Julio López
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LA GLOBALIZACION RESUCITO A MARX
Por BUENO - Tuesday, Mar. 15, 2005 at 1:29 PM

Marx comprobó que el enriquecimiento de los actuales capitalistas consiste en la apropiación del trabajo ajeno no retribuido, ni más ni menos que el de los esclavistas o de los señores feudales, que explotaban el trabajo de los esclavos o de los siervos, y que todas estas formas de explotación sólo se diferencian por el distinto modo de apropiarse el trabajo no pagado. Y con esto, se quitaba la base de todas esas retóricas hipócritas de las clases poseedoras de que bajo el orden social vigente reinan el derecho y la justicia, la igualdad de derechos y deberes y la armonía general de intereses.


LA GLOBALIZACION RESUCITO A MARX
Carlos Marx, el hombre que dio por vez primera una base científica al socialismo, y por tanto a todo el movimiento obrero de nuestros días, nació en Tréveris Alemania, en Mayo 1818. Comenzó a estudiar jurisprudencia en Bonn y en Berlín, pero pronto se entregó exclusivamente al estudio de la historia y de la filosofía, y se disponía, en 1842, a habilitarse como profesor de filosofía, cuando el movimiento político producido después de la muerte de Federico Guillermo III orientó su vida por otro camino.
Marx, que entretanto se había casado con la hermana de von Westphalen, el que más tarde había de ser ministro de la reacción, se trasladó a París, donde editó con A. Ruge los "Deutsch-Französische Jahrbücher" [3], en los que inauguró la serie de sus escritos socialistas, con una "Crítica de la filosofía hegeliana del Derecho". Después, en colaboración con F. Engels, publicó "La Sagrada Familia. Contra Bruno Bauer y consortes", crítica satírica de una de las últimas formas en las que se había extraviado el idealismo filosófico alemán de la época.
El estudio de la Economía política y de la historia de la gran Revolución francesa todavía le dejaba a Marx tiempo para atacar de vez en cuando al Gobierno prusiano; éste se vengó, consiguiendo del ministerio Guizot, en la primavera de 1845 —y parece que el mediador fue el señor Alejandro de Humboldt—, que se le expulsase de Francia [4]. Marx trasladó su residencia a Bruselas, donde, en 1847, publicó en lengua francesa la "Miseria de la Filosofía", crítica de la "Filosofía de la Miseria", de Proudhon, y, en 1848, su "Discurso sobre el libre cambio". Al mismo tiempo encontró ocasión de fundar en Bruselas una Asociación de obreros alemanes [5], con lo que entró en el terreno de la agitación práctica. Esta adquirió todavía mayor importancia para él al ingresar en 1847, en unión de sus amigos políticos, en la Liga de los Comunistas, liga secreta, que llevaba ya largos años de existencia. Toda la estructura de esta organización se transformó radicalmente; la que hasta entonces había sido una sociedad más o menos conspirativa, se convirtió en una simple organización de propaganda comunista —secreta tan sólo porque las circunstancias lo exigían—, y fue la primera organización del Partido Socialdemócrata Alemán.
Después de la condena de los miembros de la Liga de los Comunistas en Colonia [12], Marx se retiró de la agitación política y se consagró, de una parte, por espacio de diez años, a estudiar a fondo los ricos tesoros que encerraba la biblioteca del Museo Británico en materia de Economía política, y de otra parte, a colaborar en "New-York Tribune" [13], periódico que, hasta que estalló la guerra [84] norteamericana de Secesión [14], no sólo publicó las correspondencias firmadas por él, sino también numerosos artículos editoriales sobre temas europeos y asiáticos salidos de su pluma. Sus ataques contra lord Palmerston, basados en minuciosos estudios de documentos oficiales ingleses, fueron editados en Londres como folletos de agitación.
Vía sus estudios descubrió una nueva concepción de la historia que tenía una importancia culminante.
Demostraba que toda la historia, hasta hoy, se ha movido en antagonismos y luchas de clases, que ha habido siempre clases dominantes y dominadas, explotadoras y explotadas, y que la gran mayoría de los hombres ha estado siempre condenada a trabajar mucho y disfrutar poco.
¿Por qué? Sencillamente, porque en todas las fases anteriores del desenvolvimiento de la humanidad, la producción se hallaba todavía en un estado tan incipiente, que el desarrollo histórico sólo podía discurrir de esta forma antagónica y el progreso histórico estaba, en líneas generales, en manos de una pequeña minoría privilegiada, mientras la gran masa se hallaba condenada a producir, trabajando, su mísero sustento y a acrecentar cada vez más [88] la riqueza de los privilegiados.
Pero, esta misma concepción de la historia, que explica de un modo tan natural y racional el régimen de dominación de clase vigente hasta nuestros días, que de otro modo sólo podía explicarse por la maldad de los hombres, lleva también a la convicción de que con las fuerzas productivas, tan gigantescamente acrecentadas, de los tiempos modernos, desaparece, por lo menos en los países más adelantados, hasta el último pretexto para la división de los hombres en dominantes y dominados, explotadores y explotados; de que la gran burguesía dominante ha cumplido ya su misión histórica, de que ya no es capaz de dirigir la sociedad y se ha convertido incluso en un obstáculo para el desarrollo de la producción, como lo demuestran las crisis comerciales, y sobre todo el último gran crac [20] y la depresión de la industria en todos los países; de que la dirección histórica ha pasado a manos del proletariado, una clase que, por toda su situación dentro de la sociedad, sólo puede emanciparse acabando en absoluto con toda dominación de clase, todo avasallamiento y toda explotación; y de que las fuerzas productivas de la sociedad, que crecen hasta escapársele de las manos a la burguesía, sólo están esperando a que tome posesión de ellas el proletariado asociado, para crear un estado de cosas que permita a cada miembro de la sociedad participar no sólo en la producción, sino también en la distribución y en la administración de las riquezas sociales, y que, mediante la dirección planificada de toda la producción, acreciente de tal modo las fuerzas productivas de la sociedad y su rendimiento, que se asegure a cada cual, en proporciones cada vez mayores, la satisfacción de todas sus necesidades razonables.
