IMPERIALISTAS YANKYS Y FASCISTA URIBE CONSPIRAN CONTRA EL PROCESO VENEZOLANO.
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El impasse de Venezuela y Colombia por
el secuestro de un líder de las FARC en Caracas |
Una nueva ofensiva
de los EEUU contra la Revolución Bolivariana |
Autor : Jorge Martín Fecha
: ( 27-Enero-2005 ) Categoria : Venezuela
|
a
disputa entre Venezuela y Colombia debido al secuestro de un líder
de las FARC en Caracas continúa y amenaza con involucrar a otros
países de América Latina. Cada vez se hace más claro que este
incidente es parte de una renovada ofensiva de Washington contra la
Revolución Bolivariana en Venezuela.
Los eventos se
remontan al 13 de Diciembre pasado cuando Rodrigo Granda, conocido
como el “Canciller de las FARC”, fue secuestrado en el centro de
Caracas, mientras era entrevistado por el periodista colombiano Omar
González. El secuestro se llevó a cabo a plena luz del día, a eso de
las 4:00 pm, cerca de la estación de metro de Bellas Artes y no muy
lejos del Hotel Milton. Granda fue colocado en la maleta de de un
vehículo rústico 4x4 y conducido así en un viaje de 14 horas a
Cúcuta, Colombia. De acuerdo al mismo Granda, algunos de los hombres
que lo apresaron se identificaron como agentes de la DISIP, mientras
que otros tenían un acento paisa colombiano. Los
secuestradores, viajando en cuatro vehículos con vidrios ahumados,
cruzaron 7 estados venezolanos y debieron haber pasado por unas 14
alcabalas policiales y militares.
El 14 de Diciembre,
las autoridades colombianas anunciaron la captura de Granda. Desde
entonces hubo versiones contradictorias sobre el suceso. Algunos
oficiales de la policía dijeron que había sido capturado el 13
cuando intentaba registrarse en un hotel en Cúcuta, mientras otros
decían que había sido capturado en la calle, pero todos coincidían
que había sido detenido el día 13 de Diciembre.
Inmediatamente después que el anuncio fue hecho, esta
versión oficial fue cuestionada. Un articulo publicado el 15 de
Diciembre en el periódico colombiano El Tiempo ya especulaba
que Granda había sido capturado en Caracas y no en Cúcuta. El día
22, el editor del periódico de izquierdas colombiano “Voz”,
Carlos Lozano, escribió un artículo en el que daba detalles muy
precisos de las circunstancias del secuestro de Granda en Caracas y
El Tiempo citaba a fuentes anónimas de “inteligencia”
confirmando los eventos.
A pesar de la creciente
evidencia, no hubo una respuesta oficial de parte del gobierno
venezolano sino hasta el 28 de Diciembre, cuando el Ministro del
Interior Jesse Chacón anunció que se había abierto una investigación
sobre este caso. Dos semanas es bastante tiempo para que el gobierno
venezolano permaneciera silente respecto a un caso tan grave como
éste, y esto llevó a intelectuales y otros simpatizantes de la
revolución venezolana a pedir públicamente al Gobierno Bolivariano
que se abriera una investigación.
Luego, en enero se
precipitaron los eventos. El día 5 de Enero, el Ministro del
Interior Jesse Chacón admitió que alguien había sido secuestrado en
Caracas el 13 de Diciembre en ése lugar y que los cuerpos policiales
estaban investigando la participación de policías venezolanos y
colombianos en esto y si la persona secuestrada era Granda. El día 9
el presidente Chávez declaró que “la policía colombiana le miente al
presidente Uribe” y que Granda había sido secuestrado en Caracas.
Parlamentarios de oposición en Colombia dijeron que el gobierno
colombiano habría pagado hasta dos millones de dólares por la
captura de Granda. Finalmente, el día 12, el Ministro de Defensa
colombiano, Jorge Uribe, admitió que le habían pagado a unos caza
recompensas “por información que había permitido” la captura de
Granda.
