Julio López
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Festival ANTI - BUSH!!!
Por Juventud Socialista MST-UNITE - Friday, Sep. 23, 2005 at 10:19 AM
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Gran Festival Contra Bush en Argentina! 10 bandas 10

Festival ANTI - BUSH...
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Gran Festival contra la visita del genocida mundial a la Argentina, tocan 10 bandas 10 y habrá mesas de publicaciones, stencil, serigrafía para tus remeras, pintura en vivo y mucho, pero mucho más! Sábado 24 - 20 hs. ex-distrito militar (Trabajo Social - Cine) entrando por la diagonal o 10 y 62.
Tocan: Atmospheria - Clover Sucks - Del Revés - Media Estación - Reimond - Resonancia Magnética - Psicovendetta - Señor Tomate - The Loosers - Trastornados

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Sé Careta!
Por yo te ví - Friday, Sep. 23, 2005 at 10:23 AM

J. boludo fuiste a escrachar y te escracharon a vos! usa careta antes!

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EN LA CALLE septiembre 2005
Por OSL (A) - Friday, Sep. 23, 2005 at 12:05 PM

EN LA CALLE órgano de difusión del anarquismo organizado.
N°56 septiembre de 2005.
Argentina.


Editorial.

Sostenemos que la construcción de una estrategia popular revolucionaria debe poner su acento en la construcción de poder popular y no puede desperdiciar esfuerzos militantes en el calendario electoral burgués.
Pero el rechazo que los y las anarquistas manifestamos ante las elecciones de octubre, y las elecciones de cargos en la estructura del Estado, es la lucha frente al Estado y al sistema capitalista.
Los y las anarquistas no estamos a priori en contra del acto de elegir.
De aquí se desprende un análisis que pasa del superficial llamado a anular el voto, o a no concurrir a las urnas o a votar en blanco simplemente como una cuestión de principios y nos obliga a reflexionar sobre el problema de fondo.
El Estado no es un Estado abstracto que representa a todos los habitantes del país imparcialmente. Es un Estado que expresa las relaciones de fuerza en la sociedad dividida en clases. Es la herramienta central del ejercicio del poder de la burguesía.
Así como la democracia no es un sistema neutro. La democracia es el régimen político que no sólo no cuestiona al capitalismo sino que lo desarrolla con todas sus variantes posibles. La democracia es la dictadura de la burguesía. Y las democracias latinoamericanas encima están controladas por el imperialismo.
Y el sistema de partidos no es democrático. Los partidos políticos burgueses son una empresa dentro del sistema capitalista. Se relacionan con las multinacionales, reciben apoyo financiero y cuadros técnicos y de mando de las cámaras empresarias, son empresarios la gran mayoría de los propios senadores y diputados que “invierten” en la “carrera” política. Sin mucho dinero un partido político no funciona. Sin dinero no existen en los medios masivos de difusión, que instalan agendas de discusión. Sin dinero no tienen campañas, ni estructura, ni militantes.
La fecha de elecciones genera ese espacio que de antemano limita dónde se discute y como debe expresarse la política en este sistema.
Para hacer política, para decidir e incluso para protestar están las elecciones. Esa es la farsa que rechazamos los y las anarquistas.
Esto no quiere decir que las elecciones nos resulten indiferentes ni que no debamos intervenir en consecuencia con nuestra propuesta política.
El gobierno nacional, que ha sabido desplegar una política de bombero apagando los incendios sociales que consumieron a su antecesor navega igualmente en aguas de tormenta.
Construye consensos en la medida en que resuelve demandas populares parciales, por sector, y satisface algunas expectativas. Mientras, no ataca el núcleo central de un sistema de injusticias que no sólo no revierte sino que profundiza. ¿Cómo revertir la desigualdad, la miseria de la amplia mayoría de la población, la exclusión y la muerte sin ir directamente en contra de sus responsables? ¿Cómo enfrentar a esos responsables si no es de la única manera en que hay que hacerlo, atacando sus ganancias, expropiando sus riquezas en beneficio del pueblo?
Este gobierno sólo es capaz de seguir expropiando a los trabajadores el producto de su trabajo, a la infancia su futuro, a los abuelos y las abuelas su vida.
Pero algo es cierto, para gobernar necesita de base social y de mayoría en el Estado. Ambos son equilibrios difíciles. Con acuerdos, medidas progresistas, beneficios materiales y a caballo de cierta identificación popular con una cultura política peronista que no acabo de desaparecer, ha conseguido que una porción del movimiento social no lo enfrente y a lo sumo esboce un apoyo con criticas. Para el movimiento popular opositor ni agua.
Conseguir mayoría parlamentaria también es un trabajo delicado que requiere tragar mucha mugre, dejar expuesto que se acuerda con quienes se critica en aras de no hundirse. Sellar pactos miserables para seguir manteniendo a todos los parásitos, de los que el propio gobierno forma parte y que aspiran a perpetuarse en los negocios del Estado y viven a costillas del pueblo.
Este juego es una operación que se maneja con las reglas del capitalismo y que utiliza la violencia y la extorsión, que engendra mafias y que carece de otro principio que no sea el de ganar el cargo ¿Qué perspectivas se ofrece a las alternativas políticas que trabajan por una sociedad mas justa? Ninguna. Hipócritas seríamos si alimentáramos alguna esperanza en las elecciones que la burguesía prepara y controla.
Las elecciones de ningún modo son el único momento en que el pueblo puede expresarse políticamente y mucho menos la única forma en que puede actuar en política.
El sistema se ha desacreditado por consecuencia de sus propios crímenes e injusticias, imposibles de ocultar. Y las elecciones son el momento en que cínicamente los burgueses nos dicen, si hay algo malo cámbialo ahora.
Pero nuestra política no se desprende del hecho de no ir a elecciones. Mas bien el rechazo de la farsa electoral es consecuencia de nuestra concepción política de construcción de poder en el corazón de la clase trabajadora.
Una pila de votos anulados o ausentismo no nos da una dimensión de la fuerza de las organizaciones revolucionarias que llamamos a no votar. Esa dimensión esta dada en el grado de organización, de conciencia y de enfrentamiento anticapitalista de las organizaciones sindicales, sociales y de las mayorías populares.
Nuestra lucha no esta en las urnas sino que se da en las comisiones internas y en los sindicatos frente a los capitalistas, en los barrios generando poder local, en los centros de estudiantes, en las manifestaciones que adquieren una cultura de la resistencia y de la revolución.
Y cabe aclarar por último que los y las anarquista no estamos absurdamente en contra de elegir. De hecho los delegados obreros anarquistas han sido designados por sus compañeros y sus compañeras de trabajo para cumplir un mandato, así como los referentes barriales son encomendados por las asambleas para una tarea específica, del mismo modo en que en una discusión que no se resuelve por consenso una asamblea puede decidir ir a votación.
Estamos enfrentados a un sistema mentiroso y criminal, que dice participación cerrando puertas, que habla de igualdad en medio de atroces diferencias, que promete un futuro que nunca llega. Y levantamos esa resistencia cuando demostramos que no hace falta votar para echar a un presidente. Pero hace falta mucho mas que votar para construir ese mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones y que aquí y ahora le vamos dando forma y contenido.


