Ni un solo voto a los candidatos burgueses y patronales.
Por EL MILITANTE -
Sunday, Oct. 16, 2005 at 9:47 AM
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El Militante nº 16
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¡Ningún voto a los candidatos burgueses
y patronales! |
Avanzar en la
organización sindical y política de los trabajadores |
Autor : El Militante Fecha
: ( 04-Octubre-2005 ) Categoria : Editorial
|
as
elecciones del próximo 23 de octubre, que renovarán parcialmente las
legislaturas locales, provinciales y nacionales, apenas están
despertando el interés de las familias obreras, cuyas preocupaciones
(salario, empleo, salud, educación, vivienda, etc) están
completamente ausentes del debate electoral.
Ninguna diferencia de fondo entre los candidatos
Dada la vaciedad de los discursos y polémicas es
realmente difícil apreciar diferencias sustanciales entre lo que
proponen Kirchner y Duhalde, Macri, López Murphy, los radicales o
Carrió.
Todos acuerdan en el pago de la deuda pública
($20.000 millones anuales, el 4% de la riqueza del país, el PBI), lo
que implica un ajuste similar en los presupuestos de salud,
educación, pensiones y salarios de los empleados públicos. Defienden
la renovación de las concesiones y privatizaciones de los servicios
públicos, y los subsidios de miles de millones de pesos a los
empresarios locales y extranjeros.
Nadie los escuchó
hablar a favor de las luchas obreras por el salario y el empleo, o
exigir el blanqueo bajo convenio de todos los trabajadores "en
negro", la mitad de la fuerza laboral argentina. Ni hablar de un
seguro de desempleo universal para todos los desempleados. Todos
plantean la reducción progresiva de los planes sociales manteniendo
la miserable cantidad de $150 mensuales.
En política
exterior, a excepción del ARI (si bien éste de una manera tímida,
cobarde e hipócrita) todos acordaron en reforzar el alineamiento con
el imperialismo norteamericano: envío de tropas a Haití, aprobación
de leyes "antiterroristas" a pedido de Washington que suponen un
cercenamiento de los derechos democráticos, apoyo tácito a la
ocupación imperialista de Iraq, etc.
En la represión
a los luchadores sociales, todos aplaudieron o guardaron un silencio
comprometedor (ARI).
La política económica del
gobierno de Kirchner, que ninguno de sus oponentes burgueses
desafía, fue caracterizada espléndidamente por el dirigente de la
principal asociación patronal argentina, Héctor Méndez de la UIA:
"Nunca nos sentimos protegidos como ahora" (Clarín, 9 agosto). Y no
es sorprendente cuando las ganancias empresariales están aumentando
un 50% más cada año.
Las mejoras obtenidas por los
trabajadores y jubilados en sus haberes, allá donde se han
producido, fueron fruto exclusivo de las extraordinarias luchas
obreras que han sacudido el país en el último año y medio, o fueron
decretadas desde el gobierno como resultado directo de las mismas
para intentar desactivar la protesta social.
Perspectivas electorales
Kirchner ha tratado de explotar demagógicamente
el rechazo instintivo de millones de trabajadores a las políticas de
ajuste y privatizadoras del pasado para enfrentar a sus oponentes de
derecha. Es verdad que Kirchner ha gobernado a favor de la burguesía
y los monopolios extranjeros, pero ha tenido un cierto éxito en
diluir esta política con pequeñas concesiones a los trabajadores y
jubilados en el contexto de un crecimiento económico que permitió un
aumento del empleo y subas salariales generalizadas por primera vez
en más de una década, aunque muy insuficientes para recuperar todo
el poder adquisitivo perdido en los últimos años. En la medida que a
su izquierda no existe un referente que aparezca ante las amplias
capas de la clase obrera y la juventud como una alternativa fuerte y
confiable, pese al número cada vez mayor de trabajadores y jóvenes
desencantados con la hipocresía de su política, un sector importante
de la clase obrera sostendrá con su voto a los candidatos
kirchneristas, sin gran entusiasmo y porque no ven otra alternativa.
En la provincia de Buenos Aires, el principal
distrito electoral del país, se da por descontada una victoria
holgada de Cristina Kirchner. El duhaldismo quedará seriamente
debilitado y perderá el control del aparato peronista bonaerense. En
Capital, aunque es probable que Macri pueda ser el candidato más
votado, globalmente será superado en votos por Carrió y Bielsa. En
otro de los distritos importantes en disputa, como la provincia de
Santa Fe, probablemente el peronismo sufrirá una derrota humillante
a manos de la coalición de socialistas y radicales.
Es verdad que, debido a la heterogeneidad de la
geografía política del país, los resultados pueden variar de un
sitio a otro. Pero la tónica general es que los candidatos
referenciados con el pasado de corrupción y de las políticas
saqueadoras de los 90 serán derrotados o quedarán en minoría, siendo
superados por el “kirchnerismo” y el "centroizquierdismo" en sus
diferentes variantes. Estos últimos no expresan en absoluto una
salida de independencia de clase de los trabajadores, sino el "mal
menor" por el que optarán millones de trabajadores ante la falta de
una genuina referencia política de clase.
