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MASACRE EN EL PUENTE - Crítica a los medios
Por Santiago -
Tuesday, Jun. 14, 2005 at 8:48 AM
A tres años de la Masacre del Puente Pueyrredón. Crítica a los medios.
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MASACRE EN EL PUENTE - Crítica a los medios
* Debate con un periodista de Clarín.
* Los hechos, la semana después de la masacre.
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Debate - CLARINETE MILITAR
Debate con un periodista de Clarín
Como todos saben, los grandes medios de información
tergiversan la realidad y sirven de voceros del poder
de turno, silenciando cualquier reclamo o protesta
contra este sistema injusto. Por ejemplo, en la tapa
del diario Clarín del domingo 4 de julio de 2004 puede
leerse: "Plan para evitar que se tomen más comisarias"
y en la nota correspondiente encontramos perlitas
como: "no se van a tolerar más copamientos de
comisarías", "hay que actuar con profesionalismo",
"los piqueteros más violentos usan un palo con un
gancho en la punta, que supera por arriba a los
policías y al regresar los desgarra", "el límite es
la violencia", "La escalada de violencia enmarcada
en el fenómeno piquetero preocupa cada vez más a la
Iglesia. El principal temor de los obispos es que la
situación se vaya deslizando hacia la anarquía por
la falta de una respuesta desde el Estado que acote
las protestas a la posibilidad de manifestar sin
perjudicar a terceros y, sobre todo, sin derivar en
desmanes, como la toma de comisarías". Por
televisión y radio también hablan de "la escalada de
la protesta social". Lo que sigue es un debate con un
periodista de Clarín.
Santiago
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(Mensaje enviado a los periodistas de la nota
de tapa de Clarín del 4-7-04)
¿Recuerdan cuando la comisaría de El Jagüel fue
destruída por vecinos que protestaban por el
secuestro y asesinato de Diego Peralta? En ese
secuestro, como en tantos otros, había policías
implicados. Probablemente los mismos policías que
protegieron al puntero Jorge Bogado, quien en
febebro de 2002 asesinó de un tiro a Javier
Barrionuevo, militante del grupo de trabajadores
desocupados Aníbal Verón. Cuatro meses después
acurriría la masacre de Avellaneda, que Clarín
titularía "La crisis causó dos nuevas muertes".
Un título impersonal y abstracto, ideal para diluir
responsabilidades. Abstracta también era la ambigua
foto elegida para la tapa, que no mostraba nada
porque estaba movida.
Y a pesar de tanta muerte sembrada por el gobierno,
Clarín y sus redactores insisten en pedir más
represión, como si las 1500 personas asesinadas por
la policía en los ultimos 20 años no fueran
suficientes. ¿Por qué hablan todo el tiempo de
"escalada piquetera"? ¿Por qué destacan el vidrio
roto y tapan la muerte de un ser humano? ¿Cuál es la
"legítima defensa" contra el hambre? Claro, seria
mejor morirse de hambre quieto, sin "perjudicar a
terceros" y en lo posible, fuera de la vista del
otro, porque eso afea la ciudad.
Los obispos temen que vayamos hacia la "anarquía"
pero no ven la muerte que genera esta democradura.
La libertad se conecta en paralelo y no en serie
como pretenden curas, políticos y empresarios.
Todas las libertades empiezan y terminan al mismo
tiempo. No puedo ser libre si todos los que me
rodean no son libres; la libertad del otro, lejos
de limitar mi libertad, la prolonga hacia el
infinito.
Por supuesto que Hadad, Grondona y otros ideólogos
derechistas también reclaman mano dura pero lo del
grupo Clarín (que compite con Página/12 para ver
quien adula más al gobierno) es preocupante por su
llegada masiva y la predilección en el empleo de
eufemismos que atenuan el accionar criminal de la
policía. Así, cuando alguien protesta contra una
injusticia, hablan de "escalada" y "violencia" pero
cuando hay muertes por hambre o represión, eso es
"natural" y va en tipografía cuerpo 7 para que no
se lea. Rara vez indagan sobre las causas de la
"violencia".