ENFRENTEMOS AL IMPERIALISMO CON EL PODER DE LA CLASE OBRERA.

La burguesía controló la crisis económica derivada de la bancarrota que dejó su propia voracidad neoliberal tras las presidencias de Carlos Menem (1989-1999) y de Fernando De La Rua (1999-2001). Pero no la resolvió. Mientras que se profundizó la concentración de capitales, la mentada “distribución de la riqueza” es una frase decorativa en el doble discurso del presidente Néstor Kirchner, para alegría del reformismo nacionalista cada vez que sale de campaña.
La brutal devaluación de la moneda del gobierno de Luis Duhalde (2002-2003) permitió que las empresas beneficiadas con la nueva relación pesos-dólares reiniciaran un ciclo de exportaciones.
Mayor ingreso en el cobro de impuestos y regalías a las empresas por las exportaciones y el ahorro que significa unos salarios pulverizados, permitieron al gobierno negociar un acuerdo de pagos de la deuda externa criminal con el Fondo Monetario Internacional.
Pero para sostener la continuidad de los pagos al FMI y en definitiva la propia supervivencia del proyecto burgués dependiente, el gobierno tiene que garantizar que la reactivación económica se convierta en un crecimiento sostenido. Esto se logra con inversiones de capitales con los que el país no cuenta y que necesariamente tienen que venir del extranjero.
Por eso cobran una importancia estratégica el superávit comercial, el superávit fiscal y el refinanciamiento de la deuda.
Superávit comercial significa que el país recibe mas dinero por lo que exporta que lo que gasta por importaciones.
El dinero es una mercancía sujeta a la oferta y la demanda. Si nadie compra dólares su precio cae y entonces los grandes exportadores pierden ganancias. El Estado interviene en el mercado como comprador de dólares para mantener el precio en tres pesos. Garantiza el sostenimiento de la ganancia de los monopolios.
El superávit fiscal es que el Estado gasta en salarios, subsidios y jubilaciones mucho menos de lo que recauda en impuestos.
El superávit fiscal del año 2004 se debe a las retenciones a las exportaciones de granos y petróleo pero sobre todo a un ajuste en el gasto publico que ronda el 20% respecto de 2001 (salud, educación, asistencia social). Sostener este superávit es una de las exigencias de los organismos internacionales como garantía de que la Argentina pueda pagar durante el 2006 u$s 12000 millones.
“En apenas tres años, entre 2002 y 2004, la Argentina acumulo un superávit comercial de casi u$s 45000 millones, de acuerdo a las cifras del INDEC. Y de ese total las reservas del Banco Central aumentaron en u$s 4384 millones, menos del 10%.”
A pesar de tanto recaudo mas de la mitad de ese dinero se siguió evaporando como en los tiempos menemistas. Las multinacionales generan sus ganancias en Argentina y envían el dinero a sus casas matrices en el extranjero. Y u$s 9500 millones se llevaron los organismos de crédito internacional.
Este intercambio desigual mantiene a la Argentina en la dependencia y el atraso científico técnico donde los principales resortes de la economía y los recursos naturales son propiedad de los monopolios expoliadores sin fronteras.
Hoy la deuda externa total representa alrededor del 85% del PBI mientras que el 2001 era del 57%. Los nuevos bonos de deuda garantizan una tasa de interés dos veces y media mas alta que la tasa internacional. Este país asegura un buen negocio a la especulación financiera internacional. Kirchner cacarea frente a los fondos buitres como buena gallina.
Pero si el contexto macro económico es favorable ¿por qué las empresas multinacionales y los monopolios no invierten su dinero en Argentina?
¿Se puede hablar de un nuevo modelo país sin enfrentar al imperialismo y quebrar la dependencia económica que nos ahoga?
Este es el papel que nos reserva el ALCA. Esta es la inserción en el mundo que nos garantizan la burguesía, su gobierno y sus aliados reformistas.
El proyecto que encabeza Néstor Kirchner forma parte de la renovación y el reacomodo de la banda de delincuentes enquistada en el Estado que vive a expensas del pueblo trabajador. Figuras que se reciclan y que se cobran viejas deudas al modo de la mafia. La mafia de Duhalde se alió y enfrentó en su momento a la patota menemista. Hoy le toca a Kirchner pelear por la sucesión.
Si Menem fue hijo de la ola mundial de la revolución conservadora que se alzaba triunfante de la guerra fría, Kirchner vive la contradicción de tener que rendir cuentas a las resistencias populares que voltearon gobiernos indeseables como figuras de ajedrez.
