Julio López
está desaparecido
hace 6428 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Ver este artículo sin comentarios

AyL: atendido por sus dueños
Por Diputado Héctor Bidonde - Friday, Oct. 21, 2005 at 1:16 PM

Buenos Aires, lunes 17 de octubre de 2005


Autodeterminación y Libertad: atendido por sus dueños.


Soy Héctor Bidonde, actor, hoy Diputado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, escribo esto a título estrictamente personal.
Durante tres años pertenecí a “Autodeterminación y Libertad” (AyL), movimiento político del que me separé hace algo más de un año, junto a un grupo de compañeros con quienes actualmente conformamos el “Bloque del Sur”.
¿Por qué escribo esto hoy?
La principal razón, es que me harté de que en los últimos meses y por todos los medios a su alcance, Luis Zamora me insulte y me ofenda cuando trata de explicar quienes eran y por qué se fueron todos los Legisladores Porteños y Diputados Nacionales que integraban AyL, menos él y su mujer.
Según él, “todos fueron arribistas, desconocidos, advenedizos que se aprovecharon de un movimiento laxo y sin fronteras. Dice qué: “esos candidatos fueron elegidos en Asambleas por gente que se conocía poco, y que lo averguenza que se hayan ido sin haber dado discusión política”. Todo falso.
Creo que si Luis Zamora tuviera vergüenza, no debería presentarse más a elecciones; ni él ni Noemí Oliveto, ni nadie de su grupo.
Ya no hay dudas que Luis Zamora quiere volver a tomarnos a todos por idiotas.
Lo primero que hay que decir es que en AyL no se eligió a los candidatos por Asambleas; Zamora nos eligió a todos personalmente, y después los militantes, dieron o no su consenso, tanto en las elecciones del 2001 y como en las del 2003.
Claro que se puede objetar por qué se eligió ese procedimiento en un movimiento que se basaba en la horizontalidad.
Además, ¿por qué responsabiliza a las Asambleas de militantes? Para no hacerse cargo él. Él eligió y se equivocó con todos. Es increíble; porque en AyL no quedaron “ni los rebeldes ni los obsecuentes”( como dice Oliveto).
Un tipo de su experiencia política ¿puede equivocarse tanto en elegir a sus colaboradores?. Esto sucedió tanto en el Congreso, como en la Legislatura: se fueron tres Diputados Nacionales y ocho Legisladores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Obviamente, no aprendió nada.
Por lo que me toca de sus dichos, debo hablar de mí. No como actor, sino por mi historia política.
En 1957, a los 20 años, acompañé la formación del grupo “Palabra Obrera” en mi Ciudad de La Plata. Fuí Delegado Gremial en la Municipalidad de la Ciudad de Bs.As. entre 1972 y 1974, en la Dirección General de Tránsito y Obras Viales; y como trotskista, acompañé a la Juventud Trabajadora Peronista.
El 18 de Agosto de 1976 fuí despedido de mi trabajo, en razón del Artículo 6° de la Ley Antisubversiva, acusado de ser “aliado real o potencial ligado a la subversión”. En el mismo año, le hice juicio al Proceso, lo gané y cobré mi indemnización en 1978. De ahí en más, mi actividad fue exclusivamente: actor y docente.
Hice 25 películas, por lo menos 10 en cooperativa, intentando nuevas formas de producción. De las 40 obras de teatro en que intervine, en casi 20 autogestionamos nuestros proyectos. Dos veces integré las listas de la Asociación Argentina de Actores como candidato a Presidente de la entidad.
Llevo 41 años de profesión. Siempre acompañé la lucha por los Derechos Humanos; y miré, y viví y voté la política desde el socialismo.
Construí un teatro y una segunda familia a los 60 años.
Por todo eso, en Junio de 2001 me convoca Luis Zamora a integrarme al embrión de AyL y a participar en las elecciones como 5° candidato a Diputado Nacional ese mismo año.
Cuando repite la propuesta en el 2003 para la Legislatura de Buenos Aires, dudé mucho; no le veía demasiado sentido a integrarme tan orgánicamente. Era mi primera afiliación a un partido. No me sentía “tan socialista” como se proponía en AyL.En caso de ser elegido, significaba ganar menos dinero del que consta en mí Declaración de Bienes. Debía abandonar durante todo mi mandato como Diputado mi profesión de actor, como ha ocurrido en estos dos años. Todo esto se lo planteé cara a cara a Luis Zamora y a su mujer Noemí Oliveto. Finalmente, acepté por tres motivos: vivíamos en Argentina un clima de cambio muy grande después del 19 y 20 de Diciembre, y en lo personal, buscaba reparar la frustración de la experiencia de los 70.
Porque creía en la figura de un dirigente político que había vuelto a trabajar en la calle cuando dejó de ser Diputado Nacional.
Porque creí intensamente en el programa de los cinco puntos: Horizontalidad, Autodeterminación, Anticapitalismo, Internacionalismo, Nuevas formas de Socialismo.
Entonces, desde el primer día, con mi inexperiencia, que no es lo mismo que ser “advenedizo”, estuve junto con otros tantos compañeros poniendo el hombro (y la cara), plata de nuestros bolsillos, haciendo campaña de un modo artesanal, afiliando amigos y familiares, haciendo notas en los medios, disponiendo de nuestras casas. Por mi parte, mi casa familiar y mi teatro, que se cerró para la actividad artística y se abrió para la política, fueron utilizados durante cuatro años, sin pedir nada a cambio. Muestra de ello es que yo me enteré que iría 2° en la lista de Legisladores para las elecciones del 2003, el mismo día en que trajeron las boletas de AyL a mí casa, que fue utilizada como depósito de una importante cantidad de las mismas. Esta no es la historia de un “arribista”.
Pero no quiero adelantarme.
Creo que lo importante (y difícil) es tratar de comprender cómo se llegó a esto.
Quiero plantear hechos puntuales.
La historia de AyL, oscila, de momentos de entusiasmo y alegría a episodios desconcertantes, dolorosos, o francamente irracionales. Y todo en un tiempo tan breve, que aún hoy es imposible asimilarlos.
• En Octubre de 2001, la sorpresa es que no solo Zamora es elegido Diputado nacional, si no también Roselli (por renuncia de Marta Castaño antes de asumir).
• En Mayo de 2002, se retiran del Congreso Nacional donde trabajaban y del movimiento, Marta Castaño y Enrique Avila, su marido; con acusaciones gravísimas contra Zamora (registradas en documentos públicos).
• En Octubre Noemí Oliveto plantea que había que poner en cuestión el concepto de Horizontalidad en AyL.
• Diciembre de 2002: Zamora le pide a Roselli la renuncia a la banca (que es rechazada por Roselli) y convoca a un Plenario de militantes para pedir su expulsión. El dato curioso y destacable es que a último momento se le cambió el lugar de cita, ocultándole la dirección a Roselli. (no fue la última vez que se utilizó este mecanismo en AyL).
• Sobre esos días se produjo la convocatoria a elecciones para la Ciudad de Buenos Aires. El movimiento se reanimó y en Agosto de 2003, una avalancha de 215 mil votos colocó otros dos Diputados Nacionales y ocho Legisladores en la Ciudad; la sorpresa y el optimismo fueron aún mayores. Se crearon grupos en distintos lugares del país. El movimiento crecía. Pero con señales de alarma graves: se empezó a notar que mucha gente llegaba, pero mucha gente también se iba. Por otro lado “no respondíamos llamados y propuestas de participación” .

