versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
MoVimienTos SociaLes y la Anti Cumbre de Las Américas (versión: portugues-español-ingles)
Por Nuevo Proyecto Histórico- especial AntiCumbre -
Thursday, Nov. 03, 2005 at 5:12 AM
correo@colectivonph.com.ar (Casilla de correo válida)
Trabalho e governabilidade democrática. Cara e coroa. a subjetividade laboral mediada pela gerência estatal do comando privado dos capitalistas. A precariedade é lei. E o emprego registrado uma espécie de extinção. O desemprego assalariado do trabalho, é responsabilidade do emprego capitalista do trabalho assalariado restante. Na Argentina, Kirchner governa com um decreto a cada 5 dias. Em 2005, o Congresso Nacional só se reuniu em 10 sessões. O trabalho flexibilizado corresponde a um capital móvel e um estado pouco delegativo.
Colectivo Nuevo Proyecto Histórico http://www.colectivonph.com.ar Anti Cumbre das Américas (português-español-english) Portugues - 26/10/2005 - 13:19 hs. (9) Movimentos Sociais: a outra face
do trabalho negado Por: Nuevo Proyecto Histórico (NPH) - especial para anticumbre.org Trabalho e governabilidade democrática. Cara e coroa. a subjetividade laboral mediada pela gerência
estatal do comando privado dos capitalistas. A precariedade é lei. E o emprego
registrado uma espécie de extinção. O desemprego assalariado do trabalho, é
responsabilidade do emprego capitalista do trabalho assalariado restante. Na
Argentina, Kirchner governa com um decreto a cada 5 dias. Em 2005, o Congresso
Nacional só se reuniu em 10 sessões. O trabalho flexibilizado corresponde a um
capital móvel e um estado pouco delegativo. (esse texto é parte de um artigo mais extenso que
pode ser lido por completo na seção Biblioteca de Prensa de Frente) (este texto
es parte de un artículo más extenso que puede leerse en forma completa en la
sección Biblioteca de Prensa
De Frente) Especial
de NPH
para Prensa De Frente y su sitio: “Anti Cumbre de las Américas”. http://www.prensadefrente.org/anticumbre/ Anti Cumbre de las Américas Eapañol Los movimientos
sociales en Argentina - 04/10/2005 - 09:55 hs. (431) Movimientos Social en Argentina: la contracara del trabajo negado Por el colectivo NPH, especial para anticumbre.org - Trabajo y gobernabilidad
democrática. Cara y seca. La subjetividad laboral mediada por la gerencia
estatal del comando privado de los capitalistas. La precariedad es ley. Y el
empleo registrado una especie en extinción. El desempleo asalariado del
trabajo, es responsabilidad del empleo capitalista del trabajo asalariado
restante. En Argentina, Kirchner gobierna con un decreto cada cinco días. En lo
que va del 2005 el Congreso Nacional sólo se reunió para sesionar en diez
oportunidades. Al trabajo flexibilizado le corresponde un capital móvil y un
estado poco delegativo. La consigna de buena parte del movimiento piquetero, apela al trabajo, la
dignidad y el cambio social. Trabajo y dignidad suena parecido a "trabajo
digno". Suena parecido, pero no es lo mismo. La amplia mayoría de la joven composición proletaria, no han sido jamás
poseídos bajo un empleo registrado y con contrato por tiempo indefinido. Hay
320.000 jóvenes de 15 a 19 años que no trabajan, no buscan trabajo ni estudian.
