Julio López
está desaparecido
hace 6429 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Ver este artículo sin comentarios

10 años de H.I.J.O.S.
Por REENVÍO - Monday, Apr. 18, 2005 at 12:08 PM

Reenvío de nota de Página 12

“QUE NO SE DERRAME UNA GOTA DE SANGRE MAS”

10 años de HIJOS:
Son hijos de desaparecidos. Cuando fundaron HIJOS, casi todos eran adolescentes. Pero hoy muchos ya pasaron la edad que tenían sus padres cuando fueron secuestrados. Y otros, cerca de los 30, son padres. Qué piensan los hijos de HIJOS a diez años de su creación. Cómo ven los ’70, la política, el Gobierno y, sobre todo, como Emiliano Quinteros, su propia vida
 
LOS HIJOS DE DESAPARECIDOS, DE LA ADOLESCENCIA A LA ADULTEZ
Diez años de H.I.J.O.S.
En abril de 1995 la sociedad argentina estaba conmocionada por las declaraciones de Scilingo, Balza reconocía la participación institucional del Ejército en torturas y desapariciones y Carlos Menem se preparaba para su reelección. Mientras tanto, los hijos de desaparecidos empezaban a organizarse.
Con el escrache, H.I.J.O.S. revolucionó la protesta contra la impunidad: “Más que importar que del otro lado estuviera el milico, importaba que de este lado estábamos nosotros”.
Por Victoria Ginzberg

Muchos sobrepasaron la edad que tenían sus padres cuando fueron secuestrados, formaron sus propias familias, tuvieron hijos y redefinieron varias veces su vínculo con sus “viejos” y con su ausencia. En ese camino revolucionaron la protesta contra la impunidad a través de los escraches. “Nacimos como una continuidad de la lucha de las Madres, las Abuelas, los Familiares y los Ex Detenidos, pero en estos diez años hemos hecho, humildemente, nuestro aporte. Somos partícipes de la historia argentina. Además del escrache como herramienta, nosotros sumamos la reivindicación de la lucha de los desaparecidos. Esto lo dicen las Madres, que a partir de nosotros, ellos están siempre presentes, como personas y como militantes”, asegura Carlos Pisoni, 27 años, estudiante de Ciencias de la Comunicación e integrante de H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio).
En abril de 1995 la sociedad argentina todavía estaba conmocionada por las declaraciones del ex marino Adolfo Scilingo, conocidas un mes antes, y el entonces jefe del Ejército, Martín Balza, reconocía por primera vez la participación institucional del Ejército en torturas, asesinatos, secuestros y desapariciones. En abril de 1995, Víctor Choque, un obrero de la construcción de 30 años, pasaba a la historia como el primer muerto durante protestas sociales desde la vuelta de la democracia, y Carlos Menem se preparaba para su reelección. Mientras tanto, los hijos de desaparecidos empezaban a organizarse. Aquellos adolescentes que se abrieron paso en la marcha de los veinte años del golpe mostrándose como un colectivo cuyo simple caminar debajo de una bandera hacía llorar a más de un cuarentón –que veía en ellos a los hijos de sus compañeros, pero a la vez se veía a sí mismo con sus compañeros– hoy son adultos y llevan diez años agrupados.
Quienes iban a convertirse en “fundadores” de H.I.J.O.S. se conocieron en La Plata, en dos homenajes a los desaparecidos de las facultades de Arquitectura y Humanidades que se hicieron entre fines del ’94 y principios del ’95. La condición universitaria de esa ciudad hizo que allí se encontraran chicos que vivían en distintos puntos del país. Se citaron a mediados de abril, para Semana Santa, en un campamento en Córdoba. Allí surgió el nombre: H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) y la idea de seguir juntos.
En la ciudad de Buenos Aires, los Hijos hicieron su reunión fundacional en la sede de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Escribieron una carta pública que salió el 30 de abril en Página/12, junto con un reportaje.
“Hemos crecido. Hoy estamos juntos no sólo para preguntar sino también para hablar y exigir. Esta sociedad es hija del silencio y del terror, se pretende tender un manto de olvido sobre la historia de nuestro país. Nosotros no somos partícipes de este muro de silencio: queremos derrumbarlo. Necesitamos saber la verdad de nuestra historia para poder reconstruir nuestra identidad. Pero no es una necesidad solamente nuestra. El país debe asumir su propia historia”, decía el mensaje con el que se dieron a conocer. Los llamaron del programa de Chiche Gelblung y allí fueron. Toda una experiencia que trataron de no repetir, pero que sirvió para convocar a sus pares.
“Un día prendí la tele y me encontré con la novedad. Los vi hablando desde un lugar muy primitivo, el mensaje era: ‘Somos hijos que no tenemos padres, nos juntamos, vengan’. Anoté el teléfono y fui”, cuenta Paula Maroni, 28 años, socióloga. Respondió de inmediato, casi como un reflejo, porque no le cabía ninguna duda de que tenía que estar ahí: “Hasta los 18 años me sentía un bicho raro, tenía una historia particular que no podía compartir con nadie, no era tan fácil que te entendieran. Hasta esemomento yo sentía que los 30 mil desaparecidos habían tenido una sola hija, que era yo. Me sentía sola”.
Para Agustín Cetrángolo la decisión de sumarse a H.I.J.O.S. no fue tan inmediata. Se acercó a la organización en julio de 2003, poco antes de la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. “Siempre supe mi historia y conocía la agrupación, pero nunca se me ocurrió militar en algo. Diciembre de 2001 marcó un poco un cambio y después, cuando se murió mi abuelo, me quedé sin identificación masculina, me enrosqué y empujado un poco por mi hermana vine a H.I.J.O.S.”.
Martín Chamorro tiene 31 años y es un flamante desocupado. Llegó a H.I.J.O.S. por una antigua novia. Sus padres no están desaparecidos, aunque sí fueron militantes en los ’70. Es uno de los miembros de H.I.J.O.S. que da cuenta del hecho de que la agrupación es de “población abierta”, es decir que alberga a jóvenes que comparten sus concepciones políticas pero que no necesariamente perdieron a sus padres. Definirse de esta forma les llevó un mes de discusiones en asambleas. “Pero no hacerlo hubiese sido contradictorio con el discurso de que la dictadura nos afectó a todos”, señala Paula. “Todos somos hijos de la misma historia”, agrega Martín.

