Julio López
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Exitosa charla -debate obrera en el Centro Cultural Rosa Luxemburgo
Por CCRL - Monday, Mar. 21, 2005 at 7:54 AM

En la noche del viernes 18, se realizó una charla / debate, en el Centro Cultural Rosa Luxemburgo sobre la organización y las luchas de la clase obrera en el último período.

Exitosa charla -deba...
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En la noche del viernes 18, se realizó una charla / debate, en el Centro Cultural Rosa Luxemburgo sobre la organización y las luchas de la clase obrera en el último período. La importante concurrencia de trabajadores de los principales sectores de lucha de este último periodo, superó la capacidad de las instalaciones del centro cultural. Se destacaron las delegaciones trabajadores de Taym, del Subte, los aeronáuticos de Lafsa y SW, junto a las obreras de Brukman, trabajadores telefónicos, de la alimentación, de supermercados, docentes, de la salud entre otros; sumado a esto, jóvenes secundarios y estudiantes terciarios y universitarios.
Comenzamos proyectando el Noticiero Obrero realizado por los compañeros de Contraimagen, que se transmite por un canal de cable de la zona norte del Gran Buenos Aires.
La charla estuvo encabezada por el compañero Carlos “Charly” Platkowski, delegado de LAFSA y militante del PTS, junto a destacados activistas de Taym y de Metrovias. En la misma se expusieron los últimos conflictos que se vienen desarrollando en la Capital Federal, como la huelga del Subte, el triunfo de los compañeros de la terciarizada Taym, y el conflicto que se viene desarrollando en Aeroparque encabezado por los compañeros de Lafsa.
Se discutió alrededor de las agresiones y amenazas a los trabajadores de Zanon y del Subte, y la denuncia a la militarización ese mismo día en el Aeroparque Metropolitano. Los compañeros aeronáuticos invitaron a concurrir a la marcha que se realizará el martes 22 hacia Plaza de Mayo, de que la participaran distintos sectores de gremios del transporte, como ferroviarios, subte, entre otros., para enfrentar el plan privatista de Lafsa llevado adelante por el gobierno de K, por el mantenimiento de todas los puestos de trabajo y por la renuncia del secretario de Transporte del gobierno nacional, Jaime y también de Cirielli.
Se convocó al encuentro obrero del 2 de abril. La charla se transformó en un apasionante debate obrero alrededor de las distintas estrategias que están plateada con la entrada en escena de los trabajadores, en vistas a ese encuentro.
Terminado el debate, el mismo continuó entre choripanes y vino, intercambiándose las distintas experiencias entre los principales actores de las últimas luchas obreras porteñas.


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novedad
Por x - Monday, Mar. 21, 2005 at 7:33 PM

che que bueno y habia algun obrero?

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Sí, había muchos obreros.
Por Leonardo Mir - Monday, Mar. 21, 2005 at 10:28 PM
leonardomir@msn.com

Sí, muchos de los asistentes a la reunión seguramente son obreros. Te aclaro esquemáticamente qué entendemos por obreros desde el punto de vista materialista dialéctico.

En la sociedad capitalista la relación principal entre las clases es la de capital/trabajo. La relación capital/trabajo implica dos polos, el polo que se apropia del trabajo ajeno y el polo que vende (si no está desocupado) su fuerza de trabajo.

Obrero es todo aquel que obtiene sus medios de vida de la venta de su fuerza de trabajo al capital.Tal vez sea más ajustado el vocablo "asalariado", ya que el término "obrero" está asociado al típico asalariado de la época de Marx. Pero actualmente los asalariados que trabajan en la producción, es decir, los vulgarmente llamados "obreros" son minoría dentro de la clase asalariada. Sin embargo, en el momento histórico actual, la relación asalariada se ha extendido y generalizado a todo el mundo. La clase asalariada u "obrera" es una clase heterogénea dentro de la cual existen subgrupos. Actualmente el sector más dinámico es el ligado al transporte. El sector "obrero-obrero" -obrero productivo- está en la retaguardia. Pese al achicamiento de este sector igualmente muchos opinan que continúa poseyendo ciertas características que le otorgan cierto valor superlativo.

En cualquier caso, lo que se debe entender es que la llamada comunmente como clase obrera es la clase asalariada. Y sí, seguramente que en esa reunión había muchos obreros, siendo como lo es, la clase mayoritaria en este país.

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x,me extraña
Por leon - Tuesday, Mar. 22, 2005 at 1:18 PM

x,que chicana barata!,decime que partido trotskista en la argentina cuenta con miles de obreros en sus filas.
No soy del PTS pero los respeto porque tienen un trabajo en zanon,en bruckman,en astilleros,en el indec,en pepsico,en aeronauticos.
Se preocupan por el tema de la mujer-pan y rosas-,del arte-contraimagen-,los dd.hh-ceprodh-
Decime x, cuantos partidos en la argentina tienen tanta variedad de frentes?.
Asi que discuti de politica y deja las chicanas para la cancha.

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X dejate de joder
Por para X - Tuesday, Mar. 22, 2005 at 1:40 PM

Ya te lo explico el cumpa de arriba, el PTS tiene más frentes de lucha que militantes, no seas chicanero. Cheeeee!

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¿PUEDEN AMPLIAR ALGO MAS LA CUESTION PROLETARIO-OBRERO?
Por ASALARIADO - Wednesday, Mar. 23, 2005 at 10:30 AM

¿Podrían profundizar un poco más en este tema que a mí siempre me quedo poco claro?Porque según había oído un OBRERO sería aquel que realiza trabajo PRODUCTIVO y sería solo a ESTE proletario al que se le extraería plusvalía y por ende sería el único , "estrictamente" hablando , EXPLOTADO y ALIENADO.Al menos en el marxismo "clásico" u "ortodoxo".Los demás proletarios o asalariados -médicos, maestros ,vendedores, (policías , militares ?), artistas ,intelectuales, en fín, profesionales y clase media en gral se ubicarían en otro plano y vivirían del plusvalor extraído a los "obreros-obreros".

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Ridículo
Por turno - Wednesday, Mar. 23, 2005 at 11:07 AM

Si fuera como dice este último, no serían obreros los ferroviarios, ni los basureros, ni los obreros municipales, y tampoco los obreros gráficos de medios que viven de la publicidad y no de la venta (sólo por citar algunos ejemplos).
Pertenece a la clase obrera todo aquél cuya subsistencia depende exclusivamente de la venta de su propia fuerza de trabajo, cuando ésta no posee un nivel de calificación que podríamos llamar profesional (terciario, digamos).
Como toda definición, tiene sus zonas grises, pero en todo caso esa sería la definición marxista.
Por lo tanto, no es relevante si el explotado se dedica al trabajo productivo o no (en el sentido de la extracción directa de plusvalía), entre otras cosas porque la clase obrera es explotada como un todo por la clase capitalista como un todo (como explica Marx en el libro III de El Capital).
En este sentido, también son obreros los desocupados y los que, a falta de empleo fijo, changuean o venden chucherías, cartonean, prestan servicios, etc.

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Manual Karlpelusz
Por Librero - Wednesday, Mar. 23, 2005 at 11:20 AM

Si no lo dice el karlpelusz, no existe.

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la cosa es así
Por socialismo o barbarie - Wednesday, Mar. 23, 2005 at 11:23 AM

En la época de Marx decir asalariado y decir obrero era prácticamente lo mismo, pues de 10 asalariados 8 o 9 eran obreros que trabajaban en fábricas y en talleres.

Pero la composición del proletariado o sector asalariado fue cambiando con los años. Se han proletarizado las "profesiones liberales" que antes eran ejercidas por la pequeñoburguesía. Podríamos decir que hoy la pequeñoburguesía se divide entre la que es propietaria y la que es asalariada.

Hoy el proletariado es mucho mas heterogéneo que en la época de los clásicos. Ha crecido impresionantemente el sector de servicios. También hay que contemplar como sector especial dentro del proletariado a los desocupados crónicos y trabajadores precarios, pues la desocupación es ya algo estructural y no se limita a servir de "ejército de reserva".

Por eso en esta época los que hacen un fetiche del obrero industrial son como extraterrestres y acusan de desviacionismo a quienes sí encaran una política especial para los desocupados.


Lo que todo asalariado tiene en común, más allá de su formación, su herencia cultural, etc., es que está obligado a vender su fuerza de trabajo para subsistir. Eso lo convierte objetivamente en enemigo del capital.

Pero justamente la heterogeneidad del proletariado y de los sectores especialmente oprimidos (por razones de género, de orientación sexual, étnicas, religiosas, etc.) es lo que demanda una política distinta para cada sector. Este giro se está dando, lentamente, pero se va dando, en las agrupaciones de izquierda (en algunas más rápido que en otras).

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El significado de "obrero"
Por Leonardo Mir - Wednesday, Mar. 23, 2005 at 11:40 AM

¿OBRERO sería solo aquel que realiza trabajo PRODUCTIVO y sería solo a ESTE proletario al que se le extraería plusvalía y por ende sería el único , "estrictamente" hablando , EXPLOTADO y ALIENADO?

El término "obrero" posee varios significados. Por ejemplo, se utiliza como sinónimo de "albañil" y también significa "trabajador manual". Pero el sentido que a nosotros nos interesa es el sociológico, es decir, el que tiene que ver con la ubicación social más que con la función en su especificidad técnica concreta. No nos interesa si es un trabajador manual y si el producto de su trabajo es "productivo" en un sentido, digamos, inmediato, visible, tangible. Es decir que poco importa si el trabajador produce "tornillos" o produce "ventas" o produce "limpieza". La productividad del trabajo que tenemos que tener en cuenta es la productividad para el patrón, es decir, si el trabajo es "productivo" le dejará al patrón un excedente, una plusvalía. Tampoco importa la calificación del trabajador, no interesa si desarrolla un trabajo simple o complejo, si solo tiene estudios primarios o si es universitario. El científico que trabaja en un laboratorio de una gran industria farmacéutica es tan "obrero" como el obrero de la industria metalúrgica o como un peón de limpieza. Este último no produce nada tangible, solo limpia, permitiendo que las condiciones para producir sean más eficaces, para el caso de que se trate de un peón de limpieza dentro de una unidad de producción de cualquier tipo, o, produciendo en forma directa una plusvalía, para el caso de que la actividad de la empresa en que trabaja sea específicamente esa, la de limpieza, y ese sea la mercancía que esa empresa venda.
Obrero, desde el punto de vista del análisis de la sociedad es todo aquel que obtiene sus medios de vida de la venta de su fuerza de trabajo (tanto si está efectivamente haciéndolo como si está en paro, es decir, desocupado o desempleado).
Obrero o proletario o asalariado, lo que interesa es la relación entre el trabajador y el propietario de las "condiciones del trabajo". He ahí la alienación. El trabajador en el sistema capitalista está alienado (separado) de los medios de producción y de los frutos de su trabajo, está alienado por esa relación específica del sistema capitalista que hace que unos pocos sean "propietarios privados" de los medios de producción (medios que provienen de la naturaleza y de la modificación de la naturaleza mediante el trabajo), y otros se hallen privados de esa propiedad y solo sean poseedores de su "fuerza de trabajo".
Por otro lado, esta relación salarial se ha masificado, se ha globalizado, lo que constituye un fenómeno nuevo en el mundo. Por primera vez, recientemente, la clase obrera se ha constituido en la clase mayoritaria y el capitalismo se ha hecho verdaderamente "global".

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Demasiado amplio
Por turno - Wednesday, Mar. 23, 2005 at 1:05 PM

No creo que un científico de un laboratorio deba considerarse obrero, por varias razones que, aunque no fueron desarrolladas por Marx (en parte por motivos que S o B menciona) están de acuerdo a la concepción marxista.
Estas razones son las siguientes: Marx, cuando habla de la venta de fuerza de trabajo, y más allá de la distinción entre trabajo complejo y trabajo simple, se refería a una situación en la que el trabajo se había vuelto lo suficientemente abstracto o general como para que cualquiera, con un mínimo de calificación pudiera realizarlo. El trabajo abstracto no es tal por motivos intelectuales, sino por causas materiales que tienen que ver con el desarrollo de la tecnología, que separa los aspectos más concretos del trabajo de aquellos aspectos más generales de dirección o control del proceso de trabajo. Buena parte de las habilidades de los viejos artesanos u oficiales, ahora son delegados en la tecnología, mientras que la manipulación general del proceso queda en manos del trabajador vivo. De hecho, la revolución industrial separó, entiendo yo, tres aspectos fundamentales del trabajo: el "concreto" (relacionado con el valor de uso) el relacionado con el esfuerzo físico y el de dirección o control. Bajo condiciones modernas (capitalistas) de trabajo, es principalmente éste último queda en manos del trabajador.
Sin entrar a discutirlo aquí, creo que quedan pendientes algunas dificultades teóricas del ya muy debatido tema de la reducción del trabajo compleo al simple. En todo caso, yo creo que el científico no está en la situación de contar, como único medio de subsistencia, la venta de una fuerza de trabajo de carácter general o abstracto, sino que su fuerza de trabajo calificada en realidad constituye una especie de capital fijo, una tecnología relativamente intangible, que lo libera de la necesidad de vender la fuerza de trabajo en el sentido que propone la teoría de Marx. Por otra parte, el ahorro acumulado que supone la posibilidad de realizar estudios prolongados sitúa al profesional altamente calificado en una condición análoga a la del pequeño burgués propietario. Entiendo que se trataría de una mutación histórica de la pequeña burguesía, un proceso iniciado en la época de la primera guerra mundial y culminado en la segunda posguerra.
Bueno, no tengo tiempo para seguir ampliando. Chau.

