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una familia que lucha por recuperar sus obras de arte
Por mariela Mulhall - Tuesday, May. 31, 2005 at 1:19 PM
buscamos_nuestras_obras_de_arte@hotmail.com

2 robos de obras de arte millonarios. la familia sigue buscando las obras la busqueda sigue activa en interpol

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Noticias Rosario - Lunes 30 de mayo de 2005 Contáctenos

SAQUEO MILLONARIO. La investigación sigue abierta, ya que las piezas robadas están publicadas en la web de Interpol

Una familia que lucha por recuperar sus obras de arte

Hace 19 años le robaron de su casa 150 piezas cuyo valor es incalculable y aún buscan su restitución

“Un amigo reconoció a La Ofrenda de Luigi de Servi en un negocio de San Telmo”.
Mariela Mulhall

El 8 de abril de 1986 el matrimonio integrado por Hortensia Tricerri y Victorio Capriolo denunció un robo “millonario” ocurrido en la casa familiar ubicada en Rioja 1884 cuando integrantes de una banda aprovecharon que los propietarios se encontraban en Buenos Aires. Tras violentar el portón de la señorial casona desde el interior y, mientras simulaban una mudanza, se llevaron alrededor de 150 obras de arte entre las que se encontraban seis cuadros –pertenecientes al renacimiento, barroco e impresionismo italiano–, pinturas, esculturas, jarrones, ánforas y juegos de cantón antiguo de hasta 250 piezas. A casi veinte años del suceso, la viuda de 90 años junto a sus dos hijos aún reclaman ante la Justicia, y a través de la página electrónica de Interpol, la búsqueda y restitución del fabuloso saqueo. También remarcan “conexiones” entre ese hecho y otros, como el robo al Museo de Bellas Artes Castagnino ocurrido en marzo del año siguiente, al Museo Estévez registrado en 1983, e inclusive al perpetrado en la Catedral de Córdoba el mismo 1986.

Una herencia familiar

La película en 16 milímetros revela a una novia, Hortensia Tricerri, en vísperas de su casamiento con Victorio Capriolo, ambos provenientes de familias adineradas que habitaban Rosario en el próspero 1950. El ojo precario de la cámara logró capturar el velo de encaje y el vestido, equipo suntuoso que no desentona con la mansión materna, ornamentada en su interior con obras de arte, alfombras y pinturas de alto valor histórico. Sin embargo, gran parte de esos bienes ya no está en Rioja al 1800, y no por causa de negocios ni trámites hereditarios, sino como consecuencia de sucesivos robos que sufrió la familia.

Pérdidas incalculables

El valor de las piezas robadas en abril de 1986 “es incalculable”, según afirman las víctimas. Y si bien en un momento se las llegó a valuar en dos millones de dólares, la familia Capriolo estima que “solamente algunas de las pinturas saqueadas, podrían acercarse a ese monto”. El tiempo transcurrido y el hecho de que no contaran con seguro obstaculiza aún más una aproximación a la tasa real. Dentro de las obras más importantes se registran Otoño e Invierno (ambas correspondientes al siglo XVI y la última sustraída en 1991) atribuidas a Jacopo o Leandro Bassano; La degollación de San Genaro, de Doménico Zampieri (S XV o XVI); La ofrenda, de Luigi de Servi (siglo XIX); La Mula de Balam y La anunciación de Santa Ana, atribuidas a Ricci, entre otras. Las medidas varían, pero algunas alcanzan dimensiones de casi dos metros de lado.
“El perjuicio sufrido fue total pues no había seguro, porque era muy difícil valuar pintura europea en Argentina, y también muy costoso asegurarla a valor internacional”, afirmó María Teresa Capriolo, hija de Hortensia. La mujer aseguró que “los ladrones ingresaron desde la parte frontal de la casona e inclusive se encontraron cables tirados desde el techo”, y lamentó: “Nos arruinaron la vida y, sobre todo, la salud de mi madre”.

