El frente del Teresa Vive con la Brigada antipiquetera (“de izquierda”)
Por Maximiliano Jozami - Saturday, Jan. 29, 2005 at 12:27 AM
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Posición del Partido Obrero con respecto al Teresa Vive de Santiago del Estero - Publicada en Prensa Obrera 885

La ausencia de otras expresiones piqueteras en Santiago del Estero hasta hace muy pocos meses (vale como excepción el Mijd que, tras un eufórico comienzo, sufrió el desbande que la organización de Castells ha sufrido a nivel nacional) permitió la paradoja de que un partido antipiquetero (MST) haya puesto en pie una organización piquetera de gran importancia política en la provincia, el Teresa Vive, con unos 2.000 compañeros organizados. Este fenómeno, con todas sus contradicciones, refleja una tendencia de las masas santiagueñas y una referenciación de las mismas con el movimiento piquetero nacional, realidad sobre la cual el MST cabalga con incomodidad.

En la vereda del sol

La posición del Teresa Vive a lo largo del desarrollo de la crisis santiagueña ha sido de un gigantesco oportunismo.
Las dos fracciones del MST saludaron la llegada de la Intervención como un “triunfo popular” e ingresaron a la Multisectorial, firmando su programa centroizquierdista. Recién cuando no pudieron acomodar conjuntamente los cargos para las fallidas elecciones a Constituyentes, los dirigentes del MST comenzaron a hablar de “los nuevos rejuntes que –bajo el ala de la Intervención– se fueron agrupando en la llamada ‘Multisectorial’” ( Alternativa Nº 382). Esto, por supuesto, sin delimitarse del programa firmado, el cual, entre distintos reclamos (algunos de ellos muy limitados, otros directamente antipopulares), traía el de una “Convocatoria a una Convención Constituyente para la Reforma de la Constitución Provincial” (Programa de Medidas para un Nuevo Santiago, 1/4/04).
El MST no podía delimitarse de esto porque había mentido a sus militantes de que la Multisectorial pedía una “Asamblea Constituyente provincial libre y soberana” ( Alternativa Nº 372). Pero además, el MST no se delimitó porque el programa de la Multisectorial es su propio programa. Cuando el MST dice “Asamblea Constituyente libre y soberana”, está pensando en una reforma constitucional y no en una instancia transicional que pueda servir a la conciencia de las masas para avanzar hacia la necesidad de luchar por el gobierno obrero.
Por eso jamás denunciaron que la convocatoria de Lanusse prohibía cualquier tipo de discusión sobre la problemática social y económica. Ni en la marcha contra el fallo de la Corte Suprema que suspendía la Reforma, ni en ningún otro lado, plantearon que la convocatoria a una Asamblea Constituyente libre y soberana era incompatible con los intereses que defiende la Intervención.
Aunque se haya tratado de maquillar la agachada con fraseología izquierdizante, el MST apoyó a la Intervención en el fracasado proyecto de Reforma Constitucional: “Es necesario reformar la Constitución juarista para solucionar los problemas que aquejan al pueblo y lograr terminar de una vez por todas con esa ‘dictadura’” ( Alternativa Nº 374).
La alianza que tiene el Teresa Vive con la Intervención es flagrante: los militantes del MST 2 no se cansan de afirmar que para su realización sirvió de puente la relación personal existente entre Mario Castillo (dirigente del MST 1) y Pablo Fontdevilla (jefe de Gabinete de Lanusse), quienes comparten un pasado en el FIP. Más allá de las acusaciones, lo concreto es que la política del Teresa Vive (y con ella la del MST 2 que, a pesar de los pataleos, durante todo este proceso político ha ido a la cola del Teresa Vive) es de un completo seguidismo a la Intervención. Esto resultó en un torrente de prebendas que potenció el crecimiento del Teresa Vive (hasta antes de la llegada de la Intervención, el TV no tenía ni una quinta parte de su actual tamaño).
Para encubrir este acuerdo y mantener el supuesto carácter “piquetero” de la organización, el Teresa Vive ha venido atacando a un sector de la burguesía (el grupo Ick), olvidándose del monopolio Curi (que, hasta hace un tiempo, era el de mejores migas con la Intervención Federal).

