Muertes en Ceuta y Melilla.
Por EL MILITANTE -
Friday, Oct. 07, 2005 at 2:19 PM
EL MILITANTE -
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Catorce inmigrantes asesinados desde el
mes de agosto cuando intentaban entrar en Ceuta y Melilla |
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Autor : Miguel Jiménez -
Málaga Fecha : ( 07-Octubre-2005 ) Categoria : Estado Español
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Basta
de represión contra los inmigrantes! Hay que combatir la
pobreza y la guerra que genera el capitalismo, no a sus víctimas
Casi un millar de inmigrantes han
entrado en Ceuta y Melilla desde los últimos días de septiembre en
espectaculares asaltos al doble perímetro vallado de ambas ciudades.
Ni las cuchillas de las vallas, ni los alambres de espino, han
conseguido desanimar los intentos de millares de inmigrantes
(fundamentalmente subsaharianos) para llegar al “paraíso español”.
Este intento de alcanzar un futuro mejor se ha saldado con el
asesinato de catorce inmigrantes, once de ellos por armas de fuego
en la madrugada del 29 de septiembre y del 5 de octubre.
Asesinados por tener hambre
Es
vergonzoso e indignante que bajo un gobierno socialista aún esté sin
esclarecerse la muerte de los cinco inmigrantes en la madrugada del
29 de septiembre. En un primer momento las autoridades españolas
intentaron evitar responsabilidades culpando sin pruebas
concluyentes a la policía marroquí de los disparos. Pero después de
la reunión de Zapatero con el primer ministro marroquí, Driss Jettu,
a la siguiente mañana todo fueron sonrisas diplomáticas. Zapatero no
ha pedido ningún tipo de responsabilidades por estas muertes. Quizás
porque no todos los disparos provinieron del lado marroquí, como nos
quieren hacer creer. Pero cuando todavía no nos hemos olvidado de
estos asesinatos, en la madrugada del cinco de octubre, otros seis
inmigrantes han sido asesinados. Esta vez parece que por disparos de
la policía marroquí. Esta operación, cuando todavía no se conocían
estas seis muertes, fue calificada por fuentes del gobierno español
como un ejemplo de coordinación y eficacia policial entre ambos
países.
Cuando salen imágenes de inmigrantes llenos
de sangre al cortarse cruzando las vallas o aparecen testimonios de
maltratos, la prensa oficial, ya sea El País, La Vanguardia, El
Mundo, o cualquier otra, carga las tintas para echar la culpa de la
situación, fundamentalmente, al gobierno de Marruecos y alabar la
actuación de las fuerzas de orden público españolas: “es la policía
marroquí la que pega brutalmente a los inmigrantes”, “cuando
dispararon las balas procedían de territorio marroquí”. Pero hay
bastantes ejemplos de la misma brutalidad empleada por parte de los
medios policiales españoles, empezando por la guardia civil. Ahí
está el reportaje de Tele 5 del martes 4 de octubre, con imágenes
bastante concluyentes, donde se ve a un guardia civil pateando
brutalmente sin parar a un inmigrante maniatado y reducido por otros
guardias civiles. El País del 30 de septiembre se ve obligado a
recoger un testimonio de Médicos sin fronteras: “Un camerunés (…) es
detenido por varios agentes de la Guardia Civil y maniatado con una
brida de nylon. Los agentes le propinan una paliza antes de
abandonarlo en territorio marroquí en estado de semiinconsciencia.
Permanece tres días a la intemperie, incapaz de moverse, sin comer
ni beber”.
Durante el verano vimos el escándalo del
agricultor asesinado en el cuartel de la guardia civil de Roquetas
de Mar (Almería) tras la descomunal paliza recibida, entre otros,
por el mando del cuartel (que estaba propuesto para general). Si así
es como se trata a los españoles ¿Quién se va a extrañar porque las
palizas a los inmigrantes sean sistemáticas y cotidianas en puntos
calientes como Ceuta, Melilla o Almería?
Es evidente
que en las fuerzas policiales y el ejército encuentran su acomodo
individuos que provienen de lo más bajo de la sociedad, que son
utilizados por los elementos franquistas que campan a sus anchas en
estas “instituciones” fomentando los más bajos prejuicios e ideas
reaccionarias. De todos es conocido, aunque ningún medio de
comunicación lo ha recordado ahora, que casi no pasa un año sin que
en Melilla turbas de decenas y decenas de legionarios ejecuten la
caza al moro en auténticas razzias en los barrios musulmanes de la
ciudad.
¿Más policías y vallas más altas para
frenar la inmigración?
“Da igual que refuercen el
perímetro, no consigues pararlos… Puedes elevar la valla, o poner
cuatro guardias en vez de dos, llenar un foso de agua,…, pero no vas
a poder impedirlo” (El País, 4 de octubre). Son palabras de un
guardia civil en activo en Melilla.
