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CARTA ABIERTA A ANIBAL IBARRA
Por Mansilla y Vasconcelo - Tuesday, Feb. 01, 2005 at 1:59 PM

Querido Aníbal: Te esperé.... Fue en vano, pero te esperé. Compartiendo el dolor infinito de los amores arrancados por la absurda y criminal negligencia, miraba hacia todos lados con la esperanza de verte aparecer. No podías no estar.

http://www.argenpress.info/nota.asp?num=018005

Opinión
CARTA ABIERTA A ANIBAL IBARRA CON COPIA A NESTOR KIRCHNER
(Fecha publicación:24/1/2005)
Información Adicional
Tema: Situación en la Ciudad de Buenos Aires
País/es: Argentina

Querido Aníbal:

Te esperé.... Fue en vano, pero te esperé.

Compartiendo el dolor infinito de los amores arrancados por la absurda y criminal negligencia, miraba hacia todos lados con la esperanza de verte aparecer. No podías no estar.

El retumbar de los alaridos te alcanzaba allá donde te hubieras escondido.

Detrás de la conveniencia política o intentando justificar absurdamente lo injustificable.

Mucho peor que atropellar una vida es dejarla abandonada y eso es lo que vos hiciste.

Los restos de esos padres que esperaban reencontrarse con los restos de esos hijos, te esperaban.

Desolados, quebrados, talados y humillados te seguían esperando y si hubieras aparecido, te hubieran abrazado o te hubieran puteado pero tenias que estar allí.

Allí...

Haciéndote cargo del parche absurdo que intentara reparar lo irreparable.

Autorizando por decreto la utilización de un hotel próximo a la morgue para que estas familias no tuvieran que freírse por fuera, desmayándose por el calor y el dolor inextinguible, por más infinitos vasitos de agua que voluntarios azorados y heroicos acercaban tratando de aliviarlos en la interminable espera.

Autorizando por decreto la utilización de alguna cámara frigorífica que albergara los destrozados cuerpos que yacían amontonados en el piso de esa morgue siniestra, patética e irrespetuosa, en donde el proceso de descomposición avanzaba inexorablemente.

Algo olía a podrido y te juro, Aníbal, que ese olor que era intenso e insoportable no provenía de los cuerpos de los chicos.

Enviando vehículos para que tuvieran a disposición de los familiares obligados a recorrer un vía crucis de hospitales, sin medios ni recursos, en la búsqueda más desesperada que puedas imaginar.

Querido Aníbal, te recuerdo que ellos te eligieron, que ellos fueron quienes te pusieron allí.

¿Cómo no corriste a abrazarlos?

¿Cual creías que era tu obligación?

¿A dónde te dijeron que tenías que estar, para no estar donde sí tenías que estar?

En el campo de batalla el líder que sirve es el que va al frente, lado a lado con su tropa, el que se arriesga, el que le pone el pecho a la situación.

El otro, el que se queda en la retaguardia detrás de un escritorio, te garantizo Aníbal, no sirve ni como líder ni como soldado.

Quizás, nadie te avisó que esto era una emergencia nacional.

Quizás no te diste cuenta de la dimensión de la tragedia o quizás no supiste qué hacer e hiciste lo peor, no hiciste nada.

¿Cómo no trajiste en forma urgente, por avión, a todos los forenses disponibles del país? Pues los de tu ciudad, evidentemente, no daban abasto y estaban desbordados.

¿Cómo no se te ocurrió, siquiera, visitar a aquellos fantásticos héroes anónimos que a pura valentía y sin equipo, no dudaron en arrojarse al infierno, intentando rescatar a alguna de las víctimas y en algunos casos lográndolo ofreciendo a cambio nada menos que su propia vida.

¡Corre Aníbal!, corre! Algunos de ellos sobrevivieron y aún están internados esperándote.

Ojalá llegues antes de que se te muera alguno y puedas rendirle en vida el homenaje que sin ninguna duda se merecen.

¿Cómo no obligaste a todos los cementerios involucrados, a mantener las puertas abiertas, hasta lo que fuera necesario? ¿O no imaginaste la terrorífica situación de que te entreguen el cadáver de tu hijo y no tengas lugar en donde sepultarlo?

¿Cómo fue que soportando tanto dolor, estos padres fueron obligados a esperar 30 horas, a realizar tres reconocimientos y a completar múltiples y engorrosos trámites, mientras las vidas de sus hijos les fueron arrebatadas en 5 minutos?

¿Cómo fue que no designaste a nadie para que supervisara y regulara la acción de la prensa que, cumpliendo con su labor sin que nadie le impusiera un límite, avanzó sobre la privacidad de momentos que deberían haber sido sagradamente respetados?

¿Cómo fue que no se logró coordinar un centro único de información centralizada que difundiera un listado de personas fallecidas y hospitalizadas que arrojara un poco de luz frente a tanta tiniebla?

Fallaron hasta en los más mínimos detalles.

