Julio López
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A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS Y SOCIALES
Por MOVIMIENTO 26 DE JUNIO - Friday, Mar. 18, 2005 at 2:00 AM
m26ddhh@yahoo.com.ar

Durante los años de nuestra historia, los trabajadores hemos aprendido a defender nuestros intereses y a confrontar con los del capital. Cada lucha que nuestra clase ha emprendido ha sido en favor de todos los trabajadores, por más que la lleven adelante un sector de la misma; cada reivindicación arrancada a la burguesía es una demostración de nuestra fuerza y combatividad. Sin embargo cada paso que hemos dado ha costado sangre de un pueblo que no se resigna a la miseria y decide dar batalla.

El movimiento piquetero surge como expresión del clasismo y de la historia de lucha de los trabajadores argentinos. En el transcurso del desarrollo del proceso de organización de los sectores desocupados de la clase han surgido infinidad de organizaciones que potenció al sector transformándolo en un actor político central en el desarrollo de la lucha de clases en nuestro país. Cada organización ha crecido gracias al esfuerzo de sus militantes y por la consecuente lucha contra la patronal y el Estado, y sobre todo gracias a la unidad basada en la solidaridad de clase con otras organizaciones que aglutinan al mismo sector de clase.

Teniendo en cuenta lo anterior desde el Movimiento 26 de Junio estamos convencidos que las actitudes que rompan los criterios de solidaridad de clase y respeto a las organizaciones hermanas no hacen más que llevar a la desorganización y retraso de conciencia en los compañeros. Más aún cuando son impulsadas desde las direcciones políticas de algún Movimiento generan mucho más daño y merecen ser combatidas.

Por esto nos vemos en la necesidad de hacer públicos las actitudes que la dirección política de la Unión de Trabajadores Piqueteros – UTP- quien aprovechando un conflicto interno en uno de nuestros barrios, ha intervenido intentando llevar a todos los compañeros que se encontraban organizados hacia “su” movimiento. Utilizando las peores maniobras cercanas a una política punteril (mejor calidad de mercadería y más planes eran las promesas hacia los compañeros de base) y basándose en mentiras engañó a un sector pequeño de los compañeros más activos del barrio que rápidamente agitó con dar de bajas los planes que no sean traspasados a la UTP.

Obviamente todo esto a espaldas de la dirección política de nuestro movimiento, preparando una farsa en el barrio propia de una política rastrera y oportunista que prefirió colaborar con el debilitamiento de una organización hermana en vez de preocuparse por confrontar con el gobierno. Como si esto fuera poco cabe la posibilidad de que la “honesta y principista” dirección política de la UTP deba hacer denuncias en la fiscalía de La Plata contra nuestra Asociación Civil ya que esta es la única forma de que logren hacer los traspasos a su Movimiento.

Compañeros estamos a favor de la unidad, creemos que es posible siempre y cuando las organizaciones del campo popular no se dediquen a tener actitudes liquidacionistas con otras, con las cuales hemos compartido más de una lucha y hemos caminado en conjunto. Siempre y cuando estas maniobras de traición no sean parte de las políticas que llevan adelante la dirección de algunos movimientos que poco contribuyen al crecimiento en conciencia de las masas desocupadas y generan desconcierto. Estamos convencidos que si se rompe la solidaridad de clase no hay unidad posible sino contradicciones a saldar en el seno de nuestra clase.

Entendemos, sin embargo, que la responsabilidad de las maniobras realizadas se circunscribe a la dirección de la UTP y no al resto de sus compañeros que seguramente no han tomado parte de esta decisión, ya que no serían ellos los que se verían beneficiado. Al mismo tiempo creemos que es nuestro deber como una organización de los trabajadores dejar en claro al resto de las organizaciones cual es nuestra posición ante estas actitudes.

El movimiento piquetero ha crecido al calor de la lucha y la confrontación con la patronal y el Estado, todo lo que ha conquistado ha sido gracias a su grado de combatividad y radicalización en las calles. Que no se desvíe de este camino es responsabilidad de todas las direcciones de las distintas organizaciones.

MOVIMIENTO 26 DE JUNIO

¡VIVIMOS PARA LUCHAR, LUCHAMOS PARA VENCER!

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Llorones
Por lo tanto - Friday, Mar. 18, 2005 at 10:34 AM

La única manera de que su "clientela" no los cambie por otro "proveedor", es creando conciencia política. Llorando no van a arreglar nada. El intento de comprar la base de los movimientos es algo cotidiano. Si no lo solucionan con política, los que fallan son ustedes.
No lo tomen a mal, pero la limitación de la conciencia política de sus bases expresa, en definitiva, la limitación polìtica de ustedes mismos.

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si la verdad
Por tia maria - Friday, Mar. 18, 2005 at 10:56 AM

por un lado, todos los movimientos u organizaciones tienen derecho a pelearse la base. Si sus compañeros prefieren organizarse en otro lado, son libres de hacerlo, ganenlos con su politica. Aparte la verdad la UTP tampoco croe que tenga mucho que dar, no son precisamente la FTV. Igual lastiam que alguin le de bola al servi de jeronimo, les pasa por coordinar con esa gente chota

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Te conozco Jeronomi...
Por Lalo - Friday, Mar. 18, 2005 at 3:09 PM

Es cierto que a las bases se las gana con politica. Pero cierto tambien es que hay dos maneras de definir ésta, por un lado la discusión sincera a través de los órganos correspondientes, con una linea politica clara que persuada de tomar los distintos caminos o la politica de la patronal y sus alcahuetes.
Jeronimo es claro ejemplo del segundo caso, oportunista y rastrero como pocos, se maneja en forma simbiotica a los punteros. Es probable que el problema no sean los planes, el problema es la actitud que en infinidad de veces asume este engendro con aire, ademas de exaservadamente personalista. La denuncia ante el estado para quedarse con planes no es una actitud de compañero, el solo hecho de hacer esto frente al los personeros a sueldo del estado, lo convierte en un colaboracionista, trabaja en contra del campo popular, sus mezquinas aspiraciones de poder, lo llevan a este tipo de actitudes cobardes.

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