El tiempo perdido

Luego de la denuncia registrada el martes 8 de abril de 1986 –aunque el robo ocurrió el fin de semana anterior– el expediente recayó en manos del juez Daniel Terani, quien se excusó de entender en la causa y luego pasó al juez Osvaldo Santiago. Según criterio de la familia –que en octubre de 1988 llegó a realizar una demanda ante la Corte Suprema de la provincia de Santa Fe por “negligencia e irregularidades en la investigación”, protesta que luego fue desestimada–, a pesar de que el segundo magistrado recibió la causa en noviembre de 1986, “dio intervención a Interpol recién diez meses más tarde”. En primeras instancias se imputó a un sospechoso, hijo de un conocido escribano, aunque luego quedó en libertad porque no se comprobó su participación en el hecho.
“Esas obras ya están fuera del país y seguramente las sacaron en avión”, le había dicho un alto jefe policial a Hortensia Tricerri de Capriolo cuando en los meses posteriores al robo la mujer exigía una investigación. Y a lo que la anciana, ya septuagenaria, recriminó: “¿Y usted que está haciendo allí sentado?”. En esos días, la familia denunció ser objeto de amenazas e intimidaciones constantes de desconocidos y que según afirman “se reeditan cada vez que comienzan una nueva búsqueda”.
Luego de idas y venidas judiciales, los expedientes aterrizaron en 1991 en el tribunal de instrucción a cargo de Eduardo Suárez Romero y, por pedido de la propia familia, se libraron exhortos a distintas sucursales de la casa Sotheby’s and Christie’s ubicadas en Nueva York, Londres, Escocia y Ginebra, y también se consultó al Lloys’s si se habían asegurado las obras saqueadas. De todas formas, esas búsquedas tampoco arrojaron resultados positivos.
“Durante todos esos años tuvimos pocas novedades, sólo en algunos casos nos brindaron información sobre algún cuadro en particular o nosotros mismos hallamos obras en anticuarios de Buenos Aires. Pero cuando hacíamos la denuncia correspondiente y volvíamos al mismo lugar ya no estaban”, recordó María Teresa, quien, junto a su hermano Pedro, ha peregrinado durante dos décadas en busca de los bienes familiares. Dentro de esos ejemplos rememora el de La Ofrenda –también conocida como Bacanal (foto)– que un allegado a la familia alcanzó a fotografiar en una casa de antigüedades, en San Telmo, pero nunca se logró recuperar.
De esas áridas incursiones en las que participaba toda la familia Capriolo, resultaron sólo un par de hallazgos, “piezas de menor importancia si se las compara” con las que aún están buscando . El 26 de febrero de 2002 Suárez Romero restituyó dos jarrones tipo celadón –las únicas piezas recuperadas de las 150 robadas–, a partir de la existencia de álbumes fotográficos. Las imágenes se convirtieron en pruebas documentales e indicios que acreditaron la propiedad, ya que a través de esos registros se las observa junto a las víctimas en distintas etapas históricas.
Fuentes judiciales señalaron que “la causa permanece abierta” a pesar del tiempo transcurrido y de la prescripción con respecto a los autores. “Siempre se está pendiente de alguna noticia en relación con algunas de las obras robadas”, puntualizó el mismo informante, aunque tampoco dio muestras de gran optimismo con respecto al futuro.

Un catálogo de todo lo perdido

Al igual que los cuadros, otras de las obras de arte robadas a los Capriolo figuran en los catálogos que Interpol publicó en internet a partir de 2002. Se destaca una araña Meissen o esculturas como un elefante de porcelana Capodimonte ; un ánfora de Sévres pintada por Fuchs; un potiche de porcelana china en forma de lámpara “familia Vert”, y una fuente de Cantón de forma circular con tonalidades verde pálido de unos 30 centímetros de diámetro, entre otras. También en el catálogo familiar se incluyen otras de las pinturas que fueron robadas como la obra maestra de Dall’Occa Bianca titulada I Maldicenti, Ovejas en el corral, de Giuseppe Palizzi, o Londres bajo la lluvia, de Paolo Sala, cuadros que pueden observarse en la película que registró la boda de Hortensia Tricerri y Victorio Capriolo en 1950.