Se percibía que no había estructura con qué responder y tratábamos de entender el por qué de ciertos comportamientos que cerraban a AyL sobre sí mismo. Se crearon Nodos de Coordinación-Conducción (Nodo de Capital-Nodo de Todos) que giraban sobre un pequeño grupo de los militantes más antiguos.
Antes de asumir los cargos, en Diciembre de 2003, todo vuelve a estremecerse. Conflictos con los hermanos Devoto que desembocan, en medio de mucha confusión, en el reclamo de sus bancas por parte de Zamora. Se repite un final parecido al de Roselli; exactamente un año después: Plenarios convocados de apuro. Micro reuniones con directivas de que devuelvan las bancas, tal como expresa el Compromiso Etico firmado por todos los candidatos. Negativa de los hermanos Devoto y separación en ausencia de AyL.
El desembarco en la Legislatura el 10 de Diciembre del 2003 coloca a Oliveto en el centro de la escena, y a mí criterio, comienza una tarea de demolición vertiginosa, esto es, feudaliza todo AyL Legislatura: absorve la Presidencia del Bloque de AyL, la Presidencia de la Comisión de Derechos Humanos, más su banca de Diputada, tres cargos juntos. Por lo tanto designa Asesores y Secretarios en los tres despachos, más todo el personal que pudo en las oficinas de otros Diputados del Bloque de AyL. Obviamente sin la menor consulta. Se abalanzó sobre los sueldos a cobrar por cada empleado y decidió lo que aportaría cada uno al movimiento. En general, porcentajes altísimos.
En cuanto al funcionamiento del Bloque los temarios a tratar por los Diputados de AyL en cada reunión emanaban exclusivamente de ella.
Tamaña invasión generó una reacción enérgica en tres Diputados: Sergio Molina, Daniel Betti y yo, más algunos compañeros de nuestras oficinas.
El Bloque contaba con un Coordinador de grupo y decidimos que él fuera el portavoz de lo que vivíamos como una falta de respeto a todos los miembros del movimiento; ya que este comportamiento instalaba dos temas que atravesarían toda la historia de AyL: el manejo discrecional y absurdo del poder y del dinero.
Lo que exigió Oliveto en esa reunión fue la identidad de los que hacían los reclamos. El Coordinador planteó que lo importante no era la identidad si no lo real o no de los hechos. Se generó una discusión muy intensa. Se revelaron las identidades; era nuestro grupo. Nuestra propuesta era que los temas a debatir fueran consensuados y generados por todos los Diputados, y en cuanto al dinero, que se transparentasen los montos y el destino. Todo terminó de la peor manera. No se pudo encarar la menor reflexión. Y Oliveto decidió dar por concluidos los servicios del Coordinador. Desde ese día nuestro grupo fue vivido en rebeldía.
Era el 17 de Diciembre. Hacía una semana habíamos entrado en funciones como Diputados. La horizontalidad se hacía pedazos.
A partir de allí la espiral de enfrentamientos violentos fue creciendo contra este grupo de Diputados: Molina, Betti y yo, pero también contra los compañeros que trabajaban en nuestros despachos y todo aquel que frecuentase nuestras oficinas ó revelase afinidades.
A medida que los conflictos se incrementaban las reuniones disminuían hasta desaparecer.
El que también desapareció de la Legislatura fue Zamora, definitivamente.
En 2004, el primer año de la experiencia más importante que encarara a nivel institucional ningún grupo de izquierda, se hicieron solo tres plenarios: 4 y 18 de Abril y 30 de Mayo. De los tres, dos se convirtieron en peleas durísimas frente a cualquier disidencia. El siguiente fue el 21 de Junio, sin duda el más miserable y cobarde al que, obviamente, no asistimos.