Al día siguiente, varios agentes de la
Guardia Nacional fueron arrestados en relación a este caso. Entre
estos se encontraban un Teniente Coronel y un Capitán, todos ellos
del GAE de la GN en el fronterizo estado Táchira. Tres miembros de
las fuerzas armadas venezolanas, un oficial de alto rango y dos de
rango menor, también fueron arrestados. Jesse Chacón declaró que
estos agentes habían llevado a cabo la operación junto a la policía
colombiana, específicamente bajo las órdenes del Capitán Francisco
Antonio Rojas Bejarano, del GAULA de la policía colombiana en
Cúcuta, que irónicamente se especializa en operaciones
anti-secuestro. Chacón agregó que los 4 agentes de la Dirección de
Policía Judicial colombiana (DIGIN), que habían sido capturados el 9
de diciembre en el estado Aragua, estaban originalmente involucrados
en la operación.
Estos agentes de la DIGIN habían
sido posteriormente soltados el 22 de diciembre y enviados
nuevamente a Colombia. En esos momentos, el diario colombiano El
Tiempo citaba “fuentes de inteligencia” diciendo que éstos
agentes habían participado en el arresto de Granda. Sin embargo, las
autoridades venezolanas aceptaron la versión de las autoridades
colombianas de que éstos estaban participando en operaciones
anti-extorsión y anti-narcóticos y los liberaron.
A
pesar del hecho que el gobierno colombiano aún niega que alguno de
sus oficiales de policía haya violado la soberanía venezolana, Jesse
Chacón explicó en detalle que habían identificado un operativo
policial colombiano que estaba en Caracas en esos días y que había
efectuado una gran cantidad de llamadas a Colombia los días 13 y 14
de diciembre. Esto implica que las autoridades colombianas no sólo
le pagaron a alguien por “información” como aducen, sino que
participaron directamente en la coordinación de toda la operación.
El pasado 14 de Enero, el presidente Chávez anunció
que la soberanía nacional venezolana había sido violada y demandó
una disculpa de parte del presidente colombiano Uribe. Más aún,
suspendió todos los acuerdos comerciales y económicos con Colombia,
incluyendo la propuesta de un oleoducto y anunció el retiro del
embajador venezolano en Bogotá. A pesar de ello, Chávez le dejó una
puerta abierta a Uribe al decir que estaba convencido que él no
estaba al tanto de los eventos.
La respuesta
colombiana, emanada el mismo día, insistía en que la Policía
Colombiana no había violado la soberanía venezolana y le echó la
culpa a Venezuela diciendo que la ONU estaba en contra de los países
que “dan cobijo a terroristas”, y que Granda había participado
abiertamente en el Congreso Bolivariano de los Pueblos en Caracas la
semana anterior a su arresto.
Esta era una clara
provocación, diseñada, una vez más, para usar el alegato de que
Venezuela apoya la guerrilla de las FARC para así aislarla
diplomáticamente y preparar nuevas provocaciones contra la
Revolución Bolivariana. De hecho, las autoridades colombianas fueron
tan torpes que la solicitud en INTERPOL de Granda no fue hecha sino
hasta el 9 de Enero, casi un mes después de su arresto.
Los EEUU, a través de su embajador en Colombia,
obviamente fueron veloces en correr para brindarle apoyo al gobierno
colombiano.
Diplomacia y políticas revolucionarias
¿Qué significan estos eventos? Primero que nada
debemos dejar claro que rechazamos rotundamente el secuestro de
activistas revolucionarios. A pesar de nuestro desacuerdo con los
métodos y estrategia de las FARC, el secuestro de Granda en Caracas
es un retroceso a los tiempos de la Operación Cóndor, en los ‘70s,
cuando los regímenes dictatoriales en América Latina colaboraban en
el secuestro de activistas de oposición en otros países.
También debemos criticar la lentitud con la que el
gobierno venezolano ha respondido a estos acontecimientos. Les tomó
dos semanas dar una declaración oficial, mientras los medios
colombianos ya citaban fuentes de inteligencia que confirmaban que
Granda había sido secuestrado en Caracas. Tomaron como cierta la
palabra de las autoridades colombianas en relación con los oficiales
de policía arrestados en Aragua el 9 de Diciembre, cuando al mismo
tiempo los medios colombianos citaban a las mismas fuentes diciendo
que éstos habían participado en la operación de secuestro de Granda.
