Julio López
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educación sexual, anticoncepción y legalización del aborto
Por Noemi Oliveto - Thursday, May. 12, 2005 at 2:02 PM
noliveto@legislatura.gov.ar 4338 - 3021 Perú 130

Educacion sexual, anticoncepción y legalización del aborto

MUJERES POR LA AUTODETERMINACIÓN DE NUESTROS ACTOS Y LA LIBERTAD DE ELEGIR:

“EDUCACION SEXUAL, ANTICONCEPCIÓN Y LEGALIZACIÓN DEL ABORTO.”


Artículo 1º.- Se establece la incorporación de la asignatura "Educación Sexual", como materia obligatoria en los últimos años de la escuela primaria y en los primeros años de la escuela secundaria o su equivalente según la jurisdicción. Asimismo se realizarán campañas de difusión y educación sexual a través de los medios de comunicación masivos y alternativos, escritos, radiales y televisivos especialmente destinados a aquéllos que no acceden a la escolaridad.
Artículo 2º.- El Estado Nacional está obligado a asegurar a toda la población el conocimiento de los métodos anticonceptivos mediante el asesoramiento para su utilización, con la debida explicación de cada uno, de su eficacia y sus contraindicaciones.
Artículo 3º.- Los Hospitales Públicos y Centros de Salud Nacionales, Provinciales y Municipales, así como Centros Asistenciales dependientes de Obras Sociales, deben contar con personal idóneo y equipos necesarios para garantizar gratuitamente la educación sexual a toda la población y especialmente asegurar el suministro gratuito de elementos anticonceptivos.
Artículo 4º.- Los consultorios de anticoncepción deberán funcionar con el mismo régimen de horarios que la especialidad que demande mayor cantidad de horas semanales de atención médica.
Artículo 5º.- Queda reconocido el derecho de toda mujer a decidir libremente la interrupción de su embarazo.
Artículo 6º.- Todos los servicios asistenciales de los Hospitales Públicos y Centros de Salud Nacionales, Provinciales y Municipales, y los dependientes de las Obras Sociales deberán contar con áreas donde en forma gratuita, con personal idóneo y equipos
adecuados se garantice la interrupción del embarazo, preservando la salud psicofísica y la dignidad de la solicitante. Se le deberá ofrecer a la mujer si desea, o si lo solicita, asistencia psicológica antes y después de practicada la interrupción del embarazo
Artículo 7º.- Facúltase a las médicas y médicos pertenecientes a las áreas asistenciales previstas en el artículo 6º para prescribir la utilización de pastillas efectivas para interrumpir embarazos quedando expresamente suprimida cualquier restricción legal al respecto. En todos los servicios indicados se deberá contar con esas píldoras para su entrega en forma gratuita y siempre bajo prescripción médica.
Artículo 8º.- Toda médica o médico o personal integrante de los servicios asistenciales a los que se refiere el artículo 7º tiene derecho a ejercer objeción de conciencia en relación a las prácticas médicas relacionadas con la interrupción voluntaria del embarazo prevista en la presente ley. En ese caso el servicio asistencial donde se plantee la objeción de conciencia deberá contar con reemplazantes en la tarea de que se trate a efectos de garantizar en forma permanente y sin dilación alguna el ejercicio de los derechos que en la presente ley se le reconoce a la mujer.
Artículo 9º.-Todas las prestaciones médicas y farmacológicas correspondientes al presente proyecto de ley quedan incluídas en su totalidad en el Nomenclador Nacional de Prácticas Médicas y en el Nomenclador Farmacológico.
Artículo 10º.- Deróganse el inciso 2º del artículo 85, el artículo 86 y el artículo 88 del Código Penal y toda otra disposición que se oponga a la presente ley.
Artículo 11º.- El Estado Nacional deberá incrementar las partidas presupuestarias destinadas al rubro Salud, de modo de asegurar el cumplimiento de la presente ley, en especial la entrega gratuita de profilácticos y otros elementos anticonceptivos y píldoras abortivas. Asimismo garantizará la promoción de la investigación, desarrollo e implementación de técnicas anticonceptivas seguras e inocuas para ambos sexos.
Artículo 12º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.-


El presente tiene por objeto seguir aportando e impulsando el necesario e impostergable debate en el país de una temática que no puede seguir eludiéndose: "EDUCACIÓN SEXUAL, ANTICONCEPCIÓN Y LEGALIZACIÓN DEL ABORTO".
Este trabajo se concretó en un proyecto de declaración que la autora presentó junto al legislador Daniel Vega como coautor – ambos de Autodeterminación y Libertad- en la Legislatura porteña. Y luego como proyectio de ley en Congreso a través también del bloque de Autodeterminación y Libertad que integra Luis Zamora.. En ese proyecto de declaración la autora dejó constancia como agradecimiento de que el trabajo fue “elaborado con la ayuda de muchos materiales de las mujeres que integran la Comisión por el Derecho al Aborto, nuestras hermanas latinoamericanas uruguayas, el aporte sobre estos temas de mujeres intelectuales, de Rebecca Gömperts y miles de mujeres que han luchado y luchan en el mundo por esta causa. Y está dedicado especialmente a aquellas mujeres que nos dejan impreso en nuestro cuerpo el silencio de sus muertes, producidas por abortos ilegales”.

INTRODUCCIÓN
No es fácil hablar de un tema como el aborto, primero porque a nosotras como mujeres nos atraviesa singularmente.
El aborto no es una solución ideal, sino "el último recurso" que nos queda para evitar la continuación de un embarazo que no deseamos o no pensamos.
Pero a pesar de la dificultad en hablar del tema creemos que, como sociedad, nos merecemos un debate adulto y sin cinismos dado que es la PRIMERA CAUSA DE MUERTE MATERNA.
Hay tres aspectos de un mismo problema: Educación Sexual, Anticoncepción y Aborto Legal, que deben ir juntos para que la solución sea integral.
Lo cierto es que hoy, en marzo de 2005, aún no hay educación sexual en las escuelas y menos acceso tienen a ella los sectores que fueron excluidos de la misma y ni hablar del tema de la anticoncepción que es aún menos difundido.
Es un doble modelo donde por un lado se penaliza el aborto y por el otro no se le da ningún tipo de contención, de apoyatura o legitimación social a una problemática que es de toda la sociedad, que es la de la reproducción social.
Las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, nuestra vida, nuestro futuro y nuestra maternidad.
El derecho a la libre disposición de nuestro cuerpo es parte del derecho a la intimidad que la propia Constitución garantiza. La prohibición del aborto está ligada con la obligatoriedad a la maternidad, en donde se juega una doble moral distinta para hombres y mujeres, por la cual la capacidad reproductiva de la mujer y la obligatoriedad a la maternidad funcionan como una forma de opresión.
Obligar a una mujer a seguir adelante con un embarazo no deseado es poner en riesgo su salud mental y la de sus hijos.
Las mujeres tenemos derecho a una maternidad deseada y sin riesgos, tenemos derecho a vivir nuestra sexualidad plenamente y de acuerdo a nuestra elección.
Marta Miguelez señala: "(...) biológicamente la mujer tiene diferenciadas la capacidad reproductiva de su centro orgásmico, tiene también la posibilidad de elegir gozar de su sexualidad sin riesgo de embarazo y elegir el coito tradicional cuando desea reproducirse (...)".
Para esto, todos/as debemos recibir una educación sexual adecuada, cualquier hombre o mujer debe poder acceder a la anticoncepción, y al aborto legal. Las invito a que nos juntemos, la opresión es un punto en donde ninguna mujer queda fuera. Digamos qué nos pasa, luchemos juntas por nuestro derecho a autodeterminar sobre nuestros actos y nuestros cuerpos, busquemos alternativas, construyamos un contrapoder, contra-el-poder que nos oprime y violenta.
La tutela de la vida reproductiva de la mujer por el Estado es una forma de violencia y agresión. La despenalización reduciría el riesgo para la vida y la salud de las mujeres, ya que el aborto realizado en condiciones precarias es la primera causa de muerte materna en nuestro país. Algunas de nosotras hablamos desde la experiencia de haber estado expuestas a ese riesgo.
Si el embrión es una persona humana en potencia, como algunos sectores sostienen, la mujer es una persona humana lograda, productiva y real. Se debe actuar en beneficio de lo que ya es, vale decir, la vida de la mujer. Esto sería lo justo, lo moral y ético, preservar la vida y la salud mental de lo que existe y está definido y de quien dependen otras personas.
Penalizar el aborto significa la intromisión del Estado en la esfera de la decisión personal de la mujer.

