Entrevista en España a miembro de la UJC de Cuba.
Por EL MILITANTE -
Friday, Jun. 03, 2005 at 9:33 AM
E
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Entrevista a Frank Josué Solar |
Miembro de la UJC de
Cuba |
Autor : Periódico El
Militante - España Fecha : ( 01-Junio-2005 ) Categoria : Cuba
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es militante de base de la organización juvenil comunista UJC de
Cuba. Durante prácticamente un mes participará en más de 30 actos, a
lo largo y ancho del Estado español, organizados por la Fundación
Federico Engels, el Sindicato de Estudiantes y El Militante, y
apoyada por agrupaciones del PCE e IU en diferentes localidades.
Esta entrevista fue realizada en medio de la gira.
EM.- ¿Qué te llevó a la militancia activa en la
Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de Cuba y qué factores han
influido en esa decisión, tanto a nivel personal como político?
F. J. S.- A nivel personal, mi formación y mi crianza
en el seno de un hogar revolucionario, de tradiciones
revolucionarias y comunistas, de siempre muy comprometido con todo
el proceso de la revolución cubana...; en el sentido personal
también, una toma de conciencia y un despertar a la política en el
seno, ya no familiar, sino de todo un pueblo que está en revolución,
que te ves rodeado de sentimientos revolucionarios y que socialmente
te va llevando a una participación política consciente en defensa de
la revolución cubana. Pertenecer a la UJC es una tradición desde
los años 60, desde el principio mismo de la revolución cubana.
Cuando un joven normal llega a su casa, a su barrio, con el carné de
UJC es un símbolo de mucho orgullo y de reconocimiento social. Para
todo joven cubano es un orgullo llegar a pertenecer a una
organización donde además hay una preparación política, se participa
en la vanguardia, en la primera fila de todas las cuestiones
medulares de la revolución cubana, que es el papel que juega la UJC
y cada vez lo está haciendo más en los últimos años.
EM.- Ahora una pregunta relacionada con una
consideración que nosotros hacemos respecto a la revolución cubana,
y es el hecho de que en un momento determinado, el proceso
revolucionario chocó con el capitalismo y se nacionalizó toda la
economía, dando lugar a un sistema de economía planificada. Para
nosotros esa es la base de las conquistas de la revolución y del
afianzamiento de la revolución en cuanto a su base social, incluso
su proyección hacia fuera. ¿Cuál es tu consideración sobre ese
aspecto? Y también: ¿en qué medida ese punto está presente en la
conciencia del pueblo cubano?
F. J. S.- La
revolución cubana viene de una historia de más de un siglo de luchas
del pueblo cubano, de sus obreros, de sus trabajadores, de sus
estudiantes... por la liberación nacional y por la emancipación
social. A través de la historia y el mismo proceso de lucha fue
demostrando que era imposible realizar una revolución de liberación
nacional que no se planteara como tarea inmediata la ruptura con el
sistema capitalista, que creaba las dependencias al imperialismo
mundial. El paso a una economía planificada y socialista vino
como una necesidad del mismo proceso histórico y revolucionario
cubano: tanto para lograr la independencia de Cuba, su soberanía
como nación, como para alcanzar la emancipación social, acabar con
la explotación y la miseria. Para alcanzar niveles superiores de
bienestar social y de igualdad era necesaria una revolución
socialista. Y las experiencias latinoamericanas también
demostraban eso. Se había visto que todos los intentos y todos los
proyectos de revoluciones nacionalistas democráticas que no
rompieran con los límites que imponía el capitalismo no conseguían
ninguna de las demandas que se proponían: ni se rompía con la
dependencia, ni se resolvían los problemas sociales del pueblo. Y
eso precisamente fue lo que llevó a la revolución cubana a darse
cuenta, a través de la experiencia de generaciones, que la única
forma de poder lograr los objetivos radicales que se estaban
planteando era rompiendo con el capitalismo y estableciendo una
economía planificada, un sistema superior al capitalismo. El
pueblo participó muy activamente en eso. Yo creo que una de las
principales lecciones que da la revolución cubana, y una de sus