Padres e hijos:

La relación de cada Hijo con su padre y su madre es personal, pero los diez años de militancia le permitió al conjunto elaborar y analizar varias veces el compromiso de quienes eran jóvenes en los ’70, tenían hijos o no y se jugaban la vida.
Paula explica que la primera etapa fue “de una idealización inmensa”. “Teníamos una relato familiar básico: ‘Tu viejo era bueno y lo mataron los malos. Era tan bueno y tan especial que lo mataron’. Luego lo fuimos complejizando, analizando políticamente”.
–¿Cómo ven la militancia de los ’70 hoy?
–Como el hombre y sus circunstancias –señala Emiliano Quinteros y el resto asiente–. Podemos tener una visión crítica pero también ver de dónde venían: de un contexto con el partido militar alternando en el poder y con gobiernos democráticos débiles y deslegitimados. No se puede analizar la historia sacando un pedazo.
–También pasa que militando entendés qué es la militancia. Yo me imaginaba a mi viejo militando como algo súper serio. Y te das cuenta que tiene que ver con la alegría. Ahí entendés a tus viejos, entendés que tiene que ver con estar vivo, con sentirte parte de algo –completa Paula. El recorrido realizado por HIJOS les permitió no bajarse de la reivindicación del camino elegido por sus padres en el contexto histórico de los años ’70, pero a la vez elaborar sus propias práctica: se definen como “horizontales” y toman decisiones por consenso, lo que a veces puede dilatar una definición pero que implica una postura clara en la forma de construir política.
La irrupción en el mundo de los hijos de H.I.J.O.S. fue otra variable que obligó a redefinir los vínculos. “La película te cambia, a nivel personal y a nivel político –dice Paula, madre de Mateo, de ocho meses–. Antes yo pensaba ‘qué suerte que me quedó mi mamá’. Recién criando a mi hijo, que tiene un padre muy presente, me doy cuenta la importancia de tener un padre. El otro día, en una reunión con la gente del centro clandestino El Atlético, empecé a mirar a los varones y me puse a pensar que cualquiera podía ser mi viejo y fue la primera vez en mucho tiempo que sentí la necesidad de tener un papá y que me abrazara, de sentirme contenida en brazos de un hombre grandote. Antes lo sentía, pero ahora lo dimensiono. Yo tenía once meses cuando se llevaron a mi papá y cuando lo secuestraron yo estaba presente. Siempre pensé que a los once meses eras un bebé muy chiquito, que no entendías nada, pero viendo a mi hijo me doy cuenta que tuve que entender más de esa situación de lo que siempre creí. Pude dimensionar que lo que me pasó a mí también fue muy fuerte, al presenciar esa escena. Veo a mi hijo muy grande y, a la vez, a mi viejo –que tenía 21 años, y yo lo veía como muy grande– muy chiquito.”
Emiliano es el padre de Mateo y su nacimiento también le revolucionó la cabeza: “La familia de mi viejo, que está desaparecido, tiene una historia de militancia. Mi abuelo era de la resistencia peronista y mi viejo vio cómo se lo llevaban y cómo le daban biava en una huelga ferroviaria al grito de ‘negro de mierda, tenés que ir a laburar’. Uno se da cuenta de que siempre le engrosaron la tropa a todas las peleas que hubo en la historia del país. Con Mateo sé que la última gota de sangre que se derramó es la de mi viejo. Eso no significa abandonar la pelea o esconder la cabeza en tu casa, pero mi familia fue tropa siempre y yo no quiero que mi hijo sea tropa de nadie, ni yo tampoco. A partir del nacimiento de mi hijo valoré más la vida. Quiero que mi hijo sea como quiera ser, pero si puedo intervenir en algo, que sea para que no se derrame ni una gota más de sangre sobre esta tierra. Se terminó”.