Se dijo en los
primeros días de la crisis que los inmigrantes podían entrar en
Ceuta y Melilla porque, aunque ahora se ha elevado casi todo el
perímetro vallado que rodea a las ciudades con alambradas de seis
metros de altura, todavía había huecos en los que la valla medía
sólo tres, y por ahí entraban. Pues bien, uno de las entradas más
masivas de inmigrantes se efectuó por uno de los tramos donde la
valla medía 6 metros. Después de haberse enviado refuerzos
policiales y de la legión (sin material antidisturbios, ¡pero con
fusiles de campaña y blindados!) todavía se produjeron entradas de
más de un centenar de inmigrantes en una sola noche.
Estas medidas no van a parar la emigración. Quizás
tengan un efecto temporal o local, pero no van a parar el proceso
global. Y es que los culpables de la emigración los conocemos muy
bien en el Estado español, que vimos a más de un millón de
españolitos marchar fuera a buscarse la vida, cuando en este país
sufríamos hambre, opresión y miseria. Peor situación, mucho peor
situación, es la que se vive ahora en África entera, por no hablar
de otros lugares del mundo. Las guerras en la República Democrática
del Congo (antiguo Zaire) han provocado más de 3 millones de muertos
en los últimos 10 años. En el ex-Zaire, riquísimo en cobre,
diamantes, uranio y todo tipo de materias primas, Estados Unidos y
Francia están librando una auténtica guerra a brazo partido sin
mandar un solo soldado. Cada uno apoya a un gobierno para que
intervenga militarmente, crean “guerrillas”, azuzan los conflictos
interétnicos en su propio beneficio… Pero si miramos a Sudán, la
región de los grandes lagos o África occidental, no encontramos nada
diferente.
Millones de personas huyen de estas
guerras por las materias primas y la miseria que provoca. Pero hay
mucho más. El problema es el capitalismo y la explotación que
provoca, de un país imperialista a otros muchos oprimidos, de una
clase explotadora a otra oprimida. Recientemente la prensa se ha
hecho eco de la última hambruna que azota Mali, Níger y otros
países. Pero ésta está provocada por la explotación imperialista:
gigantescos campos de monocultivo que sustituyen a los cultivos
tradicionales y provocan periódicas hambrunas por la sequía o el
bajo precio del cultivo producido (cuyo precio está controlado por
las multinacionales). Según el último informe de la ONU sobre
desarrollo humano 2.000 millones de personas sobreviven con menos de
dos dólares al día; 870 millones de seres humanos se van a la cama
con hambre, de los que 300 millones son niños. 1.000 millones no
tienen acceso a agua potable y cinco millones de niños mueren de
hambre en el mundo cada año. Cada día mueren 35.000 menores en el
planeta por enfermedades evitables. Según la FAO, en el mundo hay
más de 852 millones de personas mal nutridas (el 54% en India y
África). Desde 1990 hasta el 2004 la pobreza ha crecido en el mundo
un 25%, según datos de UNICEF. Pandemias como el sida afectan a 40
millones de personas en todo el mundo y en África más de 3,1
millones han contraído la enfermedad que ya ha causado la muerte de
más de 2,3 millones de africanos. Toda esta barbarie es causada
por la economía de libre mercado, la misma que permite que miles de
inocentes mueran en los EEUU tras el paso del huracán Katrina. En
estas condiciones ¿no está absolutamente justificado que millones de
personas luchen con uñas y dientes por un futuro mejor para ellos y
sus familias, huyendo del infierno de sus países? ¿No es repugnante
la hipocresía de la clase dominante y de los abogados del
capitalismo que claman por frenar “la invasión” de estos millones de
desheredados, cuando ellos y su sistema son los responsables de esta
hecatombe?
Los marxistas decimos que nada puede
frenar a estos millones de desesperados. Se echan a la mar en botes
que casi no se pueden mantener a flote sabiendo que muchos de ellos
pueden acabar ahogados, cruzan desiertos durante meses y años,
asaltan los alambres de espino de las vallas de Melilla dejándose
literalmente la piel y la carne en el alambre… Nada puede parar a un
ser humano que busca un poco de futuro y de dignidad en medio de
tanta alienación ¿Estos inmigrantes piden más que los españoles que
emigraban en los 50 y 60 del pasado siglo a Alemania, Francia o
Suiza?
El gobierno Marroquí y la “defensa de los
derechos humanos” del gobierno español
“El
gobierno marroquí colabora” o “el gobierno marroquí lo está haciendo
bien” dicen Moratinos o Zapatero. Nada se dice de la connivencia
entre el aparato del estado marroquí y las mafias de la inmigración.