AUTODETERMINACIÓN Y ESTRATEGIAS DE RESISTENCIA.
Las mujeres, en tanto nos autodeterminamos sobre nuestros actos y nuestros cuerpos, estamos realizando estrategias de resistencia y contrapoder, que intentan romper las estructuras hegemónicas, "los cuerpos de ambos géneros no sólo sostienen la constitución de la diferencia sexual, sino que también soportan–sostienen los mitos sociales de lo masculino y lo femenino (…) Al mismo tiempo, hombres y mujeres han imaginado el lugar del placer de las mujeres, más como acompañante que como protagonista en la puesta en escena del encuentro sexual. Esto es parte importantísima de la construcción de la Mujer de la Ilusión, esencia femenina, más madre que mujer, más objeto que sujeto erótico, más pasiva que activa, más partenaire que protagonista".
Y todas las mujeres que lo hemos intentado sabemos lo difícil que es romper con el mito de diferente = inferior, ya que desde las prácticas dominantes necesitan de la violencia a veces más brutal y a veces más sutil, para intentar disciplinar nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Simone de Beauvoir en su texto famoso "El segundo sexo" (1949) formula una de las claves para la diferencia de los sexos. Dice "No se nace mujer, llega uno a serlo".
Este planteo lleva a pensar que lo masculino o lo femenino no son unívocos, sino que más allá de las diferencias biológicas, genitales, etc., estas diferencias son más bien construcciones ideológicas y sociales, que intentan hacer pasar como natural algo que es cultural. La sexualidad ha sido convertida en una desigualdad, en algo devaluado, como por ejemplo la famosa división entre lo público y lo privado, donde uno tiene que ver con el mundo donde se toman las decisiones y el otro con lo doméstico, con "la reina del hogar".
Por suerte, muchas mujeres se revelan contra esos reinados imaginarios y exigen cada vez más su derecho a autodeterminarse y elegir en libertad sobre su cuerpo y su vida.

EL ROL DE LA JERARQUÍA CATÓLICA
"UNDÉCIMO MANDAMIENTO: MUJER NO DECIDIRÁS"
Hay discursos que circulan en la escena pública que intentan aparecer como los defensores de la vida, poniendo por oposición a las mujeres que se consideran con el derecho a decidir del lado de los homicidas.
De más está decir que la Iglesia Católica se destaca entre los penalizadores de la interrupción del embarazo.
Suele omitirse que la Iglesia Católica no ha tenido a lo largo de la historia una posición única ni armoniosa, sino que ha ido cambiando y en su seno conviven distintas corrientes, desde San Agustín que decía que la vida humana empieza después que el feto crece: "pero quien no está dispuesto a pensar que los fetos sin forma mueren como semilla que no han fructificado" , pasando por Inocencio XI, que, más tarde, prohibió el aborto incluso para jóvenes embarazadas cuyas familias las matarían, hasta la concepción que la Iglesia sostiene hoy, en relación a proteger el embrión desde el momento de la concepción.
"Ese frenesí no tiene precedentes siquiera dentro de la historia de la Iglesia: el aborto no forma parte de las cuestiones en las que rige la infalibilidad papal, y los debates sobre la condición de persona del feto nunca encontraron una respuesta unívoca. El aborto era sancionado tradicionalmente no como homicidio, sino como pecado sexual: se lo interpretaba como el recurso de una mujer para ocultar su pérdida de virginidad si era soltera; del adulterio si era casada. Sólo en 1869 Pío IX estableció que el aborto en cualquier momento del embarazo era causa de excomunión" .
"En 1974, la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe promulgó la "Declaración sobre el Aborto", la cual aboga en contra del aborto basándose en que "uno nunca puede aducir la libertad de opinión como pretexto para atacar los derechos de los demás, especialmente el derecho a la vida" .
Aquí la teología de la dignidad de la vida humana se ha desarrollado cuidadosamente.
La clave de esta postura con relación al aborto es si el feto es o no es un ser humano en las primeras fases del embarazo. La declaración de 1974 argumenta que el feto es vida humana desde el momento de la concepción, aunque no necesariamente un ser humano completo.
Este argumento soslaya el tema en cuestión. La declaración dice:
"En realidad, hay que respetar la vida humana desde que empieza el proceso de generación. Desde el momento que el óvulo es fertilizado, empieza una vida que no es ni la de la madre ni la del padre, es más bien la vida de un nuevo ser humano con su propio crecimiento. Nunca se convertiría en ser humano si ya no lo fuera”.
La última oración de este párrafo presenta muchos problemas a la luz de la enseñanza cristiana. La doctrina de hilomorfismo define a los seres humanos como una unidad de cuerpo y alma, no como a un potencial inherente en un cuerpo en desarrollo que eventualmente obtendrá una vida humana.
En la práctica, en nuestros días la Iglesia no suele bautizar a los fetos en caso de aborto espontáneo.
Muy raras veces se bautiza, no se habitúa aplicar la extremaunción o menos se suele ofrecer misa de difuntos por un mortinato no prematuro. Parece que la iglesia distingue en todos los casos menos el aborto, entre el ser humano en potencia representado por el feto en vías de desarrollo y el ser humano real en que se convierte el feto cuando termina de desarrollarse.
"En el surgir de la postura católica moderna, vemos una falta de claridad sobre la relación entre la función legislativa de la Iglesia y su función educativa. El castigo de excomunión por practicar el aborto es una decisión legislativa, y como hemos visto, es relativamente reciente. Las enseñanzas contra el aborto han empezado a cambiar su enfoque, alejándose del pecado sexual y enfatizando la protección de la vida humana" .
Es muy interesante esta diferenciación que hace Jane Hurst, pues esa vuelta, ese paso que hace la Iglesia de la función educativa a la función legislativa, nos retrotrae a la Edad Media.
La Iglesia Católica tiene todo el derecho a educar a sus fieles, enseñarles sus postulados, pero no tiene derecho a legislar sobre los países, no tendría que actuar como un poder político.
Esta contradicción en legislar sobre la vida humana se vio en relación al tema de los desaparecidos. Esa defensa del derecho a la vida, que la Iglesia Católica dice sostener, estuvo ausente cuando en el país se torturaba y se mataba impunemente a hombres, niños y mujeres embarazadas.
¿O acaso la Iglesia no sostuvo al régimen militar? ¿Cuál fue su complicidad con el mismo?
La Iglesia y el capitalismo se nutren mutuamente porque ambos necesitan del sometimiento del ser humano y, en especial, de la mujer, porque cuando la mujer hace uso de sus derechos, se trastoca el régimen patriarcal, por lo tanto hay también una severa contradicción entre el capitalismo y el derecho de las mujeres a autodeterminarnos. El capitalismo también necesita de nuestro sometimiento.
En cambio, nosotras necesitamos pelear contra este sistema para defender nuestros derechos, lo que no quiere decir que lo tengamos asegurado si aquel es cambiado -como muestra, estamos pensando en el lugar de las mujeres en lo que fue el socialismo real-. También en esto, necesitamos inventar nuevas formas de vivir nuestra feminidad.
Actualmente, como todos sabemos, el obispo castrense Antonio Baseotto planteó y le envió a Ginés González García una dura carta por sus declaraciones a favor de la despenalización del aborto y el reparto de preservativos. Baseotto lo acusaba allí de cometer "apología del delito de homicidio por promover la multiplicación del aborto". Además de que le advertía que el Evangelio dice que aquellos que "escandalizan a los pequeños merecen que se les cuelgue una piedra al cuello y sean tirados al mar".
Por eso, coincidimos con Norma Morandini en su artículo del 26/02/05 en Clarín titulado "Debemos esforzarnos por crear una cultura del Derecho". Ella dice:
"El hombre que en Francia derogó la pena de muerte había perdido a sus padres en un campo de concentración. Un abogado que se convirtió en un militante abolicionista, por la culpa que sintió cuando no pudo evitarle la horca a uno de sus defendidos, un preso que mató a dos rehenes en el motín de una cárcel, en la década del setenta..
Pocos años atrás, Robert Badinter escribió el libro 'La abolición' en la que recuerda otros debates igualmente virulentos en el Parlamento francés cuando Simone Veil, ministra del gobierno de derecha de Valery Giscard Déstaing presentó un proyecto para derogar una ley de 1920 que había prohibido el aborto, bajo penas de persecuciones penales.
En los debates que antecedieron la aprobación de la ley, Simone Veil recibió todo tipo de insultos de los que se oponían a restaurar la ley que permitía la interrupción del embarazo en algunas situaciones.
La mujer que había sido deportada durante el nazismo fue acusada de promover un nuevo genocidio. De modo que no hay nada nuevo bajo el sol. Finalmente, esa ley resultó aprobada en Francia en noviembre de 1974. Allí como aquí, con una distancia de cuarenta años entre un debate y el otro, se constata la perturbadora contradicción de que aquellos que más se oponen a la legalización del aborto son los más encarnizados defensores de la pena de muerte. Los defensores de la vida suelen ser los que más utilizan un lenguaje de muerte. Por eso, la infeliz metáfora bíblica del obispo castrense perturbó tanto. Como padecemos aún esa lógica de muerte en la que los conflictos se resuelven con los deseos de mandar al adversario al fondo del mar, y en la historia reciente, la cruz bendijo las espadas, los argentinos parecemos niños tutelados que todavía no podemos darnos un debate adulto como lo hicieron cuarenta años atrás las sociedades más desarrolladas del mundo. No se trata aquí de argumentar en un sentido o en otro. La postura en relación al aborto como a la eutanasia es íntimo y responde a la relación que cada uno de nosotros tiene con el misterio de la creación, aquello que no se puede explicar.
Sin embargo, de lo que se trata es que finalmente se cree una cultura del Derecho que, en nuestro país, fue abortada desde el tiempo en los que las personas eran arrojadas al mar como castigo."
Autodeterminación y Libertad cree que esa cultura del Derecho comienza por el derecho humano básico que es el de la mujer a decidir sobre su cuerpo.
Más allá de la postura de Ginés González García, al que no le entendemos ese doble discurso entre sus declaraciones y su convalidación de un gobierno que dice y hace todo lo contrario, no podemos dejar de señalar por un lado el apoyo que este monseñor recibió:
"El ministro de Defensa, José Pampuro, convocó a Baseotto para expresarle el malestar del Gobierno, pero éste inicialmente se negó a ir. Finalmente, concurrió y ratificó 'en general' sus dichos."
"Paralelamente, Baseotto obtuvo el respaldo del presidente de la Pontificia Comisión Justicia y Paz (la Pastoral Social del Vaticano), cardenal Renato Martino. La conducción del Episcopado guardó silencio y sólo lo rompió para difundir el miércoles una carta que le había mandado Baseotto, donde afirmaba que había sido malinterpretado y que, de ninguna manera, propugnaba la violencia contra el ministro de Salud." (Clarín, 26/02/05)
Y eso que Baseotto había dicho que el Ministro de Salud merecía ser "tirado al mar" con la terrible connotación que eso tiene en nuestro país por los vuelos de la muerte. ¿Qué es ser violento entonces?
"Baseotto recibió el apoyo de otra personalidad del Vaticano, el obispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia de la Pontificia Ciencias Sociales. 'Me uno en tu lucha contra el aborto', le dice Sánchez Sorondo" (Clarín 26/02/05)
Nosotros creemos que este tipo de pensamiento se parece ya mucho a la Inquisición.
Por otro lado, las declaraciones de Kirchner pidiendo su remoción pero a su vez haciendo salir rápidamente a Aníbal Fernández (Ministro del Interior) y al Canciller Rafael Bielsa a aclarar que el Gobierno de ninguna manera impulsa la despenalización del aborto, nos parecen de un cinismo que roza con la impunidad de las muertes, que su propio Ministro dice que se producen por año, por causa de abortos mal hechos, primera causa de muerte materna.
Muchas veces nos han preguntado: ¿pero no les parece que el hecho de que el Ministro de Salud dé estas cifras ("500.000 abortos por año", "verdadera epidemia entre las adolescentes", "primera causa de muerte materna") es muy bueno?
Sinceramente creemos que tiene un costado bueno, pero hay algo que roza con lo obsceno. Nosotros nos preguntamos: ¿qué se hace con lo que uno conoce y dice? ¿El decir y el actuar no deben ir juntos? ¿Ginés González García para qué tira estas cifras? ¿Busca sólo que se apruebe la ley de Educación Sexual -que no nos parece mal, creemos que es muy necesaria pero insuficiente-? ¿Busca posicionarse políticamente?
Porque, de verdad, Autodeterminación y Libertad cree que no son frías estadísticas, estamos hablando de miles de mujeres, estamos hablando de LA VIDA y del derecho humano más importante de cada ser humano, que es su propia VIDA.
Entonces, o por esto se pelea con pasión, o por esto uno queda embarrado en la complicidad. Cuando uno se juega, se juega a fondo. La política de lo posible y del conformismo no puede de acuerdo a nuestro entender ser usada con LA VIDA.

