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Salió El Trabajador número 75, periódico de Convergencia Socialista. ¡Fuera Bush!
Por CONVERGENCIA SOCIALISTA - Sunday, Oct. 30, 2005 at 10:09 AM

Después de las elecciones, las luchas siguen marcando el camino

A pesar del triunfo electoral de Kirchner
Continúan las luchas y las oportunidades

El ajuste que está aplicando Bush en su propio país para pagar los costos de la guerra de Irak, la ocupación de Afganistán, el huracán Katrina y otros desastres naturales, condiciona a todos los gobiernos del mundo, especialmente a los que están al frente de países dependientes del imperialismo como el nuestro.

Por esa razón el gobierno de Kirchner intentará aprovechar su triunfo electoral y la debilidad de las direcciones obreras combativas para aplicar férreamente las directivas de su patrón imperialista, que viene al país para dictarle a él y a los demás presidentes latinoamericanos que es lo que deben hacer para seguir colaborando con los intereses yanquis.

Para lograrlo, Kirchner se apresta a hacer su parte: pagarle al FMI, permitir la suba de precios y tarifas e intentar quebrar la resistencia obrera, ya sea de los que firmaron paritarias y están viendo como la inflación les debora rápidamente los aumentos o de los nuevos sectores obreros que empezaron a moverse hace unos meses.

Para ello seguirá intensificando la ofensiva que viene sosteniendo contra los conflictos, particularmente aquellos dirigidos por dirigentes que no son parte de la tradicional burocracia sindical.

Sin embargo el cielo de los de arriba no está tan limpio como parece, ya que a pocos días de las elecciones comenzaron a asomarse negros nubarrones que anuncian un futuro plagado de tormentas sociales: las durísimas peleas protagonizadas por los camioneros, petroleros, ferroviarios y trabajadores de las tercerizadas.

La misma reactivación de la economía, aunque aun débil y limitada, está despertando expectativas en una clase obrera que desea beneficiarse de la misma y está saliendo a luchar, a veces forzando a sus propias direcciones burocráticas a ir un poco mas lejos en sus demandas, como sucedió en el gremio que dirige Moyano.

La dureza y relativo fortalecimiento del gobierno y la continua traición de las direcciones sindicales burocráticas, motorizarán sin duda, nuevas explosiones de las bases y la radicalización de los activistas, como ocurrió en el subte, donde los trabajadores, para triunfar, tuvieron que hacer asambleas, pasar por encima de la burocracia de la UTA, coordinar y organizar los piquetes que hicieron retroceder a la policía.

Estas acciones, propagandizadas por todos los medios de difusión del país, son grandes mazasos dirigidos a la conciencia de la clase obrera que empujan en el sentido opuesto de los que pegó el gobierno y el régimen en las elecciones.

Después del circo electoral, la permanente pelea entre explotados y explotadores retoma su cauce habitual, el de las huelgas, marchas, piquetes y puebladas. Este es el terreno más favorable para los de abajo y la fragua en la que se podrá moldear una nueva y joven vanguardia sin ataduras con los viejos burócratas sindicales del PJ, ni con los «nuevos» dirigentes conciliadores.

Esta nueva camada de activistas se expresa muchas veces, aunque no siempre, en aquellos lugares en donde la izquierda y los dirigentes combativos tienen más tradición, como es el caso del subte y también en los gremios "dirigidos" por los burócratas más tradicionales. Por eso, cuando el mismísimo Moyano salió a anunciar el arreglo salarial para los choferes y peones que reparten gaseosas, su propio hijo Pablo, tuvo que desmentir el arreglo porque "¡no fue aceptado por las bases!"

Es probable que, aunque sea de corto aliento, el gobierno reciba una breve tregua por parte de los trabajadores, muchos de los cuales tienen ciertas expectativas en el gobierno. Pero esa tregua se estrellará mas temprano que tarde contra una realidad de aumentos de precios y tarifas – así como el mantenimiento de una fuerte tasa de desempleo — y la continuación de la ofensiva contra los conflictos obreros.

Sin embargo, la situación sigue siendo favorable para preparar las próximas luchas y organizar a los luchadores y activistas para las futuras batallas. La catástrofe electoral de la izquierda no debe impedir que esta vuelque todas sus fuerzas a preparar las próximas luchas de una forma distinta a lo que viene haciendo hasta ahora.