Consenso social:

La idea del “escrache” estuvo presente desde el principio. Los Hijos tenían claro que no se bancaban que los asesinos de sus padres estuvieran en libertad y que el objetivo era conseguir justicia. En 1995 parecía una ilusión. “Desde siempre el escrache estuvo marcado por la idea de conseguir consenso social para lograr una condena legal. Al inicio hicimos algunas solicitadas en Página diciéndole a la gente que les mandara saludos, dándole las direcciones. La idea de ir a las casas de los represores estuvo presente desde el primer momento, pero nos llevó dos años poder hacerlo. No tanto por la logística, sino por estar en la casa del tipo. Había gente que decía que no podía pasar por la Avenida del Libertador, para la que toda la avenida estaba vedada (por la presencia de la ESMA) y que no se imaginaba poder estar frente a la casa de un represor, con el hombre adentro. Cuando lo hicimos nos dimos cuenta de que estaba buenísimo, era muy catártico”, narra Raquel Robles, integrante de H.I.J.O.S. desde el primerísimo día. “Más que importar que del otro lado estuviera el milico, importaba que de este lado estábamos nosotros. No hubo borrón y cuenta nueva. No era catarsis de llanto, era de alegría. No crean que nos mataron, estamos vivos, están las Madres, los Hijos, estamos todos”, señala Emiliano.
El primer escrache hecho y derecho fue al médico Jorge Magnacco, que en 1997 trabajaba en el Sanatorio Mitre. Los Hijos recorrieron durante un mes el trayecto que iba de la clínica al domicilio del obstetra, que había participado de varios partos clandestinos en la ESMA. Fue el primer logro concreto y palpable: al hombre lo sacaron del hospital. A Magnacco le siguieron Antonio del Cerro (Colores), Albano Harguindeguy, Fernando Enrique Peyón, Leopoldo Fortunato Galtieri, Santiago Omar Riveros y varias decenas más. La práctica empezó a ser utilizada por otros movimientos sociales.
Los represores comenzaron a inquietarse por esos chicos que les interrumpían la paz de los años de impunidad, que avisaban o recordaban a sus vecinos que el apacible señor mayor que iba todas las mañana a comprar el pan tenía las manos manchadas de sangre, de tanta, que el paso de los años no podía aplacar el reclamo de justicia. Las banderas, los carteles y la bulla que irrumpían en los barrios porteños no sólo hablaban de situaciones personales sino también de la institucionalidad. Ponían en evidencia que si estos hombres estaban en libertad y estos jóvenes estaban frente a sus casas era porque en Argentina no había justicia. El ruido comenzó a molestar no sólo a los militares. Así, llegaron las provocaciones y la represión. Algunos medios buscaron asociar a H.I.J.O.S. con la violencia. “Los organismos de derechos humanos dieron una lección respecto a la venganza e H.I.J.O.S. la potenció. Muchas veces nos encontramos en escraches sin policías. En etapas de investigación nos llegamos a cruzar con los milicos. En un escrache de fines de 2001 –revela Emiliano– viene un pibe a decirme que estaba Galtieri. Estaba lavando el auto a media cuadra. Tenía el torso desnudo, con toda la vulnerabilidad de un viejito. Uno sabía que lo puede, pero pensé que el escrache tenía que terminar en paz. Lo terminé metiendo en la casa, que era de un pariente y huyó como una rata. ¿Si lo pensé? Claro que lo pensé, pero si yo le pegaba, le pegaban todos y lo íbamos a reventar. Y privilegiamos otras cosas”.
Carlos señala que el escrache cambió. “Antes, pensábamos en si iba un canal de televisión, ahora nos importa más el trabajo territorial. Uno de los beneficios que tenemos es que podemos hacer que se articulen otras agrupaciones en un barrio. Lo que genera el escrache es preguntarse qué pasó y qué es lo que pasa hoy. Nos dimos cuenta que cuando más molestan, es cuando los hacemos a los cómplices o cuando nos metemos con el poder económico, como los que hicimos al cardenal Juan Carlos Aramburu o al ex ministro de Economía Roberto Alemann.”