LUGAR DE MUJER
Sería interesante preguntarnos en qué lugar somos puestas las mujeres, y dónde nos ubicamos nosotras. ¿Dónde está nuestro deseo? ¿Tenemos derecho o no a decidir sobre nuestro cuerpo?
"La letra de las leyes prescribe sobre los cuerpos femeninos. En esas prescripciones encontramos un mismo tono que las atraviesa y está dado por el impedimento de que las mujeres decidan sobre sus propios cuerpos 'legítimamente'. Es decir, estas decisiones quedan relegadas a la clandestinidad, a la patología, a la criminalidad. Por eso, podemos afirmar, con Clara Kuschnir, que 'el cuerpo de la mujer es, todavía, un cuerpo expropiado'" .
En este punto podemos entender por qué la medicina antigua atribuía toda la fuerza generativa al esperma (espíritu), considerando al útero un contenedor inerte, la matriz como una tabla de cera sobre la cual el varón imprimía la forma. Borrando la conciencia de una actividad generativa propia, la mujer se rinde totalmente a una relación sexual disimétrica, en la que al hombre le espera el valor de "dar la vida" y a la mujer solamente el de contenerla como una materia pasiva.
Cuando el ambiente familiar o las imposiciones sociales condicionan a la mujer a aceptar la maternidad contra su propio deseo se prepara una predisposición al aborto como reacción al sometimiento. En efecto, hay en la economía psíquica una tendencia a revivir con un sadismo activo lo que ha sido experimentado en términos de masoquismo pasivo.
Si una mujer siente que sirve especialmente para satisfacer la sexualidad masculina, usada como un objeto, después es abandonada (siempre por la ley que gobierna la transformación de pasividad en actividad) a cumplir los mismos actos ante el ser que está en dependencia de ella, como ella lo está del hombre.
Por eso, cada crueldad, desafecto, instrumentación de la mujer, incrementa su agresividad y preconstituye la situación abortiva.
"El aborto es, con frecuencia, la salida de la soledad. Por lo tanto, hay que detenerse sobre la modalidad de las relaciones" .
No se nos escapa tampoco este fenómeno donde muchas niñas–madres eligen por la maternidad. En las charlas mantenidas con gran cantidad de adolescentes–madres, al preguntar: "¿Cómo es que decidieron tener el niño?", ellas responden:- "Y... antes cuidaba sólo a los de mi mamá que tiene que salir a trabajar, ahora por lo menos tengo algo mío".
Nuevamente aquí reafirmamos el derecho a autodeterminarse sobre los cuerpos. No nos sentimos con derecho a juzgar decisiones, sí con derecho a exigir que nos dejen elegir.
Y en este hacernos protagonistas de nuestra historia nos parece por demás exagerado el lugar del embrión en tanto que el lugar de la mujer está desvalorizado, inferiorizado. Es a nosotras a quienes nos ocurre algo, somos nosotras las que estamos en el centro de la escena, y las que tenemos derecho a decidir sobre nuestros deseos. No es un hijo un embrión ni un conjunto de células, un hijo es producto del deseo de la madre.
"Pero negar el aborto, criminalizar la interrupción de la maternidad, no identifica el nivel real de los problemas que serían así otra vez reprimidos más que resueltos."
"Las mujeres no tienen necesidad de ser puestas bajo tutela, como eternas menores, sino de comprenderse y autogobernarse" .
Así como la ecuación mujer-madre nos atrapa desde el imaginario social, la ecuación feto-persona, embrión-persona, intenta ocultar nuestro justo derecho a decidir.
“Nosotras/os defendemos y luchamos por el derecho a la vida de esas mujeres que mueren por no tener medios económicos para hacerlo en buenas condiciones sanitarias."
"Nosotras/os defendemos y luchamos por el derecho a la protección de la gestación contra toda violencia ejercida hacia la mujer."
"Nosotras/os defendemos y luchamos por el derecho a una niñez digna y armoniosa, como resultado del ejercicio de una decisión personal y de condiciones sociales objetivas favorables."
"Nosotras/os defendemos y luchamos por el derecho de toda mujer a una vida plena, liberada de una maternidad forzada, que hoy se pretende imponer invocando principios de un fundamentalismo religioso" .

