenido de la actividad estructura un
Partido cuya función primordial es la misma, y cuya dirección se constituye en
administradora centralizante de los corredores de acciones.


Si la izquierda pretende responder a la exigencia actual, a la refundación de un
movimiento obrero marxista y revolucionario, deberá hacer uso de la trinchera
ideológica, programática y política, para establecer otra relación con las
masas. Porque la trinchera es la interacción programática del Partido y el
movimiento obrero y de masas, y construirla y ensancharla exige otro tipo de
actividad y un Partido afín con ella, así como nuevas y múltiples formas
organizativas de inserción en el medio social. Entre otras cosas, exige
dedicarse menos a la vida interna administrativa, gris y alienante y más, mucho
más a la vida a secas, a desarrollarse como sujetos de propia valía entre la
gente y con la gente, a descollar en las actividades específicas como torneros,
estudiantes, publicistas o poetas revolucionarios. Para eso debería formar y por
eso debe cambiarse el tipo de Partido característico de la posguerra. Para
lograr un Partido de combate formado por tribunos populares que huyan como de la
peste del ideal del secretario sindical. Porque el movimiento obrero será
revolucionario o no será, y la izquierda tiene su justificación histórica en la
colaboración para la realización de esa tarea.


POR UNA ESTÉTICA DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO


En ocasión del quincuagésimo segundo aniversario del asesinato de Trotski,
posiblemente a un amplio sector de los asistentes al Casal de Catalunya los haya
sorprendido lo que escucharon de boca de un dirigente del MAS. Ante una sala
colmada, Andrés Romero se atrevió a decir que la Revolución Permanente, además
de una teoría y un programa, además de una moral, además de lo evidente, era,
constituía, proponía o se manifestaba como una estética de la revolución. Fue
una agradable sorpresa.


Desde fines de la década del '60, la izquierda se pregunta sobre el rechazo del
que son objeto los partidos políticos. El Mayo francés impuls

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Sigue...sigue
Por poseída de nuevo - Thursday, Jan. 27, 2005 at 11:46 AM

El Mayo francés impulsó, junto al repudio
estomacal al Partido Comunista, la discusión al terreno teórico. El marxismo
occidental, aún el que se cobijaba dentro de las fronteras ideológicas impuestas
por los partidos stalinistas, intentó respuestas diversas. En esos debates
resurgió el concepto de unidad y lucha de dos realidades coexistentes y
simbióticas, el Partido-programa y el Partido-máquina; y en esos debates se
concluía que el segundo, necesario, debía estar subordinado al primero. La gente
no se sintió atraída por la argucia: el caso es que el programa de los partidos
comunistas no perdía las picaduras de viruela: seguía siendo feo, porque
continuaba amarrado a las perentoriedades de la nomenklatura. Las paredes de
París y Nanterre sí atrajeron las conciencias: habían resuelto bellamente, a su
manera, la dicotomía. Desde ellas se gritaba un programa: seamos realistas,
pidamos lo imposible. En esa primavera se gozó la estética de una lucha que por
ser revolucionaria, fue bella. Duró lo que un lirio, pero postuló, y también por
eso perdura, llevar la imaginación al poder.


Hace años que la izquierda enfrenta la identificación de las que la hace objeto
la gente, sobre todo la juventud, con el resto de los partidos políticos. Junto
a la ideología impuesta, yuxtapuesto, hay algo progresivo en el rechazo
posmodernista hacia los partidos, mucho más en los jóvenes que en sus teóricos.
Por supuesto que hay otras causas, pero una de ellas es que la izquierda no
atrae a la gente porque tiene partidos feos, monótonos en su discurso "bajado a
tierra", monocromos en su actividad tacticista, estereotipados, repetitivos,
uniformes. En la simbiosis que identificaban aquellos teóricos, el programa se
subordinó a la máquina.Y los militantes se parecen más a las piececillas de su
mecánica que a sujetos que seduzcan con sus ideales. La gente, entonces, tiene
sus razones para indiferenciarlos.
Illia Prigogyne sugiere que la ciencia, reflejo especular de la realidad, ha
estado estúpidamente separada por la modernidad del arte, creación del
individuo. Químico de profesión, afirma la falsedad de esa idea. Dice que el
arte y la ciencia, unidos en la realidad por una práctica similar, claman por su
reconciliación conceptual. La idea es bella, como el arte y la ciencia lo son.
En el terreno del marxismo no hay más que echar manos a la obra y concretarla.
Fundir ciencia y arte en la actividad es sencillo: basta con actuar como Marx,
Engels, Lenin, Trotski o, en otro nivel, Nahuel Moreno, exteriorizando en la
conducta cotidiana la razón que asiste a la izquierda, la creación de ciento
cincuenta años de lucha: una alternativa que es científica porque incluyó, al
negarla, a la utopía. Esto es lo que significa hablar desde el programa:
irradiar a la gente la totalidad de las ideas con multiplicidad de recursos,
para conseguir ese ataque concéntrico, en el que reside precisamente la fuerza
del marxismo.