“La conexión Rosaura”, red que también dejó sus huellas en dos museos locales

María Teresa Capriolo intuye una estrecha conexión del robo particular a la mansión familiar ubicada en Rioja al 1800 con los hechos ocurridos en marzo de 1987 en el Museo Castagnino y en 1983 en el Museo de Arte Decorativo Firma y Odilo Estévez. “Era la misma metodología utilizada por gente muy entrenada y que, además, integraba una red sistemática, que funcionaba con precisión para sacar las obras fuera del país”, señala la mujer, quien también enlaza ese episodio a los sucesos ocurridos en la catedral de Córdoba registrados en el mismo 1986. Durante las décadas del ochenta y parte del noventa –e inclusive antes– el país fue terreno fértil para “el negocio más floreciente, después de las armas y las drogas”, según palabras del periodista Ricardo Ragendorfer, autor del libro “Robo y falsificación de obras de arte en la Argentina” (Letra Buena 1993).
“El misterio tiene el inconfundible olor de los «servicios»”, dice el escritor en referencia a varios casos de robos de cuadros ocurridos en el país y luego advierte: “Abona esta creencia el hecho de que más tarde, en oportunidad de los fabulosos robos en dos museos rosarinos, se comprobaría la estrecha vinculación entre bandas de saqueadores de obras de arte y gente vinculada a los organismos de seguridad”. En las páginas de su libro, Ragendorfer revela la impunidad con la que trabajaban esas bandas especializadas, y dedica un capítulo íntegro a los episodios ocurridos en los museos locales, reconocidos como “la conexión Rosaura”.
“Puedo sacar de la Argentina el cuadro que quiera del museo que indiquen; tenemos una organización que funciona como un reloj y estamos bien protegidos. Para nosotros, las aduanas no son problema”, había dicho el ex integrante de la División Bomberos de Capital Federal, Juan Carlos Longo. Según las mismas citas del periodista esas palabras sonaron a “simple bravata” aquel 10 febrero de 1989, cuando Longo se encontraba junto a su esposa en un hotel de Miami, intentando vender el “Palomas y pollos” de Goya, robado del Castagnino, y aún no sabía que iba a caer en manos del FBI, organismo que desde hacía tiempo tramaba un operativo para recuperar el cuadro, la única de las cinco obras que fue restituida al museo. Unas semanas después, el retrato de Felipe II de Tizziano, una valiosa réplica de Adolfo Sánchez Coello robada del Estévez, fue “entregada” en Buenos Aires, una maniobra que, según Ragendorfer, “fue urdida por sus captores con el objeto de blanquear la tela tras la detención de Longo”.
Con todo, las personas que puedan aportar datos a la familia Capriolo sobre sus obras de arte robadas pueden comunicarse al mail: buscamos_nuestras_obras_de_arte@.hotmail.com.

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La ofrenda pintada por Luigi De Servi SXIX
Por mariela Mulhall - Tuesday, May. 31, 2005 at 1:19 PM
buscamos_nuestras_obras_de_arte@hotmail.com

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vista en un negocio de San Telmo pero luego desapareció

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La mula de Balam de Ricci Felice SXVI
Por mariela Mulhall - Tuesday, May. 31, 2005 at 1:19 PM
buscamos_nuestras_obras_de_arte@hotmail.com

La mula de Balam de ...
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por errores de publicacion
esta foto no fue publicada en el site de interpol argentina hasta 2002

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araña de porcelana de Maissen
Por mariela Mulhall - Tuesday, May. 31, 2005 at 1:19 PM
buscamos_nuestras_obras_de_arte@hotmail.com

araña de porcelana d...
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una igual tenia el emperador de Portugal cuando vivia en Brasil.

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Perdon
Por Magoya - Tuesday, May. 31, 2005 at 9:39 PM

Perdón... ¿estoy loco o Indymedia se volvió un sitio aristocrático? jejejeje

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y esto que hace aca
Por seba - Saturday, Jun. 04, 2005 at 1:48 PM

que caraj... es esta nota, a quien le importa?