maravillas, es que rompió con lo que históricamente el capitalismo y
la burguesía han sembrado en la conciencia de las personas: ese
respeto ancestral a la propiedad privada. Rompió con la idea de
que la propiedad privada es un derecho humano, intocable, y que es
tan inalienable como el derecho a la vida; con la idea de que el
derecho a la vida está indisolublemente asociado al derecho a la
propiedad privada. En Cuba se perdió, en menos de uno, dos o tres
años, el respeto a la propiedad privada, que está arraigado en los
pueblos porque ha sido sembrado por la burguesía y por el
capitalismo. En Cuba se produjo un enfrentamiento radical con el
imperialismo norteamericano, nacionalizamos todas su empresas y a
partir de ahí hubo una ofensiva revolucionaria que llevó a la
expropiación de la gran burguesía nacional que puso las principales
palancas y resortes económicos en manos del pueblo. Eran medidas
necesarias para que el pueblo tomara en sus manos el destino, la
construcción de su propio futuro y gracias a eso es que se han
podido lograr todas las conquistas sociales y todos los logros que
ha tenido la revolución cubana. Esa es la lección que brinda Cuba al
pueblo latinoamericano y de todo el mundo. Para lograr lo que se ha
alcanzado en Cuba no es posible otra vía que la ruptura con el
capitalismo, que planteando una transformación radical de la
sociedad y de la economía y pasando a esa etapa superior que es el
socialismo.
EM.- En relación al proceso de
radicalización de la revolución cubana, ¿qué podrías decirnos del
papel que jugó Che? Está claro que los procesos revolucionarios
hunden sus raíces en las contradicciones sociales, pero tienen su
expresión en las personas, en seres humanos de carne y hueso. El
papel del individuo es importante. La figura del Che, para millones
de jóvenes y trabajadores de todo el mundo, particularmente en
América Latina, es el símbolo de la revolución por excelencia. Sin
embargo, pocas veces se profundiza en su papel específico en el
proceso de la revolución cubana.
F. J. S.- El Che
siempre fue una de las figuras más representativas dentro del
proceso revolucionario cubano, de los sectores más radicales, más de
izquierda, que más decididamente planteaban la ruptura con el
capitalismo. Pero yo destacaría del Che, además de eso, el hecho
de que también es la figura representativa -no sólo en Cuba sino en
toda América Latina- de la búsqueda de un rumbo diferente, de un
rumbo nuevo en la construcción del socialismo, que rompiera con el
dogma estalinista de la época y que buscara unas nuevas vías.
La revolución cubana nació siendo una herejía en el concierto
de esa izquierda oficial pro soviética cuyo planteamiento era la
coexistencia pacífica y que en buena medida había abandonado el
camino de la revolución. El Che rompía con eso reivindicando con su
vida y su prédica internacionalistas el carácter mundial de la lucha
revolucionaria y del socialismo. Criticó también, muy duramente, las
deformaciones burocráticas en la URSS y planteaba que había que ir
hacia un socialismo nuevo, un socialismo diferente, y en eso
coincidía también con Rosa Luxemburgo, de que no era un asunto sólo
de cuchillo y tenedor, que el socialismo era un asunto de
conciencia. Cuba, y el Che dentro de la revolución cubana,
representaron esa herejía de los años 60, representaron la búsqueda
de un nuevo camino, de cómo vamos a construir el socialismo. El
Che es una figura muy importante en esa búsqueda... y también están
las famosas polémicas sobre la economía, en los años 60, en las que
él debate con otros dirigentes de la revolución cubana sobre cuál es
el modelo económico a seguir, en que él defendía el sistema
presupuestario de financiamiento. Si el Che hoy es un símbolo para
todos los movimientos de izquierda en el mundo es porque tiene un
potencial de rebeldía tremendo. No sólo de rebeldía, sino de señalar
el método, el camino, las vías a seguir para construir el socialismo
del siglo XXI que retome las tradiciones históricas del pensamiento
socialista, del pensamiento marxista y del movimiento obrero en toda
su historia. Si el Che hoy todavía juega un papel para todas las
causas justas del mundo es porque su figura no es identificable con
un pasado burocrático del socialismo sino con su futuro.