Como sucede
en cada cita electoral, los candidatos burgueses están desplegando
toda su demagogia explotando las preocupaciones e incertidumbres de
millones de trabajadores y sectores populares. Además de utilizar
descaradamente los recursos públicos reciben el apoyo de los
principales grupos empresarios del país para financiar sus campañas.
En cambio, la izquierda es discriminada en los medios de
comunicación y su fuente de financiamiento proviene del esfuerzo y
el sacrificio de sus militantes y simpatizantes.
Desde El Militante planteamos que ningún trabajador
con conciencia de clase, ningún joven comprometido con la justicia
social puede dar ningún tipo de aval a estos políticos burgueses por
muy "progresistas" que se quieran pintar algunos de ellos. Sean
quienes sean de entre estos candidatos los que se sienten en las
bancas de las diferentes legislaturas, su política les será dictada
por la burguesía nacional y los monopolios extranjeros.
La izquierda se boicotea a sí misma
Los marxistas siempre hemos señalado los límites
de esta falsa democracia. Se permite que la gente opine (más o
menos) lo que quiera, siempre que las decisiones fundamentales las
tomen los grandes empresarios, banqueros y terratenientes. Las
conquistas fundamentales: las libertades democráticas, un salario
digno o (en una etapa superior) la transformación socialista de la
sociedad siempre fueron, y serán, fruto de la organización, la
conciencia y la lucha de las masas en las fábricas y las calles, y
no la obra de ningún parlamento. Pero no somos anarquistas. Es
necesario participar en unas elecciones y alcanzar una
representación parlamentaria, para utilizarlo como una tribuna que
lleve nuestras ideas a las más amplias masas de la población,
vinculando la lucha por reformas a favor de la clase trabajadora con
la lucha por la transformación socialista de la sociedad.
A pesar de todo, la coyuntura política ofrecía una
gran oportunidad para que un genuino frente electoral de la
izquierda hubiera obtenido un resultado significativo que hubiera
multiplicado su actual (y minúscula) bancada en el Congreso. Es una
ley histórica que la clase obrera no entiende de organizaciones
pequeñas. Siendo las diferentes agrupaciones de la izquierda
pequeños grupos sin gran inserción de masas, era ésta la única
manera en que podían haber tenido un eco en cientos de miles de
trabajadores, desocupados y jóvenes que están buscando una
alternativa a las políticas capitalistas de los partidos y gobiernos
patronales. Lamentable e irresponsablemente, por mezquinos intereses
de aparato, por el oportunismo sin principios de unos y por el
sectarismo inveterado de otros, esto no fue posible una vez más.
Desde El Militante no aceptamos el chantaje "de
facto" que nos obliga a posicionarnos a favor de una u otra lista
electoral, contribuyendo a diluir y dividir el voto de izquierda,
profundizando el enfrentamiento entre los compañeros de base y la
periferia de las diferentes agrupaciones que interpretarán un voto a
favor de una lista como un voto contra las demás. Los intereses
generales de la clase obrera están primero, y demandaban una lista
única con un programa común. De ahí que hagamos un llamamiento
general a votar críticamente a la izquierda sin comprometernos con
ninguna lista específica.
La vida continúa después de
las elecciones, que por sí mismas no resolverán ninguno de los
problemas que preocupan a los trabajadores y la juventud. Debemos
avanzar en nuestra organización como clase. Dentro de los
sindicatos, dando pasos adelante en el desarrollo de la Corriente
Sindical de oposición a las actuales conducciones burocráticas que
están impulsando cientos de activistas obreros en todo el país. Y
políticamente, agrupando en un frente común a todos los trabajadores
y jóvenes que sinceramente deseen avanzar en la emancipación de los
trabajadores de la explotación capitalista, deslindando con el
oportunismo centroizquierdista y el sectarismo ultraizquierdista.
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argentina.elmilitante.org
Entonces...no voten a nadie¡¡¡
Por Mosca Cojonera -
Sunday, Oct. 16, 2005 at 10:01 AM
fliegecojonera@hotmail.com
Si no hay que votar a candidatos burgueses y patronales NO HAY QUE IR A VOTAR porque las elecciones, en forma y contenido, están armadas para justificar el ajuste del 2001 y el apriete futuro del 2006: 60% de trabajo en negro, trabajo infantil, superganancias capitalistas, etc. INDEPENDIENTE de las pobres intenciones de la minoría de la izquierda participacionista. Si se es consecuente y se entiende la estrategia del capital NO HAY QUE IR A VOTAR. La participación digitada de la vieja izquierda es parte del ritual de nuestra democracia berreta, son los patitos de la boda,...