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GRACIAS
Por ASALARIADO - Wednesday, Mar. 23, 2005 at 10:37 PM

Aguna bibliografía sugerida sobre ESTE tema?

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Bibliografía
Por Leonardo Mir - Wednesday, Mar. 23, 2005 at 11:33 PM

Bibliografía debe haber bastante, pero para empezar te recomiendo empezar por El Capital. Lo podes encontrar en http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/

Acerca de la cuestión de los profesionales, es cierto lo que dice el compañero, poseen en sí mismos una especie de capital fijo. Pero este capital fijo solo es tal si ejerce como tal, es decir, si dicho profesional puede ejercer su profesión en forma autónoma. Precisamente esa es la cuestión. De un tiempo a esta parte, cada vez más, los profesionales vienen a caer en las generales de la ley, esto es, en la llamada subsunción al capital, es decir que quedas sometidos a la regla general de la ley del valor: se ven obligados a vender su fuerza de trabajo a un patrón (o al estado patrón). Esto forma parte de una de las tendencias ya señaladas por Marx.

Décadas atrás los profesionales eran mayoritariamente miembros de la pequeñoburguesía, es decir que ellos mismos eran en efecto, una pequeña unidad de producción, y así se relacionaban socialmente, vendiendo su trabajo. Actualmente la situación es diferente, un gran porcentaje de profesionales (médicos, ingenieros, biólogos, abogados, etc.) trabajan en relación de dependencia, es decir que ya no venden su trabajo en forma directa sino que venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario, y por lo tanto, son asalariados.

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pobre pibe...
Por El Oligarca - Thursday, Mar. 24, 2005 at 12:30 AM
oligarch@fastmail.fm

pobre pibe......
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...viene a buscar un poco de ayuda y lo mandan a leerse EL CAPITAL..........que didáctico.......

Alguien de acá habrá leído EL CAPITAL entero? si hay alguno que pase a buscar su Orden de la Estrella Roja por la sede del MSV........

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Como no
Por mi abuela - Thursday, Mar. 24, 2005 at 12:37 AM

Y como no iban a desbordar las instalaciones si estaban en una pieza!

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MSV Incentivo decente
Por Camarada Kirov - Thursday, Mar. 24, 2005 at 12:44 AM

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estimado ASLARIADO: el MSV tiene alguna bibliografía que te puede interesar
Por El Oligarca - Thursday, Mar. 24, 2005 at 12:58 AM
movimiento_stalin_vive@hotmail.com

..un artículo escrito por el máximo referente intelectual del Movimiento Stalin Vive, nuestro guía espiritual , y máximo interprete de las Enseñanzas de STALIN; el camarada LUDO MARTENS:

El trotskismo al servicio de la CIA contra los países socialistas

http://www.wpb.be/doc/doc/trotskes.htm

Saludos

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http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/
Por Leonardo Mir - Thursday, Mar. 24, 2005 at 1:12 AM

No te imaginás qué tan didáctico es. Sobretodo si lo comparamos con decenas de otros textos que tratan del tema pero que, aun siendo aparentemente más didácticos, en general están escritos por autores que tienden a agregarle algo de su propia cosecha al marxismo... con lo cual terminan en muchos casos, tergiversándolo.

El Capital tiene algo así como 900 páginas, no es un libro de bolsillo. Pese a ello, acercarse a este texto resulta muy enriquecedor y también una buena ocasión para juntarse entre dos, tres o cuatro compañeros y empezar a leerlo juntos; es una buena forma para comprenderlo mejor y para reforzar la lectura con debate.

Claro, es fácil hacer el chiste con esto. En general los compañeros leen poco y ven mucha tele.
Esto nos parece tan normal -pese a lo dañino que es-, que cuando alguien -como yo en este caso- le recomienda a un compañero que está pidiendo que se le recomiende bibliografía, que lea esa obra cumbre escrita por Marx en sociedad con Engels, chicanear, apoyandose en el lugar común de la pereza, que considera que El Capital es una obra poco didáctica, estaba cantado que iba a ocurrir.

Pero dejando la gracia de la chicana de lado, en El Capital hay un mundo por descubrir. Las ideas que se presentan allí son el reflejo velado de la realidad; velado por toda la ideología dominante de nuestro tiempo, es decir, por la ideología burguesa. En El Capital, Marx descubre y explica el funcionamiento de la sociedad capitalista como si un relojero nos revelara los intrincados mecanismos de una maquinaria de relojería. De paso, deja unas cuantas enseñanzas más.

Está en,
http://www.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/
y les aseguro que no los va a morder, aunque es difícil que nos les provoque alguna especie de "contagio".

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ehhh, pero justamente, no será mucho...
Por El Oligarca - Thursday, Mar. 24, 2005 at 1:49 AM
movimiento_stalin_vive@hotmail.com

...para un flaco que se la pasa viendo la tele saltar de no leer nada a leer EL CAPITAL? ...no habrá algo intermedio para que empieze, tipo las fotocopias del CBC?....................y no se olviden de internet que es un arma de doble filo, jeje, destruyó la impresionante capacidad de tragar libros que tenía en la secundaria......

Lo de la lectura grupal no sé si sirve....yo me desconcentraría....y ni hablar si hay compañeras.........

Por lo demás, para descubir los intrincados funcionamientos de la estructura capitalista, me parece que el tío Adam Smith lo explica mejor....lo que pasa que como al tío Smith tampoco lo lee nadie.......deben ser los dos de los autores más citados y menos leídos de la historia

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No mezcles las cosas, Mir
Por turno - Thursday, Mar. 24, 2005 at 11:33 AM

Claro que si un profesional no logra colocarse como tal, no ejerce su profesión, entonces no se cumple su "destino" pequeño burgués. Pero esa no es la premisa asumida en principio. Estábamos hablando del científico que trabaja como científico por un salario.
Que sea asalariado no quita que sea pequeño burgués. Vos te desviaste de este punto y terminaste desfigurándolo. Podés considerar, si querés, que se trata de una proletarización de la clase media. No hay inconveniente, sería una RELATIVA proletarización. Esa es la tendencia que Marx señaló. Pero, con todo, si nos apegamos demasiado a lo que señaló Marx, no se cumplió enteramente para los profesionales altamente calificados que, como dije, contienen en su fuerza de trabajo un elemento de capital fijo. En todo caso, yo considero que el argumento de Marx sobre la reducción del trabajo complejo a trabajo simple contiene una fisura irreparable y que, en última instancia, es insolublemente circular (aunque no me propongo discutirlo aquí y ahora).
Ahora bien, si un profesional no consigue colocarse como tal, ejercer como tal, lo que tenemos es un caso de proletarización en otro sentido: un descenso social. Eso es, claramente, otra cuestión, más parecida a la situación de un pequeño comerciante que quiebra y, de ahí en más, se ve obligado a vender su fuerza de trabajo (no-calificada) para subsistir. Este tipo se sitaciones se viene verificando en la Argentina a partir del colapso de fines del 2000.
Pero, con todo, es el sector de los profesionales el que mejor se recuperó en términos de empleo durante los últimos tiempos.
Finalmente cabe aclarar que, de por sí, el salario es apenas una forma, y puede encubrir relaciones sociales diversas. De hecho es una forma de "remuneración" muy anterior al capitalismo. Con señalar que un trabajador es asalariado no alcanza para caracterizarlo como miembro de la clase obrera.
Cabe, incluso, una prueba empírica del carácter pequeño-burgués del profesional. Que éste no se ve obligado a vender su fuerza de trabajo en el sentido abstracto que le da Marx, lo prueba el hecho de que tiene la opción -cuando la tiene, naturalmente- de emplearse como profesional en lugar de hacerlo como operario. Esta última opción la tiene cualquiera -y siempre- en condiciones normales (es decir: si exceptuamos períodos de depresión capitalista prolongada como el que afecta actualmente al área llamada "periferia"). Es decir: el profesional tiene, en principio, más de una opción para integrarse al proceso productivo, el proletario tiene sólo una.
Así, la capacidad calificada de trabajo de un profesional no habla de la necesidad de vender la fuerza de trabajo abstracta para susbistir sino, al contrario, de su posibilidad de eludir dicha necesidad. Es, por lo tanto, una posición de clase característicamente pequeño burguesa, no en el sentido de la vieja clase media pequeño propietarisa sino de la nueva clase media, asalariada. La evolución del capitalismo simplemente ha cambiado la forma de su pequeño capital fijo.

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Sobre el caracter de clase de los profesionales y los científicos
Por Leonardo Mir - Thursday, Mar. 24, 2005 at 1:51 PM

 Turno me acusa de "mezclar las cosas", de "desviarme del punto" y de "terminar desfigurándolo". ¿Qué puedo decir al respecto?, que no pretendo ni lo uno ni lo otro, y le pido al compañero Turno que tenga un poco más de paciencia.

Las cuestiones que estamos tratando son fundamentalmente dos. Una es la referente a qué es la clase obrera y a quienes podemos considerar como pertenecientes a tal categoría. La otra cuestión es más particular, partiendo de la base de que pertenecen a la clase obrera aquellos cuya fuente de subsistencia es exclusivamente la venta de su fuerza de trabajo, si deben considerarse o no como miembros de la clase obrera, los profesionales o, aún más específicamente todavía, los científicos que trabajan por un salario.

 

Según Turno,

Pertenece a la clase obrera todo aquél cuya subsistencia depende exclusivamente de la venta de su propia fuerza de trabajo, cuando ésta no posee un nivel de calificación que podríamos llamar profesional (terciario, digamos).
 

No creo que un científico de un laboratorio deba considerarse obrero, por varias razones que, aunque no fueron desarrolladas por Marx (en parte por motivos que S o B menciona)

Pero la composición del proletariado o sector asalariado fue cambiando con los años. Se han proletarizado las "profesiones liberales" que antes eran ejercidas por la pequeñoburguesía. Podríamos decir que hoy la pequeñoburguesía se divide entre la que es propietaria y la que es asalariada. (SoB).

Estas razones son las siguientes: Marx, cuando habla de la venta de fuerza de trabajo, y más allá de la distinción entre trabajo complejo y trabajo simple, se refería a una situación en la que el trabajo se había vuelto lo suficientemente abstracto o general como para que cualquiera, con un mínimo de calificación pudiera realizarlo. El trabajo abstracto no es tal por motivos intelectuales, sino por causas materiales que tienen que ver con el desarrollo de la tecnología, que separa los aspectos más concretos del trabajo de aquellos aspectos más generales de dirección o control del proceso de trabajo. Buena parte de las habilidades de los viejos artesanos u oficiales, ahora son delegados en la tecnología, mientras que la manipulación general del proceso queda en manos del trabajador vivo.

Claro que si un profesional no logra colocarse como tal, no ejerce su profesión, entonces no se cumple su "destino" pequeño burgués. Pero esa no es la premisa asumida en principio. Estábamos hablando del científico que trabaja como científico por un salario.
Que sea asalariado no quita que sea pequeño burgués.
 

Finalmente cabe aclarar que, de por sí, el salario es apenas una forma, y puede encubrir relaciones sociales diversas. De hecho es una forma de "remuneración" muy anterior al capitalismo. Con señalar que un trabajador es asalariado no alcanza para caracterizarlo como miembro de la clase obrera.
Cabe, incluso, una prueba empírica del carácter pequeño-burgués del profesional. Que éste no se ve obligado a vender su fuerza de trabajo en el sentido abstracto que le da Marx, lo prueba el hecho de que tiene la opción -cuando la tiene, naturalmente- de emplearse como profesional en lugar de hacerlo como operario.

