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LLAMAMIENTO DESDE CUBA A LA UNIDAD DE LOS REVOLUCIONARIOS
Por EL MILITANTE - Thursday, May. 12, 2005 at 9:16 PM

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UN FANTASMA RECORRE AMÉRICA
Llamado desde Cuba a la unidad de los socialistas revolucionarios
Autor : Celia Hart
Fecha : ( 12-Mayo-2005 )
Categoria : Cuba

L

os fantasmas nunca mueren y el del comunismo muchísimo menos. Desde que fuera evocado por Marx y Engels hace siglo y medio, este fantasma revoltoso reaparece al olfatear augurios de revolución. Todos lo creíamos desaparecido, pero está de vuelta con nuevos bríos, un gran sombrero y sobre todo con muy buenas intenciones.

Dijo Carlos Marx en el Manifiesto: “Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en Santa Cruzada para acosar a ese fantasma.” Pero que no se preocupe la vieja Europa...por el momento Este fantasma está de regreso en la jovencita América. Y es él el que acosa a todas las instituciones, a los sistemas y a los hombres inservibles del mundo. Para nada se siente acosado. Nunca fue más libre, ni más voluntarioso, ni más oportuno.

Una buena pista de su llegada fue el Primero de Mayo en La Habana: Mi hijo pequeño me preguntó en medio de la madrugada: “¿Y esa bandera roja mamá, de que país es?”. El Sol no se levantaba todavía, a no ser por el brillo inconfundible de sus ojos negros. Miré entonces la bandera que escoltaba mi privado primero de mayo: el radiante rojo y la Hoz y el Martillo del proletariado mundial que se extendían en el lienzo, hablaron por sí mismos: “A ningún país hijo mío. Precisamente al país donde no existirán los países, donde tan sólo existiremos seres humanos” respondí con orgullo, al constatar que en Cuba los niños de ocho años encuentran pertinente desfilar en las mañanas del Día Internacional de los Trabajadores...Y que después de muchos años lo hacíamos con la bandera bolchevique

Y es así: La consigna última de los Primeros de Mayos, cuando la clase trabajadora se acuerda un poco más de sí misma, es el llamado a la unidad proletaria. La muerte de la URSS ha salvado de una buena vez a esa bandera, la que parece estar acabadita de pintar, convocando a los revolucionarios una vez más.

Un millón trescientos mil cubanos desfilamos en La Habana, mas esta no es para nada una noticia. Estas calles se llenan de pueblo a la menor señal de combate ¿Qué hizo diferente esta convocatoria a las marchas anteriores?, ¿qué la diferenció sustancialmente de otras? Sin dudas fue su intenso contenido internacional.

Esta marcha cargada de color, sobre todo del color rojo, fue un buen colofón a varias de las intervenciones de Fidel hablando de los conflictos internacionales y sobre todo de la maravillosa visita de Hugo Chávez a nuestra isla. Y por encima de cualquier otra razón, por este movimiento rítmico de nuestras tierras. Sí, ahora sí... Es el pujo del parto que esperábamos, en la panza que se extiende desde el bendito Río Grande hasta mi amada Patagonia. Tan sólo tendríamos que ver si nos asisten buenos parteros.

De los discursos en La Habana el primero de Mayo, hubo sin dudas uno que llamó poderosamente mi atención. Fue el del padre del joven italiano asesinado en un hotel habanero por órdenes expresas de Posada Carriles. Giustino de Selmo, ese padre es ya un buen militante. Sin previa formación política, a no ser la intensa formación a la que obliga el dolor, reconoce ver a su hijo en nuestra patria y es por eso que dice: “Yo me quedo aquí, haciendo entender siempre, por todos los medios que la única alternativa de la humanidad es cambiar el sistema capitalista”. Este compañero, que ya no es señor, sino compañero, tuvo que ver morir a su hijo por causa de los que quieren hacer a un país volver atrás, para entender que no es posible otro camino que el socialismo. Al compañero de Selmo se le apareció fantasma del comunismo. Ya está en nuestro equipo.

