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Los peronistas
Por Eduardo Aliverti - Monday, Oct. 10, 2005 at 10:58 AM

Como se trata de “dibujar” algún imaginario colectivo acerca de cuánto que importan las elecciones, se actúa que las elecciones importan. Así es la cosa. Con la firme posibilidad de volver a saltar en cualquier momento, aparecieron las denuncias sobre compra de votos en el territorio bonaerense. Electrodomésticos kirchneristas y duhaldistas a cambio de que los candidatos de unos y otros sean tenidos en cuenta en el cuarto oscuro.

En tanto “noticia” significa “novedad” no hay ninguna noticia. En tanto “noticia” implica también un contexto, tampoco hay noticia alguna, pero sí una evidencia, impresionante, de por qué estamos como estamos a la hora de que las elecciones le importen más o menos a nadie. Sobre todo, respecto de qué es lo que se analiza de ellas.
Dejemos de lado las obviedades. Por ejemplo, que tanto kirchneristas como duhaldistas, desmintiendo que recurren a mecanismos espurios para la conquista de sufragios, son por lo menos tan creíbles como Macri y López Murphy visitando villas de emergencia y barriadas de trabajadores. Ambos peronismos –obviemos también la inútil discusión acerca de si ideológicamente se trata de uno solo– provienen y son tributarios de una misma lógica de aparato clientelístico. Y Matusalén es sólo un poco más viejo que la mención de los ardides peronistas para ganar el favor de los pobres. Algunos le llamarán “populismo”; otros lo dirán desde un pensamiento gorila rayano en el racismo; otros habrán de considerarlo simplemente como un recurso al que echan mano todas las estructuras oficiales de cualquier tiempo y lugar. Pero lo cierto es que la presunta o real entrega de lavarropas o heladeras o lo que fuere, a cambio de votos, es la versión relativamente más sofisticada de lo que hace alrededor de 50 años ya consistía en decir que los peronistas aparecen antes de las elecciones con una zapatilla para cada “cabecita”, y que el par lo completan al cabo de los comicios. Detrás o a propósito de figuras descriptivas como ésa, el peronismo se las arregló siempre, y sigue arreglándoselas, para decir que es un símbolo de la justicia y la asistencia social que los demás anatematizan desde su impotencia o su odio de clase. Y el antiperonismo –que hoy está en extinción, según se lo conoció históricamente, pero que pervive solapado desde algunos lugares progresistas– usó y usa la crítica a la dádiva para encontrar algún sitio diferente desde el que pararse para hacer y, en el mejor de los casos, construir oposición.
Ya que, con sus matices de cambios de época, estamos hablando de una de las discusiones inacabables y bizantinas de la Argentina contemporánea, el único punto posible de acuerdo analítico es que, sea como fuere, la peronista continúa siendo la gran fuerza predominante de estas pampas. Y hasta se puede conceder que hegemónica. El peronismo es la gerencia general del capitalismo argentino, y sus peleas con el directorio yanqui han sido, son y serán por derecha y por izquierda, de acuerdo a cómo sople el viento, sin sacar jamás los pies del plato. Cada vez que alguna corriente lo intentó, terminó predicando en el desierto. Perón fue el maestro de ese eclecticismo, que a lo largo de seis décadas se llamó Evita, Apold, Discépolo, Cooke, Vandor, Jauretche, Ivanisevich, Walsh, Tacuara, Montoneros, Rucci, Jotapé, López Rega, Puiggrós, Ottalagano, Cámpora, Isabel, Socialismo Nacional, Nacional Socialismo, Casildo, Mugica, Lorenzo, Firmenich, Grosso, Ubaldini, Cafiero, la rata, Duhalde, Reutemann, Kirchner. Y seguirá la lista.
Seguirá hasta que por el motivo que se quiera o se pueda aparezca una alternativa, con forma de eclosión social, de líder, de utopía renovada, de capacidad de gestión demostrada, de eficiencia en el convencimiento mediático, de muestra de unidad, de lo que sea, en condiciones dereemplazar a estos tipos, los peronistas, que son como Nueva York. Tienen lo mejor y lo peor del mundo. Se putean entre ellos, son fachos, son progres, rematan el país, lo vuelven a comprar, tienen marchitas para todos los gustos, joden a las mayorías, satisfacen a las mayorías, se crean la oposición de sí mismos, visten Cavalli, pagan manzaneras, quieren a Fidel, son feudalistas, son finos, son grasas, son patoteros, son académicos. Pero tarde o temprano, terminan convenciendo de que son los únicos capaces de ejercer el poder.
Esa realidad, que en buena medida podría ser una foto de la sociedad argentina, no puede ser reducida a observaciones de cola de supermercado ni al denuncismo de la compra de votos del pobrerío. Mientras la alternativa a ellos no aparezca y mientras quienes los denuncian tengan más pelitos en el traste todavía, la mayoría de la gente seguirá votando a los peronistas y no porque alguna reciba una heladera.