Kirchner es el enemigo burgués con el ropaje de izquierda. Su verdadero proyecto está en esos intendentes, funcionarios, senadores, gobernadores, todos maquillados y reciclados como el mimo supo hacerlo. El manejo a antojo del dinero del Estado para el proyecto político personal en beneficio propio mientras garantice la dictadura de los burgueses sobre los trabajadores y el pueblo pobre.
En el gran Buenos Aires viven quince millones de personas, diez millones de votos, diez millones de personas pobres.
A este proyecto se sumo la burocracia piquetera que espera beneficios propios en nombre de la lucha popular. Todos tienen excusas para no perderse una porción del reparto. Mucha oposición también se estructura recién cuando los funcionarios dejan de abrirles las puertas de sus despachos.
Por eso es vital el manejo de fondos. Porque la política en definitiva para la lacra que vive del trabajo ajeno es un negocio y los que vivimos en los barrios números, encuestas y estadísticas a mejorar.
Las elecciones de octubre son centrales para este gobierno porque le permitirá estructurar una nueva relación de fuerzas para avanzar en las exigencias de los capitalistas.
Pero no sólo el gobierno esta interesado en octubre. Muchas fuerzas de izquierda orientaron su política a la coyuntura de las urnas haciendo los anecdóticos llamamientos recíprocos entre sordos. “La construcción de una estrategia popular revolucionaria debe poner su acento en la construcción de poder popular y no puede desperdiciar esfuerzos militantes en el calendario electoral burgués, momento de legitimación de las democracias controladas por Washington” señalábamos en la editorial pasada, reafirmando nuestra posición histórica respecto al parlamentarismo. Y este es un punto que divide aguas en los sectores más dinámicos de la clase trabajadora.
En este contexto el movimiento obrero sigue levantando la pelea por el salario y las condiciones laborales. El sector privado prácticamente logro una recomposición salarial respecto el 2001. Los y las trabajadoras que producen las fabulosas ganancias de las automotrices, empresas de energía, telecomunicaciones, alimentación, bancos, etc., saben que hay dinero y salen a pelear el aumento.
El sector estatal esta atravesando una lucha salarial tendiente a recomponer su salario. En algunos casos este reclamo es reconocido por las patronales y el gobierno accediendo a la negociación paritaria. Y acá es donde interviene la burocracia sindical como socia privilegiada de la patronal y el gobierno para evitar el desborde del reclamo salarial.
Esta lucha reivindicativa todavía no logra pasar a un plano político (solo en casos aislados), que cuestione hacia donde va el superávit fiscal y las ganancias de los monopolios, que rechace el pago a la deuda externa, que impulse la derogación de las leyes flexibilizadoras, la reducción de la jornada y la eliminación del trabajo en negro.
Poco a poco se busca dar forma organizativa, aún incipiente, que acumule fuerzas para que la clase obrera no solo cuestione sino dispute poder a la burocracia.
Si la crisis económica no está resuelta es porque apenas se trata de una de las manifestaciones de la crisis total de este sistema político y cultural.
La lucha reivindicativa no solo es económica. La libertad, el desprocesamiento de los compañeros/as detenidos y la lucha contra la criminalizacion de la protesta social son ejes firmes tomados por las organizaciones sociales y el movimiento popular en forma unitaria, coordinando campañas y acciones. Esta es la única garantía de arrancar a los compañeros/as detenidos de las cárceles del Estado. Esto se desarrolla en un marco en que el gobierno, cumpliendo ordenes de EEUU, intenta imponer las llamadas “leyes antiterroristas”, que solo sirven para encarcelar a todo el que lucha.
Como vemos, por un lado, el imperialismo subsiste imponiendo su política de dominación no solo en Argentina, en toda Latinoamérica. Pero así mientras intenta avanzar sobre derechos civiles, recursos naturales y financieros, explotación económica y opresión politica se da de bruces con la firme resistencia popular. La lucha del pueblo boliviano en la defensa de sus recursos naturales con el protagonismo de los trabajadores/as nos muestran un camino.
El 5 de noviembre está previsto que llegue el presidente de EEUU a nuestro país a participar de la IV Cumbre de las Américas. Debemos garantizar desde cada lugar de trabajo, en el barrio, en las escuelas y universidades y un claro repudio al terrorismo imperialista.
Las fuerzas revolucionarias hemos condenado a los burgueses al tacho de basura de la historia. Y no habrá condenado que aguante.