EM.- Tú comentabas que en un momento determinado
la revolución cubana sintió esa necesidad de dar un paso, de romper
con el capitalismo, ¿crees que esa es la fase en la que está ahora
la revolución venezolana? Y también: ¿qué efectos está teniendo
sobre la sociedad cubana ese proceso en cuanto a lo que es el
ambiente, la percepción de lo que se está jugando en esa
revolución?
F. J. S.- Estábamos hablando del Che
en la pregunta anterior y, bueno, sobre el camino a seguir por la
revolución el Che planteaba una fórmula aparentemente simple,
aparentemente sencilla, pero con una verdad muy contundente; decía
que "revolución es socialista o es una caricatura de revolución".
Eso, precisamente, es lo que enseñaba la revolución cubana: la única
revolución posible, verdadera y real para resolver los problemas que
nos estamos planteando es la socialista. Y Chávez ha aprendido
bien esa lección, se ha dado cuenta, y lo ha dicho públicamente
varias veces: el capitalismo no resuelve los problemas sociales que
aquejan a la mayoría de la población y que sólo se resolverán con el
socialismo, que en los marcos del capitalismo es imposible hacerlo.
Esa es la lección de la revolución cubana y en ese debate se
encuentra actualmente todo el movimiento revolucionario en
Venezuela: sobre el socialismo, qué es el socialismo, como se
construye el socialismo, cuáles son sus principios fundamentales, a
qué ritmo, y qué métodos se debe aplicar... y pienso que es una
etapa muy importante para la revolución venezolana, donde se deciden
muchas cosas. Hay un apoyo descomunal de la mayoría del pueblo
venezolano a su presidente Chávez, a su proyecto de revolución,
aunque es cierto que también existen sectores reformistas que
quieren poner límites al proceso. Existe todavía dentro de Venezuela
la gran burguesía que tiene en sus manos el poder económico, que
tiene todavía mucho poderío para contrarrestar la revolución
venezolana... Actualmente Chávez cuenta con el pueblo, con el
petróleo, con PDVSA, pero los recursos provenientes del petróleo
tendrán un límite. El imperialismo, en alianza con esa gran
burguesía venezolana, está tratando de contrarrestar la revolución.
Es un momento muy importante, un momento de definición para la
revolución venezolana. Hay que avanzar en el debate, en la
búsqueda, en la preparación teórica, en la preparación ideológica y
política; hay que avanzar en la organización, en los niveles de
organización y, a partir de ahí, preparar un avance, una ofensiva de
la revolución venezolana. Y para Cuba yo pienso que el proceso
venezolano y la influencia que está teniendo en Cuba es la prueba
más evidente de lo acertado de la tesis marxista y bolchevique de la
necesidad de la extensión de la revolución a otras latitudes. Un
proceso revolucionario que se ve obligado a enclaustrarse en un solo
país por la realidad lamentable y objetiva de que no triunfa la
revolución fuera de su frontera, las agresiones del imperialismo lo
someten a un desgaste tremendo de fuerzas, y Cuba viene de cuatro
décadas de dura resistencia. Por eso es de vital importancia para
Cuba el triunfo de otras revoluciones, de otros proyectos que se
planteen también ir hacia el socialismo. Tiene el mismo efecto que
el oxígeno que entra en el cuerpo. Hay un gran contacto entre el
pueblo cubano y el venezolano, que está siendo capaz de contagiar el
entusiasmo, la energía revolucionaria, la efervescencia se respira
siempre en los años iniciales de todo proceso revolucionario.
Aunque hoy el apoyo a la revolución cubana sigue siendo tremendo, es
descomunal, es mayoritario, ese respaldo presenta lógicamente
características distintas a los primeros años de la revolución. Y
Cuba a su vez complementa a la revolución venezolana también en
cuestiones de organización, de disciplina, de la experiencia en la
construcción de una sociedad nueva, de un modo de vida distinto.
EM.- Chávez está impulsando ahora el ALBA, un
proyecto contrapuesto al ALCA diseñado por el imperialismo
norteamericano. Debemos dar mucha importancia a ese punto. Un nuevo
tipo de relaciones políticas y económicas entre los países
latinoamericanos podría ejercer un poderoso atractivo para las masas
trabajadoras de esos países. En ese sentido nosotros defendemos la
necesidad de luchar por una Federación Socialista de América Latina,
cuyo primer embrión podría ser una Federación Socialista entre Cuba
y Venezuela. ¿Qué opinas de esa idea?