Tendríamos que ver si al asesino en serie Posada Carriles lo encuentran en Estados Unidos. Mas no lo creo, a no ser para desaparecerlo o enviarlo a Marte o a Saturno. La desfachatez con que actuó la ex presidenta Moscoso y todos los cómplices del imperialismo me da por pensar que la vergüenza y el sentido común vamos tener que importarlo del Casiopea o tal vez clonarlos a partir de nuestros buenos muertos. Eso sí siempre y cuando las guerras del Imperio nos dejen algún dinero sobrante y que el flamante y reaccionario Papa recién electo nos autorice (en nombre de Dios) usar la ciencia en virtud del progreso y no tan sólo en el de la destrucción.

Los reclamos de La Habana son reclamos mundiales Mi patria nació internacionalista, y es por eso que las notas de la Internacional que se escuchan en Cuba y mi bandera roja que nos sienta tan bien, son verdaderos atuendos en estos días. La Plaza de la Revolución es recinto mundial.

Me parecería justo que allá, cuando logremos estar juntos todos los comunistas, le otorguemos a la Plaza de la Revolución el título de “Patrimonio Revolucionario de la Humanidad”, deberíamos, además rescatar muchos sitios y convertirlos en patrimonio revolucionario de la humanidad, y volverlos a situar en el sitio de honor que les corresponde.

Fidel lanzó el reto: “Esta humanidad tiene ansias de Justicia”. Él no ha cambiado su discurso en lo esencial. El compromiso internacionalista de mi país desde aquel principio, desde que José Martí anunció que la independencia de la Isla de Cuba era apenas un trámite para lograr la libertad de nuestras tierras americanas, desde que un médico argentino asumió nuestra lucha y la construcción del socialismo en Cuba, con el solo pretexto para seguir luchando, Cuba es la llave (o una de ellas) de la revolución mundial. Los cubanos ayudamos a que el oprobioso Aparheit no se eternizara en el Madre África. Casi nadie se acuerda de eso. El fantasma comunista de 1848..., sí.

Las estrechas fronteras territoriales sólo serán importantes para los gobiernos, nunca para la revolución, que es a la larga la verdadera Constituyente. La Primera Declaración de la Habana en su octavo punto señala: “La Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba reafirma su fe en que América Latina marchará pronto unida y vencedora, libre de las ataduras que convierten sus economías en riqueza enajenada al imperialismo norteamericano, y que se reimpide hacer oír su verdadera voz en las reuniones donde cancilleres domesticados hacen de coro infamante al amo despótico”. Esto se dijo en 1960. Lo dijo Fidel en esta misma Habana que retumbó en las calles vestida de rojo, y que sigue reclamando exactamente lo mismo y siempre con el mismo color.

Otra pista del fantasma está en la Venezuela bolivariana, donde es evidente que ha hecho tienda. No me quiero referir a los discursos sugestivos de su hermoso presidente, sino a lo que se respira en las organizaciones básicas de ese país, que deja sin aliento al más exigente de los académicos marxistas. El pueblo bolivariano, que no venezolano, no ha tenido que leerse las Tesis de Abril, para entablar en las calles de Venezuela una polémica sobre el socialismo y los enemigos de clase. La palabra socialismo entra por las mismas vías que Simón Bolívar. Hugo Chávez es tan sólo un portavoz de esa maravilla. Nunca se defendió con más pertinencia la idea de la revolución que en los barrios de Caracas...

Los organismos internacionales han quedado fuera de toda competencia para resolver los problemas del mundo, y ser creíbles. ¡Ni la OEA, ni la ONU ni el FMI ni tantas siglas más que existen!, todas a la larga son corruptas de per se, víctimas del capital imperialista que las financian. Lo único que le faltaba al “Cónclave” de la OEA fue el ridículo humito del incienso y el repicar ensordecedor de las campanas, cuando en ausencia de Cristo tuvimos Papa.

