Julio López
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SONIA VILLEGAS: Una biografía pampeana (lean y opinen)
Por Churrasco asesino - Friday, Apr. 22, 2005 at 5:14 PM
mondongo@hotmail.com

En la web se encuentra cosas insólitas que uno no se imagina toparse, como por ejemplo esta supuesta novela de un ignoto escritor que habla sobre una jóven argentina del interior que quiere tener suerte en Buenos Aires. Gracias Indymedia por dar esta oportunidad de publicar una de las novelas mas raras que el leido jamás. Pude bajar de este sitio, transcripto integralmente y respetando su texto original: http://ar.geocities.com/mariasoniavillegas Desde ya agradezco vuestra opinión. No es un foro contra Sergio ORELLANA ni mucho menos. Gracias. Churrasco violento

SONIA VILLEGAS- Una biografía pampeana

Autor: Sergio Alberto Orellana (Octubre 23, 1971)

Introducción:

Es un relato sobre la verídica historia de María Sonia Villegas, una joven oriunda de la provincia argentina de La Pampa, que en su adolescencia se radicó en Buenos Aires con la inocente ilusión se consagrarse como una celebridad en el mundo de la moda.

Pero su estadía en la gran ciudad no le fué lo que ella tanto ansiaba. Finalmente regresó a su provincia natal, con un profundo desazón y tristeza de una realidad ingrata, con el tardío convencimiento de que la panacea que ofrecía Buenos Aires no era tan como mostraba, porque era solo un espejismo porteño y era mucho mas cruel de uno no me imagina.

Actualmente, Sonia Villegas se desempeña como recepcionista de la Oficina de Información Turística de la Terminal de Omnibus perteneciente a la Municipalidad de Santa Rosa (Provincia de La Pampa).

Ustedes, queridos lectores, querrán saber el porqué quiero relatar sobre una desdichada historia sobre una ignota joven pampeana. Les doy como respuesta el que en estas líneas fueron escritas una noche en que repasaba los momentos de mi lejana adolescencia cuando fuí compañeros de estudios de la protagonista.

Desde ya conocerán parte de mi vida, ya que dicha reseña esta mezclada con situaciones personales que se entremezclan con la de Sonia Villegas. Me ha marcado mi existencia y es por eso, que quiero relatar su historia.

Capítulo 1: Mis primeros dias con Sonia Villegas

Con mis imborrables recuerdos del campamento en la Laguna de Lobos junto a unos amigos de la religión que profeso y el sabor amargo de repetir el año anterior el primer año del secundario, decidí empezar de nuevo cambiando de Colegio Nacional. No quiería volver nunca más al Colegio Nacional Manuel Belgrano y mis padres me sugirieron anotarme en el Comercial de Merlo.

Pero ese mes de Marzo de 1987, me marcaría mi vida para siempre. En esa primera semana, ví a una muchacha mucho mayor que yó en la que sentí un impulso de contemplarla apenas se me apareció. Me había dejado muy buena impresión de ella.

Me acuerdo en que lucía una camisa negra trasparente, en que se veía a trasluz su corpiño, pero tapado con unos bordados floreados en el pecho. También llevaba un pantalón de lino, pantimedia y zapatos de taco.

Solo quiero remarcar que me fijé en ella escasamente la miré, pero no me iba a imaginar que tendría la dicha de ser una de las personas que he influenciado en su vida. Pero estaba alejado de ella, detrás de varios pupitres, ya que se sentaba adelante de todo frente al profesor.

En los primeros 15 días solo la observaba a ella, pero no me animaba a hablarle, era como internamente me bloqueaba. Pero hubo un acontecimiento que me dió la oportunidad de estar con aquella mujer que no perdía de vista desde mis jóvenes 15 años. Marcaría el destino entre esa señorita y yo..

En la primera semana de Abril, estaba repasando algunas hojas de mi carpeta de estudios, cuando un compañero de clase llamado Javier Mercado (que se sentaba atrás) me pega algo en la nuca e instintivamente me doy vuelta y le arrojo una mesa encima de el. Entonces este individuo me pega en la mejilla izquierda, en la que atino a querer responderle violentamente, pero unos compañeros nos separan.

Entonces interviene la protagonista de esta historia, mientras estaba ofuscado, pero me invita a sentarme al lado de ella en la primera fila de asientos. Cuando la ví a los ojos, terminé profundamente enamorado de esta chica de ojos achinados y de modismo muy suave. Nunca me voy a olvidar cuando pasado el mal momento, ella me invita con una galletita dulce de marca "Lincoln".

