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El G8 comienza en su jaula de oro
Por Miguel -
Thursday, Jul. 07, 2005 at 5:27 PM
treku02@yahoo.co.uk
Escocia recibio ayer el G8 con bloqueos de carreteras y protestas que durante varias horas mantuvieron en jaque la seguridad y el funcionamiento de la cumbre
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El G8 comienza en su jaula de oro
Los presidentes de ocho de los países más poderosos del mundo, alias el G8, comenzaron ayer en Gleneagles sus exclusivas reuniones. Estas serán decisivas en fijar durante los próximos años la producción, comercio y distribución de las riqueza de este planeta. En los ultimos días estas personas han lanzado una serie de mensajes a la opinión pública para lavar su imagen, abrumada por las multitudinarias protestas en Escocia y el resto del mundo. Tony Blair ha dicho que la ayuda al tercer mundo aumentará en el futuro y George W. Bush se ha atrevido a admitir que 'el causante del cambio climático tiene un factor humano'. Lo cierto es que si estás leyendo este artículo desde un país del tercer mundo o del hemisferio Sur, o simplemente no eres parte activa de su sistema, bien por efecto o bien por defecto, tienes muchas posibilidades de quedarte sin nada.
Gleneagles Hotel, un castillo-palacio escocés de grandes dimensiones con un magnífico campo de golf acogió ayer a los altos mandatarios y a sus delegados con todo su esplendor y lujo. Blair, Putin, Chirac, Bush, etc disfrutaron en su primer día de cumbre de las buenas maneras y la cordialidad del personal del hotel y del banquete ofrecido por la reina de Gran Bretaña en su honor. Fuera de ahí, fuera de su fortaleza, la situación fue muy diferente. 5000 personas acudieron a comunicarles un mensaje bien alto y bien claro: No son bien recibidos.
La jornada comenzó muy pronto para las fuerzas del orden. A las tres de la mañana la policía anti-disturbios acudió a reprimir una manifestación en Stirling, la localidad más grande cercana a Gleneagles donde muchos de los activistas anti-G8 se han organizado en un eco-campamento. Un Burger King, un banco y coches particulares fueron atacados. También se lanzaron piedras a las ventanas de algunas de las casas que se cruzaron en su camino. Varias horas después se produjeron los primeros cortes de carreteras y lineas de tren en los nudos de comunicación entre Gleneagles y Stirling, y entre Stirling y Edimburgo. A las 8.30am la autopista M9 estaba totalmente cortada al Norte de Stirling por un gran contingente de fuerzas anti-disturbios, hasta 40 furgonetas contamos en el lugar. Los bloqueos de carreteras continuaron durante toda la mañana y mediodía y durante algunas horas una parte de Escocia quedó al borde del colapso. Una periodista de una emisora comercial preguntó en un momento de su entrevista a un responsable de la policia si 'todo lo que estaba ocurriendo era señal de que habían perdido el control de la situación'. Muchos de los delegados que debían acudir a la cumbre, necesarios para el funcionamiento de la misma, fueron retenidos por los bloqueos durante muchos minutos en sus hoteles y autobuses.
La periodista Alison Rowatt, The Herald (Glasgow), ha escrito en su crónica del día de ayer que llegar a Gleneagles en uno de los autobuses fletados por la organización de la cumbre les costó cuatro horas, cuando normalmente el viaje es de sólo una hora y media.
Los activistas que acudieron a la manifestación de protesta a las afueras del Hotel Gleneagles no lo tuvieron más fácil. Hacia las diez de la mañana la jefatura de policía decidió suspender la manifestación en Gleneagles argumentando que debido a la multitud de cortes de carretera la policá había re-situado gran parte de los 11.000 efectivos con que contaba (la mayor operación policial de la historia del Reino Unido). Los autobuses que debían salir desde Edimburgo fueron retenidos por la policía, lo que dió lugar a una protesta espontánea que volvió a cortar Princes Street, la avenida principal de la ciudad. Horas más tarde la manifestación en Gleneagles fue oficialmente autorizada de nuevo, aunque los agentes situados en las barreras de control de las carreteras siguieron diciendo a la gente que hacia allá se dirigía que la manifestación había sido cancelada. Nuestra furgoneta fue parada en un control a pocos kilómetros de Gleneagles. El policía en cargo del control nos preguntó retóricamente hacia donde ibamos. Cuando se le dijo que nuestro destino era la manifestación nos dijo: 'no hay ninguna manifestación, ha sido cancelada'. Nosotros le respondimos que no era verdad, que había sido re-autorizada. Sin más argumentos en su defensa el policía se echó a reir, como un niño que ha sido cazado después de una travesura, y nos dejó pasar. Patetico.
Además del engaño sobre la autorización de la manifestación, la policía utilizó todo tipo de actividades al borde de la legalidad para retener y detener a muchos de los autobuses y coches particulares que se dirigían a la manifestación. Paradas, registros y grabaciones de los ocupantes de los vehículos fueron moneda común del dispositivo policial. La diputada del parlamento escocés Carolyn Leckie fue detenida el día anterior cuando se dirigía a la protesta en Dungavel, el centro de detención de inmigrantes al sur de Glasgow, por negarse a ser registrada.
En Gleneagles, la manifestación transcurrió sin incidentes hasta que llegados muy cerca del perímetro de seguridad, un grupo de varios cientos de personas saltó sobre un campo de cereal hasta una zona menos protegida por la policía. Algunos de los personas que habían ocupado el sembrado pacíficamente comenzaron a lanzar piedras a los policías situados en el interior del perímetro de seguridad, echaron abajo varias vallas y penetraron unos metros dentro del recinto. La policía, tan sólo unos decenas de anti-disturbios con varios perros, cargó y logró echarlos aunque las piedras lanzadas hacia ellos les hizo detenerse al borde del vallado. A continuación varios helicópteros Chinook del ejército británico transportaron hasta la zona varios centenares de refuerzos que mediante varias cargas desalojaron a los manifestantes del sembrado.
182 personas fueron arrestadas ayer y según los medios de comunicación oficiales 29 policías resultaron heridos. Personalmente esto me parece imposible, a menos que por heridas se cuenten las rozaduras en los pies o la afonía producida por los gritos de ´Move back!!!, Move back!!!´que lanzaron durante sus cargas. Yo fui testigo de los enfrentamientos en Gleneagles y la inmensa mayoría de los activistas que se encontraban en el campo de cereal no opusieron ninguna resistencia durante las cargas. Casualmente uno de las 'bajas' ha sido atribuida a George W Bush. Este chocó con un policía después de perder el control de su bicicleta, y lo mandó al hospital con una lesión en el tobillo. La detención de Bush no se ha producido de momento. Seguiremos atentamente el tema en las noticias.
A pesar de las detenciones de centenares de activistas durante los últimos días, los bloqueos y acciones contra la cumbre del G8 continuan hoy en Escocia. Para información actualizada sobre estos:
http://www.indymedia.org.uk/en/actions/2005/g8/
manifestacion en Gleneagles
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ataque al vallado del hotel
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grupo de activistas se aproxima al vallado
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la policia a punto de cargar
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