CAMINO HACIA LA MUERTE
Lejos de ser homicidas, las mujeres que decidimos la interrupción de un embarazo tenemos grandes posibilidades de dirigirnos a un camino hacia la muerte.
En Argentina, hoy se habla de dos muertes por día y 500.000 abortos por año realizados en condiciones insuficientes y clandestinas.
Y más aún. Es la primera causa de muerte materna.
"Un alto porcentaje de los abortos tiene complicaciones (hemorragias o fiebre). Días después la mujer se presenta al hospital. No puede decir que le hicieron un aborto, porque va presa. Dice qué le pasa pero no por qué le pasa. Pero como el médico, la enfermera y la mucama sospechan la verdad, lo consideran un acto de insubordinación frente a la soberanía de la medicina. Se instala así un ambiente hostil que dificulta el diagnóstico, mientras se somete a la paciente a múltiples estudios complementarios. Esto sucede en el 25% de las camas ocupadas de las maternidades o los servicios de ginecología. Inútil es decir el enorme gasto que esto representa." .
Según la O.M.S., el 99% de las muertes maternas (por causas asociadas al aborto clandestino) ocurre en los países del Tercer Mundo donde la ruda, el perejil y la aguja de tejer continúan haciendo estragos .
Evidentemente son las mujeres más pobres que en condiciones socio-culturales más desventajosas pasan por todo tipo de atrocidades.
Pero no por eso vamos a desconocer a las otras mujeres que, aún pudiendo pagar, deben pasar por circuitos clandestinos soportando la culpabilización que esto conlleva.
Nos parece útil transcribir un relato de las entrevistas hechas por la licenciada Nora Aztarday, Dra. Alicia Cacopardo y Lic. Patricia González (pertenecientes a la Comisión por el derecho al Aborto), en un trabajo sobre aborto clandestino, en las mujeres pobres, realizado en la unidad Sanitaria Provincial de Villa Lanzone, del Partido de San Martín.

TESTIMONIO:
Nombre: Luisa
Edad: 33 años
Escolaridad: primaria completa
Ocupación: no trabaja fuera del hogar
Hijos 8 (14 años/5 años)
Aborto del tercer embarazo, con un tiempo de gestación de 2 meses a la edad de 17 años.
Método anticonceptivo utilizado en ese momento: coito interrumpido.
"Fui con la cuñada. a una señora del barrio que ponía la sonda, cuando me vio, no me la quiso poner porque era muy delgadita, le insistimos y me acostó en una cama dura , y me la puso, ahí no más me desmayé de la impresión y un poco de dolor.
Se quejaba la señora de porqué me la había puesto, me dejó unas horas y me mandó a mi casa, me dijo que cuando empezara con pérdidas me sacara la sonda.
A las horas empecé con mucha pérdida, manchaba toda la cama, pero tenía miedo de sacarme la sonda, y no me la saqué. Ya había pasado más de un día, decidimos ir de nuevo a la señora para que me la sacara. Mi marido me llevó en una camioneta, no estaba y volvimos para casa.
Entonces, chocó la camioneta y la policía para a mi marido. Yo me bajo y como pienso que no lo van a dejar seguir, me voy caminando a mi casa (unas 15 cuadras), no sé como llegué con la sonda puesta y chorreando sangre, y un dolor terrible, la gente me miraba, pero nadie me dijo nada.
Vuelve mi marido a mi casa, y vamos otra vez a buscar a la señora cuando ya decidimos ir así al hospital, llega y se enoja me saca la sonda y sale un olor horrible, echa desodorante, me pone penicilina inyectable. Después me metió unas agujas de tejer envueltas en gasas para limpiarme, yo gritaba y gritaba, mi marido estaba al lado, era como si me atravesaran toda.
Hasta ahora no me puedo olvidar, y nunca más deje que me pusieran otra sonda.
Estuve allí unas cuatro horas, y luego volví a casa. No tuve que ir al hospital".
Luisa tuvo siete embarazos más, seis hijos y un aborto espontáneo.
Método anticonceptivo actual: coito interrumpido.
Está de acuerdo con la legalización del aborto.



TESTIMONIOS RECIENTES
Antes de terminar este proyecto recibimos dos tristes noticias a través de los periódicos "La Nueva Provincia" de Bahía Blanca y "Página 12": una mujer muerta y otra denunciada.

HOSPITAL PENNA
OTRA MUERTE VUELVE A PONER AL ABORTO ILEGAL SOBRE EL TAPETE
El deceso de una joven de 23 años testimonia una dura realidad local que, pese a las políticas de control, está lejos de disminuir.
Cada año, entre una y dos mujeres jóvenes mueren en el Hospital Penna y otras sobreviven pero quedan con gravísimas lesiones, tras haber ingresado con un aborto incompleto realizado en la clandestinidad.
El grave problema social que esto significa volvió a colocarse sobre el tapete a raíz de la muerte de una joven de 23 años, proveniente de Coronel Dorrego, cuyo deceso se produjo, según todo parece indicar, por las complicaciones provocadas por un aborto realizado en forma ilegal.
El doctor Alberto Taranto, director general del Hospital Penna, contó que la paciente ingresó al nosocomio interzonal el sábado último cerca de las 20, desde Coronel Dorrego.
"Presentaba una infección generalizada y un muy mal estado general. Precisamente, tenía el síndrome de Mondor, que abarca insuficiencias renal y hepática, sumadas a otros síntomas, que llevan a la paciente a la muerte en un porcentaje muy alto", especificó.
Detalló que en el hospital fue evaluada, se le realizó un raspado uterino y fue internada en el área de Terapia Intensiva.
Prosiguió contando que, para recuperarla, se le realizó un tratamiento de diálisis y se le intentó hacer una extirpación del foco infeccioso que era el útero.
"En ese procedimiento quirúrgico, en la mañana del domingo, la paciente falleció", precisó.
Luego fue consultado sobre la presunción de que se trató de una práctica ilegal.
"Nosotros no podemos asegurar que se le efectuó un aborto clandestino. Sabemos que hubo un embarazo, un aborto cuyas características desconocemos, y que han quedado restos ovulares dentro de la cavidad uterina, los cuales fueron la causa de su infección", afirmó.
"Ahora, el motivo de todo ese cuadro será materia de investigación en el ámbito judicial. Nosotros podemos aportar datos desde el punto de vista médico, pero nada más", agregó.
No obstante, Taranto admitió que los abortos espontáneos, en general, no se dan con las características que aparecieron en este caso.
Prosiguió relatando que se radicó la correspondiente denuncia en la Comisaría Cuarta, tal como lo establece por ley para aquellos casos que pueden encerrar la comisión de un delito, como es el aborto ilegal.
Puntualizó que la presentación judicial fue realizada por el servicio de Tocoginecología y rubricada por la dirección, agregando que el médico de guardia que asistió a la fallecida debió concurrir a declarar el domingo pasado.
Consultado al respecto, el director del Hospital Eva Perón, de Coronel Dorrego, doctor Fabián Zorzano, corroboró que la paciente fue asistida en ese nosocomio, pero se excusó de brindar más detalles argumentando la existencia del secreto de sumario.
Según fuentes extraoficiales, la paciente habría ingresado a ese centro de salud en muy mal estado, acompañada por un familiar.
Tras intentar estabilizarla, se la derivó en ambulancia al Hospital Penna, en compañía de un médico y de un enfermero.
Aparentemente, la paciente había concurrido al nosocomio en noviembre pasado, a realizarse un test de embarazo que le habría dado positivo, pero no habría regresado más para someterse los controles de rigor.
Además, se supo que el aborto le habría sido realizado unos 10 días antes de su último ingreso a ese nosocomio de Coronel Dorrego.
De la paciente, sólo se supo que viviría en concubinato con un hombre de 50 años.
Un problema que no disminuye
El doctor Javier Rizzo, jefe de la sala de Obstetricia del Hospital Penna, precisó que los abortos clandestinos se cobran entre una y dos vidas por año, que llegan en estado insalvable al citado nosocomio.
Precisó que, en general, se trata de mujeres de entre 20 y 30 años y que, detrás de estos casos, suele esconderse un grave problema social.
No obstante, explicó que es difícil establecer estadísticas al respecto.
"Nosotros realizamos 600 raspados al año tendientes todos a quitar restos que quedaron en el útero tras un aborto. Pero esta cifra incluye a los casos en los que ha habido, previamente, un aborto espontáneo y también aquellos en los que hubo un aborto clandestino", señaló.
Indicó que un alto porcentaje corresponde a abortos provocados en forma clandestina.
"Los médicos del servicio llegan a diagnosticar con certeza algunos casos porque la mujer viene al hospital en malas condiciones, como la paciente fallecida el sábado. Hay fiebre porque el aborto está todavía en curso o la misma mujer declara la situación", dijo.
"No obstante, las estadísticas nos fallan, porque muchos de ellos van a engrosar las estadísticas del aborto espontáneo porque no llegamos a diagnosticarlo", agregó.
Rizzo aseguró que no existe año que no se produzcan, en el Hospital Penna, una o dos muertes a raíz de un aborto clandestino.
"Además, hay pacientes que, sin llegar a su fallecimiento, la han pasado muy mal y han sobrevivido pero con lesiones muy graves", enfatizó.
Asimismo, el médico consideró que la cantidad de abortos incompletos complicados que llegan al Penna ha disminuido con el correr de los años, pero estimó que no se debe a una baja en la cantidad de prácticas, sino a una mejora en las técnicas ilegales.
"Además, hay otro tipo de medicación que se usa para provocar abortos, lo que hace que no se llegue a estados tan catastróficos. Los que están en eso, sin ser médicos, saben qué usar", aseveró.
Dijo que, aunque el problema aqueja a mujeres de todas las edades dentro del lapso en que son fértiles, la inmensa mayoría afecta a mujeres de entre 20 y 30 años.
"Y detrás de eso hay un problema socioeconómico, de marginalidad, aunque también afecta a mujeres de clases sociales más elevadas", dijo.
Tras recalcar su sospecha de que estas prácticas movilizan un gran flujo de dinero, resumió que es un grave problema social que no disminuye, pese a las políticas del control de la reproducción que se imparten desde el Hospital Penna.
("La Nueva Provincia", 12/02/05)