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A mi me interesa todo lo que Se publica en esta página
Por Maria teresa victima del robo - Friday, Jun. 17, 2005 at 1:24 AM
buscamos_nuestras_obras@hotmail.com

Hace un tiempo que vengo leyendo los artículos que aparecen en indymedia, sobre todo sobre corrupción
Lo que nos pasó a nosotros también tiene que ver con corrupción en el poder, si no, como se imaginan que pueden organizarse robos de esta magnitud sin dejar rastros, hay complicidades y encubridores que tiene posiciones estratégicas.

NO LES SORPRENDA QUE SE PUBLIQUEN ESTE TIPO DE ARTICULOS, TODOS TENEMOS OJOS Y PODEMOS ENCONTRAR ESTAS OBRAS, ERAN LA AFJP DE MIS PADRES, A MI MADRE AHORA LE HARIA MUCHA FALTA.

NO RESTEN SUMENSE A LA BUSQUEDA

SI NADIE SE METE CUANDO LE PASA A LOS DEMAS
NO NOS QUEJEMOS CUANDO NOS PASE A NOSOTROS

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Hay mucha "masa" con caca en la cabeza.
Por M. Fman. - Friday, Jun. 17, 2005 at 9:49 AM

Te odian por tener lo que tenes.
Porque se lo "sacaron" a los "pobres" que explotaron, con el perverso mecanismo de la "propiedad y la plusvalia"...
Se regodean y disfrutan del robo...
Pero no todos los que entramos a esta pagina somos así...

Un robo es un ilicito...
Y si uno tubiera la oportunidad de colaborar...

¿No es un contrasentido tener estas valiosas obras en forma tan insegura?
¿No era mejor tenerlas en "instalaciones" museo, coleccion etc aun en el exterior?
Es preferible que esten "protegidas" en Europa, EEUU, Japon o cualesquiera y no en manos de ladrones de obras de arte argentinos.
Aunque el publico Argentino no pueda acceder.
Lo ideal hubiera sido que Santa Fe se hiciera cargo de la seguridad de las obras. O algun tipo de asociacion.

Es verdad que uno tiene, en principio, el derecho de "tener" las obras de arte que quiera en su domicilio sin rendirle cuentas a nadie. Pero la realidad se impone a los juridico y a todo. Ayer volvieron a robar un Manet de Constitucion...

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milton fridman = POLICIA
Por ultrasonido - Friday, Jun. 17, 2005 at 10:21 AM

LA REALIDAD DE LOS DESAGUES SE IMPONE A LO JURIDICO.
FUERA LACRAS DE INDYMEDIA

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Limpien los desagues.
Por Lavandina con detergente. - Friday, Jun. 17, 2005 at 11:11 AM

Siempre estan los germenes.

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lo importante es sumarse contra la impunidad sin descalificar al otro
Por maria teresa - victima - Wednesday, Jun. 22, 2005 at 2:23 AM
buscamos_nuestras_obras_de_arte@hotmail.com

Lo importante ante los hechos de corrupción e impuidad es sumarse y apoyarse, no tiene sentido descalificar a quienes tal vez no entendieron que las obras de arte no son sólo objetos decorativos sino que elevan el espíritu de los seres humanos.

No veo por qué no pueda un particular tener lo que pueda en su casa, lo importante es que el estado cumpla con su obligación de dar seguridad a todos los ciudadanos por igual, quienes tienen poco y quienes tiene algo mas. Gracias a la mal llamada Revolución libertadora y los gobiernos de facto hay quienes perdieron sus empresas fruto del esfuerzo y del trabajo de toda una vida. La clase media que era la que daba trabajo en empresas nacionales se empobreció, ya no puede dar trabajo a otros y tampoco se pueden pagar una seguridad propia.

REPITO NO NOS AGREDAMOS ENTRE NOSOTROS SUMEMOS NUESTRO ESFUERZO PARA COMBATIR A LOS CORRUPTOS

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