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la huelga del subte
Por Periodico hoy - Sunday, Feb. 20, 2005 at 1:26 PM

El semanario HOY,del partido comunista revolucionario PCR,publica un interesante reportaje al delegado general de la linea E

Publicado el: 16/02/2005
Peleando se gana

Trabajadores del subte logran romper el techo salarial






¿Qué consiguieron?
—Tenemos que de-cir que fue un éxito total porque nosotros salimos del conflicto del mes de noviembre, pidiendo tres cosas: el reconocimiento de las horas nocturnas, el 53% de aumento sobre el básico y el 2% por año de antigüedad. Lo que se consiguió fue: el reconocimiento de las horas nocturnas, el 44% del aumento de la masa salarial básica (está incluida la antigüedad). Este es el balance “gráfico” de lo que nos quedó.
Creo que tiene una importancia política grande, porque después de la pelea de los telefónicos, que es la primera pelea obrera grande que se da en el año donde va a haber paritarias en todos los gremios, lo que se puso en discusión desde el punto de vista nacional es cuál es el techo salarial que van a tener esas paritarias. Hoy sale en los medios de comunicación un comunicado del gobierno, de Tomada, diciendo que conseguimos un 18%, así lo presentaron: como un 18% de aumento salarial, que ronda los $600. Lo que no quiere decir el gobierno nacional, ni las patronales, ni la burocracia sindical es que en realidad quebramos el techo salarial.
Muchos cuando empezamos este conflicto creían que era imposible, que era una cifra delirante y que era delirante querer quebrar ese techo, pero demostramos que sí, que se pudo.


—¿Y por qué te parece que se pudo lograr este triunfo?
—Este es el balance más importante, porque independientemente del balance económico, que tiene importancia, está el balance político. Lo que se puso en discusión además del techo salarial, es cuando la empresa genera un “cráter” político en la sociedad, cuando sale a decir “estos son trabajadores que ganan entre $1500 y $2000, y ahora piden 53% más…¡están locos! ¿Cuánto quieren ganar?” La empresa es la que inicia este debate y publica nuestros recibos de sueldo. Esto abrió un debate extraordinario en la sociedad, algunos compañeros nos decían “ahora va a ser difícil, hay gente que gana $400, hay gente que no tiene laburo…” A nosotros esto nos puso muy contentos porque nos abrió la cancha, que es el lugar donde se ganan los partidos. Lo que se puso en discusión es si en realidad un trabajador tiene derecho a ganar un salario digno. Un salario acorde con la canasta familiar, un salario para vivir. Y abrimos ese debate. Entonces les dijimos: ustedes lo que están discutiendo es si un trabajador puede ganar $1.500, $1.600, si un trabajador puede tener acceso a la cultura, al arte, al ocio, o eso queda sólo librado para los empresarios o para los agentes de los empresarios. Ese es el debate que nosotros salimos a dar. Cuando arrancamos con la primera conferencia de prensa dijimos: la empresa dice que ganamos esto, acá están nuestros recibos, hagamos la paritaria pública y ustedes saquen sus recibos y los ponen sobre la mesa. Digan cuánto gana el directorio de la empresa y además de mostrar los salarios de ustedes, muestren los libros y digan cuánto recibió esta empresa de subsidios, cuánto paga de canon, cuánto invierte en mantenimiento, cuánto es la ganancia que ha tenido, y con todo eso discutamos públicamente. Y que la gente opine. Muestren los recibos y los papeles a la sociedad como muestran los nuestros. Yo creo que ahí le ganamos el conflicto.
En medio del conflicto, que no es nada simpático ya que deja sin poder viajar a 800.000 personas, la gente nos palmeaba, nos gritaba desde los coches ¡aguanten! ¡no aflojen! ¡los felicito! La sensación es que hubo un quiebre a partir de ahí, nos ganamos una parte importante de la gente, que vio que lo que estaba mal no era lo que ganábamos nosotros sino lo poco que gana. Esa fue la clave del triunfo.