Ser H.I.J.O.S. hoy:

Como en todo el país, el 19 y 20 de diciembre de 2001 dejó su marca en H.I.J.O.S. Ellos definen esta crisis como la primera pelea generacional en la que pusieron el cuerpo y como la demostración de que ellos mismos podían perder la vida o ser gravemente heridos por la policía. Algunos de sus integrantes sintieron que tenían necesidades que sobrepasaban lo que les podía dar un organismo de derechos humanos y marcharon para militar en diversos movimientos sociales o agrupaciones políticas. Los que se quedaron aseguran que después de esa experiencia comenzó un período de asentamiento y discusión de ideas. “La maduración pasa por trabajar la organicidad y las definiciones políticas. Paramos la pelota, ya no estallamos”, asegura Emiliano.
El kirchnerismo y su política de derechos humanos les impuso un desafío, como a todos las agrupaciones del sector. Carlos explica que dentro de la organización hay acuerdo en que este gobierno consiguió avances que tienen que ver con dos viejos reclamos de los organismos de derechos humanos: la entrega de la ESMA y la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. “Pero –agrega– como organismo de derechos humanos seguimos exigiendo que no se sigan violando esos derechos. Particularmente creo que el hambre no se termina de un día para el otro, pero mientras haya hambre vamos a seguir denunciándolo, con este gobierno o con el que sea. Nuestro objetivo principal siempre fue que los responsables del asesinato de nuestros viejos vayan en cana, ahora vamos por muchas cosas más.”
Para los represores siempre fueron una amenaza. Tal vez los veían como Hamlets impulsados a la venganza por el espectro de sus padres, a los que ellos habían asesinados. “Puede que tenga que ver con el rol que tiene la figura del hijo en la religión, del hijo vengando al padre o tomando su bandera, pero los militares siempre nos demonizaron”, asegura Emiliano. Pero estos Hijos no buscaban más muerte, buscaban Justicia, y tenían en sus maestros a las Madres, las Abuelas, los Familiares, los sobrevivientes de los centros clandestinos. Tal vez su mayor logro haya sido poder organizarse. Como dice Martín, “el plan de los militares tuvo que ver con romper los lazos sociales y a pesar de eso los hijos se juntaron. Ellos lo pensaron para que esto no sucediera, pero sucedió igual”.