Cuatro de cada 10 desempleados tiene menos de 24 años. En total, suman 718.000
los jóvenes y adolescentes desocupados, sobre 1,8 millón de personas sin
trabajo. A su vez, la tasa de desempleo juvenil alcanza al 26,3%, más que
duplicando el promedio general, y entre las mujeres asciende al 29,5%. Militares, radicales y peronistas, destrozaron a la vieja, organizada y
compacta clase obrera. Ayer sus padres asalariados fueron explotados y
masacrados, su clase descompuesta, su cultura insumisa reprimida. Hoy, los
jóvenes, son sus hijos y nietos del trabajo negado por el capital. Nunca en el capitalismo existió el trabajo digno. Una democracia que
transforma en ley el robo del trabajo ajeno es un sistema social indigno y
repugnante. Entendemos por trabajadores desocupados, a los productores desasalariados,
negados por el capital. Pero que en realidad están muy ocupados en resistir la
desaparición por hambre y enfermedad del genocidio Capital-Parlamentario que
los ha condenado. Fábricas recuperadas por sus obreros; movimientos campesinos
que se autoabastecen; pueblos originarios; piqueteros con sus bloqueras,
herrerías y panaderías; los 100.000 cartoneros sólo en la Provincia de Buenos
Aires, son la última frontera de la sobrevida antes de la desaparición
carcelaria, el suicidio, y el asesinato estatal, de aquellos que le estorban a
los capitalistas y sus gobiernos. El despotismo del capital no termina en la fábrica. Toda la sociedad se
vuelve una factoría. Una empresa social. Trabajadores estatales y privados,
formales y precarios, en la industria y en los servicios a la industria, en el
campo y la ciudad, en el arte y la palabra, en el cirujeo y la prostitución, la
venta ambulante y el delito, la expoliación salarial, el desempleo y el
autoempleo; todas ellas, son las singularidades en la que resulta fragmentada
la multitud por el capital, para aumentar, así, sus utilidades y dominio
político. La nueva composición técnica del trabajo va encontrando sus nuevas formas
organizativas: el asambleismo de base sindical y su alianza multisectorial con
el resto de su clase. La igualación salarial, es una buena manera de romper con
la segmentación salarial, como estrategia de dominio del capital para enfrentar
a los trabajadores unos con otros. El combate por más salario es una lucha
contra el beneficio capitalista. En eso radica su potencialidad antisistémica. Los desempleados del capital no precisan volver a ser incluidos por el
capital, por medio del salario, para terminar con su pobreza. Por el contrario,
necesitan unirse con los asalariados, para juntos, emanciparse de la condena de
ambos. En un caso, el trabajo negado, en el otro, el hacer tarifado por un
salario. Para liberarse, la clase de la multitud precisa colapsar, la transformación
del dinero en salario, el excedente de su hacer no retribuido en plustrabajo,
el plusvalor en ganancia, el beneficio en capital, el capital en poder social,
y el poder en estado. El PBI Argentino creció igual que el chino en los últimos tres años. Pero en
el conurbano bonaerense volvió a subir la pobreza. Atacando al 45,1 por ciento
de la población. La peor situación se da en Resistencia, con 60,3 %; seguido
por Jujuy-Palpalá con 58,2 %; y en Posadas-Misiones con el 56,8 %. El poder
adquisitivo del salario, resulta en promedio, un 25 por ciento menor que en año
2001, y la precarización aumentó un 500 por ciento desde aquel año. Recordemos
que la línea de indigencia ronda los 400 pesos, la de la pobreza los 800 $, y
la canasta total de bienes y servicios los 1.700 $. La jubilación mínima está
en 390 $, los planes sociales en 150 $, y el 65 % de los asalariados privados
registrados gana menos que el costo de una canasta básica familiar de alimentos
y servicios. En los empleos no registrados, que son la mitad de la fuerza viva
del hacer, se gana en promedio, la mitad de los puestos en blanco. La distribución
de la riqueza es la peor de todas las épocas. Hay 11 millones de personas que
viven con 123 $ mensuales. Dos millones de niñas y niños trabajan, y el 58,5%
de los chicos que tienen entre 5 y 13 años viven en hogares pobres. Argentina tiene una población de 37 millones de habitantes. Cuatro millones
de personas con problemas de empleo, pero en cambio, hay 17 millones de pobres.
Esto explica que se viva en la miseria si no se cobra un salario, pero también
demuestra, que más de la mitad de los asalariados se paupericen trabajando. Sea en los enclaves de los países más ricos, y en los barrios prósperos de
la periferia, el cordón policial y militar contra la "peste" humana
que deambula en el éxodo, no conoce más límites que la resistencia de la multitud.