VA AL HOSPITAL EN BUSCA DE AYUDA Y LA DENUNCIAN POR HACERSE UN ABORTO
El caso ocurrió en San Lorenzo, cerca de Rosario. Para un especialista, con esa actitud se victimiza doblemente a la mujer.
Lucrecia Aranda, diputada socialista, dio a conocer el caso.
Llegó al centro asistencial del barrio con una infección por un aborto incompleto. De allí la trasladaron a un hospital público, donde le realizaron un legrado. Hasta allí, la historia no era muy distinta de las de otras mujeres que se hacen un aborto clandestino y deben enfrentar las consecuencias desde el anonimato. Pero esta vez, además, la joven fue denunciada ante la Justicia por quienes la atendieron. El hecho ocurrió en la ciudad santafesina de San Lorenzo. Y hay un antecedente de peso: para la Suprema Corte de Justicia de esa provincia, los médicos deben denunciar a quienes llegan a los hospitales con un aborto incompleto. Ese supuesto deber se contrapone al secreto profesional, al que están obligados los médicos y, según un especialista consultado por Página/12, puede contribuir a que las mujeres con un cuadro similar hagan consultas tardías por temor a ser denunciadas.
De la mujer protagonista del caso se sabe que tiene 27 años, tres hijos, y vive con sus padres y un hermano. Ahora tiene abierta una causa penal en el juzgado a cargo de Eduardo Filocco, por la denuncia que se elevó el 11 de febrero, tras su internación en el hospital Granaderos a Caballo, de San Lorenzo. El caso se conoció por el movimiento de Mujeres Autoconvocadas de Rosario. Según contó a este diario Lucrecia Aranda, diputada socialista e integrante del movimiento, al escuchar la historia se quedaron “muy conmovidas, realmente nos sacudió”.
Esa sensación se vincula con un caso anterior: el de una mujer que llegó a un hospital de Rosario en las mismas condiciones, en 1994, y fue denunciada por la médica que la atendió. La Suprema Corte de Justicia provincial avaló la denuncia en 1998, lo que motivó una andanada de reacciones en contra: ante la decisión, el secreto profesional quedaba en una extraña nebulosa.
La mayor parte de los especialistas que se pronunciaron en ese momento no compartieron la idea. Uno de ellos fue Walter Barbato, ex profesor de Obstetricia en la Facultad de Medicina de Rosario. Ayer recordó ante este diario su postura de entonces: “Por más que lo diga la Corte, no voy a hacer ninguna denuncia de este tipo”. El especialista sostiene que “en la práctica, en ningún hospital se hacen denuncias porque hay consenso en que no es pertinente y no aporta a la solución del problema. Se victimiza doblemente a la mujer que pasó por el proceso doloroso del aborto y además se la expone a penalizarla”, explicó.
Al principio, la mujer denunciada en el hospital de San Lorenzo aceptó la asistencia que le ofrecieron en Mujeres Autoconvocadas. Pero cuando algunas integrantes de ese grupo la visitaron, se encontraron con que había optado por “no hacer nada –contó Aranda–. Dijo que vive de un Plan Jefas y Jefes y tiene miedo de perderlo, por eso decidió no aceptar la ayuda legal y optó por el silencio. Estaba muy deprimida”. El estado emocional se comprende no sólo por la experiencia vivida. Sucede que el infierno chico del pueblo se le hizo carne: “Está muy desprotegida en una localidad donde el dedo acusador se hace sentir muy rápido, y nos da la sensación de que la familia está muy avergonzada. Por eso su reacción ha sido desampararla aún más”.
Según la legisladora, el director del hospital Granaderos a Caballo, Eduardo Rigó, “les dijo a los medios locales que elevó la denuncia como una medida de protección a los profesionales que atendieron a la mujer, porque tenían miedo de que el útero estuviera perforado”. Pero Barbato relativizó el argumento, “porque en la historia clínica de cada paciente se deja asentado que llega con determinada situación, se firma y eso es un documento público. Nadie puede decir que el aborto lo hizo el especialista”, cuestionó. El caso se conoce luego de que el ministro de Salud santafesino, Juan Héctor Sylvestre Begnis, apoyara la postura de Ginés González García a favor de la despenalización del aborto.
("Página 12", 02/03/05)