 
OPINION
Una nueva forma de animarse
Por Mario Wainfeld

Víctimas, como sus padres, del terrorismo de Estado los jóvenes de H.I.J.O.S. comenzaron a militar en el epílogo de su adolescencia. Cualquiera que la haya transitado sabe que no es esa una etapa en la que se idolatra a los padres, precisamente. Los (entonces) pibes que formaban la agrupación se hicieron cargo de un relato que proclamaba que sus padres eran casi dioses, un modo de ver las cosas que suele acontecer en (y concluir con) la infancia.
El respeto por el compromiso, por la rebeldía, por el sacrificio devino (derivación dialéctica de la discusión pública, de la necesaria reivindicación, de la lucha por la verdad y la Justicia) en una síntesis quizá demasiado pesada para sobrellevar. “Lo que se hizo fue irrepetible, inmejorable, insuperable” es un mensaje confortante para los que compartieron la gesta, pero también un techo inalcanzable, una carga difícil de sobrellevar para los que llegaron luego.
A lo largo de su militancia, que coincide con su tránsito a la madurez, los integrantes de H.I.J.O.S. reelaboraron su lectura de la historia y recompusieron su biografía. Conocieron más de la saga personal de sus viejos y, tamizada por su propia vivencia militante, comprendieron más la de los ‘70. Pudieron criticar alguno de sus ángulos (el militarismo, la falta de horizontalidad) sin desmerecerla. La reconstrucción de su propia identidad personal y política (que se fue urdiendo con su maduración biológica y social) los va llevando a conclusiones más ricas, más constructivas, más complejas y por ende más aptas para construir su propia praxis.
En Operación Masacre, Rodolfo Walsh cuenta: “encuentro un hombre que se anima. Temblando y sudando porque él tampoco es un héroe de película sino simplemente un hombre que se anima y eso es más que un héroe de película”. Las mujeres y los hombres que militaron en los ‘70, en muchos casos ofrendando sus vidas, se animaron (vaya si lo hicieron) pero no eran héroes de película. Los militantes de H.I.J.O.S. lo han internalizado, y ese es un buen legado. Un mandato que cada uno puede cumplir con sus códigos, a su manera.
Mucho le debe la democracia argentina a los organismos de derechos humanos, incluido H.I.J.O.S. El escrache redondea, en términos discursivos y temporales, la procura de verdad y Justicia. Si no hay Justicia, otra generación sale a la calle con su estilo, con su tono de época, con su música, sus modos de poner el cuerpo.
Las víctimas de la dictadura (los deudos lo son) supieron procesar su dolor (algo personal, individual, en ese sentido intransferible) en un aporte a la sociedad. El dolor congela en el pasado. El discurso de las víctimas, empero, se politiza, interpela a otros, exige compromiso presente para construir el futuro. “Lo que yo sufro es intransmisible. Lo que me pasó a mí, te puede pasar a vos, si no hay cambios” le dicen, en surtidos formatos, gentes de distintas edades. La prédica de los militantes de derechos humanos ha prendido mucho en los últimos diez años y es todo un dato que sean las Abuelas y los H.I.J.O.S. los que han dado más en esa tecla.
Con un nivel de elaboración inusual en la mayoría de las fuerzas políticas actuales, las mujeres y hombres de H.I.J.O.S. llevan algo así como un tercio de su vida militando. Construyeron una identidad, propia, generacional como también fue la lucha de sus padres. Los que fueron pibes, en la mayoría de los casos, han alcanzado o superado la última edad de sus viejos. Tienen mucho (y nuevo) por decir. Quienes seguimos vivos, y nos estremecemos al ver ciertos parecidos entre ellos y los que ya no están, haríamos muy bien en escucharlos con atención.


agrega un comentario


qué hijos de puta estos de P/K
Por socialismo o barbarie - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 2:44 AM

"Pero estos Hijos no buscaban más muerte, buscaban Justicia" (en la primera nota, casi al final).

Todo un discursito progre para quedar bien con los Hijos y con los militantes de los 70 para después reivindicar la teoría de los dos demonios.

agrega un comentario


que te pasa bobo
Por emiliano quinteros - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 3:33 AM

que mierda le pasa a este boludito hijo de mitre que se hace llamar al tipico estilo sarmientino "socialismo o barbarie", mierda que no te paso un carajo en la vida. te la hago cortita, soy peronista y tengo muertos en este continente desde que llegaron los españoles, eso si mis muertos siempre estuvieron del lado de la barbarie (segun sarmiento y los "iluminados" como vos) . tenes que tener un poquito mas de respeto, mas alla de que no te guste lo que dije.
vos me conoces, viste mi foto en pagina 12 y sabes que milito en HIJOS (venezuela 821, cap fed) si te parece que tenes algo para decirme, veni al local de hijos y decimelo pero no te escondas detras de un seudonimo que encima es tipicamente oligarquico. me pudri de los que como vos, estan queriendo correr a todo el mundo por izquierda, si sos tan revolucionario, vivi como tal y no te la pases escribiendo en paginas web. si sos tan revolucionario, veni decime las cosas que tengas para decir en mi cara y mostrame de que estas hecho. ya sabes emiliano quinteros, de hijos.

agrega un comentario


uyyy, 'el manco' quinteros vs. Juan Calvo?
Por El Oligarca - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 3:37 AM

igual no te preocupes, Calvo es tan larva que no necesitas 2 brazos...

agrega un comentario


leé bien, emiliano
Por socialismo o barbarie - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 3:48 AM

Saltaste con todo esas boludeces macartistas y no viste que mi insulto iba para Página/12 y su teoría de los dos demonios, no para los Hijos.