(...) el profesional tiene, en principio, más de una opción para integrarse al proceso productivo, el proletario tiene sólo una.
Así, la capacidad calificada de trabajo de un profesional no habla de la necesidad de vender la fuerza de trabajo abstracta para subsistir sino, al contrario, de su posibilidad de eludir dicha necesidad. Es, por lo tanto, una posición de clase característicamente pequeño burguesa, no en el sentido de la vieja clase media pequeño propietaria sino de la nueva clase media, asalariada. La evolución del capitalismo simplemente ha cambiado la forma de su pequeño capital fijo.

Por lo tanto, y siguiendo a Turno, el hecho de que el científico pueda integrarse al proceso productivo no solo vendiendo fuerza de trabajo abstracta sino también vendiendo trabajo calificado revela su carácter de clase pequeñoburgués, es decir que el científico no depende exclusivamente de la venta de fuerza de trabajo como el que cualquiera pudiera realizar sino que es portador de un capital fijo.

 

Espero que Turno esté de acuerdo con esta exposición de su pensamiento.

Su tesis efectivamente se apoya en Marx pero a mi me parece que no enteramente. Mi interpretación de la realidad es un poco diferente.

El mismo Turno reconoce que el carácter pequeño-burgués del profesional se puede probar empíricamente por el hecho de que puede emplearse como profesional en lugar de hacerlo como operario, pero agrega,  tiene la opción -cuando la tiene, naturalmente. Ahí hay una cuestión. Una de las tendencias señaladas por Marx es hacia la proletarización general, lo cual se verifica entre otras formas en que a los profesionales les cuesta cada vez más ejercer como profesionales. Pero esto sigue siendo de orden secundario. La cuestión pasa -a mi criterio- por la pertinencia del carácter abstracto y general que debería poseer el trabajo para admitirse a tal trabajo como trabajo obrero. Cuál sería entonces el límite entre trabajo abstracto y general que cualquiera pudiera realizar y el trabajo que requiere de una calificación. Digamos también que otra de las tendencias descubiertas por Marx señala que el trabajo complejo tiende a simplificarse. Esto no niega que pese a todo sigan existiendo individuos más y más especializados en diversas materias. Pero para mí, lo que verdaderamente importa, es qué tipo de relación social prevalece, y en este sentido, cada vez más, la tendencia hacia la venta de la fuerza de trabajo, sea este trabajo complejo o simple, se va imponiendo lentamente.

 

Esta forma de obtener los medios de vida, la venta de fuerza de trabajo, es decir, la relación a través de la cual el trabajador es retribuido con una fracción de su trabajo, generándose un excedente que queda en poder del poseedor de las condiciones del trabajo, es decir, de los medios de producción, incluyendo dentro de las condiciones su papel como dominador en la relación laboral; es la que determina en mayor medida la utilidad del empleo de esta forma de categorizar las relaciones sociales. Es decir, el situar a los profesionales y a los científicos que venden su fuerza de trabajo -aunque esa fuerza de trabajo sea calificada- a la par que junto al resto de los individuos que venden su fuerza de trabajo -simple, abstracta, general-, brinda un acercamiento a la realidad superior a la imagen del profesional como elemento de clase distinto u opuesto al resto de los proletarios.

 

Este primer acercamiento a la observación de la realidad no niega la heterogeneidad que tal clase asalariada posee ni la posibilidad que aun subsiste en muchos casos, para los trabajadores calificados, de escapar a la condición de exclusividad de obtener sus medios de vida a través de la venta de fuerza de trabajo, pero esa posibilidad, tendencialmente se ve reducida, y aunque no vaya a desaparecer en lo inmediato su fuerza en las condiciones sociales y políticas se hace sentir.

 

Para mí no se trata sencillamente de que -al decir de Turno- "La evolución del capitalismo simplemente ha cambiado la forma de su pequeño capital fijo.", ni que "la capacidad calificada de trabajo de un profesional no habla de la necesidad de vender la fuerza de trabajo abstracta para subsistir sino, al contrario, de su posibilidad de eludir dicha necesidad", ni que "por lo tanto, [la de los profesionales sea]  una posición de clase característicamente pequeño burguesa". Yo lo que veo es exactamente lo contrario, que los profesionales dependen cada vez más de la necesidad de vender su fuerza de trabajo, lo que los aleja -no en forma absoluta, por cierto- de la posibilidad de evadirse, ejerciendo libremente su actividad, de la proletarización.

 

Revelar esta tendencia -y conceptualizarla- no solo es mucho más útil -creo yo- que insistir con el carácter pequeño-burgués de los profesionales o los científicos, sino que nos permite situar con mayor precisión la línea política hacia este sector específico, siempre sin perder de vista sus particularidades.

 

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Más sobre el carácter de clase de los profesionales
Por Leonardo Mir - Thursday, Mar. 24, 2005 at 2:12 PM

De las exposiciones de Turno me salteé una frase:

Fiinalmente cabe aclarar que, de por sí, el salario es apenas una forma, y puede encubrir relaciones sociales diversas. De hecho es una forma de "remuneración" muy anterior al capitalismo. Con señalar que un trabajador es asalariado no alcanza para caracterizarlo como miembro de la clase obrera.

Que el salario haya sido "una forma de 'remuneración' muy anterior al capitalismo", no niega el hecho de que lo que prima en el capitalismo, en la época actual, es la relación salarial, es decir, la actuación de la ley del valor trabajo.

No estamos hablando "en general", sino en particular, de ésta época capitalista. En general, es válido decir que "Con señalar que un trabajador es asalariado no alcanza para caracterizarlo como miembro de la clase obrera.", pero sí podemos decir: "En la época actual, capitalista, con señalar que un trabajador es asalariado, alcanza para caracterizarlo como miembro de la clase obrera."

 

También Turno señalaba que: "Que sea asalariado [ el profesional] no quita que sea pequeño burgués."

Teniendo en cuenta lo anterior estaríamos aquí ante una contradicción. El que los profesionales puedan todavía, algunos y en determinados casos especiales, escapar a la relación salarial, no niega el hecho de que mientras no lo hagan, son asalariados y no pequeño burgueses. Pequeño burgués es un pequeño propietario de una pequeña unidad productiva. Y así como una fábrica cerrada y abandonada no es una unidad productiva más que en forma potencial o pretérita, un pequeño burgués que lo es solo potencialmente y, de acuerdo a las tendencias del sistema capitalista, cada vez puede serlo en menor medida, entonces no es tal pequeño burgués sino asalariado (o en un sentido sociológico, "obrero").

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mutacion de actividades
Por el viejo topo - Thursday, Mar. 24, 2005 at 2:51 PM

Mutación de actividades,
Nuevas formas de organización o
DEL PROLETARIADO AL HOMBRE-MÁQUINA

Toni Negri & Michael Hardt


Mutación del trabajo
La generalización del régimen de fábrica -leyes que rigen las relaciones de producción propias del capitalismo- se ha visto acompañada por un cambio de naturaleza y de cualidad de los procesos de trabajo. En nuestras sociedades, el trabajo tiende cada vez más a hacerse inmaterial -intelectual, afectivo, tecnocientífico, en definitiva, trabajo de cyborg. La mutación actual de la naturaleza del trabajo se caracteriza por redes de cooperación cada vez más intrincadas, la integración del trabajo de apoyo y protección en todos los escalafones de la sociedad y la informatización de un largo abanico de procesos de trabajo.
Marx intento aferrar esta mutación a través del concepto de 'general intelllect', pero debe quedar claro que este tipo de trabajo, pese a que tiende hacia la inmaterialidad, es tan físico como intelectual. Se integran al cuerpo tecnologizado apéndices cibernéticos que terminan formando parte integrante de aquél. Las nuevas formas de trabajo son inmediatamente sociales en la medida en que determinan directamente las redes de cooperación productiva que generan y regeneran la sociedad.
En el preciso momento en que los discursos dominantes lo marginan, el concepto de trabajo parece reafirmar su posición en el corazón del debate. Parece evidente que el proletariado industrial ha perdido la posición central que ocupaba en la sociedad, que la naturaleza del trabajo y sus condiciones han sufrido mutaciones profundas, ciertamente, que lo que llamamos trabajo ha cambiado considerablemente. Ahora bien, estas mutaciones, lejos de marginar al concepto de trabajo, le devuelven una acentuada preeminencia. El hecho de que la primera ley de la teoría del valor -que intentaba comprender nuestra historia en nombre de la preeminencia del trabajo proletario y de su reducción cuantitativa a medida del desarrollo capitalista- no tenga vigencia, no niega toda una serie de hechos, de tendencias y de constantes históricas: ni, especialmente, que la organización del Estado y de sus leyes depende en gran medida de la necesidad de construir un orden de reproducción social que descanse sobre el trabajo, ni que la forma del estado y sus leyes cambian en función de las mutaciones que sufre la naturaleza del trabajo. Los horizontes monetarios, simbólicos y políticos que a veces se intenta que sustituyan a la ley del valor como elementos constitutivos del lazo social, logran efectivamente excluir al trabajo de las esferas teóricas, pero, en cualquier caso, no pueden excluirlo de la realidad.

El trabajo como substancia común
De hecho, en la era postindustrial, en el instante en que el sistema capitalista y la sociedad -fábrica se generalizan y triunfa la producción asistida por ordenador, la preeminencia del trabajo y la difusión de la cooperación social por toda la sociedad se vuelven totales. Lo que nos lleva a una paradoja: en el momento en que la teoría ya no tiene en cuenta el trabajo, éste ha acabado convirtiéndose en todas partes en la substancia común. La teoría evacua el problema del trabajo mientras que éste alcanza su máxima fuerza en tanto sustancia de la acción humana sobre toda la Tierra. Está claro que no sólo la teoría del valor se ve barrida por este punto de referencia total -si tenemos en cuenta la imposibilidad de reconocer en el trabajo una transcendencia efectiva (o incluso simplemente conceptual)-, sino también que esa inmersión en el trabajo constituye el problema esencial, no sólo económico y político, sino también filosófico. El mundo es trabajo. Cuando planteaba que el trabajo es la substancia de la historia humana, Marx se equivocaba no por exceso de audacia, sino por pusilanimidad.

Nuevas subjetividades
Como respuesta a las recientes y profundas mutaciones de la sociedad contemporánea, muchos autores (a menudo alineados bajo la bandera imprecisa de la posmodernidad) sostienen que debemos abandonar las teorías del sujeto social para no reconocer la subjetividad salvo en términos puramente individualistas -¡o que la ignoremos por completo!. A nuestro entender, tales argumentos han podido reconocer acaso la existencia de una verdadera mutación, pero han sacado de ello una conclusión errónea. Dicho de otro modo, la victoria del programa capitalista y la subsunción efectiva de la sociedad en el capital han generalizado efectivamente las leyes del capital y sus formas de explotación, delimitando tiránicamente las fronteras de los verdaderos posibles, cerrando el mundo de la disciplina y del control y transformando a la sociedad en un sistema "sin afuera", como diría Foucault. Pero este mismo hecho orienta al sujeto y al pensamiento crítico hacia una nueva tarea: la construcción de sí mismo, en forma de nuevas máquinas de producción positiva del ser desprovistas de todo medio de expresión, pero que disponen de una nueva manera de constituirse, de una revolución radical. La crisis del socialismo, la crisis de la modernidad y la crisis de la ley del valor no niegan los procesos de valorización social y de constitución de la subjetividad, así como no condenan indefectiblemente (con una hipocresía imperdonable) a estos procesos a la explotación. Es más, estas mutaciones imponen nuevos procesos de constitución del sujeto -ya no fuera, sino dentro de la crisis que vivimos, es decir, la que sufre la estructura de las viejas subjetividades. En este nuevo espacio crítico y conceptual, una nueva teoría de la subjetividad puede expresarse- y esta nueva definición de la subjetividad es, además, una gran innovación teórica en el programa del comunismo.
Marx evoca, de hecho, la cuestión de la subjetividad en sus obras. Marx teorizó un proceso de constitución de las clases que ya estaba establecido históricamente. En sus obras más importantes, en especial en El Capital y en los Grundrisse, el interés que dedicaba a las prácticas subjetivas estaba en gran medida determinado por dos necesidades: en primer lugar, poner de relieve la necesidad objetiva de los procesos de subjetividad; y, en segundo lugar, en consecuencia, desterrar del horizonte de la acción proletaria toda referencia utópica. En la práctica, sin embargo, estas dos necesidades revelan una paradoja omnipresente en el pensamiento de Marx, paradoja que consiste en confiar la liberación de la subjetividad revolucionaria a un "proceso sin sujeto". Podría pensarse que Marx terminó haciendo del nacimiento y la evolución de la subjetividad revolucionaria y del advenimiento del comunismo los productos de una especie de "historia natural del capital". Es evidente que el desarrollo de este análisis marxiano está lleno de errores. En realidad, Marx, que atribuía como origen de su filosofía la lucha contra la transcendencia y la alienación, y que consideraba el movimiento de la historia humana como una lucha contra toda forma de explotación, presentaba también, por el contrario, la historia bajo la especie del positivismo científico, en el orden de la necesidad económico-realista. Negaba de tal forma al materialismo esa inmanencia absoluta que constituye su dignidad y sus fundamentos en la filosofía moderna.
Hay que aferrar la subjetividad desde la perspectiva de los procesos sociales que estimulan su producción. El sujeto, como bien comprendió Foucault, es a la vez un producto y productivo, constituye las vastas redes del trabajo en sociedad y viceversa. El trabajo es a su vez sujeción y subjetivación -"el trabajo de sí mismos sobre sí mismos"- de forma que hay que desechar toda idea de libre arbitrio o de determinismo del sujeto. La subjetividad de define simultáneamente tanto por su productividad como por su productibilidad, tanto por sus capacidades de producir como de ser producida.

