Julio López
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los caminos de la libertad
Por mariano pacheco - Friday, Jun. 24, 2005 at 7:37 PM
marianopacheco9@hotmail.com

Nota en homenaja a Darío Santillán, en el tercer aniversario de su asecinato



…Yo suplicaba, mendigaba un signo, enviaba al cielo mis mensajes; y no había respuesta. El cielo ignora hasta mi nombre. A cada minuto me pregunto lo que podía SER yo a los ojos de Dios. Ahora se la respuesta: nada. Dios no me ve, Dios no me oye, Dios no me conoce… ¿Ves ese vacío por encima de nuestras cabezas? Es Dios ¿Ves esa brecha en la puerta? Es Dios. La ausencia, es Dios: Dios es la soledad de los hombres.

(El diablo y el buen Dios. Jean Paul Sartre)


LOS CAMINOS DE LA LIBERTAD

POR: Mariano Pacheco… L.O.M.J.E
(Frente Popular Darío Santillán)

El frío del invierno suele ser inquebrantable. Sin embargo, ese 26 de junio, un leve rayo de sol se paseó ante nuestras miradas. La mirada de Yolanda, de Dina, de Ismael…. La mirada aquella, abrigadora como rayo de sol en pleno invierno, de los hombres y mujeres que no se resignan. Bellos ojos que atesoran sufrimientos y desdichas, pero también esperanzas y alegrías.
En estos días se cumple el tercer aniversario de las jornadas de lucha que culminaron en “La Masacre de Avellaneda”. Recuerdo aquel miércoles 26, por la noche, cuando salí
de la conferencia de prensa que realizamos con La Verón, en Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. En la puerta del local me encontré con muchos cumpas conocidos, que comenzaban a juntarse allí, para movilizarse hacia Plaza de Mayo. Se decía que mucha gente estaba yendo para allá.
Yo preferí marcharme: estaba agotado tras la jornada del día. La fiebre, que se había apoderado de mí todos los días previos, volvía nuevamente. Fue entonces cuando doble la esquina y me fui...
- ¿Mariano?
- Sí!
- ¿Que haces boludo! Viste la tele?
- No, todavía estoy en la calle.
- Lo mataron a Darío, boludo!
La voz del cumpa estalló en llanto del otro lado del teléfono celular. De este lado, yo seguía caminando, con paso acelerado. Quedé mudo, no entendía bien de que me estaba hablando.
- ¡A Darío, boludo. Estos hijos de puta lo mataron al “Cabezón”!
- Fuerza, compañero. Hay que tener fuerza! Guardé el teléfono en el bolsillo y seguí caminando. Estaba como flotando en el aire y no sentía las piernas: me encontraba aturdido. Sentí que un extraño frío me recorría el cuerpo.
¿Será como el frío del invierno el que se siente segundos antes de la muerte? Difícil saberlo ¿Será como un escalofrío el instante previo?
Escalofríos y mas, sentimos esos días, cuando la muerte impuso su rostro entre nosotros. La muerte…
El silencio, el vacío, el olvido, la ausencia. La muerte es el lugar del no lugar, que se nos impone a todos, irremediablemente, siempre. Tarde o temprano nos toparemos con ella, es cierto. Pero también lo es que, no es lo mismo morir a los 80, que ser asesinado a los 20 años.
¿Será desolador el silencio y el vacío? Darío Santillán se topó súbitamente con ellos. Se convirtió materialmente en una ausencia, aunque su cara en las paredes y banderas lo transformaron rápidamente en permanentemente presencia. Así logró vencer al olvido; al menos por ahora, logró triunfar en la batalla.
¿Habrá visto la muerte? No pudo ver la bala del remate. No pudo ver cara a cara a su verdugo. Pero: ¿la habrá visto a ella en su mas cruda presencia?
Es absurdo que su porvenir le haya sido robado justo en ese momento: a los 21 años; en pleno auge de su vida militante; cuando junto a Claudia -su compañera- planeaban una vida el uno en compañía del otro.
El porvenir le fue arrebatado de sus manos y ya nada, ni nadie, podrá hacer algo al respecto. Todas sus posibilidades quedaron aplazadas, definitivamente. Depende ahora de todos y cada uno de nosotros, y de muchos otros, que el olvido no triunfe en el combate; que la memoria no sea letra muerta en papeles del pasado, sino grito de guerra en el presente y proyectándose hacia un porvenir.
Tenemos confianza, a pesar de todo, en que un futuro mas digno, justo, solidario, es posible de conquistar para la humanidad. Tenemos confianza en el movimiento de los hombres hacia su liberación. Estamos convencidos de que, con ejemplos como el de Darío, es posible avanzar en la construcción de una humanidad socialista. Y tenemos confianza, sobre todo, porque su ejemplo no es individual, sino el mas claro exponente de un tipo de acción que es colectiva; y se multiplica.
En la medida en que existan en el país y en el mundo, mujeres y hombres con férrea voluntad de lucha, la transformación revolucionaria no se nos presentará como utopía, sino que se impondrá como posibilidad.
En cada voz que se revele; en cada puño que se alce; en cada cuerpo solidario que se ponga en movimiento -como lo hicieron antaño los cuerpos de Maxi y de Darío- para que el mundo no continúe como está, hayamos una esperanza que no es espera sino acto ejemplificador.
Ejemplo que se expresa en los actos cotidianos de Yolanda, de Mirta, de Dina, de Zulema, de Diego, de Gerardo, de Oscar... de los miles de hombres y mujeres que hoy expresan una realidad que evita que la muerte de nuestros mártires haya sido en vano.
Darío, Maxi y los héroes y mártires de la historia, estarán junto a nosotros, no en un cielo inteligible, sino en la realidad mundana de nosotros, y de muchos otros, mientras continuemos, firmemente, paso a paso, transitando los caminos de la libertad.

Maximiliano Kosteki participaba activamente en el MTD de Guernika. Darío Santillán era militante del MTD de Lanús, integrante de la Coordinadota de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón (hoy MTD Aníbal Verón en el Frente Popular Darío Santillán).
Ambos fueron asesinados el 26 de junio de 2002, luego de que una feroz represión se desatara sobre los Movimientos populares que intentaban cortar el Puente Pueyrredón, en Avellaneda.
El operativo de aquel día fue llevado adelante por una coordinación de todas las fuerzas de represión, bajo el mando político del entonces Presidente Duhalde y su equipo de Gobierno.
Exigimos juicio y castigo a los responsables políticos y no solo a los autores materiales, como sucede en el actual juicio (para mas información: http://www.masacredeavellaneda.org).

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