La jóven a la que no me atrevía platicar se presentó como Sonia Villegas, a la cuál le respondí dando mi nombre. De allí supe que teníamos una distancia de 5 años entre ella y yo, porque en aquel momento teníamos 15 y 20 años respectivamente. Quién les relata cargaba sobre sus espaldas sus primeros 15 años de vida, todo un adolescente.

Capitulo 2: Sonia Villegas relata su vida personal

Enseguida nos hicimos buenos amigos. Sonia me contaba que había nacido en la ciudad de Gral. Acha, Provincia de la Pampa, un día Domingo 18 de Diciembre de 1966. Luego continúa relatando de que sus padres se habían separado cuando tenía pocos años de vida.

Mas tarde se habría de mudarse a la Ciudad de Toay, junto a su madre. Cuando llegó a cumplir los 15 años, decidió trasladarse a la populosa metrópoli portuaria de Bahía Blanca, en la Provincia de Buenos Aires, para cumplir su primer sueño de trabajar en una emisora radial. Hasta me contaba emocionada que tuvo la grata dicha de cantar en un coro junto al talentoso músico Ariel Ramirez, autor de la "Misa Criolla", obra cumbre del Folclore argentino.

Acaba su relato en la que Sonia, en aquel entonces con 17 años, se viene al Gran Buenos Aires y se radica en el barrio suburbano de Castelar. Por una recomendación de una amiga, en 1986, se viene a vivir a la Ciudad de Merlo, para trabajar en una empresa de cobertura médica llamada "Cadeus".

Como solo hizo la escuela primaria y porque en su corta vida de ciudad en otra no pudo iniciar los estudios secundarios, Sonia Villegas decidió empezar a estudiar en el turno noche del Colegio Nacional de Comercio de Merlo. Allí se nos unió nuestros destinos, que nunca se nos borrará jamás.

Capitulo 3: Sonia Villegas decide cambiar su fisonomía

En 1987, a mis 15 años, me fijaba plenamente por primera vez en una chica que era particularmente bonita y de personalidad alegre. Pero tenía algo muy particular, que era que se destacaba su nariz aguileña, la cuál le quedaba muy bien a su contorno facial filoso. Sonia la veía como algo esteticamente desagradable y a los pocos meses decide operarse en la Clínica Provincial de Merlo.

Tal vez estaba muy poco cansada de que en los pupítres dibujaba loros o les decía.. "rica la papa". Solo siento que esta compañera decidió hacerse la intervención quirúrgica mucho antes de conocerme. Pero pasado el tiempo, mi inexperiencia en la vida no me hacía ver que mis actitudes podían herir a las personas.

Entre Sonia y yo nos llevabamos tan bien que iba a visitarla cada tanto en las oficinas de "Cadeus" o como en los días miércoles en la Clinica Provincial. Hay algo que se me viene a la mente, a la que haciendo el análisis en estos momentos que soy actualmente una persona madura y en que me doy cuenta que en aquel tiempo era una persona que recién había terminado mi niñez.

Una vez, mi compañera de estudios, llegó a mi casa particular a visitarme en el preciso momento que no estaba ninguno de mis padres y mi hermano, para hacer las tareas del colegio y sentí en ese momento un escalofrío al querer darle un abrazo pero internamente me bloqueaba. Mas tenía esa sensación, cuando Sonia se acercó a la caja de cartón para contemplar a mi perra pequinesa "Vicky" (1981-1998) con sus cachorritos de pocos días.

En aquel instante me entero sobre su familia, cuando ella me muestra una foto con su sobrina, que en ese entonces tenía 12 años y que aparecían en traje de baño. Todo ese tiempo sentía que nuestra amistad iba a perdurar para siempre, pero mas tarde me daría cuenta que la historia sería distinta.

Capitulo 4: Un día lluvioso que no me voy a olvidar

Como les relataba, solo tenía en ese momento 15 años y me gustaba de Sonia Villegas. Pero la verdad, muchos años antes estaba enamorado de una cantante muy popular en Argentina y en Latinoamérica, que aún hoy es la mujer de mis sueños. Siguiendo con esta historia, recién estaba empezando a vivir con mis flamantes 16 años y no me atrevía a decirle de que la amaba hasta lo más profundo de mi existencia. Uno de los motivos por las cuales me impedía decirle mis sentimientos era que internamente sentía escalofrío y me sentía paralizado.