Nuevas formas de organización
Considerando las nuevas cualidades de los procesos de trabajo en la sociedad y los nuevos ejemplos de trabajo inmaterial y de cooperación social en sus diferentes formas, podemos comenzar a percibir otros circuitos de valorización social y las nuevas subjetividades que se desprenden de esos procesos. Tal vez algunos ejemplos nos permitan aclarar este punto. En una serie coherente de estudios llevados a cabo en Francia sobre las recientes luchas políticas de las enfermeras de los hospitales y de otras instituciones médicas, diversas autoras hablan de un"valor de uso particular del trabajo de las mujeres". Estos análisis demuestran que el trabajo realizado, esencialmente por mujeres, en los hospitales y otras instituciones médicas presupone, crea y reproduce, valores de uso particulares -o, más bien, la atención dedicada a ese tipo de trabajo ilumina un terreno de producción del valor en el que las componentes extremadamente técnicas y afectivas de ese trabajo se han vuelto esenciales para la producción y la reproducción de la sociedad, llegando a hacerse irremplazables. A lo largo de sus luchas, las enfermeras no sólo han planteado el problema de sus condiciones de trabajo, sino que también han puesto sobre el tapete la cualidad de su trabajo, con relación no sólo al paciente (deben responder a las necesidades de un ser humano que se enfrenta a la enfermedad y a la muerte), sino también a la sociedad (utilizan las prácticas tecnológicas de la medicina moderna). Pero es fascinante poner de manifiesto que, durante el combate sostenido por las enfermeras, esas formas particulares de trabajo y ese terreno de valorización han producido nuevas formas de organización y una figura del sujeto fundamentalmente original: la "coordination". La forma específica que asume el trabajo de las enfermeras, desde un punto de vista tanto afectivo como tecnocientífico, en vez de encerrarse en sí mismo, ilustra perfectamente hasta qué punto los procesos de trabajo determinan la producción de la subjetividad.
Las luchas de los activistas contra el SIDA se colocan sobre el mismo terreno. Act-up y los demás componentes de lucha contra el SIDA en los EEUU no se conforman con criticar las acciones mundo médico y científico en los dominios de la investigación sobre el SIDA y el tratamiento de la enfermedad, sino que han intervenido además directamente en el dominio técnico y han participado en los esfuerzos científicos. "No sólo intentan reformar la ciencia ejerciendo presiones exteriores", escribe Steven Epstein, "sino también practicar la ciencia desde dentro. No sólo impugnan los usos de la ciencia, o el control que se ejerce desde ésta, sino a veces su contenido y sus procesos de producción" (Democratic Science?AIDS Activism and the Contested Construccion of Knowledge, pg.37). Todo un amplio sector del movimiento de lucha contra el SIDA se ha especializado en las cuestiones científicas y médicas y los tratamientos ligados a la enfermedad, de forma que estos militantes no sólo pueden vigilar precisamente su estado de salud, sino también para que se pongan a prueba tratamientos particulares, se pongan al alcance medicamentos determinados y se tomen nuevas medidas para el esfuerzo de prevención, cura y derrota de la enfermedad. El grado técnicocientífico enormemente alto del trabajo de los miembros de este movimiento abre el camino a una figura del sujeto, una subjetividad que no sólo desarrolla las capacidades afectivas necesarias para vivir con la enfermedad y enseñar a otros sujetos, sino que también asimila las técnicas científicas de punta. Cuando consideramos el trabajo como inmaterial, extremadamente científico, afectivo y colectivo (o, en otros términos, ponemos de manifiesto sus relaciones con la vida y con las formas de vida y hacemos de éstas una función social de la comunidad), observamos que de los procesos de trabajo se derivan la elaboración de redes de valorización social y la producción de otras subjetividades.
La producción de la subjetividad es siempre un proceso de hibridación y, en la historia contemporánea, ese híbrido productivo se produce cada vez más en la interfaz entre el ser humano y la máquina. En nuestros días, la subjetividad, despojada de todas sus cualidades aparentemente orgánicas, surge de la fábrica en forma de un brillante ensamblaje tecnológico. Robert Musil escribía hace décadas: "Antaño, uno se acostumbraba de forma natural a las condiciones que nos estaban reservadas, y era una manera muy sana de llegar a ser uno mismo. Pero, en nuestros días, todo está desquiciado, todo está cortado del suelo que lo ha nutrido; en lo que atañe a la producción del alma, se debería, en fin, sustituir el artesanado tradicional por la inteligencia que suponen la máquina y la fábrica" (El hombre sin atributos). La máquina forma parte integrante del sujeto, no es un apéndice, una especie de prótesis -otra cualidad-; es más, el sujeto es ser humano y máquina hasta su núcleo, su naturaleza. El carácter tecnocientífico del movimiento de lucha contra el SIDA y la naturaleza cada vez más inmaterial del trabajo social general indican la nueva naturaleza humana que circula por nuestro cuerpo. El cyborg es hoy el único modelo que nos permite teorizar la subjetividad. Cuerpos sin órganos, hombres sin atributos, cyborgs: son éstas las figuras subjetivas producidas y productivas en el horizonte contemporáneo, las que son hoy capaces de comunismo.
De hecho, comprender el verdadero proceso histórico nos libra de toda ilusión sobre la "desaparición del sujeto". Cuando el capital ha absorbido completamente a la sociedad, cuando la historia moderna del capital ha terminado, la subjetividad, motor de la transformación del mundo por el trabajo e indicador metafísico de los poderes del ser, nos anuncia que la historia no ha terminado. O, mejor dicho, la teoría de la subjetividad vincula íntima y necesariamente esa frontera a esta revolución, cuando atraviesa el territorio desolado de la subsunción real y sucumbe, por juego o con angustia, a los encantos de la posmodernidad, mientras ve, en lugar de límites insuperables, pasos necesarios en la reactivación de los poderes del ser por parte de la subjetividad.



El Viejo Topo, junio 1998, º 119
Publicado en Bloc Note, nº12, abril-mayo 1996
Traducción de Raúl Sánchez

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Bueno, no tengo tiempo de leer todo esto....
Por El Oligarca - Thursday, Mar. 24, 2005 at 3:29 PM
oligarch@fastmail.fm

un 'asalariado' es necesariamente el equivalente moderno a un proletario? que hay de los asalariados ahorrativos y/o muy bien remunerados que lograron acumular capital? son capitalistas, pequeñoburgueses o explotados? digo, porque hoy en día, las herramientas financieras que antes estaban reservadas a ciertos niveles, (invertir en la bolsa, bonos, etc) hoy son accesibles a cualquiera que gane un sueldo mas o menos decente, lo que permite ciertos acrecentamientos de capital aún en personas no muy pudientes........... se puede distinguir al asalariado/explotado del pequeñoburgués por la cantidad del salario que cobran (aunque los dos sean igualmente explotados, ya que si no, el patrón no se beneficiaría y por lo tanto no les pagaría esos sueldos)...

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Más análisis
Por turno - Thursday, Mar. 24, 2005 at 3:52 PM

En parte ubicás correctamente el lugar del problema: cómo detectar con precisión las condiciones que determinan que se está vendiendo trabajo abstracto (fuerza de trabajo, capacidad general de trabajo) o no. Todo el problema está al nivel de lo que Marx llama trabajo abstracto o general. Cuando vos decís que predomina la venta de fuerza de trabajo, creo que en el fondo no tenés claro que es lo que estás diciendo. Aproximadamente querés decir que el profesional trabajaría por un salario. De hecho, parecés sugerir que cuando esto último ocurre no estaría ejerciendo como profesional sino como asalariado. Es un error: está ejerciendo como profesional asalariado. A mi modo de ver no pasa por ahí la cosa.
Dejando de lado por un momento esto, vos decís que lo más importante es constatar la tendencia de los profesionales a proletarizarse en el sentido de trabajar por un salario. Es discutible. Yo creo que es importante la delimitación que intento hacer, porque permite establecer un límite más nítido entre las diferentes clases y evita el deslizamiento conceptual, que habitualmente cometen los autónomos, del elemento pequeño burgués hacia la clase obrera.
En realidad mi análisis se centra, como dije, en el concepto mismo de fuerza de trabajo, tal como lo elabora Marx. Este concepto expresa la capacidad de trabajo en un sentido general, como resultado del desarrollo industrial que traspasa a la tecnología el “conocimiento” de las especialidades, que bajo los regímenes sociales precedentes requería un largo aprendizaje. Sea cual fuere el límite preciso del concepto, la fuerza de trabajo es capacidad general de trabajo, supone una intercambiabilidad relativamente aproblemática entre las labores obreras, al desaparecer el largo período de aprendizaje antes imprescindible para poder producir un valor de uso concreto. Es cierto que el desarrollo capitalista de la última onda de desarrollo modifica el umbral de lo que se considera “capacidad general”, del mismo modo que modificó el umbral de la canasta que se considera necesaria para reponer la fuerza de trabajo y del mismo modo que se tendió a la supresión (y prohibición) masiva del trabajo infantil y se incorporó como un estándar al valor de la fuerza de trabajo todos los “beneficios” que llamamos formas indirectas del salario. En el fondo estos hechos revelan una tendencia que es en principio ajena al capitalismo y que refleja que éste se está sobreviviendo fuera de las condiciones que le fueron original e intrínsecamente propias. En cierto modo, el incremento del nivel de capacitación necesario del trabajador es análogo al aumento de la composición orgánica del capital, y se entrelaza con el mayor peso que tiene el factor tecnológico en el proceso de producción. Es la manifestación de la tendencia del capitalismo a agotar las condiciones dentro de las que normalmente debe o puede operar.
Haciendo un nuevo aparte, querría traer a colación ahora el caso de aquellos asalariados, en muchos casos a destajo, que vende su fuerza de trabajo al tiempo que es pequeño propietario de un medio de producción. Un ejemplo conocido es el de los trabajadores textiles que poséen máquinas (pero hay otras variantes). También ellos, desde el punto de vista del concepto, están en una zona gris. Lo mismo ocurre con los profesionales que trabajan por un salario: por su capacitación, tienden a caer fuera de la capacidad general de trabajo que caracteriza al individuo proletario. A lo sumo puede considerarse general su capacidad de trabajo desde el punto de vista social global, pero no parece ser así desde el punto de vista individual. En términos individuales, el profesional cuenta con una libertad que dista mucho de la lisa y llana necesidad de vender la propia fuerza de trabajo, aún cuando esta situación se verifique bajo las actuales condiciones de empobrecimiento general. Difícilmente un médico se vea en la necesidad de trabajar de albañil, mesero, cadete o changarín, como es normal entre los miembros de la clase obrera. Sólo buscará colocación en su profesión. Cabe aquí incluso señalar que Lenin caracterizaba como pequeño-burguesa a la aristocracia obrera, que en parte manifiesta esta misma característica.
Con todo, la tendencia -por ejemplo- de los médicos a trabajar para compañías capitalistas de medicina prepaga combina a menudo el asalariamiento (que en condiciones normales es una situación transitoria en la carrera del profesional) con la atención en consultorios privados. El horizonte del profesional sigue estando referido a la libertad individual que le provée la propiedad del pequeño capital que le ha permitido permanecer ocioso durante en extendido lapso en que adquiere sus aptitudes profesionales. Que esto no sea así en la Argentina actual habla más -a mi modo de ver- de la debacle del capitalismo (por ahora sólo manifiesta tan agudamente en la periferia) que de sus tendencias "normales".
Alguna vez ví, en una historieta humorística, una escena en la que el saber quirúrgico era ejercido por un robot computarizado, frente al cual el “médico” sólo cumplía la función que hoy cumple el operario frente a la máquina. Creo que esa ficción da la imagen de las condiciones bajo las cuales podría considerarse cabalmente proletarizado el profesional. Que el capital tienda a subordinar a su lógica a elementos pequeño burgueses no necesariamente habla de la proletarización del pequeño burgués, sino de las limitaciones del capitalismo para seguir operando dentro de sus propias premisas iniciales.
Querría agregar que la extracción de trabajo excedente no debe ser confundida, como parece ocurrir en el caso de Mir, con la extracción de plusvalía. La primera es general a todos los modos de explotación social, la segunda es peculiar del capitalismo. Digo esto porque Mir habla de trabajo remunerado y excedente, pero de lo que se trata bajo el capitalismo es de tiempo de trabajo (que mide la fuerza de trabajo o trabajo abstracto) y no de trabajo a secas. Lo que se extrae no es sólo trabajo excedente, sino plusvalor. Si fuera por la extracción de trabajo excedente, no habría modo de distinguir la explotación de la clase obrera de la explotación de otras clases que pueden ser pequeño-propietarias.

