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Entrevista a Ki, de la red anticapitalista Dissent! que prepara acciones contra el G8
Por Pepe Alzamendi (en Porto Alegre) - Thursday, Feb. 24, 2005 at 4:27 AM

“EL MOVIMIENTO GLOBAL ESTA RECOMENZANDO”, afirma Kim, una de las activistas de Dissent!, la red de origen británico que se hizo presente en el Campamento Intercontinental de la Juventud en el V Foro Social Mundial con el objeto de difundir el proceso de organización de acciones contra la cumbre del G8 que se llevará a cabo en Escocia en julio próximo. Dissent busca recuperar el espíritu inicial que dio cuerpo al movimiento alterglobalización en jornadas épicas como las de Seattle, Praga o Génova, en especial por el modo horizontal en que la red, desde hace más de un año, viene desarrollando el proceso de construcción de las movilizaciones. Pero además, procura en ese mismo proceso darse espacio para la autorreflexión sobre el camino recorrido desde entonces, y para evaluar la eficacia de las contracumbres para el futuro del movimiento global anticapitalista.



El espacio denominado Caracol Intergaláctiko –nombre elegido en doble homenaje a los zapatistas: a su llamado a la lucha “intergaláctica” por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, y a los Caracoles, las Juntas de Buen Gobierno que presiden sus comunidades- llegó a constituirse en una referencia para muchos de los 30 mil habitantes del Campamento Intercontinental de la Juventud en la quinta edición del Foro Social Mundial, en especial para aquellos afines a los movimientos autónomos.

El Caracol de Porto Alegre fue un espacio construido por varios grupos y redes que tras varios meses de discusión acabaron por dotar de un cierto perfil al espacio, además de un ambicioso programa que reunió desde la Plenaria Nacional del ascendente Movimiento por el Pase Libre brasilero (un movimiento apartidario que ha conseguido en base a acciones directas de masas la gratuidad del transporte en algunas ciudades, como Florianópolis), a discusiones sobre zapatismo, los MTDs autónomos argentinos, las estrategias de lucha global de cara al futuro, una cena comunitaria Yomango, y una red de investigación militante. El espacio fue verdaderamente internacional, pero esta vez, a diferencia de lo que ocurrió en espacios autónomos anteriores, fueron los grupos latinoamericanos quienes tuvieron una mayor presencia.

Entre los grupos y redes organizadores del Caracol, se destacó la participación realizada por varios miembros de la red de origen británico Dissent (http://www.dissent.org.uk), que se hizo presente en Porto Alegre con el objeto de difundir el proceso de organización de acciones contra la cumbre del G8 (Grupo de los 8) que se llevará a cabo en Escocia en julio próximo.

La red Dissent busca recuperar el espíritu inicial que dio cuerpo al movimiento alterglobalización en jornadas épicas como las de Seattle, Praga o Génova, en especial por el modo horizontal en que la red, desde hace más de un año, viene desarrollando el proceso de construcción de las movilizaciones. Pero además, procura en ese mismo proceso darse espacio para la autorreflexión sobre el camino recorrido desde entonces, y para evaluar la eficacia de las contracumbres para el futuro del movimiento global anticapitalista.

Kim es una de las activistas de Dissent que llegó a Porto Alegre y se involucró en el proceso del Campamento y del Caracol. En el pasado, participó del célebre grupo anticapitalista Reclaim the Streets!, para luego involucrarse en la organización de las acciones contra el Banco Mundial y el FMI en Praga, en septiembre del 2000. Esas acciones son recordadas por el modo radicalmente horizontal en que pudieron tejerse redes internacionales que lograron movilizar a decenas de miles de personas. Acaso es ese “espíritu de Praga” el que la red Dissent busca recobrar para las movilizaciones contra el G8 de julio.

En este diálogo, Kim, que ha pasado sus últimos años buscando conectar las luchas globales con modos de vida comunitaria y autogestiva (lo que algunos llaman la dimensión de lo “glocal”), luego de aclarar que hablará apenas en nombre individual –“nadie está autorizado a hablar en nombre de Dissent”-, reconstruye los aspectos más importantes del laborioso proceso que la red viene llevando a cabo.

- ¿Qué es la red Dissent, y qué acciones se están preparando contra el G8?

