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M 12: Monumento al Paraguas NO ES abramos el paraguas...
Por Carlos Filomía - Wednesday, Feb. 09, 2005 at 4:34 PM
cfilomia@yahoo.com.ar 4641-7064 miralla 588

La apropiación, como herramienta de control procede, en lo cultural, cambiando el contexto de una obra para asimilarla y mercantilizarla. La contra-apropiación como resistencia al poder hegemónico.

M 12: Monumento al P...
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La apropiación y sus características

M 12: Monumento al Paraguas NO ES abramos el paraguas...
Carlos Filomía
Febrero de 2005

La apropiación, que es a la cultura lo que la expropiación es a la economía, procede a neutralizar, silenciar o comercializar aquello que el poder hegemónico considera “fuera de orden”. Algunas de sus características y su aplicación para asimilar prácticas de activismo político cultural.


Realizo prácticas participativas de activismo político cultural en Buenos Aires, desde setiembre de 2000 hasta la actualidad, utilizando paraguas –como objeto cultural y simbólico- en el espacio público. Estas acciones tituladas “abramos el paraguas...”, según las circunstancias adoptan formas de instalaciones, intervenciones o performances, conformando un conjuro que previene o un rito de protesta, de no obediencia, al transgredir usos y costumbres que hacen al orden dentro de la sociedad. Este ritual se instaló de manera orgánica como parte de organizaciones barriales, culturales, gremiales, etc.

Este rito de abrir paraguas (cuando no llueve o bajo techo), como protesta o conmemoración de hechos significativos, tuvo eco en los medios de comunicación, que hicieron pública su realización y le dieron la difusión debida.

El origen de mi obra hay que rastrearlo en el imaginario colectivo, de donde tomé el refrán “hay que abrir el paraguas antes que llueva”. Su significado remite a la prevención. La imagen del paraguas es símbolo indudable de protección. Al trasladar la metáfora al terreno de lo real, de la vida cotidiana, con paraguas y personas reales ubicados en espacios y tiempos reales, el dicho se transforma en un ritual que suma a los anteriores significados el plus de acción de protesta, de no obediencia.

Es todo lo opuesto a las prácticas del poder hegemónico, que utiliza a la apropiación como herramienta de control del orden dentro de su esfera. La usa como sustituto de la expresión social activa, pretexto para favorecer al mercado. Con la apropiación impone un orden por exclusión o sujeción del otro, convirtiéndolo en objeto o reduciéndolo, subjetivándolo. Lo anula, lo hace inocuo (inoculación) y lo convierte en incorpóreo (incorporación ) cuando, al ser representado o nombrado, es desconocido.

La apropiación, desde el sistema, pasa a ser “discurso robado y restaurado”, “no colocado exactamente en su lugar” (Barthes)(') . Las expresiones colectivas son desmanteladas y vueltas a montar, para que los grupos sociales consuman simulacros de sus propias expresiones, ecos falsos a los que no pueden responder.

Contra la apropiación, contra el mito, como llama Barthes a este proceso, debemos producir un mito artificial, unido a otras prácticas de resistencia y ubicarnos en un sistema contra-mítico, para cuestionar el monopolio del código a través del cual se ejerce el control social. Desde la práctica cultural y política, es necesario crear un código propio, atacando las características de flexibilidad que hacen al código cambiante para reducir toda oposición. En síntesis, no debemos adoptar las categorías normativas de la cultura mayor, sino que debemos valernos de lenguajes de la cultura menor que distorsionen las funciones oficiales, porque en ellos no hay sujeto, sino generadores colectivos. No existe el autor o se tiende a una articulación de colectividad.

Hal Foster('') propone, para resistir a la cultura mayor, conectar lo menor con prácticas menores del pasado y lograr así ser intemporal en el presente, unir lo enterrado (no sincrónico) con lo descalificado (menor) y con lo por venir (utópico), para así exponer e intensificar contradicciones, en lo que Foucault entendía como “insurrección de los saberes subyugados”.

Toda resistencia sugiere un conflicto inmanente dentro de los ámbitos social y cultural. Desde allí, debemos practicar un arte crítico, de resistencia, en conflicto permanente con la cultura oficial. Investigar los procesos y aparatos que controlan las representaciones y formas genéricas. Poner en evidencia las operaciones del poder político real, hacer visibles sus operaciones de control de información y negarles el poder intimidatorio que pretenden tener.