Ahora, leyendo el segundo post de Mir (que se había salteado,según parece, lo principal), descubro que para él pequeño burgués y asalariado constituyen conceptos absolutamente excluyentes, por lo que hablar de "pequeña burguesía asalariada" constituiría ni más ni menos -según Mir- que una flagrante contradicción. Bien, eso es lo que él debe revisar, leyendo un poco mejor mi intervención, aún cuando soy conciente de que más que una redefinición estoy señalando la existencia de una zona gris -o una zona problemática- en la definición clásica. Lo cual es una buena manera de empezar a abrir un problema de modo científico y no con métodos turístico-diletantes. Cuánto se equivoca Mir basta para demostrarlo el hecho -ya señalado por Marx- de que todo gerente cobra un salario. Más allá del predominio de la forma salario bajo el capitalismo (predominio que por sí mismo no es ningún argumento sino más bien un indicio que hay que exlocar) el salario no expresa por sí solo una relación de explotación caracterizada por la extracción de plusvalía. De hecho esto lo deja claro Marx cuando incluye en la clase obrera a los trabajadores asalariados que no son directamente explotados sino que contribuyen a la realización del valor extraído a los trabajadores que sí forman parte directa del proceso de producción de valores de uso. Yo me limité a acotar en un punto más los factores que permiten definir a un trabajador como perteneciente a la clase obrera, al menos de un modo pleno y propio, sin caer en una zona gris.
En fin, tanto que algunos revuelven trasteros viejos para (no) encontrar ideas nuevas, ni bien aparece una se les frunce el culo, por más que responda a una dificultad surgida concretamente de los propios términos en que está planteada la teoría de Marx. Probablemente el planteo mío quedaría más claro si desarrollara las dificultades implìcitas en la mensura de la fuerza de trabajo en tiempo de trabajo socialmente necesario y los problemas conceptuales que ello acarrearía, si fuera efectivamente posible, al la llamada "reducción" del trabajo complejo al simple. Pero me exusaré de emprender aquí semejante empresa. En el fondo, lo que aquí he estado comentando tiene que ver con la dificultad todavía mayor que existe para mensurar la labor de un científico de alta calificación en términos de tiempo de trabajo.

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Breves
Por Leonardo Mir - Thursday, Mar. 24, 2005 at 5:37 PM

A modo de resumen y esquemáticamente. El capitalismo produjo unas determinada relación social de producción basada en el salario. De esto se desprenden categorías. Existen, en efecto, zonas grises difíciles de encasillar.

 

La cuestión de los gerentes

Los gerentes serían asalariados que no pertenecen a la clase obrera o, que pertenecen a la aristocracia de la clase obrera.

La segundo categorización presenta el inconveniente de englobar a priori a los gerentes "dentro" de la clase obrera, para luego delimitarlos como "aristócratas". Esta opción enmascara la contraposición de intereses entre los gerentes y los obreros. Por lo tanto, creo que es preferible no incluirlos dentro de la misma categoría general de clase obrera.  Si en cambio decimos directamente que no pertenecen a la clase obrera tampoco podemos decir que sean capitalistas o pequeño-burgueses, ya que en última instancia, el trabajo complejo de los gerentes forma parte del proceso productivo que requiere de este componente como forma de realizar la mercancía.

El término "asalariados" efectivamente los engloba con los obreros en vez de delimitarlos. Por lo tanto el empleo de esa terminología no ayuda a aclarar las cosas.

 

En cuanto a los profesionales y científicos

Sigo pensando que lo primordial sigue siendo la relación social por sobre las otras particularidades que ya se han señalado.

 

En cuanto al tema que trae El Oligarca.

(Primero, no puedo dejar de señalar mi sorpresa por un hecho que tiene pocos precedentes en Indymedia: El Oligarca ha intervenido haciendo un planteo con seriedad). La pregunta que hace es, ¿qué pasa con los proletarios ahorrativos? ¿Adquieren un carácter burgués con ello?

Mi respuesta es que la relación social principal de esos proletarios no se ve modificada y que los eventuales beneficios que logren obtener solo irán a parar a adquirir los medios de vida socialmente determinados para la época como correspondientes a sus necesidades "básicas" como tales proletarios.

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asi que para Marx los gerentes están dentro de la clase obrera?
Por El Oligarca - Thursday, Mar. 24, 2005 at 9:18 PM

mmmm.........pero este Marx clasifica entonces a la gente por el puesto jerárquico que ocupa en la estructura empresarial, o la labor que efectúan, como si fuesen siervos de la gleba / nobles ; o asalariados/patrones?

Me parece medio tonto, teniendo muchos gerentes con sueldos de 10 o más lucas por mes, mayor capacidad para acumular capital en el banco que un pequeñocomerciante (pequeñoburgués si se quiere).....o que la plata acumulada por el asalariado gerente no vale? .........la plata no tiene olor, decía un romano, y el maestro Adam Smith coincidía......para el tío Smith el capitalista es el que tiene el capital......que importa si lo ahorró con el sueldo de gerente, o con el sueldo de chofer, o lo ganó en el loto, o lo heredó de una abuela, o lo hizo poseyendo una fábrica con varios empleados? en todo caso lo que diferencia al que tiene la fábrica de los demás es que ese es capitalista y EMPRENDEDOR (invirtió su capital en una industria para acrecentarlo), mientras que los demás son meros poseedores de capital.

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conceptos, conceptos
Por volín - Friday, Mar. 25, 2005 at 9:30 AM

Es un debate fundamental solo si consideramos que hay una clase (la obrera) que tiene un rol historico que es de tomar el poder.

Efectivamente la clase obrera cambio bastante desde Marx porque el sistema tambien cambio, la dominacion y la explotacion del siglo XIX, debido al nacimiento de la revolucion industrial, estaban afectando todos "los que vendian sus fuerzas de trabajo" contra un sueldo (ellos eran la "clase" obrera), es decir todos los que no estaban dueños de los medios de produccion. Pero despues y ahora es dificil de quedarse con esa definicion porque tenemos presidentes de empresas o trabajadores que cobran sueldos de millones de dolares por año aunque no son proprietarios de las empresas (en parte porque tambien cobran acciones). Y resulta dificil ponerlos en la clase obrera !

Entonces me parece que no se puede hablar ahora en nuestra epoca de "clase obrera" porque las fronteras son diluidas. Diciendo eso no estoy diciendo que no hay explotados y dominados, digo solamente que el concepto de la clase obrera ya esta superado, hay que buscar otros conceptos. El problema para los marxistas es que para ellos significa abandonar su dogma de "toma del poder" porque su justificacion sociologica esta superada.

Eran solamente algunos elementos para el debate que esta muy rico, aunque hay que aprodondizar mas.


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No discutan más
Por Estado Obrero - Friday, Mar. 25, 2005 at 10:35 AM

No discutan más...
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Encontrámos al único obrero presente en el evento, era el ordenanza del salón y estaba esperando, adormecido, que termine la conferencia para limpiar, acomodar las sillas y reflexionando de tanto en tanto el planteo de Rosa, REFORMA O REVOLUCIÓN; quiere irse pronto a casa, como decía Perón.

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El reflejo de la realidad a través de la teoría
Por Leonardo Mir - Friday, Mar. 25, 2005 at 10:48 AM

Sobre esta polémica
Creo que ha sido una de las mejores que se han dado en las páginas de Indymedia, y que es una muestra de las posibilidades que brinda este medio -internet- para aportar a la clarificación ideológica, que constituye una de las tareas fundamentales en la lucha contra los enemigos políticos que actúan dentro de nuestra clase.

Cuestiones técnicas
En medio de los comentarios, ayer fue insertado un larguísimo "comentario" que en realidad era una provocación de los reaccionarios. Le pedí a los compañeros de Indymedia que lo retiraran y así fue hecho, porque en Indymedia no debe haber democracia para los fascistas y para los provocadores.

Sobre el trabajo de los profesionales
Aparentemente tanto Turno como yo estaríamos de acuerdo en que existe una tendencia a la proletarización de los trabajadores profesionales y también estaríamos de acuerdo en señalar las especificidades de este sector social que le confieren una identidad particular dentro del grupo más amplio de los explotados. Para ser más precisos, no todos los trabajadores profesionales son explotados, sino solo aquellos a los que se les extrae una plusvalía, y, según Turno, tampoco basta esto, sino que el trabajo realizado debe tener unas características particulares.

La cuestión es cómo teorizar acerca de estos hechos. Turno presenta las cosas de un modo más ortodoxo de como lo hago yo. Para eso él se atiene a la cuestión de que "el problema está al nivel de lo que Marx llama trabajo abstracto o general". Es decir que Turno (siguiendo a Marx, "mi análisis se centra, como dije, en el concepto mismo de fuerza de trabajo, tal como lo elabora Marx) hace hincapié en el carácter "abstracto o general" del trabajo, o sea que para que exista venta de "fuerza de trabajo", tal trabajo debe ser de unas características que pueda ser realizado por "cualquiera", sin necesidad de unos determinados estudios o conocimientos especiales.
Por mi parte, basta con que exista apropiación de un excedente por parte del capital (plusvalía).

La cuestión del trabajo de los gerentes y de cómo reflejar teóricamente la realidad
Aquí tenemos a un sector que -tomado individualmente dentro de cada unidad productiva- no parece sufrir extracción de excedente alguno, ya que recibe en salarios una cantidad tal que le posibilita mucho más que la mera reproducción de su vida. Pero Marx nos dice que el salario que recibe un obrero le alcanzará para la reproducción de sus condiciones "como tal obrero". En el caso de los gerentes el salario que perciben les alcanzaría para su reproducción "como tales gerentes". Es decir, que no todos los salarios son iguales, sino que varían en función del tipo de trabajador que debe ser mantenido y reproducido. Es evidente que la reproducción de una computadora cuesta mucho más dinero que la reproducción de un martillo. Del mismo modo, reproducir un gerente sale mucho más caro que reproducir un trabajador común, y el capitalista paga por un gerente lo que este "vale". Pero, en dónde está entonces la plusvalía "arrancada" al gerente: en la producción total. El capital extrae la plusvalía de la relación que mantiene con el conjunto de los trabajadores y no en forma individual con cada uno de ellos.
Pero el gerente no realiza trabajo abstracto como el que pudiera realizar "cualquiera". No, pero esto no impide que se obtenga plusvalía de él -como parte de un colectivo humano de trabajo.
Entonces, ¿el gerente es también un obrero?
Aquí nos encontramos con un problema. Si incluimos a los gerentes dentro de la categoría "obrero" caemos en el absurdo de situar a estos gerentes en una comunidad de intereses con los trabajadores comunes, los que de verdad tienen interés en acabar con la explotación capitalista.
Una posibilidad para "sacar" a los gerentes de este grupo, es agregar el condicionante del trabajo abstracto. Listo, ahora los gerentes quedan fuera. Pero, ¿cuál es el límite entre trabajo abstracto y trabajo complejo? Otra vez hemos vuelto a la cuestión que señala Turno: "el problema está al nivel de lo que Marx llama trabajo abstracto o general". Porque ahora tendremos el mismo problema pero situado un poco más cerca de la base de la pirámide. ¿Forman parte de la clase obrera los trabajadores especializados, los técnicos? ¿Se le extrae plusvalía a estos trabajadores que no realizan un trabajo meramente abstracto o general y tienen ellos interés en acabar con el capitalismo?
Evidentemente en la realidad se presentan muchas zonas grises que para la teoría no son fáciles de delimitar. Pero la respuesta teórica debe intentar reflejar al máximo esa realidad. Cuando hablamos de los profesionales yo hago hincapié en que la teoría debe reflejar el hecho de que el tipo de trabajo que los profesionales realizan cae cada vez más dentro del trabajo del que el capital extrae una plusvalía, y que los trabajadores profesionales y científicos, por lo tanto, tienen cada vez más una comunidad de intereses con el resto de los trabajadores que son explotados y que tienen interés en acabar con esa explotación.
Teniendo eso en cuanta esto es que yo creo preferible dejar el condicionante "trabajo abstracto" de lado y hacer hincapié en el tipo de relación establecida entre el capital y el trabajo. Y ahí choco -aparentemente- con la cuestión de los gerentes. Sin embargo esa cuestión puede resolverse advirtiendo que ciertos trabajadores asalariados forman parte de un grupo especial que se especializa en cumplir determinadas funciones de dirección y control que los hace adquirir una contraposición de intereses con el resto de los trabajadores ya que, además de su función, poseen una retribución que se podría decir que proviene más que de su propio trabajo del trabajo del resto de los trabajadores, es decir, de la plusvalía. El salario de los gerentes más que un salario es el reparto de una plusvalía que el capitalista comparte con este tipo especial de "trabajador".

