EN DEFENSA DE LA EDUCACIÒN PÙBLICA.
Por EL MILITANTE -
Monday, Feb. 14, 2005 at 9:42 PM
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El gobierno bonaerense emparcha la
reforma |
Continúan los
ataques a la educación pública |
Autor : Claudia Serralunga y
Sergio González Fecha : ( 14-Febrero-2005 ) Categoria :
Movimiento obrero
|
nte el
evidente fracaso de la reforma educativa, que deteriora al sistema
en general a la vez que perpetúa la marginación de millones de niños
y jóvenes, el estado provincial se plantea algunos cambios. Sin bien
de esa manera se reconoce implícitamente ese fracaso y se quiere
hacerla aparecer como un cierto retorno al secundario mediante la
reformulación del ciclo superior de la EGB, en realidad la reforma
de la reforma significa una profundización del modelo de exclusión y
ajuste.
En el marco de la ronda de consultas, y en
consonancia con el plan educativo presentado en el año 2004 por el
gobernador Felipe Solá, los distintos sectores legislativos de la
provincia de Buenos Aires han producido varios documentos y
proyectos de ley que llevan al desguace de la escuela pública. Esos
proyectos revelan desde el comienzo su propósito, que es la
necesidad del estado de profundizar la transformación educativa, a
partir de los cambios propuestos en el sistema, hacia el elitismo,
la privatización, el clericalismo y la influencia creciente de los
punteros políticos.
Buscan así continuar con el
ajuste que ignora las necesidades salariales, de salud, educación y
vivienda de los bonaerenses, para privilegiar el plan represivo de
seguridad y el pago de la deuda externa provincial, aumentar la
influencia y los beneficios de los sectores privados y de la iglesia
en la educación, y cerrar filas con los distintos intendentes y
punteros locales incrementado su injerencia.
Los
docentes afirmamos que ningún progreso en la educación pública puede
darse en el marco de la Ley Federal de Educación y de la Reforma
educativa en la provincia. Mediante ellas se desfinanciaron los
colegios, se vació la escuela primaria, que debió asumir la
asistencia de una matricula que la desbordaba en número y en
problemática. Se incrementó la deserción a 100 mil niños que
abandonan las escuelas provinciales por año. Y se perdieron cargos y
calidad en la educación destinada a los adolescentes con la
desaparición del secundario.
Por eso seguimos
defendiendo la educación publica, con presupuesto suficiente,
salarios dignos y no por debajo de la línea de pobreza como los
actuales; becas para los estudiantes, que también se encuentran en
su mayoría en situación de pobreza o miseria; obras para el
mantenimiento, renovación y ampliación de las escuelas y para su
equipamiento. Es decir que la educación sea una prioridad.
Sin embargo los cambios propuestos llevan a la
atomización educativa, se va hacia una escuela gerencial. El primer
objetivo es trasladar a los municipios y la propia comunidad el
sostenimiento de la escuela, con la consecuente profundización de la
desigualdad social. Para eso diagnostican: “en los servicios
educativos de gestión estatal, el equipo directivo tiene poco peso,
poco poder de decisión sobre la gestión de su personal. Las
designaciones se hacen fuera del ámbito escolar y sin participación
de los responsables del proyecto institucional”.
Aquí
reside el problema. Así los legisladores toman partido por el modelo
de la escuela privada y proponen “desarrollar mecanismos de
selección de docentes más acordes con las necesidades de cada
servicio educativo... Lo que implica consensuar un nuevo régimen
laboral, que otorgue poder de decisión, bajo condiciones
definidas, a las conducciones escolares: para seleccionar un plantel
critico de docentes, que den sustentabilidad y garanticen la
realización y puesta en marcha del proyecto educativo
institucional”. Esto conlleva un definido objetivo de clientelismo
político y dedocracia, escuelas de primera para pocos y enorme
mayoría de colegios abandonados a su suerte.
De
acuerdo a los funcionarios actuales, la crisis en la educación
publica no se da por falta de presupuesto, ausencia de un proyecto
educativo de alcance nacional o los salarios de hambre... sino
porque los directores no tienen aún en sus manos el poder total
sobre su escuela. Este modelo que impulsan necesita, para ser puesto
en marcha, terminar con el estatuto del docente y las conquistas
laborales allí plasmadas tras largos años de lucha.
Para oponerse a estos planes y defender la educación
pública y los derechos básicos de la población debemos profundizar
la lucha que vienen llevando adelante los docentes de la provincia.
Continuar ampliando la participación y la afiliación sindical, la
coordinación con los demás trabajadores estatales y otros sectores
en lucha. En este sentido es muy importante la experiencia que viene
llevando adelante la oposición de izquierda en SUTEBA. También es
necesario comenzar a plantearse con todos esos trabajadores en lucha
el paso hacia una organización política independiente para enfrentar
a quienes hoy gobiernan, funcionarios corruptos a sueldo de
empresarios ávidos de ganancias, capaces de lucrar con la educación,
la salud y la vida de los bonaerenses.
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