La marcha de la economìa mundial.
Por EL MILITANTE -
Sunday, Jul. 03, 2005 at 12:02 PM
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Economía mundial |
El tiempo se está
acabando |
Autor : Michael
Roberts Fecha : ( 30-Junio-2005 ) Categoria : Economía
|
etrás
de todo el optimismo de Bush, Blair, etc., sobre la salud del
capitalismo mundial, los analistas más serios están preocupados. En
su informe semianual, la Organización para la Cooperación Económica
y el Desarrollo (OCDE), que representa a los 26 países más ricos del
mundo, anunció que reduce sus perspectivas para todas las economías.
La OCDE también prevé que el déficit por cuenta corriente
estadounidense continúe aumentando, alcanzando casi los 900.000
millones de dólares o el 6,7 % del PBI en 2006.
El
economista jefe de la OCDE le dijo al Financial Times: “No estamos
diciendo que mañana por la mañana sea el juicio final... pero como
los ajustes de los desequilibrios globales son relativamente lentos,
corremos el riesgo de que se produzca un accidente. Ahí es donde
estamos. El tiempo se está acabando, los números cada vez son más
grandes, grandes, grandes”.
La OCDE anunció que el
crecimiento del PBI real en su zona sería del 2,6 % este año frente
al 3,4 % del año pasado. También se esperaba que el crecimiento del
comercio mundial se desacelerase hasta el 7,4 %, frente al 9,4 % de
2004. Por supuesto que la situación todavía es buena para el
capitalismo, pero estas perspectivas rebajan los pronósticos
anteriores de la OCDE publicados el pasado mes de octubre. Ellos ven
que EEUU todavía está creciendo a un buen ritmo, un 3,6 % este año,
pero Japón sólo ha conseguido un 1,5 % y la zona euro apenas ha
superado el 1 %. El resultado podría ser aún peor.
En
la zona euro todo es sombrío. El crecimiento económico en la zona
euro ha caído al 0,5 % en el primer trimestre de 2005. En Alemania
no hay crecimiento en absoluto, mientras que el desempleo continúa
por encima del 10 %.
Schroeder en Alemania está
haciendo el último intento desesperado para mantenerse en el poder.
Sufre la presión de la izquierda de su partido para que implante
recortes en los beneficios y está bajo la sombra del electorado
porque no ha conseguido reducir el desempleo y es más difícil para
la población conseguir algún subsidio social. El feudo de la clase
obrera de Westfalia-Renania del Norte votó en las elecciones
regionales para echar a los socialdemócratas por primera vez en
cuarenta años. La respuesta de Schroeder no ha sido cambiar su
agenda proempresarial, sino amenazar con elecciones anticipadas que
seguramente supondrán el regreso de los partidos de las grandes
empresas, los demócrata cristianos y la Unión Social Cristiana de
derechas, con su apenas disimulada política racista, antiinmigrante
y antiturca.
Las cosas van poco mejor para Chirac y
sus seguidores de la derecha en Francia. En el referéndum sobre la
constitución de la UE sufrió una derrota, la población francesa votó
contra la agenda proempresarial y antiobrera encerrada en las
propuestas absurdamente burocráticas de la UE. Ha supuesto el final
de Raffarin como primer ministro y el resurgimiento de la izquierda
del Partido Socialista Francés. El desempleo en Francia también está
próximo al 10 %.
Los estrategas capitalistas en
Francia no tienen ninguna explicación de por qué no hay crecimiento.
El gobernador del Banco de Finlandia y miembro del Banco Central
Europeo, Erkki Liikanen, está asombrado: “No tengo respuesta.
¿Crecerá la zona euro este año? Está por ver. Lo veremos”. ¡Muy
útil!
El argumento habitual de los economistas
capitalistas es que la razón de que Europa no crezca es porque
tienen un sector público demasiado grande y mucho dinero que gastar
en beneficios para los enfermos, desempleados y en las pensiones. Lo
que se debe hacer es adoptar el modelo anglosajón. Eso significa
reducir los impuestos a las grandes empresas y los ricos como un
“incentivo para la inversión”. Eso significa reducir los subsidios y
pensiones para los trabajadores y los pobres como un “incentivo para
el trabajo”.
Se puede ver cómo funcionan los
incentivos bajo el capitalismo: “es la zanahoria para aquellos que
ya tienen zanahorias ¡y el palo para los que ya han recibido golpes!
Los ricos son más apreciados y los pobres menos.
Los
expertos capitalistas dicen que podría ser injusto pero que la
sociedad más desigual e injusta del modelo anglosajón funciona
porque consigues crecimiento económico más rápidamente y eso
beneficia a todos. Por esa razón EEUU y Gran Bretaña pueden crecer
un 3 % al año y tener un empleo por debajo del 6 %, mientras que
Japón y Europa crecen menos del 2 % y tienen una tasa de desempleo
del 10 % (al menos en Europa).