Con esta forma de ver las cosas y de conceptualizarlas mantenemos la esencia de la teoría marxista sin dar un salto al vacío y reflejamos lo más cristalinamente posible la realidad. ¿Puede haber otras formas de hacerlo? Seguramente. Pero de lo que se trata es de que la teoría nos permita una lectura de la realidad en la que "las cuentas nos cierren" del mejor modo posible, para que nuestras "ecuaciones políticas" den un resultado adecuado a nuestros objetivos. Es importante poner a prueba estos conceptos en una variedad de casos para hallar el resultado que mejor refleje la realidad. Esa tarea excede los esfuerzos individuales. Pero ciertas modificaciones a la teoría no hacen más que reforzarla y por lo tanto deben ser hechas, por supuesto que con el cuidado necesario para no desvirtuar el cuerpo central de la misma.




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Nuevo comentario a L. Mir
Por turno - Friday, Mar. 25, 2005 at 1:10 PM

Este comentario se refiere no al último post de Mir, sino al anteúltimo (y algunos otros). Creo que de todos modos vale la pena insertarlo.



No es que el capitalismo “produjo unas determinada relación social de producción basada en el salario”. El salario, bajo el capitalismo, expresa un principio más general como es el intercambio de mercancías por su valor. Bajo el capitalismo, el salario sólo es una expresión, en términos mercantiles, del valor de la fuerza de trabajo (que sería una mercancía entre otras). Por otra parte, la relación de producción basada en la explotación del trabajador sobre las premisas del intercambio capitalista, no produjeron el capitalismo sino que SON el capitalismo.
Los gerentes (no me refiero a los egresados de la UADE, sino a los verdaderos gerentes) perciben salario, aunque muchos no son simplemente asalariados, ya que no pocos de ellos tienen otros ingresos además de su salario (por ejemplo tenencia de acciones de la empresa en que trabajan, entre tantas otras variantes y posibilidades), sino que constituyen ni más ni menos una fracción de la clase explotadora (los egresados de la UADE no son más que candidatos a cooptar por dicha clase).
Debés saber que la clase explotadora no está constituída sólo por los actores económicos, la conforman también los miembros del brazo armado del estado, la alta burocracia de dicho estado, los personeros políticos, la jerarquía eclesiástica.
Entre tantas otras cosas, que los gerentes perciban un salario da la pauta de que el salario no es un criterio suficiente para establecer la pertenencia a una clase, por más que la mayoría (quizás) de los asalariados pertenezca a la clase obrera. Lo que sí supone el “asalariamiento” general de las capas medias es la aproximación (aunque no la identificación) de sus intereses y puntos de vista con los de la clase obrera.
Noto, de paso, que descartás la categoría de “aristocracia obrera”. Mal que hacés. No sé si te das cuenta de que tu método llevan a establecer menos y peores distinciones y no a discriminar más y mejor hechos y tendencias diferentes. Pensalo.

Ya que insistís -es legítimo- quería dar una puntada más a eso que decís que lo esencial es la determinación por la relación social de la pertenencia de un individuo a una clase. El punto es ¿cómo definís esa relación social? Ya vimos que el salario no es criterio suficiente. Tampoco por la existencia de trabajo excedente no remunerado, eso es aplicaba a toda forma de explotación y no sólo a la capitalista. Tampoco por la extracción directa de plusvalía, ya que no a todo miembro de la clase obrera se le extrae plusvalía de modo directo. ¿Entonces cómo? Es necesario recorrer todas las categorías marxistas, y centralmente la de fuerza de trabajo, para dar la respuesta. Aquí es fundamental tener presente que TODAS las categorías económicas marxistas expresan relaciones por lo que, frente al problema que estamos discutiendo, no puede ser correcta tu actitud de oponer la “relación social” al análisis sobre la pertincencia (o no) de una categoría como “fuerza de trabajo”. Rpor razones que ya desarrollé antes, resulta que es problemático asimilar la capacidad de trabajo de un científico a la categoría de trabajo abstracto tal como la construye Marx (aunque sospecho que más de un marxista no percibe este problema). Esto, a su vez, tiene conexión con el hecho de que entre las condiciones de la relación proletario-capitalista se debe incluir la carencia de medios independientes de producción por parte del primero. Tampoco éste es el caso estricto del profesional o del científico, si entendemos que es poseedor de cierto capital fijo intangible, que adquirió mediante la preexistencia de un ahorro familiar mayor al que permite un salario obrero.
Por otra parte, la condición de asalariado del profesional suele ser temporaria o parcial (como ocurre con los miembros de ciertas familias campesinas que según la época del año o la situación general trabajan temporaria o parcialmente por un salario).
Sin querer extremar la cosa, lo que estuve diciendo implica que, justamente, no está suficientemente claro que sea la misma relación social de producción la que existe entre un científico y el capitalista que lo emplea y la que existe entre éste último y un proletario empleado por él. En la definición de esa relación de explotación que es el capital, el concepto central de trabajo abstracto es determinante. Un cambio en la posición o la aplicación de este concepto altera también la relación de producción que se está intentando determinar.

Con respecto a lo de los proletarios ahorrativos (¿es ése un tema serio?) las prosibilidades son muchas en abstracto, pero depende de la situación concreta lo que pueda depararles el destino. En una etapa de ascenso social muchos hijos de proletarios ahorrativos ascendieron a las capas medias y algunos llegaron a formar parte de la burguesía (hecho que, de todos modos, en la ulterior etapa de debacle se revirtió sobradamente). Pero en circunstancias diferentes el ahorro proletario no condujo a ningún ascenso social (y hasta puede llevar a la reducción del salario real). Por otra parte (y si retrocedemos, digamos, 75 u 85 años) no es lo mismo el ahorro que podían hacer un ferroviario o un gráfico (miembros de la aristocracia obrera de aquellos tiempos) que el que podía hacer un peón de matadero o un albañil, etc.

PD: No es éste el lugar para discutir las semi-tesis de Negri y Hardt. Me limitaré a señalar que economistas marxistas tan concienzudos como Claudio Katz han señalado tanto el divorcio de dichas tesis respecto de la realidad, como el tratamiento incongruente y ligero que dedican a las categorías marxistas. Como sea, el planteo de la pérdida de vigencia de la ley del valor es erróneo y creo que sus defensores deberían al menos tomarse el trabajo de intentar demostrarlo, así sabemos de qué estamos discutiendo. En fin, gran ensalada es el texto de Negri y Hardt que pegó “el viejo topo” (¿gigio?).

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Algo más
Por turno - Friday, Mar. 25, 2005 at 1:22 PM

Veo, en tu último post, la reiteración de las palabras "reflejo" y "reflejar" a propósito de la relación entre teoría y realidad. La idea de que la teoría refleja la realidad es errónea y no representa el modo en que Marx elaboró su propia teoría. No leí completo tu post, pero más que una crítica al mismo es una advertencia metodológica, creo que importante.
La relación entre teoría y realidad es mucho menos pasiva que la de un reflejo, y contiene algo completamente ajeno a cualquier reflejo, como es el análisis. Es un tema arduo para tratarlo acá (y en cualquier parte) pero no se lo puede mantener en los términos que estás empleando.
Te recuerdo que hace ya tiempo se manifestó una dificultad de tu parte (conexa con la actual) para comprender la naturaleza tendencial de las leyes postuladas por la teoría marxista, al igual que la naturaleza "aproximativa" de sus categorías, que mucho tienen que ver con el hecho de que expresen relaciones entre sujetos y pautas normativas tanto como (o incluso más que) descriptivas.
Esta observación de mi parte no es una reivindicación de la vaguedad, sino que busca instar a una urgente profundización en la comprensión de los rasgos metodológicos del marxismo.

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Paráfrasis inexacta
Por turno - Friday, Mar. 25, 2005 at 2:23 PM

Habiendo leído tu último post, encuentro necesario dar un conjunto de precisiones, además de lo que ya comenté más arriba.


No es verdad que no sean explotados los profesionales en general, asalariados o no. Cierto es que los que trabajan por cuenta propia cuentan con mayor libertad, pero tampoco están libres de explotación. En términos generales, los profesionales integran una capa subalterna de la sociedad. Son explotados (o semi-explotados) por procedimientos diferentes a los que caracterizan la extracción de plusvalía. Tampoco se extrae directamente plusvalía de todo individuo de la clase obrera, como ya es sabido. La explotación por medio de procedimientos estrictamente económicos es un recurso privativo del régimen capitalista y, en particular, de la relación capital-trabajo. Pero no son estas las únicas clases que existen, ni la única forma de expltación, aún bajo el capitalismo.
Tampoco quise decir que el trabajo del profesional DEBA tener características especiales, sino que las tiene y que dichas características lo distancian del trabajo abstracto o del trabajo reductible al “trabajo abstracto”, simple o reductible a trabajo simple. La reducción misma presenta, como mencioné, problemas quizás insolubles en términos teóricos, porque apela a un razonamiento circular y carece de toda posibilidad de contrastación empírica independiente de la teoría (lo que no siempre es exigible, pero sí debe serlo en este problema, por razones que no conviene desarrollar ahora).
Naturalmente, es difícil establecer cuál trabajo se mantiene dentro de lo que podemos considerar una capacidad general y cuál no. El límite ha de ser, en alguna medida arbitrario. Pero no tanto: yo tiendo a razonar que habiéndose constituido casi mundialmente en norma la prohibición del trabajo hasta los 16 o 18 años y habiéndose normatizado la instrucción pública hasta dicha edad, así quedaría circunscripto el período de capacitación “general” que cabe a “cualquiera”. Naturalmente, la menor capacitación queda englobada en esta generalidad, no así la capacitación superior. Este razonamiento, contrariamente a la estimación de Mir, nada tiene de “ortodoxo” y es posible que más de un marxista “ortodoxo” salga a contradecirlo. Al contrario, es un intento relativamente original de establecer distinciones entre clases, capas y fracciones de clases por medio de nuevos análisis, incluído el de algunas instituciones (como las de la enseñanza, por ejemplo).
Quede claro que cuando hablo de “norma” estoy aludiendo, justamente, a condiciones normales y no a la actual situación de descomposición que prevalece en la periferia del mundo capitalista. Con todo, la norma sigue siendo la referencia cultural históricamente establecida, como deja claro el conjunto de los planteos reivindicativos actualmente sostenidos por la clase obrera en sus luchas.
Sobre el tema de los gerentes ya hice algunas aclaraciones, entiendo que suficientes. Pero debo ahora hacer otras más sobre la extracción de plusvalía. Es erróneo lo que dice Mir de que la plusvalía se extrae al conjunto de la clase (¿qué obra de Marx ha leído este hombre? ¿Un resumen Lerú?). No es así. La plusvalía se extrae de los obreros industriales, pero se distribuye entre todos los sectores de la clase capitalista que contribuyen a la realización del valor (y del plusvalor) cristalizado en las mercancías. El criterio de distribución está vinculado con la homogeneización tendencial de las tasas de beneficio en relación con las masas de capital invertido, todo ello es desarollado por Marx en el tomo III de El Capital. Esto significa que la plusvalía extraída a un trabajador de una rama es transferida a capitalistas de otras ramas. En ese sentido -y no en el que dice Mir- la clase capitalista como un todo explota al proletariado como un todo, redistribuyéndose “equitativamente” la plusvalía dsigualmente extraída.
Los asalariados de las ramas “no productivas” no rinden plusvalor sino que contribuyen con su trabajo a que el plusvalor extraído al trabajador industrial pueda llegar a realizarse en el intercambio mercantil. Esto no quiere decir que no sean explotados, pero no lo son en el sentido puntual de que se les extraiga plusvalía. A lo sumo puede decirse que, globalmente, como clase, son objeto de explotación en la medida en que se ejerce sobre ellos el mismo tipo de extorsión, basada en la carencia de medios de producción independiente, que se ejerce sobre el trabajador industrial.