Esto trae a colación la cuestión del papel de la
diplomacia internacional en la política revolucionaria. Es claro que
cualquier gobierno progresista o revolucionario debe proceder con
cautela, analizar en detalle el balance de las fuerzas y escoger sus
batallas con sumo cuidado. Pero el punto principal es que la
diplomacia debe estar siempre acompañada de una política
internacional revolucionaria y la primera no debe determinar la
segunda. Los compromisos pueden ser necesarios en determinado
momento, particularmente cuando la relación de fuerzas no es
favorable. Los bolcheviques en el poder en Rusia fueron forzados a
tales compromisos. Pero éstos deben ser entendidos claramente como
compromisos y explicados como tales al movimiento revolucionario. De
lo contrario el riesgo es que se desoriente al movimiento
revolucionario. Por un tiempo, ha habido en Venezuela cierto mal
sabor dentro del movimiento bolivariano debido a las tácticas
seguidas por Chávez en relación con el gobierno de Uribe.
Es importante no caer en provocaciones, pero en este
caso lo que probablemente ha sucedido es que el sector moderado,
reformista, de la dirigencia bolivariana levantó la mano y sugirió
“prudencia” hasta que todo el asunto explotó. El problema es que al
seguir semejante táctica, de permanecer callado por dos semanas, lo
único que ha logrado es crear confusión, no entre los imperialistas
y sus agentes en Bogota, sino entre aquellos que apoyamos la
Revolución Bolivariana.
No se puede alegar ignorancia
o ingenuidad, dado que no es la primera vez que sucede un incidente
de este tipo. En febrero de 2001, agentes del DAS colombiano,
capturaron al guerrillero del ELN, Ballestas. Igualmente, oficiales
de seguridad venezolanos también habían participado en el arresto,
pero poco después que las autoridades venezolanas protestaron la
presencia de oficiales colombianos en Caracas, diciendo que se
trataba de una violación de la soberanía nacional y soltaron a
Ballestas, sólo para arrestarlo poco después bajo cargos diferentes.
Luego de mucho debate, cuando las autoridades colombianas
formalmente solicitaron la extradición de Ballestas, éste fue
entregado.
Más recientemente, el 3 de Diciembre, las
oficinas regionales del PCV en el Zulia fueron allanadas por
oficiales del DAS colombiano en colaboración con oficiales de la
policía zuliana y de la GN. El PCV también denunció operaciones de
vigilancia contra participantes del Congreso Bolivariano de los
Pueblos en Maracaibo.
En los estados fronterizos
Táchira y Zulia, la actividad de los paramilitares colombianos en
connivencia con elementos dentro de los cuerpos de seguridad
venezolanos son conocidos desde hace tiempo.
Ahora ha
habido una reacción, y fuertes protestas diplomáticas se han
combinado con la masiva movilización del 23 de Enero en defensa de
la soberanía nacional venezolana, además de una campaña de
encuentros y discusiones. Al igual que en el caso de la infiltración
de más de 1000 paracos en Venezuela hace casi un año, la
provocación del gobierno colombiano debe ser respondida con
movilizaciones masivas y una campaña de educación política de las
masas en el movimiento revolucionario. Puede servir para radicalizar
más al movimiento.
Una provocación del gobierno
colombiano...
Pero debemos ser claros. Esta no es
una operación chapuceada por el gobierno colombiano. Primero que
nada es una clara y deliberada provocación y segundo, no ha sido
llevada a cabo sin la particiación de un modo u otro del gobierno
estadounidense.
Si la intención del gobierno
colombiano hubiese sido simplemente la de arrestar a Granda,
hubiesen podido seguir las vías legales. Le hubiesen podido dar al
gobierno venezolano toda la información que tenían sobre el y sus
andadas, hubiesen podido llevar el cosa con INTERPOL y tratar de
ejercer presión pública sobre el gobierno de Chávez para que lo
arrestase.
