| versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
Ver este artículo sin comentarios
El fetichismo del erotismo
Por Pablo Wolt -
Sunday, Oct. 23, 2005 at 12:54 PM
Este artículo analiza el fetichismo del erotismo: el placer en tanto apariencia y superestructura, epifenómeno ocultista, encubridor de la verdadera esencialidad del ser.
La base material actúa como un condicionante dialéctico: pues de allí provienen las fuerzas que guían el carro de la historia. Por ello decimos que el ser es el demiurgo de la conciencia. "Todo está preñado de su contrario" - nos enseñó Marx. Debido a lo anterior, la realidad se nos presenta como un todo caótico, inaprehensible a la razón. Debemos, entonces, hacer intermediar formas ideológicas cual categorías de análisis, de modo que logremos trascender la forma aparente, y desentrañar los misterios y miserias del modo de producción [capitalista]. Luego, la realidad ya nos parecerá comprensible.
Es de destacar el valioso aporte de Foucault al respecto: el complejo entramado capitalista nos rodea y envuelve con sus barrotes de hierro. La jaula de hierro weberiana ha invadido los más recónditos resquicios del ser. Nuestra sexualidad ya no es nuestra. Las fuerzas productivas creen encontrar en la pornografía y el sensualismo su consuelo. He allí la naturaleza superestructural de las creaciones y fetiches 'eróticos' de la sociedad de consumo. Sus señales satelitales globales no hacen más que acercar a todos los confines de la tierra falsas esperanzas que ocultan la apropiación del capital. En realidad, todos estamos ya en la máquina panóptica y nuestros intentos de liberación sólo consiguen añadir nuevos eslabones a nuestras cadenas. La liberación parece imposible en nuestros tiempos. Y es que la confusión nos abruma. El eterno presente del posmodernismo enturbia nuestro anteojo crítico. Prime, Playboy y Venus nos invaden. El planeta invade al ser: alien este en su propio planeta.
El placer se ha vuelto mercancía: hemos perdido toda potestad sobre este. Ya no nos pertenece. Nuestra identidad se halla en el trabajo sexual de 'bellezas' norteamericanas. Bellezas de dinero: bellezas de las marcas. Nuestro sentido ha desaparecido. El sentimiento se vuelve condicionado de su condicionante: inmaterial, esta vez: mas tan efímero como continuo. El contraste se nos hace evidente pero sin embargo, pagamos por él. Pagamos por nuestra americana TV por cable, pagamos por los productos que más placer nos brindan. Aunque metamorfoseado en estos sublimados fetiches, pagamos el precio de nuestro pasivismo.
Sin embargo, puede que el hielo se derrumbe, que el coloso se vuelva trizas. Apenas cabe esta oportunidad. Apenas, conviene vivir con ella, de ella, para ella. Tal vez, la solución se halle en los antiguos principios que Marx nos invitaba a conservar con su metáfora del 'viejo topo': poderoso cavador este, con un aire juguetón, se nos aparece como el espíritu revolucionario que horada los cimientos de la vieja sociedad, y prepara las bases de la que será una nueva civilización. La civilización de la igualdad, donde habrán desaparecido estas artificiosas creaciones de la sociedad burguesa, y el individuo intente probarlo todo, en sí y por sí. Este hombre, un hombre típicamente moderno, que habrá creado nuevos valores, podrá resolver las contradicciones que lo desmembran. Y es que en la interpretación filo-hegeliana, la Modernidad se define como valoración de una nueva subjetividad que se da junto con una progresiva atenuación de la norma. Hegel concebía esta continua liberación del hombre como auroras sucesivas: tal vez, la etapa final sea la definitiva comprensión del ser que en giro desenfrenado transforme la historia hacia sus esplendores de otrora.
Pablo Wolt. El autor es filósofo y neo-marxista.
Comentario
Por Pablo Wolt -
Sunday, Oct. 23, 2005 at 1:12 PM
p_wolt@hotmail.com
El fragmento anterior procede de un trabajo propio en preparación que me encuentro elaborando.
Desearía conocer sus opiniones. Mi email es p_wolt @hotmail.com
Estoy planeando publicar bajo licencia libre estos escritos, junto con su edición editorial.
