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DIEZ MIL PERSONAS RECORDARON LA MASACRE DE RIO TURBIO
Por reenvío agencia walsh -
Wednesday, Jun. 15, 2005 at 9:44 AM
En una muestra más de unidad entre trabajadores ocupados y desocupados, unas diez mil personas exigieron en la Plaza de Mayo el esclarecimiento de los asesinatos cometidos hace un año contra los 14 mineros en uno de los yacimientos ubicados en la ciudad santacruceña de Río Turbio.
“Cada lucha de un compañero ocupado será acompañada por nosotros los desocupados”, afirmó el titular de la Coordinadora de Unidad Barrial (CUBa), Oscar Kuperman. La frase sintetizó el espíritu y la concreción de la multitudinaria movilización que decenas de organizaciones de trabajadores en lucha y movimientos piqueteros efectuaron hoy en la Plaza de Mayo.
Cada dirigente exigió juicio y castigo para los responsables de la desaparición de los 14 mineros producida el 14 de junio de 2004, en uno de los yacimientos de Río Turbio, lugar que desde su privatización no contaba con las medidas mínimas de seguridad para operar. El blanco elegido fue el empresario Sergio Tasselli, mezcla de Yabrán y Hadad kirchnerista, que ha logrado extender sus tentáculos no sólo en Santa Cruz, sin en varias empresas ubicadas en el resto del país, que se destacaron por su producción y hoy luchan por subsistir.
Fue así que al grupo de mineros llegados desde la Patagonia, se le sumó otro proveniente de Aceros Zapla, una de las empresas símbolos de San Salvador de Jujuy que Tasselli ha sabido vaciar. Lo mismo que la láctea Parmalat, cuyos obreros además de pelear contra la patronal, debieron enfrentar a las patotas de la burocracia sindical.
También estuvieron los trabajadores del Bauen, que antes de llegar a la Plaza pararon frente a la Legislatura Porteña para exigir la expropiación definitiva del hotel que recuperaron, y que hoy deben defender ante el embate de la ex patronal que pretende volver al lugar que dejó caer sin importarle el destino de cientos de empleados.
En Plaza se mezclaron delegados de subterráneos, del Hospital Garrahan, trabajadores telefónicos, los padres de Diego Lucena, el joven asesinado por la policía en Isidro Casanova, docentes que llegaron desde Neuquén y los principales dirigentes piqueteros con sus respectivas organizaciones.
Desde el improvisado escenario montado a espaldas a la Casa de Gobierno, Juan Cruz Daffunchio, del MTD Aníbal Verón, prometió: “si todo sigue igual en julio apretaremos el acelerador. Se lo advertimos al presidente Kirchner, eso es lo que vamos a hacer”, exclamó.
Gustavo Giménez, del MST Teresa Vive, también recordó a Raúl Castells, detenido por el presunto delito de extorsión. “Aunque no coincidamos en muchas cosas, no puede estar detenido, se tienen que acabar los presos políticos del gobierno de Kirchner”, enfatizó.
Pasadas las 4 de la tarde, las columnas se desconcentraron ante la atenta mirada de los policías de civil y los integrantes de la guardia infantería que aguardaban una orden que jamás llegó.
Agencia Walsh
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