F. J. S.-
Efectivamente, estos acuerdos que se han suscrito entre Cuba y
Venezuela, en el marco del ALBA, plantean un proceso de integración
creciente y distinto al que se propone por los grandes intereses
monopólicos internacionales. Se privilegia más al ser humano, se
priorizan más las materias sociales y de beneficio popular y no las
reglas del comercio, del mercado, de la ganancia. Es una integración
donde se tienen en cuenta los niveles de desarrollo desigual de las
dos economías, complementándose mutuamente. El ALBA sólo está
empezando. Ese proyecto asombra no por lo que es en estos momentos,
sino por lo que potencialmente puede llegar a ser que es,
precisamente, una integración en una federación de dos repúblicas
socialistas, la de Cuba y Venezuela, que se convertiría en un polo
de atracción para el resto de los pueblos latinoamericanos, que se
convertiría también en un estímulo para el avance y la
radicalización de otros procesos revolucionarios en el continente
que podría materializarse en una Federación de Repúblicas
Socialistas de América Latina. Efectivamente, la unión de
toda América era el sueño de muchos próceres latinoamericanos: de
Bolívar, de Martí, de Morasán, del Che Guevara, de Fidel Castro...
Ha sido siempre el sueño de los pueblos latinoamericanos, pero que
no tiene nada que ver con la integración que se plantea por parte de
las burguesías nacionales, una integración para comerciar entre
ellas mientras nuestros pueblos siguen explotados. A la integración
de América Latina hay que darle un carácter de clase, debe ser la
integración para los pobres, para los trabajadores, para los
pueblos: no es la integración del MERCOSUR, de ALADI, o de otro tipo
de acuerdos regionales que son netamente comerciales, que son para
las burguesías y que no llegan realmente al pueblo. El MERCOSUR
quizá pueda convertirse en un contrapeso al imperialismo
norteamericano pero ni siquiera resuelve los problemas de
subdesarrollo y de dependencia con respecto al imperialismo, y mucho
menos resuelve los problemas sociales de la población
latinoamericana. Por supuesto, estos tratados comerciales
constituyen pasos de avance para contrarrestar la presencia
imperialista pero no son suficientes.
EM.- Una
pregunta en relación con las perspectivas para Cuba. Nosotros
pensamos que el proceso revolucionario en Cuba, a pesar de todos los
avances que ha significado, en cierta medida, todavía está jugándose
su futuro. Es decir, no hay una perspectiva en una sola dirección.
Aunque las conquistas son muy sólidas y la base social de la
revolución es clara, es evidente que una isla como Cuba, en un mar
capitalista, puede sufrir por el peligro -al menos ese es nuestro
punto de vista- de un retroceso, como ha pasado incluso en la ex
URSS y en los países del este... En ese sentido, está claro que uno
de los aspectos que pueden cortar el peligro de la restauración
capitalista es una revolución en otro país, el caso de Venezuela es
el más claro... ¿Cuáles son, en tu opinión, las medidas que
contribuirían a preservar y fortalecer las conquistas de la
revolución?