En Londres se fusila por portación de cara a un brasileño y si hace falta se
asesinan africanos a quemarropa como en la frontera entre España y Marruecos. El desempleo no es producto del automatismo del mercado. Es una decisión del
capital hecha clase. Es una estrategia para enflaquecer y fracturar a los
empleados. El trabajo asalariado, no dado, negado; es un arma del capital
contrapuesta a las revoluciones pasadas, y los intentos fallidos rebeldes de
los trabajadores asalariados. Si el capital para incrementar su tasa de ganancia tiene que mantener en la
pobreza a medio planeta pagándoles dos dólares diarios, no le tiembla el pulso
y ejecuta su cometido. La consigna es clara: hacer descender el tiempo
socialmente necesario de la reproducción de la fuerza de trabajo a escala
global, y así aumentar socialmente el plusvalor que produce la multitud. Los reformismos del siglo XXI ni siquiera tienen esa estatura claudicante.
Decirse progresista o conservador hoy no significa nada. Lula y Kirchner,
Toledo y Vázquez, Palacio y Rodríguez; son la contracara del neoliberalismo de
la década pasada. América Latina es la región más desigual del planeta con la
peor distribución de la riqueza. El 10 por ciento más rico percibe el 40 % del
ingreso nacional, y el 40 % más pobre sólo el 10 %. Hay 222 millones de
latinoamericanos en condiciones de pobreza, lo que equivale al 43 por ciento de
la población. Dos de cada cinco niños viven en la extrema pobreza. En los últimos 20 años hay muerto más personas por causas evitables que en
todas las guerras del siglo XX. Dos terceras partes del globo pasan hambre y
por día se asesina por inanición a 35.000 personas. En la Argentina, desde 1991
al 2003, el sistema capitalista masacró por hambre y enfermedad a medio millón
de personas. Pero donde hay guerra como modo de sobrevida desesperado del
capital, existe la oportunidad histórica de la revolución del trabajo que
termine con él. Bloquear las iniciativas del imperio capitalista, y sus áreas de libre
comercio de hambruna de plusvalor humano a gran escala: sea con el ALCA y la
Unión Europea, el Nafta y el Mercosur, China y la India, Rusia y Japón; y
resistir sus embates contra la baratura salarial y la represión de los
excluidos del salario; autoorganizarse; insurreccionarse contra los gobiernos
sirvientes de los poderosos; son pasos previos: necesarios, inevitables, pero
insuficientes para emanciparnos del capital, el hambre, la sobreexplotación y
el hiper desempleo. Sin la organización autónoma del conjunto de la multitud,
sin una antagonía consciente al capital como relación social, los movimientos
sociales no pueden vencer. Haciendo realidad, de esta forma, y resignificando para los tiempos que
corren esa bella consigna de: trabajo [sin salario], dignidad [antipatronal], y
cambio social [autónomo]. (este texto
es parte de un artículo más extenso que puede leerse en forma completa en la
sección Biblioteca de Prensa
De Frente) Especial
de NPH
para Prensa De Frente y su sitio: “Anti Cumbre de las Américas”. http://www.prensadefrente.org/anticumbre/ Anti
English - Social
movements in Argentina: the other face of the denied work By group NPH, special
for prensadefrente.org - Work and democratic governability. The half-full
labor subjectivity by the state management of the deprived commando of the
capitalists. The precarity is law. And the registered use a species in
extinction. The wage-earning unemployment of the work is responsibility of the
capitalist use of the remaining wage-earning work. In George Bush manages the
state of the militarily more powerful nation. Inversely
proportional to its endebles fiscal and commercial. The war is a sign of
weakness of Capitalism, not of its strength. It´s no
accident that the slogan of most of the sociales movements appeals to work,
dignity and the change of articles of incorporation. Work and dignity sound to
similarity to "trabajo digno". It sounds similarity, but it is not
the same. The majority of the young
proletarian composition, has never been under a
registered use and with contract per indefinite time. There are 320,000 young
people of 15 to 19 years that do not work, they do not look for work nor they study. Four of each 10 unemployed ones have less
than 24 years. Altogether, the 718,000 young people and adolescents vacated, on
1.8 million people without work add. As well, the rate of youthful unemployment
reaches to 26.3%, more than duplicating the general average, and between the
women it ascends to 29,5%. The military, radicals and
Peronists, destroyed the old one, organized and compacts
working class. Their wage-earning parents were operated yesterday and
massacreed, their disturbed class, their repressed rebellious culture. Today,
the young people, are their children and grandsons of
the work denied by the capital. In Capitalism the worthy
work never existed. A democracy that transforms into law the robbery of the