Que los resultados electorales de la izquierda sirvan de advertencia para que las direcciones del MST, el PO, PTS, el Partido Comunista y otros no cometan en el terreno de las luchas los errores sectarios, divisionistas y autoproclamatorios de las elecciones.

Es necesario reagrupar a toda la izquierda en un frente con todos los luchadores que vayan surgiendo para intervenir unidos y coordinar su participación en todas las luchas. Esto incluye intervenir allí donde la izquierda tiene activistas, pero también influenciar y organizar donde no los tiene y donde dirige o controla la burocracia sindical.

Seguramente, si podemos poner en pie una coordinadora de la izquierda y los luchadores para las huelgas y conflictos, seremos capaces de realizar una tarea supeditada a esta, aunque menos importante, como es la participación electoral.

En esas tareas, tienen una responsabilidad, mayor si se quiere, quienes dentro de la izquierda son revolucionarios, quienes deben aprovechar esta política para discutir y llegar a acuerdos mas allá de las elecciones y aun en un plano superior al de la coordinación de las luchas. Nos referimos aquí a la tarea de reconstruir un partido revolucionario que se forje en la lucha por ganar a la vanguardia para que adopte un programa para dirigir a los trabajadores y el pueblo.

Aquellos que provenimos de la corriente Morenista debemos tomar la iniciativa en este sentido ya que esta política fue, es y debe seguir siendo la esencia de nuestras tradiciones históricas.



El valor de los
25000 votos del FSR

Los partidos más importantes de la izquierda no quisieron unirse en
las elecciones para enfrentar a los candidatos de la burguesía y transformarse en una alternativa política para los trabajadores y el pueblo. La división desmoralizó a miles de luchadores, regaló votos a la derecha y colaboró para darle mayor resonancia al triunfo de Kirchner.

Tampoco aprovecharon los comicios para impulsar la acción directa de las masas contra el régimen democrático burgués, el único método posible para modificar la relación de fuerzas entre las clases: El MST y el Partido Obrero diluyeron el programa socialista a tal punto, que mientras unos llamaban a apoyar a los que "podían entrar al parlamento", los otros proponían votar por la "izquierda consecuente para luchar en el congreso".

En ese marco, los 4.000 votos obtenidos por el Frente Socialista Revolucionario y C.S. en Capital Federal y los 22.000 en la Provincia de Buenos Aires cobran relevancia, porque expresan una franja de la sociedad que simpatiza con las posiciones más radicalizadas. Un sector nada despreciable de compañeros que apoyaron electoralmente a los que seguimos afirmando que "no habrá ningún tipo de solución para los trabajadores y el pueblo de la Argentina sin una lucha victoriosa por expulsar al imperialismo y derrotar al capitalismo; o sea, cambiar de manos el poder y dar los primeros pasos en un camino socialista".

A pesar de no contar con fondos para una campaña como la que llevaron adelante los partidos burgueses, que ocuparon todos los espacios televisivos, o al menos como el PO, el MST y el PTS-MAS, que llenaron de afiches las paredes de la Capital y el conurbano bonaerense; las boletas con las palabras "Socialista" y "Revolucionario" y la campaña "boca a boca" que realizaron los militantes del frente, fueron suficientes para atraer a ese pequeño sector de la vanguardia que nos apoyó con su voto.

Pero esos miles son apenas la "punta del iceberg" de un proceso mucho más profundo que involucra a grandes sectores de la clase obrera y el pueblo argentino luchan y tienden a acercarse al programa de los trotskistas.

El FSR puede ser una herramienta que sirva para llegar a todos ellos, si además de continuar funcionando después de las elecciones, realiza un amplio llamado a poner en pie una coordinadora o frente único de grupos, partidos y dirigentes socialistas revolucionarios que se presenten como alternativa de dirección en todas las fábricas, empresas, colegios, universidades y barrios del país.

Para lograrlo el Frente Socialista Revolucionario se debe construir en estrecho vínculo con los procesos de lucha antipatronal, antiimperialista y antiburocrática que se vienen dando, y que todos los indicadores de la crisis capitalista en su decadencia nos auguran que se multiplicarán.


Repudiemos a Bush
y a sus anfitriones

Cuando nuestros lectores lean estas líneas, seguramente se estarán dando manifestaciones masivas contra la presencia de Bush en la Argentina, principalmente en Mar del Plata, elegida como sede de la llamada Cumbre de las Américas, un verdadero cónclave de la reacción continental que sostiene y es apoyada por el imperialismo norteamericano.

