GESTIÒN OBRERA EN VENEZUELA.
Por EL MILITANTE -
Wednesday, Oct. 26, 2005 at 11:35 AM
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Trabajadores venezolanos discuten la
gestión obrera y las ocupaciones de fábricas |
Ministra de Trabajo:
“Las recuperaciones de empresas no son un problema sino la respuesta
a un problema” |
Autor : Jorge Martín Fecha
: ( 25-Octubre-2005 ) Categoria : Venezuela
|
urante
dos días, 21 y 22 de octubre, representantes obreros y activistas
sindicales de todo el país se reunieron en Caracas en el Encuentro
Nacional de Trabajadores hacia la Recuperación de Empresas. El
objetivo principal de esta reunión, convocada por la Unión Nacional
de Trabajadores de Venezuela (UNT), fue reunir a los trabajadores
implicados en experiencias de ocupaciones de fábricas y en
diferentes formas de gestión obrera.
La reunión fue
convocada para preparar el Primer Encuentro Latinoamericano de
Empresas Recuperadas por los Trabajadores, que tendrá lugar en
Caracas entre los días 27 y 29 de octubre (para más detalles ver la
web del Encuentro). El encuentro latinoamericano está organizado
conjuntamente por trabajadores de fábricas ocupadas de Brasil,
Argentina, Uruguay y Venezuela, la UNT venezolana y la PIT-CNT
uruguaya, además cuenta con el apoyo del Ministerio de Trabajo de
Venezuela. Participarán trabajadores de fábricas ocupadas y
recuperadas de Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Ecuador, Puerto
Rico y Panamá, entre otros.
En el encuentro nacional
estaban presentes trabajadores de Invepal (antigua Venepal), donde
los trabajadores lucharon por la expropiación de la papelera bajo
control obrero después de que sus anteriores propietarios declararan
su bancarrota. También había representantes de Inveval (antigua
CNV), la constructora de válvulas que los trabajadores ocuparon
durante más de dos años y de la que finalmente consiguieron la
expropiación bajo un tipo de cogestión obrera. También había
trabajadores de la empresa estatal de generación y distribución de
electricidad, CADAFE, donde los intentos de los trabajadores de
introducir la cogestión han chocado con el intento de los
administradores de la empresa de mantener su poder de decisión. En
total estuvieron presentes 200 trabajadores de todo el país, tanto
del sector privado como del público.
Uno de los
primeros oradores del encuentro fue Eduardo Murua, presidente del
argentino “Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas - MNER”. Él
explicó la experiencia de las ocupaciones de fábrica en Argentina
como una alternativa en la lucha contra el desempleo y la
destrucción de empleos. Uno de sus principales énfasis fue la idea
de que los trabajadores sólo pueden basarse en su propia lucha y en
su propia fuerza, dijo que los trabajadores en Venezuela deberían
tomar ellos mismos la iniciativa y no esperar a que el gobierno les
de luz verde. Defendió que si una fábrica era cerrada por los
empresarios “los trabajadores deberían ocuparla, intentar comenzar
la producción y discutir después los aspectos legales”. También
explicó cómo MNER ha conseguido salarios más altos y jornadas
laborales más cortas que en empresas similares del sector privado, y
que habían usado su experiencia para vincularla a la lucha de los
trabajadores en las empresas capitalistas privadas por las mismas
condiciones.
Ministra de Trabajo: las ocupaciones de
fábrica no son un problema sino la solución al problema
También estuvo presente en la reunión la Ministra de
Trabajo María Cristina Iglesia. Ella explicó cómo la idea de un
Encuentro Latinoamericano había surgido de los propios trabajadores,
particularmente de los trabajadores de empresas recuperadas en
Argentina, Brasil y Uruguay. Fueron ellos, junto con varios
sindicatos del continente, los que pidieron al presidente Chávez que
Venezuela albergara esta reunión. Iglesias dijo que cuando los
trabajadores ocupaban las fábricas que habían sido abandonadas e
intentaban reanudar la producción, esto no “se debería ver como un
problema, sino más bien una solución al problema” provocado por los
empresarios con el cierre de estas empresas. Añadió que no llevar a
cabo esta acción sería como “agonizar de hambre en un supermercado
sin atreverte a abrir una lata de sardinas”. Insistió en que
mientras exista el desempleo “una fábrica cerrada es un crimen”.
Subrayó la importancia del Encuentro Latinoamericano
porque significaba “que estas luchas ya no están aisladas”. La
reunión tendrá tres ejes principales, explicó, uno para los
trabajadores de las fábricas ocupadas para intercambiar experiencias
y sacar conclusiones políticas, otro en el que sindicatos y
organizaciones sindicales también se unirán y discutirán cómo apoyar
estas luchar y, finalmente, uno en el que gobiernos y parlamentarios
de diferentes países discutirán el marco legal de este movimiento de
fábricas gestionadas por los trabajadores. El encuentro también
incluirá una exposición de vídeos y fotografías de las fábricas
ocupadas en el continente. “No están mostrando estos ejemplos porque
tienen miedo”, dijo Iglesias, quien explicó que estos ejemplos
existen incluso en Estados Unidos, empresas que de una forma u otra
han sido recuperadas por los trabajadores. “No deberíamos perder de
vista de dónde venimos y cuál es nuestra clase”.
La
ministra María Cristina Iglesias también explicó cómo esta lucha de
empresas recuperadas por los trabajadores está vinculada a “lo que
siempre ha sido nuestra meta: que los trabajadores dirijan la
producción y que los gobiernos también estén dirigidos por los
trabajadores”.
