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Declaración ante el triunfo en Subte
Por MARABUNTA -IR (M-IR) - Monday, Feb. 14, 2005 at 12:16 AM
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DESDE ABAJO, DESDE EL SUBTE, UN EJEMPLO PARA TODOS LOS TRABAJADORES

El conflicto en Metrovías no fue una lucha más. Tanto por su magnitud como por sus implicancias a futuro constituye un caso testigo. Por eso detrás de la Patronal de Metrovías se encolumnó toda la burguesía. Era la patronal en su conjunto la que resistía la presión de los trabajadores, sabiendo que si le torcían el brazo a esta empresa, esa fuerza podría traducirse en efecto cascada. Así también lo entendió el gobierno y la burocracia sindical, que salieron a plantear un acuerdo con la UIA para ponerle un corsé a la lucha salarial. Para la triple alianza (Patronal – Estado – Burocracia) el efecto Subterráneos no debe repetirse.

Afortunadamente los compañeros del cuerpo de delegados también dimensionaron el tenor del conflicto, sabían que detrás de su lucha se jugaba parte importante de la suerte inmediata de la clase obrera. Este será un año signado por la lucha salarial, y una derrota de los compañeros hubiera significado un duro golpe para el conjunto. Por eso no es exagerado plantear que el reciente triunfo que obtuvieron los trabajadores del subte ingresará en la historia de las grandes luchas de la clase trabajadora. Organizándose desde abajo, poniendo en pie un cuerpo de delegados democrático y combativo, los trabajadores se enfrentaron y derrotaron una vez más a la patronal de Metrovías y a la burocracia de la UTA que dirige J.M. Palacios.

Los compañeros y compañeras del subte demostraron una vez más que cuando los trabajadores nos organizamos desde la base, discutimos los métodos de lucha, y damos la pelea hasta las últimas consecuencias no hay patronal ni burocracia que puedan frenarnos. Ni tampoco la nefasta acción de los medios de comunicación del sistema, desprestigiando a los compañeros durante las 24 horas del día, pudo aislar la lucha, que contó con la solidaridad y la simpatía de amplios sectores del pueblo pese a los lógicos inconvenientes que generó la medida.

La patronal de Metrovías no se privó de jugar sucio. Su principal maniobra fue mentir y difundir que los trabajadores del subte tenían “muy buenos sueldos” y que por eso no se entendía el reclamo, ya que la mayor parte de los trabajadores en el país gana bastante menos que el sueldo promedio de un empleado del subte (razonamiento que lamentablemente varios confundidos repitieron). La verdad que sólo los patrones pueden desparramar un argumento tan miserable. Por lo visto, para los empresarios los trabajadores tenemos que adoptar la “moral del esclavo” y decir: “como la mayor parte de los trabajadores ganan poco, que los del subte también ganen poco”… ¡Hay que ser desvergonzado para plantear esto! Metrovías recibe mensualmente subsidios millonarios del Estado, factura millones y millones, no invierte un peso en seguridad ni en mantenimiento… ¡y encima tiene el descaro de decir que los trabajadores ganan mucho! Como dijo uno de los delegados: “¡Lo único que nos debe dar vergüenza a los trabajadores es que millones de compañeros perciban salarios por debajo de la canasta familiar, y otros tantos ni siquiera tengan empleo!”


Que la lucha crezca y se extienda

Esta victoria es un ejemplo para el conjunto de la clase trabajadora que debe extenderse a otros sectores, ya sea en privados o estatales, que tienen que salir a la lucha. Es una demostración más que si nos unimos en defensa de nuestros intereses como trabajadores se le puede torcer el brazo a cualquier patronal o también al Estado que, con un gobierno que se pretende popular, mantiene los sueldos congelados, nos niega la salud y la educación, mientras con los millones que le quedan de superávit le siguen pagando puntualmente al FMI, aumentan los gastos reservados, multiplican el presupuesto para seguridad, continúan subsidiando a las privatizadas, etc.

No dejemos que los burócratas traten de arreglar “por arriba” y a nuestras espaldas. Hay que imponer desde las bases la lucha por aumento salarial para recuperar ese 30% del poder adquisitivo de los sueldos que la devaluación nos pulverizó (no por casualidad más de la mitad de los que hoy tienen trabajo ganan sueldos por debajo de la línea de pobreza, es decir, que ni siquiera tener laburo asegura lo básico para vivir decentemente). Y además exigir mejores y más seguras condiciones de trabajo, respeto de la jornada laboral de 8 horas, y allí donde podamos, pelar por la reducción a 6 horas con aumento salarial para que se creen más fuentes de empleo.


Por una alternativa clasista de los trabajadores

A su vez para que las luchas obreras avancen resulta imprescindible que desde estas experiencias reales de la lucha de nuestra clase, comience a consolidarse un agrupamiento clasista, antipatronal y democrático. Sabemos que miles de compañeras y compañeros vienen resistiendo en sus lugares de trabajo, muchas veces en la más absoluta soledad. Esa larga lucha que en su momento pudo ser testimonial va encontrando cause en el sentir de amplias capas obreras que empiezan a retomar la lucha por sus derechos. Es fundamental superar el plano corporativo y comenzar a forjar marcos de unidad y coordinación; desde la más amplia para frenar la ofensiva patronal, hasta aquella que apunte a disputar políticamente la dirección a los gordos de la CGT y a los burócratas “progresistas” que dirigen la CTA. Tenemos que unir fuerzas para que nuestra fuerza como clase social se haga sentir. El movimiento obrero necesita nuevas direcciones de lucha, antiburocráticas, combativas, nacidas desde las bases y genuinamente representativas de sus intereses.
El pueblo trabajador no puede quedarse de brazos cruzados mientras los de arriba saquean nuestro país, dejan un tendal de miseria y nos arrebatan el futuro. Es inaceptable que un puñado de empresarios parásitos, y los políticos que los representan, amasen fortunas mientras los trabajadores, que somos los verdaderos productores de la riqueza social, tenemos que padecer una vida de penurias y privaciones.
Luchar sin tregua contra la explotación patronal es el único camino que tenemos para conquistar nuestros derechos, y construir una sociedad igualitaria, donde no falte el pan, ni la salud, ni la educación. Una vida digna, sin explotadores ni explotados.




- ¡Unidad de clase por aumento salarial, mejores condiciones de trabajo
- y reducción de la jornada laboral!
- ¡Por una alternativa de los trabajadores y el pueblo!

MARABUNTA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA

11/02/05

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