- Dissent es una red que surgió hace aproximadamente un año para organizar
las manifestaciones contra el G8. Actúa en principio en el espacio del Reino Unido, con asambleas que se venían llevando a cabo cada dos meses. Desde ahora, comenzamos a hacerlas cada mes. En la red hay grupos locales, que están buscando movilizar cada comunidad, y también grupos de trabajo. Por ejemplo, el grupo de trabajo que trabaja a nivel internacional, buscando conectar otros movimientos; o el grupo que trabaja en la página web; o el grupo que trabaja en educación (allí estoy yo), en campañas que buscan dar a conocer qué es el G8 y cómo afectan las decisiones que allí se toman sobre nuestras vidas. La red Dissent es una red abierta, sólo delimitada por los principios de la red Acción Global de los Pueblos, AGP) (anticapitalismo, antirracismo y antipatriarcalismo, la promoción de la acción directa y una filosofía basada en la descentralización y la autonomía). Buscamos que todo el
mundo pueda involucrarse en Dissent.

- ¿Cuánta gente actualmente está participando del proceso?

Es difícil saberlo, porque hay la idea de un trabajo descentralizado, por lo que no es fácil contemplar cuanta gente participa en los niveles locales. Pero en las asambleas hay varios cientos. Hace un par de semanas personalmente estaba un poco escéptica en cuanto a nuestra capacidad de movilización. Pero hace unos días, por ejemplo, recibimos la noticia de que había grupos autogestionados bajo el nombre Dissent que estaban haciendo acciones y organizando contra el G8. Yo soy relativamente optimista.

- Bueno, se cuenta que las personas que estuvieron verdaderamente implicadas durante meses en el proceso de Seattle, en 1999, eran no más que 20. Si tomamos esa medida, las cosas no vienen mal... Cambiando un poco de asunto: hay gente que señala que las movilizaciones contra las grandes cumbres ya han agotado su filo crítico. ¿Cuál es la reflexión que sobre este tema desarrollan en Dissent?

- Pues sí, mucha gente está explorando otras vías, modos de construcción de alternativas locales al capitalismo, por ejemplo, y no están muy de acuerdo con las grandes movilizaciones globales. Pero a mi parecer, y al de muchos otros, no hay porque oponer ambas estrategias. Luchas globales y alternativas locales deben necesariamente ir juntas. En Dissent buscamos no solamente movilizar gente, sino propiciar espacios de debate, de prácticas y de ideas. Nosotros comenzamos hace un año, y pensamos a las movilizaciones como parte de un largo proceso en el que vamos tejiendo redes anticapitalistas. Necesitamos tiempo, para ver, para aprender, para escuchar. Pero en líneas generales, debemos pensar que las acciones contra el G8 son de una carga simbólica muy importante. No vamos a terminar con el G8. Pero queremos dejar una marca sobre un asunto que tiene mucho que ver con como se desarrollan nuestras vidas. Es por eso que estamos invitando a todo el mundo a Escocia. La idea es que la gente venga con anticipación. Desde un mes antes vamos a tener encuentros y discusiones sobre transgénicos, sobre nuevas tecnologías, sobre feminismo, sobre la situación en Palestina...y sabemos que vendrá gente de muchos países. Queremos ir así preparando el clima de lo que serán las manifestaciones. Yo creo que se trata de una oportunidad para fortalecer las redes europeas y globales. De manifestaciones así surgió por ejemplo Indymedia, que nació en Seattle. Tal vez podemos crear otras redes. Pero estamos pensando y discutiendo mucho para no repetir los errores del pasado. Los errores de Praga, Génova... hay un proceso de mucha
discusión sobre la utilidad y la productividad de esto que estamos haciendo. Yo
también tengo preguntas y dudas en este proceso, y no tengo siempre respuestas. Pero creo que es muy importante preguntarse, porque preguntarse
es invitar al pensamiento. En general, no queremos que las manifestaciones sean meramente un evento, sino un proceso de movilización que active el tejido social, que multiplique las prácticas y las ideas anticapitalistas, que sea una herramienta para el empowerment (empoderamiento) de la gente.

- Faltan aún cinco meses para la Cumbre del G8, y ustedes vienen organizando las acciones desde hace un año. ¿Han logrado construir relaciones con otras redes a nivel europeo y global? ¿Cuánta gente evalúan que finalmente irá a las acciones?