Otra de las cosas que guardo fresca en mi memoria fue un hecho que me dejó apesadumbrado. En un día Miércoles 4 de Noviembre de 1987, en una jornada lluviosa y dió la casualidad que se había decretado en mi país un paro general de actividades proclamado por la C.G.T. Como era un buen alumno, decidí concurrir y no faltar a clases.

Entré al Colegio Comercial de Merlo completamente vacío, en la cual acataron el paro de actividades los docentes y los profesores, salvo que estaba el portero. Pero la coincidencia fue que también llegó Sonia Villegas al salón de clases desde su trabajo en "Cadeus".

Pero a los pocos minutos se había retirado la directora y el portero sin fijarse si se había quedado gente adentro cerró la puerta. En ese instante quedamos solamente solos Sonia Villegas y yo, en nuestro curso.

Entonces Sonia se sentó arriba de una mesa que estaba al lado de la puerta del salón. Estabamos totalmente solos. Yo la veía radiante, nunca la veía tan bonita como ese día lluvioso.

De allí sentí un impulso interno de abrasarla, de sentir su piel y su aliento. Les confiezo que tenía esa oportunidad, pero imprevistamente me eché atrás, porque mi mente empezó a entrar en mareos y mis manos temblorosas. En ese momento que habría tenido la oportunidad de sentir por primera vez a una mujer, por mi propia culpa perdí la iniciativa porque nunca tuve una experiencia igual.

Imprevistamente sentí que el mundo se me venía abajo, pero tuve fuerzas para decirle que la amaba y pedirle que fuera mi novia. Entonces Sonia, con o sin mala intención de herirme me dice que lo nuestro no podía ser porque era muy chico para ella ya que tenía 20 años y yo apenas 16, la cual estaba verde como una manzana.

Pero para dramatizar más ese momento me dijo que estaba enamorada de Jorge Angellini, entonces profesor de la cátedra de Lengua (hoy felizmente casado). Empecé a llorar desconsoladamente como nunca lo hice, pero Sonia en vez de animarme, hacía su sarcasmo en esa situación.

Al rato volvió el portero, disculpándose por dejarnos encerrado. De allí pudimos salir a la calle, en plena Avenida Libertador casi no visible por la intensa lluvia. Casi sin mediar palabra en el trayecto, fuimos hasta la hoy desaparecida Confitería "D*Artagnan"para refugiarnos para no empaparnos nuestras ropas, pero especialmente para llamar a su Jefe (Luis Castillo) para que la pase a buscar en su utilitario japonés "Dahiatsu".

El capítulo 4 de este relato me ha marcado mi existencia y cada tanto se me viene a la mente como si me pasara en este momento. Pero llegábamos al final de las clases en 1987, pero además nuestras vidas tendría otro giro mas brusco.

Capitulo 5: Un final a nuestra buena relación

Entre Sonia y yo, anduvimos bastante bien en los estudios y pasamos tranquilamente a segundo año. Pero entrando a 1988, cambiaría el ambiente en el Colegio Comercial ya que sería suplantada la entonces directora del establecimiento, la Sra. Etchart, por otra docente de nombre Laura Vittori, que mas tarde renunciaría por una protesta estudiantil y docente por considerarla "autoritaria".

Pero hubo un vuelco en la vida de Sonia Villegas con respecto al año 1987, que era que faltaba muchas veces seguidas a clases, hasta a veces una semana entera. Pero cuando concurría a clases, para mortificarme, les decía a sus compañeras sobre "su novio" o llegó a tal extremo en afirmar de que "estaba embarazada"..

Lo anecdótico de esta crónica es que Sonia se hizo amiga de una mujer de otra división que la hizo cambiar la forma de vestirse. Pasó de usar trajes "tipo uniforme Channel" a vestir de minifaldas y remera escotada.

A pesar de que nos llevábamos bien, no era lo mismo que el año pasado. Entre sus compañeras hablaba sobre el Sr. Luis Castillo, un hombre casado, que era el gerente del personal de la empresa de cobertura médica "Cadeus". Pero adentro mío sentía que era una jugarreta de ella para hacerme sentir mal.

