LOBY ANOTNUCCIO, SOCIO DE OTHACEHE
Por PLATENSE - Friday, Feb. 25, 2005 at 1:34 PM

El diputado Alfredo Antonuccio es un socio reconocido del mafioso intendente de Merlo, Raul Othacehe, que lo mando a jugar en el felipismo. En Merlo todos conocen los negocios que tienen en común: estaciones de servicio y narcotrafico.

Ahora Antonuccio quiere ser vicepresidente de la Legislatura en nombre del felipismo pero es un gran oportunista, delincuente, ex montonero, ex menemista, ex duhaldista, ex adolfista, amigo personal de Fernando Galmarini por el que llego a ser diputado y luego socio eterno y sumiso de Othacehe. Da asco.

Esto publicó el sitio platense Inocielo sobre la interna entre duhaldistas y felipistas. Lástima por Felipe que tiene a personajes como el famoso Loby, que se hace el izquierdos y es un mafioso más. Por sus negocio lo pueden conocer mejor. La vieja ruta del dinero...

Aplacada por ahora la tensión, tras la votación del PFO y el veto, la Cámara de Diputados, puntualmente el bloque del PJ, se prepara para enfrentar otra disputa más subterránea y de marcado formato político: los posicionamientos en la cúpula orgánica de la Legislatura.


La estrategia, que Felipe Solá ya escuchó pero todavía no avaló plenamente, es muy precisa: consiste en que los diputados felipistas reclamen para sí un cargo relevante en la conducción de Diputados. Según revelaron a INFOCIELO fuentes legislativas y del gobierno, la idea es pelear por la vice del cuerpo para instalarse como "una sombra" detrás del presidente de la cámara, el duhadistas Osvaldo Mércuri (Foto)

Confluyeron dos hechos concretos para que esa idea tome fuerza aunque, por ahora, continúa en el terreno de la proyección y no en la acción.

* UNO. Las sanciones de la última sesión, en las que el felipismo logró imponer su criterio y, además, consiguió “manejar” el quórum de la Cámara, al mantener un acuerdo con la UCR y el ARI. Es un dato central: aunque no se sabe cuánto puede durar ese “entendimiento”, en parte por la discusión en la UCR, donde no sólo hay posturas divergentes entre ortodoxos y olavarrías, sino también entre quienes responden a Moreau o Storani, este último más proclive a “dialogar” con Solá, mientras aquel apuesta a preservar su alianza histórica con Duhalde. Si el felipismo puede, en adelante, seguir controlando el quórum, eso implicará un golpe para los duhaldistas. Con ese manejo, los seguidores del gobernador, podrán sentarse a “negociar” con la diputadora.

* DOS. La casi segura salida de Juan Amondarain de la jefatura del bloque de Senadores obliga al gobierno a devolver el golpe. Vale una observación: Amondarain será corrido del bloque por un solo motivo: su alianza con Solá, y no porque no haya manejado con criterio la bancada. Pero el duhaldismo, con lógica rigurosa, prefiere eyectarlo porque, es cierto, no parece muy razonable que el jefe del bloque pertenezca al grupo minoritario: los felipistas son sólo 6 sobre 35 senadores. Entonces, “si el duhaldismo hace valer su número en el Senado ¿porqué los diputados no vamos a hacer valer el nuestro y pedir un cargo en la Cámara?”, se preguntó un delegado felipista.

Con esos dos argumentos, ya se empezó a programar la avanzada. Hay un casillero marcado: la vicepresidencia de Diputados, que hoy ocupa Isidoro Laso. Y hay un nombre, del bloque felipista, dando vueltas para ir a ocuparla: Alfredo Antanuccio, ex vice del bloque del PJ. Valen algunas aclaraciones.

Por un lado, el felipismo pide que le reconozcan que manejan 19 de los 53 diputados peronistas, lo que los convierte en el segundo bloque más importante, empardado con la UCR.

Por otro, entienden que la “derrota” –según lee el Gobierno– en la disputa por las leyes la deberá pagar alguien en el duhaldismo porque fue un planteo del ala dura, a la que pertenece Laso, además de Caterbetti, Garivoto y Pángaro.

Por último, ¿porqué Antanuccio?. Hay pros y contras: los contras son que, nunca está del todo claro cuál es el vínculo entre “Loby” y el jefe territorial de su distrito, Raúl Othacehé, siempre duhladista, aunque por momentos felipista y hasta adolfista. Entre los pro, sobresale que es respetado en el bloque y es el único que tiene todavía diálogo con el duhaldismo más duro, lo que no ocurre con los otros dos ordenadores del bloque felipista, Raúl Pérez y Nicolás Dalessio.

Más allá de todo, hay –parece– cierta ingenuidad en el felipismo al creer que el duhaldismo va a entregar a uno de sus caciques sin antes chorrear sangre. Aunque, es cierto, hace tres días nadie apostaba un cospel a que se trataría el veto al presupuesto y se terminó votando como pedía Solá.



P.I.

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