Encuentro Nacional de Rosario
Por Pimpinela - Tuesday, May. 17, 2005 at 1:47 AM

El sábado 14, en cancha delmicroestadio de Ferro, en la Capital Federal, se reunieron algunos miles que soñaron bastante.

Asamblea Nacional del Encuentro por la Soberanía Popular: miles de militantes en busca de un perfil...

Ayer nos encontramos militantes de 49 (de las 54) asambleas de base ya realizadas, decenas de personalidades políticas y sociales, centenares de militantes aún no encuadrados con su asamblea más cercana o con la misma en formación y "militantes sueltos" que consideraron al evento en Ferro su oportunidad de conocerlo de primera mano.

Este imponente marco fue el escenario de un debate que se convirtió en central y que promete ser desgastante si no nos animamos a definirlo claramente: ¿Qué perfil político tiene este Encuentro?

Hubo honrosas excepciones, de las que se destaca la Asamblea realizada en Salta, de donde los compañeros venían de derrotar al Gobierno en una heroica lucha de sus docentes, situación de lucha que entonces les permitió hablar de hechos y de victorias (y también de enfrentamiento con la cúpula de la CTERA, integrante de la misma CTA que dirigen varios de los más destacados miembros de la mesa que presidía el evento). Pero el rasgo predominante de las intervenciones fue la búsqueda, teórica aún, de expandirse dando lugar a todo el sector del pueblo combativo y en mayor o menor medida enfrentado al sistema y la de definir expresamente lo que no se quiere ser: otra Alianza.

El tema es que, el no querer ser "otra Alianza" obliga a definir el perfil de con quienes y para qué. Y esto se expresó en que una mayoría se dedicó a ejercer el "tiro a la Stolbitzer", mientras la impugnada se hacía la distraída ("el perro puto" le decían a esa actitud en mí barrio) y un par de caretones intentaban defenderla bajo la repulsa generalizada del conjunto de la Asamblea.

Tal como se plantea hoy, con el grano Stolbitzer en el medio y sin digerir, el Encuentro va a tener dificultades para realizar el primero de sus cometidos: crecer. Hubo demasiados pronunciamientos no oídos por los coordinadores (o peor, oídos con disgusto, es decir con incapacidad de ser asimilados como reclamos legítimos).

¿Se trata de dos mil sectarios como afirman algunos? ¿ Se trata de más de 30 asambleas de base que no tienen de qué hablar y se quedan en un rasgo sin importancia, como creen otros? ¿O se trata en realidad de definir si ese espacio es de izquierda y centro izquierda o solo "progre" (con esa extraña marca argentina donde lo "progre" se define como lo "no peronista ni de derecha fascista")?

Con la dirigencia radical en el medio se cierra (a fuerza de espanto) la frontera izquierda del Encuentro, castrando todo intento de acercamiento con la Plaza del Primero de Mayo, es decir con gran parte del sindicalismo de base que protagoniza las actuales luchas salariales, con el resto del movimiento piquetero no presente en el Encuentro y con el resto de los partidos marxistas... En cambio se deja abierta la puerta derecha, para que por ejemplo De Gennaro, convertido en "la virgencita apolítica" (cuando dice con total desparpajo"yo puedo hablar porque no tengo nada que ver con ningún partido") continúe cuando guste sus coqueteos con las listas del PJ de la Provincia de Buenos Aires, o la mitad del Socialismo cierre listas con los radicales, incluido López Murphy en algunos casos...

Y si se quiere una coalición simplemente "para gobernar nosotros" está todo bien (aunque la Alianza muestre que ni para eso sirvió esta forma de amontonar), pero si se trata de una coalición "para gobernar totalmente al revés que hasta ahora, es decir a favor del pueblo", este rasgo (la presencia de la centro derecha en su seno fundante) es castrador...

¿A quienes representa el "grano radical", Stolbitzer? En el plano político a algunos núcleos de diferentes partidos integrantes del Encuentro que no asimilaron el formidable golpe al neoliberalismo y a las fuerzas que lo encarnaron en la última década, que significó el 2001 e intentan reeditar en mayor o menor medida la Alianza, creando acuerdos electorales con el radicalismo (o sustentando situaciones preexistentes). Y socialmente a un sector de chacareros medios (los pequeños están vendiendo y tienden a desaparecer) que era antimodelo mientras Ménem y la convertibilidad los agredió frontalmente, pero que con el nuevo tipo de cambio nunca fue tan oficialista... Al menos mientras dure "el boom de la soja"...

Modestamente (porque soy consciente de que esto, si se saca el obstáculo, habrá que protagonizarlo y no solo definirlo teóricamente...) creo que el camino para crecer es el de los compañeros de Salta: empalmar con la lucha real del pueblo y desde ahí darle vuelo al encuentro de todos los que estamos a favor de la lucha real por la redistribución de la riqueza, la soberanía popular y la democracia participativa (aunque al darles la espalda nos limite el contacto con las burocracias, viejas o nuevas, como allí con la CTERA y con los partidos del pasado) . Para ello es necesario desembarazarse del lastre que hoy nos gasta inútilmente energías e invitar firme y gentilmente a Stolbitzer (y sus incondicionales) a retirarse... Y eso hizo la mayoría de la Asamblea de Ferro.

Esperemos que no sea inútilmente

Un abrazo;

José Luis

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Las acciones y las ilusiones
Por el viejo - Tuesday, May. 17, 2005 at 1:42 PM
La Plata

Estuve en Ferro. Como estuve en las asambleas regionales preparatorias de La Plata. Coinicido con José Luis, del discurso a la acción concreta hay una distancia que la mayor parte de las "expresiones organizadas" que participaron (CTA o PS por ejemplo) no termina de decidir... ¿Porqué?, creo que no se termina de entender lo que pasó en el 2001, no se termina de entender qué y cómo es la "hegemonía peronista", no se termina de entender qué es una autocritica. Coincido que la voluntad de las asambleas de base es mucho más clara y contundente que lo expresado por la "mesa organizadora", con una actitud timorata, demasiado parecida a la especulación, la misma especulación que llevó a la cúpula de muchas organizaciones sociales y partidos a no darle bola a asambleas barriales o fábricas recuperadas, con la muletilla que "fueron expresiones espontaneistas, inconsistentes" o que "en realidad eso de piquete y cacerola nunca tuvo entidad ni futuro" o genialidades por el estilo. Es evidente que el camino lo marcan los docentes de Salta, los compañeros del subte, del Garrahan o de otros sectores que se organizan con claridad e inteligencia para bancarse una lucha que nunca es fácil. Pero la cuestión es porqué cuando se intenta construír un programa político común, muchos de los luchadores consecuentes no participan, lo consideran "superestructural" o secundario y terminan cediendo la iniciativa a quienes tienen una práctica política ligada casi exclusivamente a los despachos legislativos o las estructuras burocráticas de las organizaciones sociales.....

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