Allá cuando nos echaron a los cubanos de la OEA, con la inmensa mayoría de los gobiernos latinoamericanos a favor (con la exquisita excepción de México), había cantado el trovador Carlos Puebla con su inigualable ritmo “Cómo no me voy a reír de la OEA / Si es una cosa tan fea / tan fea que causa risa... Y todavía podemos reírnos de esa organización que anda desconcertada y como dijera Fidel recientemente, en lugar de andar tan preocupada porque un pueblo mande a un presidente a freír espárragos, debería preocuparse de cómo un presidente pudo alterar impunemente la constitución de un país, o de cómo andan sueltos los asesinos y los ladrones.

Los pueblos en América Latina no van a esperar por nadie para reclamar justicia. Ni por la decencia de los gobiernos en turno, ni por nuestra capacidad de unión revolucionaria, que cada día hace más falta. José Miguel Insulza salió victorioso en el Cónclave de la OEA, pero con él todos los trabalenguas:”Presidentes elegidos democráticamente, pero que gobiernan sin democracia”, o los famosos derechos humanos, que no se respetan en mi país, ¡Ah claro! Se me olvidaba que se respetan en Cuba, pero tan sólo en la desvergüenza de las cárceles de la Base Naval de Guantánamo.

En Cuba hemos vivido sin la OEA, y seguimos riéndonos de ella, como nos enseñó Carlos Puebla en los años sesenta...por ser tan fea. Los revolucionarios... los comunistas estamos ante la alternativa de construir nuestra unidad y actuar como el Frente Amplio Proletario al que aspiraba José Carlos Mariátegui.

Si no es así nuestro destino estará regido por la maldición de Casandra: La princesa griega condenada a prever el futuro sin derecho a intervenir en él. Casandra advirtió a los troyanos de muchos peligros, incluso del caballo de madera con el que los griegos entraron en la ciudad, pero fue desestimada como una loca Estaremos condenados con la maldición de Casandra, adelantando los movimientos populares, las crisis, el holocausto, pero sin tino, ni valor para intervenir en ellos.

Se están cumpliendo cual profecía, las palabras de Fidel en la II Declaración de la Habana: “Ahora esta masa anónima, esta América de color, sombría y taciturna que canta en todo el continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir (...) Ahora sí la Historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados de América Latina, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre su historia.”

Me encantaría escuchar la III Declaración de La Habana en los instantes actuales. Esta historia ya la están escribiendo los pueblos, sin apenas poder reunirse ¿Y los comunistas qué estaremos haciendo?

Ya se sabe qué hacer ante tanta impunidad y tanta miseria, pero no basta este despertar. Tenemos de nuestro lado el 50% de las soluciones, quizás el 50% más difícil de lograr. Requerimos, sin embargo el otro 50%, el que depende de nuestra acción conciente.

Dijo León Trotsky, no sin razón: “Sin una organización dirigente, la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera. Pero sea como fuere, lo que impulsa el movimiento no es la caldera ni el pistón, sino el vapor." Hoy estamos necesitando, sin dudas una fábrica de pistones, pues el barco de la historia está a todo vapor.

Nunca antes ha sido más imprescindible la unidad revolucionaria. La unidad de los que aspiramos a derrocar al capitalismo en una región y un tiempo dado, sin embargo y paradójicamente, nunca antes sentimos que estos resortes estén más lejos.

No, no me confundo. Sé perfectamente que existen cientos de movimientos continentales luchando contra los desmanes del Capitalismo. Pero a lo que me refiero de forma concreta es precisamente al pistón de León Trotsky. A lo que me refiero es buscar los instrumentos para concebir el cauce de la revolución; aquel cauce del que hablaba Martí: “O se le abre el cauce a la revolución, o rompe la revolución sin cauce”.

Tres peligros fundamentales le veo a la proyección de una organización comunista continental.