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"progre"
Por avivado - Monday, Oct. 10, 2005 at 5:45 PM

Titulesé "Cómo hacer potable a las clases medias la repartija punteril sin dejar de parecer 'progre'"

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hablemos claro
Por Isabel - Monday, Oct. 10, 2005 at 6:10 PM

Este muchacho, Aliverti, ¿nos quiere vender gato por liebre o es pura paranoia mía?

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directo para vos
Por martino - Monday, Oct. 10, 2005 at 11:57 PM

Directo para vos lilita... que armas tus campañas proponiendo denuncias. Cosas malas o cosas buenas los peronistas tienen algo para mostrar. Pero los radicales, lo unico que muestran son criticas a lo que hizo el peronismo y huidas en helicoptero. Nunca serán gobierno, porque no tienen con que gobernar.

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Para Lilita y los ineptos
Por Alí Babá y los demás peronistas - Tuesday, Oct. 11, 2005 at 12:00 AM

Escuchaste Lilita. Los radicales son unos ineptos para robar, no como los peronistas que son los gerenciadores del capitalismo (léase, los administradores del robo social que significa el capitalismo)

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Nosotros SÍ queremos a CHICHE
Por QUEREMOS A CHICHE! - Tuesday, Oct. 11, 2005 at 2:50 AM
gorilonsuelto@yahoo.com.ar

Nosotros SÍ queremos...
chiche.jpg, image/jpeg, 461x366

NPCC

No peronistas con CHICHE!

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para los ineptos
Por martino - Tuesday, Oct. 11, 2005 at 3:23 AM

Los radicales no son ineptos para robar, son ineptos para gobernar, y el robo viene por añadidura. Con el gobierno de de la rua no puedo creer que ali baba diga que los radicales son ineptos para robar. No tienen estructura para gobernar... los radicales y las alianzas son encajados siempre por la clase media porteña. Cómo es posible que un tipo que lo unico que tenia para mostrar de su carrera politica era una intendencia en bs as en la que se la paso inaugurando plazas y haciendo recitales de rock, con una figura siniestra como la de loperfido, llegue a ser presidente... y bueee asi nos fue. Y bueno... del resto de los que se creen izquierda no se puede opinar porque´ni siquiera tienen tienen nada para mostrar. Ni siquiera sirven de oposicion... porque si el peronismo es como dicen ellos, el gerente del capitalismo... que hizo la izquierda en la argentina que pasan los años y sigue gobernando el peronismo??? no querran tranzar de nuevo con los milicos un golpesito????? eso es ser lumpen.... nunca van a poder borrar de su historia la traicion más grande a la clase obrera argentina.

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La traicion mas grande
Por la hizo el mismo pj - Tuesday, Oct. 11, 2005 at 12:43 PM

donde viviste los ultimos 30 años craneo??

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