Se dieron ejemplos de cómo estos
trabajadores de empresas recuperadas pueden cooperar más allá de las
fronteras nacionales. Por ejemplo, la papelera Invepal podría
colaborar con trabajadores de artes gráficas en Argentina que están
siendo gestionadas por los trabajadores, rompiendo así el monopolio
del papel en ese país. Los trabajadores de la fábrica ocupada Cipla
en Brasil podrían comprar materias primas de la empresa estatal
venezolana Pequiven, y después vender algunos de sus productos a la
industria petrolera estatal venezolana PDVSA. Se discutieron muchos
de estos ejemplos, pero se insistió en que no deberían ser vistos
como un mero intercambio comercial, ya que benefician a todos los
grupos de trabajadores implicados, a través de la formación,
transferencia de tecnología, etc.
La cogestión
obrera en las industrias estratégicas
Otro de los
oradores en la reunión de Caracas fue el profesor Mike Lebowitz que
entró en algunos de los debates que se están produciendo en
Venezuela con relación a la cogestión obrera. Explicó cómo ésta es
una parte clave de la Revolución Bolivariana: “nada hará más felices
a los enemigos de este proceso que el fracaso del camino hacia la
cogestión en Venezuela, porque los trabajadores, especialmente los
de América Latina pero también en otras partes, están comenzando a
mirar el desarrollo de la cogestión aquí como una alternativa real
al despotismo del centro de trabajo”. También dejó claras las
diferencias entre lo que se conoce como cogestión en Venezuela y la
cogestión en Alemania, donde “significaba la incorporación de los
trabajadores al proyecto de los capitalistas... mientras que en
Venezuela, la cogestión es una alternativa al capitalismo”.
Lebowitz también discutió los defectos de la
autogestión en Yugoslavia donde “el enfoque de los trabajadores
dentro de cada empresa era su propio interés” y “lo que faltaba era
el sentido de solidaridad con la sociedad en su conjunto”. Como
resultado, este sistema en Yugoslavia funcionaba para “aumentar la
desigualdad, quebrar la solidaridad de la sociedad, llevando en
última instancia al desmembramiento de Yugoslavia”. Explicó que la
cogestión en Venezuela está intentando “evitar este error
particular... insiste en que las empresas no pertenecen sólo a los
trabajadores, eso significa que deben ser dirigidas en interés de
toda la sociedad”.
Entre otras cosas, Mike Lebowitz
también dejó clara su opinión sobre el debate de si puede existir
cogestión obrera en las industrias estratégicas. “Si las industrias
como la producción petrolera, la generación y distribución eléctrica
se excluyen de la cogestión, ¿qué se está diciendo a los
trabajadores de esas industrias?”, preguntó Lebowitz. “¿Que no
confiamos en que los trabajadores sean capaces de tomar decisiones
en interés de la sociedad? ¿Qué tipo de visión del socialismo del
siglo XXI es esta?" Añadió que: “en realidad, lo que estás diciendo
es que cuando las decisiones son importantes, el capitalismo, el
capitalismo de estado es la respuesta, no la cogestión o el
socialismo del siglo XXI?”
Lebowitz explicó que estas
contradicciones, y otras, son normales y están implícitas en el
proceso y que se pueden superar “a través de la discusión
democrática, el convencimiento y la educación”. Acabó diciendo que
“nada haría más infelices a los enemigos de la Revolución
Bolivariana que el éxito de la cogestión”.
Los
trabajadores deben basarse en su propia fuerza
Luis Primo, de la Coordinadora de la UNT de
Caracas-Miranda y miembro de la Corriente Marxista Revolucionaria,
también habló en la reunión. Dio un breve esbozo de la historia de
la lucha de la cogestión obrera y explicó también el proceso de
destrucción de la industria manufacturera venezolana. Según las
cifras que dio, en 1999 había casi 12.000 empresas manufactureras en
el país, ahora la cifra es inferior a 7.000, eso significa una
pérdida superior a 100.000 empleos manufactureros. Al mismo tiempo
el 90 por ciento de las empresas venezolanas están en el sector
servicios. Esta situación extrema se debe a que los “capitalistas ya
no están interesados en la producción” cuando pueden conseguir
rápidamente más beneficios a través de la especulación. El principal
énfasis de su intervención fue que los trabajadores sólo podían
basarse en su propia fuerza y en su propia lucha. En estas líneas
propuso que la UNT creara equipos en cada región para organizar la
ocupación y recuperación de las fábricas que estaban paralizadas.
Concluyó citando a Marx cuando dijo: “la emancipación de los
trabajadores debe ser obra de la propia clase obrera”.
Aparte de las interesantes contribuciones de los
diferentes oradores, el aspecto principal de esta reunión fue el
entusiasmo de los representantes de los trabajadores que
participaron en los debates. Docenas hicieron cola para explicar la
lucha en sus fábricas, los problemas a los que se enfrentaban con
los directores en el sector público cuando intentaban implantar
formas de cogestión obrera, los planes que tenían para ocupar
fábricas abandonadas por los empresarios, etc. Estaban presentes
trabajadores de Siderorca, la empresa que se va a reabrir en Zulia y
que fabrica tuberías para la industria petrolera; trabajadores
privados de la refinería petrolera Oxydor de Valencia, que están
luchando por la expropiación bajo el control obrero; trabajadores de
distintas plantas de la multinacional Parmalat con la misma
reivindicación, etc.
Incluso aunque algunos grupos
importantes de trabajadores estuvieron ausentes de la reunión, el
ambiente de los presentes fue suficiente para demostrar que la
expropiación de Venepal y CNV a principios de este año ha abierto
las compuertas y que muchos grupos de trabajadores de todo el país
están ahora mirándolos como un ejemplo a seguir. Resulta
significativo que todos los cuadernos entregados a los participantes
de la reunión en el momento de registrarse fueran fabricados por la
nueva Invepal bajo cogestión obrera.
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