MENSAJE DE ALAN WOODS AL PUEBLO DE CACHEMIRA.
Por EL MILITANTE -
Friday, Oct. 21, 2005 at 7:38 AM
EL MILITANTE -
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Al pueblo de Cachemira |
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Autor : Alan Woods Fecha :
( 21-Octubre-2005 ) Categoria : Pakistán
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nombre de la tendencia marxista internacional, deseo expresar
nuestra más cordial solidaridad con el pueblo de Cachemira en estos
momentos difíciles. El sufrimiento del pueblo cachemiro, que ha
durado décadas y es una mancha en la cara de nuestro planeta, ha
quedado cruelmente al descubierto por esta terrible catástrofe. A
las heridas infligidas por el hombre hay que añadir los golpes
crueles de las fuerzas naturales incontroladas. La visión de
tantos niños huérfanos, madres y padres agraviados, tantos muertos y
heridos, tantas vidas rotas, miembros y vidas rotos, ha conmovido el
corazón de millones de personas en todo el mundo. En estos
momentos de desesperación colectiva, la tendencia natural de los
hombres y las mujeres a la solidaridad humana y la acción colectiva,
representa la única luz tenue en la oscuridad. Es una prueba
viviente de que el espíritu humano contiene dentro de sí todo lo
necesario para elevarse por encima de las mayores tragedias y
triunfar ante los obstáculos más terribles. Los trabajadores del
mundo están unidos para apoyaros. Están enviando comida y medicina,
tiendas de campaña y ropa. Estas son las necesidades inmediatas para
vuestra supervivencia física. Algunas de estas cosas son enviadas
por el pueblo de la India, que considera propios vuestros
sufrimientos. Los trabajadores y campesinos tienden sus manos en
señal de amistad, desafiando todas las barreras artificiales y
monstruosas levantadas por sus opresores para mantenerles divididos
y débiles. Este es el verdadero mensaje de esperanza para el
futuro de Cachemira y toda la humanidad. Es necesario fortalecer
estos vínculos de hermandad y solidaridad que unen a los
trabajadores de todos los países, garantizarlos y protegerlos,
hacerlos crecer en un terreno sólido y duradero. Hoy luchamos
juntos contra los golpes crueles de la naturaleza. Mañana lucharemos
juntos contra golpes aún más crueles infligidos sobre nuestras
cabezas por los opresores, los terratenientes y los capitalistas,
los burócratas y los militaristas que son responsables de la mayoría
de los problemas que acosan a la raza humana. La vieja clase
dominante ha demostrado su total incapacidad para resolver los
problemas más apremiantes de la población. Esta incapacidad ha
quedado al descubierto de la manera más cruel y bárbara en el curso
de esta actual calamidad. ¿Cómo puede la clase dominante que ha sido
incapaz de solucionar el desempleo y la pobreza, el analfabetismo y
la enfermedad, en tiempos normales, resolver problemas tan grandes
como los creados por esta catástrofe? ¿Cómo puede un sistema que
es incapaz de proporcionar a la población viviendas decentes en
tiempos normales cobijar a millones que están congelándose en las
frías montañas junto a sus casas en ruinas? No puede haber futuro
para la población bajo un sistema que siempre sitúa los beneficios
de unos pocos antes que las necesidades apremiantes de la mayoría.
¡Pueblo de Cachemira! Hoy es vuestro lamento, vuestros muertos y
el cuidado de vuestros heridos. La clase dominante pronuncia
discursos hipócritas sobre ayuda y solidaridad. Pero no se puede
confiar en ellos. Como siempre, ellos buscarán sus propios
intereses, dejarán a los pobres y desamparados valerse por sí
mismos. El heroico pueblo de Cachemira ha demostrado que es
capaz de sobrevivir a este gran sufrimiento con coraje y estoicismo.
Este pueblo merece un destino mejor que el que ha tenido que aceptar
durante más de medio siglo. Sin duda se recuperará de las actuales
calamidades y regresará al camino de la lucha. Pero ¿la lucha contra
qué y quién? Durante muchos años el pueblo del subcontinente fue
educado en el odio a las personas de otras naciones y religiones. Se
pretendía que aceptara el dominio de su “propia” clase dominante,
sus “propios” terratenientes y capitalistas, que les roban, estafan
y desangran. Ahora le dicen a la población que el enemigo es la
naturaleza. Pero la gente sabe que los problemas a los que ahora se
enfrenta no proceden de la naturaleza sino de una infraestructura
espantosa: malas carreteras, mal transporte, malas casas que se
derribaron a la mínima sacudida, la ausencia de médicos y otro
personal especializado. Estos son problemas creados por el hombre
que imposibilitan hacer frente a desastres naturales como el que ha
sacudido el corazón de Cachemira. Toda la historia demuestra que
la raza humana es muy resistente. Los hombres y las mujeres se
recuperan incluso de los desastres más terribles. De los actuales
demonios la gente saldrá fortalecida. En medio de esta tormenta
están aprendiendo lecciones. La lección más importante es que no
se puede volver a la anterior situación de calamidad. Hace falta un
terremoto social y político que acabe con un sistema corrupto y
corrompido, es necesario sustituirlo por algo más limpio, mejor y
más humano. La catástrofe actual es un desastre humano sin
paralelo. Pero también ha sacado a la luz la incapacidad criminal
del orden social. No sólo ha sacudido los cimientos de los
edificios. También ha sacudiendo los cimientos del orden social y
político criminal, ha puesto las bases para su derrocamiento. La
única salida para los oprimidos y los que sufren en Cachemira es la
lucha por el socialismo. Los trabajadores y los campesinos deben
tomar el poder en sus manos, poner fin a toda la injusticia,
explotación y opresión, poner las bases para un futuro mejor y más
brillante en una Federación Socialista de todo el Subcontinente.
Londres, 14 de octubre de 2005
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