El Teresa Vive ante el tercer llamado a elecciones

A las elecciones convocadas para el próximo 27 de febrero, se ha presentado la alianza “Izquierda Unida-Teresa Vive” (Teresa Vive, MST 2, PC, “independientes”).
Que IU sea una fuerza antipiquetera por naturaleza le ha importado poco a los dirigentes del TV, quienes se suben al tren piquetero sólo para utilizarlo en el terreno electoral.
Como de costumbre, el oportunismo del PC es menos cínico que el del MST. El PC directamente se opone a la construcción de cualquier cosa que se asemeje a una organización piquetera, sin que eso le impida morder una tajada importante de la asistencia social, usando el sello del MTL en las llamadas “Mesas de Políticas Sociales”. Los militantes que insistieron en organizar agrupaciones piqueteras, debieron hacerlo contra el PC (tal es el caso del Movimiento Popular de Bases). El PC fue parte integrante hasta el final de la Multisectorial, desde donde apoyó abiertamente a la Intervención, compartiendo cartel con la Iglesia, peronistas y otros elementos que se dedican a luchar contra los que luchan.
El MST 2, que concibe a los piqueteros como un elemento ajeno a la clase obrera, se ha convertido en Santiago en una secta sin la menor influencia política.
Los sectores “independientes” que integran o apoyan la lista IU-TV (APDH, Olga Villalba, una supuesta “abogada del Mocase”), también apoyan públicamente a la Intervención Federal (incluso algunos de ellos tienen cargos en el gobierno).

Otra vez la Revolución Democrática

Demás está decir que el oportunismo sin principios del que hace gala el Teresa Vive tiene su correspondiente caracterización política.
Los dirigentes del TV repiten con frecuencia que, con la caída de los Juárez, en Santiago “se produjo una Revolución Democrática”. Por lo tanto, el gobierno que reemplazó a los Juárez estaría llevando adelante transformaciones democráticas de alcance histórico. Esta es la expresión ideológica de su apoyo a un sector de la burguesía.
Por supuesto que hablar de la posibilidad de una revolución democrática en el actual contexto histórico santiagueño, sin enmarcarla dentro de la revolución proletaria en la Argentina, es un pasaje completo al populismo más decadente. No sorprende en este cuadro que “Castillo (haya) afirm(ado) que nunca criticó al peronismo o al radicalismo ni a sus figuras emblemáticas, como Perón, Eva Perón o Hipólito Irigoyen” ( El Liberal , 2/12/04).
Lo único que hace el Teresa Vive con su poco novedosa tesis de la “Revolución Democrática” es ocultar que todos los resortes de la organización social capitalista han sido preservados por la administración Lanusse-Kirchner: la propiedad de la tierra, del agua, del banco, de las empresas de servicios públicos...

¿A dónde va el Teresa Vive?

La lista IU-TV, en vez de ser la conclusión de un proceso de maduración política de luchadores que deciden enfrentar la crisis en el terreno electoral, en el cual por ahora se desarrolla, es una lista de apoyo al régimen y a la Intervención. Para poder conformarla, la dirección del MST ha venido realizando, filas adentro, un estricto proceso de regimentación.
En muchos aspectos, el Teresa Vive se parece al Mijd: salvando las distancias entre los personajes, Castillo mantiene un liderazgo caudillista y autoritario que exige una profunda despolitización en su organización. La discusión política en el TV, cuando se realiza, está limitada a los dirigentes. A los compañeros del TV se les prohíbe en las marchas la recepción de volantes y cualquier contacto con militantes de otras organizaciones. En la lucha por la libertad de los presos del Mocase, ante la propuesta de realizar una asamblea conjunta de todas las organizaciones presentes, ambas fracciones del MST se retiraron argumentando que “eso no es trotskista” (¡¿?!).
Estos métodos, que ahora pueden asegurarle al Teresa Vive cierto desarrollo y quizá los votos suficientes como para obtener alguna banca, terminarán provocando su colapso.
Cualquier alternativa política popular válida debe tener un carácter obrero y socialista.

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