Las sorpresas también aumentaron y con mayor frecuencia, desgraciadamente todas en la misma dirección: hacia la concentración y el ocultamiento de los resortes del poder en pocas manos. Una prueba: el 26 de marzo apareció en una reunión la propuesta de organizar de ahí en más AyL en dos grupos: uno primario y otro periférico, secundario, con distintos niveles de derechos y deberes. Nuestro grupo se negó a esa transformación. La discusión se dio principalmente entre Oliveto y yo. Para mí, esto implicaba la eliminación definitiva de la Horizontalidad y la Autodeterminación, que desembocó en la convocatoria a un Plenario organizado, manipulado del modo más teatral y patético, una auténtica provocación para que otros compañeros y yo, reaccionásemos con escándalo.
El Plenario se desenvolvía con aparente normalidad, hasta que, como solía ocurrir, una hora antes de finalizar, Zamora tomó la palabra y destacó que la causa de la ausencia de Oliveto era mi responsabilidad, criticando mi “falta de respeto a sus 30 años de militancia”, dado que yo, harto del comportamiento autoritario y soberbio de Oliveto, la había comparado entre otras cosas, con la célebre actriz trágica Sarah Bernand.
Los bandos se habían definido.
¿Por qué era tan importante transparentar los temas del poder y del dinero?
Toda la información sobre cantidad y origen de los nombramientos, monto de los sueldos, aportes y destinos de los fondos, eran conocidos por un grupo de no más de cinco personas. Cuando un Asesor de nuestro grupo preguntó sobre estos datos, al día siguiente se le cambió la cerradura de la oficina, y debió buscar otra donde continuar su tarea.
No puedo evitar la denuncia de un mecanismo, él ejemplo es: un Legislador nombra a un militante en su oficina, aquel puede decidir su baja compulsiva cuando lo desee, porque el empleado-militante revista en una planta transitoria (poco tiempo atrás, los dos eran iguales: militantes) pero ahora la relación original se ha transformado; objetivamente el Legislador es un Jefe, él decide en su despacho. Pero en la relación política, en un Plenario, viven una fantasía de igualdad. Sus votos tienen el mismo valor.
Yo me preguntaba durante los últimos Plenarios que concurrí: ¿sensatamente podemos creer que con la acumulación de nombramientos, con la construcción jerárquica donde uno manda y otro cumple, viviendo el clima del la legislatura, se puede mantener la independencia, la libertad de criterio de ese compañero en una votación? Dos citas del Plenario del 30 de Mayo de 2004: “ya se viven además de malos tratos y descalificaciones en las oficinas, una relación de: jefe-empleado”. O la mención de una compañera: “aquí hay gente que no habla porque tiene miedo de perder el empleo”. Sin que nadie la objetara.
Transformaciones que se desnudan en los grupos humanos.
Sucedían con empleados y Asesores, por qué no con Legisladores, expresando tal grado de irracionalidad, que resultaba muy difícil reaccionar.
Oliveto que era y sigue siendo Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, arrancó con una campaña a principios de Mayo de 2004: había que pensar en pedirle la banca a la Diputada Patricia Flores porque se proponía quedar embarazada. El fundamento era que tal decisión, la alejaría de sus tareas. Lo repitió un par de semanas más tarde. Confieso que sentí dos impulsos: uno que me reservo (porque es sabido que perdí una hija de 16 años) y otro más social: elegí pensar que nadie iba a apoyar semejante propuesta. También sabemos hoy que la escena se repitió con escándalo en el Plenario miserable del 21 de Junio, del que ya hablaré. El 29 de Junio de 2004, la Diputada Patricia Flores renunció a su banca. (La Sesión siguiente Oliveto reconoció el “gesto ético” de la Diputada Flores).
Preguntas sobre el proyecto de AyL