Por supuesto, menos aún se dice de la explotación salvaje a la que
es sometido el pueblo marroquí por su propio rey y el entorno que le
rodea, el llamado majcen, cuyo patrimonio supera según algunas
fuentes más del 40% de la riqueza producida en el país. Al
contrario, todos los dirigentes respaldan al monarca feudal (Chirac,
Bush o el propio Zapatero). Todos entienden que Mohamed VI, como su
tirano progenitor Hassan II, ha jugado un buen papel manteniendo el
orden establecido, permitiendo la apertura del país a las
multinacionales, y reprimiendo periódicamente al pueblo cuando se
levantó contra la miseria.
Recientemente el gobierno
Zapatero anunció su intención de elevar el porcentaje de ayuda
humanitaria que destina el gobierno hasta el 0,35% del PIB ¡Qué gran
logro! Pero habría que ver en el actual proyecto de presupuestos
generales del Estado cómo se va a distribuir esta “ayuda
humanitaria”. Hasta ahora, buena parte de este concepto lo
constituían créditos “a devolver” por los países beneficiados (es
decir, no era una ayuda a fondo perdido); a veces, también se
obligaba a que el país que recibiera determinada partida estuviese
obligado a comprar un determinado producto español con dicha ayuda,
por ejemplo, muy frecuentemente armas.
Para poner un
ejemplo concreto y que podamos entender mejor la situación: el 14 de
diciembre de 1988 los trabajadores y jóvenes del Estado español
participamos en la huelga general más grande habida en nuestro país
en cuanto a participación para reclamar nuestros derechos se
refiere; pues bien, otro 14 de diciembre, los trabajadores
marroquíes hicieron lo mismo. Una de las diferencias que hubo entre
ambas huelgas generales era que en Marruecos hubo decenas de
muertos, trabajadores asesinados por el ejército y la policía
mandados por el majcen, tan sólo por reclamar unos mínimos derechos.
La mayor parte de las balas utilizadas para matarlos eran fabricadas
en el Estado español ¿Fueron esas balas fruto de la ayuda
humanitaria? A propósito, Marruecos es uno de los países más
beneficiados de la ayuda humanitaria española. Cuando el
presidente Zapatero estaba en la oposición fue a Marruecos de visita
oficial. Entonces, estaba preso en la cárcel marroquí el conocido
periodista Ali Mrabet, tan sólo por publicar una viñeta humorística
donde se aludía al rey. En una rueda de prensa, le preguntaron a
Zapatero qué pensaba del caso Mrabet y Zapatero afirmó que no tenía
nada que decir. Lo mismo ha ocurrido en lo referido a la represión
salvaje de los activistas saharauis que luchan en territorio
marroquí. Han sido encarcelados, torturados y decenas asesinados,
pero el gobierno español y los dirigentes del PSOE han mantenido
silencio total para no molestar a las autoridades marroquís y
proteger las inversiones de nuestros capitalistas.
Frente a la miseria y la represión ¿Qué
alternativa defender? Toda esta situación que afecta
trágicamente a los más débiles, los trabajadores inmigrantes,
encubren en realidad, miremos por donde miremos, la barbarie en
directo que supone el capitalismo. Para combatir esta matanza contra
nuestros hermanos de clase es necesario levantar una genuina
alternativa de izquierdas ante el problema de la inmigración. No se
puede recurrir a la represión o al ejército para combatir un
problema que hunde sus raíces en la barbarie del sistema
capitalista:
· Investigación inmediata y depuración
de todas las responsabilidades políticas y penales de lo sucedido en
la frontera de Melilla y Ceuta en todo lo que concierne a los cinco
asesinados el 30 de septiembre. Esta investigación tiene que ser
realizada por una comisión independiente integrada por
representantes de los partidos de la izquierda, los sindicatos de
clase, las organizaciones de inmigrantes y humanitarias presentes en
la zona, y representantes elegidos por los propios inmigrantes
recluidos en Ceuta y Melilla. · Expulsión fulminante de la
Guardia Civil de todos aquellos mandos y guardias implicados en
malos tratos. Derechos democráticos y políticos para la guardia
civil y el ejército. · Fuera el ejército de la frontera de Ceuta
y Melilla. No más represión contra los inmigrantes. ·
Paralización inmediata de las deportaciones de inmigrantes por parte
del gobierno español. · Derogación de la Ley de Extranjería.
Plenos derechos legales, sociales y políticos para todos los
trabajadores inmigrantes residentes en el Estado español. ·
Basta de utilización de dinero público para respaldar regímenes
antidemocráticos. Que el gobierno realice una política exterior
activa de denuncia de la opresión imperialista. · Que todas las
organizaciones de clase del estado español defiendan activamente los
derechos de los trabajadores inmigrantes y que fomenten la
organización de los mismos en sus filas. · ¡Organízate con los
marxistas de El Militante! ¡Lucha con nosotros por la transformación
socialista de la sociedad!
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