Yo creo que sería completamente
ingenuo pensar que la revolución cubana está garantizada de
antemano, por los siglos de los siglos, que es irreversible, que ya
no hay posibilidad de vuelta atrás. Pensando así desecharíamos
peligros que son reales, que son latentes. Es cierto que la
revolución cubana tiene una base muy sólida, tiene potencialidades,
tiene reservas revolucionarias y una experiencia que le ha servido
de mucho. Todo eso explica por qué no sucumbió cuando se produjo la
oleada de derrumbes de los años 90, eso explica la capacidad de
resistencia de la revolución y por qué puede continuar resistiendo
durante mucho tiempo. Pero Cuba sigue estando en una batalla. En
una batalla que es mundial, que es una batalla cultural, económica y
política entre dos sistemas, el socialismo y el capitalismo. Es una
batalla a ver quién vence a quién, y quién demuestra que es superior
al otro. Cuba, si no se produjesen otros procesos que la
acompañen, obligada a insertarse en este mercado capitalista tan
desigual, tan brutal y tan agresivo, se debilitaría frente a
tendencias hacia la restauración capitalista. En ese proceso hay
fuerzas que apuntan en sentidos opuestos, pero nada está decidido de
antemano. Es una batalla que hay que dar, porque si decimos: "no, ya
todo está garantizado, no hay que hacer nada" corremos muchos
riesgos... Hay que luchar para mantener la revolución cubana
porque hay peligros que la amenazan, y peligros dentro de ella
misma, que son producto de las mismas reformas de tipo capitalista
que se ha visto obligada a aplicar para sobrevivir y para poder
mantener sus conquistas sociales. Pero es cierto que eso ha generado
elementos nocivos propios del capitalismo que en Cuba se habían
erradicado durante más de 30 años. Hay sectores que entran en
contacto con este modo de producción capitalista. Hoy no podemos
decir que representen un peligro inmediato, pero en un futuro
podrían plantear abiertamente una restauración capitalista, y ése es
un peligro que tiene la revolución cubana. Además, las
potencialidades y las tradiciones que tiene el pueblo cubano para
resistir y para avanzar no significa que la revolución no tenga que
limar su imperfecciones y luchar por conseguir cosas que no se han
logrado todavía. Para eso es necesario que se extienda la revolución
socialista a otros países de América Latina y que profundicemos cada
vez más en nuestro modelo de democracia obrera, de democracia real,
efectiva, revolucionaria, popular y nuestro modelo de justicia
social, de distribución de la riqueza, que es un proceso en el que
nos encontramos actualmente... La batalla de ideas, los programas de
la revolución, forman parte de esa contraofensiva del socialismo
contra las reformas capitalistas que nos hemos visto obligados a
aplicar.
EM.- Entrando en un tema muy reciente, en
el que insistes mucho en los actos que estamos organizando: hace
unos días se supo de la detención del terrorista Carriles, que
participó en acciones brutales de sabotaje a la revolución. ¿Qué
valoración hacéis de esa detención y de las movilizaciones que se
han producido en Cuba para que fuera detenido y juzgado en
Venezuela?
F. J. S.- EEUU se vio obligado a
arrestar a Posada Carriles después de la tremenda presión desatada
por el pueblo cubano pero ahora maniobra para impedir su extradición
a Venezuela y limitar la acusación a "entrada ilegal en el
territorio norteamericano", un delito menor, para que después se
vaya libremente y no haya problemas. Hay que ver qué salida le
encuentran ellos a esto. Sin duda, Posada Carriles es uno de sus
hombres: lo han entrenado, lo han financiado y lo han protegido
durante los años 60 y 70, cuando hizo todos sus crímenes, todos sus
actos terroristas contra Cuba. Nosotros planteamos, el pueblo
cubano plantea, que la única salida justa, legítima y legal es la
extradición de Posada Carriles a Venezuela para que pague por los
crímenes que haya cometido, porque además tiene deudas con la
justicia allí. Se fugó de la cárcel venezolana, es un prófugo de la
justicia de Venezuela, y ésa es la única salida. De ese tema
quisiera destacar dos cosas: una es que ha sido precisamente la
presión popular y la campaña de movilización del pueblo cubano,
dirigida por el comandante Fidel Castro, la que ha llevado a que
EEUU se vea obligado a tomar esta medida. La otra es que Fidel, en
su denuncia y en las denuncias del pueblo cubano, no se