—La empresa empezó diciendo que no tenía plata para el aumento. ¿De dónde va a salir ahora?
—Primero, lo ha denunciado la Auditoría General de la Nación, ellos tienen en la renegociación de los contratos, casi una cláusula gatillo, o sea que cuando superan un porcentaje de los gastos automáticamente se les sube el subsidio. Por eso nosotros hicimos una campaña: aumento salarial sin aumento de subsidio y sin aumento de tarifas, nuestra lucha fue claramente política en ese sentido. Seguramente este estado y este gobierno (que no tiene como política enfrentar de verdad a las privatizadas sino tratar de acordar con ellas) ya encontrarán la manera de que de algún lado salga la plata, a través de alguna cláusula gatillo o algún otro invento.

Esto lo que expresa es que se necesita una pelea mucho más fuerte, y no solamente contra Metrovías.


—¿Cuál fue la importancia y el papel del Cuerpo de Delegados?
—El Cuerpo de Delegados viene jugando un papel importantísimo desde hace más de 4 o 5 años. La gran virtud del anterior Cuerpo de Delegados, era la gran unidad en la disidencia. Había gente que opinaba muy distinto, pero actuar en frente único era fundamental, era de vida o muerte. Podíamos estar 10 o 20 hs encerrados, pero hasta que no nos poníamos de acuerdo no salíamos.
Este Cuerpo de Delegados tiene 6 meses, hay personajes históricos y nuevos compañeros, que van aprendiendo esto del frente único y eso se vio durante el conflicto. En el marco de que había grandes disidencias, nos “matábamos” pero salíamos con una sola posición, por eso pudimos afinar el discurso, salimos todos con la misma línea, en medio del conflicto. Antes del conflicto no veníamos así, teníamos líneas diferentes.


—¿El Cuerpo de Delegados se reunía cada vez que había una propuesta de la empresa?
—Nosotros buscamos un avance cualitativo en lo organizativo. Fuimos buscando darle organicidad al activismo más allá de la asamblea del sector. Intentamos generar una estructura organizativa distinta: formamos comisiones con representantes de cada sector y de cada turno, casi 60 compañeros que se reunían y daban la posición a la asamblea (que es abierta); cada vez que había una propuesta se llamaba a esas reuniones para que lo discutan todos. A partir de ahí fue más sólida la estructura y fue más difícil la división.
Cuando la posición fue por paro por tiempo indeterminado, en un momento en donde no se pudieron reunir esas comisiones, los compañeros fueron los que sostuvieron las organizaciones dentro de cada línea: coordinaban como eran los grupos para que se queden a dormir, los piquetes para cuando venía paro total, para que no salgan los trenes en la cabecera y en las zonas de cambio, y otras iniciativas. Hay una comisión formada de prensa, de finanzas. Este tipo de organización llevó a que los delegados estemos más liberados para poder discutir la política permanentemente. El día del anuncio de Palacios, hubo una reunión de delegados a las 2 de la mañana, y la gente se quedó a bancar la noche sin un delegado…



—Y se pudo bancar por el estado de ánimo de la gente y de su decisión ¿no?
—En la pelea por las 6 horas nosotros habíamos logrado una masificación, un compromiso muy grande de los compañeros. Pero después de ganar ese conflicto, hubo un avance en conciencia muy grande, hay mucha confianza en que se puede ganar, esa confianza nos dio solidez.
Hubo compañeros con una gran decisión, por ejemplo, uno cayó con el bolsito en una mano y la almohada en la otra para quedarse a dormir, o caían con la parrilla…

Yo vi compañeros, en líneas en donde no era tradición quedarse en el último conflicto, esta vez se quedaron todos. Mucha voluntad.




Peleando se consigue

Mostramos que con la lucha se consiguen quebrar los acuerdos pactados anteriormente entre la burocracia sindical, el gobierno y las patronales. Con la lucha de clases se consiguen los objetivos y no con negociaciones a espaldas de todos los trabajadores.

Quedó demostrado que con la acción directa, con la huelga, los piquetes y los métodos tradicionales del movimiento obrero se gana.
Ahora los otros gremios están mirando y sacando conclusiones de este conflicto: peleando se consigue, peleando se gana.”

N° 1052 16/02/2005

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