Sobre el Sr. Castillo, lo conoci cuando Sonia me llevó a la salida del colegio hacia la entrada de la Municipalidad de Merlo a un acto con motivo de la visita del ahora fallecido vice gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Luis María Macaya junto al entonces Intendente, Sr. Gustavo Adolfo Green. En aquel momento estaba el Sr. Luis Castillo como sonidista para ese acto político.

Hubo un cambio en la fisonomía de esta mujer pampeana, al pasar de un pelo lacio a otro enrulado, como tenía en ese momento la actríz Ethel Rojo. Otra de las cosas que me vienen en mi recuerdo es la anécdota de que siempre la relacionaba con la entonces promocionada actríz Nastassja Kinsky, que en ese momento estaba muy hermosa. Pero no lo hacía porque la veía parecidas entre ellas dos, sino para remarcar lo opuesto facialmente hablando.

Pero no quiero decir que Sonia, la protagonista de la historia, sea fea. Sino por pura diversión mía, para dar su dosis de ironía punzante como hacía ella hacia mi persona.

Capítulo 6: Un día de la Primavera que no quise tener

Una de las cosas por la cuál voy a lamentar de por vida es por una fecha tan especial como el 21 de Septiembre, jornada por el cuál se considera "Día de la Primavera" en el hemisferio sur. El motivo por el cual afirmo como lamentable lo que me pasó es porque un compañero de estudios de apellido Copa me invitó dias atrás a una excursión a la hermosa ciudad gauchesca de San Antonio de Areco, cosa que me pareció interesante y acepté.

En sí la pasé muy bien durante el viaje en micro, el campamento frente a la vera del río y conociendo el lugar de orígen del autor de "Don Segundo Sombra".

Quedaría como una anécdota mucho mas que dichosa, pero al volver a mi casa la situación se transformaría todo lo contrario. Según lo relatado por mis padres, en esa fecha había venido a mi casa Sonia junto a una amiga para que pasemos juntos el "Día de la Primavera" en la Quinta recreativa "La Colonial" perteneciente a la Municipalidad de Merlo. Allí sentí que había perdido la oportunidad de estar con ella, con la fuerte convicción que sentía perder la única ocasión de que podríamos ser mas que amigos.

Dentro mío me decía que había desaprovechado esa conveniencia única en mi vida. Tenía una rabia, que aún hoy me perdura aunque haya pasado más de 16 años, porque si no hubiera ido a acampar porque acepté la invitación del compañero Copa, otra hubiera sido la historia.

Pasado los meses de la etapa estudiantil de 1988, finalizando las clases, justo que ella cumplía 22 años. Sentí que debía aprovechar ese motivo especial para regalar algo y me decidí comprar una muñeca de porcelana que me había costado 80 australes.

Con tal mala suerte que al salir del local de venta de regalos lo puse en la bolsa donde estaba mis útiles y al llegar a las escalinatas del Colegio Nacional de Comercio, siento que hay un crujido como la rotura de vidrio. Al revisar el bolso, veo que el regalo para Sonia se había hecho añicos. Cuando ví a Sonia, no quize dar algo que estaba roto, pero me arrepiento no haberselo dado.

Capítulo 7: Nuestra relación va a distintos caminos

A consecuencia de mis desatinos,veo que en 1989 empieza una historia absolutamente distinta en mi relación con María Sonia Villegas, que cambia a 180 grados. Primero es que ella aprobó la mayoría de las materias y en mi caso, que por adeudar dos de primer año y otras de segundo tuve que repetir el segundo año.

De allí terminamos cada uno de nosotros en aulas separadas, en tiempo que era fuerte la campaña política para el cargo de Presidente de Argentina entre Carlos Menem y Eduardo Angeloz. A partir de ese momento quiero relatar un hecho que me pasó con el ya mencionado Luis Castillo.

Sentí la necesidad de hablar de Sonia Villegas con el entonces gerente de personal de la empresa de cobertura médica "Cadeus" para aclarar algunas cosas que ella comentaba en el aula. Entonces le escribí una carta de estilo formal y muy respetuosa, para solicitar una entrevista. Solo lo había visto en dos oportunidades.

A mediados de Agosto, 15 dias después de haber enviado la carta, me dirijí a la entrada de "Cadeus" para esperar al Sr. Castillo, con la esperanza de tener una charla amena con el.

Durante todo ese tiempo habré esperado unos 15 minutos en la vereda, cuando veo su reconocible utilitario "Dahiatsu" rojo junto a su esposa. Con alegría al ver que mi espera no ha sido en vano, me acerco hacia a el para estrecharle la mano en calidad de amigo.