Las corrientes a las que aludo, no solo el morenismo, han vivido encadenadas al
trotskismo de Yalta, prisioneras de las limitaciones impuestas por las
condiciones materiales de existencia propias del pasado. Es posible superarlo,
en el momento histórico en el que la vida ha herido de muerte al stalinismo y el
horizonte aparece despejado, pletórico de dificultades y peligros, pleno de
matices, colorido, agradable, intensamente bello.





Eduardo Martedí
10/11/1996

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Es mucho más simple...
Por MSV - Thursday, Jan. 27, 2005 at 11:50 AM

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Más idioteces?
Por m.t.l.p.p.e.p. - Thursday, Jan. 27, 2005 at 12:08 PM

Decir que la movilización debe ir primero que ¿qué cosa? es simplemente suponer que antes de enganchar al caballo debe desplazarse la carreta. No es así. Ciertamente no basta enganchar al caballo para que la carreta se mueva, pero carece de sentido mover primero la carreta sin usar la fuerza del caballo. Es lo más estúpido que oí nunca: en oposición a un presunto voluntarismo de la vanguardia, plantea un voluntarismo de la base. La idiotez de este tipo no parece tener límites.
Es verdad, la lucha enseña. Pero en ninguna parte Rosa Luxemburgo fue enemiga de la organización de la clase. Sí era enemiga de la forma burocrática y economicista (es decir, nada vanguardista) que la socialdemocracia daba a esa organización. Es decir que nuestro necio crítico usa las ideas de Rosa contra la socialdemocracia para sostener ideas con las que los socialdemócratas negaban la necesidad de una vnaguardia política en el movimiento reivindicativo, limitándolo a la lucha económica. Si este crítico mostrara mejor voluntad, pensaría que lo suyo es confusión, pero tanto empecinamiento y veneno señalan que se trata de confusionismo y no solamente de confusión.
No se entiende por qué debería oponerse “lucha” a “organización”, ya que sin organización es prácticamente imposible luchar en una situación tan adversa como la actual. De hecho de lo que se trata es de organizarse para la lucha, de organizar las luchas, etc. Y es más: lucha y organización crecen juntas, no una a expensas de la otra (salvo cuando se trata de la organización burocrática, pero ese es otro tema, con otros presupuestos y, en todo caso, la oposición entre las burocracias sindicales y las organizaciones clasistas, piqueteras y de izquierda.
Este individuo insiste en catalogar a la vanguardia de un modo arbitrario, pero el que así se manifiesta como un sectario es él mismo, desde que niega a quienes representan la proporción abrumadoramente mayoritaria del activismo obrero, en nombre de ...su ombligo! (con ayuda, eso sí, de menciones a Rosa Luxemburgo y León Trotksy que, si lo leyeran, desautorizarían de plano a este pequeñoburgués desorganizador y pendenciero).
La nulidad de este individuo se manifiesta en su “hay que hacer....” vacío. ¿Quién tiene que hacer? ¿A quién te dirigís, ya que no a la inmensa mayoría del activismo real? ¿Los internautas son tu idea del revolucionario?
Es igualmente ridículo decir que los militantes hacen política sólo para ellos. Si esto fuera así jamás habrían penetrado entre quienes necesitan luchar por reivindicaciones elementales, por planes, etc. Los mismos que dicen que la izquierda hace política para sí después la critican por agrupar a elementos con menor conciencia política. Con tal de tirar mierda cualquier argumento les viene bien, aunque contradiga el argumento que usaron un minuto antes. Es al contrario: la izquierda hace polìtica para las masas, pero hace su política, una política revolucionaria y que, por ende, no puede hallar inmediatamente eco en absolutamente todo trabajador (si así fuera, estaríamos en el mundo que nuestro crítico imagina que estamos). En conjunto, este individuo se debate en las contradicciones que su propia confusión y mala leche le acarrean.
También está de más lo del pensamiento único. De hecho si alguna virtud tiene un frente es que no busca imponer lo único, unilateralmente, sino lo común, a partir del debate entre las fuerzas que lo constituyen. Claro que hay un límite, y si nuestro crítico es el 10% de lo revolucionario que dice ser, debería aceptar ese límite para la unidad, que consiste en no incluir al enemigo de clase, sino en excluirlo. Para hacer política para la clase, discutimos entre expresiones de la clase y que, precisamente, por ser expresiones más o menos concientes políticamente, son su vanguardia. La propia clase segrega sus expresiones de vanguardia, éstas no son algo separado de la clase sino la manifestación paulatina de una toma de conciencia, que no puede ser en bloque, ni unívoca desde el principio.