Saludos,
Pablo Wolt
My god
Por Marcelo -
Sunday, Oct. 23, 2005 at 5:38 PM
Es una bazofia.
Sinceramente.
interesante
Por carlos -
Sunday, Oct. 23, 2005 at 9:04 PM
es una literatura interesante.
coincido con el enfoque del erotismo
...
Por Hormiga atomica... -
Monday, Oct. 24, 2005 at 5:41 PM
Mi parecio pura paja intelectual
Comentario sobre el fragmento y sobre las formas de expresión en general
Por Rim odranoel -
Monday, Oct. 24, 2005 at 9:09 PM
En primer lugar yo explicaría breve y claramente que significan las palabras "fetichismo" y "epifenómeno".
En segundo lugar explicaría qué es eso de "condicionante dialéctico".
En tercer lugar, luego del término "demiurgo" insertaría entre paréntesis el significado del vocablo.
En cuarto lugar y antes de avanzar en nuevos conceptos, intentaría hacer explícito el significado de la primer idea, ["La base material actúa como un condicionante dialéctico: pues de allí provienen las fuerzas que guían el carro de la historia. Por ello decimos que el ser es el demiurgo de la conciencia. "Todo está preñado de su contrario" - nos enseñó Marx"] ya que si no está claro lo primero, difícilmente se entienda lo que que sigue, o se lo interprete erróneamente.
En quinto lugar, pondría una nota al pie explicando qué es eso de " la jaula de hierro weberiana".
En sexto lugar, valen los señalamientos anteriores para "máquina panóptica", y "valoración de una nueva subjetividad que se da junto con una progresiva atenuación de la norma".
Por lo demás, en general lo veo bien orientado, pero se percibe una ausencia de esfuerzo por la claridad.
Un consejo. Leéle todo el fragmento a un joven adolescente, a un laburante no calificado y a un jubilado. Anotá las preguntas que te hacen e indagá por las que no te hacen.
Examiná la posibilidad de que no sea necesario un lenguaje rebuscado o demasiado técnico para decir lo mismo que querés decir pero en un lenguaje accesible.
Lo no imprescindible muchas veces entorpece o está de más.
Saludos marxistas.
bien dicho, wolf!
Por Lord Khyron -
Monday, Oct. 24, 2005 at 9:46 PM
movimiento_stalin_vive@hotmail.com
caav8rp6.jpg, image/jpeg, 455x722
la maldita perversión capitalista amenaza los corazones puros de los trabajadores del mundo.
La tentación de la carne pretende distraer las mentes y espíritus del fin último: la sociedad socialista sin clases. Ya lo dijo el camarada Stalin "si ese ojo tuyo es ocasión para el pecado, es preferible que te lo arranques, antes que arder en la Sodoma capitalista por toda la eternidad".
Si esa mano tuya te lleva al derroche de la sociedad consumista, es preferible que te la cortes antes que comprar un maldito big mac. Porque cuando llegue la Revolución, El Bienamado Líder y Querido Maestro, separará a la paja del trigo, la mala hierba será depurada, purgada y arderá en la perdición.
La Babilonia capitalista extiende sus inmundas pezuñas en forma de pornografía, juguetes sexuales, liberalidad sexual, besos en lugares públicos, etc. Pero recuerda esto: Solo los verdaderamente puros de espíritu accederán a la sociedad sin clases, si las tentaciones te acosan, recurre a la Lectura de las Grandes Obras de los Maestros del Marxismo. Todo lo demás son tentaciones capitalistas para descarriarte.
respuesta
Por carlos -
Tuesday, Oct. 25, 2005 at 11:04 AM
El estilo de redacción me da la impresión está dedicado para un público en particular. Me hace acordar a un profesor que tuve en la facultad.
Igualmente, lo que decis Wolt es cierto: nuestros adolescentes se preocupan por la sexualidad y el desenfreno, se entregan de este modo al sistema.
Como si fueran promesas de una sociedad mejor, no hacen más que lo que vos llamás (citando a F) "añadir eslabones a nuestras cadenas".
Me hace recordar el proceso de 'privatismo social' que menciona Habermas: cada uno en sus cosas, pero esta vez entregado a lo placentero, y olvidando la cuestión social.
salu2,
Carlos