"No vamos a reprimir pero tampoco vamos a tolerar
que se tomen mas comisarías" dicen los políticos
con el visto bueno de los periodistas. Parece un
reciclaje de la teoría de los dos demonios,
esperemos que no sea así.
Santiago (7-7-04)
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Estimado Santiago:
Comparto algunas cosas de las que decís, pero la
mayoria de ellas no. Comparto que fue equivocado el
título aquel sobre los dos asesinatos, como también
es cierto que si un fotógrafo de Clarín no hubiera
fotografiado los asesinatos y Clarín no las hubiera
publicado, jamás se hubiera sabido que eran policías
los que mataron a Kosteki y Santillán. Estuve sobre
el tema en esos días y fue difícil, porque el
gobierno sostenía la versión de la policía de que se
habían matado entre ellos. Pero por suerte se pudo
conocer la verdad.
Creo que Clarín y los que laburamos en el diario,
tenemos aciertos y errores. Pero no comparto eso de
que pedimos represión. Agarrá los diarios del domingo
posterior al asesinato del oso Cisneros, y comparalos
con otros medios. Yo trabajé personalmente en esa
edición y estoy muy orgulloso del resultado de un
trabajo hecho bajo presión y cuando ninguna fuente
te da un dato concreto y confiable sobre como fueron
las cosas.
Creo también que algunos muchachos piqueteros
aprovechan el hambre, la desocupación y el sufrimiento
para hacer política, y que eso esta mas allá de tus
opiniones, de las mias y del autoritarismo de los
sectores de derecha. Ojalá todo esto se pueda resolver
en la Argentina. Que el país vuelva a tener equidad
social y que no tengamos más muertes que lamentar.
Un saludo y gracias por el mensaje.
Fernando González [periodista de Clarín] (8-7-04)
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Fernando:
Gracias por leer y contestar a mi crítica.
El asesinato del Oso Cisneros es un buen ejemplo de
como actuan los medios. Lo que más destacaron fueron
las piedras justicieras contra la comisaría pero no
el alevoso crimen contra Cisneros. Hizo falta que
alguien muriera para publicar algo que viene pasando
hace rato, como son los aprietes y las amenazas con
custodia policial.
Con respecto a la Masacre de Avellaneda, si mal no
recuerdo, los hechos sucedieron un miércoles al
mediodía y Clarín recién publicó las fotos el viernes,
luego de una multitudinaria marcha y cuando ya todos
sabían lo que había pasado. No menos importante fue
el aporte de periodistas que no trabajan para los
grandes medios pero sí difunden los conflictos
sociales.
Es cierto que los muchachos piqueteros hacen política,
como también la hacés vos al escribir para Clarín,
o yo al criticarte, o la señora de la esquina que
pide más policía o el pibe que grafitea "yuta puta".
¿Acaso los piqueteros solo tienen derecho a comer
pero no están autorizados para pensar? ¿Quién puede
decir que no hace política? Podríamos distinguir a
los profesionales de los que no lo son, y en primer
lugar cuestionar a los que más cobran; pero esto es
harina de otro costal. Saludos,
Santiago (9-7-04)
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Santiago:
Último comentario. Aquel miércoles dimos un par de
fotos de los asesinatos, pero sin especificar en los
epígrafes que que hechos se trataba. Y eso fue porque
de los 10 rollos de fotos que se sacaron y se
recibieron después de las ocho de la noche, no se
pudieron analizar con detenimiento el material que se
tenía.
Las fotos más claras, que después sirvieron para
esclarecer quien lo habia hecho, se analizaron a la
madrugada y se dieron en el diario del día siguiente
(que se hizo el jueves y se publicó el viernes). Fue
un trabajo en caliente y yo estoy contento de que
Clarín haya resuelto publicarlas.
Cuando el diario decidió darlas, la marcha todavía no
había ocurrido. Esto es lo que te puedo contar desde
adentro porque vi el proceso.
Celebro que podamos discutir vía mail de estos temas
y te mando un abrazo.