De razón el neoliberalismo no puede utilizar las energias creadoras de millones de seres humanos desocupados excluidos por el sistemas. Millones de mujeres son explotadas en la prostitución, millones de seres humanos son empujados a la drogadicción con el objetivo de amasar fortuna. Millones de seres humanos desesperados son forzados a realizar cualquier actividad sean ilícitas a fin de sobrevivir debido a la apropiación de los recursos naturales que disponían. El envenenamiento de los ríos, lagunas por medio de las empresas mineras han obligado a emigrar a poblaciones pacificas del campo que se dedicaban a la agricultura, a la ganadería, etc
El segundo descubrimiento importante de Marx consiste en haber puesto definitivamente en claro la relación entre el capital y el trabajo; en otros términos, en haber demostrado cómo se opera, dentro de la sociedad actual, con el modo de producción capialista, la explotación del obrero por el capitalista.
Desde que la Economía política sentó la tesis de que el trabajo es la fuente de toda riqueza y de todo valor, era inevitable esta pregunta: ¿cómo se concilia esto con el hecho de que el obrero no perciba la suma total de valor creada por su trabajo, sino que tenga que ceder una parte de ella al capitalista? Tanto los economistas burgueses como los socialistas se esforzaban por dar a esta pregunta una contestación científica sólida; pero en vano, hasta que por fin apareció Marx con la solución. Esta solución es la siguiente: El actual modo de producción capitalista tiene como premisa la existencia de dos clases sociales: de una parte, los capitalistas, que se hallan en posesión de los medios de producción y de sustento, y de otra parte, los proletarios, que, excluidos de esta posesión, sólo tienen una mercancía que vender: su fuerza de trabajo, mercancía que, por tanto, [89] no tienen más remedio que vender, para entrar en posesión de los medios de sustento más indispensables.
Pero el valor de una mercancía se determina por la cantidad de trabajo socialmente necesario invertido en su producción, y también, por tanto en su reproducción; por consiguiente, el valor de la fuerza de trabajo de un hombre medio durante un día, un mes, un año, se determina por la cantidad de trabajo plasmada en la cantidad de medios de vida necesarios para el sustento de esta fuerza de trabajo durante un día, un mes o un año. Supongamos que los medios de vida para un día exigen seis horas de trabajo para su producción o, lo que es lo mismo, que el trabajo contenido en ellos representa una cantidad de trabajo de seis horas; en este caso, el valor de la fuerza de trabajo durante un día se expresará en una suma de dinero en la que se plasmen también seis horas de trabajo. Supongamos, además, que el capitalista para quien trabaja nuestro obrero le paga esta suma, es decir, el valor íntegro de su fuerza de trabajo. Ahora bien; si el obrero trabaja seis horas del día para el capitalista, habrá reembolsado a éste íntegramente su desembolso: seis horas de trabajo por seis horas de trabajo. Claro está que de este modo no quedaría nada para el capitalista; por eso éste concibe la cosa de un modo completamente distinto.
Yo, dice él, no he comprado la fuerza de trabajo de este obrero por seis horas, sino por un día completo. Consiguientemente, hace que el obrero trabaje, según las circunstancias, 8, 10, 12, 14 y más horas, de tal modo que el producto de la séptima, de la octava y siguientes horas es el producto de un trabajo no retribuido, que, por el momento, se embolsa el capitalista. Por donde el obrero al servicio del capitalista no se limita a reponer el valor de su fuerza de trabajo, que se le paga, sino que, además crea una plusvalía que, por el momento, se apropia el capitalista y que luego se reparte con arreglo a determinadas leyes económicas entre toda la clase capitalista. Esta plusvalía forma el fondo básico del que emanan la renta del suelo, la ganancia, la acumulación de capital; en una palabra, todas las riquezas consumidas o acumuladas por las clases que no trabajan.
De este modo, Marx comprobó que el enriquecimiento de los actuales capitalistas consiste en la apropiación del trabajo ajeno no retribuido, ni más ni menos que el de los esclavistas o de los señores feudales, que explotaban el trabajo de los esclavos o de los siervos, y que todas estas formas de explotación sólo se diferencian por el distinto modo de apropiarse el trabajo no pagado. Y con esto, se quitaba la base de todas esas retóricas hipócritas de las clases poseedoras de que bajo el orden social vigente reinan el derecho y la justicia, la igualdad de derechos y deberes y la armonía general de intereses. Y la sociedad burguesa actual se desenmascaraba, no menos que las que la antecedieron, como un establecimiento [90] grandioso montado para la explotación de la inmensa mayoría del pueblo por una minoría insignificante y cada vez más reducida.
Si el esclavista vivía de la explotación de los esclavos, el señor feudal vivía del esfuerzo de la gente del campo. Entonces el dueño de la fabrica de que vive? Acaso no es de la energía física del obrero? Quien es el que mueve la maquinaria a diario?. A quien explota el capitalista?
El 14 de Marzo 1883 muere Carlos Marx. El marxismo no ha muerto sigue vigente. El capitalismo no ha podido utilizar las energías ni la creatividad de las poblaciones hambrientas gracias a la explotación brutal. El mundo vive en la sociedad de clases en constante lucha.