- Creo que va a repetirse un fenómeno que se da en otras partes. Si Bush no hubiera sido reelecto, probablemente las movilizaciones serían menores. Pero como en Europa la cuestión de la guerra ha sensibilizado a millones de personas, la presencia de Bush resultará seguramente un importante motivo adicional para que la gente se movilice... Sabemos que es un argumento a veces bastante elemental, el de oponerse a Bush y a la guerra. Pero tendremos que intentar enfocar sobre la propia naturaleza del G8 y del capitalismo neoliberal. En cuanto a cifras, es difícil estimarlo. Las ONG´s y los sindicatos hablan de que habrá unas 100 mil personas.

- ¿Qué otros grupos están llamando a la movilizaciones?

Una coalición importante es el G8 Alternatives, pero en Dissent hemos decidido no trabajar con ellos porque en el pasado reciente hemos tenido graves problemas. Es la plataforma comandada por el Socialist Workers Party (SWP), que tuvo posturas conocidamente autoritarias durante el European Social Forum de Londres del año pasado. Ellos no trabajan de ningún modo horizontalmente. Ya hemos probado de articularnos con ellos, pero no funciona. Incluso ellos están promoviendo el rumor de que Dissent pretende ser una suerte de Black Block, cosa que es totalmente falsa; en realidad estamos montando una red mucho más amplia que va más allá de cualquier identidad particular. La acción directa que promueve Dissent es un principio que para muchísima gente es útil.

- ¿Se han pensado ya las acciones directas que se realizarán?

Yo no creo que exista hoy algo como un Black Block en Inglaterra. En realidad, nuestras acciones se reconocen mejor en una tradición de acciones directas creativas, al estilo de las que promovía Reclaim the Streets! Acciones simbólicas pero efectivas a la vez. Acciones que contienen importantes dosis de humor. Por ejemplo, tenemos a la Clandesty Insurgent Rebel Clown Army (CIRCA, http://www.clownarmy.org ), el ejército de payasos insurgentes, que han hecho aquí en el Caracol un taller, que está creciendo. Mucha gente gusta de la tradición de los Pink Block más que Blac Block, con disfraces, etc. Es una tradición de acción que gusta en Gran Bretaña. Pero todo esto tendrá que ser oportunamente discutido con toda la gente que venga.

- ¿Qué eco ha encontrado al momento en Europa y otras partes del mundo las acciones que prepara Dissent?

- En Belgrado, en la conferencia europea de la AGP, se lanzó un Llamado a la Acción Global contra el G8. Creo que hay mucho interés en todo el continente, y ya sabemos que vendrá bastante gente del continente. Gran Bretaña es una isla, y no es tan fácil llegar. Por eso vamos a necesitar acciones en las fronteras. Estamos pensando en montar campamentos y Centros de Convergencia que funcionen como apoyo en Francia u Holanda, así la gente puede cruzar para participar en las acciones.

- Varias personas que integran la red Dissent se hicieron presentes en el Foro Social Mundial, incluso con mucho material gráfico (posters, volantes, etc.) sobre las acciones. ¿Cuál es el sentido para ustedes de venir al FSM?

Básicamente porque pensamos que hay una gran diferencia entre una red que tiene conexiones sólo a nivel europeo, y una red que tiene conexiones a nivel global. Además, porque Latinoamérica es un continente que siempre nos llena de inspiración. Las luchas que hay aquí son difíciles de encontrar en Europa. Por eso necesitamos conocer y de algún modo llevar lo que sucede aquí. Y el contacto con la realidad latinoamericana no puede hacerse sólo mediante textos, o mediante Internet. Un movimiento global se construye también con encuentros cara a cara, en los que se puede hablar, beber cerveza, conocer cotidianamente a la gente que lucha en otras latitudes y de otras maneras. Hay una idea en Dissent de hacer una Caravana por Europa que vaya visitando gente de todo el continente y movilizándola rumbo a Escocia. Y la idea sería invitar a esa Caravana a gente de Latinoamérica y Africa, para que den testimonio de las diversas situaciones que genera el G8 como instrumento del capitalismo global. Creo que sería genial, porque para hacer un movimiento global necesitamos permanentemente el contacto, de una forma u otra.

- ¿Y te parece que ha sido útil venir a Porto Alegre? ¿Se están cumpliendo los objetivos que se trazaron al venir aquí?

