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EN QUE TERMINA EL SER DOCENTE.
Por Fernando - Thursday, Mar. 17, 2005 at 9:52 PM

Yo no quiero escudarme detras de nada, solo quiero decir lo que pienso ante lo ocurrido en el Joaquín V. Gonzézlez, como egresado de esa Institución. Esperando que mi opinión sea respetad, como yo respeto la de los demás.

EL VALOR DE SER DOCENTE

Durante cuatro años de mi vida, me dedique con especial esmero y esfuerzo a encarar una carrera que durante muchos años fue valuarte en la Argentina, la DOCENCIA.
Para mi el ser docente siempre significo una carrera de aquellos que quieren y desean un futuro mejor para todos los habitantes del país. Mis padres siempre me enseñaron a respetar a aquellos docentes que en su esfuerzo cotidiano, dejan todo en el aula, para que todos los chicos puedan salir adelante. Es por eso que mi ingreso en el Profesorado de Historia, en esta reconocida casa de estudios, lo hice a conciencia de que mi esfuerzo y mi constancia en el estudio y en las prácticas docentes, iban a servir para mejorar, aunque sea un poco, la educación argentina. Considero al docente como el principal servidor público que tiene un país y que su dedicación es igual de importante que la de un estudiante de medicina o de abogacía, incluso de aquellos que integran una fuerza de seguridad, en palabras de Manuel Belgrano, el docente es el PRIMER PADRE de la PATRIA. Es por eso que yo sigo la docencia no solo por una vocación personal, sino como una profesión que merece una continua preparación y formación que no termina en el fin de la carrera.


Por otro lado, conozco la realidad que esta viviendo el país y cual es la ubicación que se les da a los docentes y a los alumnos. Conozco esta realidad porque la viví siendo alumno del único bachiller público de Mataderos y por vivir en una de las zonas más pobres de Capital, a esto debo sumar, el hecho de trabajar en el Partido La Matanza donde cada día me encuentro con una realidad muy dura y pesada, tanto en colegios públicos como privados.


Y todo el esfuerzo que yo dejo en las aulas, me son gratificados cuando los alumnos notan mi dedicación o simplemente, me tienen el respeto que una se ha ganado al demostrar que no solo sabe de lo que enseña sino que busca conocer a quien le enseña.


Pero todo esto no me tranquiliza, cuando me entero que un grupo de gente, en esta casa de estudios, decide hacer valer sus opiniones únicamente por la FUERZA y por espurios intereses políticos (meten sus riñas partidarias donde se les canta) y económicos (como el dominio de una fotocopiadora). Que podrán enseñar aquellos que tardan años en recibirse y con notas mediocres en cursadas mediocres, que podrán aprender aquellos que de lo que único que se reciben es de militantes sin conciencia de la realidad que están viviendo, como podrán liberar mentes si ellos viven cerrados a lo que dicen, como podrán enseñar aquellos que no han aprendido a aceptar al que piensa distinto. Mi indigna que los representantes de los estudiantes no tengan un sincero compromiso con ser DONCENTES y DECENTES, como si lo tuvieron aquellos que entendían en los 60 y 70 que la educación era una forma de lograr el cambio social, no dictando lo que ellos pensaban sino enseñando a cada alumno, sea chico o adulto, a aprender por si mismo a conocer, interpretar y entender la realidad.


Es hora que los que estudiamos para ser docentes, no por ser una carrera corta sino por ayudar a cambiar la realidad, tomemos las riendas de los cambios que deben desarrollarse en el Joaquín de manera sensata, democrática y pensante. Estos grupos se quejan de la intervención de la fotocopiadora, porque viola sus derechos como organización gremial de los estudiantes, cuando en las elecciones del centro no voto ni un tercio de los alumnos del instituto y cuando ellos violaron, previamente, con su actitud patoteril y antidemocrática, los principios básicos de la convivencia en un lugar que no es una cancha de fútbol y quebraron fundamentalmente el primer valor del ser docente: SABER ESCUCHAR AL OTRO.


Yo no me rasgo las vestiduras de nada, ni veo la paja en el ojo ajeno, no me interesa figurar en ningún lado, ni me interesa ser el líder de nada, lo único que sé es que para poder luchar contra un sistema corrupto, patoteril, nefasto, individualista, antidemocrático y contrario al pueblo, primero hay que demostrar que uno es distinto a todo eso y que debe plantear una verdadera alternativa a todo esto y no solo quedarse en el discurso.


Muchos me conocen, desde el personal de limpieza hasta docentes, desde alumnos a egresados, y todos saben que mi compromiso esta en las aulas y no en otro lado, y que no saldría a escribir, sino fuera porque me harto que se llegara al extremo de la brutalidad humana dentro de un lugar donde uno tiene que aprender a convivir.


Pueden decirme lo que quieran y hacer lo que quieran, pero deben pedirles disculpas a todos los estudiantes del Joaquín que se esfuerzan todos lo días en estudiar, en tratar de comprar los apuntes, en tratar de llegar al Profesorado todos los días y en aprender a ser docentes, por ser unos seres que no están en el nivel de ser DOCENTES y DECENTES.

Profesor Fernando Protto.
Egresado del Prof. de Historia.

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