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Y los indígenas?
Por rodolfo - Tuesday, Mar. 15, 2005 at 4:35 PM


¿Dónde se los pone a los indígenas americanos con todas sus creencias y sus maneras de organizarse no racionales, en un modelo marxista?

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enterate
Por india - Tuesday, Mar. 15, 2005 at 9:05 PM

TENDRIAS QUE LEER ALGO SOBRE LA ORGANIZACION QUE TENIAN LOS PUEBLOS INDIGENAS , PRACTICABAN UN COMUNISMO PRIMITIVO , NO RECONOCIAN LA PROPIEDAD PRIVADA NI LA DE LA TIERRA , RESPETABAN A LA NATURALEZA EXTRAYENDO DE ELLA SOLO LO NECESARIO ...Y NO SIGO MAS , LEE PIBE .

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los pueblos indígenas eran marxistas
Por Disney - Tuesday, Mar. 15, 2005 at 9:11 PM

y jesús fue el primer socialista.
lo parió, ...me volaron el bocho!

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Ignorante
Por agarra los libros que no muerden! - Wednesday, Mar. 16, 2005 at 12:23 AM

¿Los Incas, aztecas y mayas practicaban un comunismismo primitivo??? ¿De donde sacaste eso? No puedo parar de reirme!!!

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Por favor.... estudien un poquito
Por uno - Wednesday, Mar. 16, 2005 at 1:31 AM

Uds creen que la izquierda crece mas justamente en las universidades por que??? estudien y veran...

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Paren de crecer!!!
Por Disney - Wednesday, Mar. 16, 2005 at 8:57 AM

paren de crecer loco, así no hay infraestructura edilicia universitaria que aguante.
Ahhhh, ese 1,3 % del electorado nacional es universitario? Mirá!, parecían más.
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Creo que se refieren a tribus más originarias aún...por allá por las culturas clovis (en la América del Norte post cruce de Beringia), que de ellas nos quedaron solo un par de puntas de flechas de mierda de unos 20.000 a 22.000 años, pero para aventurar que eran marxistas, alcanza y sobra (eso sí creían en dioses -fenómenos naturales- No es indicio de jerarquización???).
Habrá que ser brujo o chamán para saberlo; mejor no, eso ya sería estratificación social y habría que mantenerlo con el excedente de la caza y recolección, mientras pelotudea pintando boludeces en las cavernas y dándole al peyote.