Control Social: los gobiernos y sus drogas.

LA PASTA TIENE QUIEN LE CANTE (y la banKe).

Un dato alarmante se mantiene relegado en la oscuridad de las estadísticas oficiales: entre 1994 y 2005 se triplicó la mortandad adolescente. Mueren hoy tres veces más chicos y chicas que hace tres décadas. Esto es solo una cara de la moneda cuya correspondencia es el hecho de que el 90% de esas muertes son evitables.(1)
Que el consumo de drogas y alcohol estén vinculados con 7 de cada diez de esas muertes, nos introduce en la realidad cotidiana, tan cruel y tan concreta, que solo en el conurbano bonaerense afecta a unas 400 mil personas. Y es adentrarse también en la complejidad de los factores que se conjugan en el estado de las cosas en nuestros barrios.
Hábitos de consumo, posturas frente a la despenalización, concepciones diversas sobre la moral y la libertad nunca pueden apartarse del narcotráfico, el lavado de dinero y –lo que ocupa esta sección- el control social.

COMPLETTE CONTROL.
El “retorno a la democracia” alfonsinista trajo consigo un halo de euforia y optimismo. La participación iba de la mano de un incipiente destape y el auge de la marihuana a escala masiva. Eran tiempos de encuentros y, sobre todo, de reencuentros; “los colores volvían” a las calles como los exiliados de la triple A y de la dictadura militar, y el porro era la droga ideal. Por su naturaleza y forma de consumir (compartiendo, en ronda) y por la desinhibición que produce, fue una suerte de droga ‘alegre’ que acompañó la ilusión de libertad de más de uno.
En los noventa la cosa fue bien distinta. La paridad 1 peso = 1 dólar de Menem/Cavallo convirtió al país en un paraíso para “capitales buitres” (¿hay alguno que no lo sea?), fondos de “inversión” y empresas estatales europeas que se hacían cargo de los servicios públicos privatizados. También los carteles de la droga obtendrían dólares aquí sin necesidad de trasladar ningún cargamento hacia Europa. Técnicamente, se habla de que Argentina pasó de país de tránsito a país de consumo.
Y es que la revolución productiva importó el ritmo de vida del primer mundo; nada de quietud, nada de silencio: ocho, doce, catorce horas de fiesta en boliches, casinos y cabarets de Puerto Madero para los privilegiados del paraíso mememista. Las mismas horas pero de trabajo para portadores de contratos basura. (2) La cocaína tiene mucho de ese trajinar ilimitado, y el modo de consumirla es marca de época: nada de compartir, nada de solidaridad.
“Me siento una Madre De Plaza De Mayo”, sentenciaba –y sentencia- una de las tantas madres que golpeaba puertas de comisarías, dealers y juzgados
Ahora tenemos encima al “pako”. En el lenguaje del mercado, pako es el nombre comercial del genérico Pasta Base de Cocaína (PBC). Hemos estado dando cuenta de los factores económicos y geopolíticos que hicieron de la pasta base una de las drogas mas consumidas en la región sudamericana. (3)
Los primeros “casos” de consumo masivo se registran allá por el 2002 y es Berazategui, en la costa sudeste del Gran Buenos Aires desde donde comenzó a expandirse. El Río de La Plata habría hecho de nexo para que ingrese al país la pasta base que un año antes desembarcó en el Uruguay pero que por ejemplo en Chile estaba instalada desde una década atrás.
En ediciones anteriores de ELC también referimos a los efectos físicos y psíquicos que produce el consumo de PBC, que podrían resumirse así: de siete meses a un año de ‘vida útil’ del adicto; a partir de allí, algún tipo de parálisis convierte a la persona en un zombi. Mientras tanto, la conducta agresiva y antisocial de la persona bajo los efectos del pako se va profundizando.
La novedad es el pako de cinco pesos, con un ‘flash mas largo’ que causa menos ‘bajón’, lo que garantiza clientes por algún tiempo mas. El poder de adaptación del mercado no tiene por qué asombrarnos.

PAKO SE ESCRIBE CON K.
En su Postdata sobre las Sociedades de Control, Gilles Deleuze (4) marca que a cada sociedad le corresponde un tipo de máquina. No porque la máquina determine a las sociedades, sino porque expresan las formas sociales capaces de crear y utilizar esas máquinas.
Al capitalismo de las sociedades disciplinarias del siglo XIX y el siglo XX, le correspondieron máquinas simples, poleas y palancas basaban su mecanismo de funcionamiento. La fábrica era el lugar donde se sintetizaban las fuerzas y contradicciones internas. El control, entonces, estaba dado por los lugares de encierro: la casa, la escuela, el cuartel y la fábrica; eventualmente, la cárcel y el manicomio albergaban las disidencias.
