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200.000 manifestantes antiguerra en Washington: “¿Por qué George Bush mató a mi hijo
Por MST "El Socialista" -
Wednesday, Oct. 05, 2005 at 2:37 PM
opinaellector@elsocialista-mst.org
Fue la más grande movilización antiguerra desde los tiempos de Vietnam. Se exigió la vuelta inmediata de las tropas de Irak. Cindy Sheehan, la madre de un soldado muerto en ese país, que ha alcanzado una gran popularidad, fue la gran figura del acto en Washington. Cindy fue arrestada frente a la Casa Blanca por “manifestar sin permiso”. Desde Estados Unidos nos escribió con información directa Lance Selfa, de la redacción de Socialist Worker, periódico de la ISO, organización trotskista norteamericana que impulsó y participó en la manifestación.
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Unidad Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional
“La marcha frente la Casa Blanca fue muy grande... posiblemente 200.000 personas. A la vez hubo manifestaciones en otras ciudades del país, en San Francisco (25.000 personas), Seattle (2.000), Los Angeles (15.000), San Diego (2.000) y en docenas de otros pueblos a través del país. Los manifestantes hicieron la relación entre el desgaste de la guerra y la incapacidad del gobierno de ayudar a los habitantes de la Costa del Golfo devastada por Katrina. Una consigna popular... fue “Make levees, not war” (“Hagan diques, no hagan la guerra”). La presencia de familiares de militares y de veteranos de esta guerra y otras anteriores fue notable también.
“En Washington, hubo una agrupación de mas de 2.000 estudiantes que marchó bajo la consigna de “College, Not Combat” en contra del reclutamiento militar en las escuelas secundarias y en las universidades. Fue lo mismo en San Francisco. Otro dato importante: la derecha dijo que iba a movilizarse para demostrar su apoyo a la guerra. Pero la movilización que hicieron fue patética. Alrededor de 400 manifestantes conservadores se presentaron en Washington el día siguiente de la gran marcha antiguerra.
“Un dato notable fue la virtual ausencia de los políticos demócratas. A pesar de que la mayoría de la población (60%) está contra la guerra, los políticos, supuestamente opositores, no quieren identificarse con el movimiento antiguerra. Por supuesto, la mayoría de los lideres demócratas, incluso John Kerry y Hillary Clinton, apoyan la guerra y simplemente critican a Bush por no haberlo hecho bien” (carta de Lance Selfa).
“Vamos a acabar con esta guerra”
Se hizo presente una importante columna de “U.S. Labor Against War” (trabajadores contra la guerra). Nancy Wohlforth, miembro del Consejo ejecutivo de la AFL-CIO (central sindical) habló en el acto, denunciando la guerra y la corrupción del gobierno con sus contratos a favor de Halliburton en Nueva Orleans y en Irak.
Entre otros, marcharon el ex procurador general Ramsey Clark, la cantante Joan Báez, el reverendo Jesse Jackson, Etan Thomas (estrella de básquetbol profesional de los Wizards de Washington) y el diputado inglés, George Galloway, de la Coalición Respect. “Vamos a acabar con esta guerra y vamos a traer las tropas de vuelta a casa”, declaró Sheehan a la multitud.
Al día siguiente Sheehan se sentó frente a la Casa Blanca con un importante grupo y puso una foto de su hijo Casey pegada a la reja. Dijo que no se iba a retirar hasta que la recibiera Bush y le dijera por qué mató a su hijo.
Por ese motivo, la arrestaron.
Cindy dijo que era la primera vez que era arrestada y agregó: “Ser arrestada no es gran cosa. Aunque fuimos arrestados por «protestar sin un permiso», nosotros estábamos protestando por algo mucho más serio que sentarnos en una acera: las trágicas e innecesarias muertes de decenas de miles de inocentes Iraquíes y Norteamericanos (tanto en Irak como aquí en Norteamérica) que estarían vivos de no ser por los criminales que residen y trabajan en la Casa Blanca”.
Esta gran manifestación marca un avance cualitativo del movimiento antiguerra. El derrumbe de la popularidad de Bush, causado por la guerra, y el desastre de Katrina, ayudó a este cambio que promete seguir profundizándose. Como sucedió con Vietnam, la movilización de los trabajadores y el pueblo norteamericano, pueden ser un elemento decisivo, junto a la heroica resistencia irakí, para obligar a retirar las tropas de ese país, y lograr así otra derrota histórica del imperialismo yanqui.