¿Cómo se intentaban materializar los cinco puntos? Se hablaba de “una revolución en las cabezas de la gente”, de “acompañar procesos de autoorganización”. De “construir contrapoder”. Frecuentemente durante tres años nos preguntábamos: ¿qué movimientos, que conflictos se acompañaron de un modo sostenido y con qué resultados? Brukman, La Alameda, Hospitales, Cooperativas de Vivienda, Docentes, Fábricas Recuperadas, Comunas, Código Contravencional, hoy el mejor ejemplo es Cromañón. Cada uno era una oportunidad de explorar los cinco puntos. Con algunos de estos conflictos AyL hacía contacto, pero a la mayoría se los desechaba rápidamente porque creía verse en ellos infiltraciones de aparatos de la izquierda tradicional, o punteros barriales, burocracia , corrupción. Si llegaba a darse alguna actividad conjunta, el propósito de los otros grupos era cooptar, infiltrar AyL con el propósito de buscar cargos. Nadie era confiable. Esto ocurría también con Asambleas, Organizaciones Sociales, Intelectuales, Gremialistas. Entonces se cortaba el contacto. No existían interlocutores, AyL tuvo un comportamiento paranoico, conspirativo. No se quería un partido de cuadros, ni constituir un movimiento social. Con todo el dolor luego constatamos: Luis Zamora no tuvo proyecto con AyL. Jamás quiso construir un movimiento político, más allá de si mismo y de un pequeño grupo. No hay nada mejor que citarlo:
“Conformamos AyL pero sin darle mayor importancia ni esfuerzo específico”.
“No queríamos construir especialmente una agrupación ya que lo importante era impulsar procesos de autoorganización”.
“Nos sobreestimamos nosotros mismos y en consecuencia pensamos poco y nada en la necesidad de volcar esfuerzos para construir AyL”.
(Luis Zamora. Documento: “¿Qué está pasando en AyL?”4/11/04).
Ocurre que Zamora se vive como una marca, una imagen. AyL fué solo un soporte humano y mediático, una estructura virtual, llena de palabras, que fue utilizada para recuperar la banca que había dejado en 1993.
Pero ¿cuál era nuestra lucha, nuestras propuestas, nuestras acciones?
-Democratizar AyL en principio en la Legislatura. Ser escuchados. Desde nuestra asunción y luego de cuatro meses de muchísima pelea, recién el 11 de Mayo se logró por primera vez una reunión de Diputados con Agenda común, elaborada por todos. Proponíamos sostener esa metodología y trasladarla a los Plenarios. Limitar la concentración del poder.
-Transparentar el manejo de los fondos de AyL. Las quejas y reclamos de los compañeros eran cotidianas. Ganar para el colectivo la democratización del uso del poder y del dinero.
-Erradicar los malos tratos a los empleados, militantes o no. Los mecanismos expulsivos. Las descalificaciones.
-Abrir AyL. Reconocernos en el mapa político del Buenos Aires real.
-Vistos los resultados a la fecha en que nos ubicamos según esta cronología (fin de Mayo de 2004) percibíamos que era gravísimo haber perdido ya tres y estar en peligro de que se perdieran otros tres compañeros del equipo legislativo.
-Pero lo que más sentía como irrecuperable, era haber perdido grupos enteros de militantes, intelectuales, profesionales de todo el país que se apartaban en silencio, o no, y el abandono del proyecto político de AyL. La confianza de la mayoría de esos 215 mil votantes que volvieron a su escepticismo, a su descreimiento, con sus ilusiones destrozadas por la política y los políticos. Y lo peor, en nombre del nuevo Socialismo.
-Contener en nuestras oficinas a compañeros empleados a los que AyL oficial expulsaba.
-Luchamos por quedarnos, no por irnos, y así lo demuestran nuestras cartas del 14 de Junio y el 1° de Julio. No promovimos ni construimos bandos antagónicos, ni hicimos proselitismo anti-AyL.
-No creamos polémicas ante el pedido de Oliveto de que el movimiento se hiciera cargo de los gastos del sistema de enrejado de su casa particular, simplemente rechazamos su pedido.
-En lo personal, guardé con discreción durante más de un año las divergencias que hoy salen a la luz, provocadas por la incontinencia verbal reiterada de Luis Zamora, a quién considero el máximo responsable del tremendo fracaso de esta aventura que pudo haber sido histórica.