Grata fue mi sorpresa..porque apenas le dije "Señor Castillo", este me agarra del cuello de mi camisa y me empuja hacia atrás, golpeando mi cabeza contra la puerta dando unas fuertes sacudidas varias veces.

Pero no termina allí la historia, porque ese individuo de contextura robusta y barbado me metió dentro de la oficina de "Cadeus". Me empuja violentamente hacia adentro. De allí me empieza a golpearme en la cintura, en el abdomen y en los hombros. No se imaginan como estaba.

El Sr. Luis Castillo me lleva casi arrastrando hacia su oficina y me hace sentar en una silla frente a su escritorio. Este me amenazaba con llamar a la policía y preguntaba por el teléfono de mi padre. Temblando le decía que era una persona respetable y que me conocía el Senador Hector Degreff y el Intendente Gustavo Green, ya que en ese momento militaba para el Partido Justicialista en la Unidad Básica "8 de Octubre".

En esa situación tensa, como el Sr. Castillo hacía simulacros con el teléfono haciendo que llamaba a la policia, me acordé de que Sonia (la culpable de esta situación) llevaba carpetas de su trabajo al colegio, cosa prohibida en la empresa. Al contar esa indiscreción salvadora, cambió abruptamente la escena y me preguntaba que clase de carpeta llevaba a clases.

Minutos mas tarde, como si nada hubiera pasado, me acompañó hasta la puerta y se despide diciendo de que no vuelva mas. Por lo que me hizo pasar, hubiera preferido denunciarlo ya que tenía entonces 17 años de edad, pero no decidí hacerlo para no involucrar a mi familia. Dejé todo en secreto, hasta este momento que les relato.

Al irme de ese traumático lugar, me dirigí al colegio ya que empezaba pocos minutos para que empieze las clases. Tuve la oportunidad de ver a Sonia Villegas en el patio del establecimiento educativo. Casualmente, pude salir antes del edificio por haber faltado profesores a dar lección. Tengo grabado en mi mente, que por la rabia contenida por lo ocurrido con el gerente de personal, la esperé de que saliera del mismo para gritarle.."Saludos a Castillo" como una especie de desahogo.

Cuando volví al colegio, como un día normal, veo que Sonia me esperaba cerca de la puerta de entrada mirándome fijo sin emitir palabra. Pero nada más que eso, no transcurre en nada.

Al volver a mi casa, grande es mi sorpresa, que encuentro a la propia Sonia Villegas hablando con mis padres en la cocina. Ella reiteraba que yo la acosaba y que casi la echan del trabajo por mi culpa. Nada falto a la verdad.

Queridos lectores, no se imaginarán como estaba en ese momento, pero me molestó mucho el haber ido ella a hablar con mis progenirores en vez de ir a aclarar algún problema conmigo como personas civilizadas.

Al levantarse de la silla para irse, despidiéndose de mis padres, tuve la oportunidad de acompañarla hasta la puerta de entrada de mi domicilio particular. Ya en la calle, sentí deseos de decirle que la amaba, pero ya es una maldita costumbre de no decirle nada. Y perdiéndola en la oscuridad de la noche..

Capítulo 8: Una anécdota graciosa

Para no dramatizar esta historia, me atrevo a detallar una situación en la relación personal que tuve con Sonia Villegas, que es digno de que ustedes lo disfruten.

Desde el momento en que Sonia y yo, al pasar de año escolar ella y repetir la cursada yo, nos separamos en aulas distintas. Pero no tenía ninguna forma de llegar a ella, pero en una semana a mediados de año se me ocurrió una brillante idea.

Llamé a un compañero del curso de Sonia y le prometí que si traía a la Sta. Villegas a mi división, invitaría a cinco compañeros de ella a comer pizza y yo pagaría.

En mi interior sentía que Sonia no se me acercaría hasta mi salón de clases, pero grande fue mi sorpresa fue cuando la oriunda de la provincia de La Pampa aparece en la puerta de la misma. Confieso que estaba tan sorprendido, que balbuceaba y me reía a la vez. Pude llegar a decir de que la invitaría a comer después de clases.