circunscriben sólo a acusar a Carriles y a Orlando Bosch de
terroristas y a exigir que paguen por sus crímenes. No, Fidel ha
dicho claramente que detrás de estos actos terroristas ha estado
siempre, y todavía está, el gobierno norteamericano, está la CIA,
está el FBI... que todo esto está detrás del terrorismo contra Cuba,
que son los que lo han financiado, que lo han estimulado y los que
lo siguen haciendo. Posada Carriles, Bosch y estos terroristas no
son más que la punta del iceberg, son el instrumento. Pero el
verdadero terrorismo contra Cuba se hace desde el gobierno
norteamericano, y de ahí la hipocresía y la doble moral en EEUU en
plantear la lucha contra el terrorismo, la cruzada contra el
terrorismo, cuando siguen financiando el terrorismo contra Cuba y
cuando mantienen en prisión a cinco jóvenes cubanos, a cinco
luchadores verdaderos contra el terrorismo, que son inocentes, que
los han acusado de espionaje, de asesinato, cuando ellos lo que han
hecho es estar infiltrados en estas organizaciones terroristas que
EEUU no impide que operen libremente en territorio norteamericano
para atacar a Cuba. Cuba se ha visto obligada a defenderse. Y con
todas las instituciones y medidas de seguridad que tiene EEUU no se
impide que se cometan estos actos contra Cuba. En esas
situación, Cuba se ha visto obligada a defenderse. Es por eso que
estaban infiltrados estos compañeros que contribuyeron a prevenir
muchas acciones terroristas contra Cuba. Resulta que esos compañeros
son apresados y son condenados en un juicio sumamente injusto, lleno
de irregularidades. En un juicio hecho en Miami, en un lugar donde
domina la mafia cubanoamericana, que controla el sistema penal, el
sistema de justicia. Fueron condenados a penas arbitrarias e
irracionales, a penas insólitas que atentan contra todo sentido
elemental de justicia y de racionalidad. En definitiva: cinco
jóvenes inocentes, dignos y luchadores contra el terrorismo, que
además son héroes de la república de Cuba que están condenados a
penas que oscilan entre quince años y dos cadenas perpetuas. Son
condenas sumamente duras. Además, han estado presos incluso también
en condiciones muy duras, infrahumanas; han sido aislados. Sin haber
cometido delito alguno se han ensañado con ellos, por ser cinco
jóvenes cubanos luchadores. A algunos se les impide que sus hijos y
esposa vayan a visitarlos en las cárceles. Se está negando un
derecho humano elemental que es que todo encarcelado, que todo
prisionero reciba la visita de su familiar. Son violaciones
flagrantes de los derechos de estos cinco jóvenes. Esa es una de las
luchas en las que está el pueblo cubano ahora, denunciando esa
colosal injusticia que se ha cometido con estos cinco jóvenes,
exigiendo que sean liberados y que sean devueltos a Cuba,
denunciando la doble moral que tiene el imperialismo en relación al
terrorismo.
EM.- ¿Sobre qué ideas estás
insistiendo en la gira que estamos realizando por todo el Estado
español?
F.J.S.- Aparte de los temas que ya hemos
tratado en la entrevista me he centrado también en explicar muchas
cosas de la realidad cubana que son tergiversadas, calumniadas,
ocultadas por los grandes medios y que la gente se asombra mucho al
escucharlas... Y en demostrar cómo Cuba, en las condiciones tan
difíciles en que se ha visto, en condiciones de crisis, ha logrado
mantener beneficios y conquistas sociales y populares que en países
del primer mundo, en países desarrollados, son hoy un sueño. Eso
demuestra en la práctica el potencial que tiene la economía
planificada y su superioridad sobre la economía capitalista, que a
pesar de los recursos que tiene y de su capacidad productiva, que
realiza muy anárquicamente, muy caóticamente y siempre en beneficio
de los poderosos y los burgueses, tiene a millones de pobres, tiene
a gente muriéndose de hambre, tiene a cantidad de gente en la
miseria más absoluta. Cuba demuestra cómo, con pocos recursos
y pese al acoso del imperialismo, pero gracias a la economía
planificada y socialista, se pueden garantizar una serie de
servicios sociales, de conquistas sociales mínimas y básicas para
todo el mundo. Si eso lo ha logrado Cuba en las condiciones
difíciles en que lo ha hecho, ¿qué no se podría lograr de un país,
digamos, como España, con los recursos que tiene, si se utilizaran
todos esos recursos y todas esas producciones en beneficio de todos?