El primero es el peligro recurrente del sectarismo. Esa pesadilla que nos inmoviliza con las masas y nos reduce a estrechísimas banderas de partidos breves que sostienen de manera cándida su hegemonía ideológica, que se adhieren a un pensador marxista u a otro: El que actualmente no sienta imprescindible las lecturas de absolutamente todas las tendencias revolucionarias no tiene derecho de llamarse comunista. Quien no encuentre en cada una de las experiencias revolucionarias, triunfantes o no, un sentimiento de entusiasmo, nos es prescindible. La incapacidad de asociarse en virtud de un mismo empeño es otra de las maldiciones, aparte de la de Casandra, a que nos arrastró la cada vez más despreciable práctica “socialista” del siglo XX

En segundo lugar y tan o más peligroso es el polo opuesto: A lo que llamo reformismo de izquierda. La sacrosanta horizontalidad. Donde se habla, se critica al imperialismo, a las oligarquías, pero quedándonos en el canto y en la patética lamentación. Si dos posiciones apuntan al mismo enemigo, deberán de igual manera para ser efectivas, cruzar sus respectivas líneas de pensamiento. No tiene caso que desde el inicio hasta el final de los tiempos permanezcan paralelas entre sí. El monólogo nos está sobrando. Lo dice José Carlos Mariátegui mucho mejor: “Tenemos que emprender juntos muchas largas jornadas. Nos toca, por ejemplo, suscitar en la mayoría del proletariado peruano, conciencia de clase y sentimiento de clase. Esta faena pertenece por igual a socialistas y sindicalistas, a comunistas y libertarios. Todos tenemos el deber de sembrar gérmenes de renovación y de difundir ideas clasistas. Todos tenemos el deber de alejar al proletariado de las asambleas amarillas y de las falsas "instituciones representativas". Y estamos llenos de asambleas amarillas.

Y en tercer lugar está, por supuesto, el no hacer nada, en quedarnos con los brazos cruzados y los libros abiertos, describiendo cómo Nerón quema a Roma. Es la maldición de Casandra. En un impresionante artículo del compañero Juan Luis Berterretche titulado: “América Latina El arte de la fuga: De la cañonera al helicóptero” se describe de manera precisa la tácita contradicción que pesa sobre nosotros: El rol protagónico que han desempeñado los pueblos en la contagiosa destitución de los jefes de gobierno, y nuestra incapacidad orgánica para llegar a puerto. Allí expresa: ”La deficiente fuerza político-organizativa de la izquierda socialista y revolucionaria en el continente, frenó e impidió la conexión necesaria entre los diversos movimientos sociales radicales y sus dinámicas políticas de mudanza profunda. En esta fase, falta todavía una dirección social y política anticapitalista y antiimperialista que pueda disputar la conducción del gobierno y del estado, a las elites y a las clases dominantes. Esta dirección social y política se hace imprescindible para un cambio radical de la sociedad”

Así es exactamente. Nunca antes en la historia estuvo más clara la situación perfecta para la transformación de la sociedad capitalista y simultáneamente nuestra incapacidad para hacerla colapsar en revolución. Los versos de la Internacional que se escuchan en La Habana los primeros de mayo y en un montón de fechas alentadoras más, reza: “Cambiemos al mundo de base, hundiendo al imperio burgués”.

Se trata de eso, nada más y nada menos, de destruir el imperio burgués, cuya aberración pestilente es el imperialismo norteamericano, el cual es consecuencia de la sórdida sociedad capitalista y no su causa...como muchos creen.

Es por eso que hoy más que nunca todas las organizaciones socialistas o anti capitalistas (como eufemísticamente quieren llamarse) debemos y podemos además, plantearnos de conjunto tareas inmediatas, a mediano, y a largo plazo que puedan ejercer el papel aunque sea tibio, del imaginario pistón de Trotsky.

El sueño de una organización comunista continental empieza a perfilarse como necesidad imperante. Una organización de organizaciones. Pero como lo planteaba Mariátegui en 1924, sin parlamentarismos inútiles y con el objetivo preciso de luchar por el socialismo. El epicentro deberá ser Nuestra América, donde francamente hoy se abre el escenario de la revolución.