A partir de mediados del siglo pasado, se evidencia la presencia de un nuevo tipo de sociedad. Una transformación mediante la cual el capitalismo de producción pasó a ser capitalismo de producto, para la venta y el mercado. Un capitalismo que no emplaza parques industriales ni corredores productivos, sino que compra acciones y vende servicios. Vivimos hoy el auge de esta sociedad llamada por Miguel Foucault “Sociedad de Control”, con máquinas complejas que se activan a través de operaciones algebraicas, con software y programas de inicio.
Sin embargo, en la sociedad de control el capitalismo mantiene la lógica de someter a dos tercios de la población hundida en la ciénaga de la pobreza: demasiados cuerpos que encerrar, diría Foucault; demasiadas deudas que cobrar, dice Deleuze.
Se puede trazar, a partir de lo expuesto, un paralelismo entre las máquinas y las drogas en cada desarrollo de la sociedad. Sobre todo teniendo en cuenta que nada tiene lugar dentro del capitalismo si no es rentable o si no es patrocinado por los Estados y sus gobiernos
Al radicalismo le fue tan funcional el hábito y financiamiento de la producción a gran escala de la marihuana en los ’80 como al peronismo la cocaína en los ’90. Así pues, la pasta base que invade a nuestros barrios hoy se aprecia en “sintonía” con el actual gobierno de Néstor Kirchner y su política de control social sin disparar ni un solo tiro y aparece ante la opinión pública desligado de los procesos a los luchadores sociales y de su responsabilidad en los presos y presas políticas; y coincide con la necesidad de los gobiernos - desde diciembre de 2001- de que el pueblo abandone de una vez la protesta social.
Son las mismas estadísticas oficiales las que reconocen que desde su aparición hasta mediados de 2005 unas 30 mil personas se han volcado al consumo de pako (6). La desaparición de personas como expresión máxima de control social durante el siglo pasado encuentra hoy su correlato en las víctimas de la pasta base, que incluso coinciden en edad con los asesinatos del gatillo fácil y de Cromañon.
El ritmo de producción se acelera para producir cada vez más con menos trabajadoras y trabajadores, y también los efectos (“a corto plazo y de rotación”) se aceleran: en solo tres años que lleva en forma masiva en el país, la PBC se llevó, chupó y pasó a otro estadio la misma cantidad de almas que la última dictadura militar en siete años. El largo y penoso peregrinar de madres y familiares no para de reproducirse.
Y no es la única coincidencia: al Río de la Plata que tres décadas atrás devolvía los cuerpos de enemigos y enemigas declaradas del régimen, hoy le toca ser partícipe necesario del tráfico de la pasta base que aniquilará sin disparar un tiro ni apresar en cárceles de gobiernos que dicen reivindicar la lucha por la memoria y la justicia.
El control social es cuestión de clase. En la etapa actual, el control continuo e ilimitado se vuelca cada vez más hacia los aspectos culturales. Coincidentemente con el arribo del pako se fue desarrollando la cumbia villera, la “cumbia base”. La nomenclatura de base marca una dualidad: “base por la base de programación de batería; base por la pasta base a la que le canta, la base de una pirámide social imposible de escalar”.
No se trata de estereotipar, sino de avanzar en un debate serio en pos de acciones concretas que liberen los barrios de esta lacra, que no es la musical.
Ese pako a $1 no puede ser ganancia si debe repartirse entre laboratorios, distribuidores, ‘mayoristas’, punteros o dealers, policías y políticos: ¿por qué no sería patrocinado por el departamento de estado norteamericano, como lo denuncian las FARC de Colombia?
Si aniquila a una población pobre, que bien puede convertirse en fuente de rebeldía popular, ¿cómo los gobiernos no van a dejar actuar a la pasta base?
Si le canta a la pasta base ¿cómo Kirchner no va a decir “Yo banco la cumbia villera”?
Hay quienes vinculan el consumo de drogas a cuestiones personales y piden legalización ya. Por otro lado, existe un rechazo cerrado encarado por quienes siempre terminan desconfiando del pueblo. Si hay algo que caracteriza a los y las anarquistas es la confianza profunda en las masas, en su fuerza, en su poder de acción y reflexión.
La tarea primordial hoy es encarar esta lucha contra la pasta base, asumiendo cada una de las contradicciones que la cuestión nos impone. En ese camino no importa que nos señalen con el dedo o que nos miren confundidos, sino que –como diría, como dice el Urubú- “habrá gente que te sorprenderá con un abrazo. En cualquier caso, esa es la situación a la que queríamos llegar”.