Sonia aceptó, pero con la condición de que se le invitara también a sus compañeros de su tercer año, tal cual habia prometido. A regañadiente acepté su condición. Luego, al estar en mi casa, pude juntar unos 80 australes y estuve calculando los gastos

Al otro día,después de clases, fuí con ella junto a 5 de sus compañeros a una desaparecida pizzería en Merlo. Quiero destacar que en ningún momento Sonia Villegas me dirigió la palabra y solo hablaba con sus amigos. Y eso que yo pagaba la cena.

Se me viene en la mente que en esa noche pidieron 3 pizzas de muzzarella, vino y gaseosas. Sentía que era un fantasma porque veía que intencionalmente me ignoraban, coordinado por Sonia Villegaas. Para rematar, ella pidió en el menú una copas de licor de anís, su bebida favorita.

Al llegar la cuenta, veo que los 80 australes que había juntado era menos de lo que decía en el recibo porque había llegado a 110. Pero incisivamente Sonia había sacado dinero de su monedero, para tener su cometido en dejarme en ridículo.

Mas tarde, saliendo de la pizzería con Sonia y los invitados, camibamos por la avenida principal de Merlo. En el trayecto hablaba de su supuesto "novio" con el fín de atormentarme. Luego se despidieron entre ellos, sin decirme las gracias. Una perfecta coordinación de Sonia Villegas para plasmar su cometido.

Capítulo 9: Sonia se gradúa, empezando otra etapa en nuestra historia

Aún con todas las vergonzosas situaciones a la que me fue llevando Sonia Villegas, aún la seguía queriendo. Y cuando supe de que le entregarían el diploma de Perito Mercantil. Fue una semana antes del sangriento alzamiento "carapintada" de Diciembre de 1990.

Aunque no estaba invitado, fuí a presenciar ese momento tan inolvidable para mi ya entrañable Sonia y para otros alumnos que recibían el galardón. Además venía a estar presente su madre, que viajó desde Santa Rosa (La Pampa) para ver en esa dichosa jornada.

Quiero remarcar que Sonia me pudo ver detrás de su madre, pero no se me acercó a decirme ni siquiera las gracias. Pero en ese instante sentí el fin de un ciclo y el principio del otro.

En 1991 sería el primer período sin Sonia Villegas en el Comercial de Merlo. Pero no significa que dejaría de verla. Entonces cada tanto la veía salir de su trabajo, pero la ascendieron de simple promotora recepcionista de la sucursal de la Ciudad de Moreno de la empresa "Cadeus".

Al tiempo me animé entrar a la recepción de dicha sucursal para entregar un ramo de flores. Sonia apenas ni atinó a mirarme y siguió charlando como si nada. Las otras dos oportunidades es seguirla desde la Estación de trenes de Moreno hacia el de Merlo y verla alejarse desde el tunel que está debajo del mismo.

Luego de a poco me fuí alejando de ella, no tanto por sentir resignado, sino por otras circinstancias propias de mi vida. Por ejemplo el estar activo en política, como el haber sido director de una radio de frecuencia modulada esteriofónica.

Pero la última vez que dejé definitivamente de verla fue en el mes de Marzo de 1994, por una casualidad del destino que nos unió cuando ella iba a hacia un local de arreglo de zapatos cerca de mi domicilio particular. Pudimos hablar como si nada hubiera distanciado. De allí nos despedimos y nos dejamos de vernos.

Luego transcurrió muchas cosas en mi vida personal. Pero años después al querer saber noticias sobre ella, solo supe que en 1998 había dejado de pertenecer a la empresa de cobertura médica "Cadeus" para trabajar en una empesa de turismo en Morón.

Infructuosa mi búsqueda es la que pude ubicar su paradero, sorprendentemente en la Provincia de la Pampa, ya que era su ilusión ser una modelo profesional y que había hecho cursos en la Escuela de modelaje de María Fernandez Cartier. Pero volvió a su ciudad natal tal cual como salió, por motivo del fallecimiento de su hermana y quedó a cuidado de su madre.

Actualmente está trabajando en la Oficina de Informacion Turística de la Terminal de Omnibus de la Ciudad de Santa Rosa, Provincia de la Pampa. Todavía trato de tener alguna especie de contacto con ella, pero por lo menos quierom plasmar en este relato todas mis vivencias con esta mujer que me ha marcado mi vida para siempre.

María Sonia Villegas, desde el lugar donde estés......

Sergio Alberto ORELLANA

Datos sobre el autor: Sergio Alberto Orellana nació el 23 de Octubre de 1971, en la localidad de San Antonio de Padua (Partido de Merlo), Provincia de Buenos Aires, Argentina. Actualmente estudiante de la carrera de abogacía en el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina.