other people's work is a social system I infuriate and repugnant. We understand by vacated
workers, to the producers that don´t have a salary, denied by the capital. But
that in fact very is occupied in resisting the disappearance by hunger and
disease of the genocide Capital-Parlamentary who has condemned them. Factories
recovered by its workers; movements farmers who supply themselves; original
towns; piqueteros with its own construtions of bloqucks, blacksmith shops and
bakeries; the 100,000 cardboard ones only in the Province of Buenos Aires, are
the last border of the sobrelife before the prison disappearance, the suicide,
and the state murder, of which their governments hinder to him to the
capitalists. The despotism of the
capital does not finish in the factory. All the society becomes a factory. A social company. State and deprived, formal and precarious
workers, in the industry and the services to the industry, the field and the
city, the art and the word, in the cirujeo and prostitution, the traveling sale
and the crime, the wage expoliación, unemployment and the selfemployment; all
of them, they are the singularities in which is fragmented the multitude by the
capital, to increase, thus, its utilities and political domination. The new technical
composition of the work is finding its new organizative ways: the asemblies of
union base and its multisectorial alliance with the rest of its class. The wage
equalization, is a good way to break with the wage
segmentation, like strategy of dominion of the capital to face the workers others.
The combat by more wage is a fight against the
capitalist benefit. In that is its antisystem potentiality. The unemployed ones of the
capital do not need to return to be including by the capital, by means of the
wage, to finish with their poverty. On the contrary, they need to be united
with the wage-earners, for together, to emancipate itself of the sentence of
both. In a case, the denied work, in the other, doing
priced by a wage. In order to free itself,
the class of the multitude precise to colapse, the transformation of the money
in wage, the excess of this to do not repaid in pluswork, the plusvalor in
gain, the benefit in capital, the capital in being able social, and the power
in state. The Argentine GIP grew just
as Chinese in the last the three years. But in the Be in the enclaves of the
richest countries, and in the prosperous districts of the periphery, the police
and military cord against "peste" human which it rambles in the
exodus, it does not know more limits than the resistance the multitude. In Unemployment is not product
of the automatism of the market. Class is a decision of the done capital. It is
a strategy to fracture the employees. The wage-earning, not given, denied work;
it is a weapon of the capital opposed to the passed revolutions, and the
rebellious insolvent attempts of the wage-earning workers. If the capital to increase
its rate of gain must maintain in the poverty to average planet paying to them
two dollars daily, it does not shake the pulse to him and it executes his assignment.
The slogan is clear: to make descend the socially necessary time from the
reproduction of the force from work to global scale, and thus increase socially
the plusvalor that produces the multitude. The reforming policies of
century XXI not even have that halting stature. To say progressive or
preservative today does not mean anything. Lula and Kirchner, In the last 20 years more
people died by avoidable causes that in all the wars of century XX. Two third
parts of the globe pass hunger and per day it is assassinated by starvation to
35,000 people. In To block the initiatives of
the capitalist empire, and their areas of free commerce of hunger of human
plusvalor on great scale: be with the ALCA and the European Union, the Gasoline
and the Mercosur, China and India, Russia and Japan; and to resist its attacks
against the wage cheapness and the repression of the excluded ones from the
wage; to organize itself; to insurreccionar against the governments crew
members of the powerful ones; they are previous steps: necessary, inevitable,
but insufficient to emancipate to us of the capital, the hunger, the
sobreoperation and hiper unemployment. Without the independent organization of
the set of the multitude, without one antagonía conscious to the capital like
social relation, the social movements cannot win. Making reality, of this
form, and giving a new meaning for the times that run that beautiful slogan of:
work [ without wage, antisupervisory dignity, and
independent change of articles of incorporation. http://www.prensadefrente.org/anticumbre/
A consignia de boa parte dos movimentos dos trabalhadores desempregados
("piqueteros" na Argentina), apela ao trabalho, à dignidade e à
transformação social. Trabalho e dignidade soam parecidos com "trabalho
digno". Soam parecidos, porém não é a mesma coisa.