1. Informe para el año 2005 de la Subsecretaría de Atención a las Adicciones, http://www.sada.gov.ar
2. Los contratos basura son la expresión máxima de la flexibilización laboral que se inició durante el primer gobierno de Carlos Menem (1989-1995).
3. Pasta Base. Un ataque químico de EEUU contra Latinoamérica. ELC Nº 54, marzo de 2005.
4. Deleuze Gilles. “Postdata sobre las sociedades de control”. En: El Lenguaje Libertario, Christian Ferrer (Compilador). Grupo Editorial Altamira. Bs As.1999
5. Ídem 1.


IV Cumbre de las Américas.
De espalda a los pueblos, negociando para el gran capital.

De qué se trata
La IV Cumbre de las Américas es una reunión de los gobernantes del continente, organizada por la OEA (Organización de Estados Americanos) donde se va a discutir la firma del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) o al menos de Tratados de Libre Comercio (TLC) bi o trilaterales; la exigencia del pago de la deuda externa de los países latinoamericanos; los proyectos de saqueo de los recursos naturales y los planes de militarización y ocupación mediante el despliegue de infraestructura militar o civil bajo control yanky. Es decir la misma política que viene generando pobreza y exclusión en el continente desde hace décadas. Participarán todos los presidentes del continente, excepto el presidente de Cuba, a quien se le prohibió explícitamente participar de las negociaciones. La Cumbre tendrá lugar en la ciudad argentina de Mar del Plata durante el 4 y el 5 de noviembre.
La I Cumbre de las Américas fue en 1994 en Miami, la II en Santiago de Chile en 1998, la III en Quebec (Canadá) en 2001, y antes de ésta hubo una cumbre extraordinaria en 2004 en Monterrey (México). En todas se trató de ir armando un entramado de vínculos legales entre los países que garanticen durante muchos años más el llamado Consenso de Washington, imperante durante la década del ’90. Algo que conocemos perfectamente por estas pampas: es la política económica del neoliberalismo, la que impuso las leyes de flexibilización laboral y barrió con las conquistas históricas de la clase obrera, la que sostenía que las empresas públicas eran lastres y que era necesario venderlas, la que considera que todo es mercancía, incluida la salud, la que hizo que las empresas privadas y los organismos multilaterales de crédito (Banco Mundial, FMI, etc.) tuvieran absoluto predominio sobre los intereses del pueblo.
Lo que se plantea es la firma de acuerdos comerciales desiguales entre Estados Unidos y los países pobres de la región. Se quiere controlar militarmente todo el continente alegando la “seguridad frente a la amenaza terrorista”. En las cumbres se discuten políticas para controlar y restringir las migraciones, especialmente si es para trabajar. Lo que interesa es que los y las trabajadores se queden en sus países de origen, aceptando condiciones salvajes de explotación. En cambio, las empresas y sus capitales pueden moverse sin restricciones por todo el continente, de manera que cuando ha expoliado lo suficiente a un país, la empresa simplemente se va a otro.