El hecho de que recurriesen a secuestrarlo
(como hicieron con el arresto del dirigente de las FARC, Simón
Trinidad, en Ecuador) muestra que ellos sienten que pueden usar
cualquier método, legal o no, y no sólo eso, quieren probárselo al
mundo. También significa que se sienten confiados en que tienen
apoyo dentro de las fuerzas armadas y los servicios de seguridad
venezolanos.
Esto tiene implicaciones muy serias para
el movimiento revolucionario en Venezuela. Hemos explicado
anteriormente que uno de los principales retos del movimiento
bolivariano es la cuestión del aparato del Estado. Si bien es cierto
que ha ocurrido una purga de los elementos reaccionarios más
prominentes dentro del ejército y los cuerpos de seguridad,
particularmente después del golpe de Abril de 2002 y del cierre
patronal de Diciembre 2002, eventos como éste muestran que aún
permanecen dentro de él muchísimos elementos en los que no podemos
confiar. La vieja verdad de que una revolución no puede simplemente
tomar el antiguo aparato del Estado y usarlo para sus propios fines
ha sido confirmada una vez más. Los oficiales de la GN y de otros
cuerpos de seguridad han sido entrenados por años para defender los
intereses de los capitalistas y eso ha moldeado toda su ideología. Y
colocar a un puñado de personas de confianza en la dirección no
puede resolver este problema. Debe haber una seria purga en todas
las secciones del aparato del Estado, no sólo en los servicios de
seguridad, sino también en el sistema judicial, los ministerios,
etc. Un nuevo y revolucionario aparato del Estado debe ser creado,
que le rinda cuenta a y esté bajo el control del movimiento
revolucionario a través de sus estructuras democráticas.
... como parte de una ofensiva norteamericana
Por otro lado, este incidente también marca un
nuevo giro en la política estadounidense hacia Venezuela. Esto fue
expuesto explícitamente en un artículo en el Washington Post
titulado “US
to speak out on Chavez policies” (EEUU debe pronunciarse sobre
las políticas de Chávez). Citando a “funcionarios del gobierno de
Bush” no identificados, el artículo dice que Washington adoptará
“una política más severa hacia este país”. Esta estará basada en
“medidas políticas y diplomáticas, en lugar de sanciones económicas
que puedan afectar la economía estadounidense”. Los EEUU quieren
presionar a otros países de América Latina para lanzar una ofensiva
diplomática contra Venezuela. “Los Estados Unidos han estado solos
en algunas de sus declaraciones defendiendo los principios de
derechos humanos y democracia, y esa no es la forma en que debería
ser”, dijo al Washington Post un “funcionario de alto rango
de la administración Bush” no identificado. El artículo continúa:
“Aunque algunos países puedan ser intimidados por la riqueza
petrolera que maneja el Sr. Chávez, ‘es importante que los líderes
del hemisferio evalúen [sus acciones] y le digan como comunidad, que
es inaceptable’, dijo el funcionario.”
Las mismas
fuentes acusaron a Chávez de “apoyar grupos radicales” de otros
países en la región, tales como las FARC, y “minar los gobiernos
democráticamente elegidos en estos países”.
Obviamente el Washington Post no recibe
informaciones de fuentes no identificadas de la Casa Blanca así por
casualidad. Esta es la administración Bush hablando y enviando una
clara advertencia. ¿Y cuando fue publicado este artículo? El 14 de
Enero, justamente el día en que Chávez anunciaba la suspensión de
acuerdos comerciales con Colombia. En los mismos días en que
aparecían furiosos artículos contra Chávez en el London Financial
Times y The Economist, atacándolo por sus últimas
acciones en materia de reforma agraria.
En una
reacción pavloviana varios gobiernos latinoamericanos, al
escuchar la voz de su maestro en el Norte, inmediatamente lanzaron
declaraciones “ofreciendo mediar en la crisis diplomática entre
Colombia y Venezuela”, en lugar de declarar lo obvio: que ha
ocurrido una inaceptable violación de la soberanía nacional. Este
fue el caso con Perú, México y Brazil. ¿Y qué fue lo que propuso
Uribe como un camino para solucionar esta crisis diplomática? Una
cumbre regional de presidentes. Todo esto sigue en ls más mínimos
detalles la estrategia delineada por un “funcionario superior de la
administración oficial” en el Washington Post.