Página/12 intenta establecer una diferencia entre los militantes de los 70 y sus hijos diciendo que "los Hijos no buscan más muerte sino Justicia". O sea, que los militantes de los 70 buscaban muerte. ¿A vos te parece que eso es así? A mí me parece que lucharon por una sociedad justa (y no "más" justa como dicen muchos).

¿No es un lema de los Hijos reivindicar la lucha revolucionaria de sus viejos? ¿Te parece que Página/12 la reivindica, diciendo que los militantes de los 70 buscaban muerte?

Pensalo y pensá como reaccionaste lleno de prejuicios contra alguien que sí está de tu parte. No como Página/12 y todos esos progres de mierda que se cagan en las luchas populares.

agrega un comentario


Diferencias
Por Rud - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 7:12 AM

"Ni una gota de sangre más"
Veo ese lema en H.I.J.O.S., eso significa que encaran la cosa desde la óptica de los Derechos Humanos.
Desde esa óptica, la víctima puede ser un ángel, un demonio, o un tipo que pasaba, NO IMPORTA. El tema es que fue un crimen de lesa humanidad torturarlo y matarlo, y el que lo hizo es un asesino.
Si entramos en la onda de que era justificado lo que hicieron, y si fue bueno matar a Vandor pero fue malo o bueno matar a Rucci, etc, etc , ya entrás en que los crímenes de los milicos no son más un hecho objetivo, sinó subjetivo, y que se corre el riesgo de adoptar una postura simétrica a la de los que defienden sus crímenes.
Prar traerlo al día de hoy: Si un policía picanea a un preso, no importa si el preso es inocente, un violador o un asesino serial, el crímen es el mismo.
Repudiar las violaciones de los DDHH de la dictadura no equivale a reivindicar la lucha armada de los 70. Parate en cualquier esquina y consultale a la gente si apoya esa lucha armada, y te vas a encontrar con una abrumadora mayoría que la rechaza; preguntales si repudia las violaciones de DDHH de la dictadura, y te vas a encontrar que la absoluta mayoría lo hace. No es una contradicción, los DDHH no tienen dueño.

agrega un comentario


sobre las diferencias
Por socialismo o barbarie - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 7:44 AM

"Repudiar las violaciones de los DDHH de la dictadura no equivale a reivindicar la lucha armada de los 70"

Claro que no, el ejemplo vivo de eso es Página/12 y muchos progres hipócritas que dicen "si, los milicos se zarparon pero la izquierda ponía bombas".

El problema no es que Página/12 y "la gente común" (muchos de los cuales putean a los piqueteros y piden que los repriman) no reivindiquen a la guerrilla urbana como estrategia revolucionaria. El problema es que no reivindican la lucha de los 70 como una lucha por la Justicia.

Página/K lo dice: "los Hijos no luchan por más muerte, sino por Justicia". O sea, ¿los militantes de los 70, usaran los métodos que usaran, no luchaban por Justicia?

Detrás de esa postura que condena las violaciones de los DDHH Página/12 esconde la teoría de los dos demonios, que básicamente dice violencia del de arriba=violencia del de abajo.


Mi saludo para los Hijos, estén o no organizados, sean de la ideología que sean.

Mi desprecio para todos los cultores de la teoría de los dos demonios.

agrega un comentario


bue, por fin una
Por F. - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 8:41 AM

esta vez me saco el sombrero ante SoB, tarde o temprano tenía que llegar, especialmente por la frase

"
Página/K lo dice: "los Hijos no luchan por más muerte, sino por Justicia". O sea, ¿los militantes de los 70, usaran los métodos que usaran, no luchaban por Justicia?"

100% de acuerdo, a mí la nota del Boletín Oficial también me desprendió un hedorcillo a dos demonios, por suerte están las palabras y la lucha de los compañeros de H.I.J.O.S. para meterle el diario en el orto a esas lacras, por mucho que Wainfeld y compañía intenten meter sus ideas "dosdemonísticas"

Y pongo las manos en el fuego por que el padre de Emiliano Quinteros luchaba por justicia

agrega un comentario


nunca creí que fuera a decir esto:
Por socialismo o barbarie - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 8:52 AM

gracias F.

PD: Una lástima la reacción de Emiliano. Espero que lea esto y sino que alguien que lo conozca le aclare que se equivocó feo.

agrega un comentario


Luchar por la justicia justifica usar cualquier método. Así nos enseño el camarada STALIN
Por El Oligarca - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 11:18 AM
movimiento_stalin_vive@hotmail.com

Luchar por la justic...
hungar1.jpg, image/jpeg, 266x245

Al diablo con la teoría de los dos demonios, nosotros somos Los Buenos, y los otros son Los Malos que hay que exterminar!!!!!!!