La posición del gobierno argentino.
El gobierno del presidente Néstor Kirchner ha dejado clara su posición frente al ALCA por intermedio del canciller Rafael Bielsa. Según Bielsa “existe un compromiso y un interés permanente en avanzar en ésta negociación, para lograr mejoras sustantivas en las condiciones de acceso a los mercados”. La justificación es que los mercados de los 34 países que integrarían el ALCA compran más del 50% de las exportaciones argentinas y son el origen del 60% de las importaciones.
El gobierno pone el énfasis en los mercados, sin tener en cuenta ningún otro aspecto sin aclarar quiénes se beneficiarán de ese acceso a los mercados americanos. Sólo habrá ganancias para el gran capital, nacional o transnacional, garantizándole privilegios que van a eliminar a las pymes, a los microemprendimientos y a las economías regionales. Estas críticas han sido planteadas por militantes de todo tipo de organizaciones, por economistas, académicos y ONG’s, desde la izquierda revolucionaria hasta el centroizquierda más reformista. Sin embargo, el canciller descalifica las críticas diciendo que se trata de “análisis político de café”. Considera a la resistencia popular que ha recorrido toda América como una “postura artificialmente ideológica”, insiste en que el gobierno tiene interés “en un acuerdo que satisfaga, en término de acceso a mercados, los intereses de los exportadores argentinos.”
También es clara su posición frente a la deuda externa: por mucha propaganda que se la haya hecho a la quita a los acreedores, por mucho discurso sobre no pagar a costa del hambre del pueblo es el gobierno mejor pagador aunque en suelo argentino siga habiendo hambre y miseria. Y no se hace nada para evitar la militarización del territorio: siguen los militares estadounidenses en Argentina haciendo ejercicios conjuntos y está cada vez más presente la posibilidad de una intervención del gobierno de Bush en la zona de la Triple Frontera – ya instalaron una base militar en Paraguay.

Preparando la represión
En las fotos, los presidentes y los cancilleres americanos sonríen y hablan para los medios masivos de comunicación acerca de lo fantástico que serán los tratados que se negocian en las Cumbres para nuestros pueblos. La distancia abismal entre las palabras de los funcionarios y los efectos reales que esos acuerdos tendrán sobre nuestras vidas queda en evidencia cuando se observa el fenomenal despliegue militar y policial con el que deben rodearse cada vez que se juntan a negociar.
Así fue en las Cumbres anteriores y así será en Mar del Plata. Kirchner y sus ministros están “preocupados” por la seguridad de los 34 presidentes que van a venir. No son los únicos. Para el gobernador Solá, la Cumbre es una papa caliente. Si pasa algo, las responsabilidades que le quepan pueden destruir sus aspiraciones políticas. León Arslanian, ministro de Seguridad bonaerense también admitió públicamente que existe “gran preocupación” por la seguridad de la Cumbre. Reconoció, casi con orgullo, que su ministerio está trabajando con el FBI y la CIA. Según el ministro, los servicios secretos del imperio colaboran con el intercambio de información. Una colaboración muy poco inocente, si tenemos en cuenta que para los criterios del FBI y la CIA un vecino que participe en una sociedad de fomento es un potencial subversivo.
Lo cierto es que desde hace meses la CIA y el FBI se mueven por Mar del Plata: ya hicieron cinco “expediciones” para relevar los puntos que habría que reforzar antes de que venga Bush. Pero, para no contrariar los alardes de “soberanía” del presidente, se apuran a aclarar que estas agencias lideran en lo técnico pero que la coordinación de las acciones está a cargo del Ministerio del Interior.
El operativo de seguridad para la IV Cumbre de las Américas va a ser una auténtica militarización de Mar del Plata y de sus alrededores (incluyendo hasta Dolores y Necochea), porque se van a movilizar 7000 efectivos aportados por la policía bonaerense y la federal, por Gendarmería, Prefectura Naval y la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado). A esto hay que sumarle que Bush trae una comitiva de 2000 personas, de las cuales la mayoría son para “seguridad”. Además, el Ministerio de Defensa planea el uso de un radar móvil de uso bélico y aviones de combate de la Fuerza Aérea.
Los cruentos atentados de Londres, que afectaron de distinta forma a cientos de trabajadores y trabajadoras, no hacen más que aportar nuevas excusas para la parafernalia de control y represión. Poco tiempo después de los atentados, el jefe de gabinete Alberto Fernández aseguró que la cumbre se realizaría y que garantizaban la seguridad de los presidentes y demás funcionarios que participen. Lo que no garantizan es la seguridad de los y las vecinas marplatenses ni de los participantes en la Cumbre de los Pueblos y las manifestaciones de repudio. Las negociaciones se van a hacer en los tres hoteles más caros de la ciudad, que están rodeados de edificios de departamentos. Los vecinos que viven ahí van a tener que gestionar una credencial, como si mostraran un salvoconducto en una zona de guerra para poder acceder a sus propias casas. Va a estar prohibido circular por todo el circuito costero. No son rumores: el ensayo general fue el Encuentro de Ministros de Salud y Ambiente de las Américas, para el cual el gobierno movilizó más de 1000 policías. La gente que vivía en la zona del encuentro tenía que mostrar el documento de identidad para acreditar su domicilio.