El, para mí, último capítulo de este escrito, revela la maniobra más sucia que he vivido en mi vida política.
El Plenario del 30 de Mayo de 2004 decide desplazar a Oliveto de la Presidencia del Bloque de AyL, y promover un encuentro entre Molina, Betti y Bidonde por un lado, y Gerardo Romagnoli por el otro. El objetivo: armonizar posiciones, por llamarlo de alguna manera.
Todo empieza con una propuesta de Romagnoli de expulsar seis compañeros. Decisión tomada vaya a saber por quién, sin mandato del plenario. Nos negamos, se discutió todo el día que fue el 1° de Junio. Se retoma la reunión al día siguiente, en determinado momento, Romagnoli decide retirarse por considerar inútil la reunión. Fue nuestro último dialogo.
Desconcertados e indignados esperamos hasta el 14 de Junio, día en que envié una carta pidiendo retomar el diálogo, sin obtener respuesta (pongo a disposición del que quiera el texto original). En los días siguientes, supimos que se programaba un Plenario Nacional. Compañeros de mi oficina, militantes de AyL, pidieron la fecha y la dirección del mismo, cosa que les fue negada porque iba a ser transmitida a nosotros tres: los Legisladores rebeldes.
El Plenario se concreta el 21 de Junio, obviamente sin nuestra presencia, y ahí dicen, que se pide la expulsión de Betti, Molina, y Bidonde. Lo expreso así, porque al día de hoy nadie nos ha informado nada. Extraoficialmente nos enteramos que el tema de nuestra expulsión no prosperó. Fue desplazado por otro enfrentamiento en el que, ahí si, Oliveto pide la renuncia de la Diputada Patricia Flores, hecho que se concreta como dije anteriormente, el día 29 de Junio de 2004. En su renuncia formal, aduce “motivos personales”.
Así actúa este campeón de la ética y Fiscal General de todos los sistemas políticos: Luis Zamora. Así actúan Noemí Oliveto, Gerardo Romagnoli y Gustavo Baamonde. Equipo que se postula para ser elegidos Diputados Nacionales los dos primeros, y Legisladores los otros 2 por la Ciudad de Buenos Aires.
Yo pregunto: ¿Por qué se usó de tres maneras distintas ese método de pedir renuncias, recuperar bancas, que acepté pertenecen al movimiento, sin la presencia frontal, sin los debates necesarios con los compañeros que planteabamos disidencias. Se supone que si la razón la tiene un grupo que acusa, de lo que sea, a una persona, como en nuestro caso, el conjunto del Plenario apoyará esa moción y se obtendrá la renuncia que contempla Compromiso Etico. ¿Cuál fue la razón para no seguir ese camino? La única conclusión es que no se tenía razón y se quizo conseguir algo de esta manera repudiable y cobarde. Estos métodos ya serían objetables en un partido burgués, verticalista, corrupto; pero que ocurra en un partido que critica no solo al sistema, si no a todo el arco de izquierda argentino por aparatista o burocrático, resulta incalificable.
AyL posee la herramienta más desarrollada políticamente expresada en los cinco puntos, y no sólo no la usa, si no que acude en nombre de las “nuevas formas de Socialismo”, a métodos que no usó conmigo ni siquiera la dictadura genocida.
Esto pasará a la historia de la vergüenza.
Que no hable más el Dr. Zamora de “Compromiso Etico” él fue el primero en violarlo. Debe rendir cuentas por eso y callarse la boca para siempre.
Quisiera saber si al día de hoy, todavía tiene cara para decirle a quién sea que nos fuimos sin dar discusión política. Claro que hubiésemos querido discutir otras políticas, de otras maneras, como en el encuentro Nacional en Puan, en la Facultad de Filosofía con más de mil compañeros, explorando con todas sus complejidades, los cinco puntos.
Por último, quiero recordar y guardar un profundo respeto, a todos los militantes de base de AyL que, a pesar de la manipulación de los Plenarios, el uso de mecanismos expulsivos, y la ventaja de manejar puestos de trabajo (por parte de la Dirección de AyL) conservaron su dignidad e independencia de criterios, frustrando así, el manejo impune y discrecional del grupo que integró la Conducción de AyL.
Esta fue mi experiencia. Mi deseo es que en los próximos tiempos se termine:
AyL: ATENDIDO POR SUS DUEÑOS.
Héctor Bidonde




