periodismo, indepencia y verdad
Por hernàn tejerina - Saturday, May. 07, 2005 at 11:52 AM
frailevill@hotmail.com

Cobertura de la visita de Eduardo Aliverti a la ciudad de Bell Ville. Allì, el reciente ganador del Martìn Fierro por labor periodìstica dictò un taller para estudiantes secundarios y diò una charla ante 300 personas.

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Entrevista a Eduardo Aliverti
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PERIODI$MO, INDEPENDENCIA Y VERDAD



La realidad gusta de las simetrías y las paradojas, Córdoba se ha constituido en oposición al centralismo porteño pero muy a menudo ejerce su centralismo frente al interior provincial. La globalización ha desdibujado la noción de centralidad y los centros de otrora -económicos, políticos, culturales- han dado lugar a “ la función centro ”. Esa función es inestable y quien la ejerce hoy puede no ejercerla mañana. Sin embargo, todavía Argentina no acaba en el conurbano bonaerense ni Córdoba cesa en la Circunvalación, por eso viajamos a Bell Ville para cubrir la presentación de Eduardo Aliverti, un porteño nato –léase esto como juicio de valor- quien recientemente ganó su séptimo Martín Fierro por labor periodística en radio, es habitual columnista de Página 12 y en esta charla aborda la realidad de los medios haciendo gala de un realismo brutal e infrecuente.
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Tras dos meses de gestiones Eduardo Aliverti llega a Bell Ville, comparte un taller de periodismo con estudiantes secundarios y brinda una charla - debate ante más de 300 personas en la Escuela Normal Figueroa Alcorta.
“ Periodismo y Política ” reza el afiche tras el rojo cráneo teñido de rojo de la señora directora. Aliverti abre su exposición abordando la vieja dicotomía: libertad de prensa - libertad de empresa. Al respecto, señala que “ los multimedios que se conformaron al calor del menemismo han devenido o están en tránsito hacia otro tipo de realidad, la de su asimilación en el seno de corporaciones económicas de cada vez mayor envergadura. Así, Telefé, el canal argentino de mayor rating es un engranaje más del grupo Telefónica. Por cierto, las empresas periodísticas, en el marco de una mega corporación, vehiculizan ante la sociedad los intereses de esa corporación y se transforman en lobbystas de enorme eficacia y poder ”.
Aliverti conoce los múltiples engranajes de la maquinaria periodística, ha pasado en sus entrañas los últimos 25 años. Sus análisis más medulares, aquellos hechos al calor de la distancia que media entre Bell Ville y el centro de esa maquinaria, tienen que ver con los resortes comunicacionales. Intentando no caer “ en el puterio de periodismo sobre periodistas ” ni en la defensa corporativa, Aliverti narra su propia experiencia para graficar y sincerar la situación de los medios. “ Hacia mediados de los ’90, para hacer periodismo, tuve que convertirme en mi propio empresario, si no lo hacía desaparecía del medio como desaparecieron tantos excelentes periodistas. Tuve que aprender a vender mi trabajo. El espacio que yo tengo en radio Rivadavia cuesta $20.000 y lo paga el Banco de Crédito Cooperativo. A ver... ¿ ustedes creen que yo puedo decir todo aquello que mi conciencia me dicte ? No, no puedo. El límite es no hablar mal del banco porque si lo hago me quedo sin programa. Ahora, ¿ cuál es la ecuación que yo debo hacer entre mi conciencia y la realidad para resolver esta situación ? Me pregunto, ¿ en el marco de la economía capitalista, este banco es especialmente funesto ? No, y ¿ qué me permite no hablar de este banco ? Me permite un amplio espectro de libertad respecto a mis opiniones en todos los temas. Bien, entonces ese es el precio que yo pago por tener un programa y esa es la zona de opinión que poseo. No se engañen, así se hace periodismo hoy por hoy, al menos en Buenos Aires ”. Uno escucha a Aliverti y deduce que la diferencia que media entre Córdoba y Buenos Aires, no es la inexistencia de condicionamientos por parte de los anunciantes, sino la inexistencia misma de anunciantes que pongan estrepitosos $20.000 para la realización de un programa político. Haciendo una analogía con la situación de los excluidos sociales, hay algo peor que ser explotado: no serlo.

-En ese contexto, la figura del periodista independiente constituye un mito o una hipocresía.

