Bulgaria : triunfo de la izquierda.
Por EL MILITANTE -
Tuesday, Jul. 05, 2005 at 2:54 PM
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Elecciones en Bulgaria |
Victoria de la
izquierda |
Autor : Adrián
Sánchez Fecha : ( 05-Julio-2005 ) Categoria : Internacional
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n las
pasadas elecciones del 25 de junio en Bulgaria, el Partido
Socialista Búlgaro (BSP, antiguo Partido Comunista) ganó las
elecciones al frente de una coalición de izquierdas en la que se
incluye al actual PC. El hasta ahora primer ministro (el ex – rey
Simeón II que cuando ganó las elecciones prometió “hacer ricos a los
búlgaros en 800 días”) ha sido desalojado del poder sufriendo una
humillante derrota (se ha quedado en el 19%) como castigo a su
política de contrarreformas capitalistas como incluso reconocía el
hasta ahora ministro de Asuntos Exteriores a la CNN: “Hemos pagado
el precio político por la dolorosas reformas que hemos tenido que
llevar a cabo para ingresar en la OTAN y en la Unión Europea”.
Una pensionista búlgara, al ser entrevistada en El País del
pasado 25 de junio, afirmaba que no podía sobrevivir con pensiones
tan míseras y que “sólo con el ingreso en la Unión Europea podría
tener una pensión y un nivel de vida occidental”. Desgraciadamente,
nada más lejos de la realidad. En el contexto de crisis general del
capitalismo y de crisis actual de la propia UE, se está
desarrollando un proceso de recortes para asegurar los beneficios de
los capitalistas que amenazan la jornada laboral, los salarios, la
carestía de la vida o el seguro de desempleo, y no en países como
los orientales sino en ¡Francia y Alemania!, los hasta ayer vivos
ejemplos del “estado del bienestar” patrocinado por los dirigentes
sindicales y socialdemócratas. ¿Qué podríamos esperar de Bulgaria
aunque fuese miembro de la Unión Europea? Más y peor, la
continuación de las medidas que impone el Capital para asegurar su
tasa de beneficios a costa de empeorar las condiciones de vida de la
clase obrera.
Victoria de la izquierda:
perspectivas
Desgraciadamente, aunque el BSP ha
ganado las elecciones porque representa a los ojos de muchos
trabajadores y pensionistas búlgaros las ventajas sociales de la
economía planificada, sus dirigentes están a años luz de ofrecer las
soluciones que se necesitan para acabar con la miseria, la pobreza y
la inseguridad arrastrada tras la restauración capitalista. Su
objetivo declarado ahora es un gobierno de “unidad nacional” para
emprender las contrarreformas y ataques necesarios que les abran las
puertas a ingresar en la UE, aunque también habrá que ver hasta que
punto esto es posible en el contexto de la actual crisis
comunitaria. Tras conocer su victoria, el dirigente socialista
Stanishev afirmó que “la izquierda tiende la mano a todas las
formaciones democráticas del nuevo parlamento” para “realizar la
prioridad nacional que es la adhesión a la Unión Europea”. La
desilusión después de quince años de “democracia” es patente: la
abstención ha superado el 46% mientras en los anteriores comicios
sólo llegó al 32%. Y es que, según las últimas noticias incluso los
dirigentes socialistas podrían pactar con el ‘partido del Rey’, como
se conoce en Bulgaria al partido ‘Movimiento Nacional de Simeón II’.
Esto demuestra la completa bancarrota de los antiguos dirigentes
estalinistas y su total aceptación de la restauración capitalista y
sus reglas. Además, la Comisión Europea ya ha presionado para la
rápida formación de un nuevo gobierno que acelere las reformas
necesarias para el ingreso en la UE (previsto para el 1 de enero de
2007), anunciando que si no las cumple retrasará la ampliación un
año más. Es decir, el nuevo gobierno seguirá atado de pies y manos
al Capital y sus exigencias.
No hay solución
posible bajo el capitalismo
El BSP ha vencido sin
duda por aparecer ante gran parte de las masas como “los
comunistas”, repitiendo una situación que se ha dado con frecuencia
en muchos países del Este de Europa, como Alemania oriental o
recientemente Moldavia, en la antigua Unión Soviética.
Desafortunadamente, esta situación tiene una doble cara: los
gobiernos electos de los antiguos PC realizan la misma y salvaje
política que los partidos de derechas reafirmando el proceso de
restauración capitalista y todos los efectos que éste ha conllevado
para la clase obrera de los antiguos países estalinistas:
desmantelamiento de la educación y la sanidad, pensiones de miseria,
inflación, bajada sin precedentes del nivel de vida, salarios bajos
para la mano de obra empleada en las multinacionales inversoras,
etc… Es la consecuencia de los intereses privados de los dirigentes
“ex-comunistas”, estos burócratas de la vieja nomenclatura que
hacían discursos citando a Lenin y “en defensa de la patria
socialista” mientras se enriquecían y engordaban sus privilegios a
costa del proletariado, y que en 1989-1991 fueron los primeros en
saquear la propiedad de la clase obrera privatizando las empresas
estatales y convirtiéndose en capitalistas. Si entendemos esto
entenderemos el porqué de esta situación tan funesta para los
intereses de las masas en los países del Este. Comprenderemos porque
estos elementos se encuentran firmemente asentados en la lógica
capitalista y por ello no ofrecen ninguna alternativa realista para
solucionar los problemas del proletariado. Sin duda hay
numerosos trabajadores en Bulgaria y otros países del Este que miran
hacia los partidos comunistas y sus sucesores ante la desilusión y
odio que provoca el capitalismo. Es un síntoma el crecimiento de sus
votos y apoyos en los últimos años en diversos países como la
República Checa o Alemania Oriental. En estos países los
trabajadores han pasado por la experiencia del estalinismo, que
demostró que la economía planificada “necesita la democracia como el
cuerpo humano el oxígeno”, en palabras de Trotsky. Después de quince
años desde la caída del estalinismo también han comprobado como los
actuales dirigentes de los PC y sus sucesores han aplicado las
mismas políticas que las formaciones burguesas y han visto como se
desvanecían todas las promesas de “una vida mejor” bajo el
capitalismo. Esto permanecerá en la conciencia de los trabajadores y
les ayudará a sacar conclusiones revolucionarias. Si como vemos los
dirigentes no tienen alternativa y se limitan a defender el
capitalismo y sus terribles reglas, la base debe armarse con el
programa del marxismo y retornar a Lenin, para luchar por la
economía planificada bajo su control democrático y así construir una
sociedad en la que primen resolver las necesidades sociales y no los
bolsillos de una minoría de parásitos.
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