PASTILLAS ABORTIVAS
Ahora ya se conocen nuevos métodos anticonceptivos y abortivos, pero a los cuales aún muchas mujeres no llegan. Uno de ellos es el que ha salido publicado en muchos diarios, entre ellos "Página 12", como el Misoprostol, que está registrado en más de 80 países para el tratamiento y la prevención de úlceras gástricas. Se utiliza con otro remedio llamado Mifepristone, Pero es necesario concurrir luego al médico. Quiero contar un ejemplo que muestra a mi entender bien claro cómo la población ya utiliza estos métodos, los realiza, los difunde y la dirigencia política va por otro carril donde siempre está alejada de los verdaderos problemas de la gente.
Aquí va el relato de una médica:
"Trabajé como médica ginecóloga, durante muchos años hasta mi reciente jubilación. Personalmente sentí que, a partir de la utilización por las propias mujeres del Misoprostol, mi abandono de paciente -es decir, no poder realizar la interrupción del embarazo solicitada a quienes debemos cuidar la salud de nuestros pacientes, conociendo los riesgos a que se exponen en la clandestinidad- era un poco menor. Les informaba de la dosis correcta, de las posibles evoluciones y en qué casos debían concurrir al hospital."
"También los médicos de guardia hospitalaria, que nunca se plantearon el abandono de paciente ni la clandestinidad y que no cuestionan la penalización del aborto (tal es nuestra enseñanza universitaria), respiran aliviados porque ya casi no reciben mujeres con septicemia y perforación uterina, ahora son cuadros de retención de restos fetales con hemorragias, cuadros no graves como los anteriores."
"Hace ya 4 años publicamos en una revista un artículo sobre el procedimiento para abortar con Misoprostol (aborto con pastillas), luego en el 2003 se repartió un volante al respecto (una gran cantidad en el Encuentro de Mujeres en Rosario), y nuevamente aparece en el último número de la revista, (octubre, 2004). O sea, lo publicado en internet sobre el Misoprostol por el grupo Women on Waves (Mujeres sobre olas) hace tiempo que está divulgado aquí."
"Aclaremos ahora los datos científicos. El Mifepristone o RU486 (llamada la píldora abortiva) sólo se distribuye en países donde el aborto es legal. No se vende en farmacias, se entrega en los centros de interrupción voluntaria del embarazo. Es un inhibidor de la progesterona que produce la muerte del embrión. Es efectivo hasta 7 semanas después de la fecha de la última menstruación. Se combina con la toma 2 días después de Misoprostol (prostaglandina) que produce contracciones uterinas para eliminar los restos embrionarios. Este método combinado tiene una efectividad del 95%, y complicaciones en menos del 1% de los casos, como hemorragias o evacuación incompleta del útero (datos consignados en la edición de "Le Monde" del 24 de julio de 2004). Tanto es así que desde julio de 2004 en Francia se practica la interrupción voluntaria del embarazo, por este método, en el domicilio de la mujer (ella decide si quedarse en su casa o ir al hospital). Después de 15 años de uso del aborto medicamentoso, durante los cuales se internaba a las mujeres varias horas para controlar la evacuación uterina, consideran a la luz de las escasas complicaciones que ésta ya no es necesaria."
"Hasta aquí el procedimiento correcto y eficaz. Pero en nuestros atrasados países sólo se consigue el Misoprostol, entonces -acá con un circuito clandestino inalcanzable monetariamente para la mayoría, que llena los bolsillos de médicos, jueces y policías- se utiliza el oxaprost, en dosis más altas, provocando fuertes contracciones uterinas que pueden ocasionar el aborto. Su efectividad es mucho menor. A veces se produce una evacuación parcial del útero con hemorragia. Son los casos que llegan al hospital con un aborto en curso, y allí deben finalizarlo."
Nosotras queremos que el aborto se legalice.
Despenalizar es eliminar el delito en el Código Penal.
Legalización significa que toda mujer puede hacerse un aborto en un hospital público con toda la asepsia correspondiente.
Si bien es un progreso, la despenalización no garantiza el derecho de la mujer. Eliminaría evidentemente parte de la corruptela. Muchos médicos que hoy no se atreven a practicar los abortos, lo harían. Podría tener como efecto la reducción del costo, podría exigirse a los hospitales que lo realizaran. Pero esto implica una lucha para lograrlo.
En cambio si existe una ley que faculte el derecho de hacerlo en los hospitales, todo el mundo estaría obligado, salvo los objetores de conciencia.
En Francia, cuando se dictó la ley Veil en 1974, no se suprimió el delito, muchos años después se hizo.
Pero existía una gran presión del movimiento de mujeres.
Para ambos casos, despenalización o legalización, se requiere una ley. Para la primera, una ley que elimine el delito, o sea una reforma del Código Penal. Para la segunda, una ley aprobada por el Parlamento.
También conocemos cómo el conjunto de las mujeres siente una culpa espantosa, tanto como espantoso es el maltrato recibido a lo único que poseemos, que es nuestro propio cuerpo.
Y acá vuelve irrumpir en escena la presión de los mitos que forman el imaginario social: Mujer = Madre. Qué difícil nos es corrernos de este destino, como si fuera nuestro único destino posible. Y también de los aforismos de la Iglesia feto=persona, embrión=persona.
¿No es acaso el derecho a decidir una defensa de nuestra propia vida y de nuestra salud mental?
Recuerdo en estos momentos, de las feministas de EE.UU., que desde su conciencia de género gritaban en una marcha realizada en el año 92: "EE.UU. fuera de mi útero".

LA SITUACIÓN MUNDIAL DEL ABORTO
Aproximadamente el 25% de la población mundial vive en países con leyes abortivas sumamente restrictivas, sobre todo en América Latina, África y Asia. Estos son los países donde el aborto se encuentra más restringido de acuerdo a la ley. En muchos de estos países, las mujeres todavía son mandadas a la cárcel si se realizan un aborto ilegal.
(VER ANEXO Nº 1)

Uso mundial de píldoras abortivas
En la publicación del 2003 de la Organización Mundial de la Salud "Aborto seguro: Guía técnica y política para los sistemas de salud", Mifepristone combinado con Misoprostol es descrito como un método seguro y efectivo para inducir abortos hasta las 9 semanas de gestación.
En 1988 Francia fue el primer país en otorgar licencia para la combinación de Mifepristone y una prostaglandina análoga (como Misoprostol) para abortos en embarazos tempranos. Desde ese momento, esta forma de aborto médico ha sido aprobada en alrededor de treinta países incluyendo Austria, Bélgica, China, Dinamarca, Gran Bretaña, Israel, Noruega, Rusia, Sudáfrica, Suiza y Taiwán. Millones de mujeres alrededor del mundo han usado Mifepristone y Misoprostol para interrumpir sus embarazos con impresionante seguridad y eficacia.

LA INVITACIÓN A REBECCA GOMPERTS A LA ARGENTINA
Tanto silencio de toda la dirigencia política. Tanto diagnóstico de un ministro que sólo se queda en diagnósticos. Tanta subordinación de un Estado para con instituciones cuyas jerarquías imponen sus posturas más fundamentalistas. En suma, tanta hipocresía. Porque de esta manera, en realidad, lo que efectivamente consiguen no es que no se practiquen abortos, sino que se realicen en forma clandestina y en condiciones de tanta peligrosidad que las víctimas ya no pueden ser ocultadas.
Invitar a Rebecca Gomperts y a su organización "Mujeres sobre las olas" fue asumir una iniciativa fuerte, potente, para romper ese muro de silencio, hipocresía y totalitarismo.

La reacción de la derecha
Antes de llegar a la Argentina, tanto a Rebecca como a nosotr@s nos llegaban e-mails de distintos grupos antiabortistas (o pro aborto clandestino) acusándonos de asesinos. Algunos medios hablaban de la llegada de "El barco de la muerte". Unos días antes, en la Legislatura porteña –aún habiendo pedido una tabla- no nos dieron lugar a que se debatiera. Rebecca Gomperts sostenía que en ningún país sufría agresiones si no iba el barco, ella no lo esperaba. Sí estaba muy informada de grupos que, organizados desde los Estados Unidos, se articulan en campañas con los mismos métodos: e-mails amenazantes, convocatorias a rezar el rosario, declaraciones públicas. Pero no le había ocurrido que pretendieran ingresar a una conferencia para boicotearla e impedir –en la forma en que lo hicieron- que el público entrara.

DATOS DEL DÍA 8 DE MARZO DE 2004
Como vemos esta situación es cada vez más alarmante.
VER ANEXO Nº 2
En el mundo:
El 3 de febrero el Fondo para la Población de las Naciones Unidas (ONU) reveló que "la extensión de métodos anticonceptivos en los países en desarrollo salvarían la vida de un millón y medio de mujeres cada año".
Bajo el título "Sumando: los beneficios de invertir en la salud sexual y reproductiva", el documento destaca que "si los métodos anticonceptivos modernos estuviesen a disposición de las 201 millones de mujeres del mundo en desarrollo que aún los necesitan, se salvarían un millón y medio de vidas cada año".
Según la ONU, si realmente ese hecho se produjese, se evitarían 52 millones de embarazos no deseados.
Esto, a su vez, impediría unos 23 millones de abortos provocados, 23 millones de nacimientos no deseados, 1,4 millón de muertes de niños, 142.000 muertes relacionadas con embarazos, y que medio millón de menores pierdan a sus madres.
El informe dice que en América latina y el Caribe, un 29 por ciento (casi un tercio) de las mujeres corre el riesgo de embarazarse sin desearlo y muchas sufren los problemas derivados de los abortos clandestinos.