Memorias del entonces teniente TATARIN.

día 1
era una fría mañana en las afueras de Budapest. Corría el año 1956. Recién había llegado directo desde nuestros cuarteles en la estepa rusa. Una revolución reaccionaria fascista financiada por la CIA había derrocado al legítimo gobierno comunista de Hungría. La afrenta reaccionaria era tan grande que hasta el pusilánime progresista de KRUSCHOV decidió mandar media docena de divisiones mecanizadas y blindadas para acabar con este complot burgués. La Justicia Socialista haría tronar el escarmiento.
Supe que el General BRESNEV fué reelevado de su cargo por proponer a KRUSCHOV la idea de lanzar un ataque atómico sobre la ciudad rebelde. Ese maldito enano judío cosmopolita de kruschov...ya las va a pagar.......

día 2
Estamos rodeando la ciudad esperando la orden de avanzar. Los rebeldes húngaros han masacrado muchos soldados soviéticos. Estos genocidas pronto sentirán el rigor de la Justicia Socialista.

día 3
Hoy he recibido una noticia que me destruyó. Los malditos reaccionarios genocidas derribaron la estatua de STALIN en el centro de Budapest!. Lloré amargamente en silencio toda la mañana, es la primera vez que lloro desde que nací. Ni siquiera derramé una lágrima cuando, de niño, los fascistas destriparon a mi hermano delante de mis ojos en las ruinas de Stalingrado. Juro que las van a pagar.

día 4
Ante el calibre de los crímenes que los revoltosos burgueses están cometiendo en la ciudad, el dubitativo kruschov al fin se ve obligado a dar la orden de entrar en la ciudad. La prensa canalla yanqui habla de 'represión'. Imbéciles. Estamos luchando por la justicia. El combate inicial fué durísimo, el bombardeo previo logró desmoralizar a los reaccionarios, por lo que en un asalto a fondo, logramos hacernos con el control de varios barrios de la periferia. Hemos sufrido bajas, pero mi bayoneta ya probó la sangre de los malditos. Y quiere más. Pero la resistencia es grande. Es por ello que el alto mando decide la utilización de los flamantes tanques T-55, junto con los viejos T-34/85 , veteranos de la Gran Guerra Patriotica. 6 divisiones de tanques arrasan con los restos de la resistencia . Su patético nacionalismo pequeñoburgués no es rival para el Acero Soviético.

dia 5
Todo ha terminado. Sobre las ruinas aún humeantes de Budapest se puede sentir el olor de la Justicia Socialista, impregnada de pólvora y humo. Los gloriosos Destructores traen a la rastra al presidente traidor IMRE NAGY, otro judío cosmopolita, como no podía ser de otra manera. Ya llegó el Tribunal Popular de la NKVD que habrá de juzgar al desdichado. El juicio duró 20 minutos. El Tribunal Popular encontró culpable a NAGY y sus colaboradores de traición por: abandonar el Partido Comunista
Amenazar la integridad del Pacto de Varsovia con intentos fraccionarios.
Fueron ejecutados al atardecer. Muchos veteranos guerrilleros de Mendoza recordarían este juicio popular cuando ajusticiaron al milico oli-fascista-liberal Aramburu en argentina.
El jefe del ejército húngaro, MALETER, está 'desaparecido' . La ultima vez que se lo vió estaba partiendo para entrevistarse con BRESNEV, para negociar la rendición.
Pobre tonto, no sabía que BRESNEV no negocia con contrarrevolucionarios......

Hasta la justicia final

agrega un comentario


Luchar por la justicia y el socialismo
Por Brutus - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 12:19 PM

justifica la lucha armada, cuando fuese preciso.
Y me cago en la prole y los muertos del Oligarca

Al enemigo, ni agua.

agrega un comentario


mis muertos? ellos yacen en las ardientes arenas de Afganistán
Por El Oligarca (NKVD) - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 12:49 PM
movimiento_stalin_vive@hotmail.com

donde perdieron la vida gloriosamente construyendo el socialismo a sangre y fuego. La justicia socialista fue administrada por el sable mongol de Tatarin y la nunca bien ponderada TOKAREV del Infernal BRESNEV. Alli peleamos. Alli morimos. Allí nos desangramos por la sociedad sin clases.