Vuelvo a insistir en que la expropiación de un excedente no es sinónimo de extracción de plusvalía. Esto forma parte del ABC de la teoría marxista. Si fuera como supone Mir, los siervos de la Edad Media serían sin más proletarios. No es así.

Encuentro preocupante que alguien que se dice tan preocupado por la elevación teórica no haya leído o no recuerde aspectos fundamentales de El Capital (y algunas otras formulaciones igualmente importantes, como las relativas a la “aristocracia obrera”, categoría que Mir no parece reconocer). Sin querer ser hostil, recomiendo un atento repaso de la obra fundamental e Marx, si es que se quiere sostener un debate enriquecedor.

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¿Una nueva clase obrera?
Por Leonardo Mir - Saturday, Mar. 26, 2005 at 2:48 AM
leonardomir@msn.com

Estimado Xor (Espero que no te moleste que te llame así pero me resulta menos raro que llamarte "Turno"):

 

Comienzo por tu final. Tu preocupación es razonable, pero no te alarmes, lo que ocurre no es que yo haya olvidado esto o aquello sino que aún no he leído del Capital más que el Libro 1 y puede ser que no maneje con precisión las categorías marxistas. Sin embargo, no estoy de acuerdo en que para sostener debates enriquecedores sea indispensable haber cumplido con algún programa curricular, aunque sí entiendo que es preciso haber dedicado un buen tiempo a la lectura y a la reflexión. Tendrías que tratar de ser más paciente con los que nos estamos esforzamos en esto de intentar pensar librándonos de la ideología burguesa y sus variantes.

 

Hay un par de aseveraciones que hacés acerca de algunos supuestos errores míos que no comparto o que no llego a apreciar. Por ejemplo, cuando insistís con la cuestión del excedente y su forma particular -la plusvalía- en el sistema capitalista. Yo escribí:, "si el trabajo es "productivo" le dejará al patrón un excedente, una plusvalía",  o en otro lado, "la venta de fuerza de trabajo, es decir, la relación a través de la cual el trabajador es retribuido con una fracción de su trabajo, generándose un excedente", o esta otra "Por mi parte, basta con que exista apropiación de un excedente por parte del capital (plusvalía)". Es decir, creo que no solo no ignoro que el excedente que extrae el capital del trabajo es una plusvalía sino que así lo he manifestado cuando toqué la cuestión, al menos en dos de las tres ocasiones, y no creo que en la que no lo dije explícitamente haya incurrido en un error de concepto.

 

Acerca de si la plusvalía se extrae "del conjunto de la clase", releyendo ahora aquel párrafo me doy cuenta de que al haber yo escrito que "el capital extrae" pude haber dado lugar a tu interpretación; sin embargo, yo me estaba refiriendo al caso de un gerente dentro de una unidad productiva (como está dicho al comienzo del párrafo que dice así: "Aquí tenemos a un sector que -tomado individualmente dentro de cada unidad productiva...". Pero, bueno, ya que sacaste el tema, tampoco me parece una herejía el planteamiento de que los capitalistas extraigan plusvalía del conjunto de la clase obrera, dicho así, como una generalidad, incluso vos das luego un ejemplo.

 

Tampoco se porqué comenzás tu última comunicación diciendo que "No es verdad que no sean explotados los profesionales en general, asalariados o no." No pienso que los profesionales u otros sectores que no sean obreros no sean o no puedan ser explotados, tampoco encuentro el pasaje en que pudiera yo haber dejado esa impresión. Pero, bueno, en esto estamos totalmente de acuerdo: no es verdad que los profesionales no sean explotados en general, sean asalariados o no; inclusive puede haber sectores no obreros que sean aún más explotados que los obreros.

 

Pero todo esto me parece secundario en relación al tema que estábamos tratando. Y quiero plantear una objeción sobre una de tus afirmaciones, la de que "La plusvalía se extrae [sólo] de los obreros industriales" y que "Los asalariados de las ramas “no productivas” no rinden plusvalor sino que contribuyen con su trabajo a que el plusvalor extraído al trabajador industrial pueda llegar a realizarse en el intercambio mercantil. Esto no quiere decir que no sean explotados, pero no lo son en el sentido puntual de que se les extraiga plusvalía".

 

Lo primero que tengo para decir es que tu apreciación es correcta en el sentido clásico; los trabajadores de servicios no crean plusvalor sino que ayudan a la realización del plusvalor generado en la rama productiva.

Pero tenemos el hecho de que la proporción entre trabajadores productivos y "no productivos" aumenta vertiginosamente en favor de los "no productivos". ¿Qué significación le damos a este hecho? ¿Se trata de trabajadores "menos" explotados que los trabajadores industriales? ¿No pertenecen entonces a la clase obrera? Si arribamos a esa conclusión entonces me inclino a pensar en si no deberíamos utilizar otra categoría más abarcativa que la más restringida y clásica "clase obrera". O tal vez, deberíamos pensar en cambiar nuestra consideración acerca de qué entendemos por obrero "productivo", efectuando una abstracción total de la mercancía producida por el trabajador, o mejor dicho, abstrayéndonos del tipo de trabajo efectuado por los diferentes trabajadores que integran la clase trabajadora asalariada.

Si bien estas propuestas se alejan de la teoría ortodoxia persiguen el objetivo de "reflejar" la realidad "analizada". De todos modos creo que mi propuesta no deja de lado la esencia del análisis de Marx. Veamos estos párrafos de El Capital:

 

Si hacemos abstracción de su valor de uso, abstraemos también los componentes y formas corpóreas que hacen de él un valor de uso. Ese producto ya no es una mesa o casa o hilo o cualquier otra cosa útil. Todas sus propiedades sensibles se han esfumado. Ya tampoco es producto del trabajo del ebanista o del albañil o del hilandero o de cualquier otro trabajo productivo determinado. Con el carácter útil de los productos del trabajo se desvanece el carácter útil de los trabajos representados en ellos y, por ende, se desvanecen también las diversas formas concretas de esos trabajos; éstos dejan de distinguirse, reduciéndose en su totalidad a trabajo humano indiferenciado, a trabajo abstractamente humano.

 

Con esto no busco apoyo en Marx para mi intento. Marx no está diciendo lo que que yo digo ni intento hacérselo decir. Pero me parece que una de las ideas subyacentes en este párrafo es la de que entre las ideas de "trabajo productivo" y mera "fuerza de trabajo", esta última se halla por encima de aquella; indica una relación más básica, más general que aquella. Es decir, que, en último análisis, lo que prima es la relación capital/trabajo, independientemente del tipo de trabajo. La teoría así expresada resulta más abarcativa de la realidad. En concreto, establece un límite de clase más amplio que el más restringido de la teoría ortodoxa que deja dentro de la clase obrera sólo a los obreros "productivos" (de valores tangibles, materiales).

Otro párrafo de El Capital,


Examinemos ahora el residuo de los productos del trabajo. Nada ha quedado de ellos salvo una misma objetividad espectral, una mera gelatina de trabajo humano indiferenciado, esto es, de gasto de fuerza de trabajo humana sin consideración a la forma en que se gastó la misma. Esas cosas tan sólo nos hacen presente que en su producción se empleó fuerza humana de trabajo, se acumuló trabajo humano.

 

Insisto en que no pretendo "inventar" plusvalor; en última instancia este proviene del trabajo "productivo" (productivo en el sentido clásico), sino que mi intención es la de remarcar el hecho de que el capitalista obtiene de la fuerza de trabajo del trabajador no productivo (no productivo también en el sentido clásico) más valor del que da en salarios, y por lo tanto, obtiene un plusvalor.

 

Saludos.


 

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EL PLUSVALOR Y LOS TRABAJADORES DEL SECTOR SERVICIOS (G.P.M.)
Por Leonardo Mir - Saturday, Mar. 26, 2005 at 3:42 AM
leonardomir@msn.com

Del documento del G.P.M.

EL PLUSVALOR Y LOS TRABAJADORES DEL SECTOR SERVICIOS http://www.nodo50.org/gpm/prolet/todo.doc

 

 

…para que un trabajo pueda considerarse productivo, no basta con que sea útil, que su producto satisfaga una necesidad, que sea un valor de uso; tampoco es suficiente con que tenga valor, que sea una mercancía. Para que un trabajo sea productivo, además de concretarse en una mercancía, esa mercancía debe contener un plusvalor. Y aquí es completamente irrelevante que la mercancía producto del trabajo a considerar sea o no algo tangible, que se pueda ver o tocar. En el segundo párrafo de “El Capital” correspondiente al capítulo primero del libro 1, Marx lo dejo dicho con suficiente claridad refiriéndose a las necesidades asociadas a cada mercancía:

<<La naturaleza de esas necesidades, el que se, originen, por ejemplo, en el estómago o en la fantasía, en nada modifica el problema> > (K.Marx: “El capital” Cap. I LibroI )

En este sentido, como cualquier operario industrial en su ámbito fabril, el actor teatral ejecuta su trabajo sobre el escenario, el poeta sobre las páginas de un libro, el pintor sobre una tela y el maestro en un aula. Pero a diferencia del operario, el trabajo artístico del actor, del poeta y del pintor, lo mismo que el intelectual del maestro, no consisten en nada que sea material, porque responden a necesidades del espíritu. Son, por tanto, trabajos útiles y, como útiles que son, susceptibles de convertirse en mercancías. Para ello sólo basta con que sus propietarios decidan venderlas. Si los que venden el producto de su trabajo son los trabajadores mismos, serán meros vendedores, como es el caso del operario de sastrería que contratarnos para que nos confecciones una chaqueta. Es éste un trabajo que, desde el punto de vista de la sociedad capitalista, resulta ser improductivo. No porque su producto deje de ser mercancía -que no deja de serio- sino porque no contiene plusvalor; y esto es así porque en este último caso, el trabajo no se cambia por capital sino por un ingreso: el de los que pagan para ver al actor, para leer los versos del poeta, recrearse en la pintura o aprender del maestro; una forma de intercambio que, como vimos, se corresponde con diversos modos de producción precapitalistas, el más cercano de ellos en la historia: la producción mercantil simple. Pero si venden su capacidad de trabajo a un empresario capitalista, ya no son meros productores de mercancías, sino que, al mismo tiempo, estarán produciendo plusvalor, convirtiéndose, por ese sólo hecho, en trabajadores productivos, o sea, en proletarios. Esto es lo que Marx quiere decir cuando excluye la “determinabilidad material” del trabajo como requisito del trabajo productivo. Volvemos aquí sobre el mismo párrafo del punto 3 en “Teorías sobre la Plusvalía” donde lo dice así:

< <Estas determinaciones (del trabajo productivo) no se derivan, por tanto, de la determinación material del trabajo (no de la naturaleza de su producto ni de la determinabilídad del trabajo como trabajo concreto), sino de la forma social determinada, de la relaciones sociales de producción en que se realiza. Por ejemplo, un actor teatral, incluso un clown, es según esto, un trabajador productivo, siempre y cuando que trabaje al servicio de un capitalista (del entrepreneur), a quien restituya más trabajo del que recibe de él en forma de salario; en cambio, el sastre remendón que trabaja en la casa del capitalista, repasándole los pantalones, se limita a suministrarle un valor de uso y es, por tanto, un trabajador improductivo. El trabajo del primero se cambia por capital (variable), el segundo por un ingreso. El primero crea una plusvalía (que es la especificidad de la sociedad capitalista), El segundo consume un ingreso (como en cualquier otro modo de producción precedente>> (Op.cit. Lo entre paréntesis en letra normal es nuestro)

 

También queremos insistir en la cita correspondiente al capítulo XIV de “El Capital”, donde Marx nos vuelve a poner frente a su criterio de excluir la determinabilidad material del trabajo para distinguir entre trabajo productivo e improductivo:

< <La producción capitalista no sólo es producción de mercancía; es, en esencia, producción de plusvalor. El obrero no produce para sí, sino para el capital. Por tanto, ya no basta con que produzca en general. Tiene que producir plusvalor. Sólo es productivo el trabajador que produce plusvalor para el capitalista o que sirve para la autovalorización del capital. Si se nos permite ofrecer un ejemplo al margen de la esfera de la producción material, digamos que un maestro de escuela, por ejemplo, es un trabajador productivo cuando, además de cultivar las cabezas infantiles, se mata trabajando para enriquecer al empresario. Que este último haya invertido su capital en una fábrica de enseñanza en vez de hacerlo en una fábrica de embutidos, no altera en nada la relación. El concepto de trabajador productivo, por ende, en modo alguno implica meramente una relación entre actividad y efecto útil, entre trabajador y producto del trabajo, sino, además, una relación de producción específicamente social que pone en el trabajador la impronta de medio directo de valorización del capital. > > (Op.cit. El subrayado es nuestro)

 

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Ajá
Por lo tanto - Saturday, Mar. 26, 2005 at 2:36 PM

Llamame como te parezca, yo no tengo problema en ese aspecto. Lo de "turno" (con minúscula) es porque debe leerse junto con el “por” que lo antecede. Es una diversión que me he premitido en los últimos días, empleando esta y otras palabras que admiten ese juego.
Dejando de lado las cosas pequeñas, que creo que más o menos están aclaradas, vamos a lo de trabajo productivo e improductivo.
No estoy nada seguro de que sea verdad que la proporción entre trabajadores productivos e improductivos venga desenvolviéndose tan abrumadoramente como vos decís a favor de éste último. De hecho existe todo un proceso mediante el cual el capitalismo va transformando en productivo el trabajo de ramas que antes eran “de servicios”. Habría que ver estadísticas y momentos concretos, pero en todo caso hay fluctuaciones más que una tendencia acentuada. Quizás sí hay una tendencia a lo que vos decís, por yo no pondría las manos en el fuego, aunque tampoco me parece objetable por cuestiones de principio, simplemente me parece empíricamente objetable. De todos modos la preeminencia de los servicios no sólo no es ajena a la lógica del desenvolvimiento capitalista sino que, si es definitiva, puede ser un indicio más de la tendencia a su agotamiento. Eso lo podemos desarrollar en otro momento.
Por mi parte, creo haber dejado claro que no son menos miembros de la clase obrera (y, por ende, de los explotados) los trabajadores productivos que los improductivos. Ambos se atienen a la definición clásica por la necesidad de vender su fuerza de trabajo para subsistir. En el sentido de que se ejerza sobre ellos extracción de plusvalía, sí, unos son directamente explotados y los otros sólo lo son globalmente, por decirlo de algún modo. Pero de conjunto todos ellos pertenecen a la clase explotada. Es más: un mismo trabajador hoy sepuede halalr empleo en una rama o una empresa donde prevalece el trabajo productivo y mañana en otro lado -una empresa de servicios o el Estado, digamos- donde prevalece el capital improductivo. Y sigue siendo siempre un miembro de la clase obrera, de la clase explotada por antonomasia.
A ver: la idea es que la pertenencia a una clase no se corresponde mecánicamente y punto por punto a la posición en el proceso productivo, y mucho menas si estrechamos ésta última dentro de los límites de la extracción directa de plusvalor (o la producción directa de valor) con exclusión de todos los procesos que contribuyen a la realización del valor produccido (y del plusvalor extraído).
En resumen, no hay muchas vueltas que darle: el trabajador productivo es aquél cuyo trabajo contribuye directamente a la generación de valor. El improductivo es aquél que contribuye en el terreno que posibilita la realización de ese valor (la circulación, por ejemplo).
No entendí bien la idea que querés desarrollar al final. En todo caso, el capitalista de un ramo que no produce valor no extrae plusvalía del trabajador que emplea (lo que no lo hace menos obrero ni menos explotado en els entido social general), sino que recibe una parte de la plusvalía extraída por otros capitalistas a los trabajadores productivos. Estos últimos no se la ceden por generosidad, sino porque necesitan su contribución para realizar en el proceso de circulación el valor que han producido en el proceso de producción. En cierto modo, los asalariados "improductivos" (en el sentido de que no producen valor, no de que su trabajo sea inútil o que no trabajen) son explotados en la medida en que trabajan para un explotador que vive de la plusvalía extraída a otros trabajadores (productivos) cuyo lugar podría ocupar en cualquier momento el trabajador hoy "improductivo". Esto, en definitiva, tiene que ver con la intercambiabilidad de los trabajos concretos en la medida en que la "sustancia" de su valor es el trabajo abstracto, la fuerza de trabajo o capacidad general de trabajo. La clase obrera es, toda ella, una y la misma clase, y explotada como clase, independientemente de la posición puntual aquí y ahora de cada uno de sus miembros (que hasta pueden estar desempleados).
Simplemente sucede que no llegaste a esa parte de El Capital.
Una última aclaración, no siempre tienen que coincidir la producción de valor (el trabajo productivo) con la de bienes tangibles. Sí se distingue bienes de servicios, pero es posible la existencia de bienes que pueden ser intangibles y que no son sin embargo servicios (así como existen servicios no tan intangibles ¿es intangible un ferrocarril?).
Más allá de que no hayas leído los tomos II y III, lo esencial de mi caracterización del profesional (o mejor todavía, el científico) como pequeño burgués (aún cuando reciba un salario) es tributaria de los análisis fundamentales que Marx desarrolla en el tomo I.
Ya que estoy, agregaré que dichos análisis tienen puntos de fuga (o de fisura) que permanecen irresueltos y que, posiblemente, obliguen a una importante mutación a la teoría marxista o, por lo menos, al status que debe atribuírsele.

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Fe de erratas
Por lo tanto - Saturday, Mar. 26, 2005 at 2:41 PM

Donde dice: "un mismo trabajador hoy sepuede halalr empleo en una rama o una empresa donde prevalece el trabajo productivo y mañana en otro lado -una empresa de servicios o el Estado, digamos- donde prevalece el capital improductivo. Y sigue siendo siempre un miembro de la clase obrera, de la clase explotada por antonomasia".
Debe decir: "un mismo trabajador hoy se puede hallar empleado en una rama o una empresa donde prevalece el trabajo productivo y mañana en otro lado -una empresa de servicios o el Estado, digamos- donde prevalece el trabajo improductivo. Y sigue siendo siempre un miembro de la clase obrera, de la clase explotada por antonomasia".

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detector de obreros
Por prole - Saturday, Mar. 26, 2005 at 10:36 PM

mentira,habia dos obreros mas y por supuesto no eran del PTS,mi mujer que es independiente y el chato que tampoco milita.
Muchachos del PTS,dejense de mirarse el ombligo,porque la lucha de clases pasa por un poquito mas que Zanon.
Que despues de muchoooooooos años tengan un obrero, despues de ser una secta estudiantil y´pequeño burguesa -esto ultimo no lo superan- no quiere decir que todos tengamos que correr detras de zanon.
Ya lo demostraron en Brukman,son una secta de cagones!, asi que tengan un poquito mas de humildad.
Asi que Brukman fue un triunfo?, pero no sean mentirosos,si recuperaron la fabrica con los carneros adentro y con los que les impuso la legislatura.
Movimiento No Pasaran,el dia de Brukman pasaron todos! jua,jua,jua

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Importancia de la discusión y vigencia del marxismo
Por Leonardo Mir - Sunday, Mar. 27, 2005 at 12:01 AM
leonardomir@msn.com

Sí, "no son menos miembros de la clase obrera (y, por ende, de los explotados) los trabajadores productivos que los improductivos. Ambos se atienen a la definición clásica por la necesidad de vender su fuerza de trabajo para subsistir. En el sentido de que se ejerza sobre ellos extracción de plusvalía, sí, unos son directamente explotados y los otros sólo lo son globalmente, por decirlo de algún modo. Pero de conjunto todos ellos pertenecen a la clase explotada."

 

En cuanto a "el capitalista de un ramo que no produce valor", me parece que por definición, todo capitalista produce valor, o debería producirlo; dicho de otro modo, la autovaloración del capital es una premisa básica del capital, digamos que el capital se autovaloriza. ¿Cómo podría existir capital sin la producción de valor acumulado? Yo creo que la respuesta a esto está en que hay que ir un poco más allá de la explicación de reparto de la plusvalía y sostener en cambio que todo capital implica un capital productivo. Lo que produce es, precisamente, valor, valor que en última instancia deviene dinero. ¿Quién contesta si en verdad un capital es o no es productivo?, el mercado. Con esto ponemos la intangibilidad de la mercancía en coincidencia con el más alto nivel de abstracción. Resumiendo: todo trabajo humano que el mercado valida es productivo desde el punto de vista del sistema capitalista.

 

Volviendo al tema de la clase obrera. Forma parte de la dialéctica del capitalismo la existencia de una clase de individuos que no poseen medios de producción y que solo poseen su fuerza de trabajo (la cual, por otro lado, sin los medios de producción no significa nada concreto).

En el desarrollo del capitalismo la clase fundamental que representa el polo trabajo de la relación capital/trabajo sufre modificaciones aunque mantiene su esencia. Yo mismo, luego de escribir que la proporción entre trabajadores productivos y "no productivos" aumenta vertiginosamente en favor de los "no productivos", supuse que en realidad no debiera ser tan así, pero lo que quería hacer, era enfatizar el cambio que se viene operando, para poner sobre el tapete la necesidad de atender a este cambio. Estamos de acuerdo en cuanto a que los trabajadores del sector servicios son tan explotados como los del sector productivo. Pero yo veo la necesidad de extendernos un poco más allá, sin dejar de reconocer las particularidades que posee el sector profesionales y científicos. Hay algo que vos señalás y que es difícil de resolver, desde mi punto de vista. Y es que estos individuos, no serían tan solo poseedores de fuerza de trabajo sino que en ocasiones migran de esta condición hacia la de pequeños propietarios, poniendo en venta su propio medio productivo -ellos mismos- adquiridos en algunos casos gracias a la existencia de un previo capital familiar-. La solución -en principio- podría ser la de tener en cuenta este carácter potencial de emigrar socialmente, lo cual se contradice con tu idea de que "la pertenencia a una clase no se corresponde mecánicamente y punto por punto a la posición en el proceso productivo", sería justamente lo contrario, tener en cuenta -en tiempo presente- esa pertenencia o no, de acuerdo a la posición punto por punto, por decirlo con tus palabras.

 

Adónde voy con todo esto. A que a la concepción del  supuesto "fin de las historia y de las ideologías" debemos oponerle la vigencia y la vitalidad del materialismo dialéctico, demostrando que las formas particulares responden plenamente a la esencia que el materialismo dialéctico ha puesto de manifiesto hace ya más de siglo y medio. Y no solo eso, sino que las tendencias puestas de manifiesto por el marxismo son verificables en la realidad y son las únicas que de verdad explican la realidad.

 

Sí, es cierto que los profesionales y los científicos aún no son absolutamente "obreros" y quien sabe si algún día lleguen -como sector social- a serlo del todo. Pero no caben dudas tampoco de que el capital tiende a subsumir bajo si, a todas las formas del trabajo. Y este hecho es de una importancia mayúscula, porque el capitalismo no solo pare a la clase que le dará sepultura sino que no puede escapar de la lógica de hacer crecer más y más a su mortal oponente. Es un hecho estadístico que el proletariado, a nivel mundial, recientemente ha superado en cantidad al campesinado. Claro, hay quien se niega a ver esta realidad -u otras- y en base a falsos análisis sostener falsos caminos. Yo creo que hay que poner de manifiesto que la contradicción principal hoy más que nunca es la contradicción capital/trabajo. El tema de la definición de qué es la clase obrera, (o como sea mejor denominarla) es de una importancia enorme como se pone de manifiesto en la discusión política cotidiana. Esa incomprensión da lugar a diversos problemas y es fuente de errores de los que se nutren las falsas ideologías para desviar a las masas del camino de la revolución.

 

Creo que debemos seguir pensando en el tema. Saludos.

 

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la forma más perfecta de esclavitud laboral....
Por El Oligarca - Sunday, Mar. 27, 2005 at 12:57 AM

"Pero no caben dudas tampoco de que el capital tiende a subsumir bajo si, a todas las formas del trabajo"


hasta ahora el único sistema que logró subsumir bajo sí a todas las formas de trabajo (excepto, quizás el laburo de "miembro del POLITBURO"; "Secretario General" o el de "Gran Líder y Maestro") fue el comunismo.....

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