Convergencia Socialista se hallará, como siempre, en primera línea de estas manifestaciones y llamamos a todos nuestros lectores y a los trabajadores y al pueblo en general a participar de ellas.

Lo hacemos porque nos oponemos a la guerra y ocupación de Irak y Afganistán (este último país mayormente ignorado por muchos dirigentes políticos y sindicales que participarán de esas manifestaciones).

Como socialistas internacionalistas, nos ponemos del lado de los pueblos del mundo que enfrentan la opresión del imperio. Sean estos los pueblos de los países invadidos o los activistas obreros, populares e indígenas de Colombia que luchan contra el plan Colombia, los obreros y campesinos Bolivianos que buscan preservar su agua y su gas de las garras imperialistas o los sectores obreros y populares que se oponen a un «Pinochetazo" en Venezuela.

También estaremos en esas protestas para decir con toda claridad que el anfitrión del presidente yanqui, Néstor Kirchner, colabora con Bush y el imperialismo pagando la deuda externa, negándose a revertir las privatizaciones al servicio de las empresas multinacionales, incluyendo nuestro petróleo, gas, transportes, servicios eléctricos y telefónicos entre otros , continuando en lo esencial, las políticas trazadas durante el gobierno de Menem.

Estaremos en las calles para denunciar que las tierras y producción de nuestro país se han entregado a consorcios extranjeros y que la desocupación y la crisis económica – incluyendo las subas de precios y tarifas – son el producto de políticas nacionales de apoyo al imperialismo para que este pueda sobrellevar la carga de sus aventuras militares en Medio Oriente y Afganistán y pagar por los gastos de los desastres como los de los huracanes Katrina y Wilma.

No se puede luchar consecuentemente contra el imperio, sin luchar al mismo tiempo contra la oficina de los agentes del mismo que funciona en la Casa Rosada. Quedan a la vista de todos los trabajadores, la impunidad con que el imperialismo despliega miles de miembros de sus fuerzas armadas, seguridad y el nefasto Servicio Secreto en la ciudad de Mar del Plata. En las costas de la misma posiciona buques de guerra con potencialidad nuclear y controla el espacio aéreo nacional con helicópteros y aviones del ejército norteamericano.

Quienes viven en las cercanías de donde estará por unas horas George W. Bush han sido sometidos a semanas de una virtual ocupación extranjera, exigiéndoseles pases especiales para acceder a sus hogares y sometidos a la humillación de cateos y presiones de los grupos de seguridad tanto extranjeros como de cipayos nacionales.

Toda pretensión de "independencia" y "orgullo nacional" del gobierno de Kirchner se ha desmoronado frente a la visita de Bush. Kirchner no es socio ni administrador local de los intereses del imperialismo, sino el sirviente con levita que le abre la puerta al amo del Norte.

Por eso hay que repudiar la visita de Bush en las calles, apoyar los paros de trabajadores que se realicen contra su visita y las ocupaciones y acciones estudiantiles que se lleven a cabo por las mismas razones. Estas acciones no son – como las pintan muchos medios de difusión "nacionales" – motivadas por simples razones "ideológicas" que atentan contra la imagen del país en el extranjero, sino un acto de defensa de la soberanía y los intereses nacionales de la nación oprimida por el imperialismo.

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Y LA LUCHA DE LAS TERCERIZADAS DEL SUBTE?
Por UNO MAS - Thursday, Nov. 10, 2005 at 7:28 PM

PORQUE NO PUSIERON NADA DE LA LUCHA DE LAS TERCERIZADAS DEL SUBTE?. SE COMENTA QUE PORQUE BEICA DECIA QUE NUNCA IBAN A GANAR NADA ES VERDAD? Q PERIDICO MAS MALO, LE PRINCIPAL HECHO DE LA LUCHA DE CLASES DE OCTUBRE QUE VA CONTRA LA FLEXIBILIZACION LABORAL Y NI SIQUIERA LA NOMBRAN. DEJATE DE JODER BEICA SIEMPRE EL MISMO APARATO SECTARIO, PARECE QUE NO TE GUSTA QUE EN EL SUBTE HALLA EN LA LUCHA EX MILITANTES DE CS. APARTE MUCHOS DE LOS EMPLEADOS DE METROVIAS DICEN QUE SOS UN APARATO DE CUARTA.

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