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Declaración interamericana de derechos indígenas siembra polémica en la OEA
Por AFP - Wednesday, Feb. 09, 2005 at 11:57 PM

WASHINGTON, Feb 8 (AFP) - Decenas de indígenas y gobernantes de las Américas negocian esta semana en Washington una polémica declaración sobre los derechos de las comunidades aborígenes, que no vería la luz al menos hasta 2007 a raíz de diferencias sobre territorio y libre determinación, entre otros temas.

La quinta ronda de negociación, que comenzó el lunes, ha enfrentado a gran parte de los indígenas con Estados Unidos y Canadá, dijo el martes a la AFP la líder aborigen brasileña Azelene Kaingaing, vicepresidenta del caucus indígena de las Américas.

"Estados Unidos y Canadá han boicoteado, han entorpecido el proceso, porque quieren poner todo sujeto a las legislaciones nacionales de los Estados", señaló Azelene, cuyo apellido denota su etnia, la kaingaing de la Amazonia.

"Está claro que (Canadá y Estados Unidos) no quieren que haya una declaración", aseveró.

"Claro que queremos una declaración, pero no queremos firmar cualquier cosa porque sí, a raíz de cómo funcionan nuestras leyes y nuestro sistema legal", se defendió un funcionario estadounidense que pidió el anonimato.

El embajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), John Maisto, admitió que la redacción de la declaración "se halla en sus etapas iniciales" y "hay mucho trabajo por hacer", pero destacó la importancia de seguir negociando.

"Después de 500 años, los pueblos indígenas y los gobernantes se están sentando juntos, hablando, negociando como iguales", subrayó su alterno, Hugh Neighbour, durante una recepción ofrecida en la noche del lunes a los negociadores en el flamante Museo del Indio Americano.

El presidente de las negociaciones, el embajador alterno de Guatemala ante la OEA e indígena maya-quiché Juan León Alvarado, no cree que la declaración vea la luz al menos hasta 2007.

"Hubiéramos querido con algunas delegaciones alcanzarla en el 2006, pero vemos que es muy difícil, porque hay intereses de gran envergadura, no sólo de los Estados sino de las transnacionales" que exploran y explotan recursos naturales en áreas donde están asentadas las comunidades indígenas, dijo a la AFP.

Canadá se opone a fijar una fecha límite para negociar la declaración, como quiere la mayoría de los indígenas, mientras Estados Unidos aún no ha tomado posición al respecto, precisó un funcionario estadounidense que pidió el anonimato.

Azelene Kaingaing y muchos otros indígenas decidieron no asistir a la recepción ofrecida por Estados Unidos a raíz de las tensiones ocurridas durante el día.

León Alvarado, que para la recepción en el elegante museo vistió un traje formal de gobierno de Nebaj, con bordados en negro sobre rojo simbolizando grandes alas de murciélago en cada manga, explicó que muchos Estados temen que la libre determinación que reclaman los aborígenes termine haciendo "dos Guatemalas, dos Méxicos, dos Bolivias, dos Ecuadores".

"Esa no es la intención. Lo que se busca es un respeto pleno, una libertad de decisión total de los pueblos indígenas sobre los asuntos que les interesan" y que los Estados sean "más responsables, más incluyentes" de sus aborígenes, señaló.

Felicia Huarsaya Villasante, de origen quechua, llegó a Washington desde el Lago Titicaca. De falda verde esmeralda con volados, largas trenzas negras y pequeño sombrero de alpaca, vende en los pasillos de la OEA vestimenta tradicional peruana para financiar su viaje.

"Estamos un poco descontentos (...) Nuestras propuestas no son consideradas en esta sesión; en Perú las transnacionales nos roban el territorio, nos explotan las minas, contaminan el ambiente", lamentó.

"La falta de oportunidades es lo que nos arrastra a la extrema pobreza, al sufrimiento", añadió la indígena, que criticó duramente al presidente peruano, Alejandro Toledo, por ser "de sangre indígena pero de idea vacía".

Las negociaciones, que comenzaron informalmente en 1987 y formalmente en 2003, involucran a los 34 países de las Américas que integran la OEA -todos salvo Cuba- y a más de 70 comunidades indígenas que representan a los cerca de 40 millones de indígenas del continente.

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