Convocaron a familiares padres y abuelos al centro comunitario municipal (CGP) de Junín al 500, en donde el único baño disponible estaba en el segundo piso y con el ascensor roto.

Aníbal, no digas nada, por favor, no intentes echarles la culpa a los bomberos ni al nene de 10 años.

Eso fue solo una parte del problema y la justicia supongo que es quien debe encargarse.

Esta gente que te votó, está quebrada.

Es en su mayoría humilde, sufrida y quizás ignorante en los términos convencionales de la cultura.

Pero son sabios en las cosas esenciales de la vida, en los códigos. Saben muy bien cuando alguien les dice la verdad.

Saben cuando alguien va de frente y entonces lo respetan. Saben cuando alguien llora con ellos... y no lo olvidan.

Pero tené cuidado, porque jamás perdonan al que los traiciona.

P.D.:

Lamento decirte que si hubieras estado en el lugar correcto desde el primer momento, te hubieras asegurado por lo menos dos elecciones, si es eso lo que te importa.

Nota:

Sr. Presidente: Ud. es el presidente de todos los argentinos, incluso de los que están del lado de adentro en la Gral. Paz.

Solamente alguien mal nacido podría cuestionarlo por acudir a ocupar su lugar de liderazgo allí donde las circunstancias lo exijan.

Sr. Presidente, no mate al mensajero, escuche a su corazón con la certeza de que su pueblo sabrá reconocerlo.

Estos chicos que perdimos eran argentinos.

La República de Cromagnon no existe, ni jamás debería haberse permitido su existencia.

Firmado
Eduardo Mansilla
Eliana Vasconcelo


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respuesta K: NS/NC
Por juventud militante - Tuesday, Feb. 01, 2005 at 5:05 PM

Preguntenle al Sr. presidente por los mineros del Turbio el fue responsable político de esa masacre, el fue quien como gobernador le entregó la vida de los obreros al empresario Taselli y miró para otro lado cuando Taselli sacaba el ya precario sistema de seguridad para "reducir costos". Ese crimen sigue impune (como tantos otros) porque K es el máximo responsable. Ahora Taselli acaba de comprar Parmalat y quiere dejar en la calle a centenares obreros (y sus familias) para reducir el salario de los que continuen trabajando. K es cómplice por eso su silencio ante la responsabilidad de Ibarra, ante el golpe Duhaldista y el nuevo responsable de seguridad Alvarez (asesino del Pte. Pueyrredon). El Sr. presidente no va a hablar de esto solo va a difamarnos a nosotros los jovenes de izquierda que militamos por otro país que nos movilizamos por justicia, mientras tortura a los obreros petroleros de Santa Cruz por luchar por trabajo genuino, es que las ganancias de Repsol estan antes que las familias de "su" provincia. Sino preguntenle a Zapatero. Los trabajadores siempre ponen la sangre y ellos engordan sus cuentas bancarias.

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Opinión
Por edgardo cataldi - Friday, Mar. 24, 2006 at 1:04 PM

ANIBAL IBARRA NO ES EL HOMBRE ARAÑA.


L
a ciudad de Buenos Aires no es "Ciudad Gótica" o "Metrópolis", el jefe de gobierno no vuela, no se trepa por las paredes no tiene vista de rayos X, en fin , no tiene porque ser omnipotente , omnipresente y enterarse de todo, saber todo y ser responsable absoluto de los errores ( o cosas peores) que se cometan a sus espaldas en las segundas y terceras líneas de su gestión.
Tampoco es bombero, socorrista, policía, rescatista o boy-scout y no tiene por que estar "al segundo" en el lugar de un siniestro como pretenden algunos .
Bueno seria que intentáramos evaluar la acción de los administradores ( gobernantes) con cierta visión estratégica tratando de no cargar las tintas en hechos puntuales por terribles y dolorosos que estos sean.
El administrador debe conocer su bosque, pero de ninguna manera tiene por que conocer cada árbol.
Hay miles de problemas en una gran ciudad (de hecho cuando sobrepasan el millon de habitantes son practicamente inmanejables), no solo los locales comerciales(que son miles) , también esta el problema de las inundaciones, los cartoneros, las villas , los subterráneos, los arboles, los edificios deteriorados, los balcones que se derrumban, el sida, la costanera, el corredor verde Del oeste, la zona sur postergada, los incendios en la reserva ecológica, la contaminación Del Riachuelo, las aceras y calzadas que se deterioran, los accidentes de transito, los hospitales, las escuelas el delito, la mugre en las calles y podríamos seguir hasta el infinito .
La pregunta es :¿como puede adivinar el gobernante, en que momento y en que lugar va a ocurrir una desgracia?
¡Como puede saber si el inspector fue sobornado, si pusieron cerrojo a las salidas de emergencia, etcetera.
Nuevamente la opinión publica es manipulada groseramente desde las usinas ideológicas de la derecha para lograr vía "golpe institucional " lo que son incapaces de lograr por vía legal: es decir: Proponer un plan de gobierno coherente y lograr ser votados por la ciudadanía.
Lamentablemente muchos de nuestros "primos hermanos" de la izquierda "dura" se prestan a este juego , quizás porque tampoco tienen otra política que no sea el petardo que suele estallarles en las manos cada tanto.
Hace ya un tiempo que alguien conocido escribió algo sobre "el izquierdismo, enfermedad infantil , etcetera" y muchos marxistas "línea groucho" que suelen recitar el pensamiento de Carlos Marx en forma de "vulgata"no terminan de entenderlo.