-Hubo algunos sucesos en los últimos tiempos – las pujas entre Majul y Lanata o entre Leuco y Ruiz Guiñazú con motivo de la adjudicación de Radio del Plata a Tinelli - que han mostrado que nadie es absolutamente todo lo que parece en este medio. Los periodistas están sometido a presiones de toda naturaleza y dependen cada vez más de las movidas e intereses de las corporaciones en las cuales se mueven. Pese a ello, el periodismo independiente es, o era, un concepto poco menos que impoluto en el cual se manejaban muy cómodamente las propias corporaciones que lo tienen como slogan. Entonces, estas chispas que han saltado a propósito de situaciones puntuales abren más el juego hacia la sociedad respecto de que se esconde tras la presunta imparcialidad de los medios y ha generado que mucha gente comience a cuestionarse el concepto de independencia del periodismo. Eso es muy saludable, porque el exceso de credibilidad de esta sociedad en los periodistas es, justamente eso, un exceso, quizás comprensible, pero en ningún caso justificable.

-El manejo que los medios hacen de temas como el de los piqueteros, ¿puede considerarse como una campaña mediática y si es así, cuales son los fines de esa campaña?

-Volver a instalar un demonio que justifique la represión. La derecha está muy enojada con algunos aspectos del gobierno de Kirchner. La Nación, en tanto “ órgano del poder ”, encabeza esa movida, ese enojo. Con diversos grados de intereses y empeño, lo acompañan un conjunto de medios que va desde la derecha patoteril que encarna Radio 10 hasta el resentimiento financiero de Ámbito. La novedad, en este contexto, es el modo en que Clarín, hasta hace poco contemplativo con el gobierno, se ha sumado a esa campaña. Pero no hay que perder de vista que el accionar de esta suerte de comando mediático ancla en arraigados temores populares, esto hay que tenerlo muy presente porque los medios pueden fijar la agenda de lo real pero no producir lo real. Se puede acentuar algún humor social, pero no generarlo. Esta campaña mediática acicatea con la demanda represiva a partir de un estado colectivo en el que la sensación de inseguridad y el rechazo clase mediero a los piquetes es previo a cualquier movida mediática.

-Señalabas un enojo de la derecha con este gobierno, sin embargo, Kirchner no ha tocado más los valores simbólicos de la derecha que los reales.

-En el plano de lo económico se consolida hacia una política de derecha que en lo sustancial no difiere de lo que se venía aplicando. Creo que en ese punto construyó afectando más lo simbólico que lo real. Ahora, en otras cuestiones, no ocurre lo mismo. No se vuelve de ciertas actitudes, es muy difícil volver de un acto como el de la ESMA, o del retiro de los cuadros de Videla y Bignone en el Colegio Militar. El valor simbólico de esos gestos es, valga la paradoja, muy real. El enojo de nuestros dinosaurios de derecha tiene que ver con gestos de este tipo que se dan en contraposición a la actitud de lesa impunidad de la que gozaron durante el menemato. Sin embargo, no hay que perder de vista que por ambos lados es difícil volver. La derecha no te lo va a perdonar, pero tampoco ante la izquierda podes volver de esos hechos sin inmolarte políticamente.

-Se puede hablar de una suerte de continuidad histórica entre el camporismo y Kirchner.

-En términos de identificación política David Viñas usa la expresión “ neocamporato ”, lo cual como aproximación metafórica me parece bastante feliz. Ahora en cuanto a una continuidad histórica rigurosa respecto de los momentos políticos y sociales, creo que no, en ningún sentido, ni por izquierda ni por derecha.

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Tras la charla y las entrevistas llegó el asado. Aliverti escuchó de boca de periodistas locales algunas de las correrías de Domingo Carbonetti en la pampa sojera, le contaron de sus caballos de carrera y de la Unidad Básica de 100.000 dólares que inauguró en la ciudad, le contaron de la estrecha confianza que lo une a De la Sota. Después llegaron las achuras, las achicorias y el vino y Aliverti contó que cuando la “ racionalidad de su pesimismo ” amaga con devastar el “ optimismo de su voluntad ” recuerda una charla con su amigo el filósofo León Rotzchiner. “ León, ante este tipo de cosas, recuerda que la abuela de Osvaldo Bayer todavía vive y ronda los 100 años ”. Recuerda, también, que Osvaldo la quiere mucho..., alguien le pregunta si esta seguro que todavía vive y él dice que cree que sí. Después, continúa: “ Las cosas deben leerse en el término de marcos y procesos históricos. En ese contexto, ¿ cuánto hace, por ejemplo, de la Revolución Francesa ? 200 y piquito de años o sea, dos abuelitas de Bayer y cuánto hace del descubrimiento de América: 5 abuelitas de Bayer y cuánto duró el menemismo, una década, apenas un diez por ciento de la abuelita de Bayer... La Historia es lenta, tiene marchas y contramarchas, hay que leerla de ese modo y también hay que hacerse a la idea, dolorosa si se quiere, que difícilmente uno vea cristalizado alguno de sus ideales más profundos ”. Sobre Bell Ville se abalanzaban la madrugada y la escarcha. La función centro había vuelto a desplazarse y la ciudad, en silencio, volvía a copiarse a sí misma.-

Hernán Tejerina

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