Una última cosa: es un método completamente mierdoso pretender asustar a los que están en la discusión “sacando la ficha” de aquél a quien se pretende desacreditar. Es como decir, por ejemplo, en una asociación barrial donde hacen su trabajo el comisario y la iglesia junto con otros elementos, que tal o cual activista dice eso porque es comunista. Discutí los argumentos, en vez de tratar de amplificar los prejuicios y la propaganda que difunden el gobierno, los medios patronales, y los militantes anti-coministas.
Lo cierto es que yo no soy del PO pero por mí está todo bien con el PO, o al menos no lo confundo con el enemigo, como hace este charlatán (que así, queriéndolo o no, trabaja para el enemigo)

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.
Por Ale - Thursday, Jan. 27, 2005 at 3:21 PM

¿Porque digo que primero hay que organizar a la "vanguardia?
Es muy simple: supongamos que hicieramos al reves, y un grupo de militantes decide organizar a las bases sin organizarse previamente. CAda uno va para un lado distinto, con una consigna distinta, planteando una estrategia distntina. Nadie entiende que es lo que quieren, y encima sale un hipotetico PTT (partido troskista de los trabajadores) a decir que hay un grupo de reformistas tratando de atascar la conciencia de las masas en la reivindicacion gremial.

En cambio, si la voluntad de organizar a las bases surge del conjunto de la izquierda, se hace de una puta vez un congreso unificado de toda la izquierda clasista, se saca una estrategia, una idea en comun, se puede encarar la movilizacion de las bases con muchisima mas fuerza (numerica, organizativa, etc).
Se evitan las contradicciones internas, el desgaste de energias, los debates esteriles, etc. para dar lugar a una agitacion masiva de la clase trabajadora que ponga en peligro a toda la burocracia sindical, que perfile una lucha reivindicativa a gran escala y a la vez una perspectiva revolucionaria -obviamente, todo en su debido momento-

Ojo, esto no significa que lo que salga de ese congreso vaya a ser la "direccion" de la lucha de clases hasta el fin de la historia, es solo una iniciativa para organizar a los distitnos sectores en lucha. La "direccion" del proceso surgira de las mismas masas cuando la situacion dé un giro revolucionario, lo cual sabemos que no va a pasar dentro de poco. Si la izquierda hizo las cosas bien, entonces se va a encontrar dentro de esa direccion, en el otro caso, sera reemplazada por los nuevos sectores movilizados. (aclaro que con "direccion" no me refiero a la "conduccion" organizativa de los sindicatos o partidos, si no a la legitimacion ante las masas, es decir, la direccion ideologica de las masas).
Salud.

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cuestión metodológica
Por Leonardo Mir - Friday, Jan. 28, 2005 at 2:32 AM

Una cuestión metodológica

Compañeros, inevitablemente entre las intervenciones se entreveran algunos canallas y varios servicios que no comparten en absoluto nuestros objetivos.

Pero, para poder arribar a acuerdos, a entendernos y a alumbrar ideas superadoras es necesario que entre los camaradas pro revolucionarios tengamos un trato respetuoso.

Es preferible -creo yo- partir siempre, en principio, de la base de que el compañero que disiente con nosotros no lo hace con un espíritu maligno, sino que, o bien tiene un punto de vista al que todavía nosotros no hemos arribado o es a la inversa. En esos casos, nuestra actitud puede ser determinante para la evolución del pensamiento del compañero. Un ataque a su persona, descalificándolo, insultándolo, lo más probable es que lo haga más refractario a nuestras ideas y no lo contrario.

Con el permiso del compañero m.t.l.p.p.e.p., creo que una intervención del tipo que ha vertido recientemente es precisamente lo que debe evitarse.
En "Más idioteces?" por m.t.l.p.p.e.p. Thursday January 27, 2005 at 12:08 PM, ya desde el título pone en práctica estas cuestiones que estoy señalando. Luego continúa con "Es lo más estúpido que oí nunca", "La idiotez de este tipo no parece tener límites", " este pequeñoburgués desorganizador y pendenciero", "La nulidad de este individuo se manifiesta en", "este individuo se debate en las contradicciones que su propia confusión y mala leche..."

Por suerte el compañero termina su intervención con: "Una última cosa: es un método completamente mierdoso pretender asustar a los que están en la discusión “sacando la ficha” de aquél a quien se pretende desacreditar".

En suma, lo que de positivo tiene su artículo se desdibuja un tanto a través de la forma de expresión elegida.

Saludos a los compañeros y sigamos debatiendo.

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