agrega un comentario


Y dale, total ...
Por Cansado de ibarristas - Friday, Oct. 21, 2005 at 4:26 PM

Y dale, total los post duplicados en indymedia se borran solo cuando el operador de turno no le cae bien el artículo. No es este el caso, asi que ahora podes volver a poner otro vez la dirección del blog pedorro ese.
Contra Zamora hay canilla libre.

agrega un comentario


cansado en serio de las mentiras
Por ibarrista las pelotas - Friday, Oct. 21, 2005 at 6:56 PM

No tienen un argumento mas berreta los defensores y familiares de Zamora que acusar de ibarristas a los que los acusan o de que les pagó no se sabe quien?
Resulta que ahora Bidonde, Betti, los Devoto, Etchegoyen, Tiniriello, De Brassi....etc etc etc son Ibarrista????? Eso no se lo cree nadie. Y si son Ibarristas, porque Zamora no explica porque lleno de ibarristas la legislatura? Tan pelotudo es?

Hablando de Ibarristas.....que expliquie Zamora y Olivetto porque se oponen a la intepelación y juicio político a Ibarra. Refuten con hechos, no con mas verso y mentiras

agrega un comentario


Ibarrista quien?
Por Militante4 - Saturday, Oct. 22, 2005 at 12:21 AM

Che AyLs, Una pregunta, Grosman, el les que donaba afiches, mesas y otros para la campaña del 2003, y al que se lo ve charlado por los pasillos de la legislatura con la Oliveto, no es acaso Ibarrista, asesor de Alicia Caruso? Entonces quien es ibarrista, caraduras!!!

agrega un comentario


Para militante 4
Por Otro ex - Saturday, Oct. 22, 2005 at 6:10 AM

Vos decís Javier Grosman, el ex secretario de cultura de Ibarra? Ahora me cierra!!!

agrega un comentario