INCIDENCIA DEL ABORTO INDUCIDO A NIVEL MUNDIAL. IMPACTO SOBRE LA SALUD PÚBLICA
A continuación, presentamos los resultados de una investigación. FUENTE CONSULTADA Perspectivas Internacionales en Planificación Familiar, número especial de 1999, págs.16-24.
Métodos: Se estimaron los números y tasas de abortos inducidos en base a cuatro fuentes: estadísticas oficiales o datos nacionales sobre abortos legales en 57 países; estimaciones basadas en encuestas demográficas de dos países que no cuentan con estadísticas oficiales; estudios especiales conducidos en 10 países donde se prohíbe estrictamente el aborto; y estimaciones mundiales y regionales de abortos no seguros obtenidos de la Organización Mundial de la Salud.
Resultados: En 1995, se realizaron aproximadamente 26 millones de abortos legales y 20 millones de abortos ilegales en todo el mundo, lo cual resulta en una tasa mundial de 35 abortos por cada 1.000 mujeres de 15-44 años. De todos los embarazos (excluidos las pérdidas del feto y mortinatos), el 26% fueron terminados mediante un aborto.
Entre las subregiones del mundo, Europa Oriental presentó la tasa más elevada (90 por 1.000) y Europa Occidental la más baja (11 por 1.000). Entre los países donde el aborto es legal y no restringido, la tasa más elevada, 83 por 1.000, se registró en Viet Nam, y la más baja, siete por 1.000, en Bélgica y los Países Bajos. En general, las tasas de aborto en los países que restringen el procedimiento por ley (y donde muchos abortos se realizan en condiciones inseguras) no son más bajas que las tasas que predominan en los países que permiten el aborto.
Conclusiones: Tanto los países desarrollados como los en vías de desarrollo pueden tener bajas tasas de aborto. Sin embargo, la mayoría de los países registran tasas de aborto entre moderadas y elevadas, lo cual refleja una baja prevalencia de uso anticonceptivo y una eficacia de uso inadecuada. Las restricciones legales severas no garantizan una baja tasa de aborto.



ACCESIBILIDAD AL ABORTO INDUCIDO SEGURO:
La despenalización del aborto es una condición necesaria pero no suficiente para garantizar prácticas seguras. Es fundamental también generar condiciones sanitarias, económicas y sociales que favorezcan la accesibilidad de todas las mujeres al sistema de salud. "La legalización del aborto no basta para proteger la salud de la mujer si continúan existiendo problemas de acceso. En la India por ejemplo el aborto es legal pero no es de fácil acceso, por lo que muchas mujeres continúan recurriendo a ello en condiciones de riesgo, con efectos negativos para su salud" .
"La experiencia de Rumania es el ejemplo más destacado de repercusión de las leyes sobre el aborto provocado en la salud materna. En 1966 el Gobierno prohibió el aborto y los métodos anticonceptivos y adoptó medidas para asegurar el cumplimiento de la ley. Las consecuencias fueron dramáticas: En 1970, la mortalidad materna había subido casi un 40% por encima del nivel de 1965. Antes de 1966, la tasa de mortalidad materna en Rumania era similar a la de otros países de Europa Oriental; en 1989 era por lo menos diez veces superior a la de cualquier otro país europeo. En 1990, el nuevo Gobierno de Rumania legalizó el aborto provocado y el descenso de la mortalidad materna fue inmediato. Tan solo un año después de la legalización, la mortalidad materna había bajado un 40 % del nivel de 1989."

LA LUCHA POR EL DERECHO A DECIDIR
Queremos mencionar muy especialmente que lo conseguido hasta ahora se debe a la lucha del movimiento de mujeres y, aunque aún nos falta muchísimo en nuestro país, confiamos plenamente que desde la perspectiva de género / sexual podamos tener un lugar de mujer donde nuestros más elementales derechos humanos, como es el derecho a decidir, nos sean respetados.
De estos movimientos participaron y participan miles de mujeres en el mundo. Algunas de ellas nos han dejado grandes legados intelectuales, como es el caso que deseamos mencionar muy especialmente de Mimi Langer.
"Dedicaré unas pocas líneas al tema de la sexualidad femenina, para comentar después unos aportes a la discusión sobre 'el deseo natural de procrear' y sobre 'el instinto materno'. Esta discusión hubiera sido, unas décadas atrás, inimaginable. La propongo debido a la presencia de Gisele Halimi, luchadora exitosa en Francia por el derecho de la mujer de disponer de su propio cuerpo. A ella la acusaron, como a todos los que luchan por este derecho, de atentar contra el 'instinto materno' y, por ende, contra la moral y la naturaleza. De ahí mi planteo de discutir si existe realmente tal instinto y aún suponiendo que fuera así, si el ser humano en su larga evolución y lucha por el dominio de la naturaleza no demostró su capacidad de moldear las exigencias instintivas, según las necesidades e imposibilidades socio-económicas y culturales."
"Antes quisiera ejemplificar, al hablar de la sexualidad femenina, cuán socialmente determinadas que somos."
"Hasta hace relativamente poco fueron los hombres quienes, escribiendo sobre nuestra sexualidad, dictaminaban qué y cómo debiéramos sentir, nosotras las mujeres. Sus investigaciones demostraban, junto con nuestra inferioridad intelectual y nuestro infantilismo afectivo, nuestra predisposición magnífica para la maternidad. La descripción de nuestra sexualidad resultaba más bien pobre. Solían, además, generalizar, sin tomar en cuenta la pertenencia a la historia, clase y sociedad de las diferentes mujeres. Recién en las últimas décadas son mujeres las que lograron dedicarse al tema. Debemos a la antropóloga Margaret Mead, por ejemplo, el conocimiento de la existencia de 'sociedades frígidas' y otras donde se supone que la gran mayoría de las mujeres gozan violentamente. Debemos a la escritora Doris Lessing el conocimiento de la precariedad y de la dependencia emocional de la capacidad orgásmica de ciertas 'mujeres liberadas' de clase media y país desarrollado".
"Mencionaré ahora nuevamente 'el amor en más' (L’amour en plus) de Elizabeth Badinter, que demuestra que no siempre bastaba tener hijos para despertar al instinto y amor maternal. Ella describe, como, desde el siglo XVII en delante, hasta bien entrado el siglo pasado, la población urbana francesa solía desembarazarse de sus recién nacidos mandándolos al campo, al cuidado de amas de leche campesinas. El resultado fue una mortalidad infantil enorme y una baja preocupante a la larga, para los gobernantes, del índice de aumento de la población. Demuestra la autora, a través de su libro, cómo las madres de entonces carecían totalmente de 'instinto maternal', pero también, cómo éste fue creado, 'el amor forzado' lo llama Badinter, con el tiempo, por el desarrollo de una filosofía y moral impuesta. Fue Rousseau, quien inventó a través de la pareja ideal, Emile y Sofie, a la mujer suave, indefensa, de inteligencia práctica y dedicada totalmente a la atención del esposo y a la crianza de sus hijos" .

