Julio López
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“EL LATIFUNDIO ES UN PRIVILEGIO QUE NOS EMPOBRECE" (Paraguay)
Por bioptimistas publicando - Saturday, Apr. 23, 2005 at 5:07 AM
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Exposición de compañeras de Conamuri durante las jornadas por el derecho a la tierra (10-16 de abril, Paraguay)

EL ACCESO A LA TIERRA ES UN DERECHO DE TODOS Y TODAS


PANEL DEBATE " HISTORIAS DE VIOLENCIA QUE SUFREN LAS MUJERES POR LA INJUSTA DISTRIBUCIÓN DE LA TIERRA Y LA FALTA DE REFORMA AGRARIA" ORGANIZADO POR : MUJERES POR LA DEMOCRACIA Y CONAMURI EL 14 DE ABRIL DEL 2005 EN EL CENTRO CULTURAL MANZANA DE LA RIVERA

EXPOSICIÓN DE LAS COMPAÑERAS CAMPESINAS

La situación de la mujer campesina e indígena en Paraguay está caracterizada por la pobreza y el marginamiento.

Los diferentes tipos de violencia que sufren las mujeres del campo se acentúan en la violencia estructural que se manifiesta en los aspectos económicos sociales y políticos.

La vida de las mujeres campesinas e indígenas está marcada por el trabajo intenso, el cuidado de los hijos e hijas , la atención a la salud es casi nula para ella como también el acceso a la educación, la falta de tierra de créditos de apoyo a emprendimientos propiamente de mujeres para paliar la situación económica.

La pobreza, la explotación, la falta de acceso a una vida digna ya es una forma de violencia estructural.

Esto hace sentir a las mujeres en condiciones de inferioridad y de dependencia.

La represión es una violencia más que se suma. La presencia del Estado en el campo se da bajo la forma de violencia, porque está ausente para garantizar derechos y servicios para una vida digna, y solamente se hace presente de manera represiva.

Hay un concepto errado de que la presencia del Estado es contar con un destacamento policial o militar, o incluso una capilla, pero la presencia del Estado debería ser para proteger la seguridad de una vida digna y garantizar derechos.

La seguridad es malentendida por el Estado como el resguardo de latifundios e intereses de grupos de poder económico, la seguridad de la gente pobre no existe en los hechos.

La represión forma parte del cotidiano de las mujeres y de las comunidades.

Tiene como efecto secuelas que se graban en la memoria de niños y niñas así como de toda la familia, es una experiencia negativa y traumática para toda la vida, se instala un miedo constante e inseguridad en la propia casa y en toda la comunidad.

Niñas y niños ven como los agentes del Estado queman sus ranchos, roban o destruyen sus enseres, golpean a sus madres, padres o hermanos.

Pierden el derecho a una vida con seguridad y libertad, que debería ser garantizado por el Estado, y justamente es el que viola estos derechos.

Y para las niñas, adolescentes y mujeres de cualquier edad la represión se convierte en una violencia de género, porque utilizan el acoso y la violencia sexual como represión: amenazan a las madres y extorsionan para que entreguen a sus hijas como botín sexual.

Y en las represiones además de la brutalidad de la violencia física manosean a las mujeres o abusan verbalmente de ellas.

También cuando el padre o alguien de la familia está preso o perseguido por la policía, son las mujeres la que deben asumir toda la responsabilidad y reciben el mayor impacto o choque de todo lo que esta ocurriendo en su familia, en su organización y su comunidad.

Las mujeres campesinas exigimos que es responsabilidad del Estado concretar la Reforma Agraria Integral, Salud, Educación con Participación de las Organizaciones, es por esto que seguiremos en Resistencia y en lucha permanente.

“DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS Y DE LA SOBERANÍA DE NUESTRO PAÍS”

CONAMURI - COORDINADORA NACIONAL DE ORGANIZACIONES DE MUJERES TRABAJADORAS RURALES E INDÍGENAS.-


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