Lo repetimos una y otra vez: La caída del jefe de gobierno le abre la puerta a la derecha privatista , le abre la puerta ( o mejor dicho ; la ventana) a aquellos sectores que privilegian "la cosa privada" (lucro) a "la cosa publica"(la república).
Solamente pensar en cierto dirigente - empresario futbolero que no sabe ni hablar, haría poner "la piel de gallina" a cualquier ciudadano medianamente responsable.
Tampoco nos cansamos de repetir que Ibarra no es la quintaesencia del buen gobierno, pero para entender la política, debemos contextualizarla y no verla desde utópicos lentes de purismo ideológico.
Con Ibarra hubo gestión, nos guste o no. Lo anterior, mejor ni hablar.
Es paradójico, y hasta diríamos una amarga burla del destino que aquel distrito que primero impuso normativas contra incendios, normativas para mantenimiento de ascensores, normativas de control de balcones, y otras muchas mas , tuviera la desgracia de sufrir de este pavoroso accidente.
Quizás muchos de los que patalean ignoren que las normativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han servido, en los últimos tiempos, de modelo a varios distritos del conurbano a la hora de modernizar sus códigos y reglamentos.
Estamos convencidos que a la sociedad se la mejora, entre otras cosas, a través de la gestión concreta, este es un camino difícil, pero hoy por hoy el único posible.

Nos preocupa la manipulación sobre los familiares de los chicos.
El hecho de haber perdido un ser querido, no implica derecho a insultar, agredir o reclamar renuncias de funcionarios, sin tener una idea muy clara de cuales son los mecanismos de contralor y cuales son realmente las escalas de responsabilidades y cuales pueden llegar a ser las consecuencias políticas de acciones apresuradas e impulsivas que por otra parte deben ser resueltas en algunos aspectos por la justicia.
Tenemos que decirlo aunque duela y no resulte muy simpático : el dolor no genera mecánicamente sabiduría y dominio de una disciplina así, como por arte de magia.
No es casualidad que las Abuelas de Plaza de Mayo (verdaderas expertas en elaboración de dolor y duelo) hayan cuestionado severamente ciertas actitudes extemporáneas y apresuradas,
Una persona dolorida no es mas que eso, no es un sabio o un experto incuestionable ni alguien que siempre tiene razón..
Es menester un largo duelo a partir del dolor , para ir elaborando lentamente la experiencia que puede llevar luego de mucho tiempo a comprender lo que ocurrió.
Ya hemos visto y es por todos harto conocido, el caso Del sr Blumberg quien "fogoneado" por algunos medios se cree cada tanto experto inapelable en cuestiones de seguridad policiaca.
Cuando el debate civilizado de ideas y los mecanismos judiciales son reemplazados por la conducta de "horda" o de "turba", es que estamos asistiendo a una degradación de la vida republicana .
Porque si todos nos sentimos con derechos , simplemente porque estamos doloridos , un día cualquiera porque me asalto un villero, prendo fuego una villa, o porque me insulto un judío , escupo una sinagoga. Todo esto en medio de la excitación que genera un hecho doloroso, es por ese motivo que consideramos de una supina demagogia berreta montarse en la ola de los sensibilizados familiares de víctimas.
Todavía en nuestra sociedad el ciudadano medio ( mediático?), tiene una concepción mágica de la política , confunden la realidad con un "reality show" , creen que los gobernantes son magos, y no simples administradores.
Ignoran la complejisima trama económica, social y cultural que conforma una administración moderna y el rol que juegan los distintos y variados actores sociales, tanto dentro como fuera del
aparato de gobierno.

Ciertamente existe un derecho natural a la agitación y al reclamo multitudinario, pero eso solo se amerita en tanto y en cuanto se cierren los canales normales de dialogo y expresión democráticos.
No es este el caso, no vivimos en medio de una dictadura, ergo no se justifican las protestas violentas , salvo que hubiera un evidente escamoteo leguleyo de las garantías constitucionales.. tampoco es este el caso como si lo fue , por ejemplo, el lamentable incidente Del 2002 en el puente de Avellaneda..
Conclusión: Quiera dios, que los aprendices de brujos que hoy quieren tomar el cielo por asalto no se encuentren mañana con vaya a saber que monstruos del Averno, y nuevamente la república pague duro tributo a la falta de prudencia y paciencia de sus ciudadanos.

Edgardo Cataldi


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