¿Dónde vamos a estar?
En paralelo a las cumbres de gobernantes se ha ido generando un espacio de confluencia de los movimientos sociales y políticos de toda América que resisten a la anexión del continente por Estados Unidos. Este es el espacio de la Cumbre de los Pueblos, convocada a nivel hemisférico por la Campaña Continental de Lucha Contra el ALCA y la Alianza Social Continental y tendrá lugar del 1 al 5 de noviembre en la propia Mar del Plata. La organización en Argentina está a cargo de la Autoconvocatoria No al ALCA.
La Cumbre consiste en una serie de actividades: talleres, paneles, debates, muestras artísticas y foros sectoriales como el Foro Continental en Defensa de la Educación Pública. Estará articulada en torno a cuatro ejes: frente al libre comercio por la integración de los pueblos; frente al pago de la deuda externa reconocer a los pueblos como los verdaderos acreedores; frente a la militarización y la guerra para fortalecer la soberanía y la autodeterminación; frente a la pobreza y la exclusión incrementar el trabajo y reclamar la redistribución de la riqueza. Hay actividades “oficiales” y otras autogestionadas, que pueden ser propuestas por cualquier organización social, cultural, religiosa, de derechos humanos, de mujeres, de pueblos originarios, por movimientos políticos, etc.
Las Cumbres de los Pueblos han servido como ámbitos de construcción de alternativas reales para otro futuro en la región, permitieron generar lazos entre los pueblos, aprender de las experiencias de otras luchas, fortalecer los niveles de organización. La Cumbre de los Pueblos es lo que quienes participan hacen que sea, por eso es fundamental que sean masivas, tomadas como propias por los pueblos de la región y especialmente por las organizaciones de los países en los que se realizan. Hasta noviembre, se harán asambleas populares, talleres, conferencias y habrá marchas como la que ya hubo el 9 de julio de Congreso al Obelisco en la ciudad de Buenos Aires o el 5 de agosto hasta el Citibank de la ciudad de Avellaneda para preparar la Cumbre de los Pueblos y el repudio al plan de anexión estadounidense, cuyo representante es ahora George Bush.
De todos y todas depende fortalecer las resistencias y construir una alternativa revolucionaria al proyecto imperialista.


Además en este número:

- Libertad a los presos y las presas políticos.
- Unidad en la lucha del movimiento piquetero.
- Agrupar al clasismo.
- Poder popular libertario.
Pedidos a libertaria@infovia.com.ar

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no
Por entiendo - Sunday, Sep. 25, 2005 at 2:16 PM

MST + UNITE, OSEA QUE IZQUIERDA UNIDA SE SUMO AL PCR, Y EL PC SE SUMO AL PI, PC, PERO HAY NEGOCIACIONES PC CON PCR PARA JUNTARSE DICEN POR AHI.
LA VERDAD QUE CON TANTA DIVISION, VOTO A QUINES NO SE ROMPAN.

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Miren esto
Por Está bueno - Sunday, Sep. 25, 2005 at 11:02 PM

Para reírse un rato.

http://www.andyfoulds.co.uk/amusement/bushv2.htm

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Por Yo - Monday, Oct. 10, 2005 at 10:58 PM

El festival fracaso, seamos realistas... fueron muy pocos pibes, y la verdad es q se podria haber tenido en cuenta q las bandas q tocaran tuvieran una tematica acorde al festival...
Una vez mas, reflejo de la poca capacidad de cinvocatria q tiene nuestra bendita FULP, burocrata y desmovilizadora!!

Saludos verdaderamente revolucionarios! (no reformistas)

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