“abramos el paraguas...” cumple con cada uno y todos los aspectos citados en relación con las características que debe asumir la resistencia al poder hegemónico: infringe las normativas de control no aceptando las prácticas de la cultura “mayor” que aconseja no abrir paraguas bajo techo porque trae mala suerte y que considera irracional abrirlos si no llueve; restituye el uso de una expresión colectiva al crear un nuevo mito, unido orgánicamente a prácticas político-culturales; utiliza un lenguaje propio de la “cultura menor” empleado en épocas tan lejanas como el uso del paraguas; es adoptado colectivamente por organizaciones político-culturales (CTA Central de Trabajadores Argentinos, ATE Asociación Trabajadores del Estado, AMMAR Asociación Mujeres Meretrices de la Argentina, Museo del Cine); su puesta en práctica como ritual pone en evidencia las contradicciones del poder, como cuando resignifica fechas patrias o cuando iguala al FMI con el proceso, la corrupción o el ajuste económico.

La otra cara, la de las apropiaciones desde el poder, en este caso por obra del artista u organizador que actúa desde el sistema, se dieron a través de Martín Molinaro, que conocía mi obra y admitió que ésta le sugirió realizar un salón de paraguas intervenidos por distintos artistas y por la galería TransArte, dirigida por Adriana Budich y Osvaldo Giesso, que tenía información sobre mis acciones tituladas “abramos el paraguas...” y organizó una exposición de paraguas pintados por artistas con el título “abramos los paraguas”. Por último, en la Feria de ARCO 2005, la intervención de Jorge Ismael Rodríguez, mexicano, con el título “M 12 – Monumento al paraguas” que consiste en cubrir el frente del CAM (Centro de Arte Moderno) de Madrid, con paraguas que le serán provistos por el público, al que convocó a través de distintos medios de comunicación.

Esta última obra, sin juzgar la intención del autor y aceptando -para otorgarle el beneficio de la duda- la posibilidad de una coincidencia, es similar a “abramos el paraguas...”, dado que es una intervención, utiliza paraguas y su simbolismo y es participativa, lo que la convierte en una apropiación que, al presentarla en el mercado de arte, en la Feria ARCO, produce un cambio de contexto(''') que anula los contenidos de “abramos el paraguas...” (salvo los significados de protección y prevención) y los incorpora al sistema al comercializar la obra original, invalida la condición de herramienta de protesta, de no obediencia y se instala en el ámbito de la “cultura mayor”, desde donde escribe parte de la historia oficial.

Solicité a Rodríguez, al CAM y al IME (Instituto de México en España) que reconozcan la anterioridad y características de mi obra haciendo que figure como antecedente en los catálogos y textos de la muestra, como así también en las gacetillas de prensa.

Al no recibir más que evasivas como respuesta y sin contestación por parte del IME, me interesa aclarar que mis obras son anteriores, su propuesta es muy diferente -como ha quedado establecido- y se presentan como parte de la vida cotidiana en prácticas de activismo político cultural (iv) . En cambio, M 12: Monumento al Paraguas, desde el espacio de una institución emblemática del mercado de arte, es la conmemoración, en nombre del sistema, de un hecho que merecía otro tipo de homenaje que expusiera las contradicciones que lo hicieron posible.


') Barthes, “El mito hoy” (1957)
'') Hal Foster, “Recodings, Art, Spectacle and Politics”, Bay Press, Seattle, 1985.
''') “...las relaciones con el contexto son una de las claves más importantes para la lectura de la productividad semántica estética y política”. Rodrigo Alonso, “El afiche artístico en el espacio público”.
iv) http://www.carlosfilomia.com.ar

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Ahora sabemos de qué se trata
Por Carlos Filomía - Wednesday, Feb. 09, 2005 at 4:34 PM
cfilomia@yahoo.com.ar 4641-7064 miralla 588

Ahora sabemos de qué...
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Resignificación de la fecha patria poniendo en evidencia que conocemos el origen actual de nuestra dependencia.

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