Esta idea de
capitalismo puede tener un duro desenlace. La economía británica
está en problemas. Creció sólo un 0,5 % en el primer trimestre de
este año. La producción industrial ha caído a una tasa cercana al 1
%. Sabemos que las ventas en las tiendas han dejado también de
crecer. Las familias británicas ya no gastan tanto (el crecimiento
del gasto ha pasado del 5 % el año pasado a sólo el 2 % actual). Eso
no es sorprendente cuando las personas ven que el valor de su
principal activo, su vivienda, el año pasado retrocedió. Al mismo
tiempo, el Banco de Inglaterra ha subido los tipos de interés del
3,5 % al 4,75 % en los últimos dieciocho meses. El préstamo es
demasiado caro.
Gordon Brown debería estar
preocupado. Continuamente pronostica que la economía británica
crecerá este año más de un 3 %. Tendrá suerte si crece un 2 %. Esta
tendencia a la baja del crecimiento económico significa que el
desempleo comenzará a subir. En realidad, el número de los que han
solicitado los subsidios de desempleo lleva tres meses consecutivos
creciendo (a pesar de todos los esfuerzos del gobierno de poner
obstáculos en el camino de todo aquel que lo necesite).
La subida de los tipos de interés, la caída de los
precios de las viviendas, la desaceleración del gasto familiar, el
incremento del déficit comercial con el resto del mundo y el repunte
del desempleo, eso es la economía británica. También es un paradigma
para el resto del mundo anglosajón, sobre todo para EEUU.
El Finalcial Times recientemente hablaba de una
perspectiva menos atractiva para la eurozona. Y añadía: “En
contraste, la perspectiva para la economía estadounidense, a la luz
de las últimas ventas al detalle y los números de las nóminas no
agrícolas, parece más robusta. Pero eso sólo nos lleva a otro
rompecabezas. Si la perspectiva para la economía estadounidense, y
de este modo para los beneficios empresariales, es tan buena, ¿por
qué los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense son sólo
un 4,1 %, una cifra que parece baja en términos reales y nominales?
No es extraño que los inversores estén confundidos”.
Un rendimiento bajo de los bonos significa que los
inversores no tienen confianza en que el crecimiento económico sea
sostenido. En su lugar, piensan que la economía se encamina a la
desaceleración y esperan beneficios más bajos para sus inversiones.
En todas partes (incluido EEUU) las encuestas de
confianza del consumidor y las empresas indican un descenso. El
índice de confianza de la revista Chief Executive en EEUU caía 16,8
puntos hasta situarse en mayo en 146,8, su peor resultado en más de
un año y su caída más grande desde que se comenzó a realizar la
encuesta en octubre de 2002. La confianza del consumidor continua
cayendo.
Hasta el momento, con las ventas de casas en
EEUU alcanzando un nivel record y los precios aumentando un 15,1 %
cada año ¾ el mayor aumento
de precios en 25 años o desde 1980
¾ , no es de extrañar que los estadounidenses continúen
gastando. Pero el tiempo se está acabando.
El banco
central estadounidense, la Reserva Federal, ha estado subiendo de
manera sostenida los tipos de interés. Ya hay síntomas de que los
beneficios empresariales han tocado techo y están comenzando a caer.
Lo más significativo es que el auge económico de los últimos tres
años no ha beneficiado a los trabajadores norteamericanos. En la
zona euro los salarios reales (los salarios descontada la inflación)
están cayendo. Pero también están cayendo en EEUU, a pesar del
aumento del empleo y del fuerte crecimiento. Los beneficios del
crecimiento se los están llevando las grandes empresas en beneficios
y reducción de impuestos.
El economista jefe de
Merrill Lynch, el gran banco de inversiones, David Rosenberg,
predice un declive de la economía estadounidense porque: “¿cuántos
de ustedes saben que casi el 60 % del crecimiento del empleo el año
pasado se ha producido entre los que tienen 55 años o más? ¿Por que
estas personas se aferran a sus empleos más de lo normal? Porque
necesitan los ingresos”.
Pero las personas de mi
edad, en la última parte de los cincuenta, no pueden trabajar otros
25 años. Finalmente, necesitarán pensiones y ayudas. Y ese es
precisamente el terreno que quieren recortar las grandes empresas y
el gobierno de derechas en EEUU. La administración Bush está
haciendo planes para diezmar la seguridad social y el sistema de
pensiones. Las grandes empresas están intentando acabar con el
sistema de pensiones y reducir los subsidios médicos para los
trabajadores, la única conquista que queda de las muchas que
consiguieron los trabajadores organizados en las empresas
estadounidenses. Un seguro médico adecuado en EEUU cuesta ahora más
de 1.000 dólares al mes.
La OCDE anunció que esperaba
que el déficit comercial que tiene EEUU con el resto del mundo
alcance el año próximo los 900.000 millones de dólares, más de 2.500
millones de dólares al día. El resto del mundo pronto no estará
dispuesto a financiar esa cantidad para mantener a flote a la
economía estadounidense. Sólo China puede mantener esta situación.
Puede que no ocurra este año, pero este gran
desequilibrio se encamina hacia el crack. Sólo podría corregirse con
una profunda caída del dólar (pero eso significaría que Europa y
Japón entrarían en recesión económica) o que la economía
estadounidense se deslice hacia el crecimiento cero (y esto serían
malas noticias para Gran Bretaña, Japón y Asia, en particular).
Probablemente sea una combinación de los dos resultados.
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