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Un Tótem fascista en la ciudad de Neuquén
Por Antonio Miglianelli (*) - Thursday, Mar. 24, 2005 at 11:22 PM
miglianelli@speedy.com.ar Neuquén

Por más que los discursos se diferencien, cuando de cuidar al rebaño se trata, Iglesia y Gobierno tiran juntos

Neuquén esta situada a la vera del Río Limay. El cause original del río luego de los deshielos dejó un valle que todos conocen por la famosa manzana que en un tiempo, antes de la libertad de los mercados, se exportaba a todo el mundo. En tanto las aguas fueron bajando, las dos márgenes son en realidad el borde de dos mesetas típicas de la estepa patagónica. Una en Río Negro otra en Neuquén.
A estas formaciones que desde la base parecen como los bordes de los acantilados patagónicos, se los conoce como “bardas” y son muy característicos de esta zona. Uno puede acceder a ellas por diversos medios, de hecho, hay barrios neuquinos construidos arriba, hay que atravesarlas para llegar a otras localidades del interior y el propio camino que vía La Pampa, llega a Buenos Aires. Su altura no supera los 100/180 metros.
En un punto de la barda, denominado “El Balcón del Valle”, se puede apreciar al fondo, el Río Neuquén y la ciudad de Cipolletti ya en Río Negro. Es un paseo obligado para miles de turistas y para los propios Neuquinos, que desde hace por lo menos 40 años y de noche principalmente, las parejas suelen estacionar los autos para actividades múltiples.
Pero desde principio de año, han colocado en lo alto de la barda el “Cristo de la Hermandad”. Un artesano que pasó por aquí se pasó un par de meses tallando la figura en un tronco traído desde la cordillera y que debe medir unos 20 metros de alto.
Me pregunto ¿a quien le pidieron permiso para contaminar visualmente el lugar? No solo es una alteración abrupta que modifica totalmente el ambiente de la barda, sino que configura un acto fascista al imponer un tótem a la comunidad que está compuesta por personas de diversos cultos o ninguno como en mi caso. En tal sentido hago dos lecturas de este hecho.
Desde lo filosófico, el Obispo de esta provincia destacó en el momento de su colocación, “el esfuerzo de crear una verdadera hermandad entre toda la población de Neuquén, ayudarnos para que todo sea posible, para que nadie se sienta excluido”.
Precisamente se hizo todo lo contrario. Primero porque el origen de todo el proyecto no es muy claro y segundo porque para construir la hermandad – en la especie humana agrego yo – es necesario respetar al diferente y al que piensa distinto. Y porque según reza el legado del líder de la cristiandad , la igualdad no es declamativa, sino se sustenta mínimamente en lo que establece la Constitución Nacional y Provincial con respecto a la justa distribución de la riqueza. Este tótem es la representación de la hipocresía totalitaria que nutre y basamenta a la iglesia católica.
Es tal así que todavía no salgo de mi asombro con las reflexiones del Vice Gobernador de Jorge Sobisch, cuando dijo: "Lo más importante son los valores del espíritu, del alma”. “Un lugar como lo es la barda donde los neuquinos católicos asistimos no menos de una vez al año en procesión a ese lugar”.
Entre el Obispo que quería despegarse de la fundación que puso la plata, organización que misteriosamente aparece en Neuquén par construir viviendas para los militares, pero católicos al fin como expresó el prelado, y el catolicismo del Vice Gobernador, vemos que a la larga, las instituciones cuando sirven al mismo fin, terminan aliándose para proteger a la corporación.
El Obispo ya fallecido Jaime de Nevares no hubiese permitido este atropello ni esta “donación”. Tampoco se hubiese prestado a compartir un acto con quienes a diario lo que menos hacen es “fomentar los valores del espíritu”.
Es interesante analizar el trasfondo de estos actos payasescos pero de profunda raigambre ideológica. Se vinculan por citar un ejemplo, con las actitudes de algunos delincuentes vinculados al poder que ostentan sus lujosos autos por el centro de Neuquén, a los que llegaron mediante el robo, la especulación y aplicando plus valía a sus empleados. Muchos son funcionarios de varias administraciones y de la actual, también, varios empresarios ligados al Gobierno.
Se puede observar que cuelgan del espejo retrovisor; un rosario, una foto de algún santo y una cinta roja para la envidia. Por lo general no creen en nada, pero el Super Yo, el juez que tenemos dentro, censura estas actitudes. En el fondo, muy en el fondo, al adherir a estos hechos, reiteran es un pedido para que las cosas no cambien; como en este caso, para que el Cristo no se corporice, no resucite.
Los hijos mataron al padre y luego erigieron su figura para recordarlo en forma de tótem. Es interesante como Freud explica el origen de las religiones a partir de estos hechos criminales.
Ahora bien, si hubo un rebelde que expresó claramente su postura ante los ricos y los pobres, fue precisamente el objeto de culto al que aludo hoy. Al rogar que no regrese, se aseguran tanto las instituciones que lo vivifican como los disfrazados que la sustentan, un statu quo execrable. Si uno creyese en la mitología católica, de volver a la corporalidad el Cristo, perteneciente a la secta de los Jesuses en la antigua Palestina, seguramente que desde el Papa para abajo, no quedaría nadie en pié: volvería a echar a los fariseos del templo.
Desde la óptica paisajista, muy a pesar de lo que dice el Vice Gobernador que: “es una especie de paseo recreativo que va a formar parte del circuito turístico”, habría que preguntarle a las miles de personas que van al Balcón del Valle, principalmente de noche, si quieren que esa visión cuasi fálica y grotesca, esté en el medio de las situaciones íntimas y eróticas que se desarrollan dentro de los vehículos.
En síntesis: este hecho no deja de ser otra manifestación del poder de la Iglesia y como dijo Focault: “los objetivos perseguidos por aquellos que actúan sobre las acciones de los otros: son el mantenimiento de privilegios, la acumulación de beneficios, el funcionamiento de la autoridad es¬ta¬tutaria”. Aunque vengan con un discurso progresista de la boca para afuera, agregaría yo.

(*) Ecólogo Social - Periodista

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