Y donde estabas tu, ENFIESTANTE? estabas durmiendo, a las 3 de la tarde en tu casa, luego de una noche de debate político en el café de la esquina, mientras los veteranos de BRESNEV afilaban sus bayonetas con las uñas de los reaccionarios fanaticos afganos.

No te ocultes mas. Ya lo sabes. El dia que llegue la justicia socialista, no escaparas al sumarísimo tribunal de la TOKAREV, por parásito y por pusilánime!

hasta la justicia final

agrega un comentario


El ultimo debate politico que tuve
Por Brutus - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 1:05 PM

fué con vos, en Ciudad Universitaria y saliste corriendo delirado hasta la parada del 107. No te daban las piernas ¡Garqueta!

agrega un comentario


ha ha ha ha, basta de sangrar por la herida
Por El Oligarca - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 1:16 PM

me parece que discutiste con algun otro....yo ya hace muchos años que pasé por ahí.....el enfiestante sigue en el subsuelo?

ahhh, claro, ciudad universitaria, lo que pasa que el ENFIESTANTE todavía está dando materias del CBC a los 30 años.....ponele un poco de garra, menos fiesta, menos charla de asamblea y más estudio, que el 2005 es tu año, Brutus.......y no te hagas amigo de los jovenzuelos consumistas pequeñoburgueses que aprueban.....son el enemigo, pero si podés, pediles que te expliquen....

agrega un comentario


Si, "hace muchos años"
Por Brutus - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 1:30 PM

en el 95, cuando defendias la reelecciòn de Méndez.

Tu ultima esperanza ahora eran Rodriguez Saa o Duhalde.
¡Quemaste los ultimos cartuchos Olicaca!. Jaja

agrega un comentario


ahora soy duhaldista?
Por El Oligarca - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 1:36 PM

mi ultima esperanza? de que 'nos' va a salvar Duhalde? de las ingentes masas obreras conducidas por el PO y el PTS (2.000 estudiantes y 15 empleados públicos)


jajajajajajajajajajaajajajajajajaaaaaaaaaa

las cosas que hay que oir......en el 95 estaba en la secundaria, que carajo me importaba Menem......lo que pasa es que a vos se te vinieron los años encima, jovatón.....ya votabas cuando subió Alfonsín? jajajajaja, jovatex

agrega un comentario


Frase
Por Ramon Camps - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 1:54 PM

Al enemigo ni agua, salvo después de darle maquina!!!!

agrega un comentario


Abogados
Por Ricardo - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 2:50 PM

SOB y Brutus son los mayores abogados de la teoría de los 2 demonios.

agrega un comentario


Violencia de abajo
Por Rody - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 3:00 PM

Violencia de abajo la de un puñado de pequeño burgueses?
Por favor...

agrega un comentario


Balbín la tenía clara...
Por muerte al capital - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 3:38 PM

"La guerrilla está en las fábricas"

agrega un comentario


mostraste la hilacha olicaca
Por rasta - Tuesday, Apr. 19, 2005 at 3:47 PM

con lo de pusilanime... frase celebre

agrega un comentario


Aca no te hagas el pendex para desinformar, Olicaca
Por Brutus - Wednesday, Apr. 20, 2005 at 12:19 PM

El departamento de informaciones especiales del Honorable Senado Romano te tiene ubicado, tras años de observarte siguiendo el frondoso historial delictivo que te averguenza.
La pàgina 24, pàrrafo 4°, te atribuye la condiciòn de "un pedòfilo cuarentòn sin ningùn escrùpulo expulsado de los servicios por acoso a menores y agentes del mismo sexo en cumplimiento de sus funciones".
Espero el informe final del venerable Cayus para informar publicamente a la opiniòn Romana.

El enemigo, de postre para las fieras

agrega un comentario


aca esta, el oligarca recibe el premio al mejor agente del año:
Por EL VECINO DEL ALFA ROMEO - Wednesday, Apr. 20, 2005 at 12:31 PM

aca esta, el oligarc...
teto_premio.jpg, image/jpeg, 224x308

como anda el ENFIESTANTE brutus? falta mucho para acabar con el nucleo duro? nos estamos impacientando

agrega un comentario


HIJOS del odio
Por Burgues de clase media acomodada - Wednesday, Apr. 20, 2005 at 1:10 PM


lo unico que saben hacer los "hijos" es ir a pegarle a viejitos como elena cruz, sentir una melancolia y reivindicacion por la violencia guerrillera ejercida por sus parientes, y romper las bolas, sinceramente deberían dedicarse a otra cosa y dejar de robar haciendose las victimas

agrega un comentario