Julio López
está desaparecido
hace 6402 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

PERÚ. LA HOMOFOBIA EN SENDERO LUMINOSO
Por reenvío raíz-diversidad sexual - Thursday, May. 26, 2005 at 8:31 AM

El 31 de mayo recordaremos el día de la memoria colectiva de los crímenes de odio ocurridos durante el conflicto armado interno: 1980-2000, entendemos por crímenes de odio a aquellos cuyo móvil fue la orientación sexual e identidad de género de la víctima. A continuación presentaré un artículo que analiza este patrón criminal en el grupo maoísta “Sendero Luminoso”, el trabajo se pudo realizar gracias a los datos que aparecen en diferentes pasajes del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, este material busca sensibilizar sobre la necesidad de decir: ¡Nunca Más!.

LOS CRÍMENES DE ODIO EN EL PERÚ: INFORME 1




Por: José Montalvo





Aucayacu: 6 de agosto de 1986.

Aucayacu, se ubica en la Provincia de Leoncio Prado en la zona nororiental del Perú, en este lugar Sendero Luminoso inicia una presencia temprana entre 1980 y 1981, la misma que se mantendría hasta aproximadamente 1992, sin embargo es entre los años de 1986 y 1989 que la zona sufre el impacto de la violencia generalizada, en la cual según el Informe de la Comisión de la Verdad la cantidad de muertes solamente fue superada por las registradas en Ayacucho. El 6 de agosto de 1986, la población de Aucayacu, Sendero Luminoso decide realizar una acción de “limpieza social” que buscaba erradicar a los “indeseables” del pueblo, es de este modo que captura y posteriormente ejecuta a diez personas, entre hombres homosexuales y mujeres en estado de prostitución. La motivación para estas acciones de erradicación de “indeseables” fue parte de una política que buscaba el control total sobre el territorio y las personas, además de afianzar la sensación de orden y autoridad derivados de la instalación de los denominados “comités populares”, organismos controlados por el Comité Regional del Huallaga de Sendero Luminoso. Estas acciones producen el temor generalizado entre la población homosexual y travesti, por lo cual se generan desplazamientos forzados hacia zonas más seguras del país.

Pucallpa: 12 de Septiembre 1988.

Entre 1985 y 1990, en la región de Ucayali ubicada en la selva del Perú, Sendero Luminoso decide extender su política de limpieza social teniendo como objetivo eliminar a lo que ellos denominaban “cabros” (homosexuales), “prostis” (trabajadoras sexuales) y “fumones” (drogodependientes). Uno de estos hechos fue conocido gracias a que algunos periodistas fueron testigos del mismo, es así que al amanecer del 12 de septiembre de 1988 en el sector de “La Hoyada” al noreste de la ciudad de Pucallpa (Ucayali), una columna de senderistas apareció con ocho personas y ante la presencia de algunos periodistas locales, los ejecutó con disparos de ametralladora, el motivo que expusieron para tal asesinato fue que los mismos eran “cabros, fumones o prostis”; los periodistas relatan que los cadáveres fueron sepultados en una fosa común y nadie reclamó sus cuerpos. Sin embargo las investigaciones realizadas por la Comisión de la Verdad revelan que estos no fueron los únicos hechos y que se sucedieron episodios similares pero nunca se supo la identidad de las víctimas ya que los cadáveres eran arrojados a los ríos, estas campañas de “limpieza” o “eliminación de indeseables” fueron apoyadas por un sector de la población que veía como positivas estas criminales acciones. Un dato realmente dramático es que en muchos casos tanto era el estigma que los propios familiares no recogían el resto de los ejecutados.

El fundamentalismo en Sendero Luminoso.



Por los datos obtenidos podemos afirmar que en el caso del grupo maoísta Sendero Luminoso existió una estrategia de eliminación y desplazamiento de las poblaciones que consideraba “indeseables”, considerando como tales a trabajadoras sexuales y personas homosexuales. Esta estrategia encuentra su fundamento en la percepción de la existencia de un gran eje ordenador, el denominado “Pensamiento Gonzalo” derivado de la particular interpretación de Abimael Guzmán sobre el marxismo y en espacial los escritos de Mao Tse Tung. Sobre este último debemos recordar que existía el libro de citas del “Presidente Mao” donde podíamos encontrar pequeños fragmentos que “guiaban” el conjunto de las acciones humanas, desde los aspectos relacionados con el quehacer político o económico hasta el enamoramiento y las relaciones de pareja. Es por ello que no resulta raro que Sendero Luminoso desde una interpretación ortodoxa del maoísmo sintiera la tentación de ser el gran ordenador del conjunto de las acciones humanas en las zonas donde tenía influencia política y militar. En este sentido podemos hablar de un fundamentalismo ideológico en Sendero Luminoso, ya que este grupo concebía que sus ideas tenían validez universal por tanto podían ser exigibles e impuestas a los demás. Este aspecto fue más visible en las zonas donde el senderismo pudo ejercer el poder político o militar (como el caso de Aucauyacu) con el cual buscó no solamente la adhesión política a su proyecto militar sino aspiró a ejercer el control sobre el conjunto de las actividades humanas, incluido dentro de ellas a la sexualidad, en la cual se irrogó la capacidad de determinar lo que consideraban “incorrecto”, “anormal” o “indeseable”.



El silencio y el prejuicio.



Pero estos crímenes no solamente pueden ser explicados por el fundamentalismo de Sendero Luminoso sino también por el contexto cultural, los mandatos de la sexualidad dominante y el prejuicio contra la sexualidades no heterosexuales, es por ello que el propio Informe de la Comisión de la Verdad nos habla del silencio y la complicidad por parte de la población, los cuales incluso en algunos casos veía con simpatía el trato cruel, los castigos y asesinatos del cual fue objeto la población homosexual y travesti. En este sentido las muertes, tratos crueles y desplazamientos forzados no solamente fueron responsabilidad de Sendero Luminoso sino también de la propia sociedad que presa de sus prejuicios veía como natural el hecho que se le diera un trato inhumano al diferente. Si bien la violencia hizo aflorar los sentimientos más primarios de odio y discriminación, sin embargo la culminación de la misma no es garantía de que los mismos hallan sido superados, en muchos casos hemos sido testigos de casos similares a los relatados y que pasan desapercibidos al ser considerados como parte de la violencia común. Es todavía largo el camino hacia la superación de los enormes desencuentros que desnudó la violencia política, pero un primer paso es el mantener la memoria de lo sucedió, ser conscientes que existe una agenda pendiente con respeto a muchos grupos excluidos y que allí hay una enorme responsabilidad que debemos encarar.



raizdiversidad@yahoo.es

http://www.raizdiversidadsexual.org

agrega un comentario