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Para Rodolfo
Por Leonardo Mir - Wednesday, Mar. 16, 2005 at 8:59 AM
leonardomir@msn.com

Rodolfo:

¿De dónde sacaste eso de que los indígenas americanos tenían maneras de organizarse "no racionales"?
¿Cuáles maneras son racionales y cuáles no racionales, según vos?

Toda organización por definición tiene algún tipo de razón, si entendemos por razón, un orden y una forma de relacionarse. Toda la vida está organizada. Incluso los animales viven organizadamente, y también las plantas, las bacterias, los virus.

Los indígenas americanos así como los indígenas de cualquier parte del planeta estuvieron organizados, es decir que existía un orden, una manera de hacer las cosas, un reparto "racional" de las tareas, etc.

Obviamente que los indígenas no estaban organizados del modo capitalista, o del modo feudal, o del modo esclavista. Pero sí estaban organizados a "su" modo indigenista, tan racional como cualquiera de los otros y tan diferente al mismo tiempo, pero no por eso menos "racional".

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A eso voy Leonardo
Por Rodolfo - Wednesday, Mar. 16, 2005 at 10:12 AM

A lo que iba, es que los indígenas, siguen hoy teniendo una manera de concebir las cosas de una forma, llamemosla mas "irracional", para lo que la cultura occidental. Con lo que no estoy haciendo una crítica a su manera de ver las cosas, sino que todo lo contrario. Digamos que se parte no tanto de la racionalidad de la academia, sino mas bien de un simple estar en el ambiente, con su gente, y a partir de ahí viene la organización. Ahora en esta organización entra también su manera de concebir la vida. Y en base a como se concibe esta, la organización. De alguna manera están mucho mas situados en la tierra que cualquier ciudadano que vive en una ciudad ya montada como Buenos Aires por ejemplo, o como cualquier ciudad de europa, sobre todo despues de la revolución industrial, o sea de donde viene Marx. La irracionalidad a la que me refiero, está, por ejemplo en que antes de comenzar algo, un viaje, una cosecha, o lo que sea, todo va unido generalmente a un ritual ya aprendido y repetido por años y años. Ahora viendolo desde Buenos Aires, uno podría pensar.... ese ritual es al pedo, porque no se consigue nada con eso. Pero en realidad eso da la posibilidad a situarse en el mundo de una manera particular y propia a su cultura. Lo cual hace que se viva de una manera mas total, ya que la creencia y la realidad van juntas. Una cultura que van creando de acuerdo a lo que perciben desde la tierra. Y que justifica su estar aquí. Mientras que en la ciudad, y sobre todo en Buenos Aires, tomamos modelos generalmente europeos, Ya sea Marxismo, o Capitalismo, derecha o izquierda. Lo cual no dejan de ser soluciones desde el punto de vista de la ciudad. Ahora, ¿No es posible dejar de lado a las teorías europeas y mirar un poco mas hacia nuestra latinoamérica? Porque por mas que se haya aplastado casi totalmente a la cultura indígena, esta sigue estando aquí. ¿no es esa la cultura de nuestro contintente? ¿No somos mestizos?
Y la manera de organizarse de Europa, honestamente, va para un lugar hacia donde, no creo que la mayoría de la población latinoamericana quiere ir. Si se decide primero, racionalmente, o sea pensando todo clarito desde el banquito de la escuela, con toda la teoría bien aprendida, se dejan de lado todas estas costumbres, incluyendo las indígenas, que hacen la vida nuestra mas de lo que nos imaginamos, entonces vamos a morirnos de angustia cuando tengamos una manera de organizarnos importada, que no tiene nada que ver con lo que pasa por estos lados.
¿Se entiende lo que puse?

Rodolfo

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Rodolfo
Por socialismo o barbarie - Wednesday, Mar. 16, 2005 at 11:59 AM

José Carlos Mariátegui fue un marxista peruano que encaró la situación de los pueblos originarios en sus elaboraciones.

http://www.marxists.org/espanol/mariateg/index.htm
http://www.marxists.org/espanol/mariateg/ensayo2.htm

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