A grande maioria da jovem composição proletária, jamais tiveram um emprego registrado
e com contrato por tempo indefinido. Na Argentina, 320.000 jóvens, de 15 a 19
anos, não trabalham, não buscam trabalho e nem estudam. Quatro de cada 10
desempregados têm menos de 24 anos. No total, somam 718.000 os jóvens e
adolescentes desempregados e desocupados, entre as 1,8 milhão de pessoas sem
trabalho. Por sua vez, a taxa de desemprego juvenil alcança os 26,3%, mais que
duplicando a média geral, e entre as mulheres sobe a 29,5%.
Militares, radicais e peronistas, destruíram a velha, compacta e organizada
classe trabalhadora. Ontem seus pais assalariados foram explorados e
massacrados, sua classe decomposta, sua cultura insubmissa reprimida. Hoje, os
jóvens, são seus filhos e netos do trabalho negado pelo capital.
Nunca no capitalismo existiu o trabalho digno. Uma democracia que transforma em
lei o roubo do trabalho alheio é um sistema social indigno e e repugnante.
Entendemos por trabalhadores desempregados, aos produtores não remunerados,
negados pelo capital. Mas que na realidade estão muito ocupados em resistir ao
desaparecimento por fome e enfermidades do genocídio Capital-Parlamentar que os
têm condenado. Fábricas recuperadas por seus operários; movimentos do campo que
se auto-abastecem; povos originários; "piqueteros" com suas casas de
materiais de construção, serralherias e padarias; os 100.000 catadores de lixo
só na Província de Buenos Aires, são a última fronteira da sobrevida antes do
desaparecimento carcerário, o suicídio e o assassinato estatal, daqueles que
atrapalham aos capitalistas e seus governos.
O despotismo do capital não termina na fábrica. Toda a sociedade se transforma
em uma fábrica. Uma empresa social. Trabalhadores estatais e privados, formais
e informais, na indústria e nos serviços à indústria, no campo e na cidade, na
arte e na palavra, no cirujeo e na prostituição, a venda ambulante e o delito,
a espoliação salarial, o desemprego e o auto-emprego; todas elas, são as
singularidades que resultam fragmentada a multidão pelo capital, para aumentar,
assim, suas utilidades e domínio político.
A nova composição técnica do trabalho vai encontrando suas novas formas
organizativas: o assembleísmo de base sindical e sua aliança multisetorial com
o resto de sua classe. A equiparação salarial é uma boa maneira de romper com a
segmentação salarial, como estratégia de domínio para fazer com que os
trabalhadores se enfrentem uns aos outros. O combate por mais salário é uma
luta contra o benefício capitalista. E nisso radica sua potencialidade
anti-sistêmica.
Os desempregados do capital não precisam voltar a ser incluídos pelo capital,
por meio do salário, para terminar com sua pobreza. Pelo contrário, precisam
unir-se aos assalariados, para juntos, emanciparem-se da condenação de ambos.
Em um caso, o trabalho negado, no outro, o fazer tarifado por um salário.
Para libertar-se, a classe da multidão precisa entrar em colapso - a
transformação do dinheiro em salário, o excedente de seu fazer não retribuído
em mais-trabalho, a mais-valia em ganância, o benefício em capital, o capital
em poder social, e o poder em estado.
O PIB argentino teve crescimento igual ao chinês nos últmos 3 anos. Porém, na
conurbação bonaerense (grande Buenos Aires), a pobreza voltou a crescer.