Se eliminarían todos esos problemas sociales. He estado
insistiendo en eso y he estado insistiendo también en las
perspectivas para la revolución cubana, para la revolución
venezolana, de las cosas que hemos hablado en la entrevista, de los
peligros que existen, de las potencialidades que existen también
para su profundización, del proceso en el que se encuentra la
revolución cubana, de profundización mediante la batalla de ideas,
los programas de la revolución y de profundización de su modelo, de
su democracia revolucionaria, obrera, popular y de cómo, dentro de
esas perspectivas y dentro de los peligros que hay, la salida está
precisamente en la extensión de la revolución socialista mundial y
en la profundización de nuestra democracia obrera. Estas son, en
sentido general, las cosas en las que se ha insistido.
EM.- ¿Qué impresión te llevas de los compañeros
del Sindicato de Estudiantes, de El Militante y de la Fundación
Federico Engels, y en general de todos los que han participado en
los actos?
Una excelente impresión. Quiero
agradecer la invitación y la posibilidad que se me ha brindado de
poder participar en una campaña de solidaridad con las revoluciones
cubana y venezolana. Una campaña que contribuye a explicar los
procesos que se están dando en Cuba y Venezuela y a romper el cerco
mediático que existe sobre ellos. Esta campaña de solidaridad es de
gran ayuda para desmontar toda esa otra campaña, de mentiras y de
calumnias que hay sobre la revolución cubana y la venezolana.
He encontrado una acogida estupenda de los compañeros de El
Militante, de la Fundación Federico Engels, del Sindicato de
Estudiantes, de las agrupaciones del PCE, de IU, de CC.OO. que se
han sumado a la campaña también. Estoy muy contento, además, del
interés con que se ha tomado la campaña, con la seriedad con que lo
están haciendo y con el perfil revolucionario y político con que la
están llevando. De defensa de la revolución cubana ante los enemigos
imperialistas, ante los enemigos capitalistas, pero también ante
esos sectores de la izquierda progre, aparentemente democrática,
asimilados al sistema capitalista, que se suman a los ataques y
calumnias contra Cuba. El Sindicato de Estudiantes, la Fundación
Federico Engels y El Militante han mantenido una postura muy
correcta, siempre de defensa de la revolución cubana y de sus
conquistas.
EM.- ¿Cual es tu valoración sobre la
participación de la Fundación Federico Engels en la Feria de la
Habana, con libros de Marx, Engels, Lenin. Trotsky, Rosa Luxemburgo
y también obras marxistas de actualidad, de Alan Woods, Ted
Grant...? Nuestra impresión es que hay en Cuba un gran interés por
las ideas, por los acontecimientos que ahora mismo están sacudiendo
toda América Latina.
F. J. S. -Me ha parecido muy
buena la participación porque contribuye al debate sobre las ideas
del marxismo, del socialismo. Se aportan obras de los clásicos del
marxismo y de otros pensadores marxistas contemporáneos... Y lo
importante es que la Fundación no tiene el objetivo de hacer negocio
con la venta de libros marxistas. Es una organización comunista que
va a compartir su obras, sus libros, con los revolucionarios cubanos
y con los comunistas cubanos, en la búsqueda común de la
profundización del socialismo y de un mejor mañana para todos los
pueblos de todo el mundo. Y en ese sentido creo que es muy
importante la participación de la Fundación Federico Engels en La
Habana, la aportación de sus libros, de sus obras, y que pueda ser
conocida. Se ha visto el interés que hay en los cubanos por las
ideas del marxismo y del socialismo, que además son las únicas que
nos pueden salvar de la debacle que significaría para Cuba la
restauración capitalista. Las ideas marxistas han sido
fundamentales para que la revolución cubana sobreviviera y siguiera
avanzando en la búsqueda de un modelo de justicia social mucho mejor
y mucho más perfecto. En las ideas y en la lectura creadora, en el
debate creador, en el estudio de los clásicos de marxismo está el
futuro. No sólo las obras de los clásicos marxistas, sino también en
las obras de los pensadores marxistas cubanos, latinoamericanos:
Mella, Mariátegui, el Che... que también se unen a esta larga lista
de pensadores marxistas que tienen mucho que aportar cada uno de
ellos. Tenemos que estudiarlos pero no por una cuestión de capricho,
sino porque es una necesidad básica para la defensa de la revolución
cubana instruirnos cada vez más, estudiar cada vez más y debatir
cada vez más las ideas del marxismo desde un punto de vista
revolucionario.
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