Fernando (13-7-04)
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Fernando:
Si vos tenés que revelar unas fotos en el boliche de
la esquina y tardan un día, vaya y pase; pero que el
grupo Clarín sea incapaz de hacer esto en menos de un
día es poco creible. No importa la hora exacta en que
los jefes del diario terminaron de seleccionar las
fotos; lo que ocurrió en los hechos fue que el pueblo
salió a la calle antes de que Clarín publicara dichas
fotos. Y esa demora de Clarín, ese titular y la
volanta "No se sabe aún quienes dispararon contra los
piqueteros" benefició claramente a los autores
materiales e ideológicos de la Masacre de Avellaneda.
La línea editorial de Clarín, al igual que la de
muchos otros medios, no es neutral ni arbitraria.
Cuando hay un conflicto social lo tergiversan o
silencian. En cambio, a los voceros de la mano dura
nunca les falta espacio para explicar sus políticas
represivas, que luego del maquillaje periodístico se
leen como "de seguridad". El paso siguiente es asociar
el delito a cualquier protesta y luego instalar esta
consigna en la opinión pública para intentar legitimar
la futura represión.
Una forma de no permanecer anestesiados por los
grandes medios es informarnos a través de las distintas
agencias periodisticas independientes sin fines de
lucro y saliendo a la calle ante las injusticias,
aunque el gran diario "no sepa de donde vinieron los
tiros" o crea que el autor de un asesinato sea
"la crisis".
Santiago (15-7-04)
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Santiago:
Si querés pensar que todos somos fascistas en este país,
allá vos. Lo lamento.
Fernando (16-7-04)
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Fernando:
Penúltimo comentario. Lo que yo pueda pensar no tiene
demasiada relevancia, lo lamentable es que en este
país, rico en alimentos, la mitad de la población
pase hambre; y habiendo tantas cosas por hacer, haya
más de un 20% de desocupación. Esto no pasa porque sí,
sino que hay responsables.
Hoy en día, hablar de nazis y bolcheviques, puede
llevar a la confusión. Hubo mutaciones, alianzas,
reformas, vínculos, engendros, etc. El marketing de
la política profesional constantemente inventa
productos nuevos con envases llamativos (que a veces
ocultan viejos productos) para captar más clientes.
Por todo esto, es complejo intentar explicar como
funciona la política y es fácil caer en
simplificaciones del tipo "todos somos fascistas".
Hasta ahora nunca mencioné a los fascistas, pero que
los hay, los hay.
Saludos,
Santiago (19-7-04)
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[*] El periodista de Clarín no respondió
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LOS MÁRTIRES DE AVELLANEDA
Maximiliano Kosteki de 22 años y Darío Santillán de 21 años
fueron asesinados por el gobierno el miércoles 26 de junio
de 2001. Los dos adherían a la Cordinadora de Trabajadores
Desocupados (CTD) Aníbal Verón, que ese día reclamaba por
pan, trabajo y mejores condiciones de vida. Al igual que
en otras ocasiones, la CTD se desplazaba en forma pacífica
hacia el puente Pueyrredón que une a la Capital Federal
con el partido de Avellaneda, hasta que las provocaciones
de los agentes de policía vestidos de civil dieron la
excusa para empezar la masacre. Apoyados por la Prefectura
y la Gendarmería, los esbirros de la organización armada
más grande del país (43.000 uniformados) comenzaron a
ametrallar al pueblo con balas de plomo y de goma, lanzando
gases lacrimógenos indiscriminadamente y repartiendo palos
a diestra y siniestra. Además de los dos jóvenes asesinados,
decenas de piqueteros fueron gravemente heridos por los
disparos de la policía, que luego se dedicó a secuestrar
personas aunque se encontraran a más de 10 cuadras del
puente, sumando casi 200 los detenidos sin ninguna causa.
El ensañamiento continuó incluso en un local partidario
de Izquierda Unida donde los esbirros bonaerenses entraron
a patadas, tiraron gases lacrimógenos y dispararon a corta
distancia contra manifestantes que se habían refugiado allí.