Atacando a 45,1% da população. A pior situação se dá em Resistencia, com 60,3%;
seguida por Jujuy-Palpalá com 58,2%; e em Posadas-Misiones com 56,8%. O poder
aquisitivo do salário, resulta em média, 25% menos que em 2001, e a
precarização aumentou cerca de 500% desde aquele ano. Recordemos que a linha de
indigência ronda os 400 pesos, a da pobreza os $ 800, e a cesta total de bens e
serviços os $ 1.700. A aposentadoria mínima está em $ 390, os planos sociais em
$ 150, e 65% dos assalariados privados registrados ganham menos que o custo de
uma cesta básica familiar de alimentos e serviços. Nos empregos não
registrados, que são a metade da força viva de trabalho, se ganha em média, a
metade dos postos en blanco. A distribuição da riqueza é a pior de todas as épocas. Existem 11 milhões de pessoas que vivem com
$ 123 mensais. Dois milhões de meninas e meninos trabalham, e 58% das crianças
qe têm entre 5 e 13 anos vivem em lugares pobres.
A Argentina tem uma população de 37 milhões de habitantes. Quatro milhões de
pessoas com problemas de emprego, e no caminho, há 17 milhões de pobres. Isso
explica que se vive na miséria caso não se cobre um salário, mas também
demonstra que, mais da metade dos assalariados se pauperizam trabalhando.
Seja nas divisas dos paises mais ricos, e nos bairros prósperos da periferia, o
cordão policial e militar contra a "peste" humana que perambula no
êxodo, não conhece mais limites que a resistência da multidão. Em Londres se
fusila por porte de cara a um brasileiro e se assassinam africanos a
queima-roupa na fronteira entre Marrocos e Espanha.
O desemprego não é produto do automatismo do mercado. É uma decisão do capital
feita classe. É uma estratégia para enfraquecer e fraturar aos empregados. O
trabalho assalariado, não dado, negado; é uma arma do capital contraposta às
revoluções passadas, e as tentativas falidas rebeldes dos trabalhadores
assalariados.
Se o capital, para incrementar sua taxa de ganância, tem que manter na pobreza
meio planeta pagando-lhes dois dólares por dia, não maneira a mão e executa
seus planos. A consigna é clara: fazer baixar o tempo socialmente necessário da
reprodução da força de trabalho a escala global, e assim, aumentar socialmente
a mais-valia que produz a multidão.
Os reformismos do século XXI nem sequer tem essa estatura claudicante. Se dizer
progressista ou conservador hoje em dia não significa nada. Lula e Kirchner,
Toledo e Vázquez, Palácio e Rodríguez; são a outra face do neoliberalismo da
década passada. América Latina é a região mais desigual do planeta com a pior
distribuição de riqueza. Os 10 por cento mais ricos se apossam de 40% da
riqueza nacional, e os 40% mais pobres só 10%. Há 222 milhões de
latino-americanos em condições de pobreza, o que equivale a 43% da população.
Duas de cada cinco crianças vivem na extrema pobreza.
Nos últimos 20 anos morreram mais pessoas por causas evitáveis que em todas as
guerras do século XX. Dois terços do globo passam fome e por dia se assassinam
por inanição a 35 mil pessoas. Na Argentina, de 1991 a 2003, o sistema
capitalista massacrou de fome e enfermidades a meio milhão de pessoas. Mas onde
há guerra como modo de sobrevida desesperado do capital, existe a oportunidade
histórica da revolução do trabalho que acaba com ele.
Bloquear as iniciativas do império capitalista, e suas áreas de livre comércio
de hambruna de mais-valia humana em grande escala: seja com a ALCA e a União
Européia, o Nafta e o Mercosul, China e a Índia, Rússia e Japão; e resistir com
embates contra a redução salarial e a repressão dos excluídos do salário;
auto-organizar-se; inssurrecionar-se contra os governos subservientes aos
poderosos; são passos prévios: necessários, inevitáveis, mas insuficientes para
nos emancipar do capital, da fome, da super-exploração e o hiper-desemprego.
Sem a organização autônoma do conjunto da multidão, sem uma antagonia
consciente ao capital como relação social, os movimentos sociais não podem
vencer.
Transformando a realidade, desta forma, e resignificando para os tempos que
correm com essa bela consígnia: trabalho (sem salário), dignidade
(anti-patronal) e transformação social (autônoma).