Les confieso que es apenas un sueño, pero como siempre, los sueños nos marcan el camino de la realidad

Estamos muy cerca de tomar de una buena vez y para siempre el Cielo por Asalto.

Nuestros mayores no van a perdonarnos, esta vez, dejar pasar por la ventana la revolución que arrastra el fantasma del comunismo en espumoso vuelo.

Este fantasma que a gritos está pidiendo, a pesar de nuestra indecisión, asilo en Nuestra América. Y de aquí a las estrellas

¡Proletarios de todos los países unios!

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SOCIALISMO SI, DICTADURA NO
Por Ernesto T. - Thursday, May. 12, 2005 at 10:21 PM

un par de cosas :
1) Apoyamos al pueblo cubano, pero estamos a favor de libertades politicas en la isla, no libertad para los gusanos, sino para los mismos revolucionarios que hoy estan tras las rejas por pedir una verdadera democracia obrera.

2 ) " La emancipaciòn de la clase obrera serà obra de la clase obrera"
Serìa necesario que sea la clase obrera cubana la que dirigiera la revoluciòn , y no un partido anacrònico y lleno de privilegiados.

3 ) No basta tomar el cielo por asalto, tambièn hay que construir un nuevo cielo, no repetir los nubarrones el estado capitalista, esto es, DEMOCRACIA OBRERA, LIBERTAD PARA DEBATIR, libertad de acciòn para los proletarios e intelectuales !!!!

4 ) Seguimos apoyando al pueblo de cuba, pero una dictadura del proletariado que se encarga de reprimir a los mismos proletarios, ha dejado de ser proletaria, para convertirse en burocratica, antidemocratica, y perjudicial para el futuro del socialismo a escala mundial.

5) En nombre del socialismo no podemos justificar la carcel de las fracciones obreras, eso va en contra de los principios de un verdadero revolucionario.

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Construyamos un frente de izquierda, de los trabajadores y socialista
Por PTS - Thursday, May. 12, 2005 at 11:00 PM
pts@pts.org.ar

Buenos Aires, 11 de mayo de 2005

A la Dirección Nacional del Partido Obrero:

Compañeros:
Ya han pasado más de dos meses desde que ustedes realizaran un llamado inicial a conformar un “frente de la izquierda y los luchadores” para las próximas elecciones de octubre. Este llamado incluía no sólo a quienes nos reivindicamos de la izquierda obrera y socialista, sino a organizaciones como el Partido Comunista que hoy se encuentra alineado claramente con la centroizquierda. La política central del PC consiste en ser uno de los principales impulsores del “Encuentro de Rosario”, junto al banquero Heller y la radical Stolbizer, y en alinearse junto a la dirección burocrática y centroizquierdista de la CTA frente al desarrollo de sectores combativos en la clase obrera, como quedó demostrado en su ausencia en el Encuentro del 2 de abril y en su negativa a firmar el documento de más de cien organizaciones que se leyó en el gran acto del 1º de Mayo, debido a los cuestionamientos que este documento contenía a la central encabezada por De Gennaro y a los “gobiernos progresistas” de Latinoamérica. Por si hiciese falta, estos hechos muestran sin lugar a dudas que el PC se encuentra ubicado en un lugar opuesto a la lucha por la independencia de clase y al proceso de reagrupamiento de los sectores obreros combativos que vienen ocupando el centro de la escena política nacional.
En el caso de nuestra organización, hemos señalado con claridad nuestra oposición a formar parte de un acuerdo que incluyese al PC, ya que este no sería un verdadero frente de izquierda. Por el contrario, insistimos en estos meses en la necesidad que las organizaciones que nos reivindicamos de la izquierda obrera y socialista impulsemos un Frente de Trabajadores tras un programa de independencia de clase claramente delimitado no sólo del gobierno kirchnerista y del PJ, sino de la perspectiva centroizquierdista del Encuentro de Rosario y de los gobiernos de la centroizquierda proimperialista latinoamericana.
La negativa que hasta el momento ha tenido Izquierda Unida hacia vuestra propuesta y su orientación hacia un acuerdo con Mario Cafiero no hacen más que confirmar que el curso centroizquierdista del PC sigue contando con el apoyo del MST. Muestra también que los intentos de incluir al PC dentro de la “izquierda” sólo sirven para embellecerlo y para fortalecer a una corriente que es enemiga de los procesos de recomposición que se están dando en el seno de la clase obrera.
Esta situación nos obliga a insistir en la propuesta que quienes nos reivindicamos de la izquierda obrera y socialista (PO, PTS, MAS) presentemos una opción electoral común en las próximas elecciones legislativas. Un frente verdaderamente de izquierda, de los trabajadores y los socialistas, que lleve a la cabeza de sus listas a luchadores obreros de los conflictos que han conmovido el país en los últimos meses (y que poblaron el palco del acto unitario el 1º de Mayo), junto a los principales referentes de nuestras organizaciones. Un frente que diga claramente que no hay salida para los padecimientos de las masas trabajadoras y populares sin romper con el imperialismo y quebrar el poder de los explotadores avanzando hacia un gobierno de los trabajadores. Que frente al “capitalismo en serio” de Kirchner y Lavagna oponga un programa que culmine con la “expropiación de los expropiadores” y la construcción del socialismo.
En vuestra convocatoria original ustedes proponían la realización de una “interna abierta” de la izquierda –aunque sin detallar mucho bajo qué método podría realizarse– para resolver el orden de los candidaturas. Esta propuesta fue rechazada por IU que no propuso ningún método democrático alternativo, cuestión que a nadie puede extrañar: es sólo mediante acuerdos meramente cupulares o una parodia de democracia (como fue la “interna” entre el MAS y el FRAL que encumbró al arribista Néstor Vicente como candidato presidencial de esa fuerza, en la que votaron elementos completamente ajenos a los luchadores y la izquierda) que pueden imponerse las candidaturas de figurones centroizquierdistas que tanto gustan al PC y a IU.
Por ser las nuestras corrientes que, a diferencia del PC, reivindicamos la democracia obrera, creemos que no debería haber obstáculos para que la constitución del frente sea sobre bases democráticas que permitan no sólo “evitar el faccionalismo” y generar un estado de deliberación y movilización en la vanguardia sino que sienten un precedente hacia el futuro. A partir de un acuerdo programático (que vemos muy factible a partir de dar continuidad de los documentos en los que hemos coincidido el 20 de diciembre, el 24 de marzo, el 2 de abril y el1º de mayo) proponemos realizar asambleas comunes de los militantes y simpatizantes de las organizaciones integrantes del frente, abiertas a los luchadores obreros y populares, para discutir los objetivos de la campaña y dirimir el orden de las candidaturas allí donde no existiese consenso previo, así como poner a consideración de la militancia los acuerdos logrados. Más aún: para lograr que sean instancias completamente democráticas, máxime cuando se pretende la participación de luchadores obreros sin militancia orgánica, la realización de estas asambleas deben estar precedidas de la elemental medida democrática de intercambiar páginas en los periódicos de las distintas corrientes que formen parte del frente, de forma que el conjunto de la militancia pueda seguir por fuente original los acuerdos y divergencias existentes entre cada tendencia.

Compañeros: tenemos todavía tiempo suficiente para avanzar en esta perspectiva. Pero para poder concretarla es necesario dejar de lado toda insistencia hacia un acuerdo con el centroizquierdista PC y poner “manos a la obra” en la construcción de un verdadero frente de izquierda, de los trabajadores y los socialistas.

Comité Central del PARTIDO DE LOS TRABAJADORES SOCIALISTAS (PTS)

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Apoypo la postura de Ernest T
Por Yo que estuve - Friday, May. 13, 2005 at 6:39 PM

Es así Ernesto, de vez en cuando un poco de honestidad intelectual y no maniqueísmo simplista y turístico está más que bien. Es muy pintoresco hablar de la Revolución con un mojito en la mano, calentando muestras almas frente al mar, un poco más adentro, el eterno período especial no es tan pintoresco

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