No contentos con eso, los policías también ingresaron por
la fuerza en una casa de familia. Mientras tanto, en la
estación Avellaneda, Maximiliano Kosteki agonizaba luego
de recibir un itakazo de la policía en el tórax. Darío
Santillán se encontraba a su lado, tratando de reanimarlo.
Pero en ese momento apareció el comisario mayor Alfredo
Luis Franchiotti, que apuntó con su itaka y le disparó
por la espalda. Antes de morir, mientras se desangraba,
Darío fue arrastrado cruelmente por los verdugos
uniformados y finalmente, ya sin vida, fue arrojado sobre
una camioneta policial.
Nos mean y la prensa dice que llueve
Al día siguiente de la masacre de Avellaneda los medios
masivos de incomunicación realizaron una monumental tarea
desinformativa. El diario Clarín tituló en su tapa: "La
crisis causó 2 nuevas muertes" y en la parte inferior
publicó una foto movida y confusa. Por su parte el titular
del diario La Nación decía: "Dos muertos al enfrentarse
piqueteros con la policía". La foto principal mostraba a
la policía en primer plano y de espaldas, en una actitud
pasiva, como observando estáticamente a los piqueteros.
En ambos diarios se emplearon eufemismos para atenuar el
accionar criminal de la policía. En el caso de Clarín no
se entiende porqué eligieron una foto ambigua y poco clara
en la tapa del jueves y recién dos días después de la
masacre publican las fotos importantes a modo de primicia,
cuando ya todo el mundo sabía que la policía era el autor
de los crímenes. Para Clarín, la crisis fue la que mató a
dos personas anónimas. La elección del término "muerte" no
es casual ya que tiene connotaciones pasivas o naturales;
uno muere de viejo o por alguna enfermedad. Lo correcto
aquí sería hablar de asesinato, porque una persona
(Franchiotti) disparó contra otra (Darío) que tenía toda
una vida por delante. Con respecto a la palabra "crisis"
es impersonal y abstracta, y diluye las responsabilidades.
No fue la crisis la que mató, sino la policía bajo las
órdenes del poder político. En cuanto a los números, son
muchas más que dos las víctimas que provoca este sistema
si tomamos en cuenta a los que pasan hambre y no pueden
acceder a una covertura médica.
La Nación también insiste en hablar de muertos en lugar
de asesinatos, no aclara de que lado estaban estos dos
"muertos" e induce a pensar que los piqueteros atacaron a
la policía sin razón, "la enfrentaron", cuando en realidad
fue la policía (en un rol activo y no pasivo) la que
reprimió violentamente a los piqueteros.
En ninguno de los dos diarios se menciona el reclamo de
la CTD, cediendo la mayor parte del espacio a los voceros
policiales y gubernamentales. Este pequeño análisis de
dos diarios no pretende dar cátedra sino aportar algunas
herramientas que ayuden al lector desprevenido a no ser
lobotomizado por los medios y evitar que una nueva teoría
de los dos demonios se instale en la sociedad.
Lágrimas de cocodrilo
Lo primero que balbucearon el jefe de gabinete, Alfredo
Atanasof, y el secretario de seguridad interior, Juan José
Álvarez fue que en Avellaneda se habían disparado los
piqueteros entresí. Dos días después, cuando la versión
oficial se daba de patadas con la realidad, los altos
funcionarios optaron por dar su más sentido pésame por
los crímenes cometidos por sus mercenarios policiales.
Pocas veces se ha visto semejante hipocresía y cinismo.
Lo que no comprenden estos adictos al poder es que no
sirve de nada remover a las cúpulas represoras mientras
en la institución policial siga vigente la idelogía de
la última dictadura militar. Y lo que es más importante:
la situación no mejorará mientras persistan las
desigualdades sociales, no haya trabajo, ni salud, ni
educación.
Santiago (4-7-02)
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Tapa del diario Clarín del 4 de Julio de 2004, luego del asesinato de Cisneros
Por Santiago -
Tuesday, Jun. 14, 2005 at 8:48 AM
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