Luego que los perritos han ladrado, le tocó el turno
del maestro para hacer escuchar su voz. En este caso se trataba de
la voz de Condoleezza Rice. En su primera audiencia ante el Comité
de Relaciones Exteriores del Senado, describió a Chávez como una
“fuerza negativa” en América Latina. “Estamos preocupados por
aquellos líderes elegidos democráticamente que gobiernan por medios
no liberales”, dijo Rice, acusando a Chávez de interferir en los
asuntos de otros países, de tomar acciones contra miembros de la
oposición y sofocar a los medios independientes. “Nosotros vamos a
tener que, como hemisferio que firmó la Carta Democrática, avocarnos
a asegurarnos que auellos que la firmaron, la respeten.”
Claramente hay una nueva ofensiva para aislar a
Venezuela. Washington está preocupada por los efectos que está
teniendo la revolución venezolana por toda América Latina. Por
ejemplo, el ALCA, el proyecto económico impuesto por los EEUU para
el continente, que supuestamente se iba a implementar a partir de
Enero 2005 está ahora en espera. En su lugar, los países de América
Latina firmaron por su cuenta en Diciembre un acuerdo de
colaboración económica. La clase dominante de América Latina es
débil y dependiente de los EEUU, pero sin embargo la idea de Chávez
de una alianza económica de América Latina cae directamente en
conflicto con los intereses de Washington.
Otra
jugada que ha preocupado enormemente a los EEUU son los tratados
entre Venezuela y China en materia de exportación petrolera (vea “US
unease at losing supply of Venezuelan oil” [EEUU preocupada en
perder el suministro de petróleo venezolano]). Ellos temen, con toda
razón, que éste es un intento de Venezuela por diversificar sus
exportaciones petroleras (actualmente un 80% va a los EEUU).
Esto lleva a probar que la idea, promovida por los
moderados dentro de la dirigencia bolivariana, de que la victoria
del referéndum del 15 de Agosto iba a desarmar al imperialismo y
prevenir nuevos ataques de parte de los EEUU es completamente falsa.
Nosotros habíamos advertido en su momento que las credenciales
democráticas no iban a reconciliar el imperialismo estadounidense
con la revolución en Venezuela. El 16 de Agosto, el día después de
la victoria en el referéndum, Alan Woods indicaba en su artículo Referéndum
Revocatorio en Venezuela: Un contundente golpe a la
Contrarrevolución lo siguiente:
“Esos dirigentes
del movimiento bolivariano que dicen que con la celebración del
referéndum se silenciaría a los enemigos de la revolución, han
demostrado ahora estar equivocados. Los enemigos internos y externos
de la revolución venezolana no pueden aceptar las elecciones, los
referéndums y las negociaciones. Sólo estarán satisfechos cuando la
revolución sea derrotada. No reconocer esto es una gran
irresponsabilidad.”
La única forma de asegurar la
victoria de la Revolución Bolivariana es resolviendo los dos
principales retos a los que se enfrenta actualmente: la cuestión del
Estado y la cuestión de la economía (que en su gran mayoría
permanece en manos de capitalistas privados, banqueros y
terratenientes).
El gobierno de Chávez ha firmado
recientemente un decreto para la nacionalización de Venepal y su
cogestión Estado - Trabajadores. Este es un paso en la dirección
correcta. Si esto se implementase en toda la economía, tendríamos
una Venezuela libre de la explotación capitalista, con democracia
obrera y socialismo. Se convertiría en un masivo polo de atracción
para los trabajadores y campesinos de toda América Latina y más
allá. Esto y no cualquier cantidad de “inteligentes” maniobras
diplomáticas son la garantía de la supervivencia de la revolución
venezolana en la arena internacional.
20 de Enero
de 2005.
Traducción de Venezuela
and Colombia clash over kidnapping of FARC leader in Caracas: A new
offensive of the US against the Bolivarian revolution
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