Actualmente es coordinador general del Club Oficial Internacional de Admiradores de Bárbara y Dick, dedicado a la mayor dupla vocal de latinoamérica. Esta es su primer relato biográfico, inspirado en un hecho real.

Contactos con el autor:

e-mail: sergioalbertorellana@yahoo.com.ar

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Interesante.
Por Literatzo. - Friday, Apr. 22, 2005 at 10:24 PM

Me llama la atencion que te apretan un poco y al toque buchoniastes a tu mina...
Que tipo pesado que sos...
Los que conocen Merdo...saben que no hay uno que no este en politica o sea amigo del Vasco mafioso...
Lameortos y buchones...

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Yo la conoci.
Por Merlo es una mierda. - Saturday, Apr. 23, 2005 at 10:24 AM

Vendia libros frente añl viejo "MOnumental" de la punta de la barrera.
Se la garchaba el "Raul". Un dia nos conto que se la cojio de dorapa en la escalera del tunel...Y despues se tuvo que hacer un aborto...Y bueno, en algun lado se pierde la inocencia...

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Orellana es un chismoso.
Por No - Saturday, Apr. 23, 2005 at 7:20 PM

Toda esta historia es muy tilinga...
¿Vos crees que tus emociones reprimidas son importntes para los demas...
¿Cual es el mensaje aparte de la chismografia...
Vas a caminar por merlo y te van a dar un ñoqui...
Boludo...
¿Porque Merlo esta lleno de boludos?

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Yo tambien conocí a Sonia VILLEGAS
Por Un compañero de CADEUS - Tuesday, Apr. 26, 2005 at 5:16 PM

Yo tuve la oportunidad de conocer a Sonia VILLEGAS cuando era compañera mía en la CLINICA PRIVADA PROVINCIAL, que trabajaba los días miercoles a la tarde en la MESA DE RECEPCION. Era muy simpática y tenía la voz chillona. Conozco a Sergio ORELLANA porque la pasaba a esperaba en la puerta de CADEUS y varias veces entró en la cobertura medica. Es muy comprensible que haya publicado una biografía sobre ella, porque ella fue muy mala con el. Ahh.. es el hijo del Orellana que mencionan...

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Busquen en la guia Orellana.
Por Choripan - Tuesday, Apr. 26, 2005 at 7:35 PM

Todos los giles de merlo "estan en politica" o son "amigos del vasco".
Verdaderas chismosas de pueblo barato.
Sonia Brageta te va a cagar a palos Orellana.
Cuando camines por el Mastil para la rivadavia cuidate `porque te van a surtir por chismoso. A estos negros los apretas y te baten hasta a su madre...Boton...
Y se creen que sus mediocres almas pueden tener algom de interesante...BASURA...

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Sonia Villegas trabajaba en Clinica Provincial
Por Yo Claudio - Wednesday, Apr. 27, 2005 at 8:47 AM

A Sonia la conocí cuando era compañera en Cadeus y Sergio le falto decir que los dias Miercoles trabajaba como recepcionista en Mesa de Entradas de la Clinica Provincial de Merlo. Era muy simpática con su timbre de voz chillona y su mirada miope como Lennon. Compadezco al amigo Sergio..

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tipo, tipo...
Por Mario - Wednesday, Apr. 27, 2005 at 6:25 PM


q esto es re, pero re-re PATETICO, bolù


q ganas de gastar bits al pedo en el server de indymedia...

entre esta porqueria y la discusion de floricienta no se con cual quedarme

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¡¡SONIA VILLEGAS era amiga de GUSTAVO GREEN!!!
Por Gustavo ARROYO - Thursday, Apr. 28, 2005 at 1:54 PM
gustavoarroyo@hotmail.com

La protagonista de la novela autobiográfica SONIA VILLEGAS realmente existió. Ella se hizo amiga de GUSTAVO ADOLFO GREEN, el entonces intendente de Merlo entre 1987 a 1991, porque este era conocido de LUIS CASTILLO (gerente de CADEUS). Comparativamente prefiero el Merlo ingenuo e inocente de la epoca de GREEN y no este Merlo tenebrosamente mafioso de OTHACEHE. Viva GUSTAVO GREEN, que por lo menos era algo patotero, pero no mafioso como este Vasco que desgobierna Merlo!!!!!

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