Yo estoy muy contenta, porque nos encontramos con gente con quien trabajar
conjuntamente una llamada global contra el G8 y contra el ALCA (las movilizaciones que se llevarán a cabo en noviembre en Mar del Plata). También hemos entrado en contacto con la gente que prepara las movilizaciones contra la OMC en Hong Kong. Todo eso es muy estimulante, poder quedar enredados en esta serie de luchas globales anticapitalistas. Creo que estamos en un punto de recomienzo. Si hay gente que dice que el movimiento global está en crisis, está detenido, aquí puede verse que no es así. Espero que estemos iniciando un proceso de crecimiento. Aparte de todo esto, el FSM ha sido muy interesante para intentar entender los movimientos de esta parte del mundo. Ahora no entiendo nada, estoy casi aturdida con tanta gente y grupos, pero en unos días, cuando haya tenido tiempo de procesar y pensar todo, creo que la experiencia habrá valido mucho la pena.

- ¿Cómo pensar ese recomienzo del movimiento global del que hablás?

- Se hablaba de que el movimiento antiglobalización estaba muerto. Y creo que es cierto, en el sentido básico de un movimiento que hace movilizaciones globales. Pero está muy vivo en todo este proceso de discusiones y de creación de nuevos puntos de conflicto y antagonismo. Yo creo que los problemas y debates que hay en el movimiento no son necesariamente malos. Creo más bien que son algo positivo. Lo que sí está muerta, o está muriendo, es la forma que el movimiento asumió hasta ahora. Pero estamos pariendo una forma nueva. El movimiento está mutando, aunque no sé exactamente hacia qué. En ese sentido, Dissent es un intento porque los horizontales, que fuimos
quienes realmente organizamos inicialmente el movimiento global, por ejemplo en las manifestaciones de Praga en el 2000, retomemos la iniciativa, y no dejemos todo en manos de sindicatos y partidos tradicionales. Tenemos que repensar nuestras formas de organización y coordinación, nuestra estructura. Y creo que el cambio va en ese sentido.

- ¿Los medios de comunicación alternativos, como Indymedia, están ayudando en el proceso?

- Sí, mucho. La red Indymedia es muy fuerte en Gran Bretaña. Por ejemplo, cuando vino Bush a Inglaterra, la última vez, en un solo día un millón de personas quiso consultar la página de Indymedia UK. Claro, el server colapsó totalmente. Muchos periodistas utilizan Indymedia. La red está funcionando muy bien.

- Y en el proceso, ¿Participa mucha gente de la generación más vieja de activistas globales?

- Muchos sí; otros en cambio están como cansados. Y es que han sido años muy intensos, con altos niveles de represión. Y yo creo que un punto a revisar es que, especialmente en Inglaterra, no hay suficiente cuidado con la parte emocional de los activistas. La salud mental no aparece como un problema propiamente político. Después de las manifestaciones de Evian, cuando hubo represión y un amigo nuestro casi muere cuando la policía cortó la cuerda sobre la que estaba colgado para que no lo sacaran, comenzamos a trabajar colectivamente mucho el tema del trauma. Y de cómo podemos reconocer los síntomas del trauma. Digamos, las situaciones de stress que se generan. Y es por eso que en el proceso de Dissent queremos haber aprendido de esto, y por eso nos preocupamos en dar apoyo emocional para toda la gente. Y es importante, porque eso retorna como mayor confianza en las personas de los distintos colectivos. En el grupo de trabajo sobre educación popular sobre el G8 en el que participo, estuvimos en una gira de un mes por muchas ciudades del Reino Unido. Y todas las noches nos dábamos media hora para preguntarnos entre todos cómo estaba cada uno, como estaba sobrellevando el proceso. Y ahora lo que nos pasa es que, cuando no lo hacemos, sentíamos que nos faltaba algo, el momento de expresión más íntima, personal. Imagino que mucha gente dirá que parece algo muy hippie, muy de los Estados Unidos, pero espero realmente que podamos continuar haciéndolo, porque si no nos sentimos cómodos es más difícil de desarrollar el proceso que llevamos a cabo. Y es que, modestamente, estamos intentando cambiar el mundo, y esa no es una tarea fácil en lo absoluto.


Contactos:
http://www.dissent.org.uk
http://www.indymedia.org.uk
http://www.agp.org




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