Medios,ni siquiera Maximos
Por Muerde Severino - Monday, Sep. 26, 2005 at 9:35 AM
leostocolmo@yahoo.com (Casilla de correo válida)

Breve, o no tan breve, critica a los medios graficos mas importantes de buenos aires.

Adentro está el desempleo, afuera también. Adentro está calentito, afuera no. Está frío. Con un invierno desfasado, en pleno septiembre, está frío. Adentro queda algo de comida, aunque, en forma inversamente proporcional, a medida que la cantidad de comida se va eliminando, las cuentas a pagar se van acumulando...
Así están las cosas, poco maravillosas. Por más que los diarios y otros medios de comunicación se esfuercen publicando datos y estadísticas - que sólo favorecen al gobierno de turno -, la realidad de todos los días es distinta.
Los medios son parte de otra realidad, son quienes reflejan lo que la gente quiere ver. No porque la gente sea inculta, sino porque la gente siente necesidad de ficcionalizar su vida. La realidad de los medios amortigua la realidad de la calle, la realidad del laburante que sale todos los días a ganarse un día más en su historia personal. Los medios intentan hacernos creer que Kirchner es un buen tipo, que el progresismo nos salvará de la deuda y de todo lo que necesitemos para estar algo mejor. Que las mentiras nos salvarán del hambre en el norte, en el centro, en el sur, en.
Miramos, leemos y escuchamos mentiras de las que somos protagonistas siempre desde lejos, cuando sería más interesante que por lo menos nos hagan partícipes más de cerca. Se necesitan las mentiras bien de cerca, para poder asumirlas, para poder procesarlas sin necesidad de hacer oído sordo. Por más mentira que sea, se la necesita cerca, como cuando se escucha el sonido estridente de un clarín, puede gustar o no, pero no hay forma de negarlo. Y si digo Clarín, sentimientos encontrados logran confundirme por un instante. Si uno lee Clarín, por momentos siente que la vida puede volver a ser como antes, uno siente que la sociedad se estabiliza de a poco... cuando la realidad se desestabiliza cada vez más. Entonces, escuchamos lo que los medios dicen, y no se puede evitar querer ser actores de esta película increíble, sin necesidad de irnos a Hollywood. Es la mejor forma de ser partícipe sin ser partícipe. Tenemos aquí a nuestros mejores directores que nos guían por el camino de la incertidumbre clasificada.
Por ejemplo, cuando no tenemos la menor idea de lo que serán las nuevas medidas económicas a seguir, aparece algún comunicador que se encarga de que nuestra tranquilidad esté a la orden del día. Y ahí sí, vemos a nuestros héroes revolucionarios diciéndole No al pago de la deuda por un lado y pidiendo cambio de diez mil millones por otro. No sea cosa que los gringos se queden con el vuelto. No, eso lo hacemos cuando pequeños con nuestras madres rumbo al almacén pero no con nuestro pueblo rumbo al Congreso de la Nación. Y si decimos La Nación, me tiembla la rodilla, la otra está esperando nuevas órdenes para avanzar con calma en esta sociedad de miedo inculcado. Ya son muchos los años que aportan a la deformidad del pensamiento, acudiendo, eso sí, a grandes pensadores que dejarán su legado en columnas imposibles de no reconocer, si de argentinos se trata. Llevan consigo, la verdad y la razón. Y si decimos La Razón, me tiembla la mano que se niega a aceptarla mientras salgo de la estación Retiro. Está todo tan mal que la gente también opta por comer mierda gratis y no pagar por mierda clasificada. Entonces la mierda gratuita se reboza con algún que otro condimento y se come durante los minutos de subte y de colectivo a su casa o al trabajo. Se absorbe información que de nada sirve porque nada dice. La Razón del entretenimiento, también de ficción, de primera a última página. Pero gratis. El Estado siempre tendrá algo gratis para amordazar la ira de la discordia. No sea cosa que se junten a hacer un piquete más de doce, porque de ser así, tendrá que saberse en cualquiera de las primeras páginas. Y si pienso en Página 12, mejor tomarse unas cuantas Roche, cosa de tener las defensas altas cuando es baja la calidad de información que se conoce. En algún momento fue una buena alternativa para los bonaerenses, ahora es una buena alternativa para este gobierno que crece y decrece. Está todo tan mal para algunos, que prefieren seguir viendo esa película sin darse cuenta que cambiaron drásticamente los actores, directores, detractores estos nuevos, de una realidad crónica. Y si digo Crónica, mejor verla por TV, para qué gastar más dinero si estando en casa comiendo puchero puedo enterarme de la sangre que corre por una gran causa Federal. Y si digo Federal, para qué seguir diciendo... si ya todos dicen por nosotros lo que nosotros no podemos hablar.
Es claro que es poco claro el tratamiento de la información que se maneja, pero no hay que preocuparse por ello. Los medios nos cuidan de no saber demasiado, cosa que no nos caiga tan mal y no podamos digerir su valida realidad.

http://www.muerdeseverino.blogspot.com

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