LA NECESIDAD DE REFORMAS LEGALES
Como se ha señalado la legislación vigente configura como delito al aborto.
El Código Penal sólo autoriza el aborto, en su artículo 86, cuando se trata de salvar la vida de la madre o proteger su salud y éste peligro no pueda ser evitado por otros medios o en caso de violación. Y ambos supuestos, además han quedado, en la práctica, librados a la interpretación arbitraria de médicos y jueces. En las demás situaciones el aborto es punible. Es necesario despenalizarlo y legalizarlo.
Estas disposiciones datan de 1921.
Desde entonces esa disposición contraviene numerosas convenciones y conferencias internacionales que normaron o se han referido al derecho al aborto.
Algunas de ellas son vinculantes y obligatorias para el Estado Argentino. Otras constituyen una suerte de compromiso para el país de llevar adelante acciones prácticas y medidas jurídicas para efectivizar el ejercicio del derecho a que se refieren.
Así la Convención sobre eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, ratificada mediante ley 23.179, adoptada como resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1979, establece en su art. 16, inc. e), "Los mismos derechos de decidir libre y responsablemente el número de hijos y el intervalo entre los nacimientos y a tener acceso a la información, la educación y los medios que le permitan ejercer estos derechos".
Con anterioridad, en 1975, la Conferencia Mundial sobre el Año Internacional de la Mujer ya había reconocido "el derecho de la mujer a la integridad física y a decidir sobre el propio cuerpo".
Luego la aprobación de la Estrategia de Nairobi para el Avance de la Mujer, por parte de la Asamblea de las Naciones Unidas, en 1985, y suscripta por la Argentina, reconoce "el derecho humano básico de las parejas y personas a decidir el número y espaciamiento de sus hijos, así como el de la Mujer a controlar su fertilidad como base para el goce de los demás derechos".
En 1992 se aprobó el Programa XXI de la Cumbre para la Tierra, de Río de Janeiro, y que establece la necesidad de adoptar medidas que permitan decidir en forma libre y responsable el número de hijos y su espaciamiento.
En 1994, en El Cairo, se aprobó el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y el Desarrollo que reitera los derechos aludidos y el deber estatal de garantizar el acceso universal a los servicios de Salud Reproductiva. Agrega específicamente, entre otros objetivos, que para "reducir la mortalidad materna" se debe, a su vez, "reducir considerablemente el número de muertes y la morbilidad causados por abortos realizados en malas condiciones".
Por su parte, también en 1994 y en Beijing, la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer señala que "el escaso control que muchas mujeres ejercen sobre su vida sexual y reproductiva restringe el derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud durante todo su ciclo vital en pie de igualdad con el hombre". Y se incluye el derecho de la mujer a adoptar decisiones "en lo que se refiere a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia de conformidad con lo establecido en los documentos de derechos humanos". Asimismo se recomendó a todos los Estados "considerar la posibilidad de revisar las leyes que prevén medidas punitivas contra las mujeres que han tenido abortos ilegales".
El Parlamento Europeo, por su parte, en una propuesta de Resolución para sus Estados Miembros –muchos de los cuales, además, han legalizado el Aborto- recomendó "legalizar el Aborto para hacerlo más accesible a todas las mujeres y eliminar así los riesgos de las prácticas ilegales y proteger la salud de las mujeres". Exhorta, mientras tanto, a los Estados miembros "a abstenerse de procesar a quienes hayan practicado abortos ilegales".
Entre varias resoluciones del Comité de Derechos Humanos de la ONU sobre el tema, en el caso referido a Perú, por ej., se ha dicho que "restringir el derecho al aborto violenta el art. 7º del Pacto de Derechos Civiles y Políticos que establece que 'nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o infamantes'".
Como vemos están en juego los derechos a la vida, a la integridad personal, a la igualdad, a la libertad personal, a vivir una vida sin violencia, a la salud y a no sufrir discriminación.
Los mismos están reconocidos y amparados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (arts. 1º, 3º,5º,7º,16,25,27 y 28); el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (arts. 6º, incisos1ro.,7º y 9º incisos 1), 17),23) y 26), Convención Americana de Derechos Humanos(artículos 4º,incisos 1),2) y 12), Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer(artículos 2º,3º,12º y 16º, inciso e), Declaración Americana de los derechos y Deberes del Hombre (arts. I,II,V,VII,y XI);, Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes (art.2º,inc.1)) y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (arts.10º, incisos 1) y 2) y 12º).
Todas estas normas gozan de jerarquía constitucional a partir de su incorporación en su artículo 75, inciso 22 luego de la reforma constitucional de 1994.
Asimismo hemos señalado que el aborto está permitido en excepcionalísimas situaciones en la legislación vigente. Y, que aun así, en la práctica la mujer se encuentra con obstáculos insalvables. Al respecto tuvo mucha repercusión el caso de una mujer violada que solicitó al Juez la autorización para interrumpir el embarazo resultado de esa violación, lo cual fue denegado en junio de 1989 por el ex – Juez Remigio González Moreno. Como lo señaló la Comisión por el Derecho al Aborto este ejemplo "ha servido para mostrarnos todo el menosprecio que algunos sectores de la sociedad tiene por nosotras, quedando en evidencia que se valora más el embrión que la vida de las mujeres y cuando decimos vida, decimos vida plena, no solamente física".
"Pero incluso respecto a la legislación vigente se ha retrocedido en la práctica: asistimos a la eliminación de hecho del aborto terapéutico. 'Traiga la orden del juez y se lo hacemos', es la respuesta médica ante pedidos de aborto terapéutico por parte de chicas y mujeres en condiciones gravísimas. Pero ese Juez resulta muy difícil de encontrar. O a la inversa, el juez ha dado la orden y los médicos desobedecen. Fue el caso, hace un año, de la señora María Ester Aveiro, de la provincia de Misiones, que debía optar entre continuar con su quinto embarazo o con su medicación para la epilepsia. En la misma época se conoció el caso de una niña de trece años, alumna de una escuela diferencial, desnutrida, violada en Trelew, que no quería seguir con su embarazo: los médicos se negaron a seguir la indicación del Juez y las autoridades eclesiásticas prometieron dinero a los padres para impedir que abortara. Además, las mujeres que acuden a los hospitales públicos para atenderse de las consecuencias de un aborto clandestino se exponen a ser denunciadas, según el riesgoso precedente que sentó la Corte Suprema de Santa Fe, en agosto de 1998, al fallar contra Mirta Insaurralde, habitante de una villa miseria de Rosario, denunciada por la médica Silvia Cortés, del Hospital provincial del Centenario, que la atendió de las consecuencias de un aborto séptico".
Por otra parte como lo ha señalado la, propia Organización Mundial de la Salud (OMS) "la mortalidad y la morbil

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eMBARAZO DETENIDO/RETENIDO
Por Vasalisa - Thursday, Dec. 18, 2014 at 4:15 PM

Buscamos con mi pareja un bebé, y tengo un niño en edad escolar, dentro de las posibilidades existentes, sin patología previa, mi embarazo se detuvo a la semana 9, enterándonos pasada la semana 11. Luego de ver a 4 obstetras (el 1º con quien atendi mi embarazo, no hacía legrado ni medicaba, el 2º no quiso atenderme, el 3º me derivó, el 4º me atendio), uno, a la semana 13 me atendio, y explico que como no tenía pérdidas, ni contracciones, y como poseo un pólipo en el inicio del cuello del útero, debía evitar ir a legrado, ya que debían forzarme el útero para abrirlo y realizar el raspaje (ésto podría dejarme estéril, dejarme cicatrices en el útero, podría tener una hemorragia muy grande y encima debía darme anestesia general y ésto dificultaría sobremanera, mis ganas de volver a intentar quedarme embarazada, además de poner en riesgo mi vida), y me realizó un tratamiento con OXAPROST 75 (misoprostol y diclofenac 20 comprimidos $ 1200 argentinos), dos pastillas sublingüales y una dentro de la vagina, lo mas cercana al cuello úterino posible, aproximadamente a las dos horas, comenze con mucho dolor, muy intenso, expulse el saco con el embrión dentro y muchos coagulos con una abundante hemorragia, asisti a la guardia medica, me realizaron una ecografia obstetrica, y aún tenia 20 mm que debía expulsar para no ir a un legrado, el obstetra me indico oxitocina, para seguir expulsando membrana, al día de hoy, luego de haberme hecho otra ecografia transvaginal, son uy pequeños los coágulos que quedan por expulsar.
Con todo esto, he comprobado, la difícil tarea de elegir sobre mi cuerpo, hice todo legal, y cada vez que llame o concurri a una farmacia a buscar la medicación oxaprost, a mi pareja y a mi, nos maltrataron, nos han cortado, no han querido vendermela (aún teniendo las recetas correspondientes),al conseguirla, la obra social, no me la cubre, porque no se encuentra nomenclada la droga misoprostol...Uno se siente destruido emocionalmente, en mi caso por haberlo perdido, en otro caso puede ser por elegir abortarlo, y la sociedad en general (medicos, farmacias, legisladores, aurtoridades, etc.), hacen mucho mas dificil la tarea de cuidar nuestra salud.
Con mi pareja, estamos a favor del aborto, del aborto cuidando a la mujer, del aborto seguro.
Vivimos en un país en Democracia..., pero, ¿cuál es la democracia, si ni siquiera podemos elegir sobre nosotros mismos?
Repito la forma de realizar la toma:
OXAPROST 75 (misoprostol y diclofenac 20 comprimidos $ 1200 argentinos), dos pastillas sublingüales y una dentro de la vagina, lo mas profundo posible (tratar de quedarse en reposo, para que esta no se baje antes de desintegrarse, si no se expulsa, colocar cada 8 horas, una por vagina, andar con paños por si se sucede la hemorragia, y no tomar ningun medicamento para el dolor, ni para espasmos, ya que de lo contrario cortaran las contracciones uterinas, y no se procederá a evacuar.

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