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EEUU EL PAIS QUE ASESINA Y ENCARCELA PERIODISTAS
Por Pascual Serrano -
Monday, Jul. 11, 2005 at 8:39 PM
Los ciudadanos de los EEUU son los peor informados del mundo.
El último periodista asesinado fue por tropas norteamericanas y el último encarcelado fue en Estados Unidos
Pascual Serrano
Rebelión
El último periodista asesinado en el mundo fue el iraquí Yasser Salihee. El pasado 24 de junio fue tiroteado por un soldado estadounidense en uno de esos ya tristemente famosos retenes militares de la muerte que pueblan Iraq.
Un disparo en la cabeza acabó con la vida de Salihee, quien apenas tenía 30 años de edad. Salihee trabajaba como corresponsal especial de la estadounidense Knight Ridder News Service y había descubierto una serie de indicios que bien podrían poner al descubierto una red de escuadrones de la muerte en acción en Iraq, entrenados por las tropas de ocupación estadounidenses.
El artículo de Salihee publicado en el Philadelphia Inquirer se titulaba, reveladoramente: "¿Campaña de ejecuciones en Iraq?".
Pocos días después, el 7 de julio, un juez norteamericano ordena el ingreso en prisión de la periodista de The New York Times Judit Miller. Su delito fue no declarar su fuente ante el jurado que investiga la filtración gubernamental que reveló la identidad de una agente secreta de la CIA. El principio básico de protección de las fuentes es uno de los pilares de la libertad de prensa.
De este modo, Estados Unidos, quien suele arrogarse como principal defensor de la libertad de prensa, vuelve a liderar la lista de países que asesina y encarcela periodistas.
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Por gorvachot -
Tuesday, Jul. 12, 2005 at 7:14 PM
EE.UU. asesina en Iraq a periodista que descubrió escuadrones de la muerte
Eduardo Lliteras
Un tiro en la cabeza pone fin a la vida de Yasser Salihee, quien publicó un artículo en EE.UU. sobre el asesinato sistemático de sunnitas a manos de la policía iraquí.
El periodista iraquí Yasser Salihee fue asesinado el pasado 24 de junio. Su muerte casi pasó desapercibida y se sumó a las decenas de periodistas asesinados en Iraq por las tropas de Estados Unidos desde que Bush invadió a ese país de Medio Oriente.
Salihee fue asesinado, según las informaciones publicadas en los Estados Unidos y en Europa, por un soldado estadounidense en uno de esos ya tristemente famosos retenes militares de la muerte, que pueblan Iraq.
Un disparo en la cabeza acabó con la vida de Salihee, quien apenas tenía 30 años de edad. La muerte de Salihee podría pasar por un "infortunado accidente" (versión oficial de los incontables asesinatos realizados por los soldados de ocupación de Estados Unidos) si no fuera por un artículo suyo aparecido pocos días antes en el Philadelphia Inquirer.
En efecto. Salihee trabajaba como corresponsal especial de la estadounidense Knight Ridder News Service.
Y había descubierto una serie de indicios que bien podrían poner al descubierto una red de escuadrones de la muerte en acción en Iraq, entrenados por las tropas de ocupación estadounidenses.
El artículo de Salihee publicado en el Philadelphia Inquirer se titulaba, reveladoramente: "¿Campaña de ejecuciones en Iraq?".
El periodista iraquí había descubierto el sistemático asesinato de iraquíes sunnitas. Sospechosos, según las autoridades de ocupación, de colaborar o militar en las filas de la guerrilla iraquí.
Los asesinados habrían sido detenidos por cuerpos especiales de la policía iraquí, adiestrados por militares estadounidenses (y armados con equipo especial), los que estarían operando como verdaderos pelotones de ejecución extrajudiciales. Es decir, como los escuadrones de la muerte creados por Estados Unidos en el pasado en Centroamérica.
Salihee había descubierto, a través de una amplia investigación periodística, que los cuerpos de los sunnitas asesinados presentaban una serie de patrones comunes (como torturas y tiro de gracia en la cabeza) que indican que hay un grupo de asesinos operando en Iraq con la venia de los militares estadounidenses y del Gobierno pelele iraquí.
El periodista iraquí dio a conocer lo que había descubierto. Dijo que los ejecutados habían sido todos esposados a la espalda, torturados (con descargas eléctricas y golpes) y después ejecutados con un tiro en el cráneo.
Salihee pudo saberlo gracias a sus contactos entre los médicos de la morgue en Bagdad, quienes le revelaron la sospechosa aparición de decenas de cadáveres en las condiciones mencionadas después de haber sido detenidos por la policía iraquí.
Al menos 30 casos de este tipo fueron descubiertos por Salihee en una semana.
El periodista iraquí se había ganado la confianza de sus fuentes gracias a que él también había trabajado y trabajaba (en sus tiempos libres) como médico en Iraq, intentando salvar alguna de las innumerables muertes que ha provocado la guerra llevada por Estados Unidos a ese país.
Sin embargo, Yasser Salihee no podrá continuar con sus investigaciones porque una bala, certeramente disparada por un soldado estadounidense contra su cabeza, le segó la vida cuando manejaba su auto en su día de descanso.
Salihee debía ese día pasar a recoger a su hija (de apenas dos años) y a su mujer, Raghad, quien trabaja como médico en Bagdad.
En Estados Unidos algunos colaboradores del periodista iraquí le rindieron homenaje póstumo y dieron a conocer algunos de los pormenores y detalles de la muerte (asesinato, más bien) de su colega y corresponsal en Iraq.
El ejército estadounidense, como siempre, ha dicho que está investigando. Podemos, desde este mismo momento, predecir el veredicto: "No hubo culpa alguna en el soldado estadounidense. Disparó porque se sintió amenazado. Salihee no respetó el alto dado por el retén. Manejaba demasiado rápido. Estaba oscuro".
Este tipo de respuesta ha sido dada cada vez que las tropas de ocupación han asesinado, con premeditación y alevosía, a un periodista en Iraq. Son ya incontables los casos. De muchos de ellos nos hemos ocupado y los hemos denunciado puntualmente.
Salihee se suma a la triste lista de los caídos mientras Bush, Rumsfeld y Condoleezza Rice llevan a cabo su desesperada guerra sucia en Iraq para intentar frenar la insurrección iraquí contra su ilegal ocupación militar.
Los periodistas independientes, no enrolados en el sistema de boletines oficiales de guerra de EE.UU. (embedbed), no tienen cabida en ese horror que atenta contra las libertades que Estados Unidos ha dicho querer llevar, supuestamente, en Iraq a lomos de metralla.
Descanse en paz Yasser. Tristes días tiene por